Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 5

Capitulo 7: Una Realidad Inevitable

“Hahh… Hoy tampoco hay rastro de ella.”

Tras varias horas de espera en el exterior de la academia del Distrito 1, me encogí de hombros con decepción. Habíamos pasado otro día sin ver a Erin. No había salido de la torre ni una sola vez en todo este tiempo. Pensé que podríamos alcanzarla de camino a casa, pero al parecer se quedaba en la academia. Nuestras posibilidades de verla antes de que se levantaran las restricciones de visita de la Selección del Séptimo Sabio parecían escasas.

“Supongo que no. Me pregunto qué hace encerrada así en la academia…” Murmuró Roslia.

“¿Quién sabe? Tal vez sea difícil para una celebridad salir en público.” “Erin es una celebridad, ¿eh? Los tiempos sí que han cambiado.”

“Realmente lo han hecho, y Erin está cambiando con ellos… Ahora es candidata a los Siete Sabios y todo eso.”

Erin era bastante venerada como maga cuando estaba con los Arrivers, pero eso era principalmente por su papel en el grupo de exploración de mazmorras más conocido. Ahora era reconocida como hechicera por derecho propio, nada menos que por todo el país. Aunque me alegré por ella, también me entristeció un poco. Sentí que la Erin que conocía se había ido. Como su amigo, debería haberme alegrado por ella… pero no podía verlo como un motivo de celebración.

“¿Qué debemos hacer?” Preguntó Roslia. “¿Y si realmente es seleccionada para los Siete Sabios?”

“Si eso ocurre, entonces será el fin de los Arrivers…”

Si Erin se convirtiera en uno de los Siete Sabios, nunca se uniría a nosotros. Los Siete Sabios tenían responsabilidad nacional, así que salir de aventuras con un grupo de civiles estaría fuera de lugar. Force y Neme ya nos habían rechazado. Si sólo íbamos a ser Roslia y yo los que reformáramos a los Arrivers, no seríamos los Arrivers en absoluto. Seríamos un grupo completamente diferente.

Y si eso ocurriera, ¿qué pasaría entonces? Si no pudiera volver a reunir a los Arrivers,

¿qué haría de aquí en adelante? ¿Deberíamos Roslia y yo intentar formar nuestra propio grupo de exploración de mazmorras, o a fin de cuentas deberíamos dejar de hacerlo? Me vería obligado a tomar una decisión difícil.

“Erin está fuera de nuestro alcance, y Force y Neme nos rechazaron. Cuando lo piensas, las cosas se ven bastante sombrías.”

“¡Todavía hay esperanza, así que aún no te deprimas!” Declaró Roslia, cerrando los puños con determinación. “¿Olvidaste que el próximo oponente de Erin es ese tal Eskar? ¿De verdad crees que va a ganarle?”

“Pues…”

Eskar Burnout, un raro usuario de magia espacial y el actual favorito invicto para ganar, era el mayor obstáculo en el camino de Erin para unirse a los Siete Sabios. No había sido capaz de conseguir una sola victoria contra él en la primera mitad de su Desafío.

“El mismo Ewell lo dijo, ¿recuerdas? Es una causa perdida.” Continuó Roslia. “Le dieron una paliza en las primeras cinco rondas, así que tendría que ganar las cinco rondas de la segunda parte para tener siquiera una oportunidad.”

“Sí…”

Tal y como insinuó Roslia, Erin tendría que ganar los cinco combates restantes para salir en empate. Su puntuación global era inferior a la de Eskar, así que tendría que dar un buen espectáculo para convencer a los jueces de que era la mejor para el puesto. Y, francamente, era difícil imaginarla superando a un oponente que podía lanzar un hechizo completamente abrumador como Zona de Transferencia. Como antiguo miembro del grupo de Erin, debería haber tenido más fe en ella… pero era difícil después de ver lo que Eskar podía hacer.

“Deberíamos animar a Erin, pero tampoco queremos que sea seleccionada para los Siete Sabios.” Suspiré. “Esto es tan incómodo.”

“Sí, estoy en conflicto. Quiero que salga adelante, pero eso significaría que ya no puede aventurarse con nosotros.”

