Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: El Sr. Dragón Recibe (Otra) Citación

Era el día después de que Olivia se fuera al colegio y yo estaba en mi habitación, preocupada por esto, aquello y lo otro. “Errm, bueno, primero, supongo que necesito vestirme apropiadamente.”

Me habían llamado para asistir a una reunión especial de padres y profesores. Normalmente me pongo cualquier cosa que me resulte cómoda en casa, pero siempre que voy a visitar el colegio de Olivia como su padre, creo que es mejor llevar ropa un poco más bonita. Dicho esto, mi guardarropa no es precisamente extenso, así que pensé en ir con lo que me puse para la ceremonia de inscripción. Este conjunto parecía bastante popular. A fin de cuentas Olivia dijo que yo era la más elegante. Muy bien, ¿qué más necesito? A ver… ¿Una caja de almuerzo? No, no la necesito. Si vuelo a casa en un santiamén, no estaré fuera tanto tiempo.

“Oh, claro, tengo que decírselo a las dos damas.”

Últimamente, no era raro que cenáramos juntos incluso sin Olivia cerca. Es mejor avisarles de que voy a salir. Cuando no estoy, suelen pedir comida sabrosa a través de un sitio de entrega llamado… ¿cómo era? ¿Goober Eats?

“¡Srta. Reina Oscuraaaaaaa! ¡Srta. Clowriaaaa!” Llamé mientras me dirigía a la sala de estar, donde seguramente las dos damas estaban descansando. Si no recuerdo mal, hace un momento estaban tomando té en el salón. La merienda del día era una de las que más me enorgullecía, galletas de frutos secos, y me parecía recordar que se preparaban un té negro fuerte mientras las comían. Era más o menos la hora del día en la que normalmente dormían la siesta en los sofás.

“¡¿Haaaughh?!” Fue el característico grito de la Reina Oscura.

¿Qué demonios? ¿Podría ser uno de esos bichos negros y brillantes? Pero a mí también me dan miedo…

“¡Dios, Sir Dragon!” Llamó la Srta. Clowria. “¡El gabinete! ¡El gabinete del comedor!”

¿Eh? ¿Qué pasa con el gabinete? Me apresuré a entrar en la sala de estar.

Las dos damas estaban frente al mueble del comedor, petrificadas. La Srta. Clowria había llegado a desenfundar su orgullosa Hexblade.

“¡Mi Señora! ¡Por favor, cúbrase detrás de mí!” “¡Ya lo estoy haciendo!”

“Ambas, ¿qué pasa?”

“¡El gabinete ha sido invadido!”

“¿Eh? ¿Invadido?” Los humanos lanzan esa palabra cuando se meten en esas grandes refriegas, ¿verdad? ¿Pero por qué nuestro gabinete?

El armario de doble puerta en cuestión guardaba las tazas y los tazones que siempre les gustaba usar. También guardaba galletas, caramelos y otros productos para picar. Cada vez que cocinaba galletas y las ponía en la mesa, Olivia y la Reina Oscura se las comían en un santiamén, así que ponía las sobras en un tarro grande y las escondía en el armario.

“¡Oh, Dios! ¡Las tazas! Han desaparecido… O mejor dicho, ¡toda la parte interior del armario ha desaparecido!”

No eran sólo las tazas y los dulces. Todo el espacio dentro del armario había desaparecido.

Era un vacío de nada. ¡Dios mío!

“Haaaugh… Esta urdimbre espacial es magia oscura avanzada. Nosotros, los darkin, la hemos desarrollado, pero son muy pocos los que pueden utilizarla. Es una magia perdida que ha sido archivada.”

“¡Quizá se filtró alguna información y ahora algún bribón la está utilizando con fines perversos!” Dijo la Srta. Clowria.

“Pero espera.” Dijo la Reina Oscura. “Tengo la sensación de que los grimorios con las instrucciones para el hechizo sólo se encuentran en mi biblioteca… ¡Vaya!”

“¡Alguien viene!”

El espacio dentro del gabinete se amontonó y se deformó. ¡Un invasor venía de la zona misteriosa!

