Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: Ahogándose En Amor Y Corazones

Parte 2

La cuarta chica no daba miedo, pero había algo en ella que no encajaba. Al igual que las otras tres, parecía estar en la adolescencia, pero era diferente. Llevaba unas gafas redondas sin montura, el cabello recogido de forma informal en la espalda y su traje era sencillo, menos un disfraz y más informal, como la ropa normal. Llevaba una camisa azul marino lisa, una túnica suelta del color de la hierba verde fresca, una chaqueta de punto gris y unos pantalones de algodón beige. Había dejado un abrigo marrón doblado sobre el reposabrazos del sofá, y en los pies llevaba unas zapatillas de alguna marca extranjera que Kotori no reconoció. Había una tenue pizca de pecas en sus mejillas, y se podía percibir una fuerte voluntad en su ceño fruncido. Llevaba una expresión irritada.

La chica de las gafas miró fijamente a la recién llegada. A Kotori no se le escaparon las arrugas del entrecejo. “Y aquí viene la aficionada que ni siquiera conoce los fundamentos de la investigación, irrumpiendo para estropear la escena del crimen.”

“Vamos, vamos.” La chica con orejas de conejo levantó una mano en señal de mediación. “Ella nos está ayudando. No puedes hablar así.” La chica se levantó e inclinó la cabeza. Sus orejas de conejo se movieron con ella. Eran tan lindas que, a pesar de sí misma, 7753 quería alcanzarlas y tocarlas. “Eres 7753, ¿verdad? Me llamo Hana Gekokujou.”

“Oh, sí. Gracias por su cortesía. Soy 7753.” 7753 se apresuró a bajar y subir la cabeza.

Hana presentó a las demás una por una, señalando a cada una de ellas. “La chica de las gafas es la jefa de nuestro equipo, Mana.”

“¿A quién llamas chica de las gafas?”

Ignorando el evidente disgusto de Mana, Hana continuó. “Esta es Archfiend Pam. Al igual que tú, trabajará con nosotras en esta operación.”

La chica del abrigo de gala esbozó una pequeña sonrisa e inclinó la cabeza, diciendo: “Me alegro de trabajar con usted.” Al parecer, se trataba de Archfiend Pam. Ahora que se lo señalaban, Pam parecía tener un motivo diabólico; su abrigo era todo negro, y la cosa que sobresalía de la parte inferior de su abrigo, parecida a una anguila, podría ser su cola diabólica. Probablemente la palabra “archfiend” era la razón por la que le venían a la mente calificativos como “labios más rojos que la sangre” y “cabello más negro que la oscuridad”. Sin embargo, su sonrisa parecía más poco fiable que amable, y sus párpados de aspecto somnoliento eran más búdicos que diabólicos.

“Y ella es Ripple.”

Con la expresión en blanco, la ninja tuerta y manca inclinó la cabeza.

Ripple. Le resultaba familiar. ¿O tal vez lucia familiar? Había visto ese nombre en alguna parte, pero no estaba en la lista de los miembros del equipo de inspección. Kotori rebuscó en sus recuerdos, preguntándose dónde había visto ese nombre. Era reciente. Tenía la sensación de que era bastante importante… pero no podía recordarlo.

“Eres un poco lenta.” Murmuró Mana lo suficientemente alto como para ser escuchada. “¿Cuánto tiempo vas a estar ahí? Ya no tenemos tiempo.”

“Oh, por supuesto. Lo siento.”

¿Las cabinas de karaoke tienen un orden de asientos? Kotori nunca había oído hablar de algo así. Las chicas estaban sentadas en un sofá que rodeaba la mesa, con lo que parecían documentos extendidos sobre ella. Desde donde miraba Kotori, al fondo a la izquierda estaba Mana, con Hana sentada a su lado, y luego un espacio, después Ripple. Archfiend Pam estaba sola en el lado derecho, sentada con delicadeza y ligeramente apartada del resto del grupo.

Ripple se levantó y abrió un espacio para que Kotori se sentara. Ahora mismo, incluso esta pequeña amabilidad era algo que agradecer. Siento haber asumido, basándome sólo en tu aspecto, que sólo sabes pelear, se disculpó mentalmente, sentándose en el sofá.

“Primero, quítate el abrigo.”

“Bien.” Como Mana le indicó, Kotori se quitó el abrigo. Había una percha junto a la puerta, pero para usarla tendría que hacer que Ripple se levantara de nuevo. Así que colocó en silencio su abrigo encima del respaldo.

“Y transfórmate.”

