Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 6

Capítulo 10: Caminando Sobre El Arcoíris

Parte 3

✰  Pythie Frederica (Tiempo restante: nueve horas, treinta y cinco minutos)

Frederica era la aliada más confiable en lo que a ella respecta. Era sierva, profesora, camarada y amiga. Frederica siempre trabajaba al servicio de sus propios deseos, y era la que mejor se entendía a sí misma.

Frederica se entendía a sí misma y se comandaba. En su búsqueda de la chica mágica ideal, la primera que le había llamado la atención había sido la propia Frederica, la chica mágica más cercana. A través de continuas investigaciones, Frederica se había chupado los dedos y se había aburrido rápidamente de ella.

Frederica se había dado por vencida. Aunque siempre se había visto a sí misma a través de un ojo desapasionado y objetivo, no podía convertirse en la chica mágica ideal en su propia mente. Eso la llevó a buscar su imagen ideal de chica mágica en otra persona.

Sonia había muerto, Archfiend Pam había sido asesinada; Pukin había huido; Ripple había sido apuñalada cien veces y había caído en la fosa; y Rain Pow y Postarie, que habían sobrevivido, también habían huido, dejando sola a Frederica, que finalmente salió de su escondite.

Buscó por todas partes, comprobando si su bola de cristal se había caído en algún sitio, pero no la encontró por ninguna parte. Incluso buscó en Tot Pop, pero todo lo que notó diferente en ella fue que su teléfono mágico había sido equipado con una cámara. Debía de estar usándolo para proporcionar continuamente imágenes a sus financiadores. Nada más aquí parecía útil, así que al final, Frederica abandonó el campo de batalla.

Pero incluso en una situación desesperada y huyendo de un campo de batalla —una experiencia poco común para ella—, las mejillas de Frederica estaban sonrojadas y su corazón latía con fuerza. Con la emoción a flor de piel, saltó desde el tejado del hospital.

Mientras Frederica corría a lo largo de los tejados de las residencias privadas, se sintió excitada. Tal vez esto podría ser un renacimiento de sus planes de felicidad, una vez abandonados, creyendo que no iban a ser para ella. Las emociones que había sentido al enfrentarse a aquella chica mágica del arcoíris le habían abierto nuevas posibilidades. Había sido incapaz de controlarse, ni huyendo ni engañando, sino intentando luchar, ¡incluso sin su bola de cristal! ¡Perdida en la ira! Eso no le había ocurrido nunca. Enfurecida por la muerte de su alumna mientras se enfrentaba a un poderoso oponente… Eso era propio de una buena chica mágica. La rabia que había sentido por la muerte de Tot Pop ya había desaparecido, ahora transformada en alegría.

Había pensado en este trabajo sólo como un trampolín hacia la libertad, pero podría convertirse en un punto de inflexión importante. Este trabajo podría cambiar a Frederica.

Tenía que salir de esto con vida, sin importar qué.

Primero, recuperaría su bola de cristal. Sin ella, estaba esencialmente indefensa. No podía realizar ningún reconocimiento, orquestar ningún secuestro, conseguir refuerzos del exterior y, sobre todo, escapar de esta ciudad.

Funny Trick tenía que ser el ladrón. Frederica podía recuperar su bola de cristal mediante negociación o robo, siempre que la recuperara.

Frederica descendió desde un tejado de tejas hasta un aparcamiento, subió por la pared del apartamento que habían utilizado como base y trepó hasta la veranda de una de sus habitaciones. Las cortinas cubrían la ventana. Debería estar abierta, ya que no la había cerrado con llave cuando se fueron antes. Se acercó a ella y se detuvo. Retrocedió medio tacón y apartó una jardinera llena de maleza.

“¿Se encuentra bien, Su Excelencia?” Llamó a través de las cortinas.

Tras una pausa de treinta segundos, hubo una respuesta. “¿Por qué te contuviste?”

“¿Contenerme? ¿De qué estás hablando?”

“No usaste tu bola de cristal contra Archfiend Pam. ¿Por qué no?” Frederica podía percibir su ira a través del cristal de la ventana y las cortinas. La habitación estaba llena de un aire asesino.

Era consciente de las tendencias del carácter de Pukin. No importaba que ella misma fallara, encontraría alguna fuente externa de culpa. Y en esta ocasión, Frederica no estaba en condiciones de poner muchas excusas.

Si fuera honesta y revelara que le habían robado la bola de cristal, Pukin la atacaría por no haberlo mencionado antes, y eso también informaría a Pukin de que ya no podrían escapar de la ciudad. ¿Pukin perdonaría eso ahora? Lo más probable es que no. Y como Tot Pop y Sonia estaban muertas, Frederica ya no tenía a nadie que se pusiera de su lado.

