Youjo Senki (NL)

Volumen 8

Capítulo 3: Andrómeda

Parte 3

Apenas suelta un “Sí, señora” antes de salir pitando a luchar. Esto es lo que significa estar en la misma longitud de onda.

“¡Compañía, síganme! ¡A la carga!”

“¡Denles apoyo!” Tanya insta a la compañía de Wüstemann a moverse.

“¡Tres rondas de fuego de cobertura!”

El hecho de que consigan disparar correctamente, a pesar de las prisas, probablemente significa que por fin se están acostumbrando al combate en vivo.

Mientras pueda confiar en que no fallarán, estará bien dedicarlos a una función de apoyo.

“¡Wüstemann! ¡Sigue así! ¡Pero no hay necesidad de disparar sin razón!”

“¡Entendido!”

Sus agradecimientos son aceptables, aunque sólo sea eso.

No, no está bien ser rencoroso sólo porque les falta experiencia. La experiencia se gana. No distinguir entre falta de habilidad y falta de experiencia no es justo. Y para Tanya, ser justo es un hecho.

Quizá el haber estado tanto tiempo en el campo de batalla me ha vuelto una persona combativa. También podría ser el estrés de la irrazonable orden del General von Zettour de defenderlo con la vida.

“Esto no es en lo que necesito estar pensando ahora.”

Tanya sacude ligeramente la cabeza para despejar los pensamientos ajenos y vuelve a centrarse en el combate. El momento es perfecto. El enemigo está ocupado con la carga de Weiss… y los demás estamos en formación de ataque.

Es la hora. Tanya mira a su ayudante. “Teniente Serebryakov, vamos a seguir a Weiss con nuestra propia carga. Esto no es diferente de lo habitual, pero… vigila mis seis. Esté especialmente atenta a los aviones enemigos que puedan irrumpir.”

“Sí, señora.”

“Bien, aquí vamos. ¡Todos, conmigo!” Acelera, acelera y acelera un poco más.

El Tipo 97 no se llama orbe de cómputo de asalto sin motivo. Los diseñadores de Elinium Arms están locos, pero, curiosamente, su destreza tecnológica sigue el ritmo de sus extravagantes ideas.

Lo natural es dar una paliza al enemigo mientras está abrumado acercándonos a toda velocidad de combate, el método estándar de batalla aérea. Cuando la unidad de Weiss se separa, los magos enemigos se quedan aturdidos, así que atacamos todos a la vez desde arriba.

Cuando nos ven, levantan bruscamente sus defensas, pero su reacción es lenta.

“Hmph, eso fue lento.”

Ocurre justo cuando Tanya ha puesto a cero su rifle y está a punto de apretar el gatillo para asestar una fórmula. Casi se relame los labios, ansiosa por anotar otra muerte, cuando un disparo inesperado desde su flanco golpea con fuerza su coraza defensiva, obligándola a cambiar de rumbo.

¡¿Los Comunistas nos atrajeron?!

“… ¿Un trampero?”

Tanya aprieta los dientes a su pesar. Cuando nos damos cuenta de que nos han engañado, el mago enemigo supera el fuego de contención de Serebryakov como si nada.

El apoyo no llegará a tiempo, pero Tanya tampoco está en condiciones de retirarse.

“¡Maldita sea!”

Hace una curva cerrada en su trayectoria de vuelo para cambiar de dirección. Para protegerse del enemigo que se acerca por su flanco, Tanya abre fuego con su subfusil.

Consciente de que su cargador está vacío, intenta ganar algo de distancia y tensa el Orbe de Cómputo de Asalto Tipo 97 de alta precisión para acelerar lo más rápido posible.

“¡Coronel! ¡¿Está usted bien?!” “¡No hay de qué preocuparse!”

Estuvo muy cerca de recibir dos disparos… pero no es tan grave como para que tenga que usar el Tipo 95.

Si te concentras, el Tipo 97 desarrollado por ese miserable y odioso científico loco puede desplegar una coraza defensiva capaz de aguantar algunos impactos, igual que el nuevo modelo del Ejército de la Federación.

“¡Ni nosotros ni nuestros orbes somos tan generosos como para que nos derriben así!” Tanya ladra a sus subordinados, pero por dentro siente exactamente lo contrario.

