Magdala de Nemure (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: Soledad

Parte 2

En esta tierra, los lugareños llamarían a la gente del Este, Paganos, y eso se consideró como una razón más que suficiente para dudar de ellos.

La razón por la que Fenesis fue aceptada en el monasterio fue probablemente también porque era un caso de aritmética de pérdidas y ganancias para los Caballeros. Sería fácil usarla como herramienta desechable.

Sin embargo, si ese fuera el caso, habría una forma básica para este tema en cuestión. Kusla frunció el ceño y bebió un poco de vino; pudo ver hacia dónde se dirigía esta conversación.

“Entonces, justo cuando finalmente llegué a esa ciudad, parecía que estaba a punto de ser asesinada. En ese momento, no había nadie que me salvara, y pensé que no podría escapar más. Sin embargo…”

“Los Caballeros te salvaron.” “…”

Fenesis se sorprendió un poco.

Sin embargo, rápidamente mostró una sonrisa gentil, porque parecía que podía tratar a Kusla como alguien que la entendía.

Porque ambos eran personas que fueron condenadas al ostracismo por la sociedad. “Sí.”

Fenesis respondió, como una niña que admira a alguien, afirmando su existencia. Y su expresión mostraba claramente que él tenía toda la razón.

“Incluso después de conocer mi herencia maldita, su comportamiento hacia mí nunca cambió. Me trataron como a alguien importante e hicieron todo lo posible para permitirme escapar con seguridad. Nadie más me había querido tanto.” Era prácticamente la descripción de un Caballero puro en una Épica.

Al mismo tiempo, esto era muy diferente de la impresión de los Caballeros que tenía Kusla… Pensó que los Caballeros simplemente veían a Fenesis como un premio de guerra.

Naturalmente, se ocuparían de ella, ya que cuanto más intacto estuviera un hermoso botín, se podría obtener un precio más alto.

“En ese momento, me sentí aceptada por primera vez en la vida.”

Sin embargo, parecía que la comprensión de Fenesis era muy diferente a la realidad. Y, sin embargo, Kusla no tuvo el valor de decirle la verdad.

“Después de eso, me dejaron en un monasterio afiliado a los Caballeros. En ese momento, estaba feliz de llevarme bien con tanta gente agradable, y lo que vi, lo que escuché, fue muy nuevo. Estaba feliz, me divertía…”

Y así, Fenesis bajó la mirada, entregándose a sus propios recuerdos.

Y, en contraste, la expresión de Kusla se volvió vacía, poco a poco, no porque sintiera que Fenesis era inocente por tener un malentendido tan feliz, sino porque entendió lo desafortunada que era ella por no tener nada de eso.

“Sin embargo, la realidad era que me estaban supervisando en todo momento.”

Solo cuando mostró una cara sonriente después de decir eso, se veía renovada y saludable. Pero ¿eso sería más perjudicial para la salud?

“Pero mientras pueda terminar esta misión, tal vez…” “¿Nunca pensaste en huir?”

En el momento en que Kusla preguntó esto, Fenesis mostró una sonrisa trágica.

Su expresión parecía tener la siguiente comprensión: realmente soy una tonta, ¿no es así?

“Al igual que yo no entiendo a los alquimistas, supongo que tú no podrás entenderme. No quiero estar sola, quiero que me reconozcan como una amiga. No tengo ningún otro lugar adonde ir, solo están los Caballeros que me han salvado. Si me expulsan de aquí, realmente estaré sola.”

Fenesis dijo en voz baja, y sus manos, que sostenían la vasija de madera, se estremecieron, provocando que un poco de vino se derramara. Su cara estaba roja por la borrachera, y sus ojos parecían un poco desenfocados cuando levantó la cara.

Parecía que solo podía decir esto porque estaba borracha.

Kusla se llevó el vino que tenía en las manos y lo vertió en el camino. Vio que ella parecía un poco aturdida, al borde de las lágrimas.

“Lo siento, pregunte demasiado.” Una vez que Kusla dijo eso, parecía que su mirada estaba borrosa mientras fruncía el ceño. “No debería haber preguntado sobre algo que no se puede resolver.”

