Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 2

Capítulo 8: El Sr. Dragón se Encoge de Tamaño

Allí estaba yo, frente al armario del comedor. Cuando está cerrado, es un armario normal y corriente. Pero si se abren sus puertas, lo que se encuentra dentro no es una vajilla, sino un portal secreto creado por Olivia que conecta el castillo con la Academia Real Femenina de Florence.

“Haugh… ¿Realmente vas a ir, Anciano Dragón?”

“Sí. Te he hecho un sándwich para comer, así que disfrútalo.” “¿Qué contiene?”

“Huevos. Del tipo esponjoso y relleno.”

“¡Aw síííííí!” La Reina Oscura saltó de un lado a otro.

“Ahora bien, Sir Dragon, cuídese. Dijo la Srta. Clowria, despidiéndose con la mano. Salté a través del armario y salí por el otro lado: el cajón del escritorio de Olivia.

***

Olivia y las demás estudiantes parecían estar preparándose para la Ceremonia de Matriculación de esa mañana, por lo que la escuela rebosaba de energía y espíritu. Los adultos se vestían de punta en blanco y montones de futuros alumnas de primer año con sus flamantes uniformes recorrían el camino hacia el Gran Auditorio, con miradas nerviosas.

Me llamó la atención cómo había pasado un año desde que había recorrido el mismo camino con Olivia. Realmente había pasado volando. Y no pasarían muchos años más (cada uno de los cuales, sin duda, pasaría volando con la misma rapidez que) antes de que Olivia se convirtiera en una adulta. Crecerá y podrá vivir una vida maravillosa sin mí… Empecé a lloriquear.

“¿Qué, err, Sr. Eldraco? ¡¿Por qué está berreando en un lugar como este?!” “¡Srta. Phyllis!”

“¡Cálmese y limpie esas lágrimas!”

Me limpié las lágrimas con el pañuelo que me dio la Srta. Phyllis. No puedo seguir llorando tanto cuando pienso en el futuro de Olivia. Inspiré y espiré lentamente para calmarme.

La Srta. Phyllis me hizo una seña. “Sr. Eldraco, venga por aquí, por favor.” “¿Eh?”

“Estaba buscándote.”

La seguí y me encontré en la habitación de invitados. “Por favor, ponte esto.”

“¿Qué es esto?”

“Túnicas ceremoniales, por así decirlo. El profesorado de la Academia Florence está obligado a llevar ropa formal. Después de todo, esta escuela es una institución con historia y pedigrí donde se reúnen chicas orgullosas y distinguidas.”

¿Cómo se llamaba esta cosa? ¿Un maniquí?

Me sorprendí cuando vi la ropa que llevaba el muñeco (que era más o menos de mi altura). Por un lado, nunca había visto un atuendo tan elegante. Y en segundo lugar, era tan agradable al tacto. Nunca había llevado nada parecido… ¿Y cómo podría describirlo? El diseño era súper elegante.

“La idea que subyace es ‘majestuoso’ y ‘augusto’.”

“Majestuoso”… “Augusto”… Realmente no lo entiendo, pero en cualquier caso, es elegante.

Cuando se trata del vestuario de Olivia, las dos damas son las que le escogen ropa bonita. Pero en lo que respecta a mi propio vestuario, lo único que tengo es la bata que siempre llevo y el bonito conjunto de que me puse para la ceremonia de matriculación.

“El uniforme del personal de seguridad de nuestra academia es un diseño a medida basado en el uniforme clásico de la Real Orden de Caballeros. Normalmente, lo mandaría a hacer por encargo… pero debido a lo repentino de mi petición, le pido que me perdone y se conforme con esto.”

“¡¿Realmente me estás dando un uniforme tan fantástico?!”

“Lo estoy haciendo. Necesito que te vistas de manera acorde con el prestigio de ser un guardia de la Academia Florence.”

“¡Vaya, me encantaría enseñárselo a Olivia cuanto antes!” No perdí tiempo en deslizar mis brazos por las mangas. Me quedaba perfectamente. Tal vez la Srta. Phyllis tenga buen ojo para las tallas.

