Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 4

Capitulo 32: El Trabajo

Parte 2

Muy bien, mi trabajo aquí está hecho.

“Bueno, entonces, me iré…”

“¡Por favor, espere!”

¡¿Otra vez?!

“¡Te pido que al menos aceptes esto como agradecimiento!”

A continuación, me tendió una pequeña bolsa de cuero de aspecto

pesado.

Se parecía a una de esas bolsas de oro que la gente entrega cuando

dice: “¡Aquí tienes tu recompensa!”

… ¡Espera, eso es exactamente lo que era!

¿Cuándo tuvo la oportunidad de prepararlo? … ¡Hey, hay un tipo con

aspecto de mayordomo parado detrás del barón! ¡¿De dónde ha salido?!

Pero era un noble de clase baja, y debía de gastar bastante dinero

buscando una cura para su hijo… Probablemente utilizó todos sus fondos

disponibles y se agarró a un clavo ardiendo en busca de rumores que no

eran del todo creíbles, o de tratamientos que probablemente no

funcionarían, esperando contra toda esperanza… Me habría sentido mal

por ponerle más presión financiera. De todos modos, no es que me faltara

dinero.

“No, no acepto ese tipo de pagos. Sólo acepto pequeños… ¡Oh, ya sé!”

Con eso, tomé la bolsa de cuero y aflojé la correa que la mantenía

cerrada. Luego volqué su contenido sobre la mesa.

¡Ah, esta sensación en mi mano! Era la recompensa de la “bolsa de

cuero para las monedas de oro” que siempre había querido.

“¡Me llevaré esto!”

“¿Eh? ¿Q-Qué…?”

El barón se quedó boquiabierto. Pero no me importaba.

¡Esta textura es absolutamente increíble! ¿Podría ser piel de gamo?

¿O cuero de algún monstruo asesinado, para mantener el coste bajo?

En cualquier caso, esto fue suficiente para mi “muestra de gratitud”.

Estaba mucho más contenta con esto que con un bolso de Chanel. Sí, lo

sé, podría haber preguntado a alguien dónde comprar un bolso como éste.

Pero quería algo para recordar este encuentro. Aunque, para ser sincera,

no se me ocurría otra cosa que aceptar como agradecimiento.

Decidí dar una explicación de seguimiento.

“Las monedas de la bolsa estaban llenas del amor y el cuidado que los

padres y los sirvientes de esta casa tienen por este niño, y llenas de

gratitud por la Diosa. Esta bolsa rebosa del amor que le han imbuido las

monedas… ¿Conoces un plato conocido como beril y daikon cocido a

fuego lento?”

“S-Sí, lo he llegado a probar…”

Beril era un pez que se parecía mucho al Buri… De hecho, podría

haber sido exactamente el mismo pescado. No podía distinguir los

pequeños detalles, pero al comerlo, parecía el mismo pescado. Y el

daikon era, bueno, rábano japonés.

Con mi capacidad de traducción automática, el pescado me vino a la

mente como “veril”, y la planta como “daikon”, aunque podría ser que

fuera algo totalmente distinto, pero no sabía la distinción.

¡¿Cuál era la diferencia?!

… De todos modos, el “beril y daikon cocidos a fuego lento” era

básicamente buri y daikon cocidos a fuego lento. Aunque era un noble de

clase baja, me sorprendió un poco que el barón hubiera comido este plato

antes. Estaba totalmente considerado como “comida de plebeyos”.

Bueno, eso significaba que no era necesario dar explicaciones, así que me

parecía bien.

“Entonces estoy segura de que lo entenderá. En ese plato, el beril

parece ser el componente principal, pero no es así. El daikon, que ha

absorbido el umami del beril, es la estrella del espectáculo. El beril no es

más que un componente. Del mismo modo, la Diosa apreciará esta bolsa

de cuero que ha absorbido tu amor y tu fe, mucho más de lo que lo haría

el oro que ya ha cedido. Ahora, si me disculpas, me despido.”

Ahí, un seguimiento perfecto. Había evadido con éxito el regalo de

monedas del barón sin hacerle quedar mal.

¡Esta vez, por fin puedo retirarme en paz!