“…”

Fenesis miró a Kusla con expresión un poco desdichada.

“¿Así que incluso un alquimista, que puede convertir el plomo en oro, no puede hacer nada?”

Quizás en el fondo, quería aprender de los Alquimistas, conocedores de los asuntos mundanos, y encontrar una manera de escapar de su propia situación.

Fenesis sabía cuánto peligro había en el taller de un alquimista, pero se atrevió a correr el riesgo. Probablemente lo hizo solo por el atisbo de expectativas.

Sin embargo, esa expectativa era la de una niña que no sabía nada del mundo.

“Convertir el plomo en oro es solo una leyenda. De hecho, hay algo de composición de oro en el propio plomo.”

Kusla y el resto de los Alquimistas siempre tomaban sus decisiones con cautela antes de hacer cualquier cosa, y se demoraban en ello, arreglando las cosas en el proceso.

Una vez que hubieran llegado a sus conclusiones, continuarían trabajando. En el momento en que fallaron en hacer esto, significaba que sus corazones como Alquimistas habrían cesado; perderían su libertad para dirigirse a la tierra de Magdala y morirían.

No había oro que existiera en este mundo, solo la tierra de Magdala. “Bien, volvamos al taller. Todavía hay algo de diversión ahí fuera.”

Kusla le dio una palmada a Fenesis en el hombro y se levantó casualmente como si nunca hubieran hablado de un tema tan diferente. Sin embargo, esta última miró a Kusla, aparentemente mirando a un espectador de sangre fría por dejarla así.

Sin embargo, rápidamente bajó la cabeza y se puso en pie. Cada traición, cada daño que se le hizo, cada asesinato, aún no la habían detenido para ir de pueblo en pueblo. La verdadera desgracia para ella sería la pureza que no se desvanecería en ella, incluso después de los innumerables actos horribles por los que pasó, que no fue capaz de convertirse en una serpiente astuta.

“Así que convertir el plomo en oro es solo una leyenda, ¿eh?”

“Correcto, pero cada Alquimista conoce el principio detrás de esto, así que eso no puede ser considerado una leyenda, sino una ‘mentira’.”

Fenesis se balanceaba de un lado a otro, probablemente debido a que estaba borracha. Kusla se sintió desconcertado por esto y le dio una mano, que procedió a agarrar.

Era difícil imaginar, dada su personalidad aterradora e indudable, que tuviera una historia tan pasada de ser sospechada y condenada al ostracismo por otros.

Sabía que eso era lo que quería decir a pesar de no saber cómo engatusar a los demás, pero sólo podía contemplar impotente cómo se turbaba, ya que su inseguridad, su desasosiego y el futuro desconocido la aplastaban por completo en ese momento.

Pero a veces, esas personas eran las únicas que afirmaban cruelmente la fría verdad. “… Sabes que solo te estás mintiendo a ti misma, ¿verdad?”

Kusla sostuvo el pequeño cuerpo de Fenesis, ardiendo levemente en sus brazos, y caminó por el camino que conducía al taller. Sintió que había una frágil sensación en este cuerpo blando, que se rompería si intentaba aplicarle presión.

Si le dijera a Fenesis solo una línea sobre los registros que Thomas dejó, ella podría terminar su misión de manera segura.

¿Cambiarían los Caballeros su visión de ella? Pensó que lo harían.

Los Caballeros eran una organización práctica que recompensaba a las personas en función de sus contribuciones; recompensarían a cualquier persona útil para ellos, incluso si era un Alquimista. Este era el hechizo que tenía Kusla, que convertiría la fuente de plomo en la que se iba a ahogar Fenesis, en un trono de oro.

Pero no dijo nada, porque los resultados serían obvios si se sopesaran los resultados de los registros metalúrgicos de Thomas con los asuntos de Fenesis. No importa qué tan joven fuera, cuánto quisiera protegerla, no había forma de que pesara más que los registros metalúrgicos en la balanza.

Ya sea racional o emocionalmente.

Fenesis, que tenía ayuda, definitivamente se lanzaría a sus brazos para eliminar la soledad que sentía hasta ese momento, y no sería difícil ganarse el afecto de ella.

