Youjo Senki (NL)

Volumen 8

Capítulo 5: Bolsillo

Parte 4

Las posiciones defensivas coordinadas estaban bien.

La infantería las construía, la artillería las apoyaba y las fuerzas acorazadas enemigas funcionaban ocasionalmente como eje de ataque: estas posiciones de defensa estaban destinadas a ser formidables.

Pero faltaba una cosa.

Una de las amenazas enemigas había desaparecido.

“… ¿Sólo infantería, artillería y tanques? ¿No hay magos?”

El papel de su unidad siempre era ahuyentar a los magos enemigos que atacaban a su infantería. Pero extrañamente, por la razón que fuera, hoy apenas era consciente de ellos.

¿Por qué? Mientras intentaba articular una respuesta, por fin se dio cuenta de lo que llevaba tiempo sin entender.

El número de señales de maná enemigas había… disminuido drásticamente.

“¿Adónde fueron?”

No es que no hubiera ninguno. Algunos todavía estaban activos. Podía captar algunas señales. Pero era como un residuo de la amenaza que había sentido constantemente hasta el día anterior. La sensación… había disminuido drásticamente.

Se atrevería a decir que era como una cáscara vacía.

“¡¿Significa esto que ese batallón de magos de mierda se ha ido?!”

Había que considerar la posibilidad de que estuvieran suprimiendo su señal como un ardid. El texto clásico sobre emboscadas decía que la forma de atraer al enemigo era fundamental. Los soldados imperiales eran jugadores bastante hábiles en el juego del engaño, así que relajarse no era una opción.

… Pero Drake entendió esto intuitivamente. Era como leer la marea.

En lugar de pensar demasiado las cosas con una mente caótica, el instinto y la intuición, a veces el corazón era mucho más certero.

Sobre todo cuando detectaba mala voluntad y amenazas. Los instintos de supervivencia eran eficaces para mantenerse con vida. Este tipo de intuición no era lógica. Pero era terriblemente precisa. Cualquiera que se riera de ella como si fuera una tontería oculta era un estúpido que había dejado que sus sentidos como ser vivo se adormecieran o un imbécil cabezón que nunca había estado en el frente de batalla.

La intensa presión que debería haber estado sintiendo desde la posición enemiga sitiada se había dispersado. Si tuviera que describirlo, diría que era algo parecido al vacío que se produce después de que algo se haya ido.

Cualquiera con sentido para la guerra podía adivinar lo que había pasado. No había sido una emboscada. Ellos —y ese monstruo— ¡se habían ido!

Sin pensarlo dos veces, Drake se puso en marcha. Era extremadamente irritante que no pudiera hacer que las cosas sucedieran con una sola orden debido a los inconvenientes de formar parte de una unidad multinacional.

Mientras viajaba desde la posición asignada a las tropas de la Mancomunidad hasta el Cuartel General, incluso Drake, que era tratado como un oficial, fue detenido por el Ejército de la Federación, qué dolor.

“¿Coronel Drake? Disculpe, pero ¿puedo preguntarle por qué ha venido…?”

La oficial política que le detenía con tonterías que no tenían cabida en un campo de batalla era un ejemplo perfecto de la burocracia en acción. Pero aunque normalmente pensaba que los oficiales políticos no eran más que un semillero de molestias, esta vez agradeció el encuentro. Si había alguien con autoridad para hacer llamadas, esto sería rápido.

“Teniente Tanechka, necesito hablar con el Coronel Mikel inmediatamente.”

“¿Camarada Coronel…? ¿Pasó algo?”

Al parecer, esta funcionaria política era lo bastante decente como para no hacerle perder el tiempo con tonterías en un momento crítico. Convencido de que eso era lo que la hacía mejor que la mayoría, siguió hablando.

“Los enemigos han hecho un movimiento. ¡Sacaron en secreto algunas unidades de magos!”

Aunque los magos se habían ido, la posición enemiga seguía siendo muy cerrada.

La infantería enemiga era tan feroz que le ponía enfermo; la artillería era asquerosamente hábil; y las unidades de tanques estaban completamente familiarizadas con la guerra urbana. Pero los magos aéreos, que habían demostrado ser ilimitadamente agravantes en Arene, habían desaparecido en su mayoría.

