Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 4

Capítulo 11: El Sr. Dragón se Enfrenta

Parte 1

“¿Quién eres tú?” Era una voz irritada.

Una vez que el polvo de la pared destruida se hubo asentado, nos encontramos cara a cara con un hombre de aspecto aterrador: Vandilsen. Se parecía al hombre de mis recuerdos. Pero ahora tenía un aire totalmente distinto; el viejo mago despreocupado ante mí no tenía ningún parecido al novato que había conocido. Su expresión era realmente aterradora.

En la cama frente a él estaba Shadow, profundamente dormida. Incapaz de mantener su forma humana, estaba en su pequeña forma de dragón blanco. Tal vez no se sentía bien.

“¡Shadow!” Olivia saltó de mi espalda y corrió hacia él. “¡Kya!” Pero antes de llegar a su lado, chocó contra un muro invisible y cayó al suelo. Me apresuré a ayudarla a levantarse. Por suerte, no parecía estar herida.

La causa del muro invisible era evidente. Alrededor de la cama había seis joyas brillantes: las otras Reliquias Supremas. Ahora sentía un poder mucho mayor en ellas que en el Ritual de la Estrella Fugaz de Shutora. Y pensar que añadir una más a la mezcla, el Arco Viento de Hoja, supondría una diferencia tan grande… También parecían mucho más bonitas que antes. Si no fuera por la situación en la que nos encontrábamos, ¡me habrían robado el corazón allí mismo!

“¿Un dragón…?” La expresión de Vandilsen se ensombreció.

Asentí con la cabeza. “Sí, soy un dragón. Dragón Eldraco.” “¿Dragón Eldraco? Es un nombre extraño.” Vandilsen chasqueó la

lengua. “Hacía miles de años que no veía un dragón anciano. No creía que hubiera supervivientes. ¿Qué haces aquí, y por qué con una niña humana?”

“¿No te acuerdas? Soy yo.”

“¿Qué?” Vandilsen me miró fijamente. “¿Estás diciendo… que eres el dragón anciano de Olimpia?”

“Así es. Cuánto tiempo sin vernos.” Hace mucho, mucho tiempo, había venido a verme una sola vez. Me había dicho que quería encontrar el verdadero significado detrás del poder de la magia, y por eso había querido hablar con un dragón anciano. Se había mostrado muy decepcionado cuando me había limitado a hablar del tiempo y las estaciones en la montaña, y de cómo los humanos eran muy ruidosos y dificultaban la siesta.

“¿Qué estás haciendo aquí, ahora de todos los tiempos? ¿Y qué pasa con esa niña humana?”

“Soy Olivia.” Se presentó mi adorable hija. “¡Olivia Eldraco!

Hemos venido a recuperar las Reliquias.”

“¿Tú? ¿La hija de un dragón?” Vandilsen miró fijamente a Olivia. La oscuridad había desaparecido de su expresión, sustituida por el asombro. Y poco a poco, empezó a parecer cada vez más triste. Pero al final, una expresión aún más aterradora que antes lo reemplazó todo. “¿Así que un dragón tiene una hija humana?”

“Así es. Es mi papi…” “¡Silencio!”

“¡Ah!”

Vandilsen gritó, interrumpiéndola.

¡Por favor, no grites así, la estás asustando!

“Vandilsen, ¿qué estás haciendo con las Reliquias?” Le pregunté. “¡Shadow nos dijo que viniéramos a detenerte!”

“¿Shadow dijo eso…?”

“Sí. Si vas a hacer algo peligroso, tengo que detenerte. Quiero que este sea un mundo pacífico para que Olivia pueda vivir feliz.”

Vandilsen se rio, como si se burlara de nosotros. “¿A quién le importa el mundo?”

“¿Eh?”

“A mí tampoco me importa ninguno de esos patéticos países.

Dijiste lo mismo hace tiempo, ¿verdad, Dragón Anciano?” “¿Lo hice? Entonces, ¿qué intentas hacer?”

