Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: Monika Y Su Alegre Banda

Parte 2

Después de una breve pausa, Kanako volvió a hablar, tímidamente. “Oye… ¿puedo pedirte un favor, Joven Sakaki?”

“¿Ir al techo de nuevo?” Preguntó. Así era como le había preguntado la última vez.

“No. Me preguntaba si irías a la ciudad conmigo para ayudarme con mi investigación.”

“Claro, pero tu historia es una fantasía, ¿no?” Preguntó. “¿Qué investigación harías en la ciudad?”

“Bueno… en realidad, han retrasado el segundo volumen de Lord Demonio…”

Eso explicaba por qué estaba actuando de manera tan extraña. “¿Quieres decir, um, que fue cancelada?” Esa fue otra pregunta difícil de hacer.

“No me dieron una razón clara… pero me preguntaron si escribiría una historia con una trama diferente. Una historia escolar y una historia protagonista en modo dios. Así que quería investigar un poco en la ciudad. No salgo a caminar por la ciudad muy a menudo, así que no sé a dónde les gusta ir a los estudiantes normales de secundaria.”

“Claro… pero ¿no deberías ir con tu novio o algo así?” Yuichi preguntó. Kanako era tan bonita que Yuichi naturalmente asumió que tenía novio.

“Um… no tengo novio.” Respondió Kanako, pareciendo sorprendida por la sugerencia.

“¿Eh? ¿En serio? Pareces el tipo de chica que tendría chicos tocando su puerta…”

“Es sólo que… no tengo ninguna confianza en que pueda amar a mis hijos.” Dijo.

“¡Eso es un gran salto!” Yuichi no podía imaginarse cómo había llegado tan lejos para pensar en sus hijos en un instante.

“¿Oh? Quiero decir, creo que las citas son un paso previo al matrimonio, lo que naturalmente llevaría a tener hijos…”

Yuichi no sabía cómo responder. Ahora que ella lo había explicado, él lo entendía, pero la mayoría de la gente no pensaba tan lejos cuando se trataba de algo tan simple como las citas.

“Um, si sólo caminaremos por la ciudad, estaría bien, creo.” Dijo al fin. En lugar de continuar con eso, decidió traerlos de vuelta al tema original. No le importaba complacer a su senpai del club pasando un rato con ella en la ciudad.

“¿En serio? ¿Este domingo estaría bien?” Kanako juntó las manos, sonando genuinamente complacida. Era como si nunca se hubieran abordado los temas importantes de antes.

“Por supuesto. ¿A qué parte de la ciudad quieres ir?”

Decidieron ir al distrito comercial cercano a la escuela y que se encontrarían en la estación alrededor del mediodía.

“Por cierto, antes mencionaste una historia de ‘protagonista en modo dios’. ¿Es ese realmente tu estilo?” Yuichi preguntó.

Los otros miembros del club aún no habían llegado, por lo que Yuichi decidió preguntar sobre un tema sobre el que había tenido curiosidad en la conversación anterior. Aunque le gustaba la fantasía, Yuichi había asumido por su apariencia que le gustaban las historias más pacíficas.

“Bueno, mi editor dijo que es lo que es popular en este momento, así que debería hacer una.” Dijo Kanako. “Es un pequeño problema para mí… um, no es que no me guste pelear, ni nada de eso…”

“Bueno, eso ya lo sé…” Después de todo, ella estaba tan bien informada sobre el Período de los Reinos Combatientes y la armadura.

Al darse cuenta de que si la conversación continuaba terminarían hablando de la novela de Kanako, Yuichi se estaba preguntando cómo proceder cuando la puerta se abrió de repente con un estruendo.

“¡Déjame las historias del modo dios!” Anunció Mutsuko, irrumpiendo.

“¡Eso fue repentino!” Yuichi exclamó. “¿Cómo supiste que estábamos hablando de eso?”

“¡Siempre estoy monitoreando esta habitación! ¡Y no sólo el salón del club! ¡Tengo oídos en todas las principales instalaciones escolares!” Ella declaró.