“¡No puede haber ninguna duda!” Dijo la Srta. Clowria. “Esta es la Puerta Demoníaca, la hechicería que se desarrolló originalmente para ayudar en los ataques sorpresa a la base principal del enemigo… ¡Esto bien podría ser una incursión enemiga!”

“¡Haaugh, Clowria! ¡Prepárate para la batalla!”

“¡Sí, Mi Reina!” Se puso de pie y blandió su espada de forma galante. ¡Como corresponde a la Caballero Capitán de los Darkin!

Probablemente también debería hacer algo, ¿eh? “Por el momento, si alguien se pasa por aquí, solo por si acaso, debería hacer algo de té.”

“¡No son unos invitados a cenar!” Gritó la Reina Oscura.

Justo entonces, la invasora mostró su rostro desde el más allá del vacío. “¡Papi!” “¡Hyaaaugh! Vete de una vez, invasor… Espera, ¿qué?”

“¡Tee hee! Yaayy, ¡lo hice!” “¡¿Olivia?!”

No era un intruso casero que había utilizado el hechizo secreto de la Reina Oscura. Olivia saltó desde el interior del armario y aterrizó con gracia, sonriendo de oreja a oreja.

“¿Pero por qué, Olivia?” Preguntó la Srta. Clowria.

“… Haugh…” Todavía detrás de la Srta. Clowria, la Reina Oscura tenía una expresión de inquietud en su rostro. Parecía que sabía algo. “Haugh. Olivia, no me digas que has sacado un grimorio de mi biblioteca.”

“Lo siento, Srta. Maredia.” “¡Sólo son para uso interno!”

Ah, así que el libro que Olivia tenía en sus manos cuando se marchó —el de la encuadernación increíblemente agradable— era uno de los grimorios de la Reina Oscura.

“Verás.” Dijo Olivia. “Uno de los cajones de mi dormitorio está vacío. Así que pensé, caramba, sería maravilloso si tal vez pudiera enlazarlo con el castillo… y cuando le pregunté a la Srta. Maredia al respecto, me dijo que hay un hechizo para eso, ¡y lo probé!”

“¡Reina Maredia! ¿Cómo ha podido Su Oscuridad enseñar a Olivia una hechicería arcana tan desconsiderada? ¡Es un hechizo tremendamente peligroso si el lanzador se equivoca!”

La Reina Oscura se encogió. “¡Haaugh! ¿Cómo iba a saber que realmente lo haría?”

Por su cara parecía haber comido un trago de bayas agrias. Claramente, vio el error de sus acciones, por lo que la Srta. Clowria sólo lanzó un suspiro, su expresión de enojo se desvaneció.

“Debo preguntar, Olivia.” Dijo la Srta. Clowria a la joven. “¿Activaste el hechizo usando ese grimorio? Incluso entre los darkin, no hay casi nadie que pueda hacerlo aparte de Su Oscuridad…”

“¡Haugh, lo hiciste muy bien para ser mi aprendiz!” “Reina Maredia, reflexiona sobre tu error de juicio.” “Haughh…”

Me sentí aliviado de que ningún malo hubiera venido a invadir nuestra casa. “Pero, ¿por qué hiciste tal cosa, cariño?”

Olivia parecía avergonzada. “… Es que los echo demasiado de menos como para no venir a visitarlos mientras hay clases. Te je je je…”

Por eso, cuando estaba a punto de irse, me preguntó si me sentía solo cuando ella no estaba.

“Todo eso está muy bien.” Replicó la Reina Oscura. “Pero atajar usando la Puerta Demoníaca es simplemente un gran y enorme yikes.” Y esas palabras tenían la intención de dejar huella.

En cualquier caso, la escuela a la que antes se tardaba medio día en llegar por aire estaba ahora a un paso de distancia. Ahora que lo pienso… “Olivia, ¿también puedo usar esta puerta? En realidad iba a pasar por la escuela.”

“Espera, ¿vienes, Papi?” “Ajá.”

Gracias a mi pequeña, el tiempo ya no era un factor. “Podría beber un poco de té antes de salir.”

Ante eso, Olivia asintió con una sonrisa chispeante.

***

Al pasar por el armario, me encontré en una pequeña habitación. Era el dormitorio de Olivia en la Academia Florence. Me arrastré fuera del cajón del escritorio que estaba conectado al armario. La habitación era acogedora y compacta, pero parecía agradable para vivir. Había dos camas y dos escritorios. En un lado de la habitación estaban las cosas de Olivia.

