Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: A Nadie Le Importan Los Miembros Ausentes Del Club

Parte 1

En el salón del club de supervivencia en el segundo piso del edificio de la vieja escuela, Yuichi descansaba malhumorado la barbilla en sus manos. No estaba de humor para el club, pero literalmente Mutsuko lo había arrastrado allí.

“¡Ok! ¡Es hora de comenzar nuestro segundo período!” Mutsuko declaró con orgullo mientras estaba de pie en su lugar habitual frente a la pizarra.

“He estado pensando… ¿Qué pasa con este club? ¿Qué tiene que ver todo esto con la supervivencia?” Yuichi preguntó con un tono agudo. Su conversación con Makina todavía lo estaba carcomiendo.

“Sakaki, ¡¿simplemente estás preguntando eso ahora?!” Aiko, sentada a su lado, lo miró en estado de shock.

“Personalmente, no me importa lo que haga el club.” Dijo con frialdad otro miembro del club.

“¡¿Entonces por qué te uniste?!” Yuichi exclamó.

Esa declaración, incluso más contundente que la de Yuichi, había venido de Natsuki Takeuchi, quien estaba sentada frente a ellos en la mesa.

La asesina serial, “Interés Amoroso II”. Una hermosa chica de cabello corto y ojos fríos. Se habían acercado un poco durante el campamento de entrenamiento de verano, pero él todavía no tenía ni idea de lo que tenía en mente, la mayor parte del tiempo. También le costaba saber cómo interactuar con ella.

“Tu hermana me invitó.” Dijo Natsuki a la ligera. “Y estabas aquí.

Esas son mis razones, más o menos.”

“El club de supervivencia es un club de supervivencia.” Declaró Mutsuko. “Desastres naturales, futuros postapocalípticos, invasiones extraterrestres. ¡Estamos aprendiendo a defendernos de todas esas cosas!”

“Sí, lo sé.” Dijo Yuichi. “Pero, ¿qué es lo que realmente hacemos?”

Habían hablado de consejos sobre lo que harían si terminaran en un isekai y sobre la psicología de matar gente. Pero Yuichi no podía evitar sentir que esas cosas no tenían mucho que ver con la supervivencia.

“Hoy tienes una piedra en tu zapato, ¿eh, Yu? ¿Estás llegando a esa edad rebelde o algo así?” Preguntó Mutsuko. “¡Oye, Orihara! Somos un verdadero club de supervivencia, ¿no?”

“¿Ah?” La otra chica respondió distraídamente a la pregunta de Mutsuko.

Ella era Kanako Orihara, la vicepresidenta del club. Estaba sentada al lado de Natsuki, en diagonal frente a Yuichi. Era una chica llamativa con cabello castaño ondulado y una personalidad tan mansa como su apariencia lo implicaba. Parecía confundida por la pregunta de Mutsuko, como si su mente hubiera estado en otra parte.

Sobre su cabeza estaban las palabras “Escritora de Isekai”. Anteriormente había sido “Fanática del Isekai”, pero las palabras eran tan similares que Yuichi no pensó demasiado sobre ello.

“Estaba diciendo, somos un verdadero club de supervivencia,

¿verdad?” Preguntó Mutsuko.

“… Así es. Pero Hisaka ya no viene en absoluto. Tal vez realmente haya un problema…” Dijo Kanako, después de pensar detenidamente.

“¿Quién es Hisaka?” Aiko miró sorprendida ante la mención del nombre.

“¡Uno de los miembros del club!” Mutsuko declaró. “Aunque, dejo de venir justo después de que empezamos. Supongo que pensó que era un club de juegos de supervivencia. ¡Vino con el equipo completo y también parecían muy entusiasmado con eso!”

“Es un error razonable, ¿no?” Yuichi tenía la sensación de que más gente sabía sobre juegos de supervivencia que sobre la supervivencia misma.

“Tal vez se enojó porque dije: ‘¡Disparar armas de aire comprimido no es útil para sobrevivir!’ ¡Pero no se preocupen! ¡Últimamente he estado pensando en las cosas con más flexibilidad! En lugar de sólo situaciones extremas, he estado pensando, tal vez deberíamos pensar en cómo lidiar con las armas, o algo así. Si la gente sabe que aprenderán a manejar armas reales, ¡estoy seguro de que vendrán!”

“¿Dónde vamos a conseguir armas?” Yuichi preguntó rotundamente.

