Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 6

Capitulo 12: El Caballero Debilitado

“¿Qué demonios?” Preguntó una Erin con los ojos muy abiertos cuando se levantó.

Eran las siete de la mañana, más o menos a la hora en que el grupo suele reunirse abajo para desayunar. Y la sorpresa de Erin era perfectamente comprensible. Al fin y al cabo, una Sofie febril estaba tirada en el sofá del salón.

Después de lo sucedido, la llevé inmediatamente al interior y llamé a Neme para que le curara las heridas de nuestra pelea. Sin embargo, la magia curativa no hizo nada por su fiebre. Sabía que su estado sólo empeoraría si la dejábamos con la ropa empapada, así que también le pedí a Neme que la ayudara a cambiarse y a envolverla con una manta. Esperaba que se recuperara con un poco de descanso, y planeaba interrogarla una vez que se recuperara.

Para mi sorpresa, Neme no tuvo ni una sola queja sobre el cuidado de Sofie, una de sus captores del incidente del hotel. Al parecer, habían tenido la oportunidad de conocerse un poco, así que Neme no le guardaba rencor. Sin embargo, me dijo que había hablado con Mille incluso más que con Sofie, y me contó con alegría cómo la Séptima Sabia la había entretenido.

“¡Neme hizo una nueva amiga!” Informó con alegría.

Parecía que lo había pasado bastante bien mientras todos nos rompíamos el culo para rescatarla… Oh, bueno. Era mejor que cualquier daño que le ocurriera, y no era que Neme hiciera amigos fuera algo malo. De hecho, era casi gracioso ver lo afable que se había vuelto nuestra tímida señorita Neme. De las chicas de nuestro grupo, puede que fuera la que tuviera el mayor círculo social en este momento.

“Sé que siempre haces lo tuyo, Note, pero ¿te importaría explicar esto?” Preguntó Erin, asintiendo hacia Sofie.

Espera, ¡no te equivoques! Sé que fui a negociar con Leyfa por mi cuenta y arreglé las cosas sin dar explicaciones, ¡pero te prometo que esto no era parte de mi plan! ¡Yo tampoco sé lo que está pasando aquí!

“Estoy tan despistado como tú.” Le dije. “Me atacó de la nada y luego se desplomó con fiebre a mitad de la pelea. No podía dejarla tirada en la calle, así que la llevé dentro.”

“¿Por qué te atacó? Dijiste que todo estaba arreglado.”

“Pensé que lo estaba, así que estoy un poco perdido aquí. Sin embargo, ella estaba actuando raro… Casi trastornada.”

“En otras palabras, ni siquiera tú viste venir esto.”

“Sí. No sabremos qué pasa hasta que hable con ella, pero dado el estado en el que está…”

Miré a la dormida Sofie. Su respiración seguía siendo agitada. No creo que esté dispuesta a conversar pronto.

“¡Buenos días a todos! Vaya, ¿qué tenemos aquí?” Llamó Roslia mientras bajaba las escaleras.

“Sí, ¿qué están haciendo todos en la sala?” También preguntó Force. Su atención se centró naturalmente en la extraña dormida en el sofá cuando entraron en la habitación. “¿Hmm?

¿Quién es esta?”

“¡Eh, yo la conozco!” Roslia se adelantó. “¡Es la chica que intentó secuestrar a Note! Es una de las malas.”

“¿De verdad?” Preguntó Force.

“¡Ha bajado la guardia en territorio enemigo! ¡Atrapémosla! ¡Hiyah!”

“Vamos, no la agredan.” Detuve a Roslia de hacer la pantomima de un ataque, y luego le di a ella y a Force el resumen de lo ocurrido. No sobre lo ocurrido con Leyfa, por supuesto, sino sobre lo que había ocurrido con Sofie esta mañana.

“Todavía no sé lo que realmente está pasando aquí…” Murmuró Force.

“¡En ese caso despertémosla a golpes para poder preguntarle!” Sugirió Roslia.

“Deja de recurrir a la violencia.” Frustré su segundo intento de ataque. Estaba seguro de que sólo estaba bromeando, pero aun así tenía que preocuparme; después de todo, se trataba de Roslia. “¿Por qué no la dejamos en paz hasta que se despierte?”

“Sí, probablemente sea lo mejor.” Asintió Force.

Así que, con la aprobación  de nuestro líder, todos empezamos  a esperar a que se despertase.

