Youjo Senki (NL)

Volumen 7

Capítulo 5: Punto De Inflexión

Parte 2

Al parecer, el coronel estaba tan encantado que había olvidado algo importante. Loria soportaría el malestar de los comisarios políticos sólo a cambio de que él hablara.

“Quiero identificar el problema. Entonces lo comunicaremos a nuestros compañeros junto con el Camarada Secretario General y arreglaremos lo que haya que arreglar… Camarada, ¿no crees que sería difícil defender al ejército si no hubiera un problema?”

Por decirlo de otro modo, si no hablaba, no había garantías.

“… Bueno, el problema…”

“Sí, ¿qué es?”

“La falta de superioridad aérea. No logramos erradicar al enemigo del cielo.”

“Se supone que la flota ha recibido una buena cantidad de refuerzos. ¿No es así?”

“…… Camarada. Eso…”

“Camarada Coronel, me doy cuenta de su actitud hasta ahora.” Loria palmeó el hombro del coronel con un suspiro y volvió a sentarse. Si estaba siendo tan generoso y un hombre con agallas aún no podía decir lo que pensaba…

No era difícil imaginar la existencia de un tabú. Y de qué tipo era.

“¿Se trata de magos aéreos?”

“…… Sí, Camarada.”

Aunque contestó tímidamente, era probablemente loable que lo hubiera admitido honestamente. Loria necesitaba hombres así.

“Me gustaría que me lo explicaras. ¿No es insignificante el efecto de los magos en la superioridad aérea? He oído que sólo pueden ser una amenaza mínima para los aviones.”

“La cuestión es todo lo relacionado con ellos. Este es un ejemplo extremo, pero los magos aéreos luchan principalmente en altitudes más

bajas. Tenemos informes de Nombrados que vuelan más alto, pero son la minoría.”

“Soy consciente de ello. ¿Qué pasa con eso?”

Así es como esa hada vino a visitar Moscú.

Si lo hubiera sabido, habría hecho personalmente mucho, mucho, mucho —múltiples veces— para evitar que se escapara.

… Había dado a la gente del punto que se había burlado de los magos una reeducación corporal, pero esta era una derrota tan grande que se vio obligado a sentir que eso no era suficiente.

“El combate aéreo en su esencia es ponerse en posición. Esta es la raíz de un gran malentendido.”

“No sé mucho sobre eso, pero la idea es ponerse detrás del enemigo para disparar, ¿no?”

“Sí.” El coronel asintió, y comenzó a explicar los fundamentos del combate aéreo de manera familiar. Tenía sentido que el Estado Mayor le hubiera enviado como oficial de enlace.

“Según los pilotos as, prácticamente todo depende de encontrar al enemigo y un punto superior desde el que disparar.”

“Ya veo. Así que no es como en los viejos tiempos en los que se apuntaba con armas y se disparaba.”

“No, es como usted dice. Por eso se convierte en una pelea de perros y llegar a una buena posición de tiro se vuelve tan crítico. Así que…”

Continuó el coronel. “En este punto, las especificaciones de nuestros aviones de combate principales son tales que son mucho más rápidos que los magos, lo que significaba… que sobre el papel, con esas especificaciones, se argumentaba que eran superiores.”

Con la repetición de la palabra especificaciones, incluso un hombre que no fuera un especialista militar podría imaginar lo que estaba tratando de decir. Suponiendo que debía ser una mera teoría, Loria sacudió la cabeza. “Entonces, ¿cuál es la situación real?”

“Ni siquiera podemos comprometernos.”

Loria jadeó a su pesar. Era bastante fácil recuperar la compostura superficial, pero por dentro estaba preocupado. Esto es nuevo para mí…

Por supuesto, públicamente, habían subrayado que era posible resistir a los magos con aviones.

“¿Por qué no?”

“Los aviones necesitan aterrizar en pistas, mientras que los magos pueden aterrizar en cualquier lugar que exija su misión.”

