Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: El Sr. Dragón Participa En El Ritual De La Estrella Fugaz

Parte 1

“Olivia, Sr. Eldraco, Su Majestad la Reina está llegando. Asegúrense de cuidar sus modales.” Phyllis se volvió hacia nosotros con una mirada de terrible preocupación.

“¡Está bien!”

“Déjelo en nuestras manos, Srta. Phyllis.” Hoy me había asegurado de estar en mi forma humana para no destruir nada por accidente con mi fuerza de dragón.

Llevaba el uniforme que Phyllis me había dado. Hasta Olivia me dio su aprobación por lo genial que me veía. La propia Olivia llevaba su uniforme de Alumna del Rey. Luca se movía nerviosa a su lado con un traje a juego, aunque cada traje llevaba algunas cintas y encajes extra para darles a ambos su propia lindura. Las mangas que llevaban hoy eran mucho más elegantes que las de sus uniformes habituales. Olivia estaba extasiada porque pensaba que parecía una princesa.

¿Cómo puedo describirla? ¡Era la chica más hermosa que había visto en diez mil años!

“Je… Je je…” Empecé a sonreír sin pensarlo. Desde el escenario, me alegré de ver a la Reina Oscura y a la Srta. Clowria entre la multitud, mezcladas con el resto de gente que había venido a ver a Olivia.

¡Todos, miren! ¡Mi hija es increíblemente guapa!

Nunca había sentido algo así en todo el tiempo que habíamos vivido juntos en las montañas ni en todo el tiempo que la había criado. Parecía que incluso alguien tan viejo como yo podía encontrarse con sentimientos nuevos.

Mientras pensaba eso, un hombre con un uniforme impecable empezó a gritar con voz fuerte. Era casi como si estuviera aullando.

“¡Su Majestad, la Reina de Shutora, ha llegado!”

Una oleada de emoción recorrió a la multitud. Al parecer, era muy raro que la reina se mostrara en público. Rodeada de damas de la corte, la reina se nos acercó. Había estado oculta tras una cortina cuando la conocimos, así que era la primera vez que le veíamos la cara.

“Vamos, se supone que deben inclinarse.” Nos instruyó la Srta.

Phyllis.

“¿Eh? ¡Oh!” Haciendo juego con su imagen de princesa, Olivia hizo una elegante reverencia, pellizcándose los bordes de la falda. Yo también bajé la cabeza, recordando cuando jugaba a ser príncipe con Olivia. Al cabo de un rato, oí un murmullo en algún lugar cercano.

“Ah, Esmeralda… ¿Dónde está el dragón?”

“Sí, Su Majestad. El Dragón Anciano está justo ahí.” “¿Hm? Me parece que es un hombre humano…”

“Sí. Los seres mágicos poderosos son capaces de cambiar de forma.

Creo que su forma humana también es bastante atractiva.”

“¿Es así? Estaba deseando conocer a este dragón… Debe ser tan grande y fuerte. Quizás dentro del castillo sería demasiado peligroso, pero ahora que estamos fuera…”

“Quizás la próxima vez, Su Majestad…”

“Supongo. Es una pena. Mi sueño de cabalgar a lomos de un dragón parece aún bastante lejano…”

Recordaba a la reina con una voz madura y refinada, pero sonaba mucho más infantil hablando con alguien cercano.

“Alumna del Rey, Olivia Eldraco. Y también su padre. Por favor levanten sus cabezas.”

“¡S-Sí, Su Majestad!”

Siguiendo sus instrucciones, miramos hacia arriba, y…

“Gracias por su trabajo en la localización de las Siete Reliquias Supremas. He oído hablar de sus grandes logros.” La chica que hablaba no parecía mucho mayor que Olivia. En su cabeza había una corona brillante y su vestido era más lujoso que cualquiera que yo hubiera visto. A pesar de parecer una niña, tenía un aura misteriosa, casi mágica. No había duda de que era la reina.

¡¿Pero es tan pequeña?!

“Gracias a tus esfuerzos, podremos celebrar el Ritual de la Estrella Fugaz, aunque imperfecto. Estoy segura de que mi padre, el difunto rey, estaría extasiado. Gracias, Olivia, Sr. Dragón.” La reina nos dio las gracias con una leve sonrisa. Antes de que tuviera oportunidad de responder, el hombre de antes volvió a gritar.

