Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 5

Capítulo 4: ¿Un Héroe? ¿O Un Ídolo?

Parte 1

✰  7753 (Tiempo restante: veintidós horas, doce minutos)

El abrigo de lona de Ripple tenía capucha. Pero como no era lo suficientemente largo para cubrir sus pies, no podía ocultar sus geta de un solo diente.

La gabardina de 7753 carecía de capucha. Tampoco tenía sombrero ni máscara quirúrgica. Cuando expresó su deseo de comprar un sombrero, Mana le dijo: “No tenemos tiempo”, y eso fue todo. Así que se limitó a comprar una mascarilla quirúrgica en la tienda y tomó prestada la bufanda de Ripple para envolver su cabeza. También llevaba puestas las gafas, por lo que debía parecer un individuo bastante sospechoso.

Hana había conseguido incluso meter sus largas orejas en la capucha. Debió de tener en cuenta la longitud de sus orejas cuando se hizo el abrigo. También era un abrigo largo, y cubría por completo sus piernas, más bien desnudas.

Mana llevaba una gabardina, y tampoco tenía capucha. Pero no llevaba ni máscara ni sombrero, dejando todo por encima del cuello abierto. 7753 se preguntó si eso estaba bien, pero Mana era básicamente una profesional, así que tenía que estar bien.

El abrigo de Archfiend Pam hizo que 7753 se sintiera incómoda de una manera que no podía expresar con palabras. Parecía una prenda de vestir comprada en una tienda, pero también una prenda de alta costura, o quizás incluso hecha a mano. Tal vez no era un abrigo que se había puesto después de la transformación, sino que formaba parte de su traje.

Ahora, básicamente, todas ellas llevaban abrigos y fingían ser personas normales. Pero 7753 no estaba segura de cómo las verían los humanos normales.

7753 era menos que una aficionada cuando se trataba de investigaciones como ésta. Puede que hablara mucho y se abriera paso con fuerza, pero sólo había recitado palabra por palabra un discurso que su jefa había preparado para ella. Podía tener dudas, pero no iba a expresarlas en absoluto.

Mana se subió a un pequeño sedán blanco crema y jugueteó con su teléfono mágico. Al parecer, iban a utilizar este vehículo para la investigación. 7753 respiró aliviada, contenta de no tener que andar vestida así. Pero el vehículo no era muy propio de una chica mágica.

Por lo general, una chica mágica podía correr mucho más rápido que conducir un vehículo. Sin embargo, no podían permitirse el lujo de estar a plena luz del día.

El plástico tintado de las ventanas no era muy parecido a un sedán.

Parecía un vehículo de policía encubierto.

“Estábamos usando una camioneta que era un poco más grande. Pero la abandonamos cuando el enemigo nos atacó.” Hana pareció disculparse mientras abría la puerta del lado del conductor y les mostraba el estrecho interior del coche.

Mana resopló. “Sólo recordar eso es agravante. No hables de ello.” Entonces, a pesar de que acababa de ordenar a Hana que no hablara de ello, Mana les contó lo que había sucedido después de ser atacadas.

Dos chicas mágicas habían perseguido la furgoneta cuando Mana y su compañera habían intentado huir. Imaginando que sus perseguidores las alcanzarían, Mana había utilizado su magia para crear una cortina de humo que les permitiera escapar. Salieron de ambos lados de la furgoneta, corriendo en direcciones opuestas en un intento de librarse de la persecución. Mana había logrado escapar de algún modo, pero cuando se reunió con Hana para buscar a su compañera, encontraron su cuerpo con el cuello roto, escondido en un callejón, cubierto por una caja de cartón. No había señales de que se hubiera resistido. Mana dijo que parecía que la habían pateado en el cuello por detrás mientras corría.

“Maldita sea. Han matado al especialista en búsqueda que la Sección 3 nos había confiado así como así.” Su voz estaba cargada de arrepentimiento al admitir básicamente que les habían tomado el pelo. Habían matado a uno de los suyos y, como el Departamento de Diplomacia había puesto una barrera sin consultar a nadie, ahora estaban encerradas. Pero Mana no se rendía. “Buscaremos a Toko. O si no es ella, una chica mágica. Sólo tenemos que ser las primeras en actuar. La barrera no durará para siempre. Los hechiceros, las herramientas y la magia regional tienen sus límites. Una vez que los efectos se agoten, no podrán levantar una nueva de inmediato. Faltan veinticuatro horas para que se acabe el tiempo de la barrera… bueno, veintidós horas ahora, ¿eh? Si el enemigo se nos escapa incluso después de todo ese tiempo…”

Aparecieron profundos surcos en su frente mientras sus cejas se alzaban y las fosas nasales se encendían. Cada parte de su rostro se retorcía de ira. 7753 sintió que podía oír el rechinar de las muelas de Mana. Miró hacia otro lado.

