Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 6

Capítulo 9: Con El Archienemigo Entre Las Llamas

Parte 2

✰  7753 (Tiempo restante: diez horas, cuarenta y ocho minutos)

Hana volaba por el aire.

Mana señaló y gritó, y Ripple corrió tras ella, dándole caza. Sólo habían sucedido cosas incomprensibles, una tras otra. 7753 estaba constantemente a merced de los acontecimientos que pasaban, y era lo máximo que podía hacer para seguir el ritmo.

Al poco tiempo, Ripple regresó con Hana en brazos. Hana había sido golpeada por todas partes, y también le habían cortado media oreja. Había sufrido un horrible tormento. Mana volvió a lamentarse.

Hana abrió los ojos un poco y sus labios se movieron ligeramente.

Estaba sonriendo. “No imaginé… que viviría para verte de nuevo.” “No deberías presionarte demasiado, Hana.”

“Esa no era mi intención… Oh, realmente no puedo creer que haya logrado salir de eso con vida.”

Con los ojos y los oídos tapados, Hana no habría tenido forma de saber quién la había salvado, pero por proceso de eliminación, pudo reducirlo a uno. “Están todas aquí… Así que eso significa… Um…

¿Me ha salvado Archfiend Pam?”

“Una esfera negra te trajo aquí… Luego se convirtió en un ala cuadrada y volvió. Si mis ojos no se equivocaron, esa era el ala de Archfiend Pam… creo.”

“Oh, entonces fue ella, después de todo. Ella realmente… me salvó.”

“¿Quién te hizo esto? ¿Fue el grupo de Frederica?”

Ripple salió corriendo en la dirección desde la que había volado Hana. Si su información era correcta, había varios enemigos. Ripple tenía que salir a apoyar a Archfiend Pam. 7753 dudó, preguntándose si debía seguirla. Sin embargo, pensó que no sería de ninguna utilidad aunque acompañara a Ripple, así que se quedó con Hana.

Las instrucciones de su jefa llegaron en sus gafas. Hana estaba increíblemente maltrecha. La jefa de 7753 dijo que eligieran un lugar fuera de la vista donde pudieran establecerse, que fueran allí y que Mana curara a Hana.

Era una orden razonable. Hana estaba debilitada. Necesitaba ser curada en un lugar donde no llamaran la atención. Así que 7753 se lo dijo a Mana y llevó a Hana a través de tres callejones hasta la sombra de una máquina expendedora.

Su jefa tendría un mapa de la ciudad. Su elección específica de atravesar tres callejones para esconderse a la sombra de una máquina expendedora para descansar fue precisa. 7753 agradeció su dirección específica.

Refiriéndose a un memorándum en una mano, Mana sacó un sigilo mágico, colocó a Hana en su centro, tomó su bastón y empezó a recitar el hechizo. Probablemente pretendía utilizar magia curativa. Fuera o no consciente de ello, Hana sonrió débilmente mientras permanecía tumbada. 7753 le apretó la mano.

***

✰   Archfiend Pam (Tiempo restante: diez horas, treinta y nueve minutos)

Pam intentó rebanarla con cuchillas, encender pólvora para hacerla explotar, enterrarla en montones de sedimentos y aplastarla bajo una prensa gigante, pero nada funcionó. Los ojos de Sonia brillaban como los de un niño con un juguete nuevo mientras se acercaba a Archfiend Pam.

Ja-ja. Así que yo soy el juguete, ¿eh?

Esto es demasiado sangriento para convertirlo en mercancía para chicas mágicas. Se rió de sí misma, consciente de que ella también era como un niño con un juguete nuevo.

Archfiend Pam siguió observando a Sonia Bean mientras huía de ella. Todo lo que tocaba a Sonia se convertía en escoria negra y se dispersaba. Pam podría continuar durante cien años, pero los ataques normales no ganarían esto. Ella tenía que cambiar la forma en que estaba tratando con la situación.

“Mastema.” Dispuso tres de sus alas en forma de taladro y las impulsó sobre la carretera. No apuntaba a Sonia, sino a la carretera a sus pies. Girando rápidamente, el taladro talló la carretera, levantando polvo.

Pam no sólo intentaba destruir el asfalto. También destrozó la tierra que había debajo del pavimento, no sólo desgarrándola, sino también removiéndola. El polvo y los trozos de hormigón salieron disparados. Sonia parecía confundida por el hecho de que las alas no la atacaran y se mantuviesen cerca de Pam. Todavía no. Pam siguió cavando.