Si Frederica dijera que ha decidido no usar su bola de cristal, sería un reconocimiento de su sabotaje. Eso no le daría a Pukin ninguna razón para perdonarla.

Frederica había previsto consolar a Pukin por lo de Sonia, o jurar venganza, como compañeras a las que habían matado a sus compañeros, o replantear su estrategia, teniendo en cuenta la disminución de sus efectivos. Pero la suposición de Frederica de que elegiría cómo empezar esta conversación en función de cómo se vieran las cosas en el momento había sido ingenua. Si Pukin empezaba preguntando por qué Frederica no había utilizado su bola de cristal, eso significaba esencialmente que Pukin no iba a perdonarla.

¿Estaba Pukin enfadada por haber perdido a Sonia? No. Estaba enfadada consigo misma por haber huido. Había sido la mejor opción en ese momento, pero a pesar de eso, era incompatible con el orgullo de Pukin. Estaba enfadada por su propia elección y buscaba un cordero para que fuera su sacrificio, un cordero que le sirviera de excusa, para decir: “Es su culpa.”

Frederica se aclaró la garganta. “Había una razón para eso.” Dijo, y al instante saltó hacia atrás por encima de la barandilla de la veranda y hacia abajo, mientras simultáneamente, el cristal de la ventana se hacía añicos. Al otro lado de la cortina hecha jirones estaba aquel bello rostro —aunque su nariz estaba horriblemente aplastada— de Pukin, retorcido de rabia. Los cálculos de Frederica habían sido correctos. La posición de Pukin en la habitación, su distancia con respecto a Frederica, la velocidad de su empuje, el momento: Frederica había leído cada elemento, y evadió el ataque. La sed de sangre de Pukin quedó al descubierto, y sus movimientos fueron más bruscos que cuando decapitó a aquellas dos chicas con máscara de gas en la prisión. La fuerza y la velocidad adicionales detrás de su empuje hicieron que fuera mucho más fácil leer hacia dónde iba.

Más rápido de lo que Pukin pudo asomarse a la veranda y mirar por encima, Frederica se deslizó hacia otro balcón, dos pisos más abajo.

A partir de aquí, estaba sola. En este punto, incluso eso parecía divertido.

***

✰  Weddin (Tiempo restante: nueve horas, tres minutos)

“Por favor, cálmate y escúchame. Primero, respira profundamente.” Ordenó Weddin, obligando a Funny Trick a inhalar y exhalar profundamente. Los ojos de Funny Trick volvieron a enfocarse correctamente y el color volvió a sus mejillas. Su voz también recuperó algo de sensibilidad.

Esta promesa, que ella había intimidado para que la hicieran con el impuro motivo de poder utilizarla una vez que los magos malvados fueran expulsados, estaba resultando útil. Pero la única que podía calmar el corazón de Weddin era la propia Weddin. Pensar, considerar y guiar era su papel de líder. No era nada parecido a ser la representante de clase. Este papel era pesado y doloroso, y ella lo habría desechado si pudiera. Si lo hubiera desechado hace diez horas, Captain Grace se habría convertido en la líder con mucho gusto. Pero Captain Grace ya no estaba. Weddin no podía deshacerse de su responsabilidad.

Weddin tomó la delantera, corriendo hacia la montaña, y una vez que estuvieron en un matorral al pie de la montaña, redujo la velocidad. Ató su ramo de flores al extremo de una rama de árbol del grosor de un brazo humano y lo lanzó por delante de ellas mientras caminaba. Al cabo de unos cincuenta metros de marcha, el ramo chocó con un espacio vacío.

Esta era la barrera. Tepsekemei había dicho que también la había tocado. Para probarla, Weddin tomó una piedra y trató de lanzarla por debajo. Rodó sin ninguna resistencia especial más allá del bosquecillo de cedros. La barrera bloqueaba cualquier cosa mágica; en este caso, el ramo, que formaba parte del traje de Weddin.

Funny Trick sacó la bolsa de plástico que había traído. No era una de las bolsas de basura municipales, del tipo transparente, sino una bolsa de plástico blanco opaco con el logotipo del supermercado. En su interior sólo había una lata vacía, y la bolsa estaba firmemente atada.

Funny Trick lanzó la bolsa. Como no tenía propiedades mágicas, atravesó la barrera sin ninguna interferencia para caer encima de las hojas muertas. A continuación, Weddin entregó su ramo. Funny Trick se quitó la capa para cubrir las flores.