Mana lanzó un profundo suspiro y continuó. “… Un nuevo fracaso no está sobre la mesa. Y si también tenemos a gente de fuera metiéndose aquí, eso es doble.”

Después de eso, Mana se quedó en silencio, y Hana siguió con mucha disculpa. “Um, así que 7753 y Ripple, quiero confirmar algo, en primer lugar.”

“¿Sí?”

“¿Acaso sus magias utilizan sus ojos? ¿Estoy en lo cierto al suponer que tus shuriken siempre precisos sólo pueden golpear cosas que puedes ver, Ripple? ¿Y que sólo puedes ver las pantallas de estado de la gente en tu campo de visión, 7753?”

“Así es, solo puedo usarlas con gente que puedo ver.” Dijo 7753, y miró a Ripple, que asintió un poco.

“Entendido. Así que eso significa que es mejor que ustedes dos puedan ver… Entonces supongo que esto debería servir.”

De repente, el campo de visión de 7753 se aclaró. Incapaz de comprender de inmediato lo que había cambiado, estaba confundida. Intentó quitarse las gafas, pensando que la transparencia había aumentado, pero no era así. Podía ver todo con claridad: el paisaje que la rodeaba y el fondo lejano. Una chica mágica tenía mejor visión que un humano, pero esto iba más allá. Cuando miró a Ripple, vio que la ninja miraba a su alrededor, igual que ella.

“Esta es mi magia.” La magia de Hana Gekokujou consistía en agudizar los sentidos. Podía aumentar cualquiera de ellos: la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto. “También puedo hacerlo con todos a la vez, pero demasiado las confundiría. Además, cuando uso mi magia en varias personas, cuanto más hago, más difícil se vuelve. Así que por ahora, sólo la vista. ¿Qué tal está? ¿La mejoro un poco más?”

Todo parecía acercarse, como una ilusión óptica, y entonces 7753 pudo percibir claramente todas y cada una de las motas de polvo en el aire. La forma de las nubes que surcaban el cielo se distinguía perfectamente para ella. Incluso podía identificar los tipos de árboles que crecían en las montañas y que antes sólo se veían como un fondo lejano.

“¿Así está bien? Aunque aumentar su sensibilidad más allá podría empezar a darles problemas.”

“Vaya, esto es increíble. Eres maravillosa.” “Oh, no, no es nada del otro mundo.”

La transformación de humana a chica mágica agudizó todos sus sentidos, pero la alegría de este cambio fue diferente, menos una profunda agitación de emociones y más una sensación de descubrimiento.

Ripple se agachó en el lugar y, cuando volvió a ponerse en pie, tenía dos piedrecitas en la mano derecha. Lanzó una de ellas al cielo, y en un instante desapareció. La otra piedrecita la siguió, después de un fuerte giro y un poderoso lanzamiento. Al poco tiempo, se oyó el chasquido de las dos piedras al chocar en lo alto del cielo. Los fragmentos cayeron, y Hana y 7753 gritaron sorprendidas, aplaudiendo.

“Es una gran habilidad.” Dijo Hana. “… En absoluto.”

“Esta magia sólo es efectiva en un radio de tres metros de mí. Si te mantienes lo más cerca posible de mí, no se te pasará ni nada.”

Hana conducía el vehículo. Agudizando sus sentidos, asumió el papel de escáner del enemigo, asegurándose de captar cualquier cosa inusual. Cuando le preguntaron si la policía la detendría porque parecía menor de edad, Hana mostró su licencia. Decía que tenía veintiún años y la foto del carné se parecía a ella, pero sin orejas de conejo.

“Nuestra jefa de equipo es buena haciendo cosas como estas.” Aparentemente, Mana la había fabricado. La mayoría de la tecnología moderna era reproducible con magia.

“Ahora sólo queda repasar los procedimientos y repartir los papeles.”

Mana utilizó su bastón mágico para buscar la zona general en la que se encontraban sus objetivos. El extremo de su bastón aparentemente apuntaba hacia las presencias mágicas cercanas, pero se movía de forma extraña, así que en realidad sólo les daba una dirección general. Aun así, era mucho mejor que nada.

