Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 6

Capitulo 5: El Caballero Leal

“Entonces, ¿cuándo puedo irme?”

“Cuando aceptes unirte al grupo de Su Alteza, por supuesto.”

En ese momento, Sofie y yo nos habíamos trasladado a la habitación de al lado. (Al parecer, la princesa había alquilado todo el piso). Me había atado fuertemente los brazos y las piernas, y ahora me vigilaba.

“Supongo que entonces nunca saldré.”

Afortunadamente, no parecían tener planes de hacerme daño por el momento. Me había preguntado con nerviosismo cómo iba a soportar que me torturaran, pero parecía que ese tipo de coacción estaba descartada. Querían que me uniera al grupo de la princesa por mi propia voluntad… a pesar de todo lo de estar atado.

“Si no quieres morir en esas cuerdas, obedecerás a Su Alteza. ¿Entendido?”

Sofie me supervisaba bajo las órdenes de Leyfa, y tenía toda la intención de hacerlo hasta que cediera. Era una muestra de lealtad impresionante. Tuve que preguntarme por qué estaba tan dedicada a una princesa como ella.

“No intentes hacer nada raro. Te atravesaré sin dudarlo si intentas escapar.” Me regañó aunque sólo estaba cambiando de peso.

El sacerdote de la guerra me había curado la pierna después de que ella me apuñalara antes, pero el dolor aún estaba fresco en mi mente. Aunque supiera que no iba a matarme, era de naturaleza humana tener miedo.

“Sólo me estaba acomodando. No voy a tratar de correr.”

“No te creo. Sé que puedes usar Desmantelamiento de Trampas. No sería tan difícil para ti librarte de estas ataduras.” Insistió, apuntando su estoque hacia mí con un brillo en los ojos.

Al parecer, Sofie tenía una habilidad llamada Valoración Suprema, que era la forma en que sabía exactamente qué habilidades y artes tenía a mi disposición. Fue un verdadero dolor. Toda mi mano se había revelado, y yo estaba atado. Mientras tanto, Sofie era tan competente como un explorador de mazmorras de primer nivel. Aunque me había pillado con la guardia baja, me había abrumado en un instante. No tenía ninguna esperanza realista de escapar.

¿Quién iba a pensar que me encontraría con mi rival en una habitación de hotel y no en la mazmorra?

“No me resistiré, lo juro. No me gusta el dolor.” Le aseguré. “Entonces ceda el paso a Su Alteza.”

“Te he dicho que no puedo hacer eso. No me rendiré digas lo que digas.” Escupí mientras miraba fijamente la hoja de Sofie. Amenazarme no tenía sentido; esto era algo en lo que no me echaría atrás. Mis amigos creían en mí y me habían seguido hasta aquí. Nunca los abandonaría. “¿Ni siquiera vas a considerar mi contraoferta? Los Arrivers tienen actualmente un puesto libre, así que podemos añadir a Su Alteza si es lo suficientemente fuerte.”

“Como dije antes, tampoco podemos hacer eso.” La luz de la ventana se reflejó en la espada de Sofie. “La Princesa Leyfa tiene que conquistar la mazmorra por sí misma; cualquier otra cosa no es real. Si se une a los Arrivers, la gente dirá que un grupo de alto nivel la ayudó en todo. Por eso Su Alteza debe formar y liderar su propio grupo.”

Ninguno de los dos estaba dispuesto a dar marcha atrás en esto. Era una situación difícil. Leyfa tenía que completar la mazmorra con un grupo que ella misma había formado, y yo quería completar la mazmorra con los Arrivers pasase lo que pasase. Nuestros objetivos eran mutuamente incompatibles. No había ningún compromiso, pero ambos nos negábamos a ceder.

“Hahh…” Suspiré con fuerza.

En otras palabras, esto era una batalla de desgaste entre Leyfa y yo. Nunca resistiría si me agotara ahora. Necesitaba conservar mi energía y fuerza para el momento adecuado. Así que, para cambiar de ritmo, decidí charlar un poco con Sofie.

“Dime, ¿por qué eres tan devota a la princesa? ¿Cuánto te paga ella? ¿O te está amenazando?”

“No. Le juré lealtad por mi propia voluntad.” “No me parece del tipo que inspira lealtad…”

“¿Te estás burlando de Su Alteza?” Preguntó Sofie, acercándose un paso con su estoque preparado.

Vaya, ¿por qué tan seria? Tomarte las cosas con un poco de gracia no te va a matar…

“¡No lo hago! Por favor, deja tu espada.”

“Entonces deja de parlotear. No quiero escuchar otra palabra a menos que estés de acuerdo en obedecer a Su Alteza.”

“Aww, no seas así. Sólo quiero saber por qué has decidido seguirla. Tu razonamiento podría ayudar a convencerme de unirme a su grupo.”