No hay manera de ocultar la conmoción de haber sido tomado por sorpresa tan completamente.

Un mago de la Federación moviéndose más rápido que ella en combate cuerpo a cuerpo es suficiente para que lo considere un cambio de paradigma.

¿Qué le habría hecho el mago enemigo a Tanya si no hubiera tenido un subfusil capaz de disparar una lluvia de balas?

“… Tsk. En serio, realmente odio a estos tipos.”

Tras escabullirse por los pelos, Tanya se vuelve para observar al enemigo.

Entre las rápidas aproximaciones y el fuego entrecruzado, no suele tener mucho sentido distinguir entre los rostros de los soldados enemigos, pero esta vez, la información visual es prioritaria. Tras estudiar el equipo, los uniformes e incluso la raza de los propios soldados, me doy cuenta. Creía que estos magos pertenecían a una unidad de la guardia, pero después de observarlos un rato, es evidente que sus uniformes son los normales que llevan la mayoría de los magos de la Federación. Tampoco veo ninguna diferencia en sus insignias y demás.

Aun así, ¿soy sólo yo, o…? Parecen muy viejos. La Federación está reorganizando el componente mago de sus fuerzas armadas, así que es raro ver a alguien de más de cuarenta años.

¿Son instructores? En cualquier caso, si los Comunistas están tan presionados que tienen que desplegar personal que ya no es joven, es una buena señal para nosotros. Tal vez los refuerzos prometidos por Zettour tarden menos en llegar de lo esperado. Hacerse esperar es una lata.

“… Son buenas noticias. Aunque no es algo que debería decir alguien que acaba de ser engañado.” Con una sonrisa irónica, Tanya se prepara para devolver el fuego y perforar la coraza defensiva del enemigo con una fórmula de francotirador óptico, con la esperanza de aumentar su puntuación, pero… no consigue acertar.

Y no sólo eso, cada vez que deja de moverse distraídamente para concentrarse en apuntar, el enemigo no cesa de obstaculizarla. ¿Qué puede hacer si le disparan inmediatamente antes de que pueda apuntar?

“Ngh, mierda. Están extrañamente coordinados.”

Cada vez que Tanya apunta a la espalda de un enemigo, acaba encontrándose con un cañón apuntándole a ella. Es la personificación de cómo deberían funcionar las células de dos hombres, pero no puede creer que las tropas de la Federación estén aún más sincronizadas que las suyas.

Echando otro vistazo, observo que el compañero del veterano es otro tipo mayor. ¿Quizá son dos instructores? Eso podría explicar por qué tienen tan buena coordinación. Los dos están tan sincronizados que dispararles no basta para romper su formación.

En ese caso, no queda más remedio que responder a su desafío.

Como si a estas alturas la valentía temeraria fuera una opción razonable, Tanya se abalanza sobre ellos, balanceándose como si pretendiera estrellarse, y finalmente consigue derribar a uno de ellos con su espada mágica.

“Maldita sea, esto está tardando demasiado… ¿Qué demonios?” Se pregunta mientras observa la zona con abierta confusión.

El 203º Batallón de Magos Aéreos, generalmente reconocido como la élite del Ejército Imperial, la vanguardia en cuanto a operaciones con magos, está prácticamente igualado con estos magos de la Federación, que se supone que son inferiores.

De hecho, ¿no sería justo decir que durante toda la guerra, mi unidad ha estado siempre en el bando superior? Como comandante de esa unidad de élite, a Tanya sinceramente le cuesta creer lo que está viendo.

Los magos de la Federación no deberían poder rendir a este nivel. Tener que juzgar a sus propias tropas y a las de la Federación con el mismo rasero da a su veterano batallón peor reputación de la que merece.

Y mientras intento reflexionar sobre esto en el aire, el enemigo aprovecha alegremente la oportunidad para atacar.

“¡Argh, eres tan molesto!”

Mientras Tanya manifiesta ferozmente una fórmula explosiva como cortina de humo e intenta tomar distancia, se da cuenta de que su compañera, Serebryakov, ha dejado de moverse.

“¡Visha! ¡¿Qué estás haciendo?!”