Desde el asiento del copiloto, 7753 miró al exterior. El bastón apuntaba hacia sus objetivos, pero no les decía a qué distancia estaban. Eso significaba que tenía que utilizar las gafas y la vista aumentada para ayudar en la búsqueda. Sus enemigos podrían estar escondidos en el interior de un edificio, pero eso no era razón para no buscar.

Tenía que ajustar los parámetros que serían visibles para ella. No podía decir que no las encontraría porque no estaban transformadas. 7753 puso un parámetro espantoso que ella normalmente no vería como de máxima prioridad: “número de chicas mágicas asesinadas”. Cada vez que veía a alguien desde la ventanilla mientras conducían, enfocaba la mira de sus gafas en ellos.

El papel de Ripple era ser su guardia. Su magia eran shuriken que siempre daban en el blanco, y por lo que 7753 había oído, parecía bastante fuerte. Le había sorprendido oír que Ripple había sido una de las hijas de Cranberry, pero las chicas mágicas enviadas a 7753 eran todas, en cierta medida, problemáticas. Y poseían la fuerza de los chicos problemáticos.

Hana no presumía de sus habilidades de combate, pero tampoco podía ser débil; al fin y al cabo, ella y Mana habían sido inicialmente el centro de esta investigación. Y es que, aunque su magia era auxiliar, sus efectos eran sorprendentes. Sin embargo, existía esa limitación de tres metros. Tenían que tener cuidado con eso.

Y entonces hubo una más en el grupo. 7753 miró por la ventana. No podía ver ni la luna ni las estrellas en el cielo. Todo estaba cubierto por nubes. Como era de noche en noviembre, hacía frío fuera. Archfiend Pam volaba sola bajo el frío cielo. Podía volar a gran velocidad y tenía una vista lo suficientemente aguda como para discernir el mundo de abajo desde su gran altura, así como el poder de contraatacar si alguna vez la atacaban desde el aire y la velocidad para correr hacia ellas si algo iba mal por su parte. ¿Significa eso que puede hacer cualquier cosa?

Un instante antes de que Archfiend Pam saliera volando, la jefa de 7753 la había intimidado… er, le había ordenado que “echase un vistazo a las habilidades de combate de Archfiend Pam”. Tímidamente, 7753 se lo había pedido a Archfiend Pam, y ésta había accedido de buen grado. Pero cuando 7753 había intentado comprobar sus habilidades de combate con sus gafas, su visión se vio abrumada al instante por infinitos símbolos de corazón, quemándole los ojos con una luz intensa y provocándole un dolor de cabeza temporal.

Cuando Archfiend Pam preguntó tranquilamente: “¿Qué te parece?” Lo máximo que pudo hacer 7753 fue responder: “Increíble…”

Ahora, Archfiend Pam volaba tan alto que 7753 no podía verla ni siquiera con la ayuda de la magia de Hana. Tal vez se debiera a que Mana no quería ver a Pam, o a que era más fácil mirar desde lo alto del cielo; 7753 no sabía cuál de las dos cosas. Podía ser cualquiera de ambas.

Pensando que su formación debía ser totalmente hermética, 7753 empezó a ganar un poco de confianza. Realmente no se sentía capaz de ayudar en el combate si llegaba el momento de luchar, pero la división del trabajo era la clave. Aunque ella no fuese capaz de luchar, no era como si fuera completamente inútil. Pensando para sí misma que haría el mejor trabajo posible, miró por la ventana. Su pantalla de estado se movía a un ritmo vertiginoso mientras escaneaba a los que entraban en su campo de visión uno tras otro. Pero con la visión dinámica de una chica mágica, podía hacerlo sin problemas.

El vehículo circulaba por la carretera a unos ocho kilómetros por hora por debajo del límite de velocidad. Como no pasaban muchos vehículos por los dos carriles, no provocaban ningún atasco. Llegaron a una intersección en forma de T y luego giraron a la izquierda hacia un campo marrón que ya había sido cosechado. Desde allí volvieron a girar a la izquierda por una carretera de montaña, pasando por un embalse y comenzando un sinuoso descenso.

7753 no sabía realmente a dónde iban o cuál era la ruta. “Entonces… ¿a dónde queremos ir?”

