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Volumen 5

Capitulo 6: La Selección del Séptimo Sabio

A pesar de los emocionantes acontecimientos de la noche, Roslia y yo estábamos agotados por nuestro largo viaje. Dormimos profundamente durante la noche, que por lo demás fue tranquila, y antes de que me diera cuenta ya era de día. Salimos a desayunar y nos dirigimos al Distrito 1, tal y como estaba previsto.

Las carreteras seguían congestionadas gracias al fervor de la Selección del Séptimo Sabio, así que ya era casi mediodía cuando llegamos a la academia. Cuando proyecté Búsqueda de Enemigos a nuestro alrededor, pude ver que Erin estaba en algún lugar de la torre. Lo único que quedaba ahora era llegar hasta ella. Tenía miedo de que me volviesen a rechazar, pero eso no significaba que pudiera irme sin más.

Así, Roslia y yo entramos en el campus por una gran puerta de piedra. Al otro lado había un inmaculado jardín de flores con una fuente que manaba agua en forma de arco. Apenas se podía ver el camino empedrado, oculto bajo la masa de hombres y mujeres jóvenes con túnicas distintivas, presumiblemente estudiantes de esta academia. Algunos llevaban libros de texto y bastones mientras charlaban con sus amigos, mientras otros realizaban trucos de magia para los espectadores.

Vi una burbuja que se movía alrededor, por debajo y por encima de la gente mientras se abría paso entre la multitud. Sólo podía suponer que se trataba de una Bola de Agua. Conocía el hechizo porque era común entre los magos aventureros, pero era la primera vez que lo veía controlado con tanta precisión. Como era de esperar en la meca de la magia, supongo. Todos los magos de aquí eran extremadamente talentosos.

De todos modos, Roslia y yo atravesamos el patio hacia la torre en espiral. Era una de las siete que había en la ciudad, y había sido visible desde la carretera mientras nos acercábamos en carruaje. Era el edificio central de la escuela del Distrito 1.

Cuando intentamos entrar, alguien nos llamó: “Ustedes dos, un momento.” Roslia y yo ladeamos la cabeza, pero nos detuvimos como nos pidieron.

Un hombre con túnica se acercó a nosotros y nos preguntó: “¿Son ustedes turistas?” “Sí… supongo que se puede decir eso.” Respondí.

“En ese caso, este lugar está prohibido.” Me informó.

“¿Eh?” Si la torre estaba restringida, ¿cómo íbamos a ver a Erin? “¿Entonces cómo entramos?”

“Normalmente se le permitiría entrar, pero el acceso a la torre está actualmente limitado a los estudiantes y al profesorado debido a la afluencia de turistas para la Selección del Séptima Sabio. Sólo por precaución.”

Miré hacia abajo y vi un sable en la cadera del hombre, así que me tomé la libertad de suponer que era un guardia de seguridad. Había otros como él en la entrada, comprobando las identificaciones de los estudiantes antes de admitir a nadie en la torre. No entraba nadie del público en general.

“¿En serio…?”

Este fue un obstáculo bastante imprevisto. No había sospechado que el acceso al lugar estaría restringido.

“¿Qué debemos hacer?” Preguntó Roslia.

Podríamos esperar hasta que Erin saliera, pero eso sería un poco acosador.

“Lo siento, señor.” Le dije al guardia. “¿Pero sería posible que llamara a alguien por nosotros? Estamos aquí para ver a una amiga.”

“Está bien. ¿Puede darme su nombre y su departamento?” Contestó amablemente mientras sacaba una libreta y un bolígrafo.

“Se llama Erin Fortlord, y no estoy seguro de su departamento.”

El guardia frunció el ceño al oír esto. Se aclaró la garganta y nos estudió detenidamente. “¿De verdad son amigos de Erin Fortlord?” Preguntó.

“Lo somos, pero por lo que parece, supongo que es algo difícil de creer.” “Me temo que sí, teniendo en cuenta la situación.”

Desgraciadamente, eso fue todo lo bien que podía esperar. Habría sido genial poder hablar con Erin sin intermediarios, pero estaba claro que íbamos a necesitar la intervención de un tercero.

“¡De verdad somos amigos! ¡Por favor, créanos!” Roslia siguió protestando, aún sin entender la situación. “¿Por qué no podemos ver a Erin?”

“Dicen conocer a Erin Fortlord, pero en realidad sólo son fans suyos, ¿no?” Preguntó el guardia sin rodeos.

“¡No soy una fan!” objetó Roslia. “En todo caso, ¡soy una antifan!” “Eso es un problema aún mayor…” Dijo, rascándose la cabeza.

Si esto seguía así, probablemente Roslia iba a abrir la bocaza y decir algo que no debía, así que rápidamente decidí explicárselo todo.

“Nos van a echar de aquí si dices algo raro, así que ¿puedes no hacer eso? Estás hablando de un candidato a la Selección del Séptimo Sabio, ¿sabes?” Dije.

“¿Qué? Estamos hablando de Erin.” Respondió ella.

Anoche, durante la cena, le expliqué a Roslia quiénes eran los Siete Sabios y por qué el proceso de selección era tan importante. Con esa información, es de esperar que ahora me entienda.

“Se supone que los Siete Sabios son los siete magos más fuertes del país, ¿no?” Preguntó. “Sí.”

“A la altura de los generales o algo así, ¿no?” “Así es.”

“¿Y Erin es una candidata para el puesto?” “Parece que sí.”

“¿Pero no hay, como, toneladas de otras personas para elegir?”

“No. Creo que la lista de preseleccionados era de sólo diez personas…” “Eran cinco.” Intervino una voz desconocida.

Di un pequeño respingo y levanté la vista para ver a un hombre que había aparecido junto a nosotros sin que nadie se diera cuenta. Tenía el cabello rubio peinado hacia atrás y una mirada aguda. También llevaba una túnica de la misma moda que casi todos los demás, así que imaginé que era un estudiante.

“Por eso los plebeyos son tan problemáticos.” Continuó. “No saben nada de la Selección del Séptimo Sabio y, sin embargo, actúan con tanto interés. Es patético.”

“¿Quién es este tipo?” Preguntó Roslia confundida por el repentino intruso. Sinceramente, me preguntaba lo mismo.

“¿Quién soy yo? Ewell Hupperin, estudiante de cuarto año en el departamento de educación superior de la academia.”