Por lo tanto, es obvio lo que debemos concluir. Continuó: “¡Los magos enemigos están ocultando su paradero! ¡Ataquen la posición enemiga inmediatamente!”

Si los abrumaban con la superioridad del material, podrían abrirse paso.

Era una aritmética brutal, pero podían esperar resultados definitivos. Los sacrificios tendrían su recompensa. Al menos, sería mejor que atacar y dejar atrás los cadáveres de sus subordinados.

“¡Desplacémonos con un tank desant! ¡¿Dónde está el intérprete?!

¡Prepárense para la salida! ¡Deprisa! ¡Consigan tanto combustible y tantas armas como podamos reunir!”

“¡Por favor, espere!”

Las palabras le cayeron como agua helada. Incapaz de disimular su incredulidad, le respondió receloso: “¿Pero no lo ves? Es nuestra oportunidad. ¿Por qué íbamos a esperar?”

“¡Coronel Drake, están prohibidos los ataques de tanques a posiciones enemigas, con excepción de los ataques de flanco! No puedo aprobar un acto de barbarie que exponga la vida de la gente a un riesgo innecesario. Cualquier cosa que desgaste a sus camaradas en vano es…”

“¡¿Eres estúpida?!” Sabía muy bien que era de muy mala educación, pero tenía que decirlo. “¡Mira bien! ¡Mira con tus propios ojos!” Señalando a la periferia de la ciudad, continuó, tratando de calmar su voz. “¡La mayoría de las fuerzas imperiales de magos han desaparecido! Ahora es nuestra oportunidad, no, es nuestra única oportunidad de combinar nuestras fuerzas y superar a la infantería y los tanques.”

“¿Tiene pruebas definitivas?”

“¿Pruebas definitivas? ¿De qué?”

“¡¿Dónde está la prueba de que el enemigo no está al acecho para emboscarnos?!”

¿Dónde sería eso?

¿Quién lo esperaría?

¡Esta es la línea más avanzada!

“Si quieres que el riesgo sea cero, ¡quítate el uniforme ahora mismo! ¡Entiérrate y disfruta del descanso eterno! ¡Aquí estamos luchando una guerra!”

En la incertidumbre de la niebla de la guerra, todo son dudas y vacilaciones hasta que se da con el plan óptimo. Al final, te juegas la vida de la gente, y eso siempre conlleva un riesgo.

Pero esta vez, podemos atacar con confianza, así que ¿por qué contenernos?

“¡La falta de señales, las condiciones operativas y, sobre todo, la evaluación de la situación! ¡Echa un vistazo a cómo se están moviendo, y no hay duda en mi mente! ¡Si usted se llama a sí misma una oficial, a continuación, haga una llamada de juicio!”

“¡¿Has pensado en lo que significaría si fracasamos?!”

“¡Igual contaría como reconocimiento de fuerza! Y en primer lugar, no hay forma de que puedan mantener la línea sin sus unidades de magos. ¡Deberíamos ser capaces de abrirnos paso hasta la zona urbana!”

“¡Me cuesta creer que tengamos una oportunidad real! ¡¿No recibiste el aviso del partido?!”

La forma en que le hablaba con tanta condescendencia hizo estallar a Drake. Siempre estaba pensando seriamente en la guerra.

No necesitaba este obstáculo adicional de la mano de un funcionario político.

“¿Te refieres a que en las ciudades del sur se están librando encarnizados combates? ¡¿No es precisamente por eso que sería significativo para nosotros presionar al enemigo?! ¡Por eso estamos aquí!”

“Las órdenes que recibimos en este frente son ser una amenaza para las debilitadas unidades imperiales y evitar que el enemigo se concentre en el sur. Por lo tanto, todo lo que tenemos que hacer es rodear…”

Si hubiera interrumpido a una mujer en su país, Drake habría recibido una bofetada con un manual de etiqueta. Pero en el campo de batalla no había distinción entre hombres y mujeres: un imbécil estúpido era un imbécil estúpido.

Ella estaba siendo tan densa, la irritación de Drake se acumuló hasta el punto de que casi escupió.

