Youjo Senki (NL)

Volumen 7

Capítulo 3: Esfuerzo e Ingenio

Parte 2

2 DE MAYO, 1927 DEL AÑO UNIFICADO, FRENTE ORIENTAL, CAMPAMENTO DEL EJÉRCITO IMPERIAL

“Coronel von Degurechaff, hemos hecho contacto con el enemigo.”

Ante el anuncio de la Teniente Primero Serebryakov, Tanya sale de su agradable sopor. Como el perro de Pavlov.

El sonido de la palabra enemigo es suficiente para desterrar su ligero sueño.

Se traga un suspiro y reconoce con un grito: “¡Voy enseguida!”

Tras abandonar su cama y su amado sueño, Tanya corre con decisión hacia el cuartel general y ya está conteniendo los suspiros cuando está revisando el informe.

“Contacto con el enemigo, ¿eh? Así que es antes de lo que el Estado Mayor preveía.”

Es duro reprimir su rabia y su condena.

El enemigo ha avanzado demasiado rápido. No más rápido de lo esperado, sino más rápido de lo que podríamos haber imaginado. No quiero pensar que la comprensión de la situación por parte del Estado Mayor esté tan en desacuerdo con la nuestra sobre el terreno como para suponer con optimismo que encontraremos el tipo de entorno que ellos esperan.

¿Significa esto que el enemigo es más capaz de lo que el Estado Mayor estimaba? ¿Más poderoso?

De cualquier manera, no es un desarrollo favorable para Tanya. Independientemente de cómo se hagan las cosas en los deportes, esto es la guerra. Abrumar a un enemigo más débil es mucho más práctico y rentable que competir contra uno más fuerte.

“… Supongo que lo único que podemos hacer es llorar por nuestra impotencia. Ni siquiera podemos elegir a los oponentes que queremos.”

Tanya ajusta la prioridad de las cosas en su mente. Ahora reflexionar y asumir son dos lujos. Si no elimina primero la amenaza a la que se enfrenta, el futuro del pensamiento libre está en peligro.

“Mayor Weiss, infórmeme de los detalles.”

“Hace unos momentos, el Capitán Ahrens se encontró con un grupo de tanques enemigos. No tuvimos pérdidas. Cinco tanques enemigos fueron destruidos; sin embargo, como la infantería apareció como refuerzo, ha decidido retirarse.”

“¿Así que el informe llegó tarde? Eso es inusual para el Capitán Ahrens. ¿Estaba la radio fuera de servicio?”

“Parece que ha llovido ligeramente.”

La lluvia no es amable con las ondas de radio. Dicho esto, no quiero creer que una simple llovizna pueda causar tanto problema… ¿Será que tenemos mala suerte?

Lo peor es que no podemos descartar la posibilidad de un fallo mecánico. No se puede contar con la precisión de la maquinaria de “precisión” que estamos utilizando al máximo en el frente oriental. No es de extrañar, ya que cuando empleamos nuestros equipos al máximo en el frente oriental, ya los estamos utilizando de una manera inesperada, ya que fueron hechos para operar en nuestra patria.

Es realmente irritante. Se me escapa un tsk. “¡El Coronel Calandro ha llegado, señora!”

Lo que hace cambiar los engranajes de su mente es el grito de la persona que está afuera de guardia.

Cuando llueve, diluvia… Tanya se pone en pie de un salto, como exige la etiqueta, y hace un saludo de manual.

“¡Señor!”

“Gracias, Coronel.”

Hace años que un oficial superior a ella no entra en el puesto de mando durante el combate. Eso no facilita las cosas. Pero quejarse de que esto es exactamente la razón por la que Tanya le dijo al Coronel von Lergen que estaba en contra de esto no ayudará ahora.

“Lo siento, no quería interrumpir.”

“El Estado Mayor nos ha dado órdenes de cómo manejar esto.”