“Ajá…”

No me suena. Quiero decir, era nuestra primera vez en esta ciudad. Si no era alguien de renombre nacional, esperar que yo supiera su nombre era pasarse de engreído.

Miré a mi alrededor, sin saber qué responder, y por casualidad hice contacto visual con el guardia de seguridad. Sin embargo, tenía la misma expresión de perplejidad que yo, así que parecía que este tipo no era famoso.

“¿Por qué esa reacción? El heredero de la familia Hupperin acaba de presentarse, ¿sabes?

Muestra un poco más de respeto.” Exigió.

“Uh, somos nuevos en la ciudad, así que perdona nuestra ignorancia.” Rogué, decidiendo tomar el enfoque cortés por ahora.

Por la forma en que este tipo hablaba, parecía una especie de aristócrata. ¿Quién más llamaba a la gente normal “plebeyos”? Nunca había oído hablar de la familia Hupperin, pero sólo podía suponer que eran una especie de peces gordos de la magia en Izaar. Pero, de nuevo, probablemente eran peces gordos de poca monta si el guardia de seguridad ni siquiera los conocía.

“Ah, así que sólo son unos paletos. Supongo que no saben nada.” Cerró los ojos y asintió, pareciendo aceptarlo. “Por lo que veo, son una pareja de campesinos que han venido a ver la Selección del Séptimo Sabio por curiosidad. Te juro que la gentuza como tú que viene a la academia sin conocimiento de causa es la más molesta de todas.”

Si nada más, este tipo tenía actitud. Tenía que reconocerlo. Era impresionantemente arrogante con gente que no conocía.

Pero no tenía tiempo para entretener a un bicho raro. Por ahora, pensé que lo mejor que podíamos hacer era terminar con esto y volver a intentarlo otro día. Miré a Roslia para hacerle una señal y…

“¡¿Has oído eso, Note?! ¡Cree que somos una pareja!”

Sí, de acuerdo. Ella no iba a ser de ayuda. Rápidamente tomé su mano y asentí cortésmente hacia Ewell.

“Siento las molestias. Ya nos vamos.” Dije y me di la vuelta para irme.

“Oye, espera.” Llamó inesperadamente para detenernos. Cuando me di la vuelta con miedo, continuó: “He oído antes su conversación con el guardia, y es obvio que no saben nada de la Selección del Séptimo Sabio.”

“Sí, como dije… Por favor, perdona nuestra ignorancia.”

“Está bien, está bien. Muy bien. No me dejas otra opción, yo mismo te enseñaré sobre la Selección del Séptimo Sabio.”

“Oh, no podríamos molestarte más…”

“Entiendo su reserva sobre la pérdida de mi precioso tiempo. Pero son turistas, ¿no? No podrán disfrutar de la Selección del Séptimo Sabio sin conocer a los candidatos.”

“Bueno, eso es cierto.”

“Estoy seguro de que pagaste una pequeña fortuna para viajar hasta Izaar, ¿no es así? Ese dinero debe haber sido importante para ti; sería un desperdicio si no disfrutaras al máximo de la Selección del Séptimo Sabio, ¿no?”

¿Eh? ¿Realmente se ofreció a ayudarnos por la bondad de su corazón? Es decir, su tono seguía siendo increíblemente condescendiente, pero ¿era un tipo decente en el fondo?

“Aun así, me sentiría mal…”

Su oferta fue realmente amable, pero no éramos turistas habituales. No estábamos aquí de vacaciones. No, estábamos aquí en una misión para recuperar a Erin. Así que, aunque sentía curiosidad por el Sistema de los Siete Sabios y los candidatos, no era suficiente para molestar a nadie por el resumen completo.

“La modestia es una virtud, pero se puede exagerar, ¿sabes? Me ofrezco a compartir mi gran sabiduría contigo. Deberías aceptarla con gratitud.”

“Bien…”

Al parecer, no teníamos la opción de negarnos.

No tenía ninguna duda de que este tipo, Ewell, era en realidad un buen tipo, pero no

escuchaba. Nunca había conocido a ese tipo, así que no estaba muy seguro de cómo manejarlo.

En cualquier caso, no parecía que Roslia y yo pudiéramos ver a Erin aunque siguiéramos molestando al guardia de seguridad. Nuestra única oportunidad de atraparla sería cuando saliera del edificio, pero no se sabía cuándo se iría. Podía vigilarla con Mapeado y Búsqueda de Enemigos, pero como no había señales de que saliera pronto, pensé que podríamos escuchar a Ewell mientras esperábamos.

“Muy bien.” Dije. “En ese caso, gracias por iluminarnos.”

“Así está mucho mejor.” Resopló con suficiencia, y debo añadir que innecesariamente. “Sí, gracias.” Añadió Roslia, juntando las manos y haciendo una ligera reverencia.

“¿Puedo hacer primero algunas preguntas sobre la Selección del Séptimo Sabio? A saber, si hay cinco candidatos, ¿cómo se decidieron?”

Esto fue lo que llevó a Ewell a entablar una conversación con nosotros en primer lugar. Lo único que había podido deducir del informe de Eisha era que la propia Erin era una candidata; no sabía nada de cómo funcionaba el proceso de selección. Todavía estaba en Changs durante la última Selección del Séptimo Sabio, así que era la primera vez que experimentaba algo de esto.

“Los candidatos se proponen a través de un sencillo sistema de recomendación.” Explicó Ewell.

“¿Cómo funciona eso?” Pregunté.

“Las recomendaciones suelen ser emitidas por los directores de los seis distritos autónomos de Izaar, aunque la decisión de nominar a alguien la toma toda la organización y no un individuo. La recomendación sólo la emite el director.”

En otras palabras, se necesitaba una recomendación de la academia para ser candidato a la Selección del Séptimo Sabio. Había asumido erróneamente que los nominados eran elegidos en base a su habilidad.

“No hay restricciones sobre a quién recomienda la academia: puede ser un alumno, un no alumno o incluso el propio director. Cualquiera puede ser nominado siempre que la academia lo considere digno y tenga las conexiones adecuadas. De hecho, dos de los cinco candidatos esta vez son estudiantes de la academia.”

“¿Y Erin es una de esos candidatos?” Roslia se quedó boquiabierta. “Así es. El otro es un mago empleado por el país.”