Además, ella no era una dama vil, y aunque reaccionaría si hubiera bromas infantiles, definitivamente lo aceptaría como un Alquimista si era honesto con ella. A esta edad, la mayoría de la gente no podría vivir por mucho tiempo y parecía que la edad no sería un problema importante.

Si era posible, Kusla quería salvarla y mantenerla con él.

Sin embargo, en el momento en que pensara en esto, recordaría haber visto a los Caballeros corriendo alrededor, buscando el cuerpo de Friche. En ese momento, pudo ver su clavícula desde más allá de esos salvajes perfiles traseros. Los huesos de los humanos eran blancos, pero los huesos de Friche parecían más blancos que otros.

En ese momento, no sintió tristeza ni enojo. “Si los huesos humanos tienen un color tan único,

¿habrá un resultado diferente si los uso para reemplazar los huesos de los perros?” Ese era el único pensamiento que tenía en mente.

Una vez que se dio cuenta de esto, realmente sintió que era un lunático por dentro y, sin embargo, orgulloso de sí mismo, aliviado de ser un Alquimista de primer nivel. A partir de ese momento, pudo demostrar que no importaba cuándo fuera, incluso si su amante fue asesinada frente a sus ojos, podía seguir pensando en la metalurgia, e incluso jurar por Dios sobre ello.

Por lo tanto, nunca pensó en ayudar a Fenesis. Incluso se prohibió a sí mismo hacerlo.

Si esto seguía así, estaba convencido de que le haría algo a Fenesis en algún momento aleatorio. Aunque a Wayland le gusta cortejar a las damas, mató al abad del monasterio para salvar a las Hermanas; sin embargo, Kusla simplemente pondría los huesos de un Santo en el fuego por su propio bien.

Nunca pensó en nadie como importante, que todos eran materiales para la metalurgia, herramientas que se iban a utilizar.

Simplemente un trampolín hacia la Tierra de Magdala, ya sea de día o de noche.

Su maestro inhumano fue el que observó su comportamiento y le dio el nombre de Kusla.

… Realmente eres una encarnación viviente, el tipo de persona de alto interés que se combina con el tic-tac despiadado del reloj, que chupa la sangre de aquellos que ya están endeudados… pero ese es el camino correcto para ser un Alquimista.

A la hora de decidir quién iba a ser amigo o enemigo de Fenesis, Kusla creó una mentira exagerada y atroz para rebajar su opinión sobre Wayland y que estuviese más cerca de él. Sin embargo, mientras que Fenesis había confiado en él debido a su miedo a Wayland, Kusla era el hereje que arrancaría un feto de una madre embarazada para experimentar sin remordimientos.

Convertir el plomo en oro y el oro en plomo.

Era un hecho que las cosas cambian instantáneamente en el mundo. Para que las personas no se desvíen del camino, necesitan una forma de confianza; al igual que Fenesis eligió vivir con los Caballeros para aliviar su soledad, Kusla estaba obsesionado con la Tierra de Magdala. Ambos eran similares en esos aspectos, pero no importa cuánto quisiera extender su mano para salvar a otros, no había forma de que pudiera hacerlo él mismo.

Porque él era, más que cualquier otro, el que necesitaba salvación. Entonces, ¿cómo tendría la fuerza para ayudar a los demás?

Para cuando ambos regresaron al taller, Fenesis había caído completamente inconsciente. Kusla la acunó en la cama y la cubrió con una manta. Todavía tenía una expresión amarga en su rostro, y no parecía deberse solo al licor.

Sintió que ella tenía una bonita cara dormida, y en esa nota, la encontró linda.

Sin embargo, Friche no era inferior a ella en este aspecto. Así que no había ninguna razón para darle a Fenesis un tratamiento especial.

Era lo mismo que encontrarse con un gatito herido en la carretera. No era práctico cuidarlo, aunque pudiera hacerlo.

Kusla acarició a Fenesis en la mejilla, regresó a la sala de estar y vio a Wayland sentado en una silla, con las rodillas dobladas mientras miraba un trozo de papel.

