Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: Un Camino Accidentado Hacia El 2do Período

Parte 3

“¿Qué pasa si pierdo?”

“Hmm. Sin inmutarse por el acto de profesora sexy, ¿eh?” Ella preguntó. “No eres como la mayoría de los estudiantes de secundaria.

¿Por qué no actuar un poco más nervioso? Vamos, puedes ver mi falda.

¿No te interesa mi escote?”

“No me importan esas cosas.” Dijo. “Responda a mi pregunta.”

“Las reglas son las que dije antes.” Le dijo. “Si ganas, puedes irte. Eso significa que, si pierdes, no puedes irte y permanecerás atrapado aquí hasta que me canse de eso. Si quieres salir rápido, será mejor que hagas un esfuerzo. Ahora, el juego ya ha comenzado. Siéntete libre de hacer preguntas que te ayuden a ver a través de mi mentira. Mentiré una vez, y solo una vez. Un hábil interrogatorio podría proporcionarte información útil.”

“¿Qué le pasó a la Sra. Nodayama?” Yuichi demandó. Él estaba enojado. No era especialmente cercano a su profesora, pero aun así le agradaba Hanako y su actitud irresponsable de hacer lo que le viniese en gana.

Makina parecía despectiva. “Haces que suene como que le hice algo. Pero es como te dijeron: no se siente bien.”

“¡Sí, claro! ¿Me está diciendo que se puso enferma y usted simplemente apareció?” Molesto por el tono nivelado de Makina, Yuichi comenzó a levantar la voz.

“Afirmar que fue una coincidencia total sería una mentira.” Dijo. “Quería ser profesora en esta escuela, así que obtuve mi licencia de profesora. Pero también necesitaba una oportunidad, lo que significaba que alguien tendría que salir de licencia. No había ninguna razón en particular por la que elegí a la Sra. Nodayama… si hubiese sabido que te enojarías así, ¿tal vez debería haber elegido a otro profesor?”

“Si la hizo enfermarse, cúrela ahora mismo.” La voz de Yuichi estaba helada. No podía recordar la última vez que había estado tan enojado.

“Pero ya te lo dije antes.” Dijo. “Sólo tengo dos habilidades: ‘Juego de Habitación Sellada’ y ‘Dominio Inviolable’. No tengo el poder para enfermar a alguien o de curarlo.”

“¿Qué hiciste?” Él demando.

“Buena pregunta.” Ella sonrió. “Primero, explicaré lo que le sucedió a la Sra. Nodayama. Para decirlo en pocas palabras, fue rechazada por su amigo de la infancia durante veinte años.

¿Sorprendido? A pesar de su apariencia, era una joven doncella enamorada. Pero su compromiso se rompió justo antes de la boda. Fue traumatizante. Literalmente no puede comer. Pero su condición no es tan mala. Incluso si no quiere comer, el hospital la mantendrá nutrida y el dolor de la angustia se aliviará con el tiempo.”

Si eso era cierto, Yuichi se sintió un poco aliviado. No sabía nada sobre el dolor de la angustia, pero al menos no era algo permanente.

“Por supuesto, fui yo quien le robó a su amigo de la infancia.” Agregó Makina.

Yuichi se puso de pie.

“Oye, no te enojes.” Lo reprendió. “Soy libre de amar a quien quiera, ¿no? ¿Qué te da derecho a quejarte de eso?”

Yuichi volvió a sentarse a regañadientes. Podía sentir algo malicioso en su forma indirecta de hablar, pero si era sólo una aventura, era difícil discutir al respecto.

Una vez que se calmó, Makina comenzó a hablar de nuevo. “Pero debo decir, Yuichi Sakaki… no eres lo que había escuchado. Estás arriesgando tu cuello de una manera bastante agresiva. Cuando llegué a esta escuela, Ende… ella es algo así como nuestra gerente, más o menos… me dijo que te evitara, si era posible.”

“¿Qué quieres decir con ‘no soy lo que escuchaste’?” Yuichi preguntó.