“Ya veo… Pero si hay seis academias, ¿cómo es que sólo hay cinco candidatos? ¿No es extraño?” Preguntó, golpeando su dedo contra la mejilla, pensativa.

“No, no hay nada raro en eso. El Distrito 3 simplemente se negó a recomendar a nadie.” Explicó Ewell. “Cada academia tiene que considerar su propia reputación. Si nombran a alguien que no es apto, se refleja mal en la institución. Así que para evitar ponerse en evidencia, el Distrito 3 decidió no enviar a ningún candidato esta vez.”

“Interesante…”

Esto era más político de lo que había pensado. Nunca había participado en nada parecido, así que todo el concepto de reputación institucional me resultaba un poco ajeno.

“¿Y cómo eligen al nuevo sabio entre los candidatos?” Pregunté. “¿Exactamente qué tienen que hacer los nominados?”

“¿Has venido hasta aquí sin saber tanto? Increíble.” Ewell suspiró exasperado, aunque eso no le impidió explicar: “El jefe del distrito central—es decir, el Distrito 7—toma la decisión junto con los ejecutivos de la ciudad… Es decir, los directores de las academias. Básicamente se reduce a una votación por mayoría.”

“Si todo el mundo está promocionando a su propio candidato, ¿no deja eso mucho espacio para la parcialidad?”

“Los directores de cada distrito son todos magos de alto nivel. Son muy sinceros en su enfoque de la magia, por lo que no se dejarían influir por el favor a sus propios nominados. Supongo que ese tipo de decoro es demasiado para que los plebeyos como tú lo comprendan.”

“Huh…”

“También hay medidas para evitar que esa parcialidad influya en el voto. Me refiero a los Desafíos, por supuesto.”

“¿Los Desafíos?” Pregunté. Ese era otro término desconocido, al menos dudaba que implicase lo mismo que creo, así que Roslia y yo ladeamos la cabeza.

“Sí. Es esencialmente un duelo mágico para demostrar las habilidades de los nominados para que todos las vean. Por supuesto, los logros pasados de los candidatos también se tienen en cuenta en la decisión final, pero la opinión pública de los sabios potenciales está determinada en gran medida por los resultados de los Desafíos.”

“Entonces, ¿es justo decir que todo se reduce realmente a este duelo?”

“En lo que respecta al público. Después de todo, eso es lo que vienen a ver todos los turistas. ¿O me estás diciendo que has venido aquí sin saberlo?”

“En realidad, sí…”

Así que le expliqué a Ewell por qué estábamos aquí, que era para ver a Erin: una antigua miembro de nuestro grupo, y que estábamos buscando volverla a reclutar. Esperaba poder convencerle de que nos ayudara a concertar una cita con ella de alguna manera. Supuse que podría hacernos entrar en la academia, ya que era un estudiante, pero negó lentamente con la cabeza.

“Ni siquiera alguien tan importante como yo puede ver a Erin Fortlord en este momento. La Selección del Séptimo Sabio está llegando a su clímax, y ella es una candidata de alto perfil. La seguridad a su alrededor es impecable.”

“¿En serio? Maldita sea…”

En ese caso, ¿qué debíamos hacer? Puede que así no podamos verla en absoluto… No había pensado que llegar a verla sería lo más difícil, pero el estado de las cosas aquí era más complicado de lo que había imaginado.

“¿No podemos esperar hasta que termine la Selección del Séptimo Sabio?” Preguntó Roslia.

“¿Pero qué pasa si es elegida para ser la nueva sabia? ¿Cómo la recuperaríamos entonces?” Me preocupé.

“Me temo que sería imposible.” Intervino Ewell. “A uno de los Siete Sabios nunca se le permitiría unirse a un grupo de aventureros común. La nación les confiere una gran responsabilidad, que es bastante restrictiva para su vida personal. Tampoco es fácil alejarse de ella.”

Es de suponer que el país no querría dejar escapar a alguien que había demostrado ser digno de un rango equivalente al de un general militar. En el momento en que Erin se uniera a los Siete Sabios, la reforma de los Arrivers sería imposible.

“Eso significa que tenemos que convencerla de que renuncié a la Selección del Séptimo Sabio de alguna manera…” Murmuré.

¿Qué estaba tratando de hacer Erin? ¿Había mentido cuando dijo que nos volveríamos a ver? ¿Cuándo dijo que me amaba…? Se estaba alejando cada vez más de mi alcance. Tal vez yo ya no le importaba. Tal vez ya se había olvidado de mí. La idea de que dejara de lado a los Arrivers y la exploración de mazmorras para perseguir mayores cotas en solitario como mago me infligía una indescriptible sensación de soledad.

“No tienes que preocuparte.” Continuó Ewell sin tener en cuenta la tensión de la situación. “La derrota de Erin Fortlord en la Selección del Séptimo Sabio está asegurada.”

Roslia, de entre todas las personas, se encolerizó ante esto. “¿Qué estás diciendo? Puede que le falte personalidad, pero es una maga increíble, ¿sabes? Incluso si su personalidad es deficiente.”

“¿Por qué has repetido esa parte?” Tuve que preguntar.

“Porque es importante. Si hubiera un test de personalidad, seguro que suspendería.”

Realmente no pensé que Erin fuera tan mal… Quiero decir, ella podría ser un poco más agradable, pero aun así.

“Su personalidad es irrelevante.” Dijo Ewell. “Simplemente no tiene la capacidad como mago para unirse a las filas de los Siete Sabios.”

Ciertamente no era la respuesta que esperaba…

“¿No crees que Erin tiene lo que se necesita?”

“Ciertamente no. La Selección del Séptimo Sabio no es un campo de juego para magos aventureros.”

“¿Así que estás diciendo que los magos de la academia son superiores?”

“Obviamente. No hace falta ni decirlo. Su dedicación a su entrenamiento está en un nivel completamente diferente.” Afirmó Ewell como si fuera un hecho innegable. “Los magos tienen un dicho, ¿sabes? ‘No hay atajos en el camino hacia la magia’. Y tú progreso en ese camino está determinado por tu dedicación a recorrerlo, simple y llanamente. ¿Todo el tiempo que los magos aventureros pasan aventurándose? Los magos de la Academia lo pasan dominando su magia. No hay forma de que pierdan en un concurso de habilidades.”