No quiso decir nada con eso, pero el inmediato “¿Qué—?” del asiento trasero sonó claramente malhumorado, así que 7753 cerró la boca.

Desde el asiento del conductor, Hana intervino. “Creo que lo mejor es que pienses que conducimos siguiendo las indicaciones del personal. No está grabado en piedra, así que tenemos que cambiar de dirección con frecuencia, y no hay mucha sensación de que estemos apuntando a un lugar en específico.”

“Oh, ya veo.”

“Es un método bastante primitivo, pero en la situación actual, creo que puede ser lo mejor que tenemos.”

“¿Ya se te ha acabado la concentración?” La voz del asiento trasero sonaba ahora aún más gruñona, y 7753 agachó la cabeza.

Se sintió mal, pensando que le había hecho la vida más difícil a Ripple junto a Mana en el asiento trasero. Estar al lado de un superior de mal humor te ponía mucha presión.

“¿No se supone que la concentración es uno de los puntos de venta de una chica mágica? ¿Qué vamos a hacer si ni siquiera pueden lograr eso? ¿Eh?”

Agh, por fin está buscando pelea. 7753 lanzó un suspiro de sufrimiento para sí misma.

“¡Oh, mira, hay una tienda de conveniencia!” Hana señaló hacia adelante. Podían verla al pie de la montaña. Como siempre ocurría en las zonas rurales, el aparcamiento era innecesariamente grande. “¿Compro algo de cena? Ya es hora, ¿no?”

“No, está bien. Iré yo misma. Volveré pronto, así que espera allí.”

Hana aparcó en el estacionamiento y, tras un recordatorio de que debía permanecer alerta en todo momento, Mana salió del vehículo. 7753 soltó un profundo suspiro. Por fin podía respirar.

“Lo siento.” Hana juntó las manos e inclinó la cabeza, con una sonrisa tensa en el rostro. “No es una mala persona. Aunque es fácil hacerse una idea equivocada de ella.”

Imaginando que se refería a Mana, 7753 negó con la cabeza, nerviosa. “No, en realidad no…” Tal vez había sido demasiado descarada al respecto. Hana debía de haber encontrado la tienda de conveniencia para facilitarle las cosas. Había hecho que Hana se preocupara por ella.

“Le apasiona su trabajo. Es diligente y tiene una mente única, y a veces siente que puede hacer lo que quiera siempre que esté en lo correcto. Toda la interferencia en este caso la ha alterado… Er, perdón por llamarte interferencia.”

“Oh, está bien. No tienes que ser tan delicada conmigo.” 7753 pensó que ‘interferencia’ era la palabra perfecta para lo que estaba haciendo su jefa.

“Puedes ver quién es realmente cuando se emborracha, pero normalmente, es muy difícil acercarse a ella. Pero bueno, una vez que su verdadera personalidad sale a la luz, es más fácil estar con ella, aunque puede ser linda.” Parecía estar hablando menos de una jefa y más de una hermana pequeña. Por la forma en que sus orejas de conejo se movían bajo la capucha y la ligera amargura de su sonrisa, parecía bastante alegre para 7753. “Pero normalmente, tiene una lengua un poco afilada… así que lo siento, 7753, Ripple.”

“Oh, no es nada. Está bien, de verdad.”

“De verdad. No es una mala persona. Está más preocupada por las chicas mágicas que cualquier otra persona.”

“Está preocupada por… ¿las chicas mágicas?” “Sí.”

El malestar que había acompañado a 7753 todo este tiempo se estaba derritiendo. Ahora que lo pensaba, las chicas mágicas no necesitaban cenar. Tenía sentido que Mana no pareciera ni se vistiera como una chica mágica. Y cuando había hablado de las chicas mágicas en su conjunto, había hablado como si ella no estuviera incluida. “Mana no es una chica mágica, ¿verdad?”

“No, no lo es. Es lo que llaman una maga… Espera, ¿no te has dado cuenta?” Respondió Hana, sorprendida.

7753 estaba avergonzada. Si hubiera prestado la debida atención, se habría dado cuenta sin que se lo dijeran. Aquel día había sido una cadena de acontecimientos inesperados desde la mañana, así que quizá no había estado pensando bien. O eso fue su excusa mental. “Lo siento; me avergüenza decir…”

“Pero con tu magia, 7753, se puede saber con la mirada, ¿no?”

