Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 6

Capitulo 2: El Otro Navegante

Hasta que no consiguiéramos nuestro sexto miembro, los Arrivers no podrían progresar en la mazmorra. Por ello, decidimos perseguir tres objetivos intermedios. El primero era la búsqueda de posibles candidatos. Esperábamos encontrar a alguien prometedor mediante una solicitud abierta, pero eso no había dado ningún resultado. Así que, en su lugar, dirigimos nuestros esfuerzos a la exploración.

El trabajo recayó en el miembro del grupo con más contactos, Force. No digo que tuviera una red increíble ni nada por el estilo, pero era más adecuado para la tarea que el resto de nosotros. Erin no tenía ningún amigo, Roslia tenía su infamia, Neme era tímida y yo era básicamente el nuevo en la ciudad. Sí, prácticamente no había competencia… Quiero decir, Force era el que más tiempo había vivido en Puriff y tenía un número considerable de amigos varones. Y con su personalidad actual, no intentaría coquetear con la primera chica guapa que viera. Pensé que era seguro dejarle la tarea a él.

Nuestro segundo objetivo era reponer nuestras arcas. Desde que nos separamos durante un año, nuestros fondos se habían agotado y no teníamos ningún ingreso. Eso tenía que cambiar, ya que necesitaríamos capital para buscar un nuevo miembro, así que decidimos reunir un destacamento para explorar la mazmorra en busca de botín vendible.

Esta tarea recayó en Erin y Roslia. Erin tenía el poder de atravesar casi cualquier monstruo, y Roslia tenía las defensas para atraerlos y actuar como escudo. Eran el equipo ideal, perfectamente capaces de manejar los pisos intermedios juntas. Para prepararse, Erin estaba aprendiendo magia de Detección de Monstruos y Trampas. Aunque no podía lanzar ambos hechizos al mismo tiempo, debería ser capaz de estar al tanto de todas las amenazas utilizándolas por turnos.

Mi mayor preocupación era cómo se iban a llevar las chicas. Mandar a Erin y Roslia a la mazmorra solas me daba un poco de miedo, ¿sabes? Siempre estaban enzarzadas, seguro que se abandonarían entre sí cuando sus vidas dependieran de ello, ¿no? ¿Verdad? Espero que no.

Nuestro tercer objetivo era esencialmente averiguar cómo llevar un grupo de exploración de mazmorras. Jin solía gestionarlo todo por nosotros, así que, hablando con franqueza, estábamos en una situación bastante desesperada. ¿Qué tipo de suministros necesitábamos?

¿Cómo se contabilizaban los recursos? Había muchas cosas que no sabíamos. Confiar totalmente en Jin se había vuelto contra nosotros.

Nuestra solución para esto fue pedir a otro grupo que nos enseñara los entresijos. Y por proceso de eliminación, esa tarea recayó en mí. Neme estaba disponible, pero seguía siendo dolorosamente tímida (a pesar de sus afirmaciones de lo contrario) y, por lo tanto, poco adecuada para un trabajo tan social. Erin y Roslia también tenían más que suficiente con sus incursiones para ganar dinero, así que la sacerdotisa del grupo estaba básicamente fuera de juego por el momento. Pasaba su tiempo libre con los Ultimate Invincible Partyz, así que un poco más de eso no le vendría mal.

De todos modos, por eso hoy me dirigía a visitar un grupo diferente, el más grande de la ciudad. Los Labyrinth Knights tenían tantos miembros que eran más bien una alianza de varios grupos. Su vanguardia ostentaba el récord de ser los segundos que más lejos había llego en la mazmorra, el piso 22. Por delante de ellos estaba el grupo de aventureros veteranos de Puriff, Liberation, que había superado el piso 23.

Ambas partes habían conquistado con seguridad el piso 21 con lo que habían aprendido de nuestra tragedia, pero sabía que no podía haber sido una hazaña fácil sin las artes sagradas. Era posible que fueran mucho más fuertes que los Arrivers. Teníamos a Erin, lo que significaba que teníamos toda la potencia de fuego que podíamos necesitar, pero aún no podíamos idear una estrategia sólida para atravesar el piso 21. La forma en que jugáramos nuestras cartas dependería totalmente de lo que pudiera hacer nuestro sexto miembro.

Encontré el gran edificio que buscaba en la carretera principal. El letrero me lo indicaba: era la sede de los Labyrinth Knights. La entrada era una puerta doble, abierta de par en par y acogedora. Entré y encontré un mostrador de recepción. Cuando le conté a la empleada lo que quería hacer allí, me pidió que esperara mientras llamaba a su jefe.

Casi me siento como si estuviera visitando algún tipo de empresa. ¿Deberíamos gestionar a los Arrivers de este modo? No es que normalmente recibamos visitas en el cuartel general…

Después de un par de minutos, la puerta del fondo de la sala de recepción se abrió para revelar a un hombre de cabello negro conocido por todo Puriff. Se trataba del líder de los Labyrinth Knights, Reisch Mistray alias Thunderspear. Era el mejor lancero del país gracias a su habilidad de Dominio Superior de la Lanza.