“¡Exactamente por eso es tan prioritario asegurar el ferrocarril! Si nos limitamos a rodear el distrito urbano, no llegaremos a ninguna parte, pero si nos deshacemos del Lergen Kampfgruppe en nuestro camino, ¡básicamente habremos adquirido una ruta de ataque! ¡Si podemos destruirlos aquí y ahora, el efecto sobre el Ejército Imperial será masivo!”

¿Por qué no puede entenderlo? ¡Ella puede ser una oficial política, pero todavía lleva la insignia de un teniente primero!

“¡¿No se trata de que la multinacional y otras unidades restantes sean agresivas presionando las líneas imperiales para apoyar al sur?!”

Aunque la lucha era dura, aparentemente estaban igualados. Había oído hace un par de días que incluso sería posible resistir. No estaba claro hasta qué punto era cierto, pero si sus aliados realmente podían resistir en el sur… ¿Por qué no comprende que un ataque aquí sería entonces aún más significativo?

“¡Esa no es nuestra decisión!”

Este increíble comentario dejó a Drake sin habla. El papel de un oficial era hacer llamadas. Dar órdenes basadas en esas llamadas. Y luego asumir la responsabilidad del resultado.

¿Pero se niega siquiera a evaluar la situación? Entonces, ¿quién lo hará?

“El partido nos ha ordenado sitiar. Nuestras órdenes son mantener al enemigo estrechamente rodeado.”

“… ¿Me estás diciendo que obedezca al partido?” “Por supuesto.”

La forma en que lo declaraba, como si no tuviera ninguna duda, resultaba un poco escalofriante en el campo de batalla. Si esa actitud era constante en toda la Federación, entonces sus oficiales ni siquiera eran oficiales.

“Señora, permítame decirle algo.” “¿Qué pasa?”

“Soy un soldado de la Mancomunidad entrenado para obedecer las intenciones de una orden. No tengo intención de seguir una orden de cruzarnos de brazos en un asedio cuando eso significaría ceder la iniciativa.”

No sólo los oficiales militares, sino cualquiera que dirija a otros debe comprender las intenciones de sus órdenes y esforzarse por alcanzar su verdadero objetivo. Para eso están los oficiales. Si no, ¿para qué tener oficiales?

“Por favor, informe al Coronel Mikel de que soy un soldado de la Mancomunidad y sólo estaré obligado por el objetivo de la operación que acordamos. No hay razón para que tenga que seguir las órdenes del Partido Comunista de otro país.”

“¡Es inaceptable que propongan algo que aplasta nuestra dignidad ante periodistas occidentales!”

“Señora, le ruego me disculpe, pero permítame recordarle:

¡Estamos en guerra contra el Imperio!”

“Como tan astutamente observas, ¡estamos en medio de una guerra!”

Los enfrentamientos a gritos contra la funcionaria política eran el último ejercicio de futilidad. En ese preciso momento, se les escapaba

un tiempo más precioso que el oro. Mientras perdían el tiempo debatiendo, su victoria podía escapárseles de las manos.

“¡¿Entonces qué tal sólo los tanques?! ¡Para los magos, nos conformaremos con los de la Mancomunidad! ¡Envía los tanques de tu ejército! ¡Nos coordinaremos con ellos para hacer el trabajo!”

“¡No puedo hacer eso! Actuar a discreción arruina el orden y la disciplina del ejército.”

“¡Bien! Lo siento, pero necesito hablar con el Cuartel General, ¡no con la oficial política adscrita a nuestra unidad! Por favor, póngame con el coronel Mikel.” En la academia de oficiales le habían enseñado a no emocionarse. ¿Había olvidado la razón? O quizás el frente oriental era así de agotador. “¡El Diablo del Rhine está entre los desaparecidos!

¡No podemos dejar pasar esta oportunidad! ¡Necesitamos una ofensiva total!”

Había bajado un poco la guardia y acabó alzando la voz contra la irrazonable funcionaria política. El hecho de que lo hiciera sin comprobar quién podía estar escuchando resultó fatal.

Cuando Drake se volvió instintivamente en respuesta al extraño estruendo de algo que caía, fue la visión de una joven teniente primero mágica, con la cara enrojecida y los puños apretados, nada preocupada por la cantimplora que se le había caído, lo que le saltó a los ojos.