Concentrándose sólo en tallar el suelo, Pam cavó un agujero. El suelo bajo los pies de Sonia se desmoronó y ella cayó. Pam hizo el agujero profundo, muy profundo. Si se mirara desde el cielo, parecería un círculo excavado en la tierra. Pam transformó un ala negra en forma de traje para cubrir todo su cuerpo, sin dejar nada al descubierto. El polvo aquí era espeso, así que no podía entrar sin el traje.

Archfiend Pam fue a situarse en el fondo del agujero y, más allá de las nubes de polvo, vio una forma que se movía.

Sonia corrió. Este espacio era limitado, apenas un poco más de 30 metros de ancho, así que no había ningún lugar para escapar. En este campo de batalla, el atacante estaría en ventaja.

Archfiend Pam levantó películas negras entre ella y Sonia. Estas películas, que podrían describirse como paredes finas que se mueven suavemente, se erigían como obstrucciones en todo el agujero. No estaban allí para impedir que Sonia se desplazara. Ninguna materia existente podía impedir a Sonia ir a donde quisiera. Estaban para obstruir su visión.

Pam dio a estas membranas la capacidad de ser sus ojos, y luego volvió a rodear las películas y se alejó de Sonia. En ese preciso momento, su cuarta ala regresó. Era el ala que había utilizado para poner a Hana a salvo y liberarla de sus ataduras. Pam la colocó sobre el agujero, la transformó en un líquido pegajoso e inflamable y la esparció por el interior.

“Gehenna.” Encendió el ala, haciendo que todo el agujero ardiera en llamas. A diferencia de su anterior Gehenna, el objetivo aquí no era quemar a Sonia directamente. El calor no funcionaba con este enemigo. Archfiend Pam incendió el ala mientras seguía produciendo líquido inflamable para mantener el fuego, teniendo especial cuidado de no tocar a Sonia. Y no importaba cuántas películas borrara Sonia, Pam producía más, confundiendo a Sonia con su laberinto.

Poco a poco, Sonia fue bajando el ritmo, y Pam con ella. Nunca dejó que Sonia se rindiera. Siempre hizo que Sonia sintiera que estaba allí, manteniendo una distancia lo suficientemente cercana como para que Sonia sintiera que casi la alcanzaba. Mientras hacía arder las llamas cada vez más alto, también tenía cuidado en dónde las colocaba, asegurándose de que nunca entraran en contacto directo con Sonia.

Sonia se tambaleaba, sus pasos eran inseguros y parecía a punto de caer en cualquier momento. Pero no perdió la esperanza, la sensación de que casi podía alcanzar a Archfiend Pam, que venía a por ella siempre estaba allí. Sonia atravesó una película, con la lengua colgando de la boca mientras jadeaba de dolor. Iluminada por las llamas ardientes, su rostro brillaba en rojo.

Bien.

Estaba funcionando.

Sonia Bean poseía un poder que la protegía de las amenazas externas y le permitía atacarlas. No importaba que Archfiend Pam la atacara desde el exterior, nunca podría atravesar la magia de Sonia Bean. Entonces, pensó, ¿qué pasaría si, en lugar de atacar a Sonia Bean ella misma, le robara un aliado?

Todas las chicas mágicas respiraban, a menos que tuvieran algún equipo o magia particular. Sin oxígeno, por muy resistente que fuera una chica mágica, no podía hacer nada. Archfiend Pam había estado quemando continuamente el oxígeno dentro del espacio restringido de este agujero para dificultar la respiración de Sonia. Incluso los pulmones superiores de una chica mágica no podían garantizar una actividad infinita. Por supuesto, en previsión de esto, Pam había almacenado algo de aire para sí misma dentro de su traje.

Cuando Sonia se dio cuenta de que no podía respirar, ya era demasiado tarde. Estaba demasiado absorta en la lucha.

Sonia intentó gritar algo, pero no le salía la voz.

Podía usar su magia para cavar en las paredes y el suelo para ampliar el agujero. Pero Archfiend Pam seguiría rodeándola de fuego, enviándolo tras ella sin dejar que la tocara.

Sonia se quedó sin opciones. Intentó trepar por los puntos irregulares de la pared para escapar del agujero, pero Pam borró al instante todos los salientes. Un tentáculo se extendió desde una de sus alas para destruir los puntos de apoyo de Sonia, y ésta se lanzó hacia adelante, tambaleándose.

Archfiend Pam despejó sus películas. Una vez que Pam se hubo revelado, Sonia se giró para mirarla. Sonia Bean, que había luchado con tanta excitación y alegría, ahora se reducía sólo al odio.

Sonia cayó de rodillas, con ambas manos golpeando el suelo, y su trasero se elevó en el aire. Sin embargo, no se derrumbó. Cuando Pam se dio cuenta de que se agachaba para esprintar, Sonia ya estaba cargando contra ella.