No fue hasta esa noche que Sofie se despertó por fin. Oí un alboroto procedente del primer piso y bajé las escaleras para encontrar a una Erin y una Roslia nerviosas a ambos lados de la caballero, que se había puesto en pie con dificultad y se tambaleaba. Rápidamente perdió el equilibrio y cayó de nuevo en el sofá.

“No deberías presionarte demasiado.” Le advirtió Erin.

Haciendo caso omiso de los consejos, Sofie intentó volverse a ponerse de pie. Cuando levantó la vista y me vio en la puerta, murmuró: “Note Athlon… ¿Por qué estás aquí?”

“No tienes que mirarme así.” Respondí. “No te voy a atacar ni nada por el estilo. Por cierto, este es el Cuartel General de los Arrivers.”

“¿Su sede…?”

“Me diste un susto cuando te desmayaste de repente en medio de nuestra pelea. Tenías fiebre y no respondías en absoluto, así que te llevé dentro.”

“¿Tú… has hecho todo esto por mí…?” Preguntó ella, mirando la ropa desconocida que llevaba y luego la toalla que había caído al suelo.

“¡No todo!” Rápidamente negué cualquier participación en esa parte. “Neme fue quien te ayudó a cambiarte.”

“Oh, la chica enana…” Sofie murmuró, asintiendo. Luego se obligó a ponerse en pie y empezó a dar tumbos hacia la puerta. “Dale las gracias de mi parte.”

“Realmente no deberías exagerar. Apenas puedes caminar. ¿Qué tal si descansas un poco más antes de…?”

“No puedo causarte más problemas de los que ya te he hecho pasar.” “Entonces al menos déjame llevarte de vuelta al hotel.”

Cuando escuchó esas palabras, Sofie se congeló en su camino. Su rostro se torció de dolor. “Yo… ya no puedo volver allí. No tengo ningún sitio al que ir…” Sollozó, con las lágrimas rodando por sus mejillas.

Espera, ¿qué? Contuve mi propia confusión de pánico y traté de hablarle lo más suavemente posible. “¿Estás bien? Te acabas de levantar, ¿por qué no te traigo algo de beber?”

“O-Okay…”

Una vez que se calmó, Sofie tomó asiento y sorbió lentamente su taza de té. Pensando que era mi oportunidad, decidí abordar el tema…

“Cuando dijiste que no tenías dónde ir, ¿a qué te referías?”

“Exactamente eso.” Respondió ella. “La Princesa Leyfa me ha despedido del servicio.

Dijo que había terminado con una criada tan inútil como yo.” “¿Por qué diría eso…?”

“Porque realmente no valgo nada. Te dejé escapar, actué fuera de lugar, y perdí ante esa mujer Miya…”

“¡¿Miya?!” Levanté la voz ante el nombre familiar.

Roslia, que estaba a mi lado, levantó igualmente una ceja. “¿Qué tiene que ver Miya con esto?”

“¿La conoces?” Preguntó Sofie.

“Bueno, sí…” Tuve que detenerme ahí. Inmediatamente había asumido que había una conexión de alguna manera, pero Sofie parecía ajena al hecho de que nos conocíamos.

“Es la amiga de la infancia de Note.” Explicó Roslia. “Solían aventurarse juntos.” “Ya veo. Así que realmente estabas detrás de esto…” Murmuró Sofie.

¡Dios, no tenía que mirarme así! No tenía ni idea de lo que Miya estaba haciendo. Estaba totalmente desvinculado. Ni siquiera la había visto desde que volvimos a Puriff.

“¡Para nada! Miya y yo nos conocemos desde hace tiempo, pero no estamos en contacto. No podría decirte lo que está haciendo ahora mismo.” Me ofrecí. “Entonces, ¿qué pasó con ella?”

Tuviera o no algo que ver con Sofie, quería saber en qué se había metido Miya. Puede que hayamos prometido no vernos hasta que uno de nosotros conquistara la mazmorra, pero seguía siendo mi amiga de la infancia. No podía evitar sentir curiosidad.

“Se presentó de improviso y pidió unirse al grupo de Su Alteza. La Princesa Leyfa estaba de mal humor y aceptó con la condición de derrotarme en la batalla. Perdí, y por eso me echaron para hacer sitio…”

“Eso es… desafortunado.”

Bueno, tal vez esto se volvió contra mí después de todo. Yo fui quien desafió a Miya a probar su mano en la conquista de la mazmorra, lo que significa que indirectamente fui la razón por la que fue a Leyfa.