“¡Es obvio!” Vandilsen gritó. “Voy a salvar a Shadow. Voy a salvar a mi precioso hijo—no, voy a salvar a este dragón orgulloso, ¡que se encontró con un destino tan terrible porque yo lo llamaba mi hijo!”

Las palabras empezaron a brotar de Vandilsen, como si se hubiera desbordado un río.

***

Ni siquiera recordaba cuánto tiempo había pasado. Había recogido una cría de dragón blanco que estaba tan débil que parecía que iba a morir en cualquier momento. Primero pensé que era un intento fallido de crear un semidragón o un dragón, pero era un dragón real y puro. Una criatura que creía extinguida desde hacía mucho tiempo.

Al principio, pensé que no era más que un recurso para mejorar mi magia. Sería un tema de investigación bastante bueno. Pero acabé encontrándolo adorable. No podía hacer otra cosa que comer la leche que le daba, y parecía tan frágil comparado con los otros orgullosos miembros de su especie. Por mucho que viviera, nunca crecía.

Quizá se debiera a una especie de complejo de superioridad por mi parte. Los humanos eran mezquinos, siempre haciendo guerras entre ellos y discriminando por cosas estúpidas, así que me había hartado de ellos. Cuidar de un dragón podría ser un buen cambio de ritmo, pensé.

… ¿Quién?

Por eso, cuando el pequeño dragón abrió los ojos y habló por primera vez, respondí instintivamente.

“Yo soy… Bueno, supongo que soy tu padre.”

Pensándolo ahora, había sido una tontería increíble. No debería haber dicho algo así. Podríamos haber evitado tener una vida tan divertida.

“Papá, he visto saltar un gran pez. Dijiste que se llaman ballenas,

¿verdad?”

“Papá, vamos a dormir juntos esta noche.”

“Eres un mago humano, ¿verdad, papá? Eso es asombroso.”

Shadow y yo vivíamos juntos en una casita junto al mar. Era un lugar que había utilizado para hacer mis investigaciones, alejado de la civilización humana. Vivíamos allí, pescando y recogiendo almejas, viendo juntos las puestas de sol. Al vivir conmigo, Shadow empezó a estar un poco más sano y empezó a hablar más. Su frágil constitución había sido causada por la falta de magia necesaria para que creciera adecuadamente, así que me las arreglé para inventar un hechizo que detuviera su crecimiento.

Había vivido solo durante tanto tiempo en busca del verdadero significado de la magia… pero gracias a mi excéntrico comportamiento, ya no tenía un lugar al que pertenecer, ya fuera el orfanato, la academia de magia o la corte real. Shadow fue realmente la primera persona a la que pude llamar mi familia.

Y fue divertido. No quería hacer nada que pudiera hacerle daño.

“Papá… ¿Vas a morir algún día?”

Shadow me miró desde su libro de ilustraciones, con lágrimas en los ojos. Pensé que había fracasado. Nunca debí regalarle ese libro. Pero no podía mentirle, así que asentí.

“Así es. Todos los humanos mueren con el tiempo. Mucho más jóvenes que los dragones.”

“Pero quiero vivir contigo para siempre…” Dijo llorando. Así que como mago… no, como su padre, me decidí.

“Bien. Haré algo al respecto.”

La vida de un ser humano era demasiado corta para lograr gran cosa, así que encontré la forma de alargar la mía. Era la peor manera posible.

“¡Shadow! ¡¿Estás bien?!” “Estoy… bien… Papá, ¿sí?”

Algún fallo en el ritual había hecho que el hechizo saliera mal, y empezó a convertir la vida y la magia de Shadow en una vida más larga para mí. “¿Cómo pudo pasar esto?” Pensé. ¿Por qué estábamos sufriendo tanto?