Eso fue suficiente para explicar que tenían una opción. Una vez que el coronel se aseguró de que el comisario había entendido, dijo algo bastante rápido que Loria nunca había oído antes.

“Para ser sinceros, en lugar de luchar con los aviones, pueden esconderse a nivel del suelo y transformarse inmediatamente en un nido de fuego antiaéreo.”

“¿Y si los eliminamos con la infantería?”

“Sería extremadamente difícil derrotarlos con la potencia de fuego de la infantería. Los rifles antitanques apenas funcionan, pero es muy difícil apuntarles con modelos de cerrojo.”

En otras palabras, desde el punto de vista operativo, era imposible utilizar la infantería para este trabajo.

“Creía que podíamos presumir de que eran ‘reliquias reaccionarias’ más lentas que los aviones, más débiles que los tanques y menos que los soldados de a pie.”

Al ver la cara de asombro del hombre, Loria se dio cuenta de que su comentario infantil había sido malinterpretado, así que se apresuró a retirar su broma.

“Estaba bromeando, Camarada Coronel.”

No es que no lo entendiera. Al contrario, sabía lo pequeña que era su preciosa hada. Lo satisfactorio que sería romperla.

“Pueden desplegarse con más libertad que los aviones, su defensa es lo suficientemente sólida como para ser comparable a la de un tanque, y además son tan polivalentes como los soldados, ¿no…? Caramba, creía que lo tenía claro, pero esto sí que es un servicio de lujo, ¿eh?”

La razón por la que una potencia militar como el Imperio, o una organización altamente militarista como el Ejército Imperial, haría un uso tan amplio de las unidades de magos aéreos era que eran muy

convenientes. Era imposible reírse de ellos como reaccionarios anacrónicos aferrados a la magia.

Tuvo que reconocer sus maniobras avanzadas que le habían quitado la cima no a una, sino a dos, tres fuerzas. El ejército mágico del Imperio no era de reacción ideológica—era progresivo.

“¿Así que sólo los magos aéreos pueden luchar contra los magos aéreos? Hmm, pero esto es realmente un problema.”

“¿Eh?”

Miradas en blanco. Cierto, a fin de cuentas estos tipos son soldados.

“Y es incómodo que el Ejército del Oeste destaque las contribuciones de los magos aéreos, Camarada Coronel.”

Estos tipos son tan densos, pensó Loria, sintiéndose ligeramente irritado. Los soldados prestaban demasiada atención a los asuntos prácticos. No podía permitir que despreciaran la teoría y la política.

“Deben pensar que lanzamos demasiados al lageri, pero esto es un asunto un poco delicado.”

“¿Por qué, Camarada?” “¿No parece una excusa?”

Aunque el coronel no dijo nada, su expresión de sorpresa mostró que reconocía su error. Su visión debió de nublarse al maravillarse de que realmente lo hubiera dicho.

“… Pero se esforzaban por decirte lo que realmente estaba pasando.”

“Y tienes razón, por supuesto. El problema es que, para empezar, yo y muchos otros nomenklatura no fuimos informados de nada de esto.”

Los oficiales mágicos durante el periodo zarista habían sido una firme fuerza de resistencia contra la administración revolucionaria. La alergia de los nomenklaturas de la Federación a la magia era grave.

¿Magia? La ahuyentaremos con la ciencia. De eso se jactaban y, en realidad, estaban cerca de erradicar a los magos dentro de la Federación, por lo que era difícil que cambiaran de opinión tan bruscamente.

“… No se puede justificar políticamente.” Un soldado gimió con voz tensa y Loria se limitó a confirmar.

“No estoy seguro de que sea necesario ser tan extremo, pero… si me presionan, diría que tienes razón. Es decir, hasta al Camarada Secretario General le desagradan los magos aéreos.” ¿Así que es verdad? Preguntó con la mirada, y Loria añadió con una mueca de dolor: “Si te enfrentaste a la resistencia de ellos en la guerra contrarrevolucionaria, y más recientemente casi te queman la casa, ¿no sería lógico odiar a los magos?”