“Oh, sí… mencionaste eso una vez…”

Cuando el hermano de Aiko, Kyoya, tomó el control de la escuela, Mutsuko mencionó que tenía toda la escuela conectada. Claramente era un crimen, pero, para empezar, Mutsuko tenía una relación tenue con la ley, así que sabía que no tendría sentido tratar de objetar.

“¡Ahora bien! ¡¿Qué te gustaría saber sobre las historias del modo dios?!” Mutsuko tomó su lugar habitual frente a la pizarra, dirigiéndose a la habitación con teatralidad innecesaria.

“Um… nada.” Dijo Kanako.

“¿Por qué no? ¡Estabas hablando de eso con Orihara, don Juan!” “¡No soy un don Juan!”

“¡Mentiroso! Ella mencionó algo sobre tener hijos, ¡y las cosas claramente estaban a punto de ponerse calientes y pesadas aquí en el salón del club! Por supuesto, fue con Orihara, así que te lo perdonaré esta vez, pero…”

“No estábamos hablando de eso! ¡Creo que tus micrófonos necesitan mantenimiento!” Exclamó Yuichi.

“B-Bueno, ¡olvídalo!” Mutsuko tartamudeó, luego regresó con renovada fuerza, tal vez para cubrir su vergüenza. “¡De todas formas! Como alguien con muchas opiniones sobre las historias del modo dios, también tengo pensamientos extensos sobre el estado actual de lo que se consideran historias del modo dios.”

“Sí, ¿una vez no te llamaste a ti misma una purista del modo dios?” Yuichi preguntó. Había escuchado que Mutsuko era el tipo de persona a la que le gustaba que sus protagonistas fueran invencibles, pero no podía imaginar qué más implicaba eso. No es que realmente quisiera saberlo.

“¡Sí! Dicen que las novelas ligeras de hoy en día no se venden a menos que tengan elementos del modo dios, ¡y también escucho a muchos autores quejarse de eso! Pero entonces ninguna de las historias realmente ve el modo dios, así que me pregunto, ¿de qué están hablando?”

“¿De verdad? Escuché que eso es todo lo que consigues estos días.” Dijo Yuichi.

“¡De ningún modo!” Exclamó Mutsuko. “¡Incluso si comienzan en modo dios, nunca se comprometen hasta el final! Presentan a un rival en el nivel del personaje principal, o un jefe final que es más fuerte, o le dan un dilema moral, ¡o algún tipo de desafío! ¡E incluso si no lo hacen, seguirán siendo dominados por un interés amoroso violento o algo más para tratar de mantener el equilibrio!”

“Bueno, sí… si el protagonista simplemente domina todo hasta el final, no habría tensión, ¿verdad?” Preguntó. Cualquier enemigo que apareciera sería derrotado instantáneamente. Un protagonista perfecto que resolvía todos sus problemas en segundos, sin nada de qué preocuparse… ¿no se volvería monótono?

“¡Sí! ¡Eso es lo que piensan los escritores! ¡Aun así! ¡Eso no es lo que busco! ¡Quiero que estén en modo dios de principio a fin! ¡Y esta no es una opinión minoritaria!”

“Eso es cierto.” Admitió Kanako. “Estoy de acuerdo en que la mayoría de los escritores quieren que sus historias estén llenas de altibajos. Intenté pensar en una historia de protagonista en modo dios cuando la recomendaron, pero no había ningún lugar adonde ir desde allí. Terminó siendo una historia de conjunto en la que el protagonista estaba asociado con el Ejército de la Lord Demonio y que era el más fuerte del mundo.”

“Una historia grupal en modo dios, ¿verdad?” Preguntó Mutsuko. “¡Pero eso está huyendo del concepto del modo dios, a su manera! ¡El modo Dios debería ser sobre un protagonista solitario! ¡Esas historias de maestros que se están volviendo populares últimamente son otra forma de huir del concepto! ¡Esos tampoco cuentan cómo modo dios!”