“Bien.” Kotori se transformó en 7753. Nunca se había transformado delante de los demás, así que estaba un poco avergonzada. Luego se quitó las gafas y las colocó encima de la mesa.

“De acuerdo, bueno, volveré a explicar las cosas para la que llega tarde.” La irritación goteaba de cada palabra que salía de la boca de Mana. 7753 bajó la mirada en silencio.

“Permanecerás en forma mágica en todo momento. Hasta que el criminal sea detenido…” Mana miró a Archfiend Pam. Esta inclinó la cabeza y esbozó una tranquila sonrisa. Mana se aclaró la garganta y continuó. “… O asesinada, no se te permite destransformarte. Nos enfrentamos a un criminal despiadado, y no hay garantía de que no nos tiendan una emboscada. Hasta que no haya juzgado que no habrá más combate, absolutamente no deshagas tu transformación. No asumas bajo ninguna circunstancia que serás lo suficientemente rápida para transformarse después de ser atacada. Algunos cerebros de pájaro no entienden cuánto más rápido es el tiempo de reacción de una chica mágica comparado con el de un humano.”

Parecía que 7753 estaba siendo atacada por pasearse descuidadamente como un humano. Agachó aún más la cabeza.

“Ya ha habido una baja. Asegúrate de estar en guardia en todo momento.”

El peso de la palabra “baja” cayó con fuerza sobre su pecho. Si iba a haber otra muerte, ¿quién iba a ser? Si uno de los miembros del grupo estaba menos acostumbrado al combate, entonces era el principal candidato. Sólo pensar en ello la hacía temblar.

Mana miró a Archfiend Pam y continuó. “La barrera erigida por el Departamento de Diplomacia durará veinticuatro horas. Y una vez que desaparezca, no se podrá volver a levantar. Detendremos al criminal mientras la barrera siga activa.”

Estúpido Departamento de Diplomacia, se quejó 7753 en su cabeza. ¿Por qué han tenido que hacer esto? Pero aunque expresara estas quejas, nadie la escucharía.

“Mientras nos movemos de un lugar a otro, esconde tu disfraz bajo un abrigo largo con un gran sombrero o bufanda y demás. Una mascarilla quirúrgica también es una buena idea, ya que más de uno la llevará para prevenir la gripe estacional y los resfriados. Quienes no viniesen con el atuendo preparado tienen que ir a comprarlo.”

Ahora 7753 comprendía la razón por la que Mana le había dicho que se quitara el abrigo: si se transformaba sin quitárselo, el abrigo desaparecería hasta que cancelara su transformación. Pero seguía sin sombrero ni máscara quirúrgica. Tendría que comprarlos. ¿El Reino Mágico pagaría la factura? Por el momento, se aferraría a los recibos.

“Si usas esto…” Mana señaló el palo de madera que estaba encima de la mesa. Tenía unos treinta centímetros de largo y no tenía ningún adorno. “No será imposible encontrar a los individuos que buscamos.” Su frase era extrañamente indirecta. “Es un detector de magia primitivo. Indica la dirección, pero no puede decir la ubicación exacta.

Nuestra profesional que utilizaba métodos de búsqueda más avanzados… ha desaparecido. Fue asesinada.”

En el monitor del karaoke, un grupo de pop famoso por tener muchos miembros estaba bailando. Estaban todas dispuestas como bloques de Tetris. Combinado con el silencio total de la televisión silenciada, resultaba ligeramente escalofriante. Las luces brillantes que salían de la pantalla iluminaron la cara de Mana. Los suaves pelos de sus mejillas brillaban.

“Eso es todo. Si tiene alguna pregunta, adelante.”

Ripple levantó la mano y Mana la miró fijamente. “¿Qué pasa?” Para ser alguien que había invitado a preguntar, Mana parecía poco dispuesta a responder.

Tanto si Ripple se dio cuenta como si no, comenzó a hablar en un murmullo. “Has dicho que ha habido una muerte… ¿Así que la lucha ya ha empezado?”

“Uno de nuestros miembros fue asesinado en la retirada. Abandonó el vehículo y corrió, pero el enemigo la alcanzó y le rompió el cuello de un solo golpe. Eso es todo.”

Su forma de hablar al decir “eso es todo” era sencilla, pero su expresión no lo era. Cada centímetro de ella se retorcía de rabia. En silencio, 7753 desvió la mirada. Estaba asustada.

“… ¿Podría darnos algún detalle sobre el enemigo?” Preguntó Ripple.

Mana resopló. “He redactado un memorándum sobre sus características generales y he hecho copias. Compruébalo.”