“¡Coronel! Mira eso—¡las corazas defensivas del enemigo!”

“¿Hmm? ¿Qué pasa con ellas?”

“… ¡Su fórmula explosiva las resquebrajó un poco!”

“¡¿Qué, en serio?!” Cuando Serebryakov señala excitada al enemigo, Tanya chilla de asombro. Toda la razón para luchar en este cuerpo a cuerpo se debió a su suposición de que el enemigo tenía fuertes corazas.

Si la supresión de área sigue siendo eficaz contra ellos, eso lo cambia todo.

“¡Vamos a intentarlo!”

Con fórmulas que priorizan el alcance sobre la potencia, Tanya puede seguir el ritmo de estos veloces magos enemigos hasta cierto punto.

Entrecierra los ojos e intenta ver el resultado de su disparo, pero no aprecia ninguna diferencia en los movimientos del enemigo. Justo cuando está a punto de chasquear la lengua decepcionada por no haber funcionado, observa por el rabillo del ojo una mancha roja que se filtra en el uniforme del enemigo.

“Resulta que son más frágiles de lo que pensábamos.”

Si la película protectora ha volado por los aires y la coraza defensiva ha sufrido daños, por leves que sean, entonces el rendimiento defensivo del orbe enemigo es muy inferior al que había previsto.

Son buenas noticias. Tanya se ríe para sus adentros.

“¡Weiss, Wüstemann! Estos tipos no están usando el nuevo modelo. No se molesten con fórmulas de perforación, ¡céntrense en la supresión de área!”

“¡¿Eh?!”

Las voces confusas de los oficiales que hablan por radio en armonía son extrañamente divertidas. Al parecer, Tanya no era la única que suponía que el enemigo tenía gruesas corazas defensivas.

Debió de deberse a una regla general errónea. La resistencia de los magos de la Federación nos hacía retroceder, así que la idea preconcebida de que los magos de la Federación eran enemigos duros tuvo una influencia perjudicial en nosotros.

“¡No hay problema aunque su puntería esté ligeramente desviada!

¡Fórmulas de explosión listas! ¡Llenen el cielo de fuego! ¡Pero bajo ninguna circunstancia golpeen accidentalmente a nuestras tropas de abajo!”

““¡Entendido!””

Bien. Tanya grita más órdenes por la radio. “¡01 a todas las unidades! ¡01 a todas las unidades! ¡Vuelen todo el espacio aéreo y al enemigo junto con él! ¡Y pongan energía en sus proyectiles defensivos! ¡Abran fuego!”

Un instante después, como si la orden hubiera sido un detonante literal, las fórmulas explosivas florecen a su alrededor.

Quizá sea un poco excesivo arrasar por completo el espacio aéreo sobre territorio amigo. Pero por la posibilidad y el potencial de las posiciones antiaéreas de la Federación ya demostrados, tener la determinación suficiente para simplemente envolverlo todo en fuego y explosiones acaba facilitando mucho las cosas.

El enemigo no debía pensar que el Ejército Imperial llegaría tan lejos. Los magos de la Federación salen volando mientras el aire se llena de llamas.

Pero sus bajas son sorprendentemente bajas.

“Tsk, estos tipos son tercos. Qué retirada tan respetable.”

Atrapados por la explosión, deben haber volado lejos de la explosión en lugar de tratar de soportarla; la mayoría de los magos de la Federación están chamuscados, pero su número no ha disminuido mucho.

“Estos bastardos persistentes… Supongo que tenemos que reagruparnos… ¿Alguno de los nuestros fue tan estúpido como para ser derribado por fuego amigo?”

“¡Cero bajas! ¡Algunas quemaduras menores!”

Tanya se ríe ante el informe de Serebryakov. “Debe ser gracias a los Tipo 97… Me alegro de que hayan sido capaces de montar una coraza defensiva mejor que el enemigo.”

Velocidad, durabilidad, fiabilidad. Una vez que estos orbes, que destacan en las tres dimensiones, puedan producirse en masa y distribuirse de forma generalizada, la superioridad cualitativa volverá a ser nuestra… si encontramos suficientes magos que puedan manejarlos, claro.

En cualquier caso, los magos enemigos se están retirando.