“¡La ceremonia de premiación de la Alumna del Rey Olivia Eldraco comenzará ahora!”

Murmullos excitados recorrieron de nuevo la multitud. Oí más susurros entre la multitud.

“¡Es tan linda!”

“¡Incluso podría ser más linda que la reina!”

Así es, así es. ¡Mi Olivia es tan adorable!

La reina esbozó una agradable sonrisa.

“Me pregunto qué clase de persona serás cuando termines tu mandato como Alumna del Rey y te conviertas en adulta.”

“¿Eh?” Escuchar a alguien de su edad hablar así del futuro debía de ser todo un shock para ella y Olivia parecía estupefacta. “No tengo… ni idea. Nunca he pensado en ello.”

“Oh Dios.”

“Tee jee, sólo quiero quedarme con papi para siempre.”

“Ya veo. Tengo muchos sueños para el futuro. Aunque tengo mis deberes como reina, hay muchas cosas que me gustaría lograr. Si alguna vez piensas en un sueño para tu futuro, por favor házmelo saber.”

Olivia devolvió la sonrisa de la reina con una pequeña inclinación de cabeza.

Me sumí en mis pensamientos. ¿Qué quiere hacer Olivia en el futuro? Yo tampoco había pensado nunca en ello. Nuestra vida actual era demasiado divertida.

Olivia y Luca recibieron ramos de flores decorados con una compleja orfebrería. La plata era tan fina que parecía que podía usarse como palillo. Probablemente sea mejor que yo no toque eso.

Cuando el discurso de la reina llegó a su fin, Esmeralda habló a la multitud sobre la búsqueda de Olivia y Luca de las Siete Reliquias Supremas. Fue una historia bastante larga, pero nadie pareció aburrirse. Incluso hubo vítores cuando llegó a algunos de los puntos álgidos, ¡como nuestro viaje al Reino Oscuro! No pude evitar sonreír un poco al ver que Olivia bostezaba un poco cuando empezaba a cansarse.

“Después de haber estado perdidas durante tanto tiempo, la mayoría de las Siete Reliquias Supremas han sido finalmente reunidas de nuevo, ya que hemos adquirido seis de ellas. Para esta ocasión trascendental, Su Majestad la Reina ha decretado que toda la humanidad tenga la oportunidad de ser testigo de ellas.”

Ante las palabras de Esmeralda, la tensión en la multitud se disparó. Todos estaban emocionados por ver las Reliquias, tesoros que hasta entonces habían creído que sólo existían en los cuentos de hadas.

Comprendí cómo se sentían. Las joyas brillantes y el oro también me entusiasman. Siempre he coleccionado joyas brillantes.

Bajo la protección de los caballeros, las damas de la corte sacaron a relucir las Siete Reliquias Supremas. El ambiente se llenó de emoción.

“¿Hm…?” Ladeé la cabeza. Me pareció oír algo, así que miré a mi alrededor.

“¿Qué pasa, papi?” Preguntó Olivia.

Tal vez fue sólo mi imaginación, pero me pareció oír algún tipo de sonido agudo justo en ese momento.

***

“Traigan las Reliquias Supremas…”

El Arco Viento de Hoja y el Origen Perdido aún no habían sido encontrados, pero cinco de las Reliquias eran suficientes. Tras recibir

su premio, Olivia volvió al centro del escenario para presentar las cinco joyas al público. Su uniforme de Alumna del Rey la hacía parecer mayor de sus trece años.

En realidad, parecía mucho más una dama de lo que yo había imaginado. Frente a la reina, hizo una elegante reverencia. Era una faceta de ella totalmente distinta a la inocencia que veía normalmente.

Parecía una princesa de verdad. Sin que yo me diera cuenta, había aprendido todo tipo de cosas sobre cómo vivir en la sociedad humana. A pesar de todo lo que había aprendido, siempre era la misma cuando estaba conmigo. Los libros de crianza que había leído tantas veces insistían en que los padres debían ser una fuente de paz, seguridad y confianza para sus hijos. Al verla así, sentí que lo había conseguido.