“Hola. Siento haberte hecho esperar.” Me saludó con voz tranquila. Sonaba amable y sabio, pero su imponente estatura y su físico le conferían cierta intensidad. Prácticamente irradiaba fuerza. “Tengo entendido que desea aprender sobre la gestión de grupos. ¿Eso es cierto?”

“Sí, eso es correcto.”

Había hecho mi petición a los Labyrinth Knights por adelantado. Por supuesto, no les estaba pidiendo que me enseñaran gratis.

“¿Y a cambio, ayudarás a nuestros grupos en las expediciones?”

“Sí. Tengo algo de tiempo libre mientras mi grupo busca un nuevo miembro, así que puedo ayudar todo lo que necesites.”

Los Navegantes con Mapeado eran extremadamente útiles para la exploración de mazmorras. Naturalmente, éramos útiles en los pisos nuevos, pero también podíamos aumentar drásticamente la eficacia de la exploración en los pisos ya despejados.

“Entendido. Por cierto, hay alguien que me gustaría presentarte.” Dijo Reisch. “¿Te importaría?”

“¿Eh? ¿Es alguien que conozco?”

“Dudo que lo conozcas, aunque puede que antes hayas oído hablar de él. Es la nueva estrella emergente de nuestro grupo.”

Apenas Reisch dijo esas palabras, alguien se asomó por la puerta detrás de él. Era un chico rubio, de baja estatura y con un rostro atractivo y andrógino. Francamente, era impresionante.

“¡Hola, Profesor Note!” Declaró, saltando más cerca de mí. “¡Siempre he querido conocerte!”

¿“Profesor”?

¿Desde cuándo tengo un alumno? En casa no había chicos más jóvenes que yo, así que no podía ser eso. Entonces, ¿lo había conocido durante mis días antes de unirme a los Arrivers?

No, recordaría a alguien tan guapo…

“¡Oh, lo siento! Por supuesto que llamarte así te confundiría ya que no nos conocemos y todo eso, pero no puedo evitarlo. Soy una gran fan tuyo.”

Así que por fin me toca tener fans, ¿eh?

Aunque me había unido a los Arrivers, nunca había probado la popularidad de la que gozaban. Pero no es de extrañar. Para cualquiera que no conociera el valor de Mapeado, yo no era más que un tipo normal que se juntaba con la realeza de la exploración de mazmorras. Y tampoco podía negarlo. Era la verdad.

“Gracias, supongo.”

Acepté el apretón de manos del chico con cierta timidez. Era un poco embarazoso que me pusieran en el punto de mira de esta manera. Espero no haber puesto una cara rara.

“¡Tú eres la razón por la que me convertí en aventurero!” Insistió el chico.

¡¿Eh?! ¡¿No era eso, como, mucho?! ¡No me di cuenta de que quería decir que era un superfan! ¿Se suponía que debía darle mi autógrafo o algo así? Nunca había considerado firmar algo para alguien antes… ¿Podría simplemente escribir mi nombre e ir con eso?

“Vaya, gracias. Me siento halagado, de verdad.” Dije.

“¡No, soy yo quien debería darte las gracias! Incluso he podido estrechar tu mano. No puedo creer que sea usted tan amable, profesor.” Dijo.

“Hablando de eso, ¿por qué me llamas así?” Tuve que preguntar.

Me lo había preguntado desde que entró en la habitación. ¿Estaba siendo muy educado porque era mayor? Bueno, supongo que había crecido un poco más. Tal vez era así como la mayoría de los novatos trataban a los aventureros mayores.

“Ahora que lo pienso, ¡me he emocionado tanto que ni siquiera me he presentado! Soy el nuevo integrante de los Labyrinth Knights, Courie Louison. Pero supongo que eso aún no explica las cosas, ¿no?” Courie continuó. “Entonces, lo diré de esta manera: También tengo la habilidad Mapeado, maestro Note.”

“¿Tienes Mapeado…?”

Fue entonces cuando me di cuenta.

La utilidad de Mapeado en la mazmorra ya no era un secreto exclusivo de los Arrivers. Cuando Erin y yo estábamos atrapados en el piso 20, Jin había intercambiado información con otras grupos a cambio de su ayuda en la búsqueda y el rescate. Erin y yo acabamos escapando por nuestra cuenta, pero desde entonces, los Labyrinth Knights habían aprovechado lo que habían aprendido y le habían dado un buen uso, es decir, habían invertido mucho en el reclutamiento de un miembro con Mapeado. O eso había oído. Al parecer, todos sus esfuerzos habían dado sus frutos, ya que aquí estaba yo, cara a cara con el otro único usuario de Mapeado de la ciudad.

Los Labyrinth Knights ya eran una seria competencia para los Arrivers, y estaba claro que sólo habían aumentado su velocidad desde que encontraron a Courie. Habían completado el piso 21, lo que nos había frenado en seco. Tendríamos que vigilarlos de cerca en el futuro. En el tiempo que nos llevase encontrar a nuestro sexto miembro, podrían conquistar la mazmorra.

