Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 4

Capítulo 7: El Sr. Dragón Levanta el Vuelo

Tras tomar un poco de carne de los tentáculos del calamar gigante, Olivia utilizó su magia curativa. Cuando recobró el conocimiento, se alejó nadando, aterrorizado. Supongo que habíamos sido un poco bruscos con él.

Al parecer, la carne de calamar se estropeaba rápidamente, así que decidimos hacer una fiesta de calamar a la plancha enseguida. Sería un poco amargo comido solo, así que usé los mismos aderezos que tenía para el sashimi de antes. Sin embargo, no parecía que Shadow tuviera mucho apetito.

“Bien, ya está hecho.” “¡Hurra! Gracias.”

“Aquí tienes, Shadow. Creo que deberías comer un poco. No queremos que te vuelva la tos.”

“… Cierto.”

“Entonces… ¿Qué decías de tu padre? ¿Qué intenta hacer Vandilsen con las Siete Reliquias Supremas?” Con un pincho en una mano, me senté en la cubierta.

No había nada que nos impidiera la visión, así que podíamos ver el mar extendiéndose en el horizonte en todas direcciones. El sol parecía hundirse en aquella extensión infinita de agua. Era un mundo sin nada más que el mar, el cielo y nuestro barco (y el Sr. Pao Pao). Mientras contemplábamos la puesta de sol, que brillaba como una joya sobre el agua, Shadow eligió cuidadosamente sus palabras.

“Al lugar al que nos dirigimos, hace mucho tiempo que no llega ningún barco… por culpa de mi padre. Por eso las sirenas, y el kraken. Papá, protegiendo el continente.”

“¿Por qué?”

“Si pasas tiempo en el Continente Muerto… pierdes la vida.” “¿Eh?” No podía ignorar eso. No quería exponer a Olivia a ese tipo

de peligro.

“Papá dijo que había algo, llamado el Ritual de la Estrella Fugaz.

Puede conceder cualquier deseo.”

“Hemos oído que para eso se necesitan las Siete Reliquias Supremas.” Dijo Olivia.

“Sí. Papá… por mi deseo… probablemente…”

En ese momento, una fuerte ráfaga de viento surgió de la nada. La gorra de capitán que llevaba Olivia salió volando por los aires.

“¡Haugh, el sombrero!” Gritó la Reina Oscura alrededor de un bocado de calamar, que, a pesar de las circunstancias, no estaba dispuesta a abandonar.

“Este viento es…” “¡Igual que en la capital!”

“Haugh, todos, ¡cúbranse!”

“Mi Señora, tal vez no debería dar órdenes con la boca llena de comida.”

“P-Pero el calamar no es tan fácil de tragar…”

El viento feroz trajo consigo una figura, volando hacia nosotros desde el este. Era Vandilsen. Nos miraba con una expresión realmente aterradora en su rostro.

“Ustedes… ¡Secuestradores!”

¿Secuestradores?

La mirada de Vandilsen se clavó en Shadow. Lentamente, como si montara un espectáculo, levantó los brazos y luego los bajó. Al hacerlo, una ráfaga de viento levantó esferas de agua y las hizo caer sobre la cubierta del barco. El agua golpeó la cubierta en un rápido y áspero staccato.

“¡Ahhh!”

“¡Cuidado! ¡Busquen un lugar donde esconderte!” “¡Ay! ¡Ayyyy!”

Para la tripulación humana, la lluvia antinatural se sentía como si la golpearan trozos de metal. La Reina Oscura creó una barrera para proteger a la tripulación a su alrededor, pero las cajas de madera de la cubierta salían despedidas y las velas se hacían pedazos. Era un desastre. El Sr. Pao Pao metió la cabeza y las piernas en su caparazón, así que, al menos por ahora, estaba a salvo.

“¡Olivia, ven aquí!” “¡Está bien, papi!”

Inmediatamente me moví para proteger a Olivia. Tendí una mano a Shadow, que miraba atónito al cielo, pero las sombras a su alrededor empezaron a moverse.

“Shadow.”

“… Papá.”

Saliendo de las sombras que se retorcían, Vandilsen envolvió al chico en un abrazo, exactamente igual que yo hice con Olivia.

“Tú… Ese cabello, esos ojos… ¿Eres un dragón?”