“Mi casa.” Natsuki levantó la mano, luciendo bastante triunfante al respecto.

“¡No te pavonees! ¡Eso es un crimen!” Yuichi exclamó. Recordó cómo Natsuki le había disparado la primera vez que pelearon.

“¡No hay problema! ¡Tanto las armas como las balas son fáciles de hacer!” Anunció Mutsuko, sin entender tampoco que estaban discutiendo un delito.

“Así es, escuché que podrías hacerlas con impresión 3D.” Yuichi recordó haber visto eso en las noticias.

“Esas no son buenas.” Dijo Mutsuko con desdén. “Se deshacen después de unos pocos disparos, ¡y no son confiables en absoluto! ¡Es fácil hacer armas reales con las cosas que tenemos en la casa!”

“¿Exactamente qué tenemos en nuestra casa?” Yuichi preguntó, sorprendido. No recordaba haber visto ni oído nada de eso. “Oh, sí, y faltan dos miembros del club, ¿verdad? Uno es Hisaka. ¿Quién es el otro?”

Yuichi no había pensado mucho en eso antes, pero como habían traído a colación el tema, decidió que también podía preguntar.

“Iyn Ryuoh.” Dijo Mutsuko. “¡Todo un caso! Llevaba lentes de contacto, parches oculares, vendas en los brazos que no combinaban y vestía ropa completamente negra con una capa. ¿Eso es lo que ellos llaman ‘síndrome de la escuela media’? Seguía repitiendo todos estos interminables cánticos ‘mágicos’ originales…” Mutsuko gimió.

“¡Ese miembro probablemente se unió al club porque pensó que había encontrado un espíritu afín!” Yuichi gritó. “¡Deberían haber salido juntos! Pobre chico…”

Es cierto que ese no era el tipo de “síndrome de la escuela media” en el que Mutsuko tenía mucho interés. A ella le gustaba llevar ropa ostentosamente “genial”, pero la practicidad era lo más importante para ella.

“¡De ninguna manera! Si la magia fuese real, entonces tal vez…” Murmuró Mutsuko, aparentemente sin querer ser movida sobre el tema.

Mientras charlaban de un lado a otro, escucharon un golpe en la puerta. Yuichi se puso de pie y fue a contestar. El club rara vez recibía visitas, pero por alguna razón, todos parecían estar de acuerdo en silencio en que Yuichi debería ser quien abriera la puerta.

“Um, ¡¿está aquí la Sra. Orihara?!” Había dos chicas en la puerta, estudiantes de su escuela. La llamaban “Sra.” Y llevaban libros, por lo que Yuichi comprendió de inmediato para qué estaban allí.

“Orihara, parece que tienes algunas fans.” Dijo Yuichi.

“¿Oh? ¿Qué pasa?” Kanako se acercó a la puerta mientras Yuichi regresaba a su asiento.

Las chicas extendieron sus libros y Kanako cortésmente comenzó a firmar.

Kanako había tenido recientemente su debut como estudiante autora. Había estado publicando capítulos de una historia en Internet, que había sido encontrada por un editor y publicada.

Su novela, ¡Mi Lord Demonio es Demasiado Lindo para Asesinarlo y Ahora el Mundo está en Peligro!, había salido a la venta a finales de agosto. Ella había obtenido permiso de la escuela para hacerlo, y no estaba especialmente tratando de ocultarlo. Como resultado, muchas personas en la escuela se habían enterado del debut literario de Kanako.

Supongo que se convirtió en “Escritora de Isekai” porque publicaron una de sus historias… Reflexionó Yuichi. Ahora era una autora a toda regla, y su libro se publicaba y se vendía en las tiendas. Quizás eso había influido en sus palabras.

“Es un poco vergonzoso firmar autógrafos…” Murmuró Kanako. “¡Muchas gracias!” Las chicas chillaron.

Las dos chicas salieron corriendo y Kanako regresó tímidamente a su asiento.

“¿Está recibiendo buenas críticas?” Yuichi preguntó con indiferencia, luego inmediatamente se arrepintió. Podría ser una mala pregunta hacerle a la autora.

“Parece que la gente de la escuela lo está leyendo… um, pero la gente no habla mucho de eso en línea…” Murmuró.

“Estaba pensando en empezar a leerla.” Dijo Yuichi, tratando de cambiar de tema mientras se pateaba internamente.