“¡¿De qué estás hablando?!” Yuichi estalló. Odiaba que ella tratara estas cosas como si fueran de sentido común, pero Mutsuko siempre era así, así que Yuichi se rindió. Simplemente la dejaría terminar su perorata.

“¡Son historias sobre un protagonista en modo dios que enseña a un montón de tontos!” Mutsuko declaró. “¡Un híbrido, donde el protagonista puede ser más fuerte, con el desarrollo del carácter dado a los tontos, como un alcanfor a la monotonía del modo dios! ¡Y convertir al protagonista en maestro hace que esté bien que tenga un complejo de superioridad y sea condescendiente!”

“Sólo querías decir ‘alcanfor’, creo…” Murmuró Yuichi. Tenía la sensación de que ella no estaba usando esa palabra correctamente.

“¡Pero creo que eso es una salida fácil! Un protagonista verdaderamente en modo dios no haría algo tan aburrido como entrenar a otros, ¡se ocuparía de todo él mismo! Si puede encargarse de todo él mismo, ¿por qué dedicaría todo su tiempo a entrenar a los tontos? Y si no puede hacerse cargo de todo él mismo, ¡no es realmente un modo dios! ¡Eso es lo que pienso!” Mutsuko golpeó la pizarra con una explosión.

“Eso no deja mucho con lo que trabajar…” Yuichi suspiró, justo cuando la puerta se abría y llegaban Aiko y Natsuki.

“¡Oh, todos están aquí!” Exclamó Mutsuko. “¡Entonces tengamos la reunión de hoy sobre los protagonistas del modo dios! Comencemos con el elemento que nunca debes incluir en una historia en modo dios,

¡la escena de ‘corre mientras llora’! ¡Esto no es más que una traición a las expectativas de los lectores!”

“¿Um?” Aiko estaba claramente confundida por el tema mientras tomaba asiento.

Una vez que terminó el club, Yuichi llevó a Aiko y Natsuki a la puerta trasera de la escuela.

La mayoría de la gente no salía por la parte de atrás, así que en ese momento eran los únicos que estaban allí. Eso hacía que Monika, con su uniforme de la escuela primaria, se destacara aún más cuando la vieron esperando afuera de la puerta.

“Hola, Onii-cha…” Monika saludó con la mano, pero lo que fuera que estaba a punto de decir fue interrumpido cuando una mano pálida se extendió desde detrás de la puerta, la agarró y la arrastró.

“¿Eh?” Preguntó Aiko, aturdida.

“Oh, no hay necesidad de preocuparse.” Yuichi siguió caminando, dejando los terrenos de la escuela. Detrás de la puerta, encontraron a Yoriko y Monika. La primera había cerrado sus manos en puños y las estaba apretando contra las sienes de la segunda de una manera que parecía extremadamente dolorosa.

Sentado cerca estaba Nero, en su forma de perro, ocupándose de sus propios asuntos.

“Supongo que no entraste en pánico porque reconociste a tu hermana pequeña, pero es un poco espeluznante que puedas identificarla sólo por su brazo a esa distancia.” Dijo Natsuki, caminando junto a Yuichi. Ella lo evaluó con su habitual mirada fría. No era diferente de cómo lo hacía habitualmente, pero esta vez sintió una ligera sensación de reproche en sus palabras.

“Takeuchi… ¿ese análisis fue un poco malicioso?” Yuichi preguntó.

Podía identificar no sólo a Yoriko, sino a Mutsuko, Aiko y Natsuki de esa manera. Pero se abstuvo de comentar sobre eso. Sería simplemente patear un nido de avispas.

“Incluso si eres un espeluznante siscon, aun así, te acepto.” Dijo Natsuki. “No te preocupes.”

“¡No estaba preocupado, y no soy un siscon!” Yuichi gruñó.

