Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 6

Capítulo 10: Caminando Sobre El Arcoíris

Parte 2

✰  Rain Pow (Tiempo restante: diez horas, siete minutos)

No sabía cómo continuar. Esto realmente no era bueno.

Ripple había esquivado de un salto los arcoíris que le llegaban por detrás y había pateado los que aparecían desde el suelo antes de apartar con su espada los que salían disparados desde arriba. Mientras tanto, Rain Pow seguía manejando los kunai y shuriken que le llegaban con sus arcoíris.

Innumerables arcoíris y shuriken se cruzaron en todos los sentidos, tantos que enterraron el espacio entre ellas, chocando entre sí. Las dos chicas mágicas se mantuvieron a una distancia fija mientras continuaban el bombardeo en ambos sentidos, impidiendo que la otra se acercara.

Rain Pow había luchado contra esta ninja una vez, durante el ataque al apartamento. Rain Pow había estado huyendo encima de su arco iris y también cargado con Postarie. En aquel entonces, la ninja le había lanzado muchos kunai y ella los había derribado todos, pero ahora, las armas arrojadizas venían con mucha más fuerza y rapidez. Antes, Ripple debía ver a Rain Pow sólo como una chica de escuela media que había sido engañada por Toko, pero ahora, era una peligrosa criminal.

No se sintió para nada humillada por el hecho de que Ripple se hubiera contenido con ella. Estaba enfadada consigo misma por ser tan ingenua como para asumir que esa era toda la fuerza del enemigo. Su oponente era discapacitada. Le faltaba un brazo y un ojo. Rain Pow no la había visto como una vencedora, sino como una superviviente.

Derribó los kunai que volaban hacia ella con su arcoíris, que no podía ser astillado. Su fuerza era absoluta. Sin embargo, su estabilidad era proporcional al tamaño del arcoíris. Los arcoíris más pequeños se tambaleaban con sólo ser golpeados por los kunai, pero los más grandes que utilizaba para defenderse bloqueaban su campo de visión, por lo que no tenía más remedio que utilizar varios más finos. Y como los kunai de Ripple volaban a lo largo de trayectorias extremadamente irregulares, Rain Pow no podía bloquearlos todos simplemente colocando escudos estáticos. Tuvo que generar un flujo continuo de múltiples arcoíris y estar siempre moviéndolos.

Las dos corrieron alrededor del gigantesco agujero que había creado Archfiend Pam, disparando arcoíris, lanzando kunai, siempre en movimiento y sin detenerse nunca, yendo tan rápido que era difícil respirar, por no tener tiempo para descansar.

Algunas formas de armas de las chicas mágicas eran ilimitadas: arcos que siempre tenían más flechas en el carcaj, sin importar cuántas dispararas; semillas de girasol que nunca desaparecían, sin importar cuántas comieras; o cuchillos arrojadizos que nunca se agotaban, sin importar cuántos lanzaras. Los shuriken y kunai de Ripple debían ser así. Aunque seguía lanzando más y más, no tenía la sensación de que se le fueran a acabar.

Las trayectorias de sus shuriken y kunai también tenían infinitas variaciones, y lo único que podía hacer Rain Pow era bloquearlas manualmente. Los arcoíris de Rain Pow no se manifestaban repentinamente en su forma completa, por lo que para utilizarlos para atacar o defenderse, tenían que ser estirados. Eso provocaba un retraso. Sus arcoíris sólo podían extenderse en una línea casi recta o, como mucho, en una curva suave, pero no podían hacer curvas cerradas ni girar en ángulo recto, lo que hacía que sus movimientos fueran fáciles de leer. No emitían calor ni sonido, y esa falta de señal era su fuerza, lo que los convertía en la mejor arma para el asesinato, pero era más difícil hacer un buen uso de ellos cuando se luchaba cara a cara.