En cuanto a nuestro objetivo de apoyo aéreo, sólo nos queda repeler a las tropas terrestres de la Federación, pero… parece que la Federación se dio cuenta de la locura que es enviar a la infantería cuando no controla el aire.

Mirando hacia abajo, todo parece tranquilo. Las unidades de tierra deben haber estado viendo nuestra lucha como si fuera un gran espectáculo. Qué bonito…

Oh. Tanya recuerda que tiene que dar las gracias a sus subordinados.

“Mayor Weiss, Teniente Wüstemann. Buen trabajo, los dos. Teniente, parece demasiado cansado para abrir la boca. Puede volver a la base y descansar con sus tropas.”

“… Sí, señora. Si nos disculpa.”

Tanya expresa su gratitud a Wüstemann y le hace replegarse a la retaguardia, luego se reúne con la unidad de Weiss para pasarlos a la patrulla aérea. Una vez que confirmen que el enemigo no está preparando un ataque de seguimiento, será el momento de aterrizar y hacer que las tropas se echen una siesta ligera. Si se presenta la oportunidad, yo también me echaré una.

Esa es mi mentalidad mientras surcamos los aires. En este estado, Tanya se encuentra de forma natural volando junto a Weiss y preguntándole su opinión sobre el combate que acaba de terminar. La percepción que comparten es que su oponente era inesperadamente formidable. No sólo su disciplina, sino incluso su coordinación eran incomparables a las de anteriores magos de la Federación a los que nos habíamos enfrentado antes.

Me pregunto tristemente cuánto tiempo tendremos que seguir luchando contra estos tipos. Y luego está Zettour con sus órdenes irrazonables, alejando a una de sus compañías justo cuando la lucha se pone dura.

“… Este nuevo oponente es problemático.”

“Seguro que lo es. Pero vaya, ¿de qué estaban hablando esos imbéciles de la flota aérea? ‘¡No hay que preocuparse por la superioridad aérea!’ ¡Esos magos incluso estaban cooperando estrechamente con aviones de combate! ¿Qué demonios está pasando?”

“Cálmate.” Le reprende Tanya. En realidad, no todos en el mundo aman tanto la guerra que se marean con sólo pensar en ella. Si la flota aérea hubiera estado durmiendo la siesta mientras nosotros éramos acosados por fuego de ametralladora, podría haber estado de acuerdo con él. Pero eso no se corresponde con la realidad.

“Sabe, el apoyo aéreo enemigo fue técnicamente cortado, Mayor.”

Nuestra flota no estaba proporcionando apoyo de fuego directo, pero la fuerza aérea enemiga tampoco estaba volando a su antojo. Así que al final… nuestros aliados hicieron perfectamente su trabajo, según se mire.

Aunque no sea posible alcanzar el 100%, si han hecho el 90% de lo que se les pedía, hay que admitir que han cumplido adecuadamente.

Hacer demasiado hincapié en la perfección conduce directamente a horas extraordinarias no remuneradas y a duras condiciones laborales.

En ese aspecto, las fuerzas aéreas cumplieron lo prometido. Puede ser difícil de comprender para la persona de sangre caliente que es Weiss, pero las unidades de primera línea no son las únicas que tienen que sacar lo mejor de las circunstancias en las que se encuentran.

“Piensa que nuestras patrullas aéreas pueden permitirse ser tan laxas porque nuestras fuerzas luchan constantemente por el control del cielo y trabajan duro para obligar al enemigo a abandonarlo. Tenemos suerte de no tener que preocuparnos por asegurar nuestro espacio aéreo. Gracias a eso.” Tanya sonríe ante la posición enemiga más abajo. “Aunque tengamos que prestar atención… al menos podemos centrarnos en lo que hay a nuestra altitud.”

“Eso dice usted, señora, pero cada vez es más difícil utilizar la altitud en nuestro beneficio…”

“Estoy de acuerdo. Y estoy segura de que esa es la intención del enemigo… ¿Quieres ver eso? Hablando del diablo.”

Justo delante hay lo que parecen granos de arroz. Aunque los magos enemigos se han retirado, no han dejado de observarnos. Cuánto más fácil sería esto si pudiéramos aplastarlos como pequeños trozos de arroz.