“Bueno, um. Yo como que tengo cuidado de evitar usarla tanto como sea posible cuando no la necesito. Quiero decir, sería de mala educación ir a escanear a gente que no son mis aprendices, y me gusta tratar de obtener permiso tanto como sea posible y esas cosas cuando miro, así que… lo siento.”

La expresión de Hana pasó de la sorpresa a la exasperación y luego a la felicidad. Finalmente, sonrió. “Eres una buena persona, ¿verdad, 7753?”

“Oh no, de verdad que no.” Sólo lo hizo porque no quería que la gente se enfadara con ella. Ella sabía mejor que nadie que sólo era una cobarde. Si alguien aquí era bueno, sería Hana. Ella era la mejor persona por tratar siempre de ayudarla. “Además, la forma en que dices mi nombre es un poco extraña.”

“¿Extraña?”

“Quiero decir que decir ‘setenta y siete-cinco-tres’ cada vez es muy largo. Nana está bien. Prefiero que me llames así.”

“Pero eso es como si te llamara por un apodo.” “No me importa que uses un apodo.”

“No, pero…” “No, no.”

“No, no, quiero decir…”

Al oír una risita en el asiento trasero, las dos miraron hacia atrás. Mirando su regazo, Ripple murmuró: “Perdón.” Sus mejillas estaban un poco rojas.

***

✰Kuru-Kuru Hime (Tiempo restante: veinte horas, cinco minutos)

Eran casi las ocho de la tarde. Después de separarse de las estudiantes, Nozomi se dirigió al edificio de apartamentos con la dirección que le habían dado. En la habitación 204, donde se suponía que todas se habían reunido, sólo estaba Toko. Estaba sentada delicadamente en la mesa con un posavasos bajo ella.

“¿Dónde están todas?”

“Saltando y haciendo cabriolas en el exterior. Los humanos que acaban de obtener poderes no pueden evitar querer probarlos. El simple hecho de moverse les da mucho vértigo.” Una sonrisa cínica apareció en el rostro del hada de aspecto tan bonito. “Son todas jóvenes, así que eso no se puede evitar. La mayoría de las jóvenes que se convierten en chicas mágicas son poco inteligentes. Sin embargo, no es habitual que un adulto se convierta en una.” Miró a Nozomi con los ojos levantados. “Eres un hallazgo raro.”

“¿Yo?”

“Significa que tu corazón estaba preparado para aceptar la condición de chica mágica.”

“Nunca fui realmente consciente de ello.”

“La vida no consiste sólo en las cosas de las que eres consciente.” Dijo Toko, y luego se calló y se quedó mirando por la ventana. Nozomi tuvo la sensación de que Toko acababa de despreciarla. ¿Jugar con un grupo de chicas? ¿A su edad? Puede que sólo estuviera desahogándose, pero Nozomi sintió que eso era cierto para ella misma. La expresión de Toko revelaba más madurez que cualquiera de ellas, incluida Nozomi.

“Oye, Toko.”

“¿Qué?”

“¿Cuáles son las cosas malas que hacen estos magos malvados, específicamente?”

“No importa, ¿verdad? Mira algunos cuentos de hadas o novelas para jóvenes adultos o mangas o lo que sea. Básicamente hacen eso.” Dijo sin siquiera mirar a su alrededor. Aquella forma superficial e indiferente de tratar a la gente también era adulta. Nozomi puso sus cosas encima del sofá y salió de la habitación.

Parecía que el estado de ánimo de Toko había mejorado mientras Nozomi estaba fuera, en la escuela. O quizás no era tanto que su humor hubiera mejorado, sino que simplemente se había calmado con el paso del tiempo.

***

Después de haber expulsado al enemigo para terminar su primera batalla, todas las chicas mágicas novatas regresaron a la sala de preparación de la ciencia, evitando los ojos del público mientras iban.

Toko seguía furiosa por no haber podido matar a nadie, pero las estudiantes no se inmutaron ante su rabia, sino que discutieron sobre lo que debían hacer en su actual situación. Ver que las chicas mágicas ignoraban lo que tenía que decir no hizo más que avivar el fuego de la ira de Toko y, tras algunos gritos y rabietas, se marchó volando. Al cabo de un rato, pudieron oír lo que parecían más gritos de ira, cortesía de Toko, procedentes del tejado. Su voz áspera estaba llena de inconfundible agravio. Parecía menos un hada que un gánster.

Poco después, Toko volvió, y aunque no estaba exactamente enfadada en ese momento, estaba de muy mal humor.

