Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 6

Capitulo 47: Nueva Partida

Parte 2

“En sus últimas palabras, el primer Ed Plata dijo que si la diosa

Lady Kaoru volvía a descender…”

¿Qué…? ¿Ed dejó sus últimas palabras para que sus descendientes

me apoyaran en su lugar? Realmente le importaba…

“Debería seguirte de por vida, ¡así que es imposible que te deje ir!”

Remató el caballo.

Sí, me lo imaginaba…

“¡Así que, por favor, permíteme que te acompañe!”

“¡Y yo también, por supuesto! Como el caballo que heredó el

nombre de Ojos Asustados, soy miembro del Clan de los Ojos de este

rancho, ¡al igual que Ojos Colgantes! ¡No voy a dejar que me dejes

atrás! De todos modos, son dos, ¡así que no tienen motivos para

negarse!”

Uhh…

“Si no estás dispuesta a llevarnos…”

“¿Entonces qué?” Pregunté.

“¡Entonces nos mataremos ahora mismo!” Gritaron juntos.

Ah… Bueno, no es que no entendiera cómo se sentían. Yo había

aparecido, como en las historias transmitidas por el Primero (Ed), así

que la vergüenza ancestral les perseguiría para siempre si me limitaba

a ignorarlos y a marcharme.

Miré a Reiko…

Y ella asintió. Tenía la capacidad de entender cualquier idioma y

conversación como yo, así que me había entendido todo.

“Estoy preparada para ello, por supuesto. He ido a clubes de

equitación, he montado en caballos sin montura e incluso he

participado en algunas pruebas de ganado bravo.”

Ah… tenía que admitir que los viajes largos a pie también eran

bastante duros… Si de todos modos íbamos a tener caballos, prefería

ir con los descendientes de Ed antes que con unos caballos que no

conocía. ¿Pero no eran estos los dos mejores caballos del rancho?

Probablemente me costarían un brazo y una pierna…

Oh, bueno. En mi vida pasada… no, la última vez… bueno, eso

tampoco me pareció bien. En la primera temporada… había ahorrado

un montón de monedas de oro en mi caja de objetos, así que no me

preocupaba demasiado el precio.

¡Muy bien!

“No tienen ningún reparo en tirar de un carruaje, ¿verdad?”

Pregunté.

“¡Ah, hablas del legendario Chariot de la Diosa que sólo puede ser

tirado por caballos divinos! ¡Qué honor es este!” Dijo Col.

“¡Sí! ¡Sí, tiraré de él! ¡Tiraré de él aunque me digas que no lo haga!

¡¡¡Vamosssss!!!” Ater estuvo de acuerdo.

Así que se decidió…

“Bien, voy a ir a negociar. Ustedes espérenme.”

“¡Te acompañaremos!”

Estaríamos hablando en lenguaje humano, así que no era como si

fueran a poder entendernos… Pero no me importaba.

“Entonces, me gustaría que me vendieras estos dos caballos…”

“¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡Y estos son mis dos mejores

caballos!”

Sí, me habría costado llegar a la parte de la negociación si no

supiera de qué caballos estaba hablando, así que dejé que los dos me

siguieran hasta el edificio administrativo. Y cuando abrí la puerta y

entré, los caballos me siguieron. La entrada era bastante pequeña para

un caballo, pero igual entraron a la fuerza… No era de extrañar que el

director saliera corriendo a ver qué pasaba…

Y así, aquí estábamos.

“¡No, no, no! No puedo estar de acuerdo con eso, incluso si no

fueras una niña que me toma el pelo. Estos dos tienen la mayor parte

de la sangre de sus ancestros, lo que los hace extremadamente valiosos.

Los necesito para criar… hacer un montón de bebés para mí, así que la

respuesta es no, ¡no importa cuánto ofrezcas!”

Pareció reconsiderar el uso de palabras tan gráficas para un niño y

se corrigió a mitad de la frase. Por no hablar de que se tomó el tiempo

de explicarme por qué no podía venderme los caballos en lugar de

asumir que era una niña que le hacía perder el tiempo y regañarme.

Parecía una buena persona… Pero eso no cambiaba el hecho de que

estaba bastante desamparado en este caso.

“Dice que no los va a vender…” Dije en lenguaje de caballo.

¡Wham! ¡Wham!