Para encontrar la forma de romper esa maldición, viajamos por todo el mundo, pero nadie nos acogía. Aunque en su forma humana, el cabello plateado y la piel oscura de Shadow recordaban a muchos a los darkin, y eso nos granjeó su animadversión. Algunos incluso nos echaron debido a mi naturaleza de mago excéntrico. Cuando se supo que Shadow era en realidad un dragón, se le consideró peligroso, y muchos le atacaron por curiosidad o por la fama. Aunque evitábamos relacionarnos con los demás, al final nos desterraban por tener una vida tan larga a pesar de no ser elfos. Los humanos eran criaturas verdaderamente insensatas.

Si el hechizo se rompía, uno de los dos probablemente moriría. Pero así las cosas, Shadow estaba cada vez más débil. La presencia de magia en el mundo ya había disminuido tanto que no había suficiente para satisfacer el mínimo que un dragón necesitaba para crecer sano.

Así que tuve que hacer algo para protegernos a los dos. Nos trasladamos a un continente que habíamos estado observando desde el otro lado del mar. Dibujé un enorme círculo mágico y construí allí un castillo. Usando la magia y la fuerza vital de ese continente, nos conseguí una gran cantidad de tiempo. Pero aun así, la salud de Shadow seguía empeorando y empezó a dormir cada vez más.

Definitivamente te salvaré.

Desde el momento en que elegí ser su padre, era obvio que tenía que responsabilizarme de él. Decidí buscar las Siete Reliquias Supremas para poder romper esta maldición. Busqué y busqué y busqué. Me apoderé de un gran imperio y creé un ejército de demidragones. Los llevé a la guerra contra la Reina Filósofa de los elfos y le robé la Reliquia que poseía. Decidí destrozar aquella estúpida escuela, llena de niños felices y sanos a diferencia de Shadow, y arrebatarles su Reliquia.

Tomaría la enorme cantidad de poder mágico oculto en esas joyas y lo vertería todo directamente en Shadow. Si hacía eso, por fin podría crecer fuerte y sano. Podríamos vivir juntos y felices para siempre. Para siempre, sólo nosotros dos. En algún lugar sin ninguna de las personas que nos perseguían, o las personas que cazaban a Shadow por su rareza.

***

La luz de las Reliquias se derramó en Shadow. Vandilsen nos habló, su mirada capturada por el espectáculo.

“Entonces, Dragón Anciano. ¿Me detendrás ahora?” Se volvió hacia nosotros con una sonrisa triste. “Un dragón criando a una hija humana. Ya debes haberte dado cuenta. Sus vidas son demasiado diferentes. Un día tendrán que despedirse.”

“Bueno, uhh…” ¡Tump! Pude sentir cómo mi corazón saltaba en mi pecho. Eso era algo en lo que siempre había evitado pensar. Olivia era una humana. Yo era un dragón. Ella había crecido tanto en un abrir y cerrar de ojos, y su vida en este mundo llegaría a su fin mucho antes

que la mía. Así eran los humanos. Ese era el destino de la gente pequeña.

“Si hubiera una forma de vivir juntos para siempre, ¿lo harías?

¿Sólo ustedes dos, sin nadie más que interfiera?”

“Umm…” Me quedé sin palabras. Me preguntaba cómo se sentiría Olivia con todo esto. Todavía era tan pequeña y adorable. No quería que pensara en cosas tan tristes. Quería que siempre estuviera sonriendo…

Cuando estuve un rato sin contestar, Vandilsen continuó en voz baja. “Si tu hija pudiera vivir tanto como tú, ¿qué harías?” Dijo. “Un dragón adulto podría mantener una vida humana fácilmente. Míranos a Shadow y a mí. Entonces, ¿qué harías?” Habló como si fuera algo maravilloso.

No pude evitar recordar algo de hace poco.

Cuando Vandilsen había venido a nuestro barco para salvar a Shadow y le había ayudado a levantarse, había sido tan amable, tan cuidadoso. Es cierto. También sentí que Olivia era—

“De ninguna manera.” “… ¿Olivia?”