“Así que a eso te referías cuando decías que yo era la razón por la que te habías convertido en aventurero, ¿eh?” Pregunté, finalmente conectando los puntos en mi cabeza.

“¡Eso es!” Respondió Courie. “¡Por tu culpa, ahora todo el mundo sabe lo útil que es Mapeado! Por eso los Labyrinth Knights me eligieron y todo eso. Eres como un héroe para todo el mundo con Mapeado, aunque es una habilidad tan rara, que en realidad no conozco a nadie más que a nosotros.”

Mi participación en todo esto fue más bien indirecta, pero entendí de dónde venía Courie. A los ojos de la sociedad, Mapeado era basura. Tenía usos de nicho que eran incompatibles con ambiciones como convertirse en aventurero o caballero. Pero ahora, gracias a mi papel en los Arrivers, los usuarios de Mapeado tenían por fin algo a lo que aspirar. Por fin tenían una razón para soñar en grande. Para Courie, probablemente parecía que yo había allanado el camino para él y otros como nosotros. Pero, en realidad, fue Jin quien me abrió la puerta. Yo apenas había hecho nada.

“¡Vaya, no puedo creerlo! Me alegro mucho de tener la oportunidad de conocerle, profesor.”

“¿Ya has tenido suficiente?” Dijo Reisch, poniendo fin a la incansable excitación de Courie. “Si es así, volvamos a los negocios.”

“Oh, claro. Estaba tan enfrascado en hablar con el profesor que me olvidé por completo de ti, Reisch.”

“¿Te has olvidado del líder de tu grupo?” Suspiró Reisch.

“Tengo una especie de visión de túnel cuando me fijo en algo. Un mal hábito, ja, ja.” “¿De qué te ríes?” Preguntó Reisch con otro fuerte suspiro, exasperado por la falta de remordimiento de Courie.

“Bueno, no te preocupes por mí. Me calmaré mientras ustedes discuten.” Continuó Courie. “Oh, ¿pero puedo hablar más con el profesor cuando hayas terminado?”

“No veo por qué no.”

“¡Sí! En ese caso, estaré esperando. Pero soy impaciente, ¡así que por favor hazlo rápido!” Courie parecía ser un espíritu bastante libre. Se movía a su propio ritmo, lo que significa,

por supuesto, que arrastraba a otras personas. Sin embargo, estaba claro que tenía buenas intenciones, así que no me importó demasiado.

“Muy bien, muy bien. Bien, entonces, Note…” Reisch se volvió hacia mí y se aclaró la garganta. “¿Puedo asignarte a nuestro Equipo B? Están en el piso 17. La vanguardia—nuestro Equipo A—tiene a Courie, así que lo están haciendo bien, pero nuestro Equipo B se ha estancado un poco. ¿Puedes echarles una mano?”

“Claro, puedo hacerlo.”

¿Su supuesto “Equipo B” se había “estancado” en el piso 17? ¿En serio? Tenía algunos comentarios al respecto, pero preferí guardármelos para mí. El piso 17 era un hito para los Arrivers después de que me uniera a ellos, pero no se consideraba un progreso satisfactorio para los Labyrinth Knights… Esta gente tenía que estar en otro nivel.

“Nuestro Equipo B está dirigido por una chica llamada Pisha. Ella puede enseñarte todo lo que quieras aprender sobre los entresijos de la exploración de mazmorras.”

“¡Espera!” Interrumpió Courie. Demasiado emocionado como para bajar la voz. Apenas había estado callado un minuto. “¿No puedo ir a explorar la mazmorra con el profesor?

¡Deberías asignarlo a la vanguardia!”

Reisch se encogió de hombros y respondió: “Pero no hay razón para que venga con nosotros.”

“¡Hay razones de sobra! ¿No fuiste tu quien dijo que querías ver lo que podía hacer el navegante más fuerte, Reisch?”

“Ja, ja, sí. Supongo que sí dije eso.”

Eso es un espíritu libre para ti, supongo. A Courie le pareció que todo era diversión y juegos.

“¡Por favor! ¡Sólo una vez! Por favor, ¡deja que Note venga con nosotros! Estoy seguro de que valdrá la pena. Tú también quieres ver a nuestro Equipo A en acción, ¿verdad, Note?”

“Supongo que sí…”

Una parte de mí tenía mucha curiosidad. Nunca había visto a otro grupo completar un piso y, sobre todo, quería tener la oportunidad de ver luchar al legendario Thunderspear. También me intrigaba saber qué trucos podría tener en la manga su nuevo miembro.

“¡Ya le has oído! ¡Vamos, Reisch! ¡Llevémoslo con nosotros!” Suplicó. “No importa lo que digas…”

“¡Quiero ver cómo lucha el profesor en la mazmorra! Puede que me inspire en ello… ¡No,

sé que lo haré! Estaré rebosante de ideas.”

“No hay quien lo pare cuando se pone así…” Reisch suspiró, llevándose una mano a la frente. Parecía que lo tenía difícil. Las arrugas de su frente se definían cada vez más. “Sólo por esta vez, ¿entendido?” Concedió finalmente.