“¿Sabes lo que me interesa de ti, Kusla~?” “¿Eh?”

“Nunca hay un momento aburrido para ti~.”

Miró hacia atrás y sonrió, mostrando una sonrisa que definitivamente no era de amistad. Pero una sonrisa que fue aparentemente en respuesta a ver un mineral interesante. “Interés significa valor de uso.”

“Y el valor de uso quiere decir que hay un significado para la existencia~.”

Wayland miró los duplicados que no eran diferentes a los pergaminos en las manos de Post y sonrió al concluir. Kusla tenía la misma opinión que él.

“¿Puedes controlarla~?” “Lo haré.”

“¿En serio? No importa los problemas que tenga la joven, el bueno de Kusla no la tratará como a una humana~.”

Los ojos de Wayland lanzaban una mirada de admiración.

Una vez hubo un clérigo que dijo que los seres humanos serían aplastados por los engranajes, que todo en este mundo se puede explicar a través de la ética y los engranajes.

“Los seres humanos también están hechos de todo tipo de materiales, como una complicada carreta acuática.”

“Una vez vi un reloj mecánico en un taller del sur. Esa cosa…” Dijo Wayland. “Era como Interés.”

El Alquimista con ese nombre de pila se encogió de hombros y miró el trozo de papel con la tinta sin secar.

“Démonos prisa y publiquemos los resultados. No quiero que otros se enteren.” “¿No es así~? ¿No sería una lástima abandonar el milagro escrito en este registro?” “Sí. Será una linda despedida de nuestro predecesor Thomas.”

Al escuchar a Kusla decir esto, Wayland levantó la cabeza y sonrió. Sin embargo, Kusla entendió la razón de eso.

Y no se sintió disgustado por la actitud de este último.

“El teólogo, San Rizlo dijo una vez que los pecadores están sufriendo no porque no tengan nada de humanidad en ellos, sino que…”

“Todavía les queda un rastro de humanidad.”

Wayland parecía haber encontrado una forma muy interesante de jugar con un juguete, ya que sus ojos eran deslumbrantes.

La expresión amarga de Kusla pareció deleitarlo.

La razón por la que Wayland salvó a las Hermanas fue probablemente porque quería verlas sufrir en su lucha entre su fe y su lujuria.

“Eres un imbécil cabeza de hierro.”

“Robusto, hermoso, pero apenas usado pelear.” Wayland se levantó de la silla y estiró la espalda.

Este no era un taller de trabajadores, donde se les dijo a los discípulos que permanecieran despiertos y en vigilia.

Wayland no mostró ningún signo de fatiga e incluso parecía emocionado.

“Es necesario añadir algunas impurezas, ya sea para forjar espadas con hierro o convertirlas en hachas. Entonces, si hay una impureza dentro de ti, Kusla, ¿en qué te convertirás?

“Si eso sucede, te dejaré que cortarme para que hagas pruebas.”

“Hoho, ¿no será interesante~?” Dijo Wayland mientras tomaba los duplicados y bajaba las escaleras.

Kusla, que se había quedado solo, suspiró y descendió tras él.

***

Fenesis se despertó por la tarde.

Su cuerpo todavía estaba un poco tembloroso y apenas hablaba, probablemente debido a lo que sucedió antes.

Había papilla de cereales y queso para el almuerzo, pero ella se retorcía mientras comía.

Kusla no se molestó demasiado con ella, simplemente continuó con su trabajo. Naturalmente, incluyó la recuperación de los contenidos de la investigación metalúrgica.

No ocultaron su trabajo a Fenesis, porque ella y el resto no se habían dado cuenta de que lo que perseguían estaba oculto en los registros metalúrgicos de Thomas.

Si el lado de Fenesis hubiera sabido que la información que querían estaba dentro de los registros metalúrgicos de Thomas, no habría ninguna razón por la que no hubieran hecho algo ya. Sin embargo, antes de eso, el grupo de Kusla esperaba robar este secreto antes de comprender la importancia del mismo.

En otras palabras, el grupo de Fenesis no sabía qué información ocultaba Thomas.