La voz de Olivia era fuerte y decidida. Se levantó de donde la luz de las Reliquias la había derribado y miró entre Shadow y Vandilsen, y luego hacia mí.

“No quiero nada de eso.”

“¿Qué? ¿No tienes miedo de morir?” Preguntó Vandilsen. “Tu padre es un dragón, una raza que permanecerá. Tú…”

“Soy humana.” Dijo como si afirmara un hecho obvio. “Y todos en mi familia viven un tiempo diferente. Somos una humana, y un dragón, y algunas darkin… pero aun así, sé que todos están siempre tratando de encontrar maneras de hacerme feliz.”

“… Sí. Así es. Así es, ¿no?” Pasé tanto tiempo en mi forma humana. Había leído tantos libros sobre la crianza de niños. Había pensado que ella necesitaba un hogar, así que había ido directo a preguntar por el castillo de la Reina Oscura. Y había pensado que ella debía ir a la escuela. “Porque… quería que Olivia viviera feliz entre otras personas.”

“¡Cállate!” Vandilsen dio un pisotón. “Sólo puedes decir eso porque eres un dragón. No puedo permitirme esa opinión. No puedo morir y dejar a mi hijo solo en el mundo.”

“Pero es lo mismo para los humanos.” Pensé en la familia de Daisy. La incomodidad entre ellos se debía a que sus padres se esforzaban demasiado por ofrecerle un futuro seguro.

Los padres no viven tanto como sus hijos. Pero eso no es necesariamente algo tan trágico.

“Siempre quise que Olivia… viviera una vida feliz.” Ese fue mi único deseo como padre de Olivia.

“Y quiero vivir con papi para siempre.” Dijo Olivia. “Pero… aunque pensarlo me entristezca y me den ganas de llorar… Aunque no lo volviera a ver, me ha dado tanto.”

Los recuerdos de todos los libros que habíamos leído. Sus amigas del colegio. Los otros amigos que habíamos conocido fuera del colegio. Los días alegres y cálidos que pasamos viviendo como una familia de cuatro. Los recuerdos de cuando vivíamos en mi santuario, los dos solos.

“Son todos mis recuerdos más preciados.” Olivia comenzó a caminar hacia adelante. Se acercó a la cama de Shadow, de la que había sido bloqueada un momento antes.

“¡Olivia!” Esta vez fui con ella.

“Sabes, Shadow nos pidió que detuviéramos a su padre.” “¡¿Qué?!” Exclamó Vandilsen.

“¿Por qué crees que hizo eso? Las Siete Reliquias Supremas pueden conceder cualquier deseo… pero desear vivir para siempre es un poco extraño, ¿no crees?”

Un fuerte crujido reverberó en las Reliquias cuando la luz que desprendían intentó hacernos retroceder a Olivia y a mí. Esa era la voluntad de Vandilsen. No éramos más que intrusos en su mundo, un mundo que no contenía nada más que a él y a Shadow. ¿Pero era eso lo que Shadow quería?

Por supuesto que no. Shadow amaba a Vandilsen tanto como Vandilsen lo amaba a él, y sabía cuánto estaba haciendo sufrir a su padre su deseo de antaño.

“¡Hi-yah!” Me abrí paso a través de la luz de las Reliquias.

Vandilsen se nos quedó mirando, sin creerse lo que estaba viendo.

“¿Cómo…? Si sólo fuera un dragón, quizá lo entendería, pero

¿también una chica humana?” “¡Porque soy su hija!” “¡Eso es absurdo!”

“Tenemos que despertar a Shadow. Es raro que todo se decida sin que él lo sepa.”

“¡Basta ya! ¡Soy su padre!”