“… Vaya. Incluso son tan amables de dejar sus señales encendidas.”

Por supuesto, dada la fuerza de las firmas de maná, probablemente deban funcionar como una advertencia para nosotros. Si te bañan en ellas las veinticuatro horas del día como si estuvieran orgullosos de ellas, no tienes más remedio que darte cuenta.

“Dicen que estar acomplejado es cosa de adolescentes, pero cuando el enemigo presume de su presencia hasta este punto, me hace sentir que tiene algo contra mí personalmente.”

“El Ejército de la Federación debe tener algunos héroes si alguien de allí está intentando que te fijes en ellos.”

“¿Qué es eso?” Tanya pone los ojos en blanco y fulmina con la mirada a su vicecomandante, pero… el efecto no es precisamente pronunciado.

¿Es porque no es lo suficientemente alta? Puede que sea la jefa, pero tal vez haya límites para intimidar a sus subordinados.

Entonces su audaz ayudante flota para unirse a ellos. “¿No tendrían que ser héroes para superar a todos los héroes?”

Serebryakov entra en la conversación con una sonrisa burlona— seguro que se ha vuelto descarada. Pero espera. Si lo pienso bien, tengo la sensación de que ha sido bastante coherente desde el Rhine. Intentando recordar cómo eran las cosas entonces, Tanya responde con una sonrisa irónica: “Tropas, ¿saben cuál es el destino de los héroes?” No es más que cháchara tonta. No debería pensar demasiado en ello. “Los héroes —sin falta— mueren. Así que no hay garantía de que no ocurra ahora. ¡Acabaremos con la leyenda de los héroes del Ejército de la Federación aquí mismo!”

“Ja, ja, ja, ja.” Los tres oficiales ríen juntos, disipando la pesada melancolía. Es bueno no pensar en la dura pelea que acabamos de tener y, de esta forma, mantenemos la determinación. Es una buena oportunidad para cambiar de marcha.

“Pero no estaban haciendo el tonto ahí fuera. Tengo que admitir que tienen habilidades. Weiss, ¿qué te pareció?”

“Estoy contigo. Sus tácticas, coordinación y habilidades estaban prácticamente al mismo nivel que las nuestras.”

“Este es el mayor grano en el culo. Entre el nuevo modelo de orbe y estos nuevos chicos, todos nuestros puntos fuertes son… ¿Hmm?”

“¿Coronel?” Weiss pregunta: “¿Qué pasa?”

Tanya señala a unos enemigos y murmura en respuesta: “Eso.”

Mientras se los señala a su vicecomandante y a su ayudante, intenta identificarlos por sus uniformes.

“… Parece que alguien conocido se está uniendo a ellos… ¿Están sus señales en la biblioteca? Definitivamente no es una unidad de la Federación. ¿Quiénes son?”

Una mirada al vicecomandante deja claro que no lo sabe. Bueno, cuando se trata de idiomas e información, ni Weiss ni Tanya pueden superar a Serebryakov. Las miradas de ambos se posan naturalmente en la ayudante con talento lingüístico.

“¿Probablemente la Mancomunidad? No, un momento, por favor.

Intentaré interceptar su señal.”

“¿Lo descubriste?” Tanya la presiona.

Tras escuchar un rato, da su conclusión. “… Es una mezcla de las lenguas oficiales de la Mancomunidad y de la Alianza Entente.”

Ahhh. Ahí es cuando Tanya se da cuenta. Ella recuerda quién podría ser.

“¿El rumoreado ejército voluntario? ¿O algunos restos del ejército regular? No sé cuál, pero en cualquier caso, me gustaría que fueran un poco más perezosos. ¿Por qué han venido hasta aquí, al frente oriental?”

La guerra no es algo en lo que uno participe por su salud, así que ¿por qué pagarse el viaje hasta un lugar remoto como éste? ¿Tan adictos son a la batalla? No es un sentimiento que alguien con sentido común pueda entender.

Seguirles la corriente sólo supondría horas extras no remuneradas para el cuerpo y la mente.

“Si no hay movimiento, retrocederemos en grupo. Es absurdo malgastar nuestras fuerzas permaneciendo en el aire.”