“Entonces tu eres la razón por la que Miya quiere explorar la mazmorra, ¿verdad?” Roslia se adelantó. “Tú tienes parte de la culpa, Note.”

Pero, ¿tenía que ir y decir eso? Ya tenía bastante remordimiento, y ahora Sofie me estaba

mirando con odio. Peor aún…

“Otra vez esa mujer…” Erin murmuró para sí misma con una mirada agria.

¡No, todos ustedes tienen una idea equivocada!

“Te juro que siempre aparece en el peor momento.” Resopló Roslia.

Tuve que estar de acuerdo con ella en eso. Miya había reaparecido justo cuando estábamos a punto de reanudar nuestra aventura. Luego volvió a aparecer justo cuando nos dispusimos a reformar a los Arrivers. Y ahora estaba aquí para agitar las aguas una vez más después de que yo hubiera saldado mis cuentas con Leyfa. Estaba seguro de que Miya no quería hacer daño, pero no podía negar su terrible sincronización. Era como si estuviéramos en longitudes de onda opuestas o algo así.

Pero dejando todo eso de lado, esto significaba que se iba a unir a la Princesa Leyfa, ¿eh? Tenía que preguntarme cómo resultaría eso. Vale, admito que estaba un poco preocupado. A fin de cuenta Leyfa era tan… encantadora…

“Entonces, ¿qué vas a hacer ahora si no puedes volver con la princesa?” Le pregunté a Sofie.

“Yo…” Le costó encontrar las palabras, bajó la cabeza y apretó los puños sobre la mesa.

“¿Qué estabas haciendo anoche?” Erin le preguntó por curiosidad. “Perdiste la pelea durante el día, ¿verdad?”

“No sé… Estaba vagando por ahí, y lo siguiente que supe es que todo estaba oscuro.” “¿Estuviste vagando… toda la noche bajo la lluvia? ¡¿Es eso lo que me estás diciendo?!” Sofie asintió y dijo en voz baja: “Sí…”

“¡No es de extrañar que hayas por un ataque de fiebre! Sinceramente, ¿en qué estabas pensando?”

“Lo siento…”

“Déjalo estar, Erin. No estaba en su sano juicio.”

Sofie me había contado lo en deuda que se sentía con Leyfa, que le tendió la mano tras su caída en desgracia. A cambio, le había jurado lealtad a la princesa, pero ahora que Leyfa se había desentendido de ella, fue como si la hubiese dejado de lado sin ningún miramiento. No puedo ni imaginarme la conmoción que eso supuso, sobre todo teniendo en cuenta la devoción que Sofie sentía por la princesa.

“Entonces… ¿por qué decidiste venir a por mí?” Tuve que preguntar. “Esperaba que Su Alteza lo reconsiderara si te derrotaba.”

“Espera, eso significa…”

Antes de que pudiera terminar, Sofie me interrumpió: “Lo siento.”

Sin embargo, no buscaba una disculpa. Me preocupaba su falta de previsión. Si ella hubiera tenido éxito en matarme, Headhunter habría actuado inmediatamente contra Leyfa. Incluso si Sofie hubiera actuado por su cuenta, habría parecido que Leyfa estaba detrás de todo. Así que matarme habría jugado en contra de Sofie, y sólo habría enfurecido más a Leyfa. Por supuesto, ella probablemente no había tenido la presencia de ánimo para procesar todo eso en ese momento.

“¿Tienes algún lugar donde puedas quedarte? ¿O el dinero para encontrar algún lugar?” Pregunté.

“No sé…” Sofie negó lentamente con la cabeza. “No recuerdo haber traído mis cosas conmigo…”

El hecho de no tener pertenencias ni dinero la ponía en una situación bastante difícil. Además, acababa de llegar a la ciudad, así que dudaba de que tuviera contactos aquí en los que pudiera confiar. Encima de eso, aunque ahora estaba consciente, seguía estando febrilmente enferma. No podíamos dejarla ir así.

“Deberías descansar aquí hasta que te sientas mejor.” Le ofrecí. “Salir en estas condiciones sería peligroso.”

“No tienes que preocuparte por mí.” Sofie volvió a negar con la cabeza. “Ya no tengo una razón para vivir, así que francamente no me importa lo que me pase a partir de ahora.”

“No digas eso…”

“Déjame recordarte que soy tu enemigo. No tienes nada que hacer para ayudarme.”