Tenían que comprender los registros metalúrgicos de Thomas, que le habían dejado a Post antes de que Fenesis y el resto pudieran hacerlo.

Una vez que memorizaran todo, tendrían que quemarlo hasta convertirlo en cenizas a toda costa y no dejar ninguna evidencia.

Sin interponerse en el camino de Post, mantendrían el logro de Thomas y darían un gran paso más cerca de Magdala.

Pero había algunas preocupaciones. Después de escuchar las palabras de Fenesis, Kusla pensó que se sentiría culpable por haber ocultado la verdad, pero en realidad no fue así. No sintió nada ni siquiera cuando se enfrentó a Fenesis, que estaba sentada ociosamente en la mesa.

Esto hizo que se sintiera realizado e irónico por dentro.

Como había llegado hasta aquí, debería poder continuar a partir de ahora.

“Erm.” Justo cuando estaba reflexionando sobre esto, la voz de Fenesis sonó de repente. Miró hacia atrás y vio a Fenesis tirando de su túnica con una mirada amarga en su rostro. “Lo siento…”

Kusla miró a Fenesis, quitó las pesas de la báscula y dijo: “No pensé que te emborracharías.” “¡!”

Ella jadeó.

Kusla volvió a girar la cabeza a un lado, y esta vez, ella parecía lista para llorar mientras mostraba una expresión de dolor.

“Lo has estado soportando de muchas maneras, ¿verdad? Todo debe haber sido tan difícil para ti.”

“…”

“Bueno, la próxima vez en lugar de volver a beber vino y vomitar aquí y allá… te aconsejaré que no vuelvas a beber y que cambies tu estilo de vida actual.”

Reemplazó las pesas y colocó un mineral dorado opaco en la otra placa de la balanza. “Pero en este mundo, es difícil empezar de nuevo.”

Kusla volvió la cabeza hacia atrás por tercera vez y descubrió que Fenesis había bajado la cabeza.

Era realmente vergonzoso para una supervisora emborracharse frente a los que se suponía que debía vigilar, e incluso hablar descaradamente sobre su pasado. No creía que ella estuviera actuando en ese momento, pero no importaba incluso si lo hubiera estado intentando engañar.

“No te preocupes, no le diré nada de eso a mí superior.”

Al escuchar a Kusla burlarse de ella, Fenesis chasqueó la lengua mientras permanecía enraizada.

Para un clérigo normal, esto debe haber sido una forma terrible de tortura. Ella, que estaba cuidando a alguien para determinar si esa persona había hecho algo vil, terminó teniendo a esa persona cerca de su propio fracaso. En este sentido, ella seguía siendo un clérigo normal. Se estremeció, pero, para empezar, la culpa la tenía ella.

“Bueno, no creo que eso sea algo completamente malo.” “¿…?”

Fenesis, que estaba casi aplastada por el autodesprecio, miró a Kusla con ojos apagados.

Kusla asintió levemente y dijo: “No odio el aspecto de ver sufrir a una doncella. Ahora mi visión de ti ha mejorado.”

“…”

Fenesis no sabía qué decir, ni siquiera qué expresión mostrar, ya que estaba completamente perdida.

Al final, ella fue incapaz de controlar sus impulsos, y sus labios se convirtieron en una sonrisa cuando dijo, no dispuesta a admitir la derrota: “Y-Yo dije que nunca más te volvería a creer.”

“Bueno, de igual forma solo soy un mentiroso. Solo sé mentir.” “Ya que eres consciente de ello, ¿por qué mientes todo el tiempo?” “Eso es interesante.”

“¿Qué es?”

“Dije que soy un mentiroso, pero ¿por qué crees en mi afirmación de que soy un mentiroso?” Al escuchar las palabras de Kusla, Fenesis se quedó atónita.

“¿Eh?”

Soy un mentiroso, así que solo sé mentir. Pero si esta línea era lógica, ¿no significaría que el mentiroso Kusla dijo una verdad? Sin embargo, si esta línea fuera una mentira, Kusla no sería un mentiroso.