“Me dijeron que eras… ya sabes, ‘apariencia y personalidad promedio pero aun así atrae a todas las chicas’, ‘permanece indeciso a pesar de que las mujeres se lanzan sobre él, pero cede lo suficiente para que ninguna de ellas lo odie’, ‘sufre de sordera intermitente para no oír líneas cruciales dichas por otros’, ‘participa en un club como una excusa para pasar el rato con sus amigos’, ‘se abstiene de interferir en un incidente hasta que es el último instante, a veces un poco demasiado tarde’, dice constantemente cosas del tipo ‘yare yare’.”

“¡¿Qué, un protagonista?!” Él espetó. Su tono burlón lo estaba provocando con éxito.

“Vamos, pregúntame lo que sea.” Dijo con confianza. “Si no lo haces, entraré en detalles sobre cómo engatuse al prometido de la Sra. Nodayama.”

“No quiero oír hablar de esa mierda.” Dijo. “¿Para qué vino a la escuela?”

“Eso es un secreto.” Bromeó Makina. “Dijo que podía preguntar cualquier cosa.” “Nunca dije que tenía que responder.” “Me tienes que estar…”

“Bueno, si debo decir algo al respecto, diría que es tu culpa.”

“¿Eh?” La respuesta inesperada hizo que Yuichi se detuviera. Makina y él se acababan de conocer. ¿Cómo podría haber una conexión entre ellos?

“¿Recuerdas el ataque a tu vida durante la primera mitad de las vacaciones de verano?” Preguntó Makina.

“Tendrá que ser más específica…” Yuichi trató de recordar todas las veces que había sido atacado durante las vacaciones de verano, pero ninguna se destacaba notablemente.

Makina lo miró en estado de shock. “¿Cuántas veces has sido atacado?”

“¡No es mi culpa!” Gritó.

“El camión que se estrelló contra el café.” Aclaró. “¿Lo recuerdas?” El asintió. “Sí. ¿Fue usted quien planeó eso?”

“Sí. Era uno de mis peones más poderosos y ahora está estropeado, gracias a ti. Me vi obligada a abandonar mi Plan A. Conseguir un trabajo en esta escuela es parte de la base del Plan B.”

“¿Supongo que no me va a decir cuál es su plan?” Preguntó.

“No, así que no te molestes en preguntar de nuevo. Pregúntame algo más. Si preguntas algo que quiero responder, ¡estaré más que feliz de complacerte!” Makina agregó, como para aplacarlo.

“Escuché que ustedes eran eternos e inmortales. ¿Eso es cierto?” Yuichi preguntó. Le habían dicho que los Intrusos, liberados del destino de que todas las cosas deben morir, eran efectivamente eternos.

“Cerca, pero no del todo.” Dijo. “No es imposible que muramos. Todo se reduce a que si existe alguna posibilidad de que sigamos con vida, siempre lo estaremos. En situaciones en las que no hay más remedio que morir, morimos, y se han formulado métodos para llevarnos a esas situaciones. Sí, podría ser más exacto decir que los Intrusos tienen mucha suerte.”

“¿Cree que puede justificar el no envejecimiento con suerte?” Preguntó con escepticismo.

“El mecanismo exacto detrás del envejecimiento no se ha descubierto realmente, por lo que no puedo decirlo con certeza. Pero si los seres vivos están programados para envejecer, entonces tal vez podría desarrollarse una falla en ese programa, debido a la suerte. Según la teoría de la programación, los telómeros al final de los cromosomas se consideran contadores de cuántas veces se dividen las células. Entonces, tal vez simplemente no se acorten.”

“¿Está segura de que quiere contarme todo esto?” Preguntó. Lo que estaba diciendo significaba que no era imposible para él matarla. Esta podría ser información útil para lidiar con Intrusos.

“Sería bastante fácil averiguarlo con un poco de investigación.” Dijo con indiferencia. “No veo ninguna razón para ocultarlo.”