“Es peor cuando ni siquiera se dan cuenta.” Dijo Natsuki. “Pero está bien. Incluso si la sociedad se entera de tus fetiches vergonzosos y te condena al ostracismo, no te abandonaré.” Casi lo hizo sonar como si quisiera que ese fuera el caso.

“Um, Yoriko, ¿qué estás haciendo?” Aiko preguntó preocupada cuando llegó, unos pasos después.

“Para ella, llamar casualmente a mi hermano ‘Onii-chan’ sólo porque está en la escuela primaria es, en mi opinión, un crimen tremendo.” Dijo Yoriko con saña. “Por lo tanto, la estaba castigando. Como la verdadera hermana menor de Onii-chan, el derecho a referirse a él como ‘Onii-chan’ me pertenece únicamente a mí. A la luz del hecho de que casi me despojan de ese derecho, espero que comprendan que este es un castigo muy leve. Naturalmente, sé que ella está muy familiarizada con él, y tengo sentimientos complicados acerca de que se refiera a él por su nombre de pila, pero si Onii-chan ha optado por permitir eso, entonces no me quejaré. Ahora bien, referirme intencionalmente a mi hermano como ‘Onii-chan’ fue un claro intento de socavarme, personalmente, así que no negaré que mis acciones también contienen una medida de venganza.”

Yoriko continuó aplicando el doloroso agarre mientras hablaba. El nudillo medio de cada puño se extendía un poco mientras aplastaba las sienes de Monika con ellos.

“Estoy segura de que no lo volverá a hacer, así que, por favor, déjela ir.” Dijo Aiko con una mueca de dolor.

“No me detendré porque me lo pediste, pero creo que he hecho suficiente. No deseo disgustar a Onii-chan yendo demasiado lejos.” Yoriko separó bruscamente las manos y Monika se dejó caer al suelo.

“¡O-Oye! ¡No puedes hacerle eso a una niña!” Monika inmediatamente se puso de pie de nuevo y se quejó con fuerza.

“¿Eh? Pensé sólo te veías como una niña. En realidad, tienes la misma edad que Onii-chan, ¿no es así? Y más que eso, también eres mi senpai.” No había respeto en sus palabras; Yoriko parecía burlarse de ella.

“¡Eso no importa!” Gritó la niña. “Una vez que todo esté resuelto,

¡empezaré de nuevo desde la escuela primaria! ¡Mi mente y mi cuerpo están estancados en esta forma!”

“Tee hee. ¿Qué tipo de nicho está tratando de llenar?” Yoriko teatralmente se llevó una mano a la boca mientras se reía.

“¡Oh, vaya! ¡Realmente me pones de los nervios!” Monika exclamó.

“Dije que nos reuniríamos en el restaurante, ¿verdad?” Preguntó Yuichi. “¿Qué estás haciendo aquí?”

“Vi a Yoriko y decidí burlarme de ella, ¡y terminó así!” Monika comenzó a enojarse, pero tal vez dándose cuenta de que había sido su culpa, se calmó de inmediato. “De todos modos, ¿estás seguro de que este restaurante está bien? No quiero que me vuelvan a atacar, así que quiero un lugar sin demasiada gente.” Esta vez fue Monika quien había pedido la reunión, pero había dejado que Yuichi eligiera el lugar.

“No tengo ninguna garantía de que no seremos atacados, pero definitivamente no habrá mucha gente allí.” Dijo Yuichi, sabiendo que Tomomi le gritaría si lo escuchaba decir eso.

El grupo se dirigió al restaurante chino cercano, Nihao China.

Como de costumbre, el interior del restaurante tenía un aire algo sucio; Tomomi insistía en que lo limpiaban adecuadamente, pero Yuichi tenía sus dudas. El piso estaba resbaladizo, como si estuviera así por el aceite, y los recipientes de condimentos en la mesa estaban sucios con condimentos goteando.

Por una vez, la tienda ya tenía un cliente cuando se presentaron, pero era una cara familiar.