Rain Pow fue retrocediendo poco a poco, y los movimientos de Ripple se hicieron más feroces. Rain Pow había asumido que el lado izquierdo de Ripple sería un punto ciego, pero cuando Ripple esquivó los ataques de ese lado igual que los de la derecha, esa suposición se vino abajo. Ripple compensó a la perfección sus puntos ciegos con su velocidad. La forma en que su visión captaba todo lo que la rodeaba era fenomenal.

Le faltaba el brazo izquierdo, lo que básicamente significaba que sólo tenía una o dos formas de protegerse, quizá incluso menos. Lo compensaba con shuriken lanzados desde su mano derecha. Justo cuando un arcoíris que apuntaba a su lado izquierdo se manifestaba, ella le lanzaba un shuriken para frenar su generación.

Está claro que Ripple llevaba muchos años lidiando con esta desventaja y había ideado una forma de luchar basada en sus capacidades.

El camino estaba siendo enterrado en shuriken y kunai. A este ritmo, Rain Pow sería superada. El número de sus arcoíris era ilimitado, pero el cerebro que los controlaba sólo tenía una capacidad finita. Los shuriken de Ripple la pusieron a la defensiva, forzándola a dejar de lado la ofensiva. Esto la llevó poco a poco a un círculo vicioso en el que salían volando más shuriken hacia ella. No podía correr. Rain Pow estaba dispuesta a vender su terquedad o su orgullo a mitad de precio, pero quería evitar la huida, ya que bien podría ser perseguida en un espacio reducido como una zona residencial o urbana. El lugar más fácil para ella para usar sus arcoíris era un espacio abierto. Era mejor luchar aquí que ser perseguida por los shuriken buscadores en un entorno más complejo.

Toko se revolvió, y Rain Pow la empujó suavemente por encima de su ropa. Estaba bien. Todavía tenía opciones. Si Ripple era una buena chica mágica, entonces Rain Pow aún tendría una carta que jugar.

Rain Pow arrastraría a alguien, no importaba quién. Podía ser una ambulancia, o un vehículo de policía, o unos curiosos que venían a ver qué pasaba. Si alguna persona normal apareciese, Rain Pow la atacaría. Si eso alteraba el asalto de Ripple, entonces Rain Pow tendría esto. También podría empujar a alguien al agujero. Ripple tendría que saltar al agujero para salvar al buen ciudadano, y Rain Pow sería libre de aprovechar ese momento para atacar o huir, lo que quisiera.

Toko se revolvió de nuevo. “Rain Pow, esto es extraño. Ha pasado bastante tiempo, pero no vienen vehículos de policía ni ambulancias.”

Rain Pow había asumido que la pelea había desviado su sentido del tiempo, cuando en realidad parecía que el tiempo había pasado. Bastante, en realidad, incluso desde que pensó que alguien vendría pronto.

Rain Pow se dio cuenta de que Pythie Frederica se había ido. Había pensado que Frederica no importaba. Había parecido que no iba a usar su magia, y tampoco estaba del lado de Ripple, así que la había dejado en paz. Pero, ¿habría corrido y dejado las cosas así?

Los torcidos reconocieron a los torcidos.

Alguien había imaginado que Ripple se contendría si llegaban civiles normales, y por eso esta persona se interponía en su camino, asegurándose de que la policía, las ambulancias y los civiles no vinieran. Ese alguien era del tipo corrupto al que no le importaba matar gente mientras se interpusiera en el camino de Rain Pow. Probablemente harían cualquier cosa para retrasarla.

Rain Pow se dio cuenta de su error. Debería haber acabado con Frederica inmediatamente. A diferencia de Ripple, ella no tenía forma de lidiar con tantos arcoíris volando hacia ella simultáneamente, desde todas las direcciones. Rain Pow debería haberse ocupado de ella rápidamente para prepararse para un combate uno a uno con Ripple.