“En realidad sería más fácil para nosotros si Eskar gana…”

“Vaya, Note, eres lo peor. No puedo creer que quieras que Erin pierda.”

“¡Yo no he dicho eso! Quiero que gane. Parece que ha trabajado muy duro para esto. Pero también es cierto que sus posibilidades de victoria no son precisamente buenas…”

“Sé cómo te sientes. Sólo estaba bromeando.” “Bien.”

A pesar de lo que dije, en el fondo, no quería que Erin ganara. De acuerdo, si las cosas se desarrollaban como Ewell decía que lo harían, entonces era una especie de punto discutible. Tal vez no era necesario que me preocupara tanto por el futuro.

“Entonces, ¿qué haremos ahora?” Preguntó Roslia. “¿Quieres esperar a Erin un poco más?”

“Dudo que salga aunque lo hagamos.”

“Entonces, ¿quieres empezar a entrenar antes?”

Desgraciadamente, de un tiempo acá también me había topado con un muro en mi entrenamiento con Roslia. Estaba sudando, pero sabía que no iba a conseguir una victoria sobre Force sólo con el trabajo duro.

“Hay un lugar al que me gustaría ir.” Le dije. “¿Me estás pidiendo una cita?”

“No. Sólo pensé que ya que estamos en Izaar, deberíamos ir a ver algunos objetos mágicos.”

“¡Ooh, este lugar es famoso por eso! Pero, ¿por qué ese repentino interés por los artefactos?”

“Esperaba compensar mi falta de habilidad con ellos…” “Oh, ya veo.”

Los artefactos eran difíciles de explicar y clasificar, pero en general eran objetos que utilizaban energía mágica. Algunos se activaban con ella y otros la contenían en su interior, por lo que ni siquiera había que ser necesariamente un mago para utilizarlos. En términos más generales, muchos productos domésticos y dispositivos de seguridad funcionaban mediante energía mágica.

Tampoco era raro ver a los aventureros utilizar objetos mágicos en una pelea. Los báculos de Erin y Neme eran artefactos, así como los anillos y las bombas de sonido que usaba Eisha. Incluso la espada maldita Purgatorio de Force creaba llamas negras de energía mágica, por lo que también podría llamarse artefacto.

También era perfectamente habitual que los aventureros compensaran sus debilidades con herramientas. La razón por la que nunca había tomado ninguno es que tenía muchas debilidades que compensar. Necesitaría un objeto estúpidamente poderoso para ayudarme, y nunca había tenido los fondos ni la oportunidad de encontrar el adecuado. Podía encontrar muchos artefactos en la mazmorra de Puriff, pero los objetos nacidos en la mazmorra tenían precios absurdamente altos en las tiendas locales. Así que, teniendo en cuenta tanto mi presupuesto como la cantidad de artículos disponibles aquí en Izaar, pensé que ya era hora de hacer una pequeña compra.

“Creo que es una buena idea.” Aceptó Roslia. “Siempre he querido echar un vistazo a la escena de los artefactos de Izaar.”

“Genial, entonces pongámonos en marcha.” “¿Tenías alguna tienda en particular en mente?”

“He oído que hay una famosa tienda de artefactos en el Distrito 3.” “Huh… Está un poco lejos, pero vayamos a verla.”

Así, con Roslia a bordo, nos dirigimos al Distrito 3.

Un cambio de carreta más tarde, llegamos a un mercado en auge. La calle que salía de la estación estaba repleta de multitudes y vendedores que vendían sus productos. Encontré muchos objetos mágicos sencillos y cotidianos a la venta en los puestos que bordeaban la calle, aunque nada del calibre que necesitaría para explorar mazmorras.

Se decía que los artefactos de alto rendimiento se vendían exclusivamente en el centro comercial que había al final de la calle. Estaba seguro de que tendrían un precio acorde con su calidad, pero igual decidimos ir a echar un vistazo. Así que Roslia y yo nos dirigimos al edificio elíptico y abovedado en cuestión. Enseguida nos sentimos abrumados.

“Whoa, este lugar es verdaderamente impresionante.”

En el interior, las plantas escalonadas rodeaban un atrio central. Los escaparates de cada nivel eran visibles desde la entrada, donde Roslia y yo estábamos frente a una gran escalera que ascendía.