“¡Oye! Ha pasado un tiempo, ¿eh?” El chico sentado en la mesa redonda se puso de pie. Tenía cabello rubio, ojos azules y rasgos de apariencia extranjera. Su nombre era Kyoshiro Ibaraki. Era un tipo de oni, como lo indica la palabra sobre su cabeza: “Ibaraki-doji.”

Al parecer, sus antepasados habían llegado a Japón desde otro lugar, por lo que parecía occidental, pero insistió en que él mismo era japonés.

“¿Qué estás haciendo aquí?” Preguntó Yuichi, sin molestarse en ocultar su decepción al verlo.

“Estoy cuidando a Monika, así que es asunto mío, ¿verdad? ¿Por qué no me llamaste?” Ibaraki acusó.

“Pero te llamé. ¿No recibiste todas las vibraciones que te estaba enviando?” Yuichi dijo en un tono lo más seco posible.

“¿Qué, ahora eres psíquico?” Ibaraki demandó. “Sabes que existe un invento moderno llamado teléfono celular, ¿verdad?”

“No tengo tu número.”

“¡Entonces intercambiemos números!” Pareciendo emocionado por la perspectiva, Ibaraki sacó su teléfono de su bolsillo.

“No, toma demasiado tiempo.” Dijo Yuichi. “Si necesito ponerme en contacto contigo, usaré un espíritu mensajero o algo así.”

“¡Eso llevaría aún más tiempo! ¿Puedes incluso usar esos?” “Empezaré a estudiar cómo hacerlo.” Dijo Yuichi.

“¡No intentarás contactarme en absoluto!” Gritó Ibaraki. “De todos modos, Monika, tú eres quien convocó a la reunión, ¿verdad? ¿Por qué me dejaste fuera, eh?”

Monika estaba actualmente escondida en la aldea oni. El ataque al café había dejado en claro que había gente tras de Monika, por lo que Yuichi no tuvo más remedio que dejarla al cuidado de Ibaraki.

Lo que significaba que incluso si Yuichi no lo contactaba, Ibaraki había asumido claramente que Monika lo traería.

“¿Eh? No pensé que fuera asunto tuyo.” Dijo Monika con una expresión de asombro. Era horrible decirle eso a la persona que te cuida.

Siendo ese el caso, Ibaraki debe haber aprendido sobre el restaurante al escuchar a Monika hablando por teléfono.

“Pensé que esto podría pasar. Es por eso que te estaba enviando todas esas vibraciones…” Dijo Yuichi, consolando. De hecho, se sintió un poco mal por él.

“¡¿Crees que te voy a agradecer por eso?!” Gritó Ibaraki. Ni siquiera él estaba tan desesperado por tal clase de consuelo.

“De todos modos, deja de andar por la entrada. ¡Estás bloqueando a los otros clientes!” Anunció una camarera de aspecto severo en un cheongsam, Tomomi Hamasaki.

“Pero elegimos este restaurante porque no habría otros clientes.” Dijo Yuichi.

A instancias de Tomomi, el grupo tomó asiento en la mesa redonda que Ibaraki había marcado. En el sentido de las agujas del reloj desde Yuichi, los asientos eran Aiko, Natsuki, Ibaraki, Monika y Yoriko. No había otros clientes, como de costumbre.

La segunda vez que Monika y Yoriko se sentaron, hubo un revuelo en los menús.

“Monika y Yori parecen bastante unidas, ¿eh?” Comentó Yuichi.

“Hmm, no estoy segura de eso. Aun así, supongo que se llevan bastante bien.” Dijo Aiko con una sonrisa un poco dolorida.

“¡Vaya, nada más que seis clientes!” Tomomi se detuvo con una sonrisa brillante y una bandeja de vasos de agua.

“Sé que dijiste algo sobre la llegada de clientes, pero ¿crees que podrías cerrar?” Preguntó Yuichi. No quería que nadie más escuchara de qué estaban hablando.