“Supongo que tiene sentido…” Allí, Sofie se llevó una mano a la barbilla. “Bien. Te lo explicaré.”

Luego fue a sentarse en una silla cercana, pero la forma cautelosa en que mantenía una mano en su estoque me decía que seguía en guardia.

“Vengo de una casa noble.” Comenzó. “Pero mi madre y mi padre murieron y me dejaron sola. Mi padre hizo algunas cosas malas cuando estaba vivo, por lo que fue despojado de su estatus. La gente empezó a hablar de mí también después de lo ocurrido. Y mientras todos me despreciaban, sólo Su Alteza me tendió una mano.”

“Así que tiene un lado sorprendentemente amable, ¿eh?”

“No lo creo. La Princesa Leyfa sólo actúa en su propio interés. Como alguien cercano a ella, lo entiendo mejor que nadie. Lo más probable es que Su Alteza viera alguna utilidad en mí y quisiera que estuviera en deuda con ella. Eso es todo.”

Sí, esa explicación tenía mucho más sentido. No hacía mucho que conocía a Leyfa, así que no podía decirlo con absoluta certeza, pero sí que me parecía carente de virtudes.

“Aun así, eso fue más que suficiente para mí. Así que me propongo servirla, aunque tenga que hacer el papel de peón. Así es como he elegido pagar mi deuda.” Sofie me miró a los ojos y continuó: “Seguiré a la Princesa Leyfa sin importar lo que la sociedad piense de ella. Aunque sus métodos sean despiadados, siempre la apoyaré. Eso es lo que he jurado.” Ajustó la empuñadura de su estoque. “Haría cualquier cosa por Su Alteza, incluso torturarte. Así que deberías ceder y unirte a nosotros ya. Acabarás en el grupo de una forma u otra, así que ¿no crees que la vía menos dolorosa sería la más inteligente?”

Su tono de voz llano hablaba de su determinación. Ella realmente seguiría cualquier orden dada. Supongo que los subordinados de Leyfa eran tan anormales como ella…

Esto apesta. No tenía intención de ceder a la tortura, pero los muertos no pueden ir a explorar mazmorras. Si los hacía enojar lo suficiente como para matarme, nunca podría enfrentarme a Force y a los demás. Sólo tenía que conseguir que Sofie bajara un poco la guardia… De momento esa era mi única opción.

Ya habían pasado tres horas desde que me ataron. Intenté mover un poco las extremidades para que la sangre fluyera, pero eso solo me valió una mirada de Sofie.

“Te dije que no te movieras.”

“Lo sé, pero es incómodo. ¿Puedes aflojar un poco estas cuerdas?” “Si hiciera eso, huirías.”

Incluso después de todo este tiempo, Sofie se negó a ceder. Intenté distraerla con una conversación, pero estaba muy callada. Se dejaba llevar por su lealtad, lo que significaba que era imposible de sacudir.

“¿Tengo que darte una lección para que lo entiendas?” Gruñó, ahora irritada por nuestro pequeño estancamiento. Como no estaba haciendo lo que me decía, estaba claro que pensaba pasar a métodos más agresivos.

“Pero Su Alteza te dijo que te abstuvieras de la violencia, ¿verdad?” No buscaba el dolor, así que estaba ansioso por detenerla.

“Siempre que fuese posible. Nunca dijo que no pudiera ser un poco dura. No te equivoques. Mi prioridad es conseguir que aceptes unirte al grupo.”

“Pero si me dejas atado, puede que me rinda. No hay necesidad de impacientarse y recurrir a la violencia.”

“Ya has dicho que te niegas a unirte a nosotros, y dejarte así no cambiará nada. Así que no estaría de más intentar otro método.”

Sofie parecía estar en su punto más álgido. Alargar esto por más tiempo sería difícil. Pero justo cuando me preparé para lo peor… sonó el timbre.

“Deberías ver quien es.”

“Lo sé. Podría ser la princesa.”

Así, Sofie no me quitó un ojo de encima mientras se dirigía a la puerta. Parecía que no iba a confiar en mí ni siquiera un segundo.

“¿Su Alteza?” Preguntó, abriendo la puerta para revelar una figura inesperada.

“Profesor Note, ¿está usted aquí…? Oh, ¿una chica? Oops, ¿estaban ustedes dos en medio de algo?” Llegó una voz despreocupada que estaba muy fuera de lugar dado el ambiente.

Lo reconocería en cualquier lugar: era sin duda el prodigioso mago de los Labyrinth Knights, Courie Louison.

“Solo en una habitación de hotel con una chica, ¿eh? ¡Así que realmente lo tienes, profesor! Estás atado y todo. ¿Qué es esto, BDSM? ¡Seguro que tienes unos gustos muy duros! Ni siquiera yo he incursionado en eso todavía.”