Aunque eso fuera técnicamente cierto, no cambiaba lo que sentía. No iba a rechazarla dadas las circunstancias.

“Escucha, se está haciendo tarde.” Dije. “Deberías al menos pasar la noche aquí.” “No podría…”

“Sería un desperdicio que estiraras la pata después de haber trabajado tan duro para salvarte. Además, tu ropa aún no está seca.”

Sofie se quedó mirando su camisa, tomándose un momento para apreciar el hecho de que estaba con ropa que no era la suya, y luego cerró lentamente los ojos. “Entendido… Más bien, permítame quedarme aquí hasta que mi ropa esté lista. Me iré mañana.”

Con eso, se encogió dócilmente en sí misma.

***

Al día siguiente, me levanté de la cama y bajé las escaleras para encontrar a Sofie buscando su ropa. Personalmente, no creí que tuviera tanta prisa por irse. Era imposible que ya se hubiese recuperado. Después de que habláramos anoche, se había comido las gachas que Erin le preparó y luego se desmayó de nuevo. Me di cuenta de que la fiebre y la fatiga le estaban pasando factura, porque se quejaba en sueños.

“¿Te vas tan pronto?” Pregunté. “Sí…” Dijo en voz baja.

“Tal vez deberías descansar un poco…” Incluso mientras decía eso, Sofie se balanceaba sobre sus pies. Su cara sonrojada me decía que todavía tenía fiebre. “¿Estás bien?”

“Te dije que no te causaría más problemas…”

“Yo no llamaría a esto problemas. Quiero decir, ciertamente no comparado con aparecer en mi puerta y tratar de matarme, ¿sabes?”

“Siento mucho eso…”

Mi broma desenfadada fue respondida con una disculpa sincera. Me hizo sentir mal por haber sacado el tema, lo cual fue incómodo…

“¿Dónde vas a ir ahora?” Pregunté a continuación. “Eres de la capital, ¿verdad?” “Sí.”

“Entonces, ¿vas a volver allí? ¿Necesitas que te presten dinero para el viaje? No llevas nada encima, ¿verdad?”

“No necesitas ir tan lejos… Ya me has ayudado bastante…” “¿Pero qué vas a hacer sin dinero?”

“Todavía debería tener algo en el hotel, creo…”

Así que está planeando volver donde Leyfa…

Sinceramente, no creía que fuera buena idea que Sofie viera a Leyfa en su estado actual. La princesa la había expulsado sin tener en cuenta su bienestar. Verla así no iba a despertar ninguna simpatía. Sólo le daría a la princesa otra ocasión para tratarla como basura.

“De acuerdo, entonces iré contigo.” “¿Por qué…?”

“Estoy demasiado preocupado para dejarte ir sola cuando estás tan enferma.” “Estaré bien.”

“También quiero hablar con Miya.”

Por un lado, Miya y yo éramos rivales que habíamos jurado no volver a vernos hasta que uno de los dos hubiera completado la mazmorra. Pero por otro, éramos amigos de la infancia. Quería evitar que se convirtiera en el próximo peón de la princesa si podía evitarlo.

“Así que ya que vamos en la misma dirección, iré contigo. Sería incómodo para mí encontrarme con la Princesa Leyfa solo. Apreciaría la compañía.”

En realidad, estaba mucho más preocupado por Sofie que por Miya, pero si lo dijera en voz alta, probablemente me reprendería en el acto. Por lo tanto, Miya me dio la excusa perfecta.

“Bien…” Sofie cedió, pareciendo aceptarlo. “Y gracias.” Añadió.

Bueno, no importa. Ella había visto a través de mí. Bueno, realmente no importaba. Mientras estuviera con ella, podría evitar que Sofie hiciera algo imprudente como pasar la noche bajo la lluvia.

“Bueno, ¿qué tal si desayunamos antes de irnos?” Ofrecí. “Pero no debería…”

“No quiero ir con el estómago vacío, y la Princesa Leyfa probablemente te rechazaría en la puerta si fueses a llamar a estas horas.”

Sofie miró por la ventana. Una ligera niebla cubría la ciudad y el sol apenas empezaba a salir.

“Oh…” Murmuró, pareciendo finalmente darse cuenta de la tontería de ir tan temprano.

Sí, no había forma de que ya estuviera en buen estado de salud. Apenas pensaba con claridad. Definitivamente no podía dejarla ir a ver a Leyfa sola en este estado.