Tomomi hizo un gran espectáculo pensando en el asunto. “Es una pregunta tremendamente importante para preguntar de forma espontánea, pero… seis clientes reales comparados con nuestros clientes potenciales… claro, está bien.” Tomomi tomó cada uno de sus pedidos y se dirigía a la cocina cuando Monika se puso de pie.

“¡Está bien, por la presente declaro que, el Ejército Monika para la Guerra de los Buques Divinos está reunido!” Monika miró a cada persona alrededor de la mesa por turno.

Había seis personas allí: la asesina serial, Natsuki; el oni, Ibaraki; la vampira, Aiko; la Intrusa, Monika; la estudiante de escuela media ordinaria, Yoriko; y el estudiante de secundaria, Yuichi.

El hombre lobo Nero, que podría considerarse parte de las fuerzas de Aiko, también estaba esperando afuera.

“¡Este equilibrio es terrible! ¿Qué clase de equipo es este?” Monika estalló mientras evaluaba el ‘ejército’ frente a ella.

“¿Cómo debería saberlo?” Yuichi dijo con un suspiro. “Y tú eres quien los escogió…” Parecía un poco tarde para empezar a quejarse, en su opinión.

“¡Los únicos útiles aquí son el oni y la asesina serial!” Monika protestó. “¿De qué va a servir un estudiante regular de escuela media?”

“Yo contribuyo más que tú, Monika.” Murmuró Yoriko molesta.

“Creo que Nero sería útil.” Dijo Aiko, admitiendo tácitamente que ella misma no lo sería.

“De todos modos, todos sabemos que Yuichi ganará cualquier pelea que nos lancen, ¿verdad?” Añadió Ibaraki.

Hablaba con el peso de la autoridad, ya que había perdido ante Yuichi una vez antes. Natsuki asintió con la cabeza.

“¡B-Bueno, olvídenlo!” Dijo Monika. “¡De todos modos, tenemos que decidir nuestra estrategia de aquí en adelante!”

“¡Hey, hey! ¡Detén esto ahora mismo!” Tomomi, habiendo traído la comida, golpeó la mesa para interrumpir.

“Hamasaki, ¿qué clase de camarera eres?” Yuichi la miró, horrorizado por su falta de profesionalismo.

“¿Cómo puedes hablar de esto sin mí aquí?” Tomomi demandó. “¿No ibas a contarme lo que pasó en tus vacaciones de verano?”

“¿Quién es esta?” Preguntó Monika, desconcertada. Al parecer, había pensado que Tomomi no era más que personal.

“Su nombre es Tomomi Hamasaki.” Dijo Yuichi. “Ella sabe mucho sobre muchas cosas. Ella es quien me habló de esas cosas de la cosmovisión, por lo que es posible que ella también pueda ser útil para esto.”

“Está bien.” Dijo Monika. “Si Yuichi confía en ti, eso es suficiente para mí. Pero si escuchas lo que tengo que decir, significa que estás de nuestro lado. ¿Está bien?”

“No me importa unirme a ustedes, como individuo.” Dijo Tomomi. “Pero como parte de Nihao China, tengo que mantenerme neutral. ¿Es eso suficiente?”

“¿Cómo es eso diferente?” Yuichi preguntó.

“Bueno, supongo que significa que no cuentas con la ayuda de mi padre.”

“No planeábamos tenerla.” Dijo Yuichi. Tomomi ya estaba metiendo sus narices de una manera que Yuichi no había solicitado. No tenía ningún deseo de hacer crecer más el equipo. En su opinión, ya era demasiado grande.

“De todos modos, cuéntame qué pasó después de que el camión se estrellara contra el restaurante.” Tomomi se inclinó sobre la mesa, rebosante de curiosidad. “Algo más debe haber sucedido para que todos ustedes estén reunidos aquí, ¿verdad?”

Sólo para aclarar toda la historia, decidió Yuichi, tal vez debería contarles a todos la historia completa.

Retomó la historia después del evento en el café.