Había sido arrogante. Después de la muerte de Sonia, Rain Pow había matado a Pam y herido gravemente a Pukin. Se había embriagado de su propia fuerza. No había tomado en serio a Ripple, y se había tomado al pie de la letra la habilidad que había visto cuando lucharon en el apartamento. Ahora podía aceptarlo: Ripple estaba un nivel por encima de Rain Pow. Era otra a la que, al igual que a Archfiend Pam y a Sonia, Rain Pow tendría que tenderle una trampa, perfecta y adecuada, antes de acabar con ella.

Ripple voló por el aire.

—No, eso no estaba bien.

Era su kunai. Había cambiado la trayectoria de sus kunai para que volaran como boomerangs, lanzándolos para que volvieran a ella y luego saltando encima de los kunai cuando volvían a moverse por el aire para esquivar el arcoíris. ¿Qué tipo de entrenamiento tuvo que hacer para poder hacer algo así?

Toko había dicho que Rain Pow podría convertirse en su chica mágica ideal, pero no es que actualmente fuese su chica mágica ideal.

En otras palabras, todavía no era suficiente.

Rain Pow manifestó un escudo arcoíris, pero los shuriken trazaron una trayectoria en forma de V para evitarlo. Al instante, Rain Pow disparó un arcoíris desde su otra palma para derribarlos. Al mismo tiempo, sus pies estaban en constante movimiento mientras corría encima de otro arcoíris.

De repente, vio por el rabillo del ojo algo que se arrastraba por el suelo y, mientras corría, le echó un vistazo.

Era Postarie. No intentaba huir. Se movía por el agujero, arrastrándose como un gusano para evitar los shuriken y los arcoíris que se cruzaban sobre su cabeza. Rain Pow había asumido que, aunque pudiera utilizar a Postarie como rehén contra el grupo de la escuela media, no podría hacerlo con Ripple, así que había dejado a Postarie sola. ¿Qué estaba tratando de hacer?

A Postarie se le caían las lágrimas mientras se lamentaba en voz alta, arrastrándose patéticamente con una enorme pila de shuriken y kunai en los brazos. Ripple la miró con desconcierto.

En ese momento, a cada uno de los shuriken y kunai que sostenía Postarie le salieron alas.

Ripple había visto esta magia más de una vez. Debe haberse dado cuenta de lo que Postarie estaba tratando de hacer.

Ripple lanzó tres shuriken y cinco kunai a la vez en dirección a Postarie, pero su desconcierto hizo que su lanzamiento fuera débil. Sus herramientas fueron repelidas por el arcoíris y nunca alcanzaron su objetivo.

Los kunai alados y los shuriken volaron hacia su dueña todos a la vez.

Con su espada ninja en la boca, Ripple agarró y lanzó shuriken con su mano derecha, e incluso trató de lanzar su geta en un intento de interceptarlos, pero había demasiados shuriken y kunai volando en su dirección.

Aquellos shuriken y kunai alados, que atravesaban la red de interceptación de la ninja, le atravesaron las mejillas, la mandíbula, los hombros, los costados y el pecho, uno tras otro. Uno se le clavó en la garganta, haciéndola tambalearse salvajemente. Ya no era capaz de interceptar o evitar más ataques; todo su cuerpo estaba decorado como un alfiletero. Finalmente, su transformación se evaporó, y volvió a convertirse en una chica con abrigo, cayendo en el pozo.

***

✰  7753 (Tiempo restante: nueve horas, quince minutos)

Mana reinició el ritual mágico de curación en el que se encontraban. Sin embargo, no tuvo éxito.

La mano que 7753 sostenía se fue enfriando poco a poco. La apretó, la frotó y llamó a la chica, pero el calor no volvió. 7753 trató de mirar a través de sus gafas, para ver si podía encontrar algún tipo de pista, pero no pudo soportar ver cada valor numérico cayendo ante sus ojos y las apagó. Hana estaba demasiado malherida, había perdido demasiada sangre. Al no poder resistir más, volvió a su forma humana y falleció en silencio.