“No tienes que hacerlo, si no quieres.” Respondió Kanako en tono de disculpa.

“No, la leeré.”

Mutsuko y Aiko lo habían estado leyendo, y habían estado lanzando muchas palabras durante el club, como “Los Doce Reyes del Infierno” y “Coloso”. Lo había encontrado un poco intrigante y había querido leerlo durante un tiempo, pero aún no había encontrado la oportunidad.

“Bueno, ¡es hora de ponerse manos a la obra! ¡El tema de hoy es este!” Mutsuko escribió en la pizarra: “¡Sobreviviendo en el Isekai: Esfera Luminosa!”

“Más cosas de isekai, ¿eh?” Yuichi suspiró. “¿Y qué diablos es ese lugar Esfera Luminosa?”

“¿Qué más podría ser? Es el mundo alternativo de la novela de Orihara, ¡Mi Lord Demonio es Demasiado Lindo para Asesinarlo y Ahora el Mundo está en Peligro!”

“¿Se te ocurrió eso ahora mismo, porque sus fans vinieron?” preguntó. Era un poco simplista, pero así es como era Mutsuko.

“¿Qué hay de malo con eso?” Exigió. “Tenemos una autora de novelas ligeras de secundaria, la gran Sra. Orihara, ¡aquí con nosotros ahora mismo! ¡Deberíamos aprovechar la oportunidad de hablar directamente con la creadora! ¡Adelante, Sra. Orihara! ¡Venga aquí!”

Mutsuko se colocó detrás de Kanako y la puso en pie, luego la arrastró hasta la pizarra. Mientras Kanako permanecía allí como un ciervo a la luz de un par de faros, Mutsuko tomó el antiguo asiento de Kanako.

“¿No es su novela de ficción? ¿Qué sentido tiene pensar en estrategias de supervivencia para eso?” Natsuki señaló con frialdad.

Yuichi sabía a lo que se refería. Una cosa era hablar de isekais en el sentido abstracto, pero hablar de supervivencia en un mundo ficticio conocido parecía una farsa.

“Bueno, creo que la Esfera Luminosa existe.” Dijo Kanako, tímida pero firmemente.

“Uh, ¿está bien verlo así?” Yuichi preguntó, sintiéndose un poco preocupado por Kanako. ¿O era así como se sentía cuando eras un escritor?

“La vi cuando era niña y todavía sueño con eso.” Explicó. “Entonces no es completamente ficticio…”

“Un sueño, ¿eh? ¡Entonces partiremos de la idea de que lo viste en un sueño! Entonces, ¿de qué trata tu historia, Orihara?” Preguntó Yuichi, arrastrando con fuerza la conversación hacia adelante.

“Um, en pocas palabras, el héroe masculino se enamora de la mujer Lord Demonio, y se ve obligado a elegir entre ella y el mundo. El protagonista es el Héroe de Escalas, Astoria Kruger, y la Lord Demonio es Lasagna von Jusphoria. La pregunta fundamental de la historia es si terminar juntos o no.”

“Eso lo pude entender más o menos por el título.” Dijo. “Entonces,

¿cómo es que el mundo está en peligro?”

“¡Sakaki! ¡No puedes preguntar eso!” Aiko exclamó.

“¿Por qué no? Es la pregunta natural que se debe hacer, ¿no?” Preguntó.

Aiko parecía extrañamente enojada por la pregunta que le había hecho a la ligera.

“Lo siento, pero sigue siendo un secreto.” Dijo Kanako. “Lo que importa es que al final de la historia, tiene que ser uno o el otro.

¿Matará a la Lord Demonio y salvará al mundo, o destruirá el mundo para salvar a la Lord Demonio? No puede haber un final donde él salve el mundo y viva en él con ella.”

“Eso es más pesado de lo que esperaba.” Reflexionó. El título lo había hecho sonar como una comedia.

“¡Pero dejemos a un lado las cosas de la trama!” Mutsuko declaró. “La pregunta es, ¿qué harías si te enviaran a ese mundo? ¡Primero, tendrías que elegir una facción!”

“Entonces lo explicaré brevemente.” Dijo Kanako. “La Esfera Luminosa contiene dos fuerzas principales que están librando la guerra. Una es la facción de la Lord Demonio descrita en el título. El otro es el Ejército de Héroes. Los humanos provienen de varios países diferentes, pero el Ejército de Héroes es una fuerza unida, por lo que está bien pensar en los humanos como una sola facción. La gente ha cruzado fronteras para unir fuerzas contra la amenaza de la Lord Demonio.”

