Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: Las Vacaciones de Primavera del Sr. Dragón

La alegría estaba en el aire primaveral. La vista de la montaña era ahora de un tenue color rosa, y los vientos eran suaves y apacibles. Las pequeñas flores spreeg que pintaban de blanco la cresta del Pico Sagrado de Olimpia llenaban la zona con su dulce aroma, haciendo que el aire de los alrededores brillara y centelleara. La nieve que había cubierto la montaña en invierno había desaparecido por completo. Al contemplar la vista de la nueva estación a través de la ventana, me encontré sonriendo. Estas cosas sencillas pueden llegar a conmover incluso a los dragones que viven desde tiempos inmemoriales. Me estiré, ya totalmente acostumbrado a mi forma humana. La primavera está aquí.

“Despierta, Olivia.”

El castillo al que llamamos hogar, que originalmente era el único dominio de la Reina Oscura, tiene dos torres. La Torre Oeste contiene la habitación en la que la Reina Oscura se encerró durante mucho tiempo, y a Olivia y a mí generalmente no se nos permite entrar allí. Sin embargo, la Reina Oscura le da permiso a Olivia para entrar de vez en cuando en “reuniones sólo para chicas” con la asistente de la Reina Oscura, la elegante caballero Srta. Clowria. Me siento un poco excluido… pero me imagino que podrían estar discutiendo problemas y preocupaciones que un dragón como yo no entendería.

Por cierto, en los días de reunión de chicas, siempre tengo que preparar una tonelada de las galletas de jengibre que les encantan a Olivia y a la Reina Oscura. Se gastan tantas que me veo obligado a preguntarme si la Reina Oscura guarda un pequeño dragón en su habitación…

Luego, está la Torre Este. Es el primer lugar en el que tocan los rayos del sol de la mañana que salen de más allá de las montañas y también en el que golpean los vientos refrescantes que huelen al aroma de los árboles. Y es donde se encuentra la habitación de mi linda hija, Olivia. La niña que, un día frío y nevado, se acercó a un dragón y le llamó Papi, creció rápidamente en esta habitación.

“Hnn… Buenos días, Papi…”

Me eché a reír al oír su saludo entre dientes mientras se retorcía en su futón. Cuando era más pequeña, se levantaba antes que yo y estaba llena de energía a primera hora de la mañana. Pero hoy en día, a menudo se despierta tarde. Puede que sea porque está de vacaciones y no tiene que ir a clase, así que se dedica a leer libros hasta altas horas de la noche y a jugar con muñecos y cosas así. Basta con ver el peluche y los libros junto a su almohada. Si eso no es una prueba, ¿qué lo es?

“Papi tiene mucha hambre, sabes… Podría engullir toda la sopa que he hecho. Por cierto, preparé tu sopa de leche favorita.”

“¡Huh wha!” Con esas palabras mágicas, Olivia se levantó de un salto. “¡Buenos días, Papi!”

“Buenos días, Olivia.”

“¿Queda algo de sopa de leche para mí?” Todavía en pijama, se levantó de la cama y corrió hacia mí. La abracé y la apreté. Olía dulce como la leche, y su cuerpo era tan cálido como el mismísimo Sr. Sol. ¡Todos, mi hija es súper linda!

“Por supuesto que sí. Vamos a tomar un poco juntos.” Bajé la escalera de la Torre Este con gusto (mientras abrazaba a Olivia con fuerza en mis brazos) y Olivia chilló.

“¡Eek! ¡A ja ja!”

“¡Vamos, apresurémonos a la mesa!” “¡Sí, vamos!”

Al fin y al cabo, los desayunos más deliciosos del mundo son los que se toman con los seres queridos.

***

Mientras disfrutábamos de nuestro té después de un tranquilo desayuno en el comedor, pudimos oír dos pares de pasos acercándose.

“Haugh. Buenos díaaaaaaas.” “Buenos días, Sr. Dragón, Olivia.”

La dama con los cuernos de oveja asomando por su larga melena negra y frotando sus ojos de luna era la Reina Oscura.

“¡Buenos días, Srta. Maredia!” Dijo Olivia.

“Uh-huh. Puedes traerme el pan mientras me saludas, Olivia. El pan que está en la parte superior de esa cesta es grande, así que le vendrá muy bien a tu reina.”