“Te haré saber que Erin ha derrotado a un montón de monstruos con su magia. Podría dar una buena pelea…”

“No lo entiendes. Un mago aventurero puede ser bueno luchando contra monstruos, pero luchar contra otro mago es una historia totalmente diferente. Los magos de la Academia se especializan en combates uno a uno, mientras que los magos aventureros sólo saben luchar en equipo. Su velocidad de activación es lenta y su control de la magia es descuidado. Un mago que sólo sabe dominar a un monstruo con la fuerza bruta no tiene ninguna posibilidad en un duelo contra un mago bien entrenado.”

Los magos aventureros sólo sabían luchar en equipo, ¿eh? Supongo que eso era cierto. Siempre había personas de primera línea para protegerlos mientras ellos lanzaban hechizos desde la retaguardia. Ésa era la formación ideal para un equipo con un mago poderoso, y Erin encajaba a la perfección.

Pero en cuanto a si podía manejarse en un duelo, ni siquiera yo sabía la respuesta. Sus hechizos eran muy fuertes, pero tardaban en activarse. Cualquiera que fuera ligero de pies podría evadirlos. Al fin y al cabo, yo mismo había hecho lo mismo con el Pseudo Carrera Umbría cada vez que uno venía volando hacia mí en la mazmorra. Si Erin y yo nos enfrentáramos en un mano a mano, no me sería muy difícil ganar. Ella no estaba hecha para brillar cuando luchaba en solitario.

“Todos los magos que vienen de la capital y de otros lugares siempre pierden contra nuestros magos de la academia local. Erin Fortlord sólo ha llegado hasta aquí en el proceso de selección porque ha tenido suerte en los enfrentamientos, aunque su próximo duelo no será tan fácil.”

“¿Su próximo oponente es fuerte o algo así?”

“Pero por supuesto. Ahora mismo va contra el favorito para ganar. Dicho esto, es más preciso llamarle su actual oponente que su próximo.”

“¿Eh? ¿Qué quieres decir?”

“Sería más fácil simplemente mostrarte. Entonces, ¿qué te parece? ¿Te gustaría ir a presenciar un Desafío por ti mismo?”

La repentina oferta me tomó por sorpresa. Después de oír hablar tanto de ello, definitivamente quería verlo. Intercambié una mirada con Roslia, que asintió.

“Eso sería genial.” Le dije a Ewell.

“Pero realmente no podemos entrar, ¿verdad?” Preguntó Roslia. “Si hay tantos espectadores aquí para verlo, imagino que conseguir entradas va a ser un reto.”

Ewell respondió con suficiencia: “Eso no será un problema. Tengo contactos.”

Eso hizo que sonara algo turbio, pero si eso significaba que podíamos conseguir entradas, entonces contaría con mis bendiciones.

“¡¿De verdad?! ¡Muchas gracias!” Se alegró Roslia.

“Eso sería una gran ayuda.” Dije, expresando igualmente mi gratitud. “Considérense afortunados de haberme conocido.” Resopló Ewell.

“Entonces… ¿cuánto van a costar estas entradas?” Pregunté con recelo. Nuestros gastos de viaje hasta el momento ya nos habían costado bastante. Tenía que asegurarme de que no íbamos a dejar las arcas completamente vacías.

“¿De qué hablas?” Ewell frunció el ceño. “No podría aceptar dinero de un plebeyo sin dinero.”

En el fondo era un buen tipo, ¿eh?

***

El duelo del Desafío no estaba programado hasta el día siguiente. No parecía que tuviéramos posibilidades de encontrarnos con Erin antes de esa fecha, así que Roslia y yo nos encontramos con algo de tiempo libre. Para gastarlo, volvimos a la posada y pedimos permiso para usar el patio interior para hacer sparring. Desde que perdí contra Force en el Santuario del Maestro de la Espada, esto se había convertido en parte de nuestra rutina diaria.

Primero Jin, luego Eisha, luego Roslia… Realmente había sido bendecido con los mejores compañeros de entrenamiento. Todos eran luchadores de primer nivel. Podía aprender más en un combate con ellos de lo que un aventurero medio podría soñar.

De hecho, sólo gracias al apoyo que había recibido todo este tiempo había llegado tan lejos en la mazmorra. Por eso, esta vez, quería ser yo quien guiara a todos. Y para ello, tenía que aprovechar esta oportunidad para convertirme en el igual de Jin.

Tenía mi daga preparada y miraba a mi alrededor. El patio interior tenía forma de U angular. Uno de los extremos daba a la entrada exterior, y el patio envolvía las habitaciones de los huéspedes. Como se trataba de una posada de callejón, el césped era bastante pequeño. Diez metros cuadrados como máximo. Estaba cubierto de maleza y no parecía especialmente bien cuidado. Las puntas de la hierba me pinchaban las piernas.

Miré a Roslia, de pie frente a mí. Tenía su espada sagrada preparada, lista para la batalla. Llevaba su armadura, pero no estaba usando su escudo. Mi poder de ataque era tan débil que su armadura era más que suficiente para protegerla. Su mayor preocupación era contrarrestar mi velocidad, así que había sacrificado el escudo para tener más movilidad.

Ahora, ¿cómo atacar?

Tal y como estaban las cosas entre nosotros, yo tenía un asombroso porcentaje de victorias del 10%. No era más fuerte que ella, ni mucho menos. En general, no podía ni llegarles a las suelas de sus zapatos. Dominio de las armas, movimiento, magia… Ella era mejor que yo en todos los aspectos.

Sólo había sido capaz de superarla con el Pseudo Carrera Umbría. Todas mis victorias las había conseguido utilizando mi velocidad para jugar con Roslia y luego pillarla con un ataque sorpresa. Sin embargo, últimamente había empezado a pillarme, lo que hacía más difícil atacar.

Se mantuvo tranquilamente en guardia, esperando que me acercara a ella. Era casi imposible sacudir a un paladín a la defensiva, especialmente a Roslia. Mi índice de victorias había caído en picado desde que empezamos a entrenar juntos, pero este era un lugar nuevo. Eso me dejaba unos cuantos trucos en la manga.

Pseudo Carrera Umbría.

Activé mi arte para avanzar y me lancé en línea recta. No hacia Roslia, sino hacia la pared que estaba en diagonal a mi derecha. Tras alcanzarla en un solo suspiro, utilicé Escalar para correr en línea recta hacia ella antes de detenerme.