“¡Ahhh!” Col y Ater golpearon con sus pezuñas delanteras sobre la

mesa, haciendo que el gerente de mediana edad cayera hacia atrás de

su silla.

“¿Puedes hablar con los caballos…? No me digas que eres la

Condesa Raphael… No, he oído que tiene unos ojos que dan miedo, pero he oído que es muy vieja, y conocida como un monstruo…”

… Espera, me imaginaba que sería vieja, pero ¿“ojos de miedo”?

Ahora que lo pienso, a veces tenía una mirada malvada… ¡Eso es!

“Oh, ¿conoces a mi bisabuela?”

“¡¿Ah…?!”

¡Sí, está funcionando!

“¡Lady Kaoru, debería recitarle los tres votos de la raza de plata!

He oído historias de una promesa entre Ed Plata el Primero, el gerente

de entonces, y una noble con mirada y mala actitud. Si nosotros hemos

oído hablar de ello, ¡él también debe saberlo!” Ater intervino con un

consejo.

Tenía que intentarlo.

“¡Los tres votos de la raza de plata!”

“¿Qué…?” El gerente parecía atónito. “No puede ser… Eso es sólo

un cuento popular…”

“¡Breeehehe! ¡Breeehehehe! (¡Hurra! ¡Hurra!)”

Salimos con Col y Ater del rancho al son de los bulliciosos vítores.

La despedidaestuvo,porsupuesto, a cargo de una multitud de caballos.

La gente del edificio administrativo también nos despidió, pero con la

mirada perdida o agachando la cabeza en silencio.

… Um, lo siento.

“Creo que ahora deberíamos estar bien…” Dije.

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Reiko.

“Bueno, ahora estamos bastante lejos de la ciudad, así que estaba

pensando en sacar el carruaje…”

Ambas sabíamos montar a caballo, pero pasar días o incluso

semanas a caballo sería duro. Por eso quería hacer el viaje en un

carruaje. No tendríamos que preocuparnos por la lluvia, y podríamos

dormir en el carruaje cuando estuviéramos acampados. Aunque, dicho

esto, no haría que Col y Ater caminaran bajo la lluvia, por supuesto.

Les haría refugiarse bajo un árbol o algo así.

“Oh, el carruaje…”

“Sí, pero será uno diferente …”

Sí, Chariot era sólo para Ed. No tenía intención de usarlo con otro

caballo.

“Se diseñó para ser tirado por un solo caballo, y era para que lo

montáramos Layette y yo cuando aún era pequeña, así que es

demasiado pequeño para nosotras. Además, mis compañeros también

montaban a caballo, así que no era necesario que lo utilizaran. Estoy

pensando en usar uno que sea lo suficientemente grande para que

podamos descansar y dormir en él… Y tiene que ser lo suficientemente

discreto como para que podamos montarlo en la ciudad…”

Sí, Chariot destacaba demasiado porque lo había hecho muy

adornado.

“¿Tienes alguna petición para el carruaje?” Pregunté.

“No, no en particular. Hazlo como quieras, Kaoru. Oh, pero

asegúrate de que es cómodo para sentarse.”

Quizá Reiko había tenido una mala experiencia con uno antes,

porque frunció el ceño y se frotó el trasero al decirlo. Los carruajes en

la Tierra no eran perfectos…

Y así…

“¡Brehe! (¡Sal!) ¡Brehehehe! (¡Carruaje de la Diosa!)” Canté mi

conjuro en el lenguaje de los caballos sólo para Col y Ater. Después

de todo, deberían ser capaces de reconocer el carruaje que sirve de

vehículo de la Diosa.

Me preocupaba que se sintieran decepcionados por su aspecto

sencillo, ya que esta vez necesitaba que no destacara. Tenía la

sensación de que tenían grandes expectativas sobre su aspecto.

Entonces…

¡Thud!

¡Apareció un flamante carruaje! En el interior había un pequeño

barril que contenía una poción, por supuesto… Es decir, el carruaje no

habría sido un “contenedor de pociones” si no fuera así.

Y aunque a primera vista parecía el típico carruaje pequeño… La

mayor parte estaba construida con nanotubos de carbono ligeros y

duraderos. También se había utilizado titanio para algunas partes.