Me puse delante del espejo. Estaba un poco preocupada: Quizás me queda un poco raro.

La Srta. Phyllis se había escabullido hacia el Gran Auditorio antes que yo; dijo que tenía que ocuparse de la Ceremonia de Inscripción. También me dijo que, como en la ceremonia de matriculación se presenta a los nuevos miembros del personal, quería que yo estuviera allí.

¡Rápido! ¡Tengo que darme prisa! Mientras caminaba hacia el Gran Auditorio, me crucé con un montón de estudiantes y sus tutores. Tuve la sensación de que los ojos de todo el mundo estaban puestos en mí, y me pregunté por qué me ponía tan nervioso cuando llevaba ropa nueva. Me había sentido igual de incómodo en la ceremonia de matriculación de Olivia el año anterior. Tal vez esta ropa no me quede bien, me preocupé. Quizá por eso todo el mundo me mira. He vivido durante muchos eones, pero sólo recientemente he empezado a probar esta extraña sensación. Por regla general, los dragones siempre están desnudos.

“¡De ensueño!”

“¿Un buen caballero como ese, aquí en la Academia Florence?” “Vaya, ese comportamiento galante y esa mirada inteligente…” “Oye, deja de mirar así. ¡Su hija está aquí!”

Fingí no oír sus susurros e irrumpí en el Gran Auditorio. Me llevaron a la zona de asientos del auditorio y tomé asiento. Por fin pude tomarme un respiro. La ceremonia estaba a punto de empezar y casi todos los asientos estaban ocupados por los padres y tutores de las chicas. Esforcé un poco mis oídos para captar los chismes de la multitud (ya que los oídos de los dragones pueden oír mucho).

“Estoy muy aliviada de que mi hija haya conseguido aprobar.” “¿Oh? Su hija lo hizo excepcionalmente bien, ¿no?”

“Oh no, continúa. Si alguien es excepcional, es la joven descendiente de la casa ducal, aunque haya fracasado.”

“La Real Academia Femenina de Florence es una institución con historia, pero al mismo tiempo es una meritocracia.”

“Bueno, después de todo, hay escuelas específicas para aristócratas en la capital.”

“Se sentiría demasiado cohibida. Los únicos niños que van a esas escuelas son de buena estirpe.”

“La velada va a ser un hervidero con todas las novedades sobre las chicas.”

… Tengo problemas para seguir lo que dicen.

“Eso me recuerda que he oído que la Alumna del Rey fue seleccionada por la Academia Florence.”

“Yo también lo he oído. Parece que hizo el examen bajo la categoría de admisión común.” “Se dice que tiene un gran poder mágico. Incluso la llaman Dracoshaman.”

“¡¿Tiene tanto?!”

¡Ah, ahí estamos! ¡Es mi pequeña de la que estás hablando! ¡Tengo muchas ganas de participar en esa conversación!

Estaba todo inquieto, pero fue entonces cuando sonó la campana y comenzó la ceremonia. Aplaudí mientras las nuevas alumnas entraban en fila. Sus padres y tutores aplaudieron con alegría. Algunos incluso derramaron algunas lágrimas.

Asentí con la cabeza con simpatía. Conozco esa sensación. Oh, cómo la conozco.

Vaya, hay algo en las ceremonias de inscripción que realmente te afecta. Puedo sentir cómo Olivia está creciendo día a día, y no pasa un día en el que no establezca un nuevo récord de ternura. Verla con su uniforme y embarcarse en una nueva vida rodeada de amigas a pesar de estar separada de mí, me llenó de tanto orgullo y alegría que no pude evitar que se me saltaran las lágrimas. Ahh, sólo con pensar en su Ceremonia de Matriculación se me cae el alma a los pies.

Contuve las lágrimas mientras miraba las filas de nuevas alumnas. Entonces me di cuenta de que la chica que entró en último lugar era una cara conocida. “Ah, es Luca.” Acababa de conocer a la nueva alumna de Olivia el día anterior.

Las chicas se sentaron en el orden en que entraron, desde las últimas filas. Así, Luca acabó sentándose en la primera fila. Llevaba una expresión digna, pero aún podía sentir su nerviosismo desde donde yo estaba sentado.