“Oh, Vandilsen… Uhh…” Decir algo como ‘tanto tiempo sin vernos’ no parecía apropiado en este momento.

“¿Por qué secuestraste a Shadow?” “No me secuestraron… Papá, yo…”

“Está bien, no tienes que decir nada, Shadow. ¿Te sientes bien? Nuestro sueño pronto se hará realidad… No tienes que preocuparte más…”

“Papá…” Shadow intentó hablar de nuevo, pero fue interrumpido por un ataque de tos.

“¿Ves? ¡Te dije que no hablaras!” “Shadow, ¿estás bien?” Le pregunté.

“¡No necesita que te preocupes por él, secuestrador!” “No, estoy tratando de decirte que…”

Mientras me esforzaba por explicarme, Vandilsen chasqueó la lengua y volvió a elevarse hacia el cielo.

Eso fue un poco grosero…

“Haré que te arrepientas de intentar dañar a mi amado hijo. Los monstruos del mar reclamarán tu barco sin falta.” Ante la declaración de Vandilsen, la tripulación comenzó a gemir.

“¡¿Vamos a tener que lidiar con más de ellos?!” “¡Pero si aún me quedan treinta años de hipoteca!” “¡No nos mates!”

La Reina Oscura y Clowria intentaban calmarlos, pero estaban claramente al borde del pánico.

“Tú…” La Reina Oscura se puso en pie. Normalmente ella misma estaba nerviosa y en pánico, pero ahora era diferente. “¡¿Qué crees que le estás haciendo a mi tripulación?!” Llamas negras salieron disparadas de la Reina Oscura.

La Reina Oscura, normalmente gentil, debía de estar furiosa para recurrir a la violencia de ese modo. El fuego parpadeaba en el aire que la rodeaba. Era la magia de la Reina Oscura. El rostro de la líder que llevó a los Darkin a la guerra contra todo el Reino Humano había reaparecido, algo que sólo ocurría cuando se enfadaba por causa ajena. No, era mejor decir que ahora era capaz de enfadarse por otra persona. Debía de ser el resultado de haber superado las pruebas a las que se enfrentó durante nuestra aventura de verano.

“¡Por favor, espera!”

Las bolas de llamas negras salieron disparadas hacia Vandilsen en rápida sucesión a pesar de que Shadow estaba en sus brazos.

“¡No teman, el pequeño dragón no será dañado!”

“Hmph.” Vandilsen chasqueó los dedos. Con ese pequeño movimiento, una barrera invisible apareció y bloqueó el ataque de la Reina Oscura.

“¡¿Haugh?!”

“¡No puede ser, la magia de mi Reina…!”

Vandilsen la miró, sin cambiar su expresión. En su dedo brillaba la Gema de la Tierra, el artefacto que había protegido el Reino Oscuro durante tanto tiempo. Probablemente también llevaba la Gema de Luz que había protegido a Shutora.

La superficie del mar comenzó a agitarse de nuevo, señal del regreso del fuerte viento de antes.

“¡Dragón, Olivia!” Shadow se esforzaba por hablar entre otro ataque de tos. Entre los intensos vientos y su incesante tos, era casi imposible oírle. “¡Socorro! ¡Para, papá!”

Sin embargo, le entendí claramente. Los dragones tienen muy buen oído, después de todo.

El viento sopló de nuevo, llevándose a Vandilsen hacia el este. Tras unos cuantos parpadeos, ni siquiera yo pude verle ya.

“¡Origen Perdido, dime dónde están las otras seis gemas!”

Olivia sacó inmediatamente el Origen Perdido. Un rápido haz de luz con los colores del arcoíris salió disparado tras Vandilsen.

La Reina Oscura y Clowria gimieron. “Haugh… Bloqueó mi bola rápida de frente… y con ese viento y el agua, no hay duda de que estaba usando las Reliquias.”

“Estoy de acuerdo. Parece que aún no ha realizado el Ritual de la Estrella Fugaz. Incluso yo aún podía sentir la poderosa magia dentro de las gemas.”

“Parece que será un rival duro.” “Sí, bastante duro.”

Olivia me miró. “¡Papi, tenemos que salvar a Shadow!” “¡Olivia…!”

¡Socorro! ¡Para, papá!