“Mi bella Reina Maredia.” Dijo la Srta. Clowria. “¡Por favor, le traeré su pan con ardor y devoción! Y haré arte con la mermelada que le untaré.”

“¡Ja, ja, yo también le daré un poco de pan, Srta. Clowria!” Dijo Olivia. “Oh, vaya, muchísimas gracias.”

“¡Ahhh! ¡El pan de Clowria es más grande que el mío!”

Ni que decir tiene que el comedor se anima en cuanto entran esas dos. Vernos a los cuatro divirtiéndonos en la mesa del desayuno es siempre un placer en sí mismo. Cuando Olivia está en su dormitorio en la academia, las cosas se vuelven muy solitarias. De alguna manera, el hecho de eliminar a una persona de la ecuación hace que todos los demás se sientan mal.

“Oye, Srta. Maredia, cuando terminemos de comer, ¿quieres ir a la biblioteca conmigo?”

“Haugh ¿qué? Casi nunca eres tú la que me pide ir allí. Je, je… ¿Supongo que deseas un roce con la pura sabiduría de tu Reina después de tanto tiempo sin hacerlo?”

“Sí, hay algo que quiero preguntarte.”

Por “la biblioteca”, se refería al orgullo de la Reina Oscura, la Biblioteca de Grimorios situada en este mismo castillo. Alberga tanto los textos mágicos esotéricos y misteriosos de los darkin como los libros personales favoritos de la Reina Oscura. Hay innumerables artículos en su colección, desde libros de ilustraciones hasta libros de cocina y grimorios que causarían un gran revuelo si se trajeran al mundo humano. Evidentemente, Olivia había leído montones de ellos mientras colaboraba aireándolos. Es mi pequeño ratón de biblioteca.

“La biblioteca, ¿eh?” Dije. “¿Es para tus deberes?” “¿Hm? Ah, uhh…”

“¿Sí?”

“… Jee jee, ¡es nuestro secreto!” Ella esbozó una sonrisa y ladeó ligeramente la cabeza. “¡Espera, ahora tengo curiosidad!”

La Reina Oscura blandió su tenedor (que estaba apuñalando un poco de zanahoria glacé) con una sonrisa de suficiencia. “Je, je, je… Así que quieres hacer algo malo, ¿no?”

“¡¿Qué dices?!” Respondí. “¡¿Cómo qué hacer algo malo?!” “¡No es eso, Papi! No voy a hacer nada malo, ¡lo prometo!”

“Por supuesto que no lo harás. Papi cree en ti… Ah, ¡oh no!” En mi agitación, estuve, por un breve momento, a punto de volver a la forma de dragón.

Era un auténtico alboroto. La Srta. Clowria, que había terminado su desayuno antes que la Reina Oscura, se enderezó y se aclaró la garganta. “Ejem, Reina Maredia.”

“¿Sí?”

“Eso fue excesivo de su parte, Su Oscuridad.” “Lo siento… Haugh…”

“Uh, err, yo también lo siento…” Dijo Olivia. Los dos inclinaron la cabeza en señal de disculpa.

No, espera un segundo. Acabo de leer que no está bien entrometerse en los secretos de un niño que ha alcanzado cierta edad en La Intimidad de tu Hijo y Tú. Me he asustado demasiado y he estado a punto de ensuciar el comedor, y eso es culpa mía.

Sonreí lo mejor que pude. “Pueden tener sus secretos, pero no hagan nada peligroso…

¡Dime que no lo harás, pase lo que pase!”

Quizás mi presión dracónica fue demasiado fuerte porque la Reina Oscura se encogió en su asiento. “Haaauughhh…”

Y eso es lo que ocurrió en ese día libre.

Una vez que las vacaciones de primavera llegaban a su fin, Olivia volvía a la vida en la residencia escolar.

***

Nuestros días con Olivia pasaron volando en un abrir y cerrar de ojos. Probamos nuevas recetas, paseamos por los bosques vernales, saludamos a los pájaros, las ardillas y los osos, leemos cuentos y comemos dulces juntos. Y cuidamos las flores luna-brillante que habíamos plantado en la sección de hierbas medicinales de nuestro jardín.