“Sí, esto no se parece en nada a lo que veíamos antes.”

Los objetos mágicos de los puestos del exterior estaban destinados en su mayoría a civiles normales, pero esta sala de juegos estaba dirigida a compradores especializados. A primera vista, la mayoría de las tiendas del interior estaban destinadas a los magos. Había tiendas específicas de gemas mágicas, grimorios, báculos, etc. Entramos en una tienda de catalizadores cercana, donde un trozo de tela en una vitrina me llamó la atención.

“¿Por qué es tan cara esta tela?” Murmuré.

“Podríamos comprar una casa entera con esa cantidad de dinero.” Comentó Roslia.

Mientras nos quedamos boquiabiertos, un amable empleado se acercó y nos explicó: “Es uno de nuestros éxitos de ventas. Es muy valioso y muy recomendado.”

“¿De verdad?” Pregunté.

“Sí. Es un catalizador de tejido raro. No encontrarás nada con mejor afinidad para la magia y los hechizos, por no hablar de su durabilidad.”

“¿Esto es un catalizador?” Eso significaba que era algo como el bastón de Erin y los anillos de Eisha. Era la primera vez que veía uno en forma de tela. “¿Puedes activar magia con él?”

“Eso sería difícil de hacer tal y como está, pero lo bueno de la tela es que puedes convertirla fácilmente en otra cosa. Esto no es suficiente para hacer una túnica, pero no tener que sostener un bastón puede ser increíblemente conveniente.”

“Ya veo…”

No tenía ni idea de que hubiera tantos tipos de objetos mágicos, pero una tela catalizadora no iba a ayudar mucho a un ladrón como yo… ¿O sí? ¿Podría transformarlo en algo que pudiera utilizar? Esa era una pregunta interesante que había que resolver, pero también estaba ansioso por ver qué más tenía el centro comercial. Quizá hubiera algo mejor para mí en otra tienda.

Y así, tras dar las gracias al dependiente, Roslia y yo nos dirigimos a una tienda especializada en artefactos para aventureros. A diferencia de las tiendas que sólo tenían espadas o arcos mágicos, en este lugar había armas y objetos para todo tipo de funciones.

“Hey, tienen dagas.” No pude evitar comentar cuando encontré la esquina para los ladrones.

Tenían expuestas varias espadas pequeñas y, al examinarlas más de cerca, me di cuenta de que estaban destinadas a lanzar hechizos cuando el usuario canalizaba energía mágica en ellas. Tenían una para todo tipo de hechizos sencillos, como Luz, Golpe Ardiente y muchos otros.

“¿Son dagas mágicas?” Preguntó Roslia. “No se ven muy a menudo.” “¿Verdad? Antes he visto gente con espadas mágicas, pero nunca dagas.”

“En realidad, hay una razón para ello.” Nos explicó el dependiente de la tienda, que nos había encontrado curioseando por los pasillos.

Al parecer, era más difícil incrustar fórmulas de hechizos en las dagas simplemente porque eran más pequeñas que las espadas. Por ello, las dagas mágicas, como las que se vendían en la tienda, estaban encantadas con hechizos menos potentes para adaptarse a ellas. Sin embargo, seguías necesitando maná para usarlas. Según el dependiente, se podían utilizar gemas mágicas como pilas si no se tenía maná propio, pero eso no iba a ayudarme en el terreno del poder.

Las dagas no podían llevar el tipo de hechizos poderosos que necesitaría para acabar con los monstruos de las mazmorras en los últimos pisos. Una daga encantada tan poderosa sería como un arma de destrucción masiva. Nadie vendería algo tan peligroso en una tienda local como esta. El estado la mantendría bajo llave.

Miré durante un rato otros tipos de objetos, pero no había nada lo suficientemente tentador como para comprarlo. Las botas mágicas que podían volar con Chorro de Vapor eran interesantes, pero unos momentos en el aire no iban a aumentar mi potencial ofensivo. Además, estaban fuera de mi alcance, así que no podía justificar el gasto.

Al final, fue divertido ir de compras, pero no pude encontrar ese algo mágico para aumentar mi poder de combate. Supongo que si bastaran unos cuantos artefactos para superar la mazmorra, alguien lo habría hecho hace tiempo. Nada en la vida es tan fácil.