Una pirata, una maga de escenario, una bailarina de danza árabe, una chica rodeada de cintas, una repartidora de correo, una chica con vestido de novia… A Kotori le asustaba más el número que sus descripciones. ¿Por qué había tantas?

“Este documento sólo enumera lo que parecen…” Dijo Ripple.

“Eso es todo lo que sabemos, así que eso es todo lo que he anotado.

No debería tener que explicar eso.” “Pero…”

“¿Y si te dijera que ni siquiera fue una pelea real? ¿Qué huimos por nuestras vidas y que uno de los nuestros fue asesinado en el proceso?

¿Que pedimos refuerzos…? ¡¿Ya estas contenta, mierdecilla?!”

7753 siguió mirando hacia otro lado, pero aun así, sabía exactamente qué tipo de expresión había en el rostro de Mana. Parecía que su furia se estaba tragando esta pequeña habitación. Como el chile disuelto en el agua, dolía incluso tocarla.

Los únicos sonidos que quedaban eran la respiración de Mana y los anuncios de karaoke que se repetían una y otra vez. El intervalo entre cada respiración se alargó gradualmente y, finalmente, Mana dio un puñetazo en el escritorio, ahogando los anuncios. “Maldita sea. Realmente… no tenemos tiempo, y todas las que estamos aquí reunidas somos buenas a la hora de combatir. Aunque no seamos tan buenos como tú.”

¡Pero no soy buena en eso! Gritó internamente 7753.

“En esta situación, tenemos que luchar. Puede que no te guste, pero vas a hacer el trabajo.”

Mana y Ripple se miraron durante un rato. Mana tenía el ceño fruncido y Ripple parecía estar evaluando a Mana. Mana sostuvo la mirada de Ripple hasta el final, pero Ripple cerró los ojos lentamente. “… Entendido.”

¡No te rindas, Ripple! ¡Inténtalo con más fuerza! Los gritos del corazón de 7753 no llegaron a nadie y se desvanecieron. Todas las demás estaban recogiendo su ropa de abrigo y bufandas y preparándose para salir. 7753 ocultó su desgana, pero se entretuvo en ponerse el abrigo. Lo había comprado para cuando tuviera forma humana. El elegante gris marengo era demasiado soso para una chica mágica, y era demasiado grande.

Se equipó las gafas y, mientras se abrochaba el abrigo, oyó que alguien le susurraba.

“… Esto ha sido un desastre, ¿eh?” Era Ripple. De cerca, la cicatriz en su cara parecía cruda y dolorosa. 7753 había asumido que era sólo parte del diseño de su personaje, pero tal vez era en realidad una herida que había recibido en combate real. “Entonces, ¿el entrenamiento será después de que esto termine…?”

¡Oh! Pensó 7753. Los datos aparecieron en sus gafas. Nombre, estatura y peso, y luego se deslizó hasta una nueva página, en la que figuraban la raza y el lugar de nacimiento, la estructura familiar, luego la página siguiente, y varias páginas después, llegó a la columna del Plan de Hoy.

Ahora entendía por qué el nombre de Ripple le había resultado familiar cuando lo escuchó. Originalmente, 7753 había venido a este pueblo rural para entrenar a una novata. Había llegado aquí en una serie de trenes expresos especiales después de recibir la orden de investigar la aptitud de cierta chica mágica para trabajar en asuntos internos del Reino Mágico.

7753 juntó las manos, disculpándose por también haberlo olvidado. “Lo siento, pero es posible que no podamos hacerlo de inmediato. Incluso una vez que la detención esté hecha, tendremos que ocuparnos de arreglar todo.”

“Me pregunto cuánto tiempo tomará…”

“Creo que cuanto antes, mejor, pero ahora mismo, no podría decirlo… Pero la ciudad donde vivo no está tan lejos de aquí. Cuando las cosas se hayan calmado, vendré enseguida.”

Ripple enarcó las cejas, dudosa. Probablemente sólo trataba de parecer dudosa, pero en su caso, incluso esa mirada tenía bastante garra. “¿No vives aquí…?”

“¿Eh? No, como tal no. Quiero decir, esta es tu región, ¿no es así, Ripple?”

“No… no lo es.” “¿Eh?”

Se miraron la una a la otra.

7753 ya había sido llamada a los distritos de sus aprendices. Esto se hacía cuando tenía que hacer cosas como verlas trabajar en su región de origen, o comprobar los rumores de la ciudad para ver si habían sido expuestas o no. Eso se parecía menos a la formación y más a la observación. A la inversa, las aprendices también salían a visitar 7753, lo que era más habitual. Eso se hacía cuando enseñaba lo básico a las chicas mágicas que aún no tenían asignada una región.