Yuichi escuchó con cautela las palabras de Makina. Estaba tratando esto como una batalla, prestando mucha atención a cada gesto y acción de ella. En batalla, Yuichi podía identificar fácilmente una finta. Su mirada, su tono, su olor, su pigmento, su frecuencia cardíaca, su tensión muscular… podía combinarlos todos para hacer su juicio. Hasta ahora, ella no había mentido.

“Tengo la intención de seguir siendo profesora aquí por un tiempo.” Continuó. “Si tienes alguna pregunta al respecto, aclarémosla de inmediato para resolver cualquier posible incomodidad entre nosotros.”

“¿Por qué quiere ser profesor aquí?” Preguntó. “Escuché que los Intrusos alteran las historias desde el exterior.” Por supuesto, sabía que ‘desde el exterior’ no se refería a ningún otro plano de existencia, sólo que a los Intrusos le gustaba manipular el destino desde lo alto, como dioses. Pero por el momento, Makina estaba tratando de involucrarse directamente con la escuela secundaria Seishin.

“Depende del individuo.” Dijo. “Me gusta ver cómo se desarrollan las cosas desde un asiento de primera fila, en tiempo real. Hay otro a quien simplemente le gusta leer sobre las cosas en un libro después de que terminan. Todos tenemos diferentes gustos.”

“¿No quiere matarme porque sé de ustedes?” Preguntó. Yuichi, sabiendo como sabía de la existencia de los Intrusos, podría representar una amenaza para Makina.

“Espera un momento.” Dijo. “¿Quién crees que soy? ¿Quién haría algo así, después de haber venido hasta aquí para ser tu profesora?”

“El peor tipo de basura, que es lo que escuché que son.” Replicó.

“Hmm. No lo niego… pero ¿crees que soy una villana? ¿Que no hay nada que no haría para lograr mis objetivos?”

“¿Me equivoco?”

“Es cierto que haré cualquier cosa para lograr mis objetivos, pero mi objetivo no es lo que estás pensando.” Dijo. “No estamos tratando de conquistar el mundo, exterminar a la humanidad o imponer nuestras opiniones a nadie. En términos generales, sólo estamos matando el tiempo. No hay un significado particular detrás de todo lo que hacemos, sólo estamos tratando de divertirnos. Por eso nos obsesionamos tanto con el procedimiento. Sería fácil matarte ahora mismo, pero no soy omnipotente. Tu cadáver quedaría como prueba y yo tendría que ocuparme de deshacerme de él. Desviara mi planificación y frustraría todo el arduo trabajo que he realizado para asegurarme de venir a esta escuela.”

“¿Y entonces?” Preguntó. “Dudo que hayas planeado algo bueno para la escuela.”

“No voy a negar que ese sea el caso.” Dijo descuidadamente. “Pero no tiene nada que ver contigo. Hay muchas cosas que ves de forma pasiva, sin interferencias, a pesar de poder percibirlas con el Lector de Almas. Piensa en mí de la misma manera.”

El Lector de Almas. El término le dio a Yuichi qué pensar. Sólo unas pocas personas sabían de eso; Makina, que acababa de conocerlo, no debería ser una de ellas.

“Sé, más o menos, lo que has estado haciendo.” Dijo. “Está ahí en todos los libros. Cuando decidí venir a esta escuela, me propuse leerlos.”

Se preguntó qué quería decir con “está ahí en todos los libros”. “Hay una Intrusa que tiene esa habilidad.” Agregó.

“¿Qué diablos está…?”

“Si te propusiste a hacerte amigo de una ‘Asesina Serial’, puedes hacerte de la vista gorda conmigo, ¿no es así?” Ella preguntó.

“¿Eh?” Las palabras lo golpearon como un golpe físico. Él nunca hubiera pensado que ella también sabría sobre Natsuki.

“… Ella… no está matando gente en este momento.” Era difícil discutir con ella, pero Yuichi logró forzar esas palabras.