Por cierto, parece que la planta que los humanos llaman “la planta-acea”, el remedio para todo, es la flor luna-brillante. Yo sólo pensaba en ella como la planta que crece por estos lares, así que me sorprendió. Cuando Olivia llevó algunas a la escuela no hace mucho, causó un gran revuelo. También parece que los peces gordos de la sociedad humana leyeron el diario de observaciones que había escrito durante las vacaciones y lo consideraron un tratado de herbología. ¡Así se hace, Olivia! Eso es verdaderamente impresionante.

A este respecto, me pregunto si la planta-acea que compartimos con la amiga de Olivia, Seraphy, la niña elfa jardinera que mantiene el patio de la Academia de Florence, está creciendo bien. Como hija de la reina filósofa de los elfos y fundadora de la Academia, la Srta. Phyllis, tenía bastante peso en su mente, pero ya deben estar llevándose bien. Espero que le vaya bien.

Gracias a Olivia, mi mundo se ha hecho más grande. Si no fuera por ella (sobre todo desde que empezó a asistir a la academia), nunca, nunca habría conocido a un montón de gente como esta. Me habría quedado solo en la montaña.

¿Quién sabe cuántas veces más rápido se expande el mundo de Olivia en comparación con el mío ahora que pasa sus días en la escuela? La idea me hace feliz por ella… y sentirme un poco desolado.

“¿Seguro que no te olvidas de nada, cariño?”

“¡Ajá! Estoy bien.” Observé cómo mi fiable hija asentía.

Era el último día de las vacaciones de primavera. Se dirigía a la academia a través del carruaje que la esperaba cerca del bosque al pie del Pico Sagrado.

Llevaba una americana del color de las flores de primavera y una boina. Además, llevaba su manto blanco que demostraba que era la Alumna del Rey, una estudiante especialmente destacada seleccionada por la nación a la que pertenece su escuela. Le quedaba muy bien, y más ahora que es un poco más alta que el año pasado. Cuando era de primer año, su uniforme era mucho más grande que su cuerpo, y me recordaba a una muñeca.

“A partir de este año, seré una alumna superior para algunos de los estudiantes.”

“Vaya…” Uhh, ¿cuál es que era la dinámica de la relación?

“Ajá. Piensa en las alumnas de cursos superiores como las hermanas mayores de la escuela. Son amables y amigables y gente maravillosa.”

“¿Eso es cierto? Una estudiante de curso superior, eh…” Los humanos se llaman entre sí con todo tipo de títulos y términos interesantes.

“También habrá estudiantes nuevos. Voy a ser una maravillosa estudiante de curso superiora para ellas.”

“Estoy seguro de que si hay alguien que puede serlo, eres tú.” “¡Sí, eh!”

Vestida con ese uniforme y rebosante de confianza, a mis ojos ya era toda una hermana mayor. Golpeaba alegremente sus zapatos en el suelo, llevando su bolsa de viaje en su persona. Me pregunto qué es ese libro que lleva en la mano.

“¡Muy bien, Papi, nos vemos!”

“Sí. Nos vemos, cariño.” Le di un abrazo y le acaricié la cabeza, con sus trenzas castañas claras balanceándose. Ahora es capaz de trenzarse el cabello con maestría.

La Reina Oscura se había encerrado en su habitación esa mañana, pues había dicho que ver a Olivia fuera la hacía sentir triste y sola. La Srta. Clowria estaba con la abatida Reina Oscura para hacerle compañía.

“… ¿Papi?”

“¿Sí, cariño? ¿Qué pasa?”

“¿También te sientes solo cuando no estoy?”

Ya era hora de que se fuera, y sin embargo mi Olivia me lanzó esa pregunta.

Ese “también” del final debe significar… Ya veo. ¿Te sientes sola, cariño?

Pensaba que se había convertido en una jovencita, pero al fin y al cabo sigue siendo una niña.

“Sí, cariño. Por supuesto que sí.” “¿En serio?” Su cara se iluminó.

“¿Eh?” Me sorprende que parezca tan encantada. Estaba un poco desconcertado. “¡Voy a darlo todo!” Dio un pequeño resoplido de autosatisfacción.

No estoy seguro de entenderlo, pero…

“Nos vemos, Olivia. Haz lo mejor que puedas en la escuela.”