Fenesis dejó escapar un vago gemido: “Ahh… um…”, e inclinó la cabeza con una mirada graciosa y aprensiva en su rostro. Kusla se rió entre dientes al ver esto, y en este momento, se dio cuenta de que volvió a ser engañada. Con el rostro sonrojado, se levantó de la silla.

“¿Q-Qué acabas de hacer? ¿Qué está pasando aquí?”

“Convertir el plomo en oro y el oro en plomo; convertir las mentiras en verdades y las verdades en mentiras.”

“Uu…”

Fenesis volvió a dejar escapar un gemido y Kusla quitó los trozos de pirita de la balanza y dijo:

“¿Qué        ocurre?” “ ¿Sobre qué?”

Después de una larga pausa, Fenesis levantó los ojos hacia Kusla y preguntó esto. “¿Sigues preocupada por tu fracaso?”

“…”

Ella permaneció enraizada, luciendo como un gato despertado por algo que le pincha la nariz. “Los problemas humanos son en su mayoría de un tipo. Pienses lo que pienses, es normal.”

Fenesis volvió a mostrar una expresión desafiante, pero más que eso, odiaba que Kusla la regañara por esa razón.

“Pero hablando de eso.”

Kusla siguió hablando y, aunque Fenesis se echó hacia atrás por alguna razón, continuó con su explicación.

“Un problema que deja una profunda impresión sigue siendo un problema, y duele sentir que no tienes un solo amigo.”

“… ¿Eh?”

“Cuando te hayas cansado de este mundo de oración, puedes venir a nuestro lado. Has tenido algunas experiencias agradables, ¿verdad?”

Mostró una cara sonriente a Fenesis, aunque obviamente fue forzada. Fenesis no sabía si era mentira o verdad.

Pero no importaba en este momento.

Después de una pequeña vacilación, pareció sorprenderse de sí misma cuando dijo:

“Aunque sé que es una mentira… es inútil tratarme con amabilidad.” Kusla no quiso considerar si era mentira.

No había nada cierto en este mundo.

Pero, aun así, la única afirmación que le quedaba era la Tierra de Magdala.

Cuando los minerales de latón y pirita se colocan uno al lado del otro, es prácticamente imposible diferenciarlos.

Puede ser más difícil cuando se compara el oro con ellos.

Pero una vez procesados, ambos mostrarían grandes diferencias.

La pirita sería mucho más difícil de procesar en comparación con el latón.

Una vez que sonó la campana que indicaba el anochecer, el mensajero que traía a Fenesis al taller llegaría puntualmente, y Fenesis se veía un poco mejor al irse.

Después de despedir a Fenesis, Kusla y Wayland comenzaron a discutir con seriedad.

“Parece que tenemos que hacer esto por la noche, ¿eh~?” Pero, aun así, lo que sabían era bastante similar.

Y pronto llegaron a una conclusión.

“¿Así que jugar con el respiradero no funcionará?”

“Pensé que podríamos dirigir todos los humos hacia la rueda hidráulica, pero pensándolo bien, cambiará drásticamente las condiciones dentro del horno debido a un escape deficiente.”

“Pero es imposible ocultar el hedor a azufre…”

“Entonces solo podemos trabajar de noche y terminar antes de que la gente se despierte. Esa niña cuida durante el día.” Después de todo, tenían que trabajar de noche.

Pero había un problema.

El mineral de pirita se descompondría principalmente en hierro, pero se necesitaría bastante para refinarlo y convertirlo en metal. Durante ese tiempo, tuvieron que eliminar las impurezas, ajustar la temperatura del horno con alguien que supervisara todo el tiempo.

Una persona solo podía permanecer despierta durante las noches durante un máximo de 2, 3 días.

Durante el día, tenían que hacer su trabajo diario para desviar la dirección, y aunque funcionaría con Fenesis, no podían hacer que Post sospechara. Post era alguien que realmente estaba sacando la cabeza por un Alquimista, y sellaría cualquier forma de conocimiento que pudiera hacer que como resultado alguien lo ahorcara. Por supuesto, esa fue una motivación suficiente para que el grupo de Kusla no dejara que esto se supiera, y sería malo para ellos si se sospechaba.