Y él había malinterpretado gravemente la habitación. Esto no era algo de sexo. Era un prisionero literal.

“¿Note está metido en el BDSM? ¿De verdad?” Dijo otra voz que reconocí, la de Roslia, la paladín de mi grupo, que asomó la cabeza por la puerta con las cejas fruncidas. “No puedo creerlo… No es de extrañar que nunca hayas respondido a ninguno de mis avances.”

¡Vamos, dame un poco de crédito! ¡Esto no es lo que me gusta!

Tenía muchas preguntas. ¿Qué hacían los dos juntos? Además, ¿cómo me habían encontrado? Pero lo primero es lo primero… Tenía que aclarar este malentendido.

“¡Lo has entendido todo mal! ¡Esta mujer y la Princesa Leyfa me secuestraron!”

“Oh, así que era eso.” Dijo Courie con una sonrisa alegre. “Me pareció raro que no aparecieras a tiempo, así que me dirigí a tu casa. Pero Roslia tampoco sabía dónde habías ido, así que intenté usar Detección y te localicé aquí.”

¡Bien hecho, Courie! Como se esperaba del genio mago que me ganó en mi propio juego.

Debe haber sido muy fácil para él encontrarme. El hecho de que Sofie no me dejara dejar un mensaje para los Labyrinth Knights al final se volvió contra ella. Si me hubiera dado tiempo para ocuparme de mis asuntos, Courie nunca habría venido a buscarme.

“Me alegro de que no te guste el BDSM, Note. Quiero decir, ¡sin juzgar! Si eso es lo que te prende, puedo estudiar. Seré la mejor S y M que puedas desear.” Me aseguró Roslia.

¿Qué clase de declaración es esa? Por favor, deja de hablar de fetiches y rescátame de una vez…

“Profesor, es usted desagradable.” Tuvo que añadir Courie. Genial. Ahora Sofie también me miraba raro.

“Me alegro de que se diviertan, pero ¿podrían sacarme de aquí?” Les rogué.

“¡Por supuesto! Sólo tenemos que vencerla, ¿verdad?” Roslia arrulló, invocando a Fractus en un instante.

Al ver esto, Sofie rompió a sudar frío. “¡¿Guía de la Espada Sagrada?! ¿Qué hace aquí alguien con una habilidad única como esa? ¡Mi información no decía nada sobre esto! Se supone que la paladín de los Arrivers es una antigua sacerdotisa sin ningún logro particular en su nombre… ¡¿Qué clase de monstruo eres?!” Al parecer, estaba sorprendida por lo que Valoración Suprema le acababa de revelar.

Roslia aprovechó la oportunidad para dirigir su brillante espada hacia el caballero, diciendo: “Dejaré pasar esto si tú dejas libre a Note. Pero es una oferta por tiempo limitado, así que corre mientras puedas.”

“Por orden de Su Alteza, no me retiraré.” Se negó Sofie. Tenía sus propias razones para mantenerse firme.

“Ten cuidado, Roslia.” Advertí. “Es una oponente formidable.” “Lo sé. Después de todo, fue capaz de capturarte.”

Me alivió saber que Roslia se estaba tomando esto en serio, y aproveché para desatar mis cuerdas y ponerme de pie.

“Ahora son tres contra uno. ¿Nos dejarás ir sin pelear?” Le pregunté a Sofie.

Si es posible, no quería pelear con ella. Leyfa y Gilbert estaban justo al lado. Si oyeran una conmoción, vendrían corriendo. Eso haría un tres contra tres, en cuyo caso seríamos nosotros los que estaríamos en desventaja, dado que dos de nosotros carecemos de habilidades de combate. Roslia probablemente tendría mucho trabajo sola contra Gilbert.

“Causar una escena aquí sólo significaría problemas para la princesa, ¿no?” “Lo haría, pero…” Dudó Sofie. Sus ojos parpadeaban entre Roslia y yo.

“¿Qué debemos hacer, profesor? Puedo usar Misil Mágico para enviar una señal y convocar al resto de mi grupo. ¿Quieres refuerzos por si acaso?” Courie se ofreció.

Al oír esto, Sofie se dio cuenta por fin de que no tenía ninguna posibilidad de victoria. De mala gana bajó su estoque y nos miró con desprecio, murmurando: “Bien… Te dejaré ir sólo esta vez.”

Sólo esta vez, ¿eh? Esperaba que se alejara de mí para siempre, sinceramente. De hecho, estuve a punto de decirlo en voz alta, pero decidí que era mejor no provocarla con más bromas. Intentaba evitar una pelea, no empezarla.

“Lo entiendo. Se hace tarde, así que me voy a casa por hoy. Por favor, no vuelvas a intentar algo así.” Dije en su lugar.