La visión me hizo lagrimear un poco, pero eso no me impidió sonreír. No pude evitar sentirme un poco avergonzado por mostrar tan claramente mis sentimientos delante de tanta gente.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando aún vivía solo en las montañas, los humanos habían venido a buscarme. Me llamaban su dios y bailaban y cantaban a mi alrededor, pero yo no movía ni una sola escama. Me limité a fingir que dormía y a pensar que se interponían en mis siestas. Sólo quería que se fueran a casa.

¿Pero ahora? No podía evitar sonreír. Quizás era porque estaba en mi forma humana. Las mejillas humanas son realmente suaves, sabes. Olivia me enseñó eso.

“¡Vaya, es tan linda!”

“¡Olivia es linda, pero mira a Luca!”

“Mira qué feliz parece. Pensé que la Alumna del Rey sería una especie de genio frío y distante… Pero ahora quiero animarla aún más.”

“¡Eh, y mira a su padre! Se nota de dónde ha sacado esa cara tan amable.”

“¿Eh? Pensé que los rumores decían que Olivia Eldraco fue criada por un dragón…”

“Ja, ja, no puede ser. ¿Criada por un dragón? Eso es ridículo.”

A pesar del ambiente solemne de la presentación, podía oír a todo tipo de gente cuchicheando entre la multitud. Los dragones tenemos muy buen oído, así que oímos muy bien. Y entre todos los rumores, aún podía oír a la Reina Oscura al frente de la multitud hinchándose de orgullo.

Eso hacía aún más difícil ignorar el extraño sonido que había oído. Había sonado como el viento, pero también era diferente a cualquier sonido que hubiera oído antes. Al parecer, nadie más lo había oído y la ceremonia continuó.

“Ciudadanos de Shutora, permítannos presentarles a las cinco Reliquias Supremas.”

Con ese anuncio, el entusiasmo de la multitud se disparó. Las cinco joyas se alzaron en alto.

“Bajo la protección de Phyllis Florence, la Gema de Luz.”

“Bajo la protección de Esmeralda Serpentia, la Gema de la Oscuridad.”

“Descubierta por las Alumnas del Rey, la Gema de Fuego, perdida hace tiempo, y la Gema de Agua.”

“Y finalmente, un símbolo de amistad del lejano Reino Oscuro, la Gema de la Tierra.”

“Aunque no pudimos conseguir las siete Reliquias, Su Majestad la Reina ha decretado que realicemos un Ritual de la Estrella Fugaz modificado para liberar la magia almacenada en ellas.”

Las relucientes joyas parecían brillar más que a la luz del sol. La multitud rugía con vítores y aplausos.

“Siete luces brillantes por una estrella.

Una estrella por un deseo.

Concédelo y brilla, Estrella Fugaz.”

A su alrededor se oía cantar una vieja canción popular mezclada con risas. Un ambiente festivo se cernía sobre toda la plaza. “… ¿Eh?”

Entonces ocurrió. Hubo una repentina ráfaga de viento… pero no era un viento cualquiera.

Salté hacia delante para cubrir a Olivia mientras la multitud gritaba.

“¡Todos, bajo mis alas!” Cambié a mi forma de dragón, extendiendo mis grandes alas para proteger a todos mientras miraba al cielo. “¿Eso es… una persona voladora?”

Un hombre de rostro increíblemente severo controlaba la borrasca desde arriba. Aunque estaba en lo alto del cielo, mis ojos aún podían verle con suficiente claridad como para darme cuenta de que me resultaba extrañamente familiar.

“Espera, ¿ese no es…?” Me trajo a la memoria algunos libros infantiles ilustrados que había leído sobre los Seis Sabios de Riaris. Se suponía que Phyllis y Esmeralda eran las únicas que seguían vivas, ya que pertenecían a especies con mayor longevidad.

Sin embargo, ya había conocido a otro de ellos. Había sido un joven humano, un mago que apenas había empezado a aprender magia, y había escalado mi montaña con la esperanza de ver él mismo a un dragón.

“… ¿Vandilsen?”

La figura en el cielo recogió rápidamente las Reliquias antes de desaparecer con otra ráfaga de viento.

“¡Cuidado!”

Un sonido seco y traqueteante llenó el aire. La gente se había relajado al cesar la repentina tormenta, pero la última y fuerte ráfaga de viento arrancó la parte superior de los edificios más altos que nos rodeaban. Trozos rotos de tejado cayeron sobre la plaza. Los escombros eran duros y afilados, y me pillaron por sorpresa incluso en mi forma de dragón.