Sin embargo, tomaría demasiado de su tiempo de trabajo limpiar el horno, las rejillas de ventilación y el equipo después de cada trabajo.

“Parece que nos quedan dos opciones, ¿eh~?”

“¿O intentamos el plan… o simplemente lo trabajamos durante el día?” Kusla miró a un lado, pero Wayland no lo miró a los ojos mientras él asentía.

“Si lo hacemos durante el día, más o menos podemos terminarlo todo en dos días~… creo.” “Pero habrá gente mirándolo u oliéndolo.”

Había muchas formas de engañar a Fenesis, pero el problema era que una vez que se desarrollaba el hedor a azufre, no había duda de que llegaría a los oídos de Post como rumores. En esa situación, se daría a conocer su intención de continuar investigando los registros metalúrgicos de Thomas.

“Bueno, parece que solo podemos hacerlo de noche~.”

Dijo Wayland mientras le daba un mordisco a un poco de pan de avena para la cena. Parecía que era porque el pan era abundante y barato, por lo que le gustaba esta comida, aunque era dura como una piedra.

“Parece que tenemos que organizar el orden de nuestra investigación y establecer un horario. Será en vano si no podemos terminar de calentar antes del amanecer.”

“Sí.”

Wayland asintió y Kusla utilizó un trozo de papel, en lugar de un trozo de pergamino, para anotar los pasos necesarios. Los registros de Thomas eran inquietantemente precisos, y ambos anotaron la cantidad de tiempo requerida con mucha facilidad.

Sin embargo, refinar el hierro no fue un proceso simple como parecía. Cuanto más tiempo siguieran trabajando, aumentarían las posibilidades de que se revelaran sus intenciones, pero los resultados serían demasiado ambiguos si se ponían demasiado ansiosos.

Kusla miró fijamente su horario, esperando idear un plan que incorpore esas consideraciones. Mientras observaba los procesos que Kusla había escrito, Wayland dijo de repente:

“Esto seguro que trae recuerdos.” “¿Ah?”

“Recuerdo esa vez cuando planeamos envenenar a ese maldito maestro~.” Kusla miró a Wayland e hizo una mueca.

“Pero al final estamos atrapados. Tenemos mala suerte.”

“No, no, creo que ese fue el momento en que aprendimos sobre el concepto de no alcanzar el éxito, ¿verdad~?”

“Qué optimista de tu parte.”

“Me gustaría decir que estamos haciendo un uso activo de la experiencia pasada.”

Kusla se encogió de hombros. “Piénsalo, o de lo contrario vamos a tener una repetición de eso.” Pero en el momento en que dijo eso, ambos enderezaron el cuello al unísono, como pájaros en las colinas y los valles.

“¿Hm?”

Kusla miró a Wayland, quien a su vez miró al techo. Hubo un ligero golpeteo desde el techo.

¿Fue un pájaro? ¿Una rata?

Justo cuando se estaban preguntando, se escuchó el sonido de un golpe de madera. “Arriba… ¿no es esa la puerta~?”

“¿Un invitado? ¿A esta hora?”

La ciudad ya había cerrado hace mucho tiempo, y en este momento, sería difícil imaginar a muchas personas moviéndose afuera durante la oscuridad.

Pero luego escucharon claramente que llamaban a la puerta. “Iré.”

Kusla se levantó y miró a Wayland, quien luego también procedió a levantarse. Apagó la luz, dobló la espalda y caminó hacia la rueda hidráulica.

Thomas fue asesinado en esta ciudad, y Post les había dicho esto a los dos: Que debían protegerse con el asesinato y el veneno.

Sostuvo la espada corta en su cintura mientras subía las escaleras lentamente. Los golpes en la puerta se hicieron más fuertes e irregulares a intervalos.

“¿?”

¿Por qué hay un asesino tan excéntrico? Kusla se preguntó, y al mismo tiempo, cesaron los golpes. Debido al inesperado silencio, contuvo la respiración.