Yuichi se sentía aliviado de que sólo quedaran dos facciones para recordar. Si hubiera grupos humanos en guerra encima de todo, no habría forma de que él pudiera mantener las cosas claras.

“La Lord Demonio está invadiendo territorio humano.” Prosiguió Kanako. “El Ejército de la Lord Demonio es muy poderoso, demasiado poderoso para que la gente normal se enfrente a ellos. Dentro de él están los lugartenientes de la Lord Demonio, los Doce Reyes del Infierno. Su ejército es un sistema de tres niveles, con la Lord Demonio a la cabeza, y debajo de ella los Doce Reyes del Infierno, que lideran un ejército de demonios. El verdadero poder de la Lord Demonio aún se desconoce, y los demonios son soldados de infantería, por lo que los Doce Reyes del Infierno son la base del Ejército de la Lord Demonio. Los Doce Reyes del Infierno han jurado lealtad a la Lord Demonio, pero están lejos de ser un monolito; todos tienen diferentes ideas sobre las cosas. En términos generales, hay tres facciones entre ellos. La facción de la obediencia absoluta está conformada por Meredith Encuentro Fortuito, Sevrine Polvo de Combate y Glenda Sentencia Final. La facción neutral está conformada por Rochefort Cielo Azul, Gertrude la Cruel y Alexandra la Quejumbrosa. La facción idealista está compuesta por el Rabioso Geshtenks, Christophes el Mediador y Sylvester Aurora Austral. La facción de la obediencia absoluta actúa en completa conformidad con lo que dice la Lord Demonio. La facción neutral actúa en el mejor interés de la Lord Demonio y, a veces, ofrece consejos. La facción idealista quiere que Lasagna se mantenga en un estándar más alto como Lord Demonio.”

Una explicación extensa. Kanako siempre había sido prolija, pero esta vez Yuichi no pudo entender ni la mitad.

“Disculpa, dijiste que había doce Reyes del Infierno. Esos fueron sólo nueve.” Señaló Natsuki levantando su mano.

“No puedo creer que te hayas percatado de eso…” Yuichi estaba impresionado. Estaba tan perdido que ni siquiera había intentado contar nombres.

“Lo siento, pero los últimos tres están conectados con el secreto de la Lord Demonio, así que aún no puedo decirte quiénes son.” Explicó Kanako. “A continuación, el Ejército de Héroes. Los héroes son personas que un día adquirieron de repente un poder sobrenatural. Cuando despiertas como un héroe, aparece un símbolo en el dorso de tu mano. Ese símbolo revela tu poder. Por ejemplo, el protagonista, Astoria, tiene la marca de la balanza. Su poder le permite sopesar dos opciones e identificar cuál es mejor. Otros ejemplos incluyen la marca de la flor, que indica el control de las plantas; la marca de la montaña, que te permite hacerte más pesado; la marca del gato, que te da una gran agilidad; y así. El Ejército de Héroes es la carta de triunfo de la humanidad contra el Ejército de la Lord Demonio, pero el protagonista Astoria es considerado el héroe más débil y cobarde de todo el ejército. Una vez cada cien días, el Ejercito de la Lord Demonio descansa, dejando atrás sólo el mínimo de fuerzas. Los héroes quieren usar esto como una oportunidad para atacar y eliminar a uno de los Doce Reyes del Infierno, o posiblemente a la Lord Demonio. Todo esto es el preludio de la historia. Ahora, enumeraré los principales héroes del ejército de héroes. Primero, el héroe del círculo de flores, Flammy…”

Continuó hablando de los héroes de su historia, y Yuichi apenas recordaba nada de eso.

El club llegó a su fin cuando aún estaban en medio de la explicación, y Yuichi se dirigió al techo.

“¡Llegas tarde!” Exclamó una voz.

En el momento en que llegó allí, encontró que Yuri lo estaba esperando. Su pose era imperiosa, su complicado peinado ondeando al viento. Tenía las manos en las caderas y miraba fijamente a Yuichi.

“Lo siento, pero ‘después de clase’ fue bastante vago, en cuanto al tiempo.” Dijo. Había recordado la promesa, pero el pequeño juego de Makina y el hecho de que Mutsuko lo arrastrara a la reunión del club en contra de su voluntad lo habían retrasado.