Las fluctuaciones emocionales de una chica mágica afectaban a su fuerza. Sonia Bean estaba cerca de su fin, y está loca carrera probablemente le quitó todo lo que le quedaba. Al igual que una vela arde con más fuerza justo antes de apagarse, una chica mágica mostraba su fuerza oculta cuando se veía acorralada.

Atravesando las llamas, Sonia estaba allí al instante, abrazando a Pam, sin darse cuenta de que lo que sostenía era un maniquí. Se lanzó hacia delante.

Archfiend Pam nunca bajaba la guardia, ni siquiera ante un oponente al borde de la muerte. El ala que había estado usando como película, la había transformado en una estatua que se parecía a ella misma, colocándola frente a Sonia para que la golpeara con su jadeo de muerte. Sonia, con la consciencia atenuada por la falta de oxígeno, había caído completamente en la trampa. Destruida la estatua del ala de Pam, Sonia se desplomó y cayó inmóvil.

Pam se apartó de la pared y se quitó el traje. Ahora concentró el líquido inflamable y las llamas con las que había llenado el agujero alrededor de Sonia para acabar con ella por completo mientras transformaba el traje en un escudo en su brazo para bloquear el torrente de notas musicales que le disparaban desde fuera del agujero.

A pesar de que ese grupo había puesto especial énfasis en retarla a un duelo uno a uno, ella sabía que en algún momento interferirían. Ella no las maldeciría por cobardes o groseras. Esto era simplemente lo que la batalla era.

Su traje la había protegido del calor, y al quitárselo se quemó inmediatamente. Una chica mágica podría soportarlo, pero no quería quedarse aquí mucho tiempo.

Todas y cada una de las notas musicales golpearon lo suficientemente fuerte como para golpear la carne y romper el hueso. No puedo dejar que me golpeen, pensó, y fue entonces cuando percibió una amenaza detrás de ella: la esgrimista y la adivina.

Había convertido una de sus alas en líquido inflamable. Una más era la llama. Sonia había destruido la que había hecho para parecerse a sí misma, y aún no era capaz de regenerarla. Su ala restante había sido su traje, y ahora actuaba como un escudo contra las notas musicales. El enemigo debía estar calculando que Pam tendría que depender sólo de su fuerza física para hacer frente a cualquier otro ataque, así que de dos en dos, tenían que ser capaces de matarla.

Por supuesto, Archfiend Pam había tenido en cuenta todo esto.

Como mucho, Pam podía controlar cuatro alas con su magia, pero también tenía otras dos. Eran sus dos alas originales, esencialmente una extensión de su traje y su cuerpo, y no podía separarlas de sí misma ni convertirlas en otra cosa. Normalmente, eran pequeñas y las ocultaba a la vista. Sólo las utilizaba cuando las necesitaba de verdad.

Y ahora era una de esas veces.

Archfiend Pam desplegó las alas de su espalda, desviando la espada que se dirigía hacia ella con una de ellas mientras bloqueaba la patada de la adivina con la otra. Sorprendida, su rival tardó en reaccionar. La adivina dudó, pero la esgrimista no. Entonces, la esgrimista era la que tenía prioridad.

Con un aleteo de sus alas, Pam golpeó a la adivina en el costado. La adivina se protegió bien, pero no pudo absorber la fuerza del golpe por completo, y salió despedida hacia un lado unos diez metros hasta chocar con la pared del agujero.

Pam puso algo de distancia entre ella y la adivina para enfrentarse a ella uno a uno. Ella no dejaría que sus oponentes huyeran. Ella terminaría este duelo aquí. El ala que había convertido en líquido inflamable, ahora se transformó en una forma humanoide y la envió hacia la adivina con el fin de ganar algo de tiempo. Podría estar en control automático. El ala que había transformado en llamas, aún no podía deshacerse. La dejaría así hasta que Sonia estuviera completamente muerta.

Pam concentró todo lo demás en la esgrimista, enviando dos de sus alas para golpear desde ambos lados en un ataque abrazador. La esgrimista esquivó magníficamente el golpe de la derecha y trató de parar el ala izquierda con su estoque. Archfiend Pam anuló el ataque encogiendo un poco el ala, negándose a que el estoque la tocara. El enemigo parecía haber elegido deliberadamente utilizar un estoque muy fino para bloquear los golpes de Pam.

La puntería de la esgrimista era extraña. Se movía como si lo único que necesitara fuera tocar a Pam. Había una buena posibilidad de que ese estoque fuera un arma mágica, así que Pam necesitaba evitar tocarlo descuidadamente.