En el momento en que Roslia se volvió hacia mí, empecé a correr de nuevo por la pared. Era como si la gravedad no me afectara: mi cuerpo seguía avanzando a toda velocidad. No importaba en qué dirección saltara, no me caía.

Pero era demasiado difícil seguir mis movimientos esporádicos en el pequeño patio.

Roslia torció el cuello mientras me observaba, sin dejar de estar de pie.

¡Ahora!

Cambié de repente mi trayectoria y me dirigí hacia Roslia. Vi cómo su cabello añil se agitaba mientras se daba la vuelta.

“¡No tan rápido!”

Nuestros ojos se encontraron. Su espada sagrada, Fractus, ya se dirigía hacia mí. Era un golpe soberbio seleccionado de su vasto repertorio de técnicas de espada. Aunque no pudiera ver claramente a su oponente, Fractus contraatacaría con el movimiento perfecto. Todo lo que Roslia tenía que hacer era seguir su ejemplo.

“Rgh…”

Doblé las rodillas y torcí el cuerpo. La brillante espada pasó por encima de mí. Pude sentir cómo mi brusco esquive me hacía perder el equilibrio. Mis zapatos patinaron por el suelo mientras perdía impulso. Cuando me detuve por completo, estaba de espaldas con la espada de Roslia apuntando a mi frente.

“… Me rindo…”

De ninguna manera podría recuperarme de eso. No importa cómo lo mirara, esto era una derrota.

“Esto es un punto para mí.” Dijo con una sonrisa.

Entonces retiró a Fractus y clavó la espada sagrada en el suelo, ofreciéndome su mano libre. Me limpié las manos sucias en los pantalones antes de tomarla y dejar que me levantara.

“Gracias.” Dije, retrocediendo varios pasos antes de suspirar. “No tarde en perder, ¿eh?”

Había intentado utilizar el entorno en mi beneficio, pero Roslia me había derrotado por completo. Me sentía bastante impotente contra Fractus. Todo lo que podía hacer era jugar a juegos mentales con Roslia con mi velocidad, pero la espada sagrada podía ver a través de mis trucos: era casi como enfrentarse a Force con el Ojo de la Mente. Fractus era tan fuerte que básicamente anulaba todas las demás habilidades de combate, incluido Pseudo Carrera Umbría.

La única posibilidad que tenía de ganar era provocar a Roslia con un ataque para que no pudiera hacer un golpe posterior. Pero yo me había aprovechado de esa debilidad tantas veces antes que ahora estaba especialmente protegida contra ella. Por eso había adoptado esta estrategia de “esperar y observar”.

“Sin embargo, me has sorprendido, Note. Ha estado muy cerca.” “¿De verdad? ¿Realmente casi te tuve?”

“Quiero decir, no es que no pudiera manejarlo. Pero me habrías tenido si hubiese sido más lenta.”

“En otras palabras, ¿nunca perderás mientras no te equivoques?” “Supongo que sí…”

Parecía que aún me quedaba un largo camino por recorrer. A este ritmo nunca alcanzaría el nivel de Jin, y desde luego Force no lo aceptaría.

¿Cómo diablos iba a vencer al Fractus de Roslia y al Ojo de la Mente de Force? Una posibilidad era abrirse paso con pura fuerza. Si era inevitable que cruzáramos espadas, entonces sólo tenía que dominar sus golpes. Así era como Force y Roslia siempre habían abordado a los jefes de la mazmorra.

Por supuesto, racionalmente hablando, no había forma de superar a ninguno de los dos cuando ni siquiera podía utilizar las artes de ataque de forma satisfactoria. Force me ganaba en términos de fuerza pura, por no hablar de la habilidad. Sí, lo mejor era seguir adelante y renunciar a ese plan.

Sin embargo, tenía que haber alguna otra forma. Antes Jin había sido capaz de enfrentarse a Force. Era un as con la espada aunque no fuera tan fuerte físicamente. Había superado el Ojo de la Mente de alguna manera. Entonces, ¿qué era? ¿Qué me faltaba? ¿Era una diferencia en nuestras habilidades? ¿O algo más? Tenía el presentimiento de que esa respuesta sería la clave para derrotar a Force.

“¿Te importa si hacemos otra ronda, Roslia?” “Claro. Estoy dispuesta a todas las que quieras.”

Era una respuesta que sabía que no encontraría pensando en ello. Ya que tenía la oportunidad, pensé que lo mejor era aprender haciendo.

“¡Ahí voy!”

De este modo, Roslia y yo continuamos con el entrenamiento hasta que se puso el sol.

***

Al día siguiente, nos reunimos con Ewell en el lugar prometido. Volvimos a agradecerle profusamente la oportunidad y nos dirigimos al lugar, una enorme cúpula en el Distrito 7. Al parecer, la utilizaban para celebrar grandes eventos, y estaba sirviendo de escenario para las peleas de Selección del Séptimo Sabio.

Entramos sin problemas gracias a las entradas que Ewell nos había conseguido. Subimos unas escaleras y bajamos un pasillo para llegar a nuestros asientos, que eran increíbles. Al parecer, eran los mejores del estadio, ya que estábamos sentados justo debajo de la zona reservada a los VIP nacionales. Teníamos una amplia vista de todo el estadio. Pude ver que las otras tribunas ya estaban llenas en su mayor parte, y había un flujo continuo de gente que entraba frenéticamente.

“Qué multitud.” No pude evitar comentar.

“Naturalmente. Los favoritos están programados para luchar hoy.” “¿De verdad?”

“En efecto. ¿Quién no querría tener la oportunidad de ver luchar al más reciente de los Siete Sabios?”

“Puedo ver el motivo, sí.”

Asentí con la cabeza y desvié mi atención del público que nos rodeaba hacia la plaza situada en el centro del campo. En su interior había dos castillos que me habían llamado la atención. Ambos eran blancos, con exteriores sencillos, y se encontraban uno frente al otro a una buena distancia. Sin embargo, sólo tenían unos pocos metros de altura, por lo que eran más bien estructuras en miniatura. Sin embargo, lo que me pareció más curioso de todo fue lo gruesas que parecían ser sus paredes frontales.

“¿Para qué son esos castillos?” Pregunté. “¿No van a estorbar en el enfrentamiento?”