“Si te digo que vengas, por supuesto, ¡me refiero a inmediatamente!” Tenía toda la altivez que uno esperaría de alguien nacida en la riqueza.

“Entonces, ¿qué querías?” Preguntó. “¿Empezamos donde lo dejamos?”

Yuri había atacado a Yuichi durante su campamento de verano, pero Mutsuko los había interrumpido y ella se había escapado.

“Primero lo primero.” Dijo. “¿Quién es esa?”

“Ajaja. Hola…” Aiko, que había venido, respondió con torpeza.

“¡Soy consciente de quién eres, Noro! ¡Me refiero a la otra! ¡La que se aferra a Yuichi Sakaki!”

“¿Usas mi nombre completo?” Yuichi preguntó. Su reacción había sido a la parte menos notable de lo que ella había dicho, pero entendía el por qué Yuri estaba tan sorprendida. Era porque Kanako se aferraba al brazo de Yuichi, presionando sus sustanciales pechos contra él. “Esta es Kanako Orihara. Ella está en mi club. Ella publicó un libro recientemente. ¿Quizás has oído hablar de él?”

“He oído rumores al respecto. ¿Y entonces?” Preguntó Yuri, instándolo a continuar. Aparentemente, el nombre no era lo que ella quería escuchar.

“Le dije que iba a la azotea y ella me preguntó si la llevaría conmigo.” Dijo. “Pero ella le tiene miedo a las alturas, aparentemente, así que…”

No había dicho por qué había querido subir a la azotea a pesar de tener miedo a las alturas. Como resultado, Yuichi estaba tan desconcertado como Yuri.

“… ¡Esto es ridículo!” En un instante, Yuri desató un torrente de emoción reprimida. “¡Yuichi Sakaki! Cuando te llamé aquí, ¡debería haber quedado claro que tenía la intención de invitarte a salir! ¡Aun así, traes a una mujer! ¡Y una que se cuelga ostentosamente de ti, sí que tienes agallas! ¡¿Exactamente qué estás tratando de decirme?!”

“¡¿Cómo se suponía que iba a saber que querías invitarme a salir?!” Él gritó.

“¡Si tiene miedo a las alturas, podría aferrarse a Noro! ¡¿Por qué debe aferrarse a ti, Yuichi Sakaki?!” Exclamó Yuri.

“Lo siento. No quería, um, quería entrometerme en tu camino… pero tiene que ser el Joven Sakaki, o podría estar en problemas si me caigo…” Kanako dijo vacilante en respuesta al estallido de rabia de Yuri.

“No te puedes caer; ¡hay una valla! ¡Y estás actuando como si él pudiera hacer algo para ayudarte si lo hicieras!” Gritó Yuri.

“Oh, bueno… creo que él tal vez podría.” Interrumpió Aiko, habiendo tenido alguna experiencia con eso ella misma.

“¡Esto no es de tu incumbencia, así que podrías cerrar la boca amablemente!” Yuri espetó.

“Um, cierto.” La mirada de Yuri obligó a Aiko a regresar a un silencio abatido.

“Ahora bien, ¿cuál es tu problema? Si tienes tanto miedo que apenas puedes pararte, ¡no deberías estar aquí!” Yuri continuó, dirigiéndose a Kanako nuevamente.

Las rodillas de Kanako habían estado temblando todo el tiempo que habían estado en el techo. Yuichi no se había dado cuenta de que estaría tan asustada, pero ahora que estaban allí, era difícil pedirle que se despidiera.

“Bueno… Bueno, está bien. Quejarme de la situación estaría por debajo de mi dignidad.” Dijo finalmente Yuri, sin aliento, tal vez dándose cuenta de que no estaba llegando a ninguna parte.

“Siento que ya has tenido muchas quejas, pero está bien. En serio,

¿qué quieres?” Yuichi preguntó.

Ella había mencionado algo sobre invitarlo a salir, pero sólo para estar seguro, había decidido asegurarse.

“¡Quiero que salgas conmigo!” Ella gritó. “Lo siento, no puedo.”