Había alguien que observaba a Luca con entusiasmo. “¡Oh, Luca! ¡Vaya que es lo mejor de la clase! ¡Si que destaca!”

“¿Hm?”

Llevaba gafas tintadas y un pañuelo en la cabeza, así que no pude ver bien su cara, pero…

Espera, esa es la Srta. Esmeralda, ¿no?

“¡Sólo mírala! ¡Esa expresión alerta, esos movimientos enérgicos! ¡Tú elegante comportamiento te hace estar por encima de los otros estudiantes, Luca!”

“… ¿Qué está haciendo?” ¿Es uno de esos ‘disfraces’ o algo así? La gente a su alrededor no parece haberse dado cuenta… Pensándolo bien, tal vez está siendo muy obvia.

Eché una mirada a la mujer sentada con gran majestuosidad en el escenario: la fundadora y directora de la academia, la Srta. Phyllis.

“… Mmph, jee je…”

Espera, ahora mismo está reprimiendo una carcajada. De hecho, está sonriendo un poco. Srta. Phyllis, lleva un vestido aún más bonito que de costumbre; ¿no sabe que si se echa a reír ahora, hará un agujero en ese aura de dignidad? No es que no entienda sus sentimientos.

Me pregunté si la propia Luca se daría cuenta, y esperé que no se sobresaltara. Justo el día anterior, la Srta. Esmeralda había tenido esa vibración súper intensa de ‘profesora’. Y ahora estaba aquí, un poco más alegre.

Volví a aguzar el oído. Capté voces silenciosas y voces lejanas; si me inclino a escuchar a escondidas, entonces me llegará con total claridad. Puede que este dragón anciano tenga su edad, ¡pero no supongas que soy duro de oído!

“… Haaa… Lo sabía, Milady no nos honrará con su presencia…”

¡¿Qué dices?! ¿No se ha fijado en ella? ¿A pesar de que sobresale como un pulgar dolorido?

Casi me pongo en pie de un salto por la conmoción, pero a duras penas logro contener ese impulso. No puedo. Soy un guardia de seguridad en esta escuela. Tengo que estar elegante.

“Ejem.” La directora —la mano derecha de la Srta. Phyllis, la Srta. Courié— había subido al escenario y se estaba aclarando la garganta. En el momento en que lo hizo, un silencio cayó sobre el Gran Auditorio. La Ceremonia de Matriculación estaba comenzando.

Desterré de mi mente todo pensamiento sobre la sospechosa Srta. Esmeralda y me enderecé en mi asiento. La postura correcta es importante: lo leí en un libro para padres titulado Estiramiento con Sus Hijos. Al parecer, es una parte vital para crecer de forma rápida y saludable… aunque yo ya no estoy “creciendo”. De todos modos, ahora estoy trabajando en la Academia Florence como guardia de seguridad. Tengo que sentarme bien.

Ahora tengo un trabajo. El primer trabajo que he tenido en mi vida. “Ahora bien, en representación de las alumnas de la academia…”

Ese fue el momento en que tuve que mantener la calma. Por desgracia:

“… Olivia Eldraco, la Alumna del Rey seleccionada de esta academia, se dirigirá ahora a las nuevas alumnas de primer año.”

“¡Olivia!”

Mi aplomo se desmoronó al ver a Olivia aparecer en ese escenario. Bueno, ¿quién podría culparme? No hay ningún dragón que no se alegre de ver el momento de gloria de su hija.

El discurso de Olivia fue estupendo. Claro que se fijó en mí y me saludó con la mano, lo que hizo que la Srta. Courié se aclarara la garganta, pero eso no importa en absoluto. Verla con el manto blanco de Alumna del Rey que llevaba sobre su uniforme mientras se dirigía a las nuevas estudiantes como su compañera de curso superior me impactó de forma diferente a cuando la había visto dar el discurso como representante de las nuevas estudiantes en la Ceremonia de Matriculación del año anterior. Este año, la encargada de pronunciar ese discurso en particular fue Luca. Lo recitó de forma tan impecable que estaba claro que lo había ensayado una y otra vez, y dio la impresión de ser muy buena. Eso sí, escuché comentarios sueltos desde los asientos de mi alrededor del tipo “no parece una niña”. Por curiosidad…

¿exactamente qué significaba eso? En todo caso, me pareció que su discurso era bastante parecido al de Luca…

Por último, me presentaron como nuevo miembro del personal.