“Sí, tiene razón, Camarada.”

“Dicho esto, no podemos ignorar las realidades del campo de batalla. Deberíamos ser capaces de decirles Al diablo con ustedes y reforzar nuestras unidades de magos a lo grande.”

“¿Reforzar…?”

Loria estaba acostumbrado a que le miraran con incredulidad. Pero recibir una mirada que contenía respeto por parte de soldados sobrios y no destruidos por la ideología le hizo sonrojarse incluso a él.

“Tenemos que usar todo lo que podamos. Eso es la guerra.”

Indagar y aprender los mínimos detalles sobre estas criaturas conocidas como magos aéreos mientras perseguía al hada, su preciada, fue un factor importante.

Podemos usar magos aéreos.

No es de extrañar que el establecimiento anterior haya hecho tan buen uso de ellos. Esa fue la conclusión a la que llegó este pervertido y capaz monstruo político que es Loria. Aunque era un asunto delicado, desde el punto de vista político e ideológico, alabar demasiado el heroísmo y la teoría de la magia, tuvo que admitir que las unidades de magos aéreos tenían su utilidad.

“Haaah.” Suspiró en voz baja mientras se lamentaba. “A este paso, el Estado se arrepentirá de no haber realizado pruebas de aptitud mágica adecuadas.”

Los magos eran las élites de la época zarista. En respuesta a la revolución, los magos fueron considerados durante mucho tiempo como enemigos de su clase.

En el contexto de la Federación, era como nacer en pecado original.

Por eso, aunque el Partido Comunista de la Federación reconocía que los magos necesitaban “reeducación”, faltaba la idea de realizar una búsqueda exhaustiva de talentos. Eso tenía sentido. Nadie quería acercarse a ese tabú. A decir verdad, tenían la tecnología para hacer pruebas de aptitud mágica… pero se utilizaba para desenmascarar a las facciones antisistema. Si querían meter a alguien en el lageri, hacían la prueba a la persona, y si tenía la aptitud, la encerraban por ser un mago en la clandestinidad. No se llamaba “caza de brujas moderna” sin razón.

Vaya. Loria negó con la cabeza.

Su especialidad era la política, no el ejército. Las cosas fuera de su área de especialización iban mejor cuando se dejaban en manos de un experto con correa.

Encogiéndose de hombros, hizo una mueca. No estoy hecho para esto. Luego sujetó otro maletín de documentos y se puso a mirar el ordenado fajo de papeles.

“Ahora bien, tengo que leer estos resultados…”

Habían sufrido una gran pérdida en las líneas contra el Imperio. El politburó estaba incluso debatiendo extraoficialmente un compromiso temporal con las influencias reaccionarias. ¿No se conseguiría un alto el fuego y la paz si el Imperio fuera razonable? Era fácil imaginar que muchos miembros del partido pensaban eso.

Pero… por lo que veía Loria, no estaba claro si conseguirían un alto el fuego, y mucho menos la paz.

El Ejército de la Federación había sufrido una gran derrota. El Ejército Imperial ganaba combate tras combate. Si nadie podía vencer al Ejército Imperial, entonces la paz era una especie de teoría. Y sólo una teoría.

Y un alto el fuego sería difícil de conseguir. Loria recordó con una mueca de dolor cuántas veces se habían enzarzado en batallas por los términos para llegar a un acuerdo de alto el fuego durante la guerra civil.

Todos los insensibles obsesionados con cómo “deberían” ser las cosas se aferraron a la palabra probablemente.

Esto era la definición de lo ridículo. Bastaba con echar un vistazo a la historia de la humanidad para ver lo poco que entendía esta especie. Elaborar una enciclopedia de la estupidez sería una empresa a escala nacional.