“¿De verdad crees que las objeciones constituyen un argumento?” ella preguntó. “Ah, pero suficiente de la ‘Asesina Serial’. No hablemos del pasado. Entonces ¿qué hay con ‘Protagonista de Simulador de Citas Hentai’? Es un tipo desagradable. Le gusta robar las novias de otras personas, incluso violarlas si es necesario. ¿Vas a dejar pasar eso? Y esa ‘Bruja’ es realmente una cosa seria. Hará cualquier cosa para conseguir lo que quiere. También tiene sus colmillos venenosos en bastantes personas.”

Makina parecía saber más sobre estas personas que las meras palabras que el Lector de Almas le proporcionaba.

“¡No tendría manera de saber sobre nada de eso!” Yuichi gritó.

“Sí, eso es exactamente lo que estoy diciendo.” Dijo con calma. “Si no te digo lo que planeo hacer, no es necesario que hagas nada al respecto. Piensa en ello como algo que sucede a un mundo de distancia.”

Yuichi siempre había jugado al nihilista, diciéndose a sí mismo que una persona no podía salvar al mundo entero. Al mismo tiempo, no podía aceptar lo que ella estaba diciendo, aceptando la idea de que no era asunto suyo. Empezaba a pensar que tal vez su filosofía estaba equivocada.

“Ahora, Yuichi Sakaki.” Dijo. “¿Has olvidado que estamos jugando a un juego? Ya te he dicho una mentira. ¿Cuál es? Si no estás seguro, te daré una pista…”

“… ‘Ya te he dicho una mentira’. Esa es la mentira.” Respondió Yuichi de inmediato.

“… Espera un minuto. Dije ‘ya’. ¿No crees que la mentira sucedió durante nuestra conversación?”

“Los treinta minutos desde que explicó las reglas aún no han terminado.” Dijo. “Aún queda tiempo.”

“La mayoría de la gente asumiría lógicamente que la respuesta fue parte de la conversación.”

“Sí, ¿y?” Preguntó. “Mi instinto me dice que no habías dicho una sola mentira antes.”

Parte de eso provenía de su continua observación de ella, pero era más un presentimiento de su parte.

“Es una forma aburrida de terminarlo… pero ah, bueno. Tú ganas.” Makina le hizo un gesto para que se alejara, pareciendo genuinamente molesta.

“¿Está diciendo que me puedo ir?” Preguntó.

“Así es. Dudo que nuestra conversación haya resuelto todas tus preguntas, pero te agradecería que no metieras la nariz en donde no te llaman. Tengo la intención de ser una profesora en toda regla, así que te agradecería que me trataras de esa manera.”

“… Entendido, señorita Shikitani.” Continuar conversando no tenía sentido. Yuichi se puso de pie y se dirigió a la puerta.

“Oh, una cosa más.”

Acababa de abrir la puerta cuando Makina lo llamó nuevamente. “¿Sabes por qué el tinte de la Sra. Nodayama está tan mal hecho?”

Ella preguntó.

Yuichi se dio la vuelta. Makina le dio una leve sonrisa.

“Porque… a ella no le importa, ¿no es así?” Preguntó. El cabello de Hanako era castaño en general, pero negro en las raíces. Debía haber pasado bastante tiempo desde que se lo tiñó por primera vez.

“Si ella no quería que le importara, ¿por qué lo teñiría en primer lugar?” Preguntó Makina.

Yuichi se había preguntado lo mismo al principio, pero finalmente, había decidido que ella debía haberlo hecho por un capricho de algún tipo, y no lo había pensado más.

“Esto es lo que pienso.” Dijo Makina. “Dicen que no es bueno teñirse el cabello mientras estás embarazada. Hay un cuento de viejas que dice que el tinte penetra a través de la piel y daña al feto en crecimiento. No es cierto, por supuesto, pero no se puede evitar que la gente crea en él. Es un instinto maternal natural querer eliminar cualquier cosa que pueda causar incluso el más mínimo daño al bebé.”

Yuichi no podía entender a qué se refería.