7753 sollozó, aun sosteniendo la mano de Hana. Hana había sido herida, pero a pesar de ello, se había puesto en pie. Al ver que 7753 y Mana no podrían escapar, resistió lo mejor que pudo y concentró el ataque del enemigo en ella misma. De no ser por ella, tanto 7753 como Mana habrían muerto.

Las instrucciones de la jefa de 7753 habían sido contraproducentes.

¿Quién podría haber predicho que el lugar al que la habían llevado para curarla con seguridad sería un lugar por el que Pukin pasaría casualmente? Fue demasiado cruel.

En la muerte, el rostro de Hana era apacible. Debía estar en la adolescencia. Había una calma en ella, incluso siendo una chica mágica. Las había apoyado a todas de diversas maneras, pasando por todos los miembros del equipo de inspección, calmando a la emotiva Mana y mostrando consideración a 7753 y a Ripple, la ayuda externa que se había interpuesto.

7753 se secó las lágrimas con la manga. No estaba en el tipo de posición en la que se le permitiría sentarse y llorar. Obviamente, Mana estaría más afligida que 7753, que acababa de conocer a Hana el día anterior. Mana había llorado y se había emocionado simplemente por perder el contacto con Hana. Así que ahora, 7753 tenía que apoyarla. 7753 se volvió hacia Mana, dispuesta a intentar calmarla, aunque fuera un poco, y ni siquiera le importaría recibir un puñetazo si eso era lo que ocurría, y descubrió que Mana estaba de repente en ropa interior. Su larga camisola de color rosa pálido no tenía más adornos que un pequeño lazo. Era sana y bonita, y hacía que la extraña imagen de una chica desnudándose en un callejón resaltara aún más.

7753 extendió una mano, a punto de preguntar qué estaba haciendo, y se detuvo. El rostro de Mana era serio. No estaba malhumorada. No estaba enfadada. Ni siquiera estaba afligida. Su expresión indicaba que estaba pensando seriamente en lo que iba a hacer.

De su bolsa, Mana sacó su uniforme escolar mágico y su capa negra, abrochando en silencio los botones y los ganchos, luego se puso el gran sombrero de tres picos y, por último, tomó el báculo retorcido.

7753 observó sin decir nada hasta que Mana terminó de cambiarse. 7753 estaba embobada. Era tan natural que un mago se pusiera el traje de mago, pero esto se sentía realmente bien. La frase “vestida para matar” le vino a la mente, y entonces se dio cuenta de que en este caso, ese podía ser literalmente el objetivo, y le tembló la voz. “U-Um… Mana… ¿A dónde vas—?”

“Voy a matarla.”

7753 no necesitó preguntar a quién. Se limitó a extender los brazos y a ponerse delante de Mana. “¿No viste lo buena que era? Incluso con mi ayuda, nos matarían a pesar de todo.”

“Muévete.” Los ojos de Mana estaban vidriosos. La jefa del equipo de inspección que había dicho que no les dejaría matar a la criminal, que se aseguraría de que fuera juzgada por la ley, había desaparecido. Lo único que quedaba era una chica que pretendía vengarse de su amiga haciendo de vigilante y usando la violencia.

Mana apuntó con su bastón a 7753 y, abrumada, 7753 retrocedió tambaleándose. Mana murmuraba algo en voz baja. Su mano izquierda libre estaba formando una serie de complicados sigilos. ¿Iba a eliminar lo que se interponía en su camino por la fuerza?

7753 colocó su temblorosa mano derecha en el extremo del bastón y alejó suavemente la punta de ella. Su mano no era lo único que temblaba. También le temblaba la voz. Pero tenía que decirlo. “¿Por qué crees que Hana se ofreció para este trabajo?”

Mana era más terca que una roca, y 7753 había asumido que no escucharía ni una palabra de lo que dijera, pero ahora, tragó saliva. Eso interrumpió su hechizo, y 7753 soltó un suspiro bastante profundo.

“¿Cómo lo has sabido?”