Pero estaba deseando ver el otro lado de las posibilidades que probablemente se presentaban. Estaba examinando detenidamente los documentos reunidos en un informe para poder prepararse ante cualquier eventualidad cuando su ceño se relajó ligeramente.

“… ¿Oh?”

En su mano había un estudio sobre las condiciones de vida dentro del Imperio. No era un documento altamente clasificado, pero la opinión pública de los países enemigos podía ser sorprendentemente clave.

A veces el nebuloso espíritu de la época se transformaba en otra cosa.

“Me imaginé que el Imperio estaba satisfecho con su victoria, pero… ¿están borrachos de ella?”

Es una posibilidad, pero por lo que veo en este editorial… ¿Ni siquiera se dan cuenta de que rezuman esta codicia?

Pasó a otro artículo traducido y una sonrisa se dibujó en sus labios. “¿Oh, oh, oh?”

La ferviente opinión pública del Imperio era que debían exigirse frutos “dignos” de su “victoria”. Loria podía apreciar eso hasta cierto punto, pero por lo que podía ver, esto era mucho más de lo que hubiera esperado.

“Una enorme suma de reparaciones, exigencias escandalosas…

¿Quieren tanto a cambio de la paz?”

Una cosa era un EIC ebrio de victoria que soltaba grandes tonterías sobre el Imperio liderando un nuevo orden mundial. Y era plausible que la gente del Imperio quisiera reparaciones.

Pero… Eso era lo que Loria podía entender. Si el ambiente en el Imperio era tal que podían regatear sus ambiciones por todos los periódicos de esta manera sin ninguna restricción, eso significaba algo definitivamente diferente.

“Esto… esto es… O-Ohhh… ¡Parece que tenemos una suerte horrible!”

Estaba seguro de que todas las publicaciones imperiales pasaban por las inspecciones. Eso significaba que para que este artículo pasara, un censor tenía que considerar que no tenía problemas. En ese caso, representaba “su” conciencia latente como sociedad entera.

“Pensé que había gente que entendía de política, pero… supongo que no son los que están en el poder. Esto es tan…” … fascinante. Sonrió para sus adentros. “Más que suficiente es demasiado. Al parecer, no tenemos el monopolio de repetir sus errores.”

El Imperio guardaba mucho sus secretos militares, pero en términos de política, era completamente ingenuo. Tenían muy poca experiencia en este tipo de cosas.

Esto hizo que su conciencia de espionaje, que no era baja ni mucho menos, fuera algo miserable. Incluso Loria, que se consideraba inmune a la compasión, quiso expresar sus condolencias.

Fueron precavidos contra los “espías”.

Era correcto e idiota a la vez. Protegieron sólo las cosas que querían ocultar y dejaron todo lo demás al descubierto, a pesar de que toda la premisa de la guerra de la información consistía en unir pequeñas cosas inocuas como un rompecabezas para pintar un cuadro más grande.

La exhalación de Loria temblaba de deseo.

“Así que la gente realmente te apoya cuando estás en el camino del amor…”

Pensó que tendría que renunciar a su dulce hada, pero ya no estaba ansioso.

La guerra continuará el tiempo suficiente para que la desplume.

“… Esto es lo divertido de la oclocracia.”

El Ejército Imperial probablemente pensó que estaba censurando a la prensa… pero la censura no era suficiente. Lo que los periódicos necesitaban era orientación, pero el Imperio no debió entenderlo.

Después de todo, el Imperio era un país antiguo. Funcionaban por tradición, por lo que su imaginación estaba atascada en el viejo mundo.

Tenían razón al llamarse a sí mismos, a su Reich, una potencia militar. Su estado fue construido por el ejército. No sabían nada de la influencia política: sólo habían blandido sus espadas.

“Qué fascinante e irónico…”

Mientras tanto, en la Federación, el partido era supremo. Era sólo natural que el Imperio y la Federación tuvieran diferentes puntos fuertes. Y no había ninguna razón para que uno intentara competir en el campo del otro.

“… Así que realmente deberíamos luchar con la política.”