“¡Hooooo!”

“¡Augh!”

En cuanto Olivia desapareció por el bosque de Olimpia, oí un fuerte revoloteo de alas.

¿Qué es todo esto?

Un ligero peso me presionó el hombro derecho. “¡Sr. Búho!”

Ese cuerpo esponjoso, esos grandes ojos de platillo y una pata con la banda con el escudo de la academia. Era el familiar postal de la academia, con su encantadora bolsa de correo a la espalda. Siempre trae las cartas que Olivia me escribe. Durante la vacaciones, no vuela aquí a menudo, ya que no hay mensajes de ella que entregar. Sin embargo, es agradable volver a verle. “Tanto tiempo sin vernos, Sr. Búho… Espera, ¿una carta? ¿Para mí?”

Olivia acababa de salir para la escuela hace un momento. ¿De quién es esta carta?

“Hoo.”

“Espera, ya la tomo…” Saqué la carta del interior de la bolsa. Rompí el sello de la Academia de Florence y tomé la única hoja de papel que había dentro del sobre.

“… Veamos… ¿‘Solicitud de una Reunión Especial de Padres y Profesores?”

***

Sr. Eldraco,

Gracias por su continuo apoyo a la Real Academia Femenina de Florence. Su patrocinio ayuda a hacer posible la educación que impartimos.

Le escribimos para solicitar humildemente su presencia en una reunión de padres y profesores. Por favor, consulte el siguiente horario y acuda a la academia a la hora indicada…

***

“¿Podría ser esto… lo de la ‘citación escolar’?” Me dieron una de estas el año pasado,

¿no? Pero, ¿por qué me convocan antes de que Olivia haya vuelto a la escuela? Bueno, supongo que debería ir a ver. También podré ver a Olivia en modo escolar, así que será divertido.

***

Mientras tanto, en el despacho de la directora de la Academia Florence, una hermosa mujer estaba junto a la ventana que daba al patio. Se trataba de Phyllis Florence, directora y fundadora de la ilustre academia. Los siglos no habían hecho nada para estropear su bonita melena y su atractivo rostro. También era una elfa, una raza que posee altos niveles de poder mágico. Además, ostentaba el elevado título de Reina Filósofa de los Elfos y era uno de los Seis Sabios de Riaris, pilares de la historia. Sólo otro miembro de los Seis, además de la longeva elfa, seguía vivo. Por último, era la guardiana de la Gema-Escalada de la Eternidad, una de las Siete Reliquias Supremas con gemas que albergan una poderosa magia.

Todo esto para decir que Phyllis Florence era una figura tan legendaria que atraía miradas de respeto (léase: envidia) cada vez que ponía un pie en la puerta.

Y era esa mujer sabia y atractiva la que en ese momento tenía el ceño fruncido. En cuanto a la razón…

“Haaaaaa… Las vacaciones de primavera están a punto de terminar.”

“Srta. Phyllis, por favor, es suficiente.” Dijo la directora, una mujer en sus años dorados. “Un lapso tan breve debe pasar en un parpadeo para alguien como usted que ha vivido una eternidad, pero para los niños, este descanso es casi demasiado largo.”

“Courié…” Phyllis soltó otro suspiro. “Pero Courié… una vez que el descanso haya terminado, esa chica volverá.”

“¿Quieres decir… Olivia Eldraco? ¿No es eso algo bueno? Que nuestra academia albergue a una estudiante tan sobresaliente no es nada para hacer pucheros. Es la Alumna del Rey.”

“Ella es excepcional, sin duda. Y lo que es más, bueno… Sé que no hace nada por maldad.”

“De hecho, su corazón está siempre en el lugar correcto… No hay duda.”

“Haaaa…” Phyllis miró con desánimo el patio, el precioso jardín que mantenía su hija. “En cualquier caso, hagamos lo que debemos e informemos a su tutor del estado de las cosas.”

Ante eso, Courié, su buena confidente a pesar de ser un humano de corta vida, asintió con la cabeza. “Sí, creo que sería lo mejor… Sobre todo antes de que lleguen las nuevas alumnas.”

“Es cierto. Además… este año tenemos otra cosa de la que preocuparnos.” Phyllis soltó otro gran suspiro.