“Realmente no sabes nada de los Desafíos, ¿verdad?” Ewell suspiró. “Esos castillos son artefactos mágicos fundamentales para el deporte. En términos sencillos, el Desafío es una carrera para destruir el castillo de tu oponente. El primero en hacerlo gana la ronda, y esto se repite diez veces a lo largo de dos días: la primera y la segunda mitad, como las llamamos.”

“Huh, así que así es como funciona esto. No están teniendo una pelea sin cuartel.”

“Efectivamente. Es un juego lleno de matices que requiere un equilibrio entre el ataque y la defensa. Los competidores deben atacar el castillo enemigo mientras protegen el suyo. Esta complejidad permite todo tipo de tácticas, que es también lo que lo hace divertido de ver.”

Tiene sentido. Esto es realmente un concurso de estrategia más que un simple duelo de magos.

Mientras Ewell y yo discutíamos las reglas, un sordo estruendo recorrió el recinto. Parecía que el partido se estaba preparando para empezar.

“¡La segunda parte del séptimo combate de la Selección del Séptimo Sabio está a punto de comenzar!” Declaró el locutor.

En ese momento, todo el público prorrumpió en una ovación colectiva. El entusiasmo por ver coronado al más reciente de los Siete Sabios estaba llegando a un punto álgido.

“¡Por favor, den la bienvenida a nuestros concursantes a la arena!” Continuó el locutor. La estruendosa respuesta de la multitud hizo que mis oídos resonaran. “¡En la primera esquina, tenemos a nuestro actual líder, que arrasó el otro día en las primeras mitades de los encuentros séptimo y octavo! Es el favorito invicto para ganar, el mago espacial profesional Eskar Burnout.”

Cuando se pronunció su nombre, un hombre de mediana edad con gafas apareció por el pasillo que conducía a la plaza. Sonrió al público mientras descendía al balcón de su castillo en miniatura.

“Espera, este es el séptimo partido, ¿verdad?” Tuve que preguntar. “Entonces, ¿cómo han celebrado ya el octavo?”

“Te dije que la primera y la segunda parte tienen lugar a lo largo de dos días, lo que permite que se celebren dos partidos seguidos. Por eso también me corregí ayer y dije que era más exacto referirse a Eskar Burnout como el rival actual de Erin Fortlord.”

“¿Quieres decir que Erin ha perdido ya cinco veces contra ese tal Eskar?” “Así es. Ella era impotente contra su magia espacial.”

“¿Quieres decir que Erin fue superada?” Preguntó Roslia, tapándose la boca en señal de sorpresa.

Sinceramente, a mí también me costaba creerlo.

“Ahora, en la segunda esquina… Con tres derrotas en tres partidos, ¿podrá remontar hoy?

Es la asesina de la capital, ¡la bailarina de la espada Mille Gundak!”

La segunda maga en aparecer era una mujer unos diez años menor que Eskar. Tenía un aspecto mortalmente pálido mientras descendía a su balcón frente a su oponente.

“Su derrota es una conclusión previsible, pero todavía no ha renunciado.” Murmuró Ewell, con la nariz arrugada.

“¿Se te permite abandonar en medio de un partido de la Selección del Séptimo Sabio?”

“Por supuesto. El candidato del Distrito 5 se dio cuenta pronto de que no podía ganar y ya se ha retirado. Saber cuándo retirarse es mucho más sabio que montar un espectáculo vergonzoso.”

“Razón no te falta…”

“Supongo que Mille Gundak tiene sus razones. Fue enviada por la capital, así que la decisión de renunciar probablemente no depende de ella.”

“Suena complicado.”

Esto de la política realmente no me gustó. Tal vez porque yo era un plebeyo del campo. “¡Los dos concursantes están ahora en su sitio!” Continuó el locutor.

Eskar llevaba una varita en una mano y un bastón en la otra, mientras que Mille tenía un solo bastón de espada. Los dos magos se miraron fijamente desde el otro lado del campo. El silencio se apoderó de la arena antes de que la energía acumulada explotara de golpe.

“¡Que comience la primera de las segundas rondas del séptimo partido!”

Con eso, ambos bandos prepararon sus armas y comenzaron a reunir su energía mágica. “¿Conoces las tácticas básicas del Desafío?” Preguntó Ewell.

Sacudí la cabeza sin apartar la vista de los candidatos.

“Lo más convencional es abrir con un doble hechizo: uno para defender tu castillo y otro para atacar el de tu oponente.”

“¿Qué? No creía que mucha gente pudiera hacer tal cosa.”

Recordaba haber oído que era una técnica difícil de los magos de los grupos aleatorios con los que había formado equipo durante mis días de mula de carga en Broad. Me habían dicho que sólo un puñado de magos podía hacer dos hechizos a la vez. Algunos tenían suerte y podían hacerlo gracias a una habilidad, pero la habilidad era increíblemente rara y conseguirla era como ganar el premio gordo para cualquiera en el negocio de los magos. Ni siquiera Erin había sido capaz de hacer dos hechizos a la vez.

“Exactamente. Es una técnica que sólo un puñado de magos destacados puede obtener a través de años de estudio intensivo. Por eso es excepcionalmente infrecuente entre los aventureros.” Ewell se aclaró la garganta antes de continuar. “Entonces, ¿qué hacen los magos si no pueden hacer un doble lanzamiento? Tienen que compensar lanzando un solo hechizo que cubra tanto el ataque como la defensa.”

Allí, se detuvo un momento y señaló al candidato de la segunda esquina.

“Mille Gundak, de la capital, es una de esas magas. Su fuerte es un hechizo llamado Danza de la Espada Mágica, que le permite controlar libremente su energía mágica en forma de espadas. Puede utilizarlas para atacar a su oponente o para defenderse.”

Alrededor de Mille habían aparecido innumerables espadas de energía mágica, cada una de varios metros de longitud y marcada con un extraño emblema que brillaba con una tenue luz verde. Giraban a su alrededor en el aire, como las Cuchillas de Luz de Roslia, pero a una escala mucho mayor. Cada espada parecía tener suficiente poder para rivalizar con la Espada Sagrada Fractus.

Supongo que este un mago de la capital para ti…

Parecía que no había logrado mucho en las peleas de desarme, pero fácilmente habría sido considerada una maga de primer nivel en Puriff. Su tiempo de casteo era impresionantemente rápido, y estaba claro que tenía un control perfecto sobre las espadas mágicas que la rodeaban. Incluso podría ser capaz de enfrentarse a un aventurero cuerpo a cuerpo en una pelea de espadas.

