Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 4

Capitulo 32: El Trabajo

Parte 1

“Soy un fabricante de pociones de otra tierra. Mis pociones se han

consumido en las cortes reales.”

Se lo dije a los guardias de la puerta y me recibieron con la máxima

cortesía. Incluso llevaba una máscara de aspecto sospechoso para

disimular.

… ¡¿Deberían dejar entrar tan fácilmente a una persona tan

sospechosa?!

Cuando pregunté, uno de ellos respondió: “Si ocurriera algo, tú y yo

simplemente perderíamos la cabeza. Comparado con la posibilidad de

que el Amo Challotte se recupere de su enfermedad, ese resultado no

tiene importancia.”

“No tiene importancia”, ¡mi trasero! Me gustaría conservar mi

cabeza, ¡gracias!

Pero pensar que incluso la guardia podía decir tal cosa con

confianza… Realmente debían ser buenos nobles. El informe de Emile y

Belle debe haber sido correcto. No dudaba de la exactitud de sus

informes, por supuesto.

Y así, uno de los guardias me condujo a la mansión. Se trataba, como

no podía ser de otra manera, de la residencia de la familia baronal

Dorivell.    Había    oído    que    buscaban    médicos    y                  medicinas,

independientemente de su posición social, así que decidí visitarlos

directamente por su puerta principal. Disfrazada, por supuesto.

Había cambiado el color de mi cabello, de mis ojos y de mi piel, y

tenía las joyas que había llevado cuando asistí a la fiesta de Achille

tiempo atrás. Las joyas desviarían la atención del resto de mi aspecto, y

haría más difícil que me reconocieran sin los adornos, al igual que una

chica sin las gafas que siempre llevaba.

… ¡Soy tan inteligente!

Además, al llevar joyas caras, podía dar a entender que no me faltaba

dinero, y hacer menos probable que sospecharan que era un estafador que

intentaba una apuesta desesperada para estafar a algunos nobles ricos.

También ayudaba a darme cierta autoridad.

Y para colmo, tenía mi “máscara sospechosa”… Esto arruinó mi

autoridad y mi credibilidad a la vez.

“Así que tú eres el supuesto fabricante de pociones de otra tierra. ¿Y

bien? ¿Quieres decir que tienes la Medicina de la Longevidad?”

“No, ¿por qué habría de hacerlo?”

El barón y el guardia que estaba cerca de mítenían la misma expresión

de sorpresa. Ah, y el guardia se posicionaba para poder agarrarme de

inmediato si hacía algún movimiento sospechoso.

Incluso si se tratara de una casa baronal de clase baja, alejada de

cualquier lucha política intensa y no del tipo que atrae rencores… Incluso

entonces, siendo el jefe de una casa baronal, nunca podría estar completamente a salvo del resentimiento o de la atención no deseada.

Por lo tanto, obviamente querrían evitar cualquier peligro innecesario.

Puede que parecieraimpotente, pero aúnpodría esconderarmas o veneno.

Incluso me llamé a mí misma fabricante de pociones, así que deberían

asumir que también podía manejar el veneno.

“No manejo medicinas de ese tipo. Mis pociones son mucho más

efectivas.”

“¡¿Q-Qué?!¿Más eficaz que la Medicina de la Longevidad? No puede

ser… Bueno, he oído hablar de esas cosas en tierras lejanas, pero dicen

que se estropean rápidamente y son difíciles de transportar a largas

distancias… También he oído que esta medicina no se fabrica desde hace

tiempo, desde que el creador original falleció y su receta se perdió…”

Huh, este lugar estaba bastante alejado del Reino de Balmore, y no

creí que lo supieran, pero parecía tener información bastante precisa

sobre mis pociones. Esta información debería estar limitada a los altos

mandos, así que un barón de poca monta no debería saberlo…

Bueno, balbucear con explicaciones era una pérdida de tiempo. Y si

no quería creerme, no tenía que obligarle a tomar mis pociones. Si

rechazaba mi ayuda, me iría sin más. Francette podría terminar un poco

decepcionada, pero eso no podía evitarse.

No había necesidad de imponerles mi medicina y, como se dice, “los que crean se salvarán”, así que no tenía intención de desviarme para atender a los no creyentes.

Así que…

*fwsh*

Hice un gesto como si me metiera la mano en el bolsillo y saqué una

sola botella.

“Aquí está la medicina curativa, las Lágrimas de la Diosa.”

No se trataba de la poción que se vendía a las masas en Balmore, sino

de las Lágrimas de la Diosa, especialmente elaboradas y entregadas por

el propio ángel.

Al fin y al cabo, ahora mismo no era la dueña de la tienda, Kaoru, sino

el “ángel”.

“¿Eh?” El barón y el guardia soltaron mientras me miraban, con los

ojos muy abiertos.

“Qué…”

El Barón Dorivell se quedó sin palabras.