Podría haber parecido una respuesta excesivamente frívola, pero Yuichi en realidad le había dado bastante consideración en esa fracción de segundo. Tal vez lo más educado hubiera sido ofrecer una negativa más indirecta, o hacer más una demostración de pensar en ello. Pero le pareció que sería más descortés tratar de ganar tiempo, o agregar más palabras por su propio bien, cuando la respuesta era tan obvia. Por lo tanto, salió directo con eso.

“¿Por qué no?” Ella preguntó. Si hubiera sido una sincera confesión de sus sentimientos, podría haber sido herida. Pero Yuri sólo estaba siendo terca.

“Apenas te conozco, y no quiero aceptar una oferta sólo porque me lo pediste.” Dijo. “De todos modos, ¿y tú? Tú también apenas y me conoces.”

“¿Q-Qué más puedo hacer? ¡Tengo mis instintos antropomórficos!

Después de la exhibición que me mostraste…”

“¿Mostraste? ¡¿Ella… te vio desnudo?!” Aiko jadeó.

“¡No! ¡¿Y cómo te atreves a proponer algo tan escandaloso?!” Yuri gritó.

Se había estado refiriendo a él matando al Jefe de Todo. Para un antropomorfo, eso significaba que ahora era el más fuerte entre ellos; el líder de la manada. Sus instintos serían seguir al líder. En otras palabras, para los antropomorfos, Yuichi ahora estaba a la par con el Jefe de Todo.

“Espera un momento. Entonces esas mujeres antropomorfas eran, um…” Preguntó Aiko vacilante, como si acabara de darse cuenta de algo molesto.

“Sí. Todas las antropomorfas habrían estado esclavizadas por Yuichi Sakaki.” Dijo Yuri. “Por supuesto, creo que la mayoría de ellas murieron en el desastre, pero… ¡de todos modos! Entonces, ¿no te disgusto particularmente? Si no me conoces realmente, ¡entonces no puedo no agradarte! Muy bien. ¡Me conocerás a partir de ahora! ¡Y en el momento en que lo hagas, te invitaré a salir de nuevo!”

“Estás muy decidida… honestamente, después de todo lo que hiciste, es más sorprendente que pienses que no te odio…” Dijo Yuichi. Parecía estar tramando muchas cosas horribles. Aun así, Yuichi estaba dispuesto a dejar eso atrás.

“Oye, ¿realmente deberíamos estar hablando de las cosas de los antropomorfos? Orihara está aquí mismo.” Dijo Aiko, acercándose y hablando en voz baja.

“¿Cuál es el problema?” Dijo Yuichi. “Ella siempre se distrae cuando hablamos de esas cosas, y…”

¡Crash!

Yuichi fue interrumpido por un fuerte ruido repentino que sonó sobre el techo.

Se volvió hacia la fuente del sonido y Yuri también se volvió para mirar.

Había una armadura de estilo occidental en el suelo. Era opaca, sin brillo y completamente plana. Si había una persona adentro, debía haber sido muy deformada por la caída.

“¿Eh?” Yuichi y Aiko preguntaron sorprendidos, mientras que Yuri y Kanako se quedaron mirando sin decir nada.

Fue tan repentino que sus cerebros no pudieron procesar lo que había sucedido al principio.

Les tomó algo de tiempo razonar que, a juzgar por el sonido y el estado en el que se encontraba, debía haber venido del cielo y, además, de bastante alto.

Yuichi miró hacia arriba. El cielo era azul y claro, sin una sola nube.

No podía ver ninguna señal de dónde podría haber venido.

“Cota de malla de caballería pesada del siglo XVII…” Murmuró Kanako. “El desarrollo de las armas de fuego comenzaría a hacer que las armaduras se volvieran obsoletas, lo que las haría cada vez más ligeras. Este fue el último período durante el cual se utilizó armadura pesada. La caballería Lancer también se estaba eliminando gradualmente, por lo que no hay apoyo para la lanza.”

“¿Orihara?” Yuichi preguntó, preocupado.

Kanako estaba mirando directamente a la armadura mientras lo explicaba. Por lo general, era del tipo que intentaba escapar de la realidad, pero esta vez parecía sorprendentemente serena.

“¡Yuichi Sakaki! ¿Cuál es el significado de esto? ¿Lo hiciste tú?

¿Es algún tipo de juego al que estás jugando para rechazarme en seco?” Yuri gritó.

“¡¿Por qué me tomaría tanta molestia?!” Él exclamó.

“¿Hay… hay alguien… dentro?” Aiko preguntó, con miedo.