“¡Sí! ¡Sabía que eras el mejor, Reisch!”

“Ahórrate los halagos. Esto es sólo porque sé que no aceptarás un no por respuesta. Tienes que aprender a comprometerte.”

“¡Sí, me lo dicen mucho!” Dijo Courie con ánimo mientras alzaba un puño.

“Sabes… eso no fue un cumplido.” Reisch suspiró de nuevo con expresión de agotamiento.

Los Labyrinth Knights eran el mayor grupo de exploradores de mazmorras de Puriff. Me reuní con su vanguardia mientras nos dirigíamos al piso 18, que estaba cubierto de enormes árboles que se alzaban sobre nosotros a una docena de veces la altura de cualquier humano.

Verás, todo en este piso era gigante. El paisaje era enorme, y también lo eran los monstruos que lo habitaban. Casi todos los monstruos del piso eran lo suficientemente grandes como para matar a alguien con sólo pisarlos. El jefe intermedio se confundía fácilmente con una montaña. Recuerdo que me quedé atónito la primera vez que me enfrenté a él con los Arrivers.

Y ahora estaba aquí para hacerlo de nuevo con otros cinco: el líder de los Labyrinth Knights, Thunderspear Reisch Mistray; el prometedor navegante, Courie Louison; el espadachín conocido por ser el mejor tanque de la zona, Living Dead Blaeu; su sacerdotisa estrella, que encabezaba regularmente las listas de popularidad de los aventureros de la ciudad; y un mago negro de mala muerte, el autodenominado “Shadow’s End”. Estos cinco aventureros eran la vanguardia de los Labyrinth Knights, lo mejor que su grupo podía ofrecer. Sus nombres eran bien conocidos en las calles de Puriff. Había un sexto miembro, un espadachín espiritual, que normalmente estaba entre sus filas, pero yo estaba ocupando su lugar por ese día.

“¿Así que Courie es un mago? Huh.” Comenté casualmente a la sacerdotisa que caminaba a mi lado.

“¡Eso es!” Respondió con una sonrisa alegre. “¿No lo sabías?”

“No puedo decir que lo haya hecho. Nunca había oído hablar de él antes de hoy.”

Miré a Courie, que ahora estaba vestido con una túnica blanca. Tenía una varita corta en la mano derecha, que hacía girar ociosamente como una pluma. Cuando se dio cuenta de que le miraba, se acercó corriendo como un cachorro.

“¡¿Me necesita para algo, profesor Note?!” “No me di cuenta de que eras un mago.” “¡Claro que sí! ¿No parezco uno?”

“Antes no llevabas tu equipo, así que no podía decirlo. Pero ahora que lo mencionas, estás en el lado más delgado, así que supongo que pareces un mago.”

“¿De verdad? Vengo de una familia de magos, ¿sabes?” “¿Has estado alguna vez en Izaar?”

“¡Sí, esa es mi ciudad natal! Soy un Izaariano nacido y criado.” “¿Sí? Estuve allí el otro día.”

“Lo sé. Todo el mundo lo sabe. Ese truco que hiciste fue icónico. Lo leí todo en los periódicos.”

Así que hasta Courie se había enterado, ¿eh? Supongo que era natural teniendo en cuenta lo que había pasado, pero todavía me costaba tragarme el hecho de que las noticias sobre mí se extendieran por todo el país.

“No hablemos de eso…” Murmuré.

“¡Aww, pero tengo tantas preguntas!” Objetó Courie. “¿Son tú y Erin un par? Tienes que ser popular con las damas, ¿verdad?”

“No somos un par, y no soy popular. ¿Qué te hace pensar eso?”

“¡Eres tan genial, profesor! Deberías ir a por todas. Haz el primer movimiento y tendrás a las damas de rodillas.”

“¿Por qué piensas tanto en mí…? De todos modos, ¿no eres el más popular aquí? Con esa cara tuya y todo eso.”

Courie era un chico bonito. Tenía los ojos azules y un semblante juvenil y expresivo. Cada emoción que cruzaba su rostro no hacía sino acentuar aún más su encanto.

“Bueno, supongo que soy bastante popular.” Dijo. “No lo niegas, ¿eh?”

“Pero es la verdad. Si tratara de negarlo por modestia, sería irritante, ¿no? Creo que es mejor ser realista al respecto.”

“¿Así es como funciona esto…?”

Tenía algunas reservas en ese sentido, pero realmente no había ninguna presunción en lo que dijo. Fue algo refrescante. Mientras le daba vueltas a todo esto en mi cabeza…

“Ten cuidado.” Me advirtió la sacerdotisa que caminaba junto a nosotros. “Este chico puede parecer inocente, pero ya le ha puesto la mano encima a una docena o más de chicas del pueblo. Si no tienes cuidado también podría arrebatar a quien te interesa.”

“¡¿Eh?!”

“Bueno, no está equivocada.” Dijo Courie con naturalidad. “Pero no ha sido una buena manera de decirlo. Las chicas con las que me acuesto siempre se acercan a mí primero. Es decir, es un desperdicio no comer una comida preparada ante ti, ¿no? No hace falta que me hagas parecer una especie de íncubo.”