“¡Bienvenido, Papi!” “Con permiso.”

Al parecer, hasta el año pasado, Olivia había compartido dormitorio con una alumna de sexto curso. Como sólo hay seis cursos en la academia, esa chica mayor se había graduado y una nueva alumna de primer año iba a vivir ahora en esa habitación junto a Olivia.

Ya veo. Así que aquí es donde Olivia pasa sus días. El hecho de echar un vistazo a la vida diaria de mi hija, que de otro modo sería desconocida, hizo que mi corazón latiera un poco.

“Gracias a ustedes, he hecho el viaje sin sudar. Gracias.” “¡De nada!”

Había planeado tardar hasta medio día en llegar aquí volando, así que me alegré de terminar simplemente pasando por el armario.

Más tarde, Olivia (y la Reina Oscura con ella) recibiría un buen regaño de la Srta. Clowria, y Olivia prometería no volver a utilizar magia peligrosa. Sin embargo, la Srta. Clowria también se frotó las sienes y dijo: “Olivia, ¿podría ser que no sepas qué hechizos son peligrosos?”

Honestamente, los tipos de hechizos que usan los humanos no pueden ser tan peligrosos,

¿verdad? No es como si fueran a volar el propio suelo.

“Bien, bueno, me dirijo a la reunión especial de padres y profesores.” “¿Eh? Espera, Papi…”

Salí de la habitación de Olivia para ser recibido por un coro de chicas gritando.

Cerré la puerta de golpe, asustado por los estridentes gritos. “Espera, ¿eh? ¡¿Qué hago, Olivia?! ¡¿Qué ha sido eso de ahora?!”

“Papi, los dormitorios de la Academia Florence están prohibidos para los hombres. No se permite la entrada de hombres o niños.”

“¡¿En serio?! ¡Uh, uh-oh!” Puede que no lo supiera, pero aun así había hecho un lío. Eso tiene sentido; por supuesto que nadie esperaría que un hombre estuviera por aquí. Estoy seguro de que las asusté mucho… ¡Ahora sí que metí la pata! Estaba tambaleándome.

Podía oír los susurros cargados en el pasillo. “¿Quién era ese caballero?”

“Parecía un sueño. Esos ojos tan amables, y ese estilo dandi…” “Me pregunto si es el padre o el tutor de alguien.”

“Salió de la habitación de la Srta. Eldraco, ¿no es así?”

Murmuraban y parloteaban. Eesh… Realmente les di una gran primera impresión. Aparte de eso, a este ritmo nunca podré salir de esta habitación. Y mi cita se acerca rápidamente. Estoy en un aprieto. “¿Qué hago, cariño?”

“Hmmm… err… ¡Ah!” “¿Ah?”

“¡Momento Eureka!” Me miró con un brillo en los ojos.

De los tres edificios de dormitorios de la academia, Olivia vive en uno llamado Fontaine. Cada dormitorio tiene un patio interior en el que hay árboles y arbustos, rocas o fuentes que sirven como símbolos de ese dormitorio .

Recorrí el pasillo de la residencia Fontaine. Las fuentes del patio son ciertamente muy bonitas.

Esta vez, no hubo gritos agudos.

“¿Cómo está, Srta. Olivia? Oh, ¿es eso un dragón de peluche?” “¿Cómo está, Srta.? Es bonito, ¿verdad?”

Había vuelto a mi forma de dragón por primera vez en mucho tiempo, pero ahora era tan pequeño como un peluche normal. Cambiar de tamaño no es gran cosa para mí, pero mi corazón se aceleró porque me preocupaba que mi secreto saliera a la luz.

“Sí, bastante. Se ve fuerte, pero también un poco lindo.” “¡Te hee!”

Y así, Olivia me sacó a escondidas del dormitorio. ¡Uf, eso estuvo cerca!

“¡Je, je, eres lindo cuando eres pequeño, Papi!” Me apretó fuerte.

No pude hablar porque las amigas y compañeras de Olivia estaban cerca, pero estaba muy agradecido. Gracias, Olivia. Tu rapidez mental me ha salvado el pellejo.