Aquí y ahora era el peor momento. “… ¿Se ha ido?”

Era demasiado tarde para hacer nada.

“¿Teniente Sue? ¡Teniente Sue!”

Dejando que el grito de Drake de que se detuviera rebotara en ella, salió corriendo. Y él era muy consciente de que ella no era de las que se iban a su habitación a sentarse tranquilamente.

“¡Mierda, esa chica siempre se adelanta!”

Pasar más tiempo hablando con la funcionaria política quedaba descartado. Tengo que detenerla, pensó Drake mientras corría tras Sue.

Y era extraño lo rápida que era en este tipo de situaciones. Cuando la vio salir volando, justo después de que los magos voluntarios que parecían estar a la espera intentaran contenerla… estaba claro que no habían conseguido detener su alboroto. Y observándola de cerca, era obvio hacia dónde se dirigía. Al parecer, estaba emprendiendo un vuelo de largo alcance, evitando la posición enemiga.

“De todos los… ¿Realmente está tratando de ir tras ella?”

Si sólo quería explotar, ¡había mejores direcciones por las que podría haber salido furiosa!

“¡¿Podría haber atacado la posición enemiga, pero en vez de eso intenta seguir a los magos enemigos?! ¡¿Por qué?!” Espetó Drake, pero al mismo tiempo se preparó.

En este punto, la indecisión es el enemigo. Tendré que renunciar a asaltar silenciosamente la posición enemiga. El resto de las tropas

puede encargarse del cerco, es hora de enfrentarse a esos molestos magos.

En realidad, no quería ir. Estaba totalmente en contra.

¿Era sensato enfrentarse en solitario a la principal fuerza defensiva enemiga?

Ni siquiera tuvo que preguntárselo, la respuesta estaba clara. Sería lo peor. ¿Cuántas familias desconsoladas acabarían odiándole?

Ya podía verlos afligidos. Seguramente, ante los hogares de su patria, se preguntarían: ¿Por qué ese incompetente oficial superior tuvo que ir a la carga tras la principal fuerza enemiga sin ningún plan?

Pero desde un punto de vista puramente táctico, era una gran oportunidad para atar al enemigo.

Si tenían que hacer lo que tenían que hacer, simplemente tenían que hacerlo.

“¡Aviso al Cuartel General! El Lergen Kampfgruppe parece haberse retirado a su propia discreción, ¡y vamos tras ellos!”

Por la enérgica redacción del mensaje, algunos podrían haber supuesto que estaba entusiasmado por la oportunidad de entablar una batalla de persecución. Pero Drake esperaba que si Mikel lo recibía, el coronel entendería cómo se sentía realmente.

“¡Puedes dejármelo a mí!”

Drake no era un fan de saltar al azar a la acción, pero el impulso era un factor. No podía negarlo.

***

AL MISMO TIEMPO, EL ESPACIO AÉREO DEL DISTRITO MILITAR ORIENTAL, A LA CABEZA DEL 203º BATALLÓN DE MAGOS AÉREOS

El batallón, volando lo más sigilosamente posible, tiene la intención de abrirse paso y dar una buena paliza al enemigo. Seremos nosotros quienes nos acerquemos sigilosamente al enemigo y le demos una patada en la retaguardia.

Pero su inocente convicción vacila inmediatamente después de la salida.

“¡Coronel! ¡El enemigo está en movimiento!”

“¿Qué? ¡Es demasiado pronto!” Responde Tanya con cara de duda a medias.

El 203º Batallón de Magos Aéreos destaca en el escondite. Incluso Tanya, una de las cinco mejores magas imperiales de la era actual, se esfuerza por captar la señal de maná de uno de sus subordinados si se toman en serio lo de esconderse.

Han estado mejorando sus habilidades de vuelo encubierto desde las batallas de trincheras en el Rhine. Incluso usando el orbe bimotor que era el Tipo 97, no hay forma de que se escape el maná.

La idea de que esa, de todas las cosas, fuera la causa indirecta del movimiento enemigo está más allá de la imaginación de Tanya, y por eso está tan confusa.

“¿Estás diciendo que nos encontraron incluso con nuestra magia suprimida?”