“Pero debido al auge de los luchadores con un solo hechizo, como Mille Gundak, los magos capaces de lanzar dos hechizos a la vez como Eskar Burnout han cambiado su estrategia para adaptarse. Utiliza su varita para lanzar hechizos dobles similares, mientras que simultáneamente lanza magia ofensiva y defensiva según sea necesario con su bastón. Esta estrategia de doble hechizo ha superado a la versión de un solo hechizo, dejándola en inferioridad de condiciones, como seguro que puedes imaginar.”

Ewell miró hacia las paredes del castillo de Eskar, donde aparecían círculos negros por todas partes. Los puntos de aspecto siniestro ondulaban con inestabilidad, distorsionando su forma mientras, de alguna manera, se las arreglaban para mantener su posición. Cuando miré más de cerca, pude ver un círculo similar flotando sobre el bastón de Eskar.

“¿Qué es eso?” Pregunté.

“Uno de los hechizos de magia espacial de Eskar, Puerta.” “¿Qué hace?”

“Es simple, Puerta conecta portales distantes en el mismo plano. Cualquier cosa que entre en uno de esos círculos negros saldrá por otro. Eskar utiliza esto para deformar eficazmente los hechizos de su báculo y atacar desde ángulos imprevisibles. Utiliza la misma técnica para alejar los hechizos peligrosos de su castillo.”

“¿Eso siquiera es legal?”

“Lo es, lo que significa que no hay nada que pueda hacerse al respecto. La magia espacial ni siquiera es algo que los humanos normales puedan usar. Requiere la habilidad de Aptitud Mágica Espacial.”

“¿Pero por qué no hace nada esa señora Mille? Si su oponente tiene una magia tan increíble, su única posibilidad de ganar es con un ataque sorpresa, ¿no?” Preguntó Roslia, después de haber analizado a fondo la situación.

Ewell asintió antes de responder: “Soy de la misma opinión. A menos que haga algo inesperado, Mille no tiene ninguna posibilidad de victoria. Sin embargo, durante las primeras medias rondas, las espadas mágicas de Mille se rompieron en el momento en que entraron en contacto con la Puerta de Eskar. Puede ser por eso que ahora ella está siendo tan reservada con sus ataques.”

Mientras Ewell hablaba, el duelo comenzó. Eskar fue el primero en hacer un movimiento. Disparó varios hechizos poderosos en sucesión desde su bastón, que fueron absorbidos por un portal y salieron disparados por otro más cercano al castillo de Mille. Volaron en todas direcciones, obligando a Mille a dedicarse por completo a la defensa.

Sus espadas mágicas se unieron frente a su castillo como un escudo. Sin embargo, no fue suficiente para bloquear todos los hechizos entrantes. Unos cuantos lograron atravesar la superficie del muro del castillo. Mille se mantuvo a la defensiva mientras esperaba su oportunidad de contraatacar, pero Eskar presionó su ataque y continuó astillando su castillo.

Así que así es como se ve una pelea entre algunos de los mejores magos del país…

El mero espectáculo de todo ello hizo que mi corazón palpitara con fuerza. No es de extrañar que la gente haya venido de todas partes para verlo. Ya había visto todo tipo de peleas en la mazmorra, pero nunca había presenciado nada parecido. El choque de hechizos era un espectáculo mucho mejor que el choque de espadas. Y lo que es más impresionante aún, estos magos podían lanzar un hechizo tras otro sin pausa, algo que nunca se vería en un mago aventurero.

“Parece que la Danza de la Espada Mágica es débil contra Puerta…” Murmuré mientras observaba cómo se desarrollaba el partido.

Mille definitivamente no era débil de ninguna manera. Sólo era un mal enfrentamiento para ella. Su oponente la estaba abrumando con magia espacial y varios hechizos de ataque.

“¿No puede usar otro hechizo?” Seguí murmurando.

“Si lo hiciera, perdería sus medios de defensa.” Dijo Ewell, que al parecer me había escuchado. “Por lo general, no es aconsejable utilizar un hechizo fuera de tu experiencia en un duelo de magos. El tiempo de lanzamiento es el factor más crítico en los combates de magia, seguido del poder de tus hechizos, tu gestión del maná y tu control mágico. En cuanto a la velocidad de lanzamiento, la velocidad a la que un mago activa sus hechizos puede acortarse con largos años de intensa dedicación a un único conjuro. No es algo que un mago pueda adquirir de la noche a la mañana.”

“Ya veo…”

“Ya te dije que en la magia no hay atajos, ¿verdad? Dicen que un mago debe lanzar un hechizo más de diez mil veces para perfeccionarlo. Eso no es muy difícil de hacer con la magia elemental que casi no requiere maná. Pero los hechizos que estos candidatos están usando requieren enormes reservas de energía mágica para ser lanzados. Sólo pueden usarse unas pocas veces en un día, lo que significa que dominarlos puede llevar fácilmente varios años.”

“¿Tanto tiempo?”

“Por eso un mago aventurero nunca ganará contra un mago de academia. Es imposible dedicarse a sus hechizos cuando está luchando contra monstruos. Las habilidades son importantes en la condición de mago, pero no lo son todo. Hay que dedicarse al camino de la magia, y al final, la verdadera fuerza se mide por lo que se ha caminado.”

Las palabras de Ewell tenían una gravedad innegable. Era cierto que Erin no había pasado mucho tiempo recorriendo su camino, eso era innegable. Se había hartado de la escuela por motivos personales y había huido del mejor entorno posible para aprender magia. Incluso había dejado de estudiar por completo hasta la tragedia del piso 20. Era un tiempo que nunca recuperaría, por muy buena que fuera.

“¿Y por eso crees que Erin no puede ganar?”

“Así es. Ella es fuerte. Bendecida con grandes habilidades. Pero es demasiado joven. Tal vez en otra década será capaz de competir con Eskar, pero no ahora. Simplemente ser nominada a su edad es un honor. Sin precedentes, incluso.”

Los magos se consideraban tardíos en comparación con la mayoría de los estilos de combate. Eso ya lo sabía. Aventurarse requería resistencia, así que no había muchos aventureros de edad avanzada. Sin embargo, la lucha real era diferente. Era puramente un concurso de magia. Cuanta más experiencia tuvieras, mayor sería tu ventaja. Y en realidad, Eskar tenía al menos una década sobre Mille e incluso más sobre Erin.