¿Olivia también lo había oído? No, incluso sin captar lo que había dicho, Olivia definitivamente querría salvar a su amigo. Ella era así de amable.

La Reina Oscura se aclaró la garganta. “¡Dragón Anciano!” “¿Srta. Reina Oscura…?”

“Vas a perseguirle, ¿verdad?” “Sí, ese era el plan.”

“De acuerdo. ¡Déjame este barco a mí!” Resopló orgullosa la Reina Oscura, recogiendo el sombrero del capitán de donde había caído a cubierta. “¡Olivia, me llevaré este sombrero ahora mismo!”

“¡De acuerdo!”

“¡Muajaja! Vuelvo a ser la Capitana Maredia.” Tras respirar hondo, gritó para animar a la tripulación, que aún temblaba por las palabras de Vandilsen. “¡Todos! ¿¡Quieren volver a casa sanos y salvos!?”

“¡Sí!”

“¡Entonces a toda velocidad! ¡Pónganle un poco de coraje!” “¡Sí!”

“¡Cualquier enemigo que se atreva a amenazar este barco tendrá que enfrentarse a mí, la Capitana Maredia, y a mi temible magia! ¡No hay por qué temer!”

La tripulación prorrumpió en rugidos y vítores.

Fue asombroso. En un abrir y cerrar de ojos, la motivación de todos había sido restaurada. ¡Este debe haber sido el verdadero poder de la Reina Oscura!

“Sir Dragón Anciano, Olivia, creo que permanecer aquí mucho más tiempo sería bastante arriesgado.” Dijo Clowria. “Mi Reina y yo asumiremos la responsabilidad de devolver a todos a casa sanos y salvos.” La tripulación estaba formada por humanos corrientes. Queríamos evitar ponerlos en peligro en la medida de lo posible.

“Gracias, Clowria. Pero nosotros, uhh…”

“Entiendo, Olivia. Vas a perseguir a Shadow, ¿verdad?” “Sí.”

“El Continente Muerto en el lejano este… Estoy segura que con Sir Dragón Anciano a tu lado estarás bien, pero por favor, ten cuidado.”

“¡Sí, tú también!”

“Por supuesto. Una vez que la situación haya sido explicada a los líderes, te seguiremos inmediatamente. No hay duda de que ese hombre pretende usar las Reliquias para algo nada bueno.”

“… Sí.”

Vandilsen, ¿qué demonios estás planeando?

“Ten cuidado. Shadow dijo que a cualquiera en el Continente Muerto le quitan la vida o algo así…”

“No te preocupes. Seguimos siendo darkin, y tenemos mucha gente de confianza con nosotros.”

“E-Está bien.”

Por ahora, la Reina Oscura se retiraría. Y nosotros… “¡Bien, entonces saldremos primero!”

“¡Todos, hasta luego!”

Volví a mi forma de dragón y desplegué mis alas. Me elevé hacia el cielo y la tripulación me aclamó.

“¡Es el dragón! ¡Es enorme!”

Al parecer, algunos de ellos seguían emocionándose mucho cuando me veían. Fue un poco embarazoso.

Habíamos viajado en barco para evitar que Vandilsen se fijara en nosotros, pero ya no tenía sentido seguir haciéndolo.

“Vamos, Olivia. Agárrate fuerte a mi melena.” “¡De acuerdo!”

Volvimos a nuestro método habitual de ir a los sitios, un agradable viaje por el cielo. Se acabaron los mareos y las acampadas. Esta era realmente la mejor forma de viajar para nosotros.

***

El Continente Muerto. La masa de tierra, aunque tal vez se pareciera más a una gran isla que a un pequeño continente, tenía un nombre muy apropiado. Todas las plantas se habían marchitado y muerto. No había seres vivos en ninguna parte. Y en su centro había un castillo olvidado hacía mucho tiempo, habitado sólo por Vandilsen y Shadow.

“Debes haber estado muy asustado, Shadow… Pensar que serías secuestrado por salvajes como esos. No puedo perdonarles que hicieran algo tan terrible sólo por algo estúpido como decir que capturaron a un dragón vivo.”

“N-No… Papá, hui…”

“Sí, aún debes estar confuso. Pero no te preocupes. Los simples humanos nunca podrían esperar llegar a este lugar.”

“Papá…” Antes de que pudiera continuar, Shadow se desplomó en otro ataque de tos.