“Soy Eldraco, y seré un guardia de seguridad. Err, es un placer conocerlos.”

Fui breve, pero sólo por puro nerviosismo. En la época en que parecía un dragón, a veces se me acercaban cientos de humanos para bailar y cantar. Y rezaban y me llamaban “señor”, pero yo nunca sentía nada. Sin embargo, allí estaba yo, con el corazón palpitando delante de toda esa gente.

La Ceremonia de Matriculación había terminado, y por fin podía tomar un respiro. “Uf… Olivia es siempre tan impresionante.” Quiero decir, no había estado nervioso en absoluto, de pie frente a esa multitud gigante. “Voy a esforzarme como guardia de seguridad.”

Era el momento de encender el interruptor del modo de trabajo dentro de mí… aunque no sabía realmente lo que debía hacer.

Supongo que, de momento, me limitaré a pasear cerca del Gran Auditorio.

Cuando llevaba un minuto caminando, llegó la Srta. Phyllis. “¡Sr. Eldraco!”

“¿Qué pasa? Pareces nervioso.” “¡Por favor, quítate el uniforme!”

“¡¿Eh?!” ¿Quitármelo? ¿Aquí? ¿Ahora? Quiero decir, eso es un poco embarazoso. Los dragones pueden estar desnudos todo el tiempo, pero ahora estoy en forma humana, así que…

“Vale, pero… ¿esto también es parte del trabajo?” “¿Eh? ¡Ah, no, no te equivoques!” “¿Equivocarme?”

“¡No importa, vayamos donde no haya gente!”

La Srta. Phyllis me llevó a la oficina de la directora por una ruta menos transitada.

“Sr. Eldraco.” Dijo la Directora Courié, una mujer humana de edad avanzada con aire digno.

“Srta. Courié.”

“Uf, bien… Por ahora, Sr. Eldraco, sólo quítese eso.”

“¡Eek!” ¿Realmente se supone que debo quedarme al descubierto?

“Courié, por favor, cálmate. La forma en que lo planteas es engañosa.”

Pero espera, ¿la Srta. Phyllis no lo dijo antes más o menos de la misma manera? Además,

¿de qué se trata esto?

“Umm… ¿hay algún tipo de problema? Ah, ¿me lo he puesto al revés o algo así?”

Cuando Olivia era pequeña, a menudo le ponía la ropa al revés y/o con lo de adentro para afueras. La ropa humana es estúpidamente complicada.

“No, no es eso…”

“¿No oyes las voces fuera de la ventana?” “¿Voces?”

El despacho de la directora está en la primera planta del edificio de la escuela. Tiene una gran ventana con buenas vistas al patio interior, pero ahora mismo las cortinas estaban cerradas.

Agudicé el oído y escuché débilmente la voz de Olivia. “¡Te hee, eso es! ¡Ese es mi Papi!”

“¡Oh, vaya!”

“¡Tener a un caballero tan fino como nuestro guardia de seguridad!”

“Con ese uniforme, parece un caballero de la Orden Real. Le queda tan bien…” “¡Haaaa… es como un príncipe salido de un cuento de hadas!”

Olivia estaba rodeada de chicas mayores.

Un príncipe salido de un cuento de hadas, ¿eh? ¿Me pregunto quién es?

“Usted es la comidilla de la academia, Sr. Eldraco.”

“¿Eh? ¿Es de mí de quien hablan?” “Sr. Eldraco… No. Dragón Anciano.” “Sí, Srta.…”

“Una pregunta sobre esa forma humana tuya: ¿eres consciente de lo atractiva que es para los ojos?”

“¿Eh?”