Él parece entender que ella quiere decir que no se preocupe. Con un movimiento de cabeza, le da las gracias y se disculpa de nuevo.

“¿Puedes decirme qué está pasando?”

“Yo también acabo de llegar. Que el oficial de guardia, el Mayor Weiss, nos explique las cosas.”

Le dice a Weiss que los ponga al corriente, y él asiente con la cabeza antes de empezar a hablar. “La unidad blindada de avanzada hizo contacto. Se encontraron con tanques enemigos respaldados por infantería, así que nuestros tanques han iniciado su retirada. La unidad de infantería del Teniente Primero Tospan está a punto de salir a su encuentro.”

“¿Dónde hicieron el contacto?”

“Es esta zona de la red. Específicamente, creo que por aquí.”

Weiss señaló un lugar en el mapa: “Por favor, eche un vistazo”, en respuesta a la pregunta de Calandro.

Tanya se ha subido a una silla para mirar el mapa con ellos y la topografía le da ganas de chasquear la lengua con frustración.

Cuando mira a Calandro, ve que parece entender bien la situación. “… Está muy cerca de esa zona residencial, ¿no es así, Coronel?” “Sí, es una pena.”

Desgraciadamente, la precisión del mapa sólo parece estar a la altura de los fines civiles y probablemente se haya apropiado de él para uso militar, pero aun así cumplió su función de proporcionar una imagen básica.

Ese lugar es efectivamente una zona residencial. No, técnicamente, probablemente sea más bien una ciudad o un pueblo… Pero en cualquier caso, la cantidad de cobertura allí lo haría muy diferente de una batalla campal.

“Puede ser presuntuoso de mi parte, pero ¿puedo hacer una pregunta? ¿Cómo maneja generalmente el Ejército Imperial situaciones como ésta?”

Qué pregunta tan puntillosa. Tanya sonríe con desgana a Calandro. Para bien o para mal, a los ejércitos les encantan los manuales. Operar en zonas residenciales es un duro desafío militar y legal, así que, como observador militar, intentar aprender del experimentado Ejército Imperial es la actitud correcta que debe adoptar el Coronel ildoano.

Si hay algún problema con ello, supongo que es que ella tiene que decirle que en este mundo no existe tal cosa a mano.

“Como sabes, las zonas residenciales dan dolor de cabeza. Vergonzosamente… aunque el país de origen debe estar decidiendo activamente los procedimientos operativos estándar… aún no se han establecido.”

“¿Eso es cierto?”

“Sí.” Afirma Tanya. “No dejo de pensar en lo mucho más fáciles que serían las cosas si lo fueran.” Tanya se lamenta de este hecho desde el fondo de su corazón. Si hubiera una forma de hacer las cosas según las normas, podría seguirla y evitar muchas responsabilidades.

“Todos los funcionarios deben pensar lo mismo. Si se tuviera una política estándar, se podrían evitar problemas peliagudos simplemente aplicando las normas establecidas por los superiores.”

Aunque cuando se lo dice de forma tan rotunda, tiene que hacer una mueca de dolor.

“La forma en que lo explicas es un poco extrema, pero en general, tienes razón. La cuestión práctica ahora es que cuando una zona residencial se interpone en nuestro camino, nos vemos obligados a avanzar a paso de tortuga.”

Debido al equilibrio con la convención de guerra terrestre, el Imperio no ha considerado seriamente la investigación sobre la guerra urbana; eso es de esperar. Dado que la Federación no es parte de ninguno de los tratados internacionales, deberían haber pensado en ello, dada la posibilidad de un ataque, pero… dado que el Ejército Imperial está especializado en la estrategia de líneas interiores, podría decirse que se ha expuesto una debilidad.

“¿Así que incluso los veteranos con mucha experiencia no están seguros de qué hacer…?”

“Le ruego que me disculpe, Coronel, pero es lo contrario.” “¿Has dicho lo contrario?”