“Espera, ¿las chicas con las que te acuestas?”

“¿A qué viene esa reacción dramática? No es que sea virgen.”

Sí, bueno, lo siento, chico. Yo si lo soy.

Sin saberlo, me había dado un golpe tremendo. No hay nada que duela más que un chico más joven se burle de tu falta de acción.

“Ánimo, amigo.” Dijo la sacerdotisa con simpatía, dándome una palmadita en el hombro.

Por lo visto, me había calado.

Y para que lo sepas, que una mujer te compadezca por tu falta de acción puede hacer tanto o más daño. La bondad puede matar a veces. Recuérdalo.

“De todos modos, ¿deberíamos estar charlando de forma tan casual?” Pregunté, desesperado por cambiar de tema y evitarme más dolor. “¿No deberías estar navegando, Courie?”

Sin embargo, agitó la mano y respondió con una sonrisa inocente: “Está bien. No nos hemos desviado del camino y no hay monstruos cerca.”

“Cierto, pero… Espera, ¿también puedes llevar la cuenta de los monstruos?”

“Estoy usando Detección, un hechizo similar a tu Búsqueda de Enemigos. Puedo parecer irresponsable, pero hago bien mi trabajo. No te preocupes.” Respondió Courie mientras hacía girar hábilmente su varita entre los dedos índice, medio y anular. “Usando tu estilo como base, dominé hechizos específicos para ayudarme a apoyar al grupo. Detectar monstruos y desmantelar trampas son mis fuertes: soy básicamente una versión mágica de ti.”

¿Una versión mágica de mí…?

Como alguien que recientemente había hecho la transición a un estilo de combate basado en la magia con la ayuda de Erin, tuve que admitir que esas palabras despertaron mi interés. Tal vez podría aprender algo observando a Courie. ¿Cómo se enfrentaría a la mazmorra un mago sin habilidades de combate? No podía esperar a averiguarlo.

“Ya que estamos aquí, quiero intentar luchar junto al profesor. ¿Dónde están todos los monstruos?” Courie murmuró para sí mismo, y luego se volvió hacia Reisch, que estaba al frente del grupo. “¡Reisch! ¡Quiero luchar contra los malos! ¿Puedo llamar a algunos aquí?”

“Supongo que simplemente caminar es un poco aburrido… pero tampoco tenemos nuestro equipo habitual. Mientras evites las batallas consecutivas, puedes…”

“¡Sí! ¡Que empiece la fiesta!”

“Oye, ¿me estás escuchando…?”

Antes de que Reisch pudiera terminar, Courie se adelantó de un salto. Luego sacó una segunda varita del cinturón y empezó a hacerla girar en su mano derecha.

“¡Misil Mágico!” Llamó.

En ese momento, salieron rayos de energía mágica de su varita, seis en total. Cada uno de ellos giraba igual que su varita mientras se elevaba en el aire, y cuando llegaba lo suficientemente alto, estallaba en todas direcciones. Un momento después, se oyó una explosión en la distancia.

“¡Sí, en el blanco! Ves, puedo atraer a los monstruos aquí lanzando disparos consecutivos.

Muy bien, Blaeu, ¡te toca! El primero debería venir desde las diez.”

Mientras hablaba, Courie siguió disparando misiles mágicos al aire. Múltiples dardos de luz salieron disparados de su varita de forma ordenada. La mezcla de líneas geométricas y curvas estéticas que trazaban era un espectáculo artístico.

“Vaya…” Me encontré murmurando con asombro.

Misil Mágico no era un hechizo particularmente impresionante en sí mismo. En todo caso, disparar energía mágica en forma de proyectil era el más básico de los hechizos. Pero nunca había visto a un mago manipular Misiles Mágicos con este tipo de precisión.

La siguiente ronda de rayos mágicos desapareció en el gran bosque cubierto de maleza que nos rodeaba. En cuestión de segundos, el número de monstruos hostiles en la zona aumentó drásticamente. Courie debió de acertar en todos y cada uno de ellos. Era imposible que esto fuera normal.

Parte de su técnica debía estar basada en Mapeado. Tener un mapa mental de la zona sería fundamental para este tipo de hechizo a larga distancia. Pero incluso así, no había manera de que pudiera lograrlo sin un dominio completo y absoluto de su magia. Especialmente contra objetivos que se mueven de forma natural, como los monstruos. Mientras controlaba su hechizo, Courie tenía que predecir hacia dónde correrían los monstruos.

“¡Aquí vienen! Como dije, ¡el primero se acerca desde las diez!” Gritó, incitando a Blaeu a la acción.

El tanque del grupo salió disparado hacia el enorme ciervo como una bala. Sacó su arma— Ahogado, una espada larga que podía cortar cualquier cosa cuando se sumergía en el agua— de su espalda y se inclinó hacia delante para dar un tajo a las patas del monstruo cervino. El monstruo sintió el peligro inminente y saltó para evitar a Ahogado mientras lanzaba un tajo en el aire.