No, seguramente estás bromeando… es lo que me gustaría decir, pero…

“Así que, uhh, realmente soy guapo…

Recordé varios momentos del pasado, como cuando fui a la ciudad de Miranda con Olivia, o cuando caminé junto a ella en la Ceremonia de Matriculación el año anterior, o la primera vez que vine a la escuela ese mismo año. No estaba al mismo nivel que lo que estaba escuchando hoy, pero la gente que me rodeaba también había hablado de mí.

“Err, estas miradas… esta cara… ¿soy honestamente tan guapo?”

“En efecto. No es algo que se diga típicamente a la cara de una persona, pero creo que se te podría llamar bastante apuesto.”

“Srta. Phyllis.” Dijo la Srta. Courié. “¿Hm?”

“Puede que ese no sea el término que busca, dada la edad del Sr. Eldraco. Parece que en su caso, las jóvenes como las de nuestro alumnado utilizan la frase informal ‘zorro plateado’.”

“¿‘Zorro plateado’? Oh, ¿porque los zorros plateados tienen el pelaje blanco, como un humano anciano? Bueno, es cierto que he vivido durante decenas de miles de años…”

“Eso está un poco más allá del nivel de un zorro plateado. En fin.” Intervino la Srta. Phyllis, aclarándose la garganta. “Esa ropa… Ese uniforme a medida que recuerda a los de la Real Orden de Caballeros no está ayudando.”

“Ya, ya veo…”

“Los uniformes elegantes y los hombres guapos son una combinación peligrosa para nuestras jóvenes doncellas… Yo, la Reina Filósofa de los Elfos, he cometido un descuido.”

Pues no lo termino de entender, pero entiendo que llevar este uniforme es un no va más.

“Sea como sea, Srta. Phyllis.” Dijo la Srta. Courié. “Viendo que es tan atractivo…”

“Sé lo que dices… Fue una falta de consideración por mi parte. Pensé que no podría haber encontrado un guardia mejor para el trabajo, y sin embargo…” La Srta. Phyllis se frotó las sienes.

Me di cuenta de a dónde iba esto. “Err, la cuestión es si permanezco en forma humana,

¿verdad?”

“Bueno, sí. Supongo que se puede decir así.” La Srta. Courié asintió. “Umm, bueno, en ese caso ¿qué tal esto?”

Sabía que podía adoptar una forma que no hiciera que las estudiantes me prestaran tanta atención.

POOF.

Volví a tener forma de dragón. Sólo que ahora tenía el tamaño de un animal de peluche.

***

“¡Papi!” “Hola, cariño.”

El día terminó, y cuando volví a la habitación de Olivia en el dormitorio de las fuentes con el portal de vuelta a casa, Olivia estaba allí para verme. Parecía que ya se había bañado, ya que tenía el cabello largo sin trenzar y estaba en pijama. Su cabello castaño claro rebotaba ligeramente mientras corría hacia mí. Tenía un aire completamente diferente al que tenía cuando dio la bienvenida a las nuevas alumnas durante la ceremonia de matriculación del día; ahora sólo veía la belleza de una niña de trece años.

Detrás de ella estaba Luca, con los brazos cruzados. “… ¿Qué, por favor, es esa apariencia?”

“Bueno, uhh, sólo pensé que me vería más amigable de esta manera.”

Aunque, a decir verdad, sólo fue porque las alumnas mayores chillaban demasiado al ver mi forma humana.

“Hmph. Así que estás tratando de que baje la guardia a través de esa forma adorable, ¿es eso? Veo lo manipulador que puede ser un dragón anciano.”

Parece que la pequeña Luca está un poco molesta.

Olivia me romo en sus brazos. “¡Tee hee! Luca, ¡acabas de llamarlo adorable!” “¡Aughh! ¿Qué haces señalando eso?” Respondió avergonzada.

“Gracias, Luca.” Agradecí el cumplido.

“Son unos simplones. ¡De tal palo, tal astilla! Perros afortunados…” “¿Eh? No somos perros; yo soy un dragón y ella es una humana.” “¡No es eso lo que quería decir!”

Oh.