“Papi siempre me escucha. Cuando estaba decidiendo si quería ir a la escuela, o convertirme en Alumna del Rey, siempre me preguntaba…”

“¡Alto!” Vandilsen lanzó sus manos hacia adelante. Puede que estuviera intentando usar magia poderosa con las Reliquias, como había hecho en el barco. Las Reliquias comenzaron a brillar sospechosamente, vertiendo su magia en Shadow. No podíamos usar magia en absoluto. Yo era un dragón duro, así que necesitaba cubrir a Olivia.

“¡Sólo vete de aquí! ¡No puedes decirme cómo criar a mi hijo…!

¡No sabes nada de nosotros!” Gritó Vandilsen. Sus puños estaban cubiertos de una luz brillante que parecía peligrosa al tacto. Vandilsen dio un paso adelante como si pensara golpearnos directamente.

“¡Cuidado, Olivia!”

En ese momento…

“¡¿Guh?!” Vandilsen resbaló y cayó, su cuerpo haciendo un fuerte golpe al caer al suelo.

“Oh, eso sonó como si doliera.” “¡Espera, eso es…!”

A los pies de Vandilsen había un líquido burbujeante familiar, aunque algo inquietante.

“¡Gurgleglegleglegle!”

“¡Sr. Slime!”

“¿A-A-A-Así que tú eres el padre de Shadow…?” El slime gorgoteó, con todo el cuerpo tembloroso. Era difícil de decir, pero probablemente estaba mirando a Vandilsen.

“¿Por qué está aquí, Sr. Slime?”

“D-D-D-D-Dos amables gals me ayudaron.” “¿Gals? ¿Qué significa eso, papi?”

“Ni idea. No me suena a ningún idioma que conozca.”

“¡Wajajaja! ¡Se refiere a dos chicas amables y guapas! ¡Qué seríamos nosotras!”

“¡Esa voz!” Exclamé. “¡Suéltame!”

“Por supuesto… ¡Yah!”

Podíamos oír voces familiares que venían de arriba. Divisé un halcón de aspecto genial y un lindo gato: Clowria y la Reina Oscura. Nuestros preciados miembros de la familia, transformadas en sus formas animales, se lanzaron gallardamente hacia las Reliquias.

“¡La preciosa Gema de la Tierra de mi padre vuelve a ser nuestra!”

“He conseguido asegurar también la Gema de Agua, Mi Reina. Esa era la que la Srta. Luca estaba protegiendo.”

Con dos de ellas desaparecidas, las restantes reliquias perdieron su brillo.

“¡Srta. Maredia, Srta. Clowria!” “Ustedes dos vinieron a ayudarnos, ¿eh?”

“¡Claro que sí! Al fin y al cabo, nuestra familia tenía problemas.” Se enorgullecía la Reina Oscura.

“¿Pero cómo eres capaz de transformarte…? Creía que no se podía usar magia en el castillo.”

“Jejeje. ¡Ese es otro resultado de mis grandes hazañas!”

“Encontramos el atajo que Olivia mencionó y allí nos encontramos con el slime primordial. Nos habló…” Explicó Clowria.

“E-E-E-E-Estaba a punto de dormirme, cuando estas gals me despertaron.”

“Parecía que el slime tenía problemas, así que decidimos ayudarle.”

“Parecía bastante preocupado por el joven Shadow y su padre.” “Nos contó todo sobre este asqueroso castillo. Y el slime nos hizo

entrar… ¡y nos llevó al enorme círculo mágico que hay debajo!”

“¡C-C-C-C-Como el último superviviente de este continente, no estuve arrastrándome sin hacer nada todo este tiempo!”

“¿Círculo mágico…?”

“Espera, tú… ¿Estás diciendo que lo has destruido?” Gritó Vandilsen, luchando por ponerse en pie mientras el slime se aferraba a sus piernas. “Era el círculo mágico que absorbía la vida y la magia de todo lo que había en este continente. ¿Tienes idea de cuántos años costó construirlo?”

“Jejeje, ¡te lo he garabateado todo!” Declaró orgullosa la Reina Oscura.