¿Debería exhalar algo de fuego para quemarlo todo? Podía decidir fácilmente qué quemaría mi fuego para que no hiciera daño a ninguna de las personas, pero nunca antes había intentado proteger con él a tanta gente a la vez. ¿Podría hacerlo? ¿Ayudaría el fuego incluso contra escombros como aquellos?

Podría usar mi aliento para hacer volar los escombros… pero si hiciera eso, la gente de la plaza que me rodea también saldría volando por los aires. Se harían mucho daño cuando tocaran el suelo.

Pero si los escombros alcanzaban a la gente, sería peor. Tenían las mejillas blandas, al igual que la cabeza y el resto del cuerpo.

Además, Olivia estaba bajo mis alas. Si yo no me movía, ella estaría definitivamente a salvo. La Reina Oscura había utilizado algún tipo de magia para protegerse a sí misma, y quizás por accidente también a las personas que la rodeaban. Phyllis y Esmeralda estaban concentradas en proteger a la joven reina.

Sin saber qué hacer, me quedé paralizado.

“—¡No!”

Olivia saltó de debajo de mis alas. “¿Eh?”

Los escombros estaban casi sobre la multitud. Mucha gente se había reunido para ver el Ritual de la Estrella Fugaz. Estaban tan apretujados que les resultaría difícil esquivar los escombros que caían. Olivia salió corriendo, levantando ambas manos.

“¡¡¡Protejan a todos!!!”

Una ráfaga de cálida luz blanca brotó del cuerpo de Olivia. Los escombros que caían se congelaron en el aire… y luego empezaron a moverse. ¡Se estaban transformando!

“¡¿Q-Qué está pasando?!” Un confuso parloteo surgió de la multitud. Ya un poco más calmada, la gente pudo evacuar lejos de donde caían los escombros. Y al momento siguiente…

Miau——♪

Los escombros terminaron de transformarse y empezaron a emitir simpáticos sonidos. Olivia había creado muchas copias de su especialidad —gólems felinos— a partir de los escombros. Pero incluso para alguien como ella, transformar tantos objetos a la vez era increíble. Incluso Phyllis y Esmeralda se sorprendieron y empezaron a elogiarla.

“Uf… Eso estuvo cerca…” Olivia dio un suspiro de alivio.

Miau—♪ Miauuu—♪ Graa—♪

La gente de la plaza quedó inmediatamente cautivada por la repentina aparición de un ejército de gatos.

“¡¡¡Son tan lindos!!!” Hombres y mujeres, niños y abuelos, todos sonreían. Se arrodillaban y se acercaban a los gatitos. Espera, ¿no es esa la misma pose que adoptó aquella gente cuando me llamaban dios o algo así?

“Haugh… Parece que ya seamos humanos o darkin, todos somos siervos de los gatos…” Incluso la Reina Oscura sonreía alegremente, habiendo rodeado con sus brazos a uno de los gatos. En cualquier caso, parecía que habíamos evitado heridas graves entre la multitud.

“Uf… ¡Lo he conseguido, papi!”

Cuando me apresuré a volver a mi forma humana, Olivia me abrazó.

“¡Sí, lo vi! ¡Me alegro de que todos estén bien!”

“¡Tee jee! Me alegro de que nadie haya resultado herido.” Olivia sonreía, pero sentí que debía reflexionar un poco sobre mis actos. Sólo había pensado en las otras personas de la multitud como algo secundario. Lo único que me había preocupado era Olivia…

“Eres muy amable, Olivia. De verdad.”

“¡Ack! ¡Papi, eso duele!” Olivia empezó a asustarse. Me detuve a escuchar y oí los vítores de la multitud.

“¡Eso fue asombroso! ¡Como se esperaba de la Alumna del Rey!” “No es sólo guapa. También es amable y fuerte.”

“¡Somos tus mayores fans, Olivia!”

Todos empezaron a gritar su nombre, algunos sosteniendo los gólems gato que había hecho. El hecho de que tanta gente hubiera visto de primera mano la ternura y la amabilidad de Olivia me llenó de una sensación maravillosa.

Aunque… supongo que perder las Reliquias fue un gran problema.