Ni una sola vez había sido convocada a un área que no fuera responsabilidad de su aprendiz. Si hubiera alguna razón para ello, sin duda se la habrían comunicado a 7753.

Mientras ladeaba la cabeza, preguntándose qué estaba pasando aquí, recibió una llamada telefónica. El identificador de llamadas de su teléfono mágico indicaba que era de su jefa. Archfiend Pam, Hana y Mana salieron de la habitación. Haciendo un gesto de disculpa con una mano, 7753 le dijo a Ripple que siguiera adelante y pulsó el botón de ACEPTAR LLAMADA. “Aquí 7753.”

“Así que parece que has conocido al equipo.”

Sin pensarlo, miró su teléfono. ¿Había estado su jefa observando desde algún lugar?

“No estaba mirando. Tus gafas me están enviando información.” “Oh, sí.”

“Cuando te quitas las gafas, la señal se interrumpe. ¿Así que podrías no volverlas a apagar como acabas de hacer cuando las pusiste en la mesa del karaoke?”

Así que, después de todo, había estado observando. 7753 lanzó una mirada incómoda a su teléfono mágico.

“No hay necesidad de tanto tacto. Incluso si tu magia invade su privacidad, eso no será un problema mientras el individuo en cuestión no lo sepa.”

“Bien…”

“Y hay algo más de lo que me gustaría informarte.”

Antes de que 7753 la llamara, Hana Gekokujou la estaba mirando. Parecía que sus orejas de conejo estaban atentas a su entorno, incluso bajo la capucha.

7753 levantó un brazo y llamó a Mana y Hana, que habían salido del karaoke y se dirigían al aparcamiento. Hana le dio un ligero empujón a Mana y, al poco tiempo, ésta hizo una mueca. Había estado mirando a 7753. 7753 no necesitó comprobar los datos de sus gafas para reconocer que estaba enfadada.

“¡¿Por qué arrastras los talones?! ¡¿Y las otras dos?!” Esta vez, Hana no intentó apaciguar a Mana, que seguía mirando con recelo a 7753.

7753 levantó las palmas de las manos a la defensiva. “Ripple está en la recepción, distrayendo a Archfiend Pam por ti. Necesito hablar contigo de algo.”

“No tengo nada que hablar.” “No soy una asesina.”

Las arrugas del ceño de Mana desaparecieron. Su enfado se convirtió en sorpresa y su boca, ligeramente abierta y a punto de replicar, se congeló en su sitio.

“El Departamento de Recursos de Chicas Mágicas sólo quiere que se le permita cooperar en la investigación.” Acercándose tanto a Mana que podía sentir su aliento, 7753 bajó la voz hasta casi un susurro. “Mis propias habilidades en el combate no son más que la media, ya que mi trabajo no me proporcionó ninguna oportunidad de luchar. Pero tengo un ojo perspicaz. Y no me refiero sólo a que haya sido entrenada en Recursos de Chicas Mágicas.” Se sacudió las gafas con la punta del dedo. “Esta es mi magia. Incluso cuando una chica mágica tiene forma humana, si la miro a través de mis gafas, me queda claro de un vistazo lo que es.”

Mana agarró a 7753 por el cuello de su abrigo. Su expresión no era de irritación, pero era difícil llamarla amistosa. No estaba enfadada; estaba amenazando a 7753 para que aprendiera lo que pudiera. “¿Qué—y—cuánto—sabes—?”

“Su equipo de investigación cree que Ripple y yo somos asesinas enviadas para acabar con los testigos vivos, ya que fuimos enviadas desde otros departamentos. ¿Estoy equivocada?”

Todavía agarrada al cuello del abrigo, Mana guardó silencio. Su actitud era básicamente una afirmación.

“Parece que se ha levantado una barrera alrededor de la ciudad.” “¿Qué pasa con eso? Es para evitar la fuga del criminal.”

“Una barrera antimágica que cubre toda Ciudad B… Un poderoso bloqueo que impide que cualquier persona con elementos mágicos entre o salga. Incluso en forma humana, una chica mágica no puede atravesarla. Lo mismo ocurre con las mascotas.”

“Sí, eso es. Nos han encerrado. ¿Y qué?” Al parecer, Mana quería esperar a ver cómo actuaba 7753. Se lamió los labios con la punta de la lengua.