“¡Tú…! ¡En fin, no importa! ¡Shadow ya tiene la magia de las Reliquias! ¡Eso debería ser suficiente para arreglar el error que me hizo robarle energía vital!”

“… ¿Eh? ¿Dónde estamos?” “¡Shadow!”

Habiendo recibido el poder de las Reliquias, Shadow apareció de repente, cambiando inmediatamente de su forma de dragón a su forma humana de cabello plateado. Sus mejillas eran suaves y regordetas, y su cutis tenía mucho mejor aspecto.

“¿Papá…?”

“¡Shadow! ¡Shadow! Ah, gracias a Dios… ¡te ves mucho mejor!” “Eso significa… Papá, ¿usaste las Reliquias…?”

“¡Sí! Menos mal… ¡Ah, por fin estás sano…!” Todos compartimos una mirada.

“Supongo que en realidad no necesitamos detenerlo, ¿verdad?”

“Uh, bueno. Hmm…”

Por alguna razón, Shadow había querido que impidiéramos que Vandilsen usara las Reliquias. Tal vez había estado pensando demasiado las cosas. Parecía que Vandilsen sólo trataba de usar el Ritual de la Estrella Fugaz para que Shadow volviera a estar sano. Y ahora, el dragón se veía mucho mejor.

Gracias a mí, papá ya no puede morir.

Eso nos había dicho Shadow. El hecho de que los padres murieran a menudo antes que sus hijos era triste. Pero, ¿y si hubiera una manera de hacerlos vivir más tiempo? No podía dejar de pensar en eso.

“Si sólo las va a usar para eso, ¿por qué no esperar a que termine de liberar su magia para llevártelas?” Mientras decía eso irreflexivamente…

“Papá… ¡No!”

“¿Eh?”

Shadow saltó sobre pies inseguros. Y entonces… “¡¿Qué?!”

Derribó las otras Reliquias de sus lugares alrededor de su cama. La Gema del Viento se partió en dos.

La Gema de Fuego se hizo añicos en el suelo. “¡¿Espera, Shadow?!”

“Por favor, las otros… ¡Slime!” “¡M-M-M-M-M-Muy bien!”

“¡¿Haugh?!” “¡Kyah!”

El slime saltó del suelo. Se agarró a Clowria y a la Reina Oscura con un chirrido, arrancándoles las joyas de las manos.

“¡Ah, las Reliquias!”

La Gema de la Tierra se rompió. La Gema de Agua se desmoronó. “¡¿Qué estás haciendo?!”

“S-S-S-S-Shadow ha estado esperando este momento… para evitar que su padre vuelva a hacer algo tan tonto.”

“¡¿De qué estás hablando?!”

“¡Basta, Shadow! Si tenemos esas joyas, puedes estar sano para siempre… Podremos vivir juntos…” Vandilsen alargó la mano para agarrar los brazos de Shadow, sus propios brazos se extendían desde su lujosa túnica. Olivia exclamó sorprendida en cuanto vio aquellos brazos. Eran delgados y débiles, como ramas marchitas.

“¡Ya sé que estás mintiendo…! ¡Lo odio! ¡Papá, todo este tiempo has estado sufriendo!”

Todos los demás presentes guardaron silencio.

“¡No te quiero, sufriendo más! ¡Esto está mal!” Con lágrimas en los ojos, Shadow se soltó del agarre de Vandilsen. “¡Waaaaah!”

Las piezas de la Gema de Luz estaban esparcidas por el suelo. La Gema de la Oscuridad fue aplastada.

Las seis Reliquias habían sido destruidas. “¿Qué está pasando?”

En ese momento…

“Shadow, lo siento… Es demasiado tarde.” “¿Eh? ¿Papá…?”

“¡Guh!” Vandilsen cayó al suelo. “Papá… Lo siento, yo…”

El cuerpo de Vandilsen se marchitaba mientras lo observábamos. Su cabello, antes joven, se volvió blanco y su suave piel empezó a arrugarse. Estaba envejeciendo ante nuestros ojos.