Los cuernos de su cabeza comenzaron a brillar. Al momento siguiente, un rayo se dirigió a Blaeu, que continuó su carga, blandiendo su espada sin prestar atención al ataque. Y extrañamente, el rayo pasó de largo como si lo evitara. No era de extrañar que aún no le hubiera alcanzado. El hombre se dejó completamente abierto, totalmente desprotegido. Se arriesgaba a morir en todo momento, pero no se concentraba en nada más que en presionar la ofensiva.

Así fue como Blaeu se había ganado el apodo de “Living Dead”. Con su forma de luchar, su vida pendía perpetuamente de un hilo. Y sin embargo, de alguna manera, salía vivo cada vez. Era casi como si estuviera bajo una especie de protección divina.

Este estilo de combate ofensivo era la firma de Blaeu. Había oído que fue algo que desarrolló después de unirse a los Labyrinth Knights. Antes de eso, era un luchador normal que formaba parte de un grupo normal. Pero un día ocurrió una tragedia y sus compañeros fueron aniquilados por un monstruo. Después de eso, comenzó a explorar mazmorras en solitario con ganas de eventualmente encontrar su muerte.

Desafió a un enemigo formidable tras otro con la esperanza de reunirse con sus compañeros caídos, pero salió victorioso de cada combate. Por mucho que persiguiera la muerte, ésta le eludía a cada paso. Por alguna extraña razón, los monstruos con los que luchaba nunca podían golpearle. La gente decía que así era como había evolucionado.

Finalmente, Reisch se fijó en el luchador que no podía morir y le invitó a unirse a los Labyrinth Knights. Esperando que los pisos más lejanos de la mazmorra fueran suficientes para acabar con él, Blaeu aceptó. Y como siguió derrotando a un monstruo tras otro, acabó siendo conocido como el mejor tanque de los Labyrinth Knights—no, el mejor de todo Puriff—. Todo el pueblo lo veneraba.

“Supongo que me uniré a la lucha.” Dijo una voz a mi lado. Le siguió el sonido de un crujido.

¡Por fin llegó la hora! El arma más grande de los Labyrinth Knights, el mismísimo Thunderspear, estaba a punto de hacer su aparición.

La lanza en la mano derecha de Reisch chispeó con un relámpago verde, que lo bañó a él y al suelo mientras dejaba escapar un tremendo rugido. Se trataba de la legendaria arma de Reisch, Emberain—la fuente de su apodo, “Thunderspear”. En términos de habilidades, Reisch estaba a la altura de Force. Pero si se tiene en cuenta su equipamiento, el más fuerte de los dos era fácilmente Reisch Mistray, el líder de los Labyrinth Knights desde su fundación.

“¡Allí voy!” Gritó.

Su brazo derecho se echó hacia atrás, y adopto una postura baja. Se apartó del monstruo… y luego, con un giro brusco de su cuerpo, lanzó su lanza con una rapidez cegadora. Emberain atravesó el aire como una flecha.

Cuando el monstruo cerval se dio cuenta del ataque, ya era demasiado tarde. El relámpago de su cornamenta fue superado—negado—por el rayo de la lanza. Voló con fuerza, atravesando la cabeza del ciervo. Sólo quedó un agujero en el lugar donde estaba el hocico.

“Vuelve, Emberain.”

Reisch levantó su mano derecha delante de él. Con otro trueno, la lanza reapareció en su mano. Se trataba de la legendaria Emberain, una misteriosa arma mágica que regresaba a su dueño cuando era llamada. Nunca la había visto en persona, pero con un solo vistazo me di cuenta de que era un artefacto increíblemente poderoso. Tuve que preguntarme cómo funcionaba.

Pero mientras contemplaba la increíble actuación de Reisch, otro espectáculo tenía lugar en mi periferia.

“¡Oh, Señor Oscuro, ven y subyuga! ¡Esfera Umbría!”

El mago con las cadenas enrolladas en los brazos murmuró un conjuro que invocó varias esferas negras de un metro de diámetro cada una. Flotaron hacia delante de forma inestable hasta que chocaron con un monstruo oso gigante que salió del bosque.

“¿Qué…?”

Me preparé para una explosión, pero no ocurrió nada. La esfera negra se detuvo encima del oso, amenazando con consumirlo. Más esferas hicieron lo mismo, adhiriéndose a otros monstruos que aparecieron del bosque.

“Mis hechizos no causan destrucción, Sage Snatcher. El verdadero poder es el poder de restringir a otros. Observa.”

Miré hacia atrás y vi que el monstruo oso se debatía como si no pudiera moverse. Los otros monstruos en contacto con las esferas negras se comportaban de la misma manera.

“¡Regresa, Emberain!”

Con los objetivos siendo retenidos, Reisch estaba prácticamente disparando a un pez en un barril. Uno a uno, los monstruos del bosque cayeron presa de Emberain.

“¿Un hechizo vinculante?” Comenté. “Excelente.”