Pero inesperadamente, en el momento siguiente, se escuchó un ruido en la puerta. “A… chu…”

Si ese era un asesino, ciertamente su actuación era impresionante. Sin embargo, Kusla soltó la mano en la empuñadura de la espada corta, dio grandes pasos hacia la puerta, abrió la puerta desde el interior y abrió la puerta hacia afuera. Luego de todo eso, encontró a Fenesis sentada en la puerta, con la espalda apoyada contra la pared, fija en una posición extraña.

“¿Olvidaste algo?”

Aunque preguntó esto, Fenesis no parecía haber regresado para recuperar algo, ya que tenía equipaje consigo.

“Erm, bueno…”

Una joven estaba parada frente a una casa, sosteniendo un equipaje bajo el velo de la noche.

Independientemente de la aparente intención de Fenesis para ir al taller, no había forma de que Kusla pudiera obligarla a regresar.

Una vez que se cerró la puerta, Fenesis se sentó en la silla y dijo:

“Todavía no he encontrado nada, por lo que ustedes podrían estar haciendo algo inmoral por la noche… así que…”

“¿Es por eso que has venido?”

“… Sí.”

Al ver que Kusla soltaba un suspiro, Fenesis parecía bastante insegura. Hubo algunas razones involucradas para este suspiro.

Sin embargo, la mayor razón por la que Fenesis, por orden de su superior, llegó a un taller en el que sólo trabajaban adultos varones fue por orden de éste. En una ocasión le había dicho claramente que no se fiara de su superior y que huyera de las tareas que se le encomendaban si no le gustaban, pero podría decirse que seguía queriendo obtener reconocimiento.

Como resultado esto solo la hizo parecer más tonta. “No sabes lo que te puede pasar.”

“¡…!”

Fenesis jadeó y, después de una pausa, miró a Kusla con los ojos vueltos hacia arriba y dijo: “Tal vez… se puede confiar en ti…”

“Entonces, ¿es lo único para lo que puedes confiar en nosotros…?”

Kusla esbozó una sonrisa irónica, pero, de hecho, Fenesis prácticamente nunca dudó de lo que había dicho Kusla. Era una chica tan ingenua que inadvertidamente confiaba en otra persona, aunque quisiera desconfiar.

Y Kusla se sintió furioso porque, si bien no tenía motivos ocultos para ella, este juguete hecho para disfrutarlo podría haber sido manipulado por otra persona. “Por otra parte, si echo, no tienes ningún otro lugar adonde ir, ¿verdad?” Fenesis bajó la cabeza y asintió. Si volvía a la residencia de su superior, lo único que le esperaba era un castigo y no tenía consentimiento en la ciudad.

Kusla volvió a dejar escapar un suspiro y gritó hacia abajo. “¡WAYLAND!”

“¡¿Qué?!” La respuesta se pudo escuchar de inmediato.

Kusla dijo. “¡Tenemos una doncella inocente quedándose con nosotros! ¡Quédate abajo en todo momento!”

Hubo una larga pausa después de las palabras de Kusla, “¡eso es cruel~!”, y luego, estas palabras fueron escuchadas.

Pero eso tampoco fue una broma. Wayland tenía la costumbre de amar a quien le gustaba. Se podría decir que su mano sin darse cuenta se estiraría y haría algo.

Al pensar en esto, Kusla se sintió inesperadamente preocupado por alguna razón.

Esto era más o menos un deseo extraño de protegerla surgiendo dentro de él, y sin embargo también como una forma de poseerla.

Sin darse cuenta, se sintió conmocionado por cómo estaba en este punto.

“Ahora al menos puedes relajarte. Como mínimo no tendrás a dos grandes hombres atacándote por la noche.”

Parecía que no había necesidad de amenazarla, porque una vez que esas palabras fueron lanzadas hacia ella, sus ojos se abrieron como platos.

Ella ya estaba preparada mentalmente para cualquier cosa mala que pudiera suceder.

Ella vino a este taller por una orden, aparentemente tratando de complacer a su superior. O tal vez estaba tratando de ganarse el reconocimiento del grupo de Kusla y vivir como su amiga.

“Eres tan idiota como nosotros.”

En respuesta a las palabras de Kusla, Fenesis simplemente bajó la cabeza y no respondió.