“Dejando eso de lado, no tengo intención de hacer amistad contigo, ¿me oyes, Olivia Eldraco? Puede que vivamos en la misma habitación, ¡pero ni se te ocurra iniciar conversaciones distendidas conmigo! ¡Hmph!” Y con eso, salió de la habitación y se fue furiosa.

Olivia y yo nos miramos.

“¿Estás en la misma habitación que Luca?”

“Ajá. Es mi compañera de cuarto a partir de hoy.”

“Vaya. Espero que ustedes dos puedan llevarse bien…” En este punto, me estaba preocupando un poco. Antes de venir a esta escuela, Olivia no había tenido básicamente ninguna oportunidad de mezclarse con amigos de su edad. Espero que no se griten entre ellas o lo que sea. “Creo… creo que me estoy poniendo más tenso que tú.”

En cualquier caso, ya era hora de volver a casa. Abrí el cajón del portal de Olivia, y el enigmático vacío que conectaba su habitación con nuestro castillo se hizo visible. Como la Academia Florence es un internado, iría en contra de las normas que Olivia pasara la noche en casa, ya que las demás alumnas no podían volver a casa tan fácilmente. Le había prometido a la Srta. Phyllis que usaríamos el portal sólo durante el tiempo libre.

“Uf, estoy un poco agotado.”

“¡Tee jee! Te mereces un descanso, Papi.”

“Gracias, cariño.” Después del gran trabajo que había hecho ese día, ella también se merecía uno.

“Papi, eres muy lindo con ese tamaño. Eres como un peluche.”

“¿En serio?” Sin embargo, tenía la sensación de que yo no era del todo lindo al nivel de los animales de peluche. Los animales de peluche que la Reina Oscura colecciona son más esponjosos que yo.

“Sí. Hoy también estabas muy guapo. Me sorprendió verte con un look tan diferente al normal.”

“¿Lo estaba?”

Me había gustado el uniforme que me puse para la ceremonia de matriculación, pero parecía que no iba a tener la oportunidad de volver a ponérmelo pronto.

“En cualquier caso.” Dije. “Nunca dejas de sorprenderme.” “¿Hm?”

“Escuché tu discurso en la ceremonia.”

Hablando con tanta confianza delante de todas esas nuevas alumnas y sus padres, había hecho un trabajo realmente estelar. Sabía lo difícil que era porque, después, sólo había conseguido dar unas breves palabras en el mismo lugar. Cuando hablo delante de tal multitud, se me acelera el corazón y se me va la mano.

“Yo también me pongo nerviosa.” Dijo Olivia. “¿De verdad?” No lo parecía, ni siquiera un poco.

“Bueno, uhh, la Srta. Maredia me enseñó un truco para ello, ya ves.” “¿Un truco?”

“Sí. Sólo tienes que pensar que todo el mundo es una calabaza.” “Calabazas…” Eso sí que da miedo.

“No es que me gusten mucho las calabazas.” Continuó.

“¿No?”

“El estofado de calabaza sabe muy bien, pero las calabazas parecen un poco espeluznantes…”

Entendí lo que quería decir. Son tan nudosas y retorcidas.

“Así que en lugar de calabazas, te imagino en cada asiento, Papi.”

“¿Eh?” ¿Yo en cada asiento? Pinté la escena en mi mente. Clones de mí llenando cada fila y cada columna. Un yo allí, un yo allá, un yo en todas partes… ¡¿Eso es lo que estaba imaginando?!

“Si hago eso, dejo de estar tan nerviosa.”

“Esa es una técnica muy buena. Pfft…” Casi me parto de risa. Olivia también se reía.

“¡Ja, ja, así que eso es lo que estabas pensando, Olivia!” “¡Sí! ¡Todo el tiempo!”

Durante un rato, nos quedamos riendo, hasta que finalmente puse la mano en el cajón. Todo lo que tenía que hacer era entrar por el misterioso bolsillo del espacio, y estaría de vuelta en casa.

“Muy bien, cariño, buenas noches”. “Buenas noches, papá”.

Le di un beso de buenas noches en la mejilla. ¡Y dale recuerdos a Luca también!