El señor “Shadow’s End” llevaba una llamativa túnica negra con un escudo rojo bordado aquí y allá, y eso sin mencionar su parche en el ojo o las cadenas en los brazos. Su atuendo era ostentoso y su conjuro cuestionable, pero a pesar de las apariencias, era algo a tener en cuenta. Era rápido con un poderoso hechizo, estableciendo pantanos de oscuridad donde aparecían los monstruos para ralentizarlos y luego golpeándolos con una niebla de debuffs para limitar sus acciones.

“Qué sorpresa, ¿verdad?” Respondió la sacerdotisa mientras lanzaba hechizos de apoyo. “En realidad es mucho más competente de lo que parece.”

Estaba concentrando su magia en Blaeu, que estaba solo en primera línea, mientras que de vez en cuando curaba a Reisch del retroceso de usar Emberain. Era un despliegue bastante hábil. Nada llamativo, sólo un apoyo fiable. Era como ver a un sanador de manual trabajando, y no había nada más reconfortante para el resto del grupo. Está claro que su popularidad no era lo único que la convertía en una sacerdotisa de primer nivel.

“¡Silencio, mujer! Alardear de la propia fuerza es el comportamiento descarado de los groseros. Los verdaderos líderes se comportan con dignidad, sin dejar traslucir todo su poder.”

“¿Eh? Pero estás luchando como siempre.”

“En efecto, pues oculto mi verdadera fuerza de forma habitual—”

“O sea, que normalmente holgazaneas en la mazmorra, ¿eh? Voy a decírselo a Reisch.” “¡Hey! ¡Detente! ¡No hagas eso! Se va a enfadar conmigo. Lo estoy dando todo, siempre

lo hago. No hay manera de que afloje en la mazmorra, un lugar donde nuestras vidas están en juego!”

“Me pregunto sobre eso… En realidad nos estás ocultando tu verdadera fuerza, ¿no es así? Puedo sentirlo.” Dijo la sacerdotisa con una carcajada. El mago negro intentaba hacerse el interesante, pero ella lo había puesto en su lugar.

“Hablando de darlo todo, Courie…” Dije, mirando al joven mago que disparaba continuamente hechizos. “¿Soy yo, o su Misil Mágico se desvía mucho de su curso?”

Sus Misiles Mágicos se lanzaban por todo el campo de batalla sin ninguna razón aparente. Disparar una trayectoria indirecta no era inherentemente algo malo, pero esto era extremo. Cada rayo mágico volaba en un patrón errático. Por lo que pude ver, cada uno conectaba con sus objetivos al final. Sólo que daban todo tipo de rodeos y bucles innecesarios para llegar a ellos. Era como ver una actuación, una pelea entretenida más que eficiente. La precisión que Courie había utilizado para atraer a los monstruos hacia nosotros no se veía por ninguna parte.

“Muy astuto por tu parte, Sage Snatcher.” Dijo el mago negro en voz baja y contundente. “Así que ves la trayectoria de su Misil Mágico como un insignificante juego de niños, ¿verdad?

¿Crees que es un hechicero de tercera categoría que considera la batalla con pereza y desprecio?”

“Yo no he dicho eso…”

Aunque parece que está jugando…

Courie sólo causaba un daño mínimo con sus Misiles Mágicos. No era rival para el Emberain de Reisch ni para el tanque de poder que es Blaeu, y un hechizo de tan bajo impacto lo hacía aún menos efectivo que el mago negro de apoyo del grupo. Al fin y al cabo, por muy talentoso que fuera con los Misiles Mágicos, la habilidad de Courie es Mapeado.

Las habilidades eran esenciales para los aventureros, especialmente para apoyar a los miembros de los equipos de exploración de mazmorras. Y Mapeado ocupaba las tres ranuras con una habilidad totalmente indigna de su coste. Cualquiera que la poseyera se vería siempre perjudicado en el combate. Independientemente de la habilidad que tuviera Courie para la magia, nunca podría estar a la altura de un mago con habilidades relevantes. Ese era esencialmente el mismo muro con el que yo me había topado. Era simplemente el destino de los usuarios de Mapeado.

Sin embargo, el mago negro me amonestó con una risita mientras lanzaba ágilmente su siguiente hechizo: “Aunque no lo hayas dicho en voz alta, la idea te ha hecho cosquillas en el cerebro, ¿no es así? Escucha bien y que esto te sirva de advertencia: estás subestimando a Courie.”

“¿Lo estoy subestimando?”

“En efecto. Los Labyrinth Knights se han hecho más fuertes y estables desde que él se unió a nuestro redil, y eso con un atacante menos entre nosotros. Courie es un mago realmente digno de su posición de vanguardia.”

¿Eran más fuertes con menos atacantes? ¿Era eso posible? Los principales dps del Equipo A de los Labyrinth Knights eran todos aventureros de primer nivel. Que un usuario de Mapeado los superara… Era casi impensable.

“¿Cómo?” Pregunté con incredulidad.