Ahora el ramo estaba oculto a la vista. La lata vacía había estado fuera de su vista en primer lugar, en la bolsa de plástico. Funny Trick conocía su contenido y su posición. Esto cumplía las condiciones para el uso de su magia. Cuando se quitó la capa, lo que había sido un ramo de flores era ahora una lata vacía. Y por lo que pudieron ver de lo que había dentro de la bolsa de plástico, la lata también se había transformado. Ahora era el ramo.

El experimento había sido un éxito. Weddin le ofreció un apretón de manos, mientras que Funny Trick le tendió la mano para chocar los cinco, y al no coincidir las reacciones de su apresurada asociación, las dos se abrazaron alegremente. Utilizando la magia de Funny Trick, podían incluso hacer pasar cosas mágicas a través de la barrera. Ya habían demostrado con Postarie que esta habilidad podía usarse con una chica mágica, así que ahora podían escapar de la barrera.

La alegría de ¡podemos escapar con seguridad! se redujo a la irritante constatación de que tendrían que dejar atrás al grupo de Pukin para poder escapar. La propia Funny Trick no sabía si podrían escapar por este método hasta que lo intentaran, y todavía les faltaba algo.

“La pregunta es: ¿cómo nos ponemos en contacto con las demás?” “Sí… Los teléfonos mágicos no funcionan, ¿verdad?”

Si Weddin calculaba las pérdidas y ganancias como siempre hacía, obtendría la respuesta con bastante facilidad. Como su líder, todo lo que Weddin tenía que hacer era ordenar a Funny Trick que la colocara fuera de la barrera con magia. Eso garantizaría su propia seguridad. Podía hacerlo, pero no le apetecía. Captain Grace seguía en su mente, armando un gran alboroto y diciendo: “¡No necesitamos esa clase de líder irresponsable! Si vas a ser así, ¡déjame ser líder!” Y aunque pensara que Grace había sido una persona tan agravante, cuando las caras de las otras chicas mágicas surgieron en su mente, simplemente no se atrevió a querer escapar sola, aunque entendía que, considerando en términos de lo que era más beneficioso para ella, correr sería indiscutiblemente la opción más ventajosa.

Lamentó amargamente que nunca hubieran decidido un punto de encuentro en caso de emergencia, aunque incluso si hubieran elegido uno, eso en sí mismo podría haber sido desastroso. Si Weddin se lo hubiera contado a Pukin, las habrían detenido a todas a la vez.

Captain Grace había sido asesinada. Quedaban Rain Pow, Postarie, Tepsekemei, Kuru-Kuru Hime y Toko. El paradero de Rain Pow y Postarie era desconocido desde el ataque al edificio de apartamentos, y Frederica había dicho que Kuru-Kuru Hime había sido capturada por Orejas de Conejo y ahora estaba trabajando con el equipo de inspección. Frederica tenía parte del cabello de Kuru-Kuru Hime, por lo que podía espiarla o secuestrarla a su antojo, lo que también era preocupante. Y Funny Trick le dijo a Weddin que cuando el grupo de Pukin las había atacado, Sonia también había atacado a Tepsekemei.

“¿Está… bien?”

“Parecía que se había escapado…” “Mei es fuerte.”

Weddin miró hacia la voz, inmediatamente recelosa. Por el rabillo del ojo, vio que Funny Trick hacía lo mismo. La suya era una asociación construida a toda prisa, pero no era como si no pudieran trabajar juntas sin problemas.

La bailarina mágica árabe estaba allí, sentada boca abajo bajo la gruesa rama de un cedro.

“¡Tepsekemei!” “¿Qué?”

“Ningún qué. ¿Dónde has estado? ¿Qué has estado haciendo?”

“Observando muchas cosas desde el cielo.” Tepsekemei giró sobre la rama, utilizando la fuerza de la gravedad para girar hacia arriba. “Es muy difícil.”

“¿Difícil…? ¿Qué es difícil?”

“Mei no entiende realmente quién es un enemigo y quién es un amigo.”

En eso Weddin podría estar de acuerdo.

***

✰  Rain Pow (Tiempo restante: ocho horas, treinta y siete minutos)

Había rebanado a Archfiend Pam y cortado a la chica mágica cuyo nombre desconocía, pero la esgrimista y Frederica se le habían escapado. La ingenuidad de sus expectativas había llevado a Ripple a acorralarla, pero con una ayuda inesperada, Ripple se había convertido en un alfiletero.