En la casa del barón, después de que Kaoru se fuera…

“Ya veo… La bolsa que ha absorbido nuestros pensamientos y

sentimientos tiene mucho más valor que las monedas de oro… ¡¿Estás

bromeando?!” Gritó el barón en voz alta.

“Efectivamente…” Respondió su mayordomo, con una sonrisa

incómoda. “Eso debe haber sido…”

“Sí. Una artimaña por parte del ángel, por consideración a nuestra

situación financiera. Una increíblemente obvia, por cierto… Puede que

sea buena haciendo milagros, pero carece por completo de capacidad de

actuación. Con su extraña máscara…”

Luego se levantó de su asiento y se arrodilló de nuevo para rezar,

sollozando todo el tiempo, mientras el mayordomo abandonaba la

habitación en silencio.

＊＊＊＊＊＊

Cuando volví de la casa del barón, mis guardias me estaban

esperando. Esta vez, era el elenco completo de luchadores: Francette,

Roland y Emile. Nunca consideré a Belle una luchadora, ya que moriría

al intentar derribar a un enemigo con ella. Y así, Belle se quedó vigilando

la tienda con Layette.

Los demás se mantuvieron alejados de mí, por supuesto. Habrían

arruinado todo el sentido de mi disfraz si hubieran estado rondando a mi alrededor. Hubiera sido un indicio, así que tuvieron que mantener cierta distancia entre nosotros y actuar como extraños, al menos hasta que encontrara un lugar aislado para quitarme el disfraz.

Habían estado esperando fuera, por si algo salía mal en la casa del

barón, pero dudo que hubiera muchos en este mundo que se atrevieran a

intentar algo conmigo. Y por “intentar algo” me refiero a intentar

aprovecharse de mí, sabiendo que soy el ángel. Esa sería una forma fácil

de provocar la ira de Celes. Celes se enfurecía muy rápido, y no tenía reparos en matar a los humanos. La gente de este mundo era muy consciente de ello.

Hubo varios ejemplos conocidos en el pasado reciente, y quedó un

doloroso recuerdo en forma de cicatriz en el continente.

Sí, no. No gracias a usar ese tipo de fuerza.

En fin, ya era hora de ir a casa y preparar la cena.

***

Cerré la tienda por un día para salir con todos. ¿El destino? Un pasto

en las afueras. Ya era hora de que fuera a hacer una visita, o ellos se iban

a enfadar de nuevo. Por “ellos”, me refiero a Ed y los demás.

Así que los seis fuimos a practicar la equitación.

“¡Ed, estamos aquí!”

“¡Oh, estás aquí!”

“Bienvenida.”

“¿Tienes terrones de azúcar, Kaoru-onee-chan?”

La familia de Ed parecía ser la misma de siempre.

“¿Cómo es la vida aquí?”

“La comida es estupenda aquí, gracias a que pagas un extra, y

podemos recorrer los terrenos de equitación y los campos de hierba

libremente, y siempre puedo estar con mi familia, ¡así que estoy más que

contento! También me encantan las miradas de envidia que me lanzan los demás.”

“Ajaja…”

Roland y Francette se relacionaban con sus propios caballos junto a

nosotros. Ah, y también les daban la comida especial, como maíz,

zanahorias, manzanas y terrones de azúcar, por supuesto. Yo misma le

había dado los terrones de azúcar al encargado.

… Puede que se llevara una tajada para él, pero yo estaba dispuesta a

dejarlo pasar un poco. Mientras fuera sólo para su familia y no los

revendiera, claro.

Al parecer, Roland y Francette eran de los que realmente cuidaban de

sus caballos, los cepillaban y les proporcionaban mucho contacto físico y

afecto. Estaban bien cuidados, gracias a los honorarios adicionales que

había pagado, pero esto era algo totalmente distinto.

Los caballos decían: “¡Así no! Cepilla los pelos con más suavidad y

amor”, pero decidí no decírselo.

Emile y Belle montaron a la mujer y a la hija de Ed para que trotaran

ligeramente por la zona, mientras que yo hice que Layette montara a Ed.

Puede que la hija de Ed fuera más pequeña y más fácil de montar que Ed,

pero yo tenía más experiencia montando a Ed, así que me sentí más

segura al confiarle a Layette.