Aunque el titanio tenía muchas ventajas, era difícil y caro de refinar y

procesar, por lo que era difícil de usar para la construcción a gran

escala. Pero como podía hacer aparecer los objetos en su forma

completa, eso no era un problema para mí.

Tal vez, si realmente lo hubiera querido, podría haber fabricado un

carruaje súper especial, cortesía de Celes, con materiales que ni

siquiera existían en la Tierra. Pero realmente no necesitaba ir tan lejos.

Ya estaba hecho para que no pudiera ser atravesado por flechas o

lanzas…

Tenía el clásico asiento del conductor, en el que podía sentarme y

fingir ser el cochero al entrar en las ciudades. Por supuesto, en realidad

se manejaba dando órdenes verbales. Me sentiría muy sola, así que la

cabina tenía espacio para que dos personas se sentaran una al lado de

la otra.

A la cabina se accedía directamente desde los asientos del carruaje,

y contaba con dos asientos orientados hacia delante y un sofá de tres

plazas orientado hacia atrás con una mesa entre ellos. Los asientos

orientados hacia delante disponían de reposacabezas y estaban

diseñados para proporcionar apoyo a todo el cuerpo. Al fin y al cabo,

no queríamos forzar la espalda.

Incluso se podía reclinar hasta el fondo y dormir con comodidad.

De esta manera, podríamos dormir mientras acampamos y mientras viajamos. Aunque, obviamente, una de nosotras tendría que estar despierta por razones de seguridad.

Tenía que cumplir las expectativas de Col y Ater, así que incluso

podía hacer que un montón de cuchillas sobresalieran al tirar de una

palanca. Sin mecanismos como éste, sólo sería un carruaje normal con

materiales de alta calidad. Bueno, los muelles y toda la construcción

eran bastante singulares, pero me refería a la apariencia simple. Las

cuchillas probablemente no eran muy prácticas; en realidad eran sólo trucos para satisfacer a Col y a Ater.

Dado que este carruaje de dos caballos estaba hecho para ser mucho

más ligero que un carruaje normal, no supondría demasiado esfuerzo

para los dos. Sin embargo, no parecían tener la misma reticencia que

tenía Ed a ser un “caballo de carruaje”, así que probablemente no

habría ningún problema.

Espera… ¿y si Ed empezó todo ese rumor de que sólo los caballos

divinos podían tirar del carruaje de la Diosa sólo para que tuvieran más

ganas de usarlo? ¿O tal vez lo estaba pensando demasiado? Pero Ed

era considerado, y tenía un fuerte sentido del deber…

Vaya, otra vez me estoy poniendo sentimental…

Ed habría querido que me riera en lugar de ponerme sentimental al

recordarlo. Ese es el tipo de caballo que era. Estuvimos juntos durante

cuatro años y medio… Cuatro años y medio para un caballo eran como

dieciocho años para un humano. Ed tenía seis años cuando lo conocí,

así que tenía unos veinticuatro en años humanos. Pasar todo nuestro

tiempo juntos desde los veinticuatro hasta los cuarenta y dos años sería

como toda una vida.

En cuanto a la reacción de Col y Ater…

“Ahhh, así que este es el carruaje de la Diosa…”

“Finalmente vamos a ser caballos divinos, tirando del carruaje de

la Diosa…”

Se les llenaron los ojos de lágrimas… Pero no quería mentirles, así

que decidí decirles la verdad.

“Ese no eselmismo carruaje delque Ed tiró. Ese era sólo para Ed…

Así que hice este específicamente para ustedes dos. ¿Ven cómo está

diseñado para ser tirado por dos caballos?”

Temía que se decepcionaran al descubrir que no era el mismo que

había utilizado su antepasado…

“¡¿Qué?! ¿Hiciste un carruaje nuevo sólo para nosotros? Así que

este es nuestro propio carruaje… Cuando fallezcamos algún día, se

conservará en el reino de los dioses para toda la eternidad, y nuestros

actos vivirán para siempre…”

“¡Ahh! ¡Ahh! ¡Ahhh!”

Parecían estar contentos con ello, así que supongo que estaba bien.

“Bien, vamos. ¡Todos abordo!” Grité como si fuera un héroe sentai

saltando dentro de un robot gigante y subí al carruaje con Reiko.

Como íbamos a circular directamente por las amplias calles de la

ciudad, decidí que podíamos quedarnos en la cabina. Cualquier viajero

con el que nos cruzáramos podría sorprenderse por la falta de un

cochero en la parte delantera, pero eso no era demasiado importante.