Contrariamente a la mirada perpleja de Calandro, sus subordinados asienten. Entienden muy bien lo que quiere decir Tanya.

Hay cierta dificultad para reivindicarla como una opinión civilizada, pero apenas hay lugares menos adecuados para la guerra que una zona residencial. Hay demasiados obstáculos para tener una verdadera afición por ella.

“Cualquiera que haya tenido una experiencia amarga en una zona residencial siente lo mismo.”

Echa un vistazo a la sala y resulta que incluso hay gente con experiencia en haber sido herida en una batalla similar. Incluso la veterana alineación de los oficiales del 203º Batallón de Magos Aéreos es una buena muestra de la aversión.

“¿Me equivoco, Mayor Weiss?”

“Esta conversación es capaz de hacer que mi vieja herida duela. Me gustaría que me perdonara.” Dijo con una sonrisa irónica su subordinado, que había sido herido en la lucha contra la República.

Incluso un veterano como él no es una excepción a la regla de que es prácticamente imposible vigilar en todas las direcciones en una zona residencial.

Volar también requiere mantener una vigilancia de 360 grados, pero los únicos obstáculos en el cielo son las nubes. Sinceramente, es mucho más difícil buscar enemigos en lugares donde vive gente. Y en un entorno urbano, bueno, se puede decir que es una jungla de cemento. Sería mucho más fácil si pudiéramos rodearla.

Ante los suspiros de Tanya y de los demás, Calandro parece captar la idea y da un respingo. “Ja-ja-ja. Puntos de experiencia, ¿eh?”

“Algo así.”

“Bueno, déjame preguntarte más sobre eso después. Por ahora, me mantendré fuera de tu camino mientras tomas el mando.”

“Gracias.” Ella extiende su gratitud por su consideración y luego habla en un tono deliberadamente normal. “Entonces, ¿Mayor Weiss?”

“Sí, lo sé. ¿Vamos a salir?”

Su respuesta es inmediata. Así es como debe ser un destacado vicecomandante. “Así es.” Tanya sonríe satisfecha.

Se alegra de poder ahorrar tiempo omitiendo la explicación. Sin embargo, aunque sea contradictorio decirlo, explicar las cosas es su deber. Tiene sentido, ya que un superior debe procurar que todos conozcan sus intenciones en la medida de lo posible.

El trabajo entre profesionales que no dependen excesivamente unos de otros conlleva una base sólida de comunicación y confirmaciones concisas y precisas.

“Teniendo en cuenta el rendimiento inalámbrico menos que estelar que estamos recibiendo, vamos a mover el cuartel general. Podemos reunirnos con el Capitán Ahrens y controlar la situación.”

“¡Entendido!”

Responde inmediatamente a la orden. Es muy tranquilizador sentir que puedes confiar en alguien lo suficiente como para dejar que se encargue de las cosas. Supongo que se puede decir que tener que hacer comprobaciones es un trabajo extra.

Ehhh, tal vez sea descortés llamarlo trabajo extra, reflexiona Tanya en su cabeza mientras le habla al observador militar que está a su lado. “Es como ha oído, Coronel. ¿Qué le gustaría hacer?”

“Espera, ¿intentas decirme que me esconda porque es peligroso?”

“Yo no diría eso, pero tampoco puedo quitarle importancia a los riesgos. Por supuesto, tampoco quiero que el cuartel general sea atacado… pero tan cerca de las líneas del frente, es de esperar que haya batallas literales de encuentro.”

El fuego perdido o el acoso de un francotirador oculto…

Cerca de las líneas del frente, incluso si se trata de una zona de no combate o no se considera técnicamente parte del frente, la seguridad nunca está garantizada. Afirmar que una zona es 100% segura es una estafa. Y Tanya no es una estafadora. Es una persona civilizada e íntegra, armada con la razón moderna y consciente de las normas.