El leve gesto hizo que 7753 se estremeciera, pero siguió adelante. “Su reacción fue demasiado rápida para haber sido desplegada sólo después de ser notificada su retirada. Levantar una barrera a tan gran escala requiere una cuidadosa preparación tanto de los practicantes como de los catalizadores. Así que, en otras palabras, pensaste que esta barrera podría haber sido preparada de antemano, ¿no es así? Su equipo de inspección especializado fue expulsado, e incluso tuvieron en cuenta su petición de apoyo. Al crear por la fuerza la barrera que prepararon de antemano, el Departamento de Diplomacia ha aislado a Ciudad B del exterior.”

7753 hizo una pausa y se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano.

“La barrera se levantó por iniciativa del Departamento de Diplomacia. Nos encerraron con los criminales. Eso no lo hizo Recursos de Chicas Mágicas. Ni siquiera nosotros sabíamos lo de la barrera, a diferencia del Departamento de Diplomacia, que envió un arma de destrucción masiva y luego levantó una barrera para encerrarnos a todas.”

“No, tú eres igual.” Mana la empujó a un lado, soltando su abrigo y haciendo que 7753 se tambaleara. “Puede parecer que ahora estas en conflicto, pero son villanos de la misma calaña. Todos están intentando utilizar este incidente como herramienta política. Pero no es así como va a ir esto. No dejaré que eso ocurra. Este asesino será tratado, como un asesino. No me importa si es la escoria de la sociedad, pura maldad, o simplemente un gusano, eso no significa que esté bien hacerlo tu juguete. Uno de los míos murió. Ser forzado en tus juegos no vale la pena.” Espetó, con la mirada afilada. No miraba tanto a 7753 como a través de ella.

7753 aspiró una bocanada de aire, llenando su sangre de oxígeno.

“Los he investigado.” Continuó Mana. “Porque quería saber qué clase de gente se metía aquí y cuáles eran sus objetivos… y he descubierto que Ripple, es una de las hijas de Cranberry. Es más, es una superviviente del examen final, donde murió Cranberry… el que dicen que fue el más brutal. Qué risa. ¿Quién lo creería?”

“El trabajo de Ripple es vigilarme. Por eso vino aquí. No la obligaré a hacer nada más que eso. Además, aunque pasó el examen de Cranberry, apenas sobrevivió. Puedes notar su ojo y su brazo, ¿verdad? No es tan fuerte ahora como lo era en su mejor momento. Lo máximo que puede hacer es proteger a una chica mágica no combatiente.”

7753 bajó un poco más el tono de su voz. “Como sabes, la chica mágica que nos ha enviado el Departamento de Diplomacia es Archfiend Pam. Nominalmente, está aquí para apoyarnos, pero es capaz de una destrucción masiva. La llaman el arma final del Departamento de Diplomacia. Es claramente demasiado poder de fuego sólo para ayudarnos con un arresto en esta ciudad. Es muy probable que el Departamento de Diplomacia esté tratando de borrar a esta criminal de la existencia.” Inclinó la cabeza. “Si cooperamos, tal vez podamos arrestar a nuestro culpable antes de que suelten a Archfiend Pam. Ninguna de las dos quiere que el Departamento de Diplomacia haga lo que quiera, y en ese sentido, nuestros objetivos son los mismos. Queremos que nos utilicen. No nos interpondremos en su camino. Por favor, haz uso de nuestras habilidades.”

Con la cabeza todavía inclinada, 7753 se quedó quieta. Oyó a Mana y a Hana discutir algo en voz baja. No podía entender lo que decían, pero podía suponerlo. Probablemente estaban decidiendo si la dejaban ayudar o la alejaban.

7753 lanzó un profundo suspiro. Sentía que el corazón se le iba a salir por la boca.

Todo se había hecho bajo las instrucciones de su jefa. Podía alegar que no sabía nada de todo esto, pero era poco probable que Mana la creyera. Pero era la verdad. 7753 había seguido las órdenes de su jefa en tiempo real para negociar con Mana. Sus instrucciones, hasta las palabras que debía decir, habían sido mostradas a discreción de su jefa. Había recibido instrucciones detalladas para cada gesto, como Bajar el tono de voz aquí o Acercarse hasta estar a medio metro de ella. 7753 había obedecido desesperadamente cada una de ellas, con el corazón palpitando al mismo tiempo.

Eran las gafas de 7753, pero ni siquiera ella sabía que podían hacer eso. ¿Habían añadido esta función? No quería pensar en qué otra cosa habían sido manipuladas.

Al digerir la conversación que acababa de tener, no pudo evitar la sensación de que algo terrible estaba ocurriendo. Se estaba acercando cada vez más al corazón de este problema. Como mínimo, quería salir con vida.