Hemos estado operando bajo el supuesto de que teníamos algo de tiempo hasta que la posición imperial fuera atacada. A Tanya le preocupa que si el enemigo ha detectado que falta el núcleo del batallón de magos aéreos, las tropas restantes estén en peligro, pero su capacidad para preocuparse por el asunto como un problema ajeno termina ahí mismo.

“¡Coronel! ¡Mire!”

“¡¿Han venido a por nosotros?!”

Su ayudante señala una mancha en la distancia. En el momento en que están en el aire, se dirigen hacia nosotros. Enemigos. Magos enemigos.

“¡Esto no es gracioso!” Grita Tanya. “De todos los… ¿Vienen a por mí? Normalmente, si los magos se han ido, ¡golpeas la posición que acaban de dejar!”

Sacar a los magos de tu posición defensiva es como agitar una bandera roja delante de un toro. Es lógico que el enemigo se abalance sobre la posición sin vacilar, hasta el punto de que Tanya había

asumido que el enemigo lanzaría un ataque total en cuanto descubriera que el 203º se había marchado.

“… No puedo creerlo. Realmente se dirigen hacia aquí.”

Incluso los veteranos oficiales Weiss, Ahrens y Meybert habían expresado el mismo temor antes de partir, por lo que Tanya se aseguró de que el Salamander Kampfgruppe —más bien, el Lergen Kampfgruppe— estuviera minuciosamente preparado para una batalla defensiva en ausencia de los magos.

Por supuesto, Tanya no es tan alegre como para pensar que podrían seguir ocultando indefinidamente la ausencia del batallón de magos, pero no había previsto que saliera a la luz tan pronto.

“Estaba resignada a que nuestra posición fuese expuesta en cuestión de tiempo, pero… nunca pensé que nos perseguirían.”

Si yo estuviera en el lugar del enemigo, no iría a por los enemigos molestos, sino a por la posición que los enemigos molestos habían dejado libre.

¿Qué conexión entre neuronas tienes que perder para decidir cargar contra nosotros?

“… Si hubiera sabido que el enemigo vendría por aquí, habría hecho las cosas de otra manera.”

Pensó que había cubierto sus bases para el peor de los casos dando órdenes más bien definitivas a sus subordinados para que se defendieran hasta el final y lucharan fuera de la posición.

Y aunque es una forma horrible de hacer las cosas, bastantes de ellos han conseguido mantenerse con vida. Tanya está dispuesta a dar prioridad a protegerse a sí misma. Su voluntad de sobrevivir no está dispuesta a ser aplastada.

Así que debería estar en una buena posición resulte como resulte, pero… si el enemigo está en persecución, su posición y sus premisas han cambiado por completo.

Tener que unirse a la ofensiva del Teniente General von Zettour mientras la persiguen la saca de la sartén y la empuja al fuego. Quiere lamentarse de lo sobrecargada de trabajo que está.

—Tendré que hacer que esto funcione.

Este es el campo de batalla. Lamentablemente, es un mundo incivilizado. Los mundos donde la violencia regulada tiene más peso que el debate civilizado pueden pudrirse. O mejor dicho, idiotas como Ser X pueden pudrirse.

Necesito vivir, volver a la retaguardia y abofetear a todo el mundo con mis objeciones y descontento en forma de una montaña de quejas escritas.

“Mayor Weiss, cancele la supresión de maná. Prepárense para entrar en combate con todas sus fuerzas. No duden en usar el truco bajo la manga: las rondas de fórmula anti-magia.”

“¡Sí, señora! ¡Cancelando la supresión de maná y atacando a la unidad enemiga perseguidora a toda potencia!”

Había estado esperando secretamente que la quimera bicéfala de los ejércitos de la Federación y la Mancomunidad nos ayudara por su lentitud de reacción.

Pero supongo que no debería haber contado mis pollos antes de que eclosionaran.

Si tengo que hacerlo, hagámoslo.

Lo único que no podemos hacer es ir más despacio.

“Mayor Weiss, contraatacar es bueno, pero pase lo que pase,

¡seguimos avanzando! ¡Enfréntense a los perseguidores cuando nos alcancen!”

“¡¿Avanzamos mientras el enemigo nos persigue?!”

En respuesta a su atónito subordinado, Tanya asiente como si fuera algo natural. “¡Sería peor si nos detuviéramos! ¡Adelante, adelante!