“Hana me lo dijo, cuando fuiste a comprar a la tienda.” Esto era una mentira. Hana no había dicho nada de eso. Toda esta información fue entregada por su jefa y mostrada en sus gafas.

Hana no había sido asignada originalmente a este trabajo. Cuando se enteró de que Mana, que sólo tenía tres inspecciones de experiencia, sería la encargada, se ofreció como voluntaria. El padre de Mana había sido el examinador que supervisó el examen de chica mágica de Hana, y ella había tenido una conexión con su familia desde que se convirtió en chica mágica. También fue el padre de Mana quien le dio a Hana su nombre de chica mágica, Hana Gekokujou. Así que era como un padrino para ella.

7753 podía verlo, de alguna manera. Debían de ser como hermanas. La mayor fue a ayudar, incapaz de abandonar a su inexperta hermana menor, que estaba irritada pero, en privado, también contenta. Por cómo le había puesto el nombre de Hana, un nombre tan parecido al de Mana, 7753 podía saber cómo había visto el padre de Mana a Hana.

“Si intentas matarla, serás tú quien acabe muerta. No puedes ganar.”

“Así que no puedo ganar. ¿Y qué?”

“Si no puedes ganar, entonces estarás muriendo por nada. Haría que el sacrificio de Hana no tuviera sentido. Ella trató de protegerte. Por eso se ofreció como voluntaria para esto, ¿no es así?”

Mana abrió la boca y empezó a decir algo, pero volvió a cerrarla sin decir nada. Apretó su gran sombrero triangular en el puño y luego lo tiró al suelo. Miró hacia abajo, con los hombros temblando.

7753 se estaba aprovechando de los sentimientos de Mana por Hana. Pero sólo tenía que convencerla. Ella honestamente no quería que Mana muriera. Hana había intentado mantener a Mana con vida. 7753 quería asegurarse de que, al menos, su intento no se desperdiciara.

7753 estaba a punto de continuar cuando vio un mensaje en sus gafas, y las palabras murieron en su boca.

Archfiend Pam ha fallecido.

Un impacto le recorrió desde la cabeza hasta los dedos de los pies, como si la hubieran golpeado con un martillo. Sintió que sus rodillas estaban a punto de desmoronarse, pero las endureció y lo soportó, de alguna manera.

Su muerte fue confirmada por un dispositivo de grabación instalado en su persona por el Departamento de Diplomacia. Las tendencias dentro del departamento se inclinan a tratar esto como un crimen mágico de nivel uno. También había oído decir que había una propuesta para desplegar un arma de destrucción masiva una vez que la barrera cayese para controlar la situación.

Un arma de destrucción masiva. Si usaran algo así, no sólo serían las chicas mágicas de la ciudad, incluso los ciudadanos normales serían masacrados indiscriminadamente. ¿Estaba permitido algo así?

Contaban con Archfiend Pam, y ahora que ha muerto, el Departamento de Diplomacia se desboca. Están obligados a actuar de forma imprudente y desesperada. Quiero que hagas lo que sea necesario para resolver el incidente antes de que caiga la barrera. Si puedes someter al asesino y a los prisioneros, el departamento no podrá llevar a cabo su plan. Si no tienes suficientes combatientes contigo en este momento—

Combatientes… Oh, cierto. Ripple.

Había ido a salvar a Archfiend Pam. Si Archfiend Pam estaba muerta, ¿qué había pasado con Ripple? Si Ripple estaba en peligro, 7753 quería salvarla. Pero, ¿en qué medida serían de ayuda ella y Mana?

Los pensamientos de 7753 nadaban. No sabía qué debía hacer o pensar. Se limitaba a obedecer las instrucciones que aparecían en sus gafas.

“Nosotras dos solas no podemos ganar. Sería imposible para nosotras atrapar al asesino o derrotar al grupo de Frederica. Deberíamos proponer un frente unido con el grupo de la escuela media que Toko engañó… con Kuru-Kuru Hime y las demás.”