Vandilsen tosió dolorosamente. “Ya… corté el enlace… Gracias… a Dios… Como era de esperar… de las Reliquias…”

“¡Papá! ¡Papá!”

“Lo siento, Shadow… Siempre me estabas vigilando, ¿verdad?” La respiración de Vandilsen era cada vez más agitada.

Ah. Todo este tiempo había estado mintiendo.

Por fin lo entendí. Shadow nos había dicho que su padre ya no podía morir por su culpa. Pero eso era mentira. La verdad era que Vandilsen podía morir en cualquier momento. Había alargado su propia vida a la fuerza, soportando el sufrimiento que eso conllevaba. Todo este tiempo había vivido solo en este castillo con Shadow.

Lo hizo para que un día, Shadow pudiera estar sano.

“Pensé que… con el poder de las Reliquias, incluso un humano como yo podría aumentar su esperanza de vida, pero parece que no fui lo suficientemente hábil…”

“Papá… Yo… Yo…”

Vandilsen seguía debilitándose cada vez más mientras Shadow se hacía cada vez más fuerte. Todo lo que podíamos hacer era mirar.

“… C-C-C-Cuanto más se desafía a la naturaleza, más se sufre.” “¿Sr. Slime?”

“S-S-S-S-S-Su avaricia llevó a este continente a la ruina, y usando la magia de Shadow, obtuvo una larga vida de sufrimiento. Intentó enterrar su propia soledad bajo su hijo Shadow… pero todo fue un error.”

“¿Enterrar su soledad…?”

“S-S-S-Sí. Los seres vivos no pueden prosperar sin salir de sí mismos. Eso va incluso para mí, un slime que se reproduce dividiéndose.”

“Sin salir de sí mismos…”

“Haugh… Eso es doloroso de oír para una encerrada como yo.” “No se preocupe, mi Señora. Puedes tomarte tu tiempo para

mejorar.”

“Cierto, supongo… Pero aun así, este bulto sin forma se está volviendo bastante filosófico.”

“H-H-Ho ho ho. Eso es porque tomé partes de toda la vida de este continente.”

“¡¿Qué?!”

“¿D-D-D-D-De dónde crees que ha salido toda esta agua? E-E-Este cuerpo está hecho del agua de jabalíes, ciervos, mariposas… Todos los seres vivos de este continente.”

“A-Asqueroso…” El rostro de la Reina Oscura se crispó. La vida cambiaba de forma al convertirse en otras cosas. Yo había aprendido lo mismo, vigilando mi montaña durante tanto tiempo, pero oírlo venir de la propia criatura me descolocaba un poco.

“¡Ah! ¡P-Papi!”

“¡Uh…! ¡Whoa! ¡Olivia!”

Todos nos quedamos mirando asombrados. El trasero de Olivia brillaba con un arcoíris de colores.

“¡¿Q-Qué está pasando?!”

“¡¿Olivia se está convirtiendo en una luciérnaga arcoíris?!”

“No es eso en absoluto.” Dijo Clowria. “Fíjate bien. Sale de su bolsillo.”

Al mirar más de cerca, lo que brillaba era su bolso. Una bola de luz arcoíris brillaba en su interior.

El slime gorgoteó. “Qué magia tan inmensa. Es igual que esas piedras de antes, o tal vez incluso mayor…”

“Con tanta energía mágica condensada, tal vez…”

“¡Está brillando mucho! Es el Origen Perdido.” Olivia sacó de su bolsa el Origen Perdido, que brillaba intensamente, llenando la habitación de una luz cegadora.

“¿Qué, eso es…?” Vandilsen abrió mucho los ojos. Se había consumido tanto que parecía que iba a morir en cualquier momento, pero eso no impidió que el investigador que había en él saliera a la superficie, con el asombro y el interés claramente reflejados en su rostro. Me recordó un poco al Vandilsen que conocí hace tantos años.