“Es muy sencillo. Esos misiles mágicos pueden parecer que van de un lado a otro al azar, pero en realidad nos están enviando mensajes.” Respondió la sacerdotisa con un giro de su bastón. “Courie utiliza sus trayectorias para asignar órdenes. Por ejemplo, ¿ves ese misil mágico azul que acaba de girar en ángulo recto? Era para Blaeu. Señal de llamada B-3: haz un impacto en tu objetivo actual antes de cambiar al enemigo en nuestra dirección actual de viaje.”

“¿Eh…?”

Para mi sorpresa y asombro, Blaeu cambió de objetivo exactamente como lo describió la sacerdotisa.

“El siguiente es ese Misil Mágico verde, un solo disparo que se mueve en línea recta. Este es para Reisch.” Continuó. “Señal de llamada G-1: lanzar un ataque completo hasta que el enemigo sea derrotado.”

Un trueno siguió, y un agujero se abrió en el pecho del wyvern objetivo. Reisch llamó entonces a Emberain mientras buscaba a su siguiente enemigo.

“¿Ves? Courie es como la torre de mando de nuestro grupo. Es un genio manejando él solo esta compleja batalla. Desde que se unió, Blaeu se lastima menos. Y como quien tiene que curarlo, eso me hace feliz. Mira. Así es como Courie distrae a los monstruos.”

En el momento oportuno, un Misil Mágico golpeó a un gran lobo en un lado de la cara. Se giró en la dirección del impacto sólo para recibir un golpe de Blaeu. Los dos, naturalmente, comenzaron a luchar.

“También pone barreras para proteger a nuestros atacantes.”

Con un giro de su varita, Courie apuntó a Reisch con la varita de su mano izquierda. Una barrera apareció en un ángulo para bloquear un ataque de aliento entrante, dando a Reisch una apertura para contraatacar.

Espera, ¿desde cuándo tiene una varita en la mano izquierda? Eso hace dos en la derecha y una en la izquierda. Y las hace girar tan hábilmente… ¿Qué está pasando aquí?

“¿Doble Casteo? No, también está usando Detección, ¡¿entonces es Triple Casteo?!

¿Quién es este tipo?”

Ni siquiera Erin podía hacer un Doble Casteo. Los mejores magos de la nación sólo podían hacer Doble Casteo en el mejor de los casos, y aquí Courie estaba haciendo uno triple, todo ello mientras observaba el campo de batalla y daba órdenes. Sinceramente, era asombroso. Esto era francamente sobrehumano.

“Es el más prodigioso prodigio del mundo mágico. Podría haber sido el más fuerte de los Siete Sabios que han adornado esta tierra… si el destino lo hubiera bendecido con una habilidad mágica digna. Incluso yo no soy más que un bebé ante su poderosa intuición para la magia.” Me respondió el mago negro.

“Aceptó su derrota con bastante facilidad.” Me burlé.

“Pero por supuesto. Cualquier mago se entregaría a la desesperación envidiosa ante semejante talento. Sólo lamento la cruel broma del destino al endilgarle Mapeado.”

El chico en cuestión estaba dibujando su propio mundo de líneas de misiles mágicos con una sonrisa despreocupada. Tuve que preguntarme cómo se vería el resto del mundo a través de esos ojos claros y brillantes que tenía.

“Me tiene ganado…” Murmuré.

No podía negar que, de repente, tener un fanático que me adora se me había subido a la cabeza. Después de aprender Carrera Umbría y de saber cómo desenvolverme en la mazmorra con Disparo de Hechizo, me había vuelto arrogante. Altanero. Sentía que me había ganado mi lugar en los Arrivers. Que era el usuario de Mapeado más fuerte del mundo.

Pero estaba equivocado. Conocer a Courie había sido un duro despertar. Era uno de los débiles, y acababa de recordar ese hecho innegable.

“¡Vamos, profesor Note! ¿Por qué no te unes? Ya has entendido cómo funciona esto,

¿verdad? Así que luchemos juntos.”

Su invitación, brutalmente inocente, me llenó de miedo durante un breve instante. ¿Y si no cumplía sus expectativas? ¿Y si veía mi mezquino estilo de lucha y perdía toda la admiración por mí?

Courie era una amenaza. No, los Labyrinth Knights en su conjunto lo eran. Tenían el potencial para en verdad completar la mazmorra. Eran capaces de arrebatar ese honor delante de las narices de los Arrivers.

Hasta ahora, todo lo que había hecho era perseguir a mis predecesores. Fue seguir los pasos de Jin lo que me llevó al éxito en los Arrivers. Pero las cosas estaban cambiando. Había una generación más joven de rivales que se acercaba a mí. Mi batalla estaba lejos de terminar, y no era el momento de dormirme en los laureles.

“No hay manera de que haya conseguido aprender todo de golpe. Me va a costar todo lo que tengo sólo para mantener el ritmo.”

Desafiaría todo ante mí. Esa sería mi actitud a partir de ahora. Ya no podía permitirme acobardarme ante la idea de ser una decepción.

Aquí tenía la oportunidad de aprender de un grupo de primer nivel y de su mago prodigio. Estaba decidido a aprovechar la experiencia al máximo. Así que, con un silencioso agradecimiento a Courie por proponerme acompañar a la vanguardia, salí al campo de batalla.