Podíamos decir que los caballos estaban bien entrenados, o que

utilizábamos finas cuerdas para dirigirlos desde el interior del carruaje,

o que estábamos probando un nuevo carruaje de uso militar.

Cualquiera que nos cuestionara sería asumido como un espía, así que

dudaba que nos molestaran demasiado.

Nos sentamos cada una en uno de los dos asientos delanteros…

Parecía una silla de juegos, lo cual tenía sentido, ya que eso es lo que

me imaginaba cuando la hice…

“¡Adelante!”

“…”

“…”

“……”

“No nos movemos.” Dijo Reiko.

“Eso parece…” Estuve de acuerdo. ¿Por qué…?

“Lady Kaoru, ¿cómo se supone que vamosa tirardelcarruaje?” Col

preguntó desde fuera.

Ah… me olvidé de enganchar los caballos al carruaje…

“… Y los accesorios se desprenderán si hacen esto.”

“…”

Después de enganchar a Col y a Ater al carruaje, les expliqué cómo

podían quitar el arnés del carruaje por su cuenta. Estaba diseñado para

poder desconectarlo de esta manera, ya que les resultaba más fácil

hacerlo con las pezuñas que quitarse el arnés del cuerpo. Podríamos

encontrarnos con bandidos o monstruos, o el carruaje podría caer por

un precipicio durante nuestros viajes. Si pudieran desconectar su arnés

del carruaje en esos casos, aumentarían sus probabilidades de

supervivencia. Por eso añadí esta característica, pero…

Los dos caballos parecían estar molestos por algo. ¿Por qué?

“¡Más vale que no estés pensando que podemos abandonar a los

pasajeros y huir!” Gritó Col.

¿Eh?

“Aunque no fuera la Diosa la que viajara en el carruaje, nunca

dejaríamos a nuestros pasajeros e intentaríamos huir, ¡así que será

mejor que no pienses eso!” Añadió Ater.

Ah… ¿He herido su orgullo de profesionales? Incluso Col, que era

relativamente educado para ser un caballo, estaba visiblemente

disgustado y hablaba con palabras más duras. Ahora que lo pienso, Ed

también se enfadaba mucho cuando decía algo que hería su orgullo. Ed

y toda su familia daban mucha importancia al orgullo y la dignidad.

Oh no, la he cagado…

“N-No, ¡no es nada de eso! Si alguna vez nos atacan bandidos o

monstruos, ¡podrán desconectar sus arneses del carruaje y acercarse a

la cabina para que podamos subirnos y escapar en sus espaldas! Creo

que es mucho más conveniente que tengan la libertad de separarse del

carruaje cuando lo consideren necesario. Eso es lo mucho que confío

en ustedes dos.”

“… ¿Sí?”

“Hm, en ese caso, supongo que podría aceptar la idea…”

… Demasiado fácil.

Aunque, la verdadera razón de tener esa función era para que los

caballos pudieran escapar por su cuenta en caso de que el carruaje

volcara, cayera porun precipicio, sinosrodeaban y necesitábamos usar

el carruaje como escudo, o si Reiko y yo necesitábamos abandonar el

carruaje y huir. No iba a dejar que los descendientes de Ed murieran

tan fácilmente.

Y así, por fin, salimos. Estuve hablando con Reiko durante un rato,

pero pensamos que primero debíamos conocer el carruaje y salimos al

asiento del cochero. Yo iba a fingir que conducía, asíque también tenía

que practicar un poco.

“Ah, Lady Kaoru. ¿Sabes conducir un carruaje?”

“Lady Kaoru, no hay necesidad de hacer eso. Seguiremos

caminando, ya sabes…” Dijeron Col y Ater, pero algo se sentía mal…

Oh, es cierto… Ed…

“Eh, ¿les importaría no llamarme ‘Lady Kaoru’?”

“¿Qué? Entonces, ¿debemos llamarte Diosa?”

“No, sólo Kaoru, o Se…”

“¿Se?”

… Ed solía llamarme Señorita. Pero no me sentía bien diciéndoles

que me llamaran así…

“No, no es nada. Llámenme como quieran…”

“Muy bien, Lady Kaoru.”

“¡Por supuesto, Señorita!”