¡Disparen cuando sea necesario mientras mantienen la velocidad!”

Si las tropas de choque que se suponía que iban a hacer el avance se ven atrapadas aquí, habremos perdido el objetivo. Y en primer lugar, mezclarnos con el enemigo en lugar de aprovechar la velocidad del Orbe de Cómputo de Asalto Elinium Arms Tipo 97 sería una pérdida de tiempo.

Tras dar la orden de librarse de ellos y luchar sólo con ataques a distancia, Tanya vuelve en sí por la voz de su ayudante.

“¡El enemigo está a tiro!” La unidad a tiro es una compañía de magos enemiga.

Soy consciente de que se tarda un minuto en pasar de suprimir tu señal de maná a la máxima velocidad de combate, pero siguen siendo rápidos.

No puede evitar sentirse impresionada de que sea una compañía la que ha aparecido para aferrarse a ella. Ni siquiera realizan maniobras evasivas, sino que se acercan directamente: qué patos más decididos.

“¡Bauticen a estos héroes de una era pasada con fuego moderno de largo alcance! ¡Esta vez atravesaremos sus corazas defensivas!”

Con una sola palabra de Tanya, las dos compañías devuelven el fuego. La descarga, cuantitativa y cualitativamente la mejor de la época, golpea espléndidamente a la compañía que se aproxima, enviando a los soldados enemigos a estrellarse contra la tierra de la Federación.

Pero no consiguen tanto como Tanya esperaba.

Pensó que un ataque acabaría con la mitad de ellos, pero sólo unos pocos fueron abatidos.

La pequeña mota de lo que debe ser un oficial que va en cabeza debería haber recibido múltiples disparos concentrados de los subordinados de Tanya, pero su líder parece estar tan bien como siempre.

Incluso teniendo en cuenta las condiciones de tiro a larga distancia, esa tipa es increíblemente resistente.

“¡Tsk, qué acosadora más testaruda!” Chasqueando la lengua con fastidio, Tanya intenta manifestar una fórmula que atraviese las corazas defensivas enemigas, seleccionando una fórmula de francotirador óptico, pero justo cuando está a punto de disparar, se percata de la entrada de fuego enemigo de largo alcance.

¿Se detuvo a disparar desde la distancia parte del grupo que venía detrás de la compañía de ruptura? Cuando mira, parece que hay otro batallón. No tengo muchas ganas de ir con dos compañías y un batallón completo.

Pero de este pequeño enfrentamiento se desprende claramente que estos adversarios no van a rendirse tan fácilmente.

“¡Entrando en combate a media distancia y cuerpo a cuerpo! Este fue un movimiento muy rápido para la Federación. ¡Demasiado rápido!”

“¡Sepa contra quién está luchando, Mayor! Son unidades multinacionales. Es decir, no son tan lentos como la Federación. No podremos hacer nuestro trabajo con estos ágiles perseguidores siguiéndonos.”

Supongo que no tengo elección. Tanya acepta su destino. Tanya le da un pequeño golpe en el hombro a Weiss, que asiente con la cabeza para que le entienda, y luego cambia de pareja para emparejarse con su compañera, la Teniente Primero Serebryakov.

La destreza que muestran las dos compañías al volver inmediatamente a la formación para dar caza a la destacada compañía enemiga es de ensueño.

Los magos de la 203º cargan salvajemente para asegurar la superioridad numérica local, y el destino de la compañía enemiga que recibe su ataque es realmente miserable. Sin tiempo para recuperarse mentalmente del shock de pasar de cazador a cazado, la mayoría de ellos mueren heroicamente, incapaces de reunir la dureza que tenían hace unos momentos.

Sin embargo, de forma odiosa, la oficial que parece comandar la unidad fugada sigue bien.

“¿Qué pasa con esa bastarda?”

¿Este despliegue depende de las habilidades de esa única maga?

Tanya frunce el ceño ante este acuerdo inescrutable, pero no hay razón para que se preocupe por cada pequeño detalle. Probablemente debería llorar a los pobres soldados enemigos dirigidos por un oficial tan pésimo, pero puede hacerlo después de seguir con vida y lograr la victoria.