Aunque Tanya habla de retirarse, mientras queden enemigos, retirarse no será tan fácil. Al mismo tiempo, continuar el enfrentamiento es un ejercicio inútil.

Es un concurso de miradas en el que sólo podemos observar impotentes cómo pasa el tiempo. Al final, nos quedamos en el cielo durante un rato, y ambos bandos acaban retrocediendo sólo después de mantener este enfrentamiento durante varias horas. Es un enfrentamiento que cansa a todo el mundo sin motivo alguno: si el objetivo del enemigo era agotarnos, sin duda lo ha conseguido. De nada sirve quejarse de que debería haber sido el bando de la Federación de aficionados el que se hubiera retirado primero.

Aterrizando y dando tumbos en su habitación semisumergida que, al parecer, solía ser un almacén, Tanya toma su bolígrafo para escribir su informe antes de olvidar lo sucedido.

Si el combate que acaban de experimentar va a ser la nueva norma, el Ejército Imperial necesita urgentemente un plan para manejarlo.

El informe final es pesimista incluso para mí.

La mejora cualitativa de los magos de la Federación apretará la soga al cuello del Ejército Imperial. Si el Imperio pierde su ventaja en el reino de los magos aéreos, ¿dónde podrá recuperarla?

Leyéndolo por encima, Tanya suspira. “… Aun así, ni siquiera hay garantías de que alguien lea esto en serio.”

La cultura del Ejército Imperial permite una comunicación relativamente abierta, pero para bien o para mal, también es una organización militar que sigue de cerca la doctrina y sus propias ideas preconcebidas. Que yo dé la voz de alarma sobre la espectacular mejora de la calidad de las tropas de la Federación no significa que nadie se lo tome al pie de la letra.

Es probable que los altos cargos desconfíen o presten atención.

Pero puedo imaginarme fácilmente un futuro en el que entiendan con el cerebro y nada más; probablemente no serán capaces de sentir lo grave que es la situación.

Hasta ese punto el informe de Tanya contradice el sentido común imperante.

Soy yo quien lo ha escrito, pero incluso a mí me cuesta creerlo. Si no fuera por el hecho de que Tanya lo ha presenciado personalmente en batalla, leer que la amenaza de los magos aéreos de la Federación ha aumentado rápidamente parecería una mera floritura retórica. Nadie lo leerá y lo creerá de inmediato; casi todo el mundo se burlará diciendo que está exagerando.

“Argh, ¿cómo puedo explicarlo?”

Transmitir cosas a otras personas parece sencillo, pero en realidad es bastante difícil. Se puede escribir la verdad y decir que se trata de un informe objetivo, pero hay que ser muy sutil para transmitir el mensaje.

Sea claro, tenga en cuenta a su público y siga una estructura intuitiva.

“Siempre es más fácil decirlo que hacerlo… Esto es una verdadera molestia. Haaah…” Tanya suspira y vuelve a sujetar su bolígrafo.

En comparación con cuando quemamos Moscú, sí, tienen más tropas. Pero mejorar su calidad es un universo completamente distinto al de simplemente tener más. Si se pudiera obtener inmediatamente el poder de combate de un puñado de veteranos con sólo contratar a un montón de soldados a tiempo parcial, la palabra educación tendría que ir directamente a la basura. En realidad, la importancia de la educación no ha hecho más que aumentar.

Y, sin embargo, la mejora en la disciplina que han mostrado las unidades de magos aéreos de la Federación es notable, como un estallido antinatural de poder de combate instantáneo. Si eso no se transmite bien en el informe de Tanya, se tomará demasiado a la ligera.

Señalar el problema no es tan difícil, lo difícil es lo que viene después.

“Esto es lo que significa que algo sea ilógico.” Murmura Tanya y empieza a revisar la situación. Mientras roe una tableta de chocolate con alto contenido calórico, lee los informes de cada compañía.

El único punto en común que encuentra entre ellos es el comentario de que lucharon al mismo nivel que las tropas de la Federación o fueron ligeramente superiores. Por mucho que lo intenta, no consigue dar con la clave para entender el fenómeno.

¿Es sólo mi imaginación?