“Como dije, esta es la medicina curativa conocida como Lágrimas de

la Diosa. Si no la necesitas, me la llevaré a casa… Ah, y no se conserva

bien, así que será inútil si no se toma ahora.”

El barón dudó un instante.

“… ¡Por aquí!”

El barón me llevó a la habitación de un niño. Un niño de unos diez

años yacía enfermo en su cama.

“Challotte, ¡te he traído una nueva medicina! ¡Bebe!”

El Barón Dorivell aceptó la poción de mi parte y se la entregó a su

hijo. Su mano temblaba ligeramente, pero se concentró en no derramar ni

una sola gota con una mirada de desesperación. Aunque, sinceramente,

derramar un poco no habría afectado a los resultados. Parecía que el niño

no estaba realmente dormido, y se sentó para beber el contenido de la botella que su padre le llevaba a la boca.

Pensando en ello, me pregunté cómo era posible que este noble hiciera

beber a su hijo la medicina que una extraña chica le había dado

directamente. Habría sido una cosa en Balmore, donde el ángel y sus

actos eran bien conocidos, pero… Debía de estar realmente sin opciones,

o tal vez sólo planeaba castigarme después del hecho si había estado

mintiendo. Bueno, tal vez pensó que ni siquiera un niño sería tan tonto

como para hacer una maniobra como esa. Teniendo en cuenta que había

oído hablar de las Lágrimas de la Diosa, también debía conocer sus

efectos instantáneos.

“Padre, me siento mejor…”

“¡¿D-De verdad?! Tu fiebre—¿Qué pasa con tu fiebre?”

Estaba claro que quería gritar de júbilo. Pero, temiendo ser

defraudado, utilizaba toda su fuerza de voluntad para controlar sus

emociones. Su rostro cambiaba rápidamente de expresión,el barón seguía

sin poder creer en el milagro.

“El cansancio y la fiebre parecen haber desaparecido…”

El barón apretó una mano contra la cabeza de su hijo, le miró a los

ojos, le revisó la lengua y, finalmente, pareció comprender que la

enfermedad se había curado de verdad. Tal vez no era una enfermedad

incurable y maligna… Bueno, al menos para los estándares del Japón moderno.

Pero incluso una enfermedad que podría curarse en Japón,

probablemente con una sola inyección o incluso sólo con una mejor dieta,

podría matar fácilmente a la gente en una civilización de nivel inferior

como ésta. Especialmente a los niños más pequeños.

Así que, en última instancia, no sabía qué tipo de enfermedad tenía

este chico, ni si se habría resuelto por medios naturales, si se le hubiera

dejado solo. Pero para esta casa baronal, yo era definitivamente

considerado el ángel de la diosa, el que había salvado la vida de su hijo.

El barón pareció darse cuenta de repente, se volvió hacia mí y se

arrodilló. Por supuesto, esto no era algo que un noble haría por un vulgar

fabricante de pociones.

Probablemente era mucho más fácil creer que era el ángel de la diosa,

en lugar de pensar que era un genio de 12 años que hacía pócimas y que

por casualidad tenía una medicina milagrosa con una vida útil

extremadamente corta, y que la entregaba sin siquiera negociar un precio.

Es decir, según el marco de referencia que posee este barón y su

mundo… Sí, yo también lo pensé.

“Lady Ángel, le agradezco desde el fondo de mi corazón por salvar a

mi hijo, Challotte…”

¿Eh, fue directamente a decidir que yo era el ángel sin ningún tipo de confirmación? No me digas…

“¿Sabes de mí?”

“Sí, me enteré de su existencia mientras investigaba varias medicinas

para mi hijo. Se dice que la medicina milagrosa, conocida como ‘poción’,

ha circulado por el Reino de Balmore y sus alrededores durante varios

años. Dicen que una niña de aspecto aterrador… niña… chica con ojos

afilados… estaba muy involucrada en la creación y distribución de dichas

pociones. Luego hubo rumores de una chica con terribles… quiero decir,

ojos intensos, que se decía que había permanecido en las sombras durante

la derrota y el milagroso resurgimiento del Imperio Aligot hace cuatro

años, junto con la caída de la Tierra Santa de Rueda y la gloriosa aparición

de la Diosa Celestine. Además, estaban los trabajos ocultos de la

organización secreta, los Ojos de la Diosa, y la salvación del ángel para

los puros de corazón… Al estar nuestro país tan alejado, sólo las altas

esferas parecen haber captado la historia completa, pero incluso un noble

de clase baja con pocos medios como yo puede obtener tal información,

cuando está poseído por la determinación desesperada de salvar a su

hijo…”

… De acuerdo, ¡lo entiendo! ¡No hay que esforzarse tanto para no

decir que mis ojos dan miedo!

¡Me hace sentir peor cuando tienes que esforzarte tanto por ser considerado al respecto!

… Maldita sea.

Entonces, mi trabajo estaba hecho.

¡Es hora de irse!