“¿Quizás este sea el verdadero Ritual de la Estrella Fugaz…?”

Las Reliquias estaban rotas en pedazos a nuestro alrededor, pero parecía que toda su magia se había reunido de algún modo en el Origen Perdido. Incluso yo, que había vivido tanto tiempo, nunca había visto tanta magia en un solo lugar. La visión me produjo un escalofrío.

“Siete luces brillantes por una estrella.

Una estrella por un deseo.

Concédelo y brilla, Estrella Fugaz.”

“Ya veo… La canción. ‘Una estrella’…” Olivia se quedó mirando el arcoíris en sus manos. “Entonces, ¿puede conceder… cualquier deseo…?” El Ritual de la Estrella Fugaz. Un ritual mágico que podía conceder cualquier deseo. “Shadow, umm…” Acunando la luz arcoíris cuidadosamente en sus brazos, Olivia llamó a Shadow, pero Vandilsen la interrumpió.

“Ja, ja, ja, ja… Ya veo. Ni siquiera había completado el ritual…

¿Cómo iba a conocer una canción transmitida por los humanos?” Mientras tosía dolorosamente, Shadow se aferró a su padre con un grito. Olivia los observó atentamente.

“Usa esa luz. Destrúyeme…” “No.”

“Entonces, ¿tomarás una larga vida en mi lugar? Para poder vivir junto a tu dragón…”

“Tampoco quiero eso.”

“Entonces, ¿qué desearás?”

Olivia rebuscó en su bolso y sacó un poco de la planta panacea. Una hierba que podía curar cualquier enfermedad.

“Esto también hizo que Shadow se sintiera mejor.” “¿Qué estás haciendo…?”

“Voy a dársela…”

“Basta.” Vandilsen la interrumpió inmediatamente. “Estoy bien así… No deseo herir más a Shadow.”

“Papá…”

“Lo siento, Shadow… Quería quedarme contigo para siempre. Pero parece que… voy a terminar dejándote solo.”

De repente, un ruido terriblemente fuerte sacudió el castillo. “¡¿Qué?!”

“Este castillo se derrumbará pronto. Fue sostenido por el círculo mágico debajo de él, y por mi poder.”

“Papá, no… ¡No te mueras! No me dejes solo…” “Shadow…”

“No quiero que sufras para siempre, pero… pero…” “Está bien, Shadow…”

Un fuerte estruendo llenó el aire cuando el castillo comenzó a derrumbarse. El castillo, donde Vandilsen y Shadow vivían solos.

“A-A-A-A-A este paso no sobrevivirá nadie.” Murmuró el slime. “¡Haugh! Esto es malo!”

“¡Se está derrumbando demasiado rápido! ¡Debemos asegurar una ruta de escape!” Exclamó Clowria.

“¡¿Pero cómo?!” Gritó la Reina Oscura. “¡En esta habitación no hay puertas, y mucho menos ventanas!”

Crecí en tamaño. Los escombros que caían del castillo apenas eran perceptibles para un dragón.

“¡Cuidado!” Cubrí a Olivia, Vandilsen y Shadow. “Papi.”

“Dragón Anciano…” Vandilsen me miró. Había una luz en sus ojos, igual que la que había visto hace mucho, mucho tiempo, cuando recién lo conocí. “Ah, es cierto… Cuando encontré a Shadow, me acordé de ti. Eras grande, grácil, poderoso… Pensé en lo maravilloso que sería si Shadow creciera fuerte como ese dragón anciano algún día…”

“Papá…”

“Sé que es un deseo egoísta, pero… Shadow, por favor, sé feliz. Incluso sin mí aquí, puedes definitivamente, encontrar la felicidad…”

“Papá…”

“Lo siento… por hacer tu mundo tan pequeño y estrecho.”

La Reina Oscura gritó. “¡Cuidado! ¡Todo se está derrumbando!”

“¡Todos, vengan aquí!”

“¡¿Pero cómo se supone que vamos a salir?!”