“Por supuesto, esto es una mera suposición.” Dijo. “No tengo pruebas que sugieran que la Sra. Nodayama estuviera embarazada. Pero si siguiera mi suposición hasta su conclusión natural, es probable que el padre sea su amigo de la infancia. Luego, al acercarse su matrimonio, de repente canceló el compromiso y se escapó con otra mujer. ¿Puedes imaginar la angustia que causaría? Una cantidad tan traumática de estrés, suficiente para hacerla dejar de comer… ¿qué efecto podría tener eso en el embarazo? Mis pensamientos van primero a la restricción del flujo sanguíneo. El estrés hace que los capilares se dilaten, lo que evitaría el flujo de nutrientes al feto. También aumenta la prolactina, que reduce el funcionamiento de los ovarios y también reduce la hormona progestágeno necesaria para mantener el embarazo. En tal situación, no sería una sorpresa que el feto se viera afectado,

¿verdad?”

“¡Pedazo de…!” Yuichi estaba furioso. Si lo que Makina estaba insinuando era cierto, era imperdonable.

“Y luego tomarían medidas para detenerlo, ¿no es así?” Ella preguntó. “No te enfades tanto. Sólo estoy jugando un poco contigo. Estoy frustrada por la facilidad con la que perdí el juego.”

“¡¿No dijo que no quería que me involucrara?!” Él chasqueó. Si quería llegar a una tregua con él, no había ninguna razón para que dijera todo eso.

“Eso es cierto.” Dijo. “Supongo que sólo quería ver la expresión de tu rostro.”

“¿Qué?”

“Hay cosas que puedo soportar por el bien de mi objetivo, pero a veces actúo sólo para satisfacer la curiosidad inmediata, a pesar de que no me beneficia racionalmente.” Explicó. “Ahora, esta vez, nuestra conversación realmente ha terminado. Puedes irte por ahora.”

Yuichi miró a Makina, luego abrió la puerta y salió volando de la sala de orientación estudiantil.

Pero justo cuando estaba a punto de huir, detectó a alguien más cerca.

“Yu, ¿qué pasa? ¡Parece que te sientes como cuando eras pobre!” Gritó Mutsuko.

“¡Nunca fui pobre!” Yuichi respondió bruscamente. Mutsuko y Aiko estaban justo afuera de la puerta, esperando.

Yuichi cerró la puerta de la sala de orientación. Tenía la persistente sensación de que no debería dejar que Mutsuko y Makina se conocieran.

“De todos modos, ¿qué estás haciendo aquí, Nee-chan?” Preguntó. Ella había dicho que iban a tener una reunión del club ese día, por lo que Yuichi habría esperado que ella ya estuviera en el salón del club.

“A-Acababa de oír que te habían hecho venir a la sala de orientación de estudiantes, ¿ok?” Ella chilló. “Me preocupaba que hubieras hecho algo horrible, ¡eso es todo!”

“Sólo estás diciendo eso para sonar tsundere.” Dijo rotundamente. “No intentes cosas nuevas. No te quedan bien.”

“¿Entonces? ¿Estás realmente bien?” Mutsuko se inclinó, mirándolo a la cara con genuina preocupación. Su expresión debía haber sido realmente una cosa seria.

“Sí, de verdad, estoy bien. En el momento en que te vi, todo se volvió rancio de nuevo.”

“¡¿Qué demonios?!” Su preocupación se transformó inmediatamente en un bufido de ira.

“Sakaki, ¿qué diablos pasó?” Aiko también parecía preocupada. Ella no debe haber sabido qué pensar de que él saliera disparado por una puerta de la forma en que lo hizo.

“Te lo explicaré más tarde.” Dijo. “Dejando eso a un lado, ¿saben si la Sra. Nodayama está en el hospital?”

“Hmm, no sé. Podría preguntarle a mi papá, si quieres…” Aiko sacó su teléfono celular y llamó.

Hanako había sido admitida en el Hospital General Noro, por lo que pudieron averiguar su estado de inmediato.

Resultó que había sido ingresada por desnutrición, pero no estaba embarazada.