Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 3

Interludio 1: Mientras Tanto, la Reina Oscura… I

El Pico Sagrado de Olimpia. Hogar de un dragón, y la ubicación actual del Castillo de la Reina Oscura.

“Haugh… Tengo hambre…” La Reina Oscura Maredia se paseó por la cocina. El dragón gorrón y su hija, la amiga de Maredia, no estaban en casa, a pesar de que habían planeado venir a casa para las vacaciones de verano.

“Mi Reina Maredia, si lo desea, ¿cenamos temprano?” “¡Absolutamente, sí!”

Clowria sacó pan y queso de una cesta. Era una amiga íntima de Maredia, una hermana adoptiva que se había criado junto a ella.

“Oh, ¿sándwiches? Bien, bien. Acabo de empezar una nueva serie, así que la comida que puedo comer con una mano mientras leo es exactamente lo que necesito.” Maredia esbozó una sonrisa de oreja a oreja. “¡Realmente me entiendes, Clowria!”

“Me alegra escuchar eso. ¿Quieres un poco de miel en tu leche caliente?” “¡Por supuesto!”

Colocando la comida hecha rápidamente en una bandeja, la llevó a la habitación de Maredia en lo alto de la Torre Oeste.

“¡Gracias por la cena!”

“Por favor, disfrute, Su Oscuridad.”

Por primera vez en mucho tiempo, estaban las dos solas en casa. Mientras comía su sándwich de queso, Maredia miraba fijamente a Clowria. Era su compañera más cercana, que la acompañaba desde que eran jóvenes. Siempre estaba al lado de Maredia, siempre pensando en ella.

Hace mil años, cuando lanzaron su ataque contra el Reino Humano, luchó ferozmente como capitana de la guardia de los darkin hasta el final. Cuando Maredia fue derrotada por los héroes humanos y su amada biblioteca fue sellada, no había forma de que volviera al Reino Oscuro, pero Clowria nunca se separó de su lado. Cuando cayó en una profunda depresión y se negó a abandonar su castillo, Clowria siempre estuvo a su lado.

Era su querida otra mitad. Así se sentía Maredia.

… Es una mujer demasiado buena para alguien como yo.

El hecho de que siempre estuviera allí para sostener su mano, jurando lealtad a una Reina Oscura idiota como ella, hizo que Maredia quisiera complacer su bondad para siempre.

“¿Ocurre algo, mi hermosa Reina?” Preguntó Clowria con una sonrisa, al notar su mirada.

“¡Hau, n-nada!” Siguió mordisqueando su sándwich. Pan seco y queso seco. A pesar de su aspecto, ese Dragón Anciano era todo un cocinero, y esta comida era casi triste en comparación con lo que podía hacer.

Pero aun así. Estaba delicioso. Aunque no le llenó el estómago como su comida habitual, le llenó el corazón igual de bien.

Su vida había cambiado por completo cuando el Dragón Anciano había acudido a aquella primera visita con Olivia, pero Maredia no se arrepentía de ello. De hecho, su nuevo estilo de vida le resultaba bastante divertido. Nunca pensó que alguien como ella tendría la oportunidad de asistir a una escuela ordinaria. Pero al final, su verdadero lugar estaba al lado de Clowria. Lo sentía con todo su corazón.

“¿Mi Reina?”

“Haugh… nada. Aunque no me importaría tomar un té una vez que haya terminado de comer.” Sin prestar atención a sus modales, sostuvo su nuevo libro en una mano mientras mordisqueaba su sándwich.

Clowria sonrió como siempre. “Muy bien, mi Reina Oscura.”

Sabía que estaba siendo totalmente mimada por la amabilidad de Clowria, pero aun así, le encantaba estar aquí con ella.