“No puede ser. No importa qué mentiras me diga a mí misma, no importa cómo intente disimularlo, la única conclusión que puedo sacar es que el enemigo ha reducido drásticamente sus vulnerabilidades.” Refunfuñando, tira el informe a medio escribir a la papelera.

Un informe requiere una conclusión concisa. Informar a sus superiores de que las unidades de la Federación tienen ahora mejor disciplina por razones desconocidas sólo sería una admisión de ineptitud.

Y lo que es peor, es un trabajo que se le ha confiado. En el peor de los casos, si al menos pudiera responsabilizarse personalmente de todo, las cosas serían menos complicadas. Mientras estuviera preparada para aceptar las consecuencias, podría enviar el informe sin demasiadas preocupaciones.

Pero éste es un informe oficial del Lergen Kampfgruppe al Estado Mayor presentado bajo el nombre del Coronel von Lergen. Meter la pata aquí significaría arrastrar su nombre por el fango.

Seguramente, no hay mejor manera de perjudicar descaradamente la carrera de alguien que causar discordia entre él y su equipo. Y si lo de usar su nombre saliera a la luz… las consecuencias serían indeciblemente horribles.

“Pero, ¿qué se supone que debo hacer entonces…?”

Volviendo su atención a la redacción en serio, Tanya empieza a frustrarse y se agarra el estómago mientras gime. ¿Cómo debo escribir esto?

No hay suficiente información para analizar adecuadamente la situación. Transmitir sólo el hecho de que la calidad de las tropas de la Federación ha mejorado y dejar la interpretación a sus superiores sería una forma de hacerlo, pero… nada que no sea lo mejor de Tanya servirá.

Cuando te sientes perdido, es hora de volver a lo básico.

“Revisemos la situación actual del enemigo. Todo lo que sé es que han mejorado drásticamente, pero… ¿qué es esta extraña sensación?”

Precisamente porque Tanya puso en forma al 203º Batallón de Magos Aéreos en un mes, sabe que este nivel de cambio es imposible.

Tras haber abusado de los límites de la humanidad —o, mejor dicho, de los límites de los límites—, Tanya sabe que, francamente, las mejoras cualitativas de las unidades de magos aéreos no son fáciles de conseguir en periodos de semanas o meses.

Incluso con el proceso de selección basado en los oficiales en activo que parecían tener las nociones básicas dominadas, e incluso después del ejercicio con fuego real en Dacia, seguía teniendo algunas dudas sobre la disciplina.

El concepto es aún más fácil de entender cuando se observa la compañía de Wüstemann.

A pesar de haber dado al joven e inexperto oficial una formación práctica en las líneas del este, está lejos de estar al nivel de Ahrens o Meybert; puede que ni siquiera esté a la altura de Tospan.

Los fundamentos marcan esa diferencia.

Llevar a alguien de 0,5 a 1 y llevar a alguien de 0 a 1 son mundos distintos.

“… El progreso de la Federación es demasiado rápido.”

Como persona que tiene su propia opinión sobre la educación, Tanya no tiene más remedio que cuestionar el drástico cambio en la calidad. “¿Podría una revisión de su sistema haber tenido realmente un efecto tan pronunciado?”

Es un poco extraño que lo diga, pero la reforma sistémica no puede producirse de la noche a la mañana, incluso si suponemos que la Federación se ha convertido en una organización más independiente de especialistas militares despreocupados de las circunstancias políticas. Hay límites a lo que es posible.

Mejorar el funcionamiento de las unidades no es lo mismo que mejorar sus competencias.

Lógicamente, es comprensible cómo la perfecta utilización de soldados débiles puede permitir que el enemigo represente una amenaza real. Incluso existe la clásica metáfora de que un rebaño de ovejas dirigido por un lobo es más peligroso que una manada de lobos dirigida por una oveja.

Pero entonces Tanya sonríe irónicamente.

“Si una compañía pudiera salir a flote mañana mismo con sólo cambiar a un alto ejecutivo, nadie tendría problemas. ¿O quizá sea una comparación un poco extrema?”

El lobo que guía a las ovejas sigue teniendo sólo ovejas con las que luchar. Ciertamente, es útil entrenar a las ovejas para que se conviertan en lobos.