“Bueno, ya he hecho lo que he venido a hacer,así que, con permiso…”

“¡Por favor, espera! Mancillaría mi honor si te fueras sin que te

pagara! Te lo ruego, permíteme expresar mi gratitud de alguna manera.”

Suplicó desesperadamente el barón.

Bueno, supongo que era de esperar. Estoy segura de que no quería

separarse para siempre después de este único encuentro, pero parecía que

realmente quería agradecérmelo, así que decidí aceptar lo de siempre: un

pequeño regalo que pudiera gestionar sin agobiarse. También tuve que

asegurarme de que se mantuviera en silencio.

“Primero, quiero que me prometas que nunca le hablarás a otra alma

de mí. No quiero tratar con gente maleducada y con el corazón vacío, y

no soy partidaria de arrasar países enteros… Aunque, en realidad, eso no

parece molestar a Celes.”

“¡S-S-Sí, por supuesto! ¡Lo juro por la misma Diosa!”

Wow, realmente parece aterrorizado…

Pero supongo que era de esperar. Había muchos mitos y leyendas de

Celes destruyendo naciones enteras. De hecho, la historia de cómo dejó

una cicatriz en esta misma tierra era una historia real.

“Y, hmm… Bueno, entonces, aceptaré algo de información como

muestra de tu gratitud.”

“… ¿Información?” El barón me miró con un rostro inexpresivo.

Probablemente se preguntaba qué tipo de información podría querer el

ángel.

“¿Conoce a algún miembro de la realeza de este país que sufra una

enfermedad o lesión grave?”

Pareció entender por qué le hacía la pregunta.

“N-No, no en las familias reales, o entre las familias ducales, para el

caso. Aunque, si mantuvieran esas noticias en privado, naturalmente no

estaría al tanto de ellas…”

Sí, al fin y al cabo sólo era un barón. No sabría sobre los asuntos

privados de los altos cargosa menos que estuviera investigando a familias

específicas. Debe haber gastado mucho dinero y esfuerzo para obtener

información sobre el ángel y las pociones.

“¿Y las casas nobles de rango marquesal e inferior?”

“Sí, hay varios. Jefes de casa ancianos, que ya han pasado sus títulos

a sus herederos; niños enfermos y débiles; los que fueron heridos

mientras montaban a caballo o en conflictos con otros feudos; los que

padecen enfermedades pulmonares y otras dolencias… Si incluimos a los

nobles de clase baja, a los compañeros de vida y a sus dependientes, la

cifra es bastante elevada.”

Eso pensé…

“Entonces, ¿qué harías si esas personas te exigieran que les contaras

cómo se curó tu hijo, o insistieran en que les presentaras al fabricante de

pociones que te ayudó?”

Sí, esto era lo que realmente me preocupaba.

Es probable que el barón hubiera guardado mi secreto si no se le

hubiera molestado, pero me habría sentido mal si hubiera sufrido por ello.

“Oh, no tienes que preocuparte por eso… Es bien sabido que he

buscado por todas partes medicinas, boticarios hábiles, y que, en

consecuencia, me he relacionado con charlatanes. Así que, si digo que

uno de ellos curó a mi hijo, nadie podría estar seguro de cuál de ellos lo consiguió, y nadie esperaría que yo supiera dónde podría estar algún fabricante de pociones vagabundo. Y, por si acaso…”

Con eso, el barón me miró a los ojos y habló con una expresión seria.

“Por favor, dime lo siguiente: ‘Si alguien pregunta por mí y trata de

obligarte a hablar, primero los mataré a ellos y a toda su familia. Sólo

hablaré con ellos después’. No sería necesario llevar a cabo esto, por

supuesto. El propósito es que pueda decir que esto es lo que me han

dicho.”

¡¿Qué demonios es eso?! ¿Cómo se supone que me van a hablar

después de que los haya matado?

Además, sus heridos y enfermos ya estarían muertos, por lo que no

sería necesario el ángel ni las Lágrimas de la Diosa.

Aunque, eso resolvería la cuestión…

“Por favor, no te preocupes. Nunca revelaré nada, así que no habrá

necesidad de que derrames sangre en este caso particular.”

… ¿“En este caso particular”? ¡Hizo que sonara como si yo hubiera

estado masacrando gente a diestra y siniestra! Vamos, en serio…

¿Asumió que yo era como Celes por su historia particular? Yo no era de

las que diezmaban países enteros sólo porque estaba un poco harta…

Espera, ¿había hecho eso alguna vez? No, no, sólo volteé toda la

estructura de una nación. No fue como si hubiera masacrado a su gente y

destruido toda la tierra.

No soy como Celes, ¡lo juro!

Bueno, lo que sea. ¡No te preocupes por las cosas pequeñas!

“Como sea. Aquí va. ‘Si alguien pregunta por mí y trata de obligarte

a hablar, primero los mataré a ellos y a toda su familia. Sólo hablaré con

ellos después’. ¿Bien?”

“¡Sí, gracias!”