“Hemos minimizado dichos riesgos. Pero…” Tanya insiste en su idea. Además del cumplimiento, hay que tener en cuenta su imagen pública. Naturalmente, el factor más importante es la ley.

Dicho esto, tampoco puede descartar el cuidado con el que se ha comprobado y revisado todo para asegurarse de que no hay problemas éticos.

Tanto para la autoprotección dentro de la organización como para la señalización en la sociedad, es primordial prevenir los problemas relacionados con el manejo inicial de estas cosas.

“No podemos garantizar que la Federación le reconozca inmediatamente como un observador militar del Ejército Real de Ildoa y se contenga en sus ataques.”

“… Entiendo tu preocupación, pero no estoy seguro de aprobar que me traten como a un niño sobreprotegido. Te agradecería que me dejaras mirar.”

“Entendido.” Dice Tanya con un asentimiento reacio. “Respetuosamente, no tenemos nada que ocultar a nuestro aliado. Si insiste, entonces por favor, observe a su gusto.”

“Me doy cuenta de que estoy pidiendo mucho, Coronel. Lo siento.”

A ella le gustaría decir: Entonces, ten cuidado. Dadas las estrictas órdenes que tiene del Coronel von Lergen y del Estado Mayor, está tan preocupada por si le ocurre algo que el comentario amenaza con salirse de su garganta.

Pero al contrario de lo que hay dentro, la boca de Tanya forma una respuesta educada.

“No, no es mucho en absoluto.”

¿Quizás sea porque es un animal político muy sociable? La Teniente Coronel Tanya von Degurechaff es totalmente capaz de emplear la adulación respetuosa con una sonrisa congraciada.

“Este es un honor de un papel confiado a mí por el Estado Mayor. Me han dicho que conceda todos sus deseos, así que no lo dude. Estoy a su servicio.”

“Entonces sobre eso…”

“Mencionar los riesgos es sólo una parte de mi deber, así que espero que lo entiendas.”

“Respeto sus obligaciones, Coronel. Con eso en mente, me gustaría hacer esto por mi cuenta.”

Calandro declara su voluntad ante todo el personal del cuartel general.

Si va a venir a pesar de las serias reticencias y advertencias de Tanya, entonces sólo queda organizar una escolta. Ahora, pase lo que pase, sus deberes han sido perfectamente cumplidos.

Incluso si le disparan y lo matan, podrá presentar alguna excusa al Estado Mayor. Esperemos que eso no ocurra, pero es importante prever la posibilidad.

Si tengo que hacerlo… Tanya mantiene una actitud exteriormente cortés y le dice a su ayudante de forma un poco exagerada: “Sé la guía del Coronel Calandro.”

“¡Sí, señora!”

Independientemente de cómo se entretenga Serebryakov, ella es un gran escudo como acompañante. Tanya se alegra de poder confiar en ella para que lo proteja en caso de que algo vaya mal.

Y al asignarle a ella la función de guía, puede sacarlo del cuartel general por un momento… perfecto.

“Oh, Coronel, una cosa.”

“Sí, ¿qué es?”

“Si no te importa, después de la movilización, me gustaría ver tu reunión sobre cómo manejar la situación.”

Por un momento, Tanya piensa en silencio. Sinceramente, quiere negarse. ¿Qué idea de un buen momento incluye mantener una reunión de ventas delante de un ejecutivo de una empresa cliente?

Pero la posición de Tanya le impide decir directamente nein al observador militar. Quien haya dicho que la suerte del funcionario es miserable, merece ser tomado en serio.

“… Si eso es lo que deseas, entonces por supuesto. Pero—” Aunque elige sus palabras con cuidado, tiene que añadir: “Lo siento mucho, pero ¿puedo pedir su consideración expresa durante la acción?”

“¿Qué específicamente? Por supuesto que quiero cooperar todo lo que pueda.”