“Dios mío. ¿Estás bien, Shadow? Si te esfuerzas demasiado, vas a seguir tosiendo así. Seguro que ya están durmiendo en el fondo del mar, así que puedes estar tranquilo.”

“Papá… para esto… No necesito, Reliquias… Estoy bien…”

“No digas eso, Shadow, mi precioso muchacho.”

A Shadow le pesaban los ojos. Vandilsen le miraba con una sonrisa amable, pero Shadow estaba al borde de las lágrimas mientras se desplomaba de sueño. Vandilsen lo levantó suavemente en brazos.

“Vamos. Descansa bien… Mañana hay luna llena.” La respiración de Shadow se volvió suave y uniforme.

“Por fin, por fin, nuestro sueño puede hacerse realidad, Shadow.” “Papá…”

“Sí, vivamos juntos para siempre, los dos solos. La verdadera inmortalidad nos permitirá hacerlo.”

Vandilsen había vivido seis mil años a pesar de ser un humano corriente. ¿Cómo lo había hecho? Había tomado innumerables medidas irrazonables.

La primera parte de su viaje hacia la inmortalidad había comenzado cuando su amado hijo, el hijo de los dragones, había dividido accidentalmente su propia energía vital y le había dado parte de ella a él. Si el dragón dejaba de hacerlo, Vandilsen moriría de inmediato, pero si el hombre mantenía este encantamiento en este continente falto de magia, el estado de Shadow seguiría empeorando. Sin otra opción, Vandilsen se apoderó de la tierra y empezó a absorber vida de ella.

La cantidad de energía vital que tuvo que absorber para lograr algo tan absurdo como la inmortalidad había llevado al continente a su estado actual. Ningún ser vivo había nacido allí desde entonces. Su maldición, que drenaba lentamente la vida de todas las cosas del continente, lo había convertido en una tierra muerta. Incluso al principio, el continente no había sido especialmente abundante, así que cuando se convirtió en un sacrificio para la magia de Vandilsen, fue cayendo poco a poco en la ruina.

Aun así, la vida y la energía mágica del continente habían podido resistir por poco tiempo. Infiltrándose en grandes imperios y pequeñas familias por igual mientras trabajaba como un poderoso mago, Vandilsen fue capaz de reunir todo tipo de información. Y finalmente, había encontrado su oportunidad. Había oído hablar de un conjunto de joyas maravillosas, cada una de las cuales contenía en su interior más magia que la que albergaba todo un continente.

“Pero si tuviera las Siete Reliquias Supremas… Si tuviera la magia de todas ellas y pudiera realizar el Ritual de la Estrella Fugaz, entonces…” Vandilsen se rio. La verdadera inmortalidad sería suya. Por fin podría vivir feliz con Shadow. No necesitaban a nadie más. Vivirían para siempre, en este mismo castillo.

***

Nos elevamos entre las nubes. Sólo estábamos el cielo, el mar y nosotros dos. A bordo de nuestra nave, teníamos a los amigos con los que viajábamos, pero ahora que volábamos por el cielo, no había nada más que azul a nuestro alrededor. Volé hacia delante, en dirección al continente que aún no se veía.

“Wow, esto es increíble… ¡Se siente genial!”

“Sí, pero… estoy un poco asustada.” Respondió Olivia. “¿Estás bien? ¿Debería ir un poco más despacio?”

“¡No pasa nada, papi!” Aferradas a mis crines, las pequeñas manos de Olivia no temblaban lo más mínimo y su voz estaba llena de determinación. ¿Cuándo se había convertido en una persona tan magnífica? No iba a seguir siendo la niña que yo había conocido para siempre. Debía de haber encontrado algo muy importante para ella. “Sabes, papi, estoy bien. Porque la Srta. Maredia y la Srta. Clowria dijeron que nos lo dejarían a nosotros. Y yo soy la Alumna del Rey. Y realmente quiero salvar a Shadow.”

“… Sí.”

“Tee jee, pero volar así es realmente divertido, ¿no?”

“Sí, así es.” Aceleré un poco más. Ahora no había forma de que Olivia saliera despedida de mi espalda.

Yo era un dragón y Olivia era una humana. Éramos diferentes, pero seguíamos siendo familia. Realmente creía en ella desde el fondo de mi corazón.