Toko dijo que un aliado se había puesto en contacto con ella y le transmitió lo que había oído. Se había levantado una barrera esférica alrededor de toda la región de Ciudad B durante las próximas veinticuatro horas. Los magos malvados podían hacer ese tipo de cosas con facilidad. Y ahora, esto limitaba lo que podían hacer.

“Deberían haberlos matado a todos rápidamente.” Toko ni siquiera intentaba ocultar su disgusto.

Nozomi estaba sombría, pero Captain Grace parecía llena de confianza al decir: “La próxima vez venceremos al enemigo, así que eso no importa, ¿verdad?”

Weddin añadió agradablemente: “Sentémonos y hagamos un plan adecuado.”

Rain Pow mantuvo las cosas positivas. “En otras palabras, esto significa que durante las próximas veinticuatro horas tampoco podrán escapar.”

Incluso Postarie estaba hablando de forma proactiva. “Si usamos mi magia, podemos correr tras ellos.”

Nozomi —la chica mágica Kuru-Kuru Hime— palmeó el hombro de Funny Trick, consolándola. Era la única de ellas desanimada por esto. Tener sentido común no siempre te ayudaba.

Todo el grupo, incluida Toko, discutió su siguiente paso.

“Está oscureciendo, así que sería mejor que nos reuniéramos todas en un mismo lugar, ¿no?”

“Puedes practicar tu magia o charlar, pero vigila. No olviden en absoluto que el enemigo nos está buscando.”

“Si el enemigo te ataca, sólo haz algo de ruido. Como, gritar o algo así.”

“¿Debemos quedarnos transformadas?”

“Eso sería lo mejor, teniendo en cuenta que el enemigo podría atacar.”

“Es cierto. Pero si nos mantenemos transformadas, eso podría facilitar que el enemigo nos encuentre.”

“Así que entonces es mejor estas destransformadas, ¿eh?” “¿No puedo ser la única que se quede transformada?” “¡Umi, no seas egoísta!”

Captain Grace acabó siendo la encargada de proporcionar al escuadrón de chicas mágicas una base. Era un viejo edificio de apartamentos en las afueras de la ciudad, actualmente desocupado. Al parecer, lo había heredado de su abuelo.

Todas se dirigieron allí, y lo primero que hicieron fue averiguar su propia magia y sus poderes, y luego intercambiar información. Si iban a hacer algo, esto tenía que ser lo primero. También se aseguraron de llamar a sus familias. Nozomi se separaría temporalmente de las demás para ir a ocuparse de algunos trabajos pendientes en la escuela y luego se volvería a reunir con ellas. Ese era el plan.

Después de dejar a las estudiantes, Nozomi recordó los acontecimientos de hace unos años, cuando la salud de su madre había empeorado repentinamente.

En aquel momento, Nozomi había dejado su trabajo para cuidar de su madre. Su padre no quería que un extraño la cuidara, y Nozomi no había podido decirle que no. Así que tanto su padre como Nozomi habían dejado su trabajo. Al comparar sus ingresos, su padre ganaba más en el ayuntamiento. Además, cuando se trataba de las tareas domésticas, era mejor que Nozomi se encargara de ellas en lugar de hacer que su padre lo aprendiera todo desde el principio.

No se arrepentía de la decisión, exactamente. Sólo se preguntaba a veces: ¿Y si mi madre no hubiera enfermado? Y se odiaba a sí misma por pensar en ello. Había estado saliendo con alguien en ese momento e incluso pensaba que ya era hora de casarse. Pero una vez que su madre enfermó, tuvo cada vez menos oportunidades de verlo y, finalmente, él había roto con ella.

Su padre seguía bien, pero hablaba menos que antes. Si su salud empeoraba, esta vez Nozomi tendría que cuidar de él sola. No podía enviar a su padre a una institución cuando había cuidado de su madre en casa. Sentía la misma deuda de gratitud con él por haberla criado que con su madre.

Ahora que se había convertido en una chica mágica, era igual que cuando su madre había enfermado. Su tiempo era limitado, y como ahora tenía que ocuparse de sus asuntos personales en ese periodo, ya no podía gestionar su trabajo. Con el cuidado de su madre, lo había discutido con su padre y había cooperado con él. Obviamente, no podía pedir la ayuda de su padre con las cosas de la chica mágica. Incluso si ese “peligro para el mundo” del que hablaba Toko se avecinaba, Nozomi tenía que volver a la escuela sola para una reunión del plan de estudios.