Pero Sofie respondió: “No puedo garantizarlo. La Princesa Leyfa pretende tenerte por cualquier medio.” Parecía que no tenía intención de rendirse.

No tuve más respuesta para ella que el silencio.

“¿Y qué querían de ti, Note?” Preguntó Roslia.

Después de convencer a Sofie, los tres nos retiramos del hotel. Por supuesto, Courie y Roslia nunca habían visto a Leyfa, así que aún no tenían ni idea de lo que estaba pasando. Pensé que una explicación era lo mínimo que les debía.

“¿Recuerdas que me contaste que la Princesa Leyfa se metió en la conquista de mazmorras, Roslia? Bueno, ella es la que me convoco al hotel.”

“¿Qué? ¿Tyrant Princess lo hizo?”

“Sí. Cuando llegué al hotel, me exigió que me uniera al grupo que está formando. Y cuando me negué, me ató. Dijo que no me dejaría ir hasta que dejara los Arrivers y me uniera a ella.”

“Eso es bastante pesado…”

“Me lo dices a mí. Espero que haya aprendido la lección hoy y se rinda.” Dije, creyendo plenamente que ocurriría lo contrario.

Como Sofie nos había advertido al salir, Leyfa no era de las que ceden. Y mientras ella persistiera, sus subordinados también lo harían. Es muy probable que acabemos cruzando espadas de nuevo en el futuro, así que tendría que idear un plan…

Pero mientras pensaba en todo eso, Courie hizo un comentario sorprendente: “La Princesa Leyfa, ¿eh? Ya la conocí una vez.”

“Espera, ¿en serio?” Exclamé.

“Sí. Fue cuando recién llegó a la ciudad, creo. Ella también me convocó.” “¿Para qué?” Preguntó Roslia.

“Sobre todo me hizo preguntas sobre Mapeado. Me preguntó cómo funcionaba y cómo sacarle el máximo provecho. Sin embargo, no parecía interesada en mí personalmente. Supongo que ya tenía la vista puesta en el profesor Note, incluso entonces.”

Así que ella había hecho su investigación, ¿eh? Qué minuciosa. Leyfa realmente no era un oponente para subestimar.

“Tengo que decir que tiene buen gusto si sólo tiene ojos para ti. No puedo culparla por eso.”

“¿Eso es lo que te preocupa…?”

Cielos, ¿también le había hablado así a Leyfa? Estaba empezando a preocuparme por este despreocupado alumno mío.

“Más importante aún, Note, ¿qué vamos a hacer? ¿Qué pasa si la princesa ataca de nuevo?”

“Buena pregunta…”

“Sería una molestia que te capturaran de nuevo, así que ¿qué tal si me convierto en tu guardaespaldas? Me quedaré contigo desde la mañana hasta la noche… ¡incluso dormiré contigo! Siempre estaré a tu lado, así que es como matar dos pájaros de un tiro. Gran idea,

¿verdad?”

“He memorizado las presencias de la princesa y de Sofie, así que sabré si alguna de ellas se acerca demasiado. Mientras pueda sentir que se acercan, debería ser capaz de dejarlas atrás, así que estaré bien por mi cuenta. Pero te agradezco la idea.”

“Qué pena… Pensé que era un plan brillante.” Murmuró Roslia, abatida.

De todos modos, no era realista que estuviéramos juntos las 24 horas del día. Yo tenía que ir a explorar la mazmorra con los Labyrinth Knights, y Roslia y Erin seguían haciendo excursiones para reunir dinero. Tampoco había garantías de que Leyfa utilizara la misma táctica la próxima vez, así que no merecía la pena dejar en suspenso las actividades de nuestro grupo.

“Sin embargo, deberíamos informar a los demás sobre la posibilidad de que ataque.” Seguí.

“Estoy de acuerdo. Erin se pondrá tan furiosa cuando lo oiga que podría salir histérica de la casa.”

“Por favor, detenla si eso sucede, Roslia.”

“¿Por qué tengo que hacerlo? Tú eres su dueño, así que cuídala.”

“¿Qué es exactamente Erin en su grupo…?” Courie nos preguntó con recelo.

Hey, ¡no te equivoques! Sólo estamos bromeando. Ella es un miembro humano de pleno derecho del grupo. Sólo que a veces actúa como un perro loco que no puede ser controlado…

“Por ahora, daremos a todos el informe de situación. Si ocurre algo, podemos ocuparnos de ello cuando ocurra. ¿Te parece bien, Note?”

“Sí. Voy a ver si también se me ocurre un plan, por si acaso.”

A pesar de decirlo en voz alta, esperaba que no fuera necesario. Recé por un futuro sin problemas mientras nos dirigíamos a casa.