Un fuerte timbre sonó de repente en la arena. El castillo de Mille había sido destruido antes de darse cuenta. No fue capaz de resistir la embestida de Eskar. Y así se decidió la primera ronda de la segunda parte. Seis derrotas garantizaban que este encuentro fuera para Eskar, pero parecía que iban a pasar las rondas completas. El castillo en miniatura de Mille fue reparado en un abrir y cerrar de ojos.

“¿Erin también perdió así?” Pregunté, observando las secuelas de la impotente derrota de Mille.

Debió de ser duro enfrentarse a un oponente contra el que sabías que no tenías ninguna posibilidad delante de tanta gente. Por fin entendí por qué otros candidatos habían renunciado sin luchar.

“La verdad es que no.” Respondió Ewell. “Hizo una demostración sorprendentemente buena.”

“¿De verdad?”

“Sí. A pesar de las probabilidades, venció a sus dos primeros oponentes y el tercero abandonó antes de su combate. Así que, aparte de su combate con Eskar, que está a medias, ha ganado todos sus combates.”

“Pero antes, dijiste que nunca ganaría…”

“En teoría. Sin embargo, de alguna manera, ella derrotó tanto a Mille como a Azotte del Distrito 4. Se podría decir que tiene una racha de suerte. Sus hechizos fueron especialmente efectivos contra sus oponentes. Hechizos menores, eso sí. Los que no se ven a menudo en las peleas de desempate. Gracias a eso, la gente de Izaar ha empezado a llamarla ‘asesina de gigantes’.”

Uf. Fue un alivio escuchar eso. Me habría matado si Erin hubiera sufrido la misma humillante derrota. Aunque al final fuera eliminada de la Selección del Séptimo Sabio, siempre que diera una buena pelea, sabía que luego sería capaz de mantener la cabeza alta.

“Pero Eskar la derrotó en la primera parte del combate, ¿no?” Preguntó Roslia. El locutor lo había revelado antes en la presentación de Eskar.

“Así es. Empezó el partido de forma inteligente, usando hechizos efectivos contra Puerta.

Incluso parecía que iba a ganar hasta que Eskar le sacó las castañas del fuego.” “¿Cómo así?”

“Tiene un as en la manga. Tal vez lo veas a continuación.”

Al igual que en la primera ronda, el locutor señaló el comienzo de la segunda ronda. Mille volvió a activar de inmediato su Danza de la Espada Mágica, pero Eskar empezó a entonar un hechizo que no era Puerta.

“Hablando del diablo.” Comentó Ewell. “Es probable que Mille quiera alargar el combate y agotarlo, pero Eskar no tiene intención de dejar que eso ocurra. Observa con atención. Este asalto se decidirá en un instante.”

Un cubo transparente y brillante apareció ante Eskar.

“¡Ahí está! ¡La zona de transferencia de Eskar Burnout!” Gritó el locutor.

Alrededor de Eskar se multiplicaban cubos del tamaño de personas. Volaban hacia Mille, que intentaba bloquearlos con sus espadas, pero los atravesaban y desaparecían en su castillo.

“¿Qué acaba de…?”

Antes de que pudiera terminar de preguntar, Eskar dio una palmada lo suficientemente fuerte como para que el público lo oyera.

“¡Transfiere!”

Con ese conjuro, el castillo de Mille se derrumbó con un estruendo. Apenas podía seguir lo que estaba sucediendo. No fue hasta que oí el sonido del timbre y los vítores del público que me di cuenta de que la ronda había terminado.

“Zona de Transferencia es un hechizo original desarrollado por Eskar. Transporta a la fuerza todo lo que se encuentra dentro de su campo a otro lugar. Eskar lo utilizó para teletransportar los cimientos del castillo de Mille, y sin él, toda la estructura se derrumba. Tan simple como eso.” Explicó Ewell con calma.

Mientras hablaba, el castillo caído fue restaurado a su condición original para la siguiente ronda.

“Lo más aterrador de este hechizo, ante todo, es que puede destruir sin tener en cuenta las propiedades físicas de un objeto. Estos castillos están reforzados con la energía mágica de su luchador, por lo que son varias veces más resistentes que cualquier edificio ordinario. Sin embargo, Eskar fue capaz de eliminar los cimientos de Mille como si nada.”

La tercera ronda que siguió fue una repetición de la segunda. Nada más empezar, Eskar lanzó Zona de Transferencia. Mille intentó defenderse con sus espadas mágicas, pero Eskar las esquivó para destruir su castillo.

“Su segunda característica aterradora es que no se puede interferir con ella por medios físicos. No hay manera de detenerlo. Como tal, esencialmente pasa por alto todas las defensas.”

“¿Y ante eso fue que perdió Erin?”

“En efecto. Es imposible que haya previsto un ataque tan mortífero. Al principio probó todo tipo de hechizos para intentar descubrir una forma de contrarrestarlo, pero en el momento en que se dio cuenta de que era imposible, dejó de lanzarlos por completo y se quedó paralizada.”

Un oponente que podía hacer que hasta Erin renunciara a la victoria… Este era el favorito para ganar la Selección del Séptimo Sabio, Eskar Burnout. Cuando sonó el timbre de la tercera ronda, el público estalló en la celebración de su imparable alboroto.

“Eskar y Erin van a luchar de nuevo dentro de cinco días. No puedo imaginarme que ella consiga idear un contraataque para la Zona de Transferencia para entonces. Incluso si se le ocurre una manera de manejarlo, será en vano a menos que sea un hechizo que ya esté en su repertorio. Se necesitan años para entrenar un hechizo hasta niveles viables para el Desafío.”

“En otras palabras, Erin realmente no tiene forma de ganar…”

“Eso es lo que he estado diciendo. Perder los cinco asaltos de la primera parte es prácticamente una sentencia de muerte. Compruébalo tú mismo.” Dijo Ewell, lanzando una fría mirada a la plaza de la arena.

Mille intentaba desesperadamente llevar sus espadas mágicas al castillo de Eskar, pero su propio castillo fue destruido antes de que siquiera una llegara. Parecía que su Danza de las Espadas Mágicas era totalmente impotente contra la Zona de Transferencia de Eskar, que desafía las defensas.

Mientras la veía perder los cinco asaltos consecutivos, me preocupaba estar viendo el futuro de Erin.