Nunca se sabe qué tipo de error inesperado puede ocurrir con la combinación de un jinete inexperto y un caballo, así que no me habría sentido a gusto de otra manera.

Así se lo dije a Ed, que me respondió: “Así es, lo has entendido

perfectamente”. Con expresión de satisfacción.

Por lo general, viajábamos en carro, pero había ocasiones en las que

íbamos juntos con Layette en brazos, y puede que alguna vez tenga que

ir sola en caso de emergencia.

Se lo expliqué a Ed y a Layette, y les dije que debían dominar la

conducción rápida dando prioridad a su seguridad. Ymientrasyo traducía

los comentarios de Ed a Layette, ésta mejoró rápidamente sus habilidades

de conducción, al igual que yo.

Después, hice que Belle y Layette se entrenaran para escapar con las

dos montadas en un caballo. Esto era en preparación para un posible

escenario en el que yo ganaba tiempo con Ed mientras Belle ayudaba a

escapar a Layette. Protestaron que nunca se escaparían sin mí, pero

cuando insistí en que era una orden, hicieron a regañadientes lo que se les

dijo.

Aunque, en este escenario, en realidad les haría retroceder no para

ganar tiempo, sino porque no querría que vieran lo terriblemente

devastado que terminaría dejando al oponente.

“… ¿Y bien? ¿Qué es, Ed?”

“¿Eh…?”

“Hay algo que quieres discutir o preguntarme, ¿no? Te conozco, Ed.

Me doy cuenta. No hay necesidad de modestia entre nosotros. Sólo

escúpelo mientras estamos solos aquí. Aunque… a los demás sólo les

sonaría a relinchos, aunque estuvieran al alcance del oído.”

“Supongo que nada se te escapa…”

Tras dudar un momento, Ed abrió la boca.

“La cosa es que hay un viejo bonachón en este pasto. Es muy

simpático, me cuenta todo tipo de historias divertidas y mantiene a mi

hija entretenida con sus charlas. Pero un día, se quedó dormido mientras

estaba tumbado al sol. Dijo en sueños… ‘¡Esto es una venganza por mi

amo!’ ‘¡Señorita, ese es el asesino!’ Me di cuenta de que había lágrimas

corriendo por su cara…”

Hmm, ¿tal vez este anciano es un cuidador de los caballos? Alguien

con un pasado complicado…

“A diferencia de los humanos, los caballos no derramamos lágrimas a

menudo. Sólo por algo realmente serio.”

… Espera, ¡¿este “viejo” era un caballo?!

Oh, mencionó que estaban hablando entre ellos. Por supuesto que era

un caballo.

“Este viejo va a ser sacrificado pronto. Ya no puede tirar de los carros,

ni llevar a los jinetes, ni ser un caballo de batalla en la granja. Pero aun

así… Aun así. Quiero hacer algo por él. Cuando se vaya, quiero que se

vaya con una sonrisa, satisfecho de la vida que ha vivido.”

“Ed… ¿te has dado cuenta?”

“¿Eh? ¿Darme cuenta de qué?”

“Ahora mismo estás derramando lágrimas…”

Si Ed se sentía tanto al respecto, no podía quedarme sin hacer nada. Después de todo, Ed era mi querido caballo, amigo… y hermano de armas.

¡Muy bien, lo haré!

“Mi montura y caballo sagrado, Ed, te concederé tu deseo. ¡Ponte a

mi lado y derriba a los inmorales!”

“Sería un honor para mí…”

“¡Nosotros también ayudaremos, Ed!” Los caballos de Roland y

Francette relincharon.

¿Intentaban quedar bien conmigo porque soy una diosa? O tal vez

querían el favor de Ed porque les gusta su hija…

Oh, bueno. Cuanto mayor sea el número, mejor.

Esto fue una petición de mi propio caballo, así que no pude involucrar

a Francette, Roland, Emile o Belle. Lo hacía por mis propios motivos, así

que no quería arrastrar a personas ajenas a mí. Pero estos dos caballos se

habían ofrecido a ayudar al viejo caballo por voluntad propia, así que no

me importó aceptar su ayuda.