Esa ayuda inesperada estaba ahora arrodillada en el tejado del edificio al que se habían desplazado para no ser vistas, colgando la cabeza. No era como si Rain Pow le hubiera ordenado que se arrodillara. Aunque la noche se había convertido en amanecer, incluso el mero hecho de verla arrodillada allí en un tejado en noviembre hacía que Rain Pow sintiera frío, pero la chica había adoptado esa posición por voluntad propia, así que no había forma de evitarlo.

Mirando a Postarie, Rain Pow preguntó en voz baja a Toko: “¿En qué está pensando?”

“No me preguntes a mí. Pregúntale a ella.”

Postarie había salvado a la misma persona que la había amenazado asquerosamente, diciendo: “Vas a ser mi rehén más tarde, así que te dejaré vivir por ahora”, y había matado a la ninja justo que había estado luchando para salvarla. Rain Pow no podía entenderlo. No podía entender el significado de esto, ni tampoco podía llegar a entender lo que Postarie quería, y francamente, daba un poco de miedo.

“Hey, Tsuko. ¿Por qué me salvaste?”

Postarie miró a Rain Pow antes de volver a bajar la vista. “… Por qué.”

“¿Hmm? ¿Qué?”

“Por qué… somos amigas.”

Postarie dijo que había salvado a Rain Pow porque eran amigas.

Antes, Rain Pow y Toko habían hablado con provocación, con un tono desafiante en sus palabras. Objetivamente hablando, Rain Pow pensó que claramente habrían parecido los malos. Y además, “te dejaré vivir ahora para poder usarte como rehén después” no era algo que diría un aliado de la justicia. Ni siquiera el protagonista de alguna novela picaresca haría ese tipo de cosas.

En otras palabras, era obvio que Rain Pow era una villana y que la ninja que había luchado contra ella había sido uno de los buenos. Con su intención de convertir a Postarie en su rehén, no habría ninguna razón para que Postarie quisiera que Rain Pow ganara.

Unos seis meses antes, Toko y Kaori habían pensado que debían conseguir otra chica mágica que respaldara a Kaori si llegaba el momento. Era preferible otra estudiante de la escuela de Kaori, si era posible. Rain Pow la utilizaría como escudo, manteniendo sus verdaderos asuntos en secreto y tratándola amablemente como una amiga mágica normal, mientras que en caso de emergencia, podría utilizarla como cobertura. Esta había sido la idea cuando Toko había empezado a investigar a las chicas, y había encontrado unas cinco personas en la escuela con talento mágico. Tatsuko había sido una de ellas.

De todas las personas a las que Toko consideraba con talento, Tatsuko era la única que parecía que iba a negarse a ser una chica mágica. Kayo Nemura era más bien lógica por naturaleza, pero Kaori podía ver fácilmente a Umi Shibahara arrastrándola a ello. En cuanto a Nozomi Himeno, si Kaori le hiciera una petición como alumna, teniendo sentido de la responsabilidad de un profesor, Nozomi aceptaría. Pero Tatsuko sería la más fácil para Kaori, ya que era la única de su mismo año y clase.

Y así, Kaori se había acercado a Tatsuko Sakaki, decidiendo entablar amistad con ella antes de convertirla en una chica mágica. Sin embargo, Tatsuko había sido aún más introvertida de lo que ella había imaginado, y había llevado tiempo forjar su amistad. Justo cuando Tatsuko se había abierto a ella, los perseguidores de Toko y Rain Pow les habían alcanzado. Y así, Toko y Kaori habían acabado poniendo en marcha sus planes cuando aún estaban a medio organizar.

Aunque Tatsuko sintiera que Kaori era su amiga, el hecho de que Kaori revelara su verdadera naturaleza habría dejado al descubierto que la amistad con Tatsuko había sido todo un acto para utilizarla.

Rain Pow miró a Postarie, que parecía avergonzada, de alguna manera. ¿Realmente entendía por qué las cosas habían terminado así?

Rain Pow miró a Toko como preguntando “¿Qué debemos hacer?” y Toko negó con la cabeza, con una expresión complicada en su rostro. La forma en que Toko descargaba la responsabilidad de las cosas en los demás era un dolor. Rain Pow estuvo dudando un rato, pero por más que mirara a Tatsuko, no parecía estar tramando nada. Rain Pow llegó a la conclusión de que, aunque no lo entendía, parecía que Postarie era simplemente una idiota.

Rain Pow tendió la mano a Postarie y la puso en pie. “Sí… Gracias, Tsuko. Me has salvado.”

Era mejor dejarlo así. No entendía lo que pasaba por la cabeza de Tatsuko, pero estaba claro que a Kaori le venía bien. Sólo tenía que exprimirla y tirarla. Todavía podía usar a Postarie.