***

✰   Kuru-Kuru Hime (Tiempo restante: nueve horas, cuarenta y cinco minutos)

Como no podía llamar a una ambulancia y no tenía forma de reanimarlo, Nozomi no hizo nada. Se sentó frente a su padre. Con sólo mirar, se dio cuenta de que cualquier opción sería inútil de todos modos. La cabeza de su padre había sido separada de su cuerpo.

Estaba en pijama, con el cuerpo desplomado justo fuera del dormitorio, frente a la puerta principal. Tal vez había notado un ruido y había ido a ver qué pasaba, pensando que Nozomi debía haber llegado a casa.

Había sido taciturno y poco sociable, y Nozomi nunca había sabido realmente lo que pensaba, a pesar de ser su hija. Nunca había intentado comunicarse de forma proactiva. Cada vez que Nozomi le hablaba, él daba la mínima respuesta necesaria. Había sido cortante en todo.

Incluso cuando habían ido juntos de excursión a lugares turísticos o a parques de atracciones o a otros lugares para pasar “tiempo en familia”, su padre nunca había dado la impresión de estar disfrutando, desapasionado en todo momento. Cuando Nozomi y su madre le saludaban desde el tiovivo, él se giraba para mirar, pero nada más.

En cambio, su madre había sido una persona vivaz. Ella era la que había animado a Nozomi cuando no había mostrado ningún indicio de crecimiento, a pesar de tener la edad que tenía. Su madre era la que había visto la televisión con ella y se había reído junto a ella.

Su madre se había acercado a sus vecinos y había trabajado en la asociación de vecinos, ya que aparentemente nadie más quería hacerlo. Cuando Nozomi volvía de la escuela, era habitual que un vecino estuviera en el salón, charlando con su madre. Su padre nunca traía a nadie del trabajo.

Como hija de ambos, Nozomi no pudo evitar preocuparse por si sus padres se llevaban bien, como pareja. ¿Cómo habían acabado casados? Como mínimo, pensó que no podía ser un matrimonio concertado. ¿O es que alguno de ellos —o ambos— había fingido hasta decir sus votos? No era que tuvieran grandes peleas, pero tampoco parecían tortolitos apasionados. Los dos habían llevado una vida muy normal, sin grandes contratiempos, hasta que su madre quedó postrada en la cama por una enfermedad.

Fue entonces cuando, finalmente, Nozomi descubrió que su padre sí quería a su madre, y pudo reafirmar que ella también quería a sus padres. Era irónico que sólo lo descubriera cuando su madre estaba tan enferma.

Había asumido que lo siguiente sería ocuparse de su padre. Pero ahora, ese momento nunca llegaría.

La sangre que empapaba sus rodillas ya estaba fría. La luz que entraba por la ventana le decía que la noche se estaba convirtiendo en amanecer. Kuru-Kuru Hime se olvidó de que Pythie Frederica podría estar tras ella y se limitó a sentarse frente a su padre, sin estar atenta a una mano que pudiera aparecer de repente por detrás. ¿Cuánto tiempo había pasado? Su teléfono inteligente, que había envuelto en sus cintas, sonó. Contestó por costumbre.

“Aquí 7753. Kuru-Kuru Hime, ¿eres tú? ¿Estás bien?” “Mi padre fue… asesinado.”

Al otro lado, 7753 se quedó en silencio. Decirlo en voz alta lo finalizó, y ahora Kuru-Kuru Hime fue golpeada por la sensación de que no podía volver a poner las cosas como habían sido. Cerró los ojos. No quería mirar nada.

“Lo siento…” 7753 parecía estar forzando las palabras. Kuru-Kuru Hime cerró los ojos aún más fuerte.

Todo en esto había sido horrible. Ni una sola cosa buena. Sería tan fácil si pudiera cerrar los oídos además de los ojos, pensó.

“En ese caso, ¿ha atacado Frederica desde?”

Kuru-Kuru Hime negó con la cabeza, luego se dio cuenta de que 7753 no podría ver eso y respondió: “No.”