“Gracias.” Tanya se inclina y, con plena conciencia de que está siendo ofensiva, hace su petición en detalle. “Durante la operación, quiero que el mando sea mi máxima prioridad… así que ¿podemos ignorar temporalmente tu posición superior, el hecho de que haya un coronel de pleno derecho presente?”

Básicamente, se trata de una impúdica petición de permiso para hacer de Calandro un adorno. Pero ella simplemente tiene que conseguir que él acepte. Educar a un superior y al mismo tiempo luchar en una guerra es más de lo que Tanya puede manejar.

La guerra es un problema al que hay que enfrentarse siempre con todas las fuerzas. Tomar atajos podría acarrear problemas que no sólo rebajan la estima que la sociedad tiene de ti, sino que afectan directamente a tus bienes y a tu propia vida.

“Por supuesto. Considéreme un espectador.”

“Gracias.” Reprimiendo su alivio, Tanya hace una profunda reverencia. Es realmente muy útil que él entienda. Por supuesto, es probable que aún no pueda ignorarlo por completo. Esto será difícil. Sin embargo, aunque piense eso, no puede decirlo en voz alta.

Será difícil actuar como de costumbre bajo la mirada de un visitante importante. Pero es lo que es. Cuando se trata de hacerlo, simplemente hay que hacerlo.

Así, cargados con estas ligeras preocupaciones, Tanya y los principales comandantes del Kampfgruppe comienzan a moverse hacia

la línea del frente. Puede que estén experimentando un poco de mal tiempo, pero probablemente no haya nadie más en el camino aparte de la vanguardia del Kampfgruppe. Están bendecidos con unas condiciones de terreno relativamente buenas.

Más que nada, agradece que los caballos, los vehículos y las personas puedan viajar sin mucho problema. Tanya y los demás se reúnen con las tropas blindadas del Capitán Ahrens sin problemas.

Las tropas se apresuran a recibir suministros o a repartirlos y se llenan de barro.

En la línea más avanzada, no tienen más remedio que priorizar la función sobre la forma. El Cuartel General Provisional se construye rápidamente, pero sólo consta de una tienda de campaña.

Aun así, Tanya y los demás ya están acostumbrados. Para Calandro, que mira a su alrededor, fascinado, debe ser algo novedoso, pero pronto le parecerá normal.

El lugar llamado grandemente “sala de reuniones” es una colección básica y tosca de sillas plegables, un equipo inalámbrico y mapas. Dicho esto, incluso con el equipo mínimo, su trabajo puede realizarse.

“Señores, es como han oído. Vamos a controlar la situación.” En este espacio apropiado para una reunión informativa de la operación, aunque sólo sea superficialmente, Tanya inicia la discusión. “Capitán Ahrens, ¿cuál es su situación?”

“¿Quiere decir después de encontrar la unidad blindada enemiga?

Fue un desastre.”

“En ese caso, ¿cómo siempre?”

“Sí, señora.” El experto asintió con una mueca de dolor. Es dudoso que pueda dar una explicación rápida de la situación si carece de la habilidad para entenderla.

“Al poco tiempo, empezó a aparecer la infantería enemiga. Como el enemigo estaba entrando en una zona residencial, decidimos que para evitar una batalla en las calles, debíamos retirarnos temporalmente.”

“Mm.” Tanya comprende la situación y la encuentra irritante.

Si hay tropas enemigas en una zona residencial, entonces esto implicará la tarea de una pseudoguerra urbana en la que realizamos un barrido bloque por bloque.

Como mucho el Kampfgruppe tiene la capacidad de hacer eso. Enviar al dúo de oro del batallón de magos y la infantería permitiría despejar esas zonas. El problema es que eso llevaría demasiado tiempo.

Como no estamos en posición de acercarnos sigilosamente a la base enemiga y atacar, tenemos que prestar mucha atención al tiempo.

Ocurre mientras está pensando en qué hacer.

“… ¿Las tropas de la Federación entraron en una zona residencial?” Calandro hace una pregunta.