La esgrimista lanzó su estoque. Pam retrocedió ante el primer ataque, y el segundo, una nueva puñalada, lo esquivó con un giro, mientras que el tercero lo esquivó. Mientras tanto, Archfiend Pam envió dos de sus alas arrastrándose por el suelo, utilizándolas para saltar en el aire y soltar una patada de distracción. Retiró la pierna antes de que la cuarta puñalada le tocara la espinilla y, a continuación, giró con su pierna pivotante para patear el brazo derecho de la esgrimista, pero fue interceptada por un codo que le provocó un entumecimiento en la parte superior del pie.

Luego, el quinto ataque. Archfiend Pam se encontraba en una postura incómoda, lo que le dificultaba la evasión, o eso hizo parecer. Utilizando las dos alas que se arrastraban por el suelo, levantó una gigantesca losa de hormigón a sus pies y la empujó hacia arriba en el momento del ataque del enemigo. El estoque se clavó en la losa de hormigón, y Archfiend Pam se lanzó detrás de ella.

Dando vueltas en el sentido de las agujas del reloj, atacó a la enemiga por detrás de la losa de hormigón. La esgrimista abandonó su estoque clavado y se dirigió a la cara de Pam con su puño, pero Pam atrapó el golpe con su palma izquierda, deteniéndolo. Apretó, con la intención de aplastarla, pero el puño de la esgrimista era duro.

La esgrimista pisó una de las alas que Pam había utilizado en la losa de hormigón, mientras Pam la agarraba de la muñeca para evitar que atacara con su daga. Intentó atacar con su segunda ala, pero la esgrimista la tenía presionada bajo la losa de hormigón con su pie.

Los pies de la esgrimista sujetaron sus alas. Sus manos se trabaron en un pulso. En ese caso, el otro pie, pensó Pam, pero justo antes de que pudiera soltar una patada, la esgrimista la obligó a retroceder. La mano izquierda de la esgrimista, que sostenía la daga, y su puño derecho aumentaron la presión, empujando hacia ella.

Poco a poco, Archfiend Pam fue empujada hacia atrás. Si ella pateara, sería derribada. La esgrimista era más fuerte. Pam había asumido que un usuario de estoques se centraría en la técnica y la velocidad, pero este también era excepcionalmente fuerte.

¡Interesante!

La esgrimista empujó aún más fuerte, y justo cuando lo hizo, Pam giró su cabeza hacia abajo, aplastando la nariz de la esgrimista con su frente, pero incluso entonces, el empuje de la esgrimista no cesó. En su lugar, aplastó la barbilla de Pam con su frente. Sin siquiera inmutarse, Pam le dio un cabezazo, aplastando la nariz de la esgrimista con la corona de su cabeza. La sangre brotó de la nariz de la esgrimista, rasgando la piel, y esa sangre se mezcló con la de su nariz cuando Pam le dio un cabezazo más, pero la enemiga interceptó el golpe con su propia frente, y las cabezas de ambas salieron despedidas.

El enemigo seguía sin ceder en su empuje. Pam sólo podía sacar sus alas, y las manos del enemigo se acercaban poco a poco a ella. Golpear la cabeza no la llevaría a ninguna parte. ¿Debería morderle el cuello? Pensó Pam y miró a la esgrimista, y se fijó en su expresión. Tenía la frente cortada y la nariz aplastada, pero eso no era lo importante. Era la expresión de su cara. Tenía una expresión extraña, como si estuviera viendo algo incomprensible; su mirada no estaba dirigida a Archfiend Pam. Ella estaba mirando más allá de la cara de Pam, en algo detrás de ella.

¿Qué está mirando?

Un instante después de que ese pensamiento apareciera en la mente de Pam, algo la apuñaló por detrás, directamente en el abdomen, y tosió sangre. Algo brilló bajo las brillantes llamas rojas, salpicadas de carmesí con la propia sangre de Archfiend Pam. Era más claro aquí que en el cielo después de la lluvia: un arcoíris multicolor. Pam no lo había sentido venir. No sintió calor ni sonido.

¿Un arcoíris? ¿Por qué?

El arcoíris que atravesó el cuerpo de Pam la empujó para abrir también el estómago de la esgrimista. La esgrimista perdió el equilibrio y se precipitó hacia delante, en diagonal, tirando para agarrar su estoque, que estaba clavado en la losa de hormigón. Pero la espada no pudo soportar el peso de su cuerpo y el estoque se desprendió de la losa. La esgrimista se soltó de las manos de Pam y rodó por el suelo.

Archfiend Pam trató de apartarse del arcoíris, de alguna manera, pero sus brazos eran demasiado débiles. No podía soltarse ni darse la vuelta. El arcoíris sostenía su cuerpo.

Un segundo y tercer arcoíris golpearon. No pudo evadirlos.

Cortada en pedazos por el arcoíris tecnicolor, Archfiend Pam exhaló su último aliento.