Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 2

Capítulo 15: El Sr. Dragón se va de Viaje

Era el momento de salir, la hora de la excursión.

Hoy nos han dicho que podíamos participar en nuestras formas humanas, por lo que nos habíamos vestido para el exterior. La Reina Oscura estaba contenta de poder volver a ponerse su conjunto de vestido blanco y sombrero de paja.

Desayunamos sándwiches, pero no los habituales de huevo. En su lugar, eran sándwiches de fruta rellenos de crema.

“Tee jee, estos son realmente buenos, ¿no?” Olivia también parecía encantada.

Tal vez debería probar a hacer algunos con los frutos secos y las bayas de los alrededores del Pico Sagrado. Recogerlas con Olivia y preparar sándwiches con ellas suena divertido.

Luca mordió su sándwich e inclinó la cabeza. “… ¿Fueron hechos especialmente por encargo por la tienda de bollos de mermelada de la capital…?”

“¿Qué pasa, Luca?” “Hmph, no es nada.”

El día de la excursión fue un día un poco especial, y ese desayuno fue sólo el comienzo. Comimos hasta la saciedad y cruzamos el puente levadizo sobre el foso que rodea la escuela. Teníamos que encontrarnos justo delante de la puerta. Una vez allí, nos recibió la vista de las interminables praderas. El rocío de las primeras horas del verano brillaba ante nosotros. Respiré profundamente y aspiré el aroma de la hierba.

“¡Qué buen tiempo! Es un día perfecto para un viaje, ¿no?” “¡Lo es, Papi!”

Las alumnas de primer y segundo año habían formado filas cerca de la puerta. Iban a viajar en pequeños grupos en carruajes tirados por caballos. Había doscientos alumnas, cien por cada curso. En cada carruaje cabían diez estudiantes, así que había veinte carruajes en total.

Los carruajes viajarían a través de la vasta pradera y estaba previsto que llegaran a la Sagrada Fuente Dracónica de Tritonis justo antes del mediodía.

“Esta será mi primera vez en un carruaje.” Dije.

“Haugh. Puedo ver por qué, dado que un dragón anciano como tú puede llegar más rápido volando.”

Llevamos nuestra documentación, las fiambreras y los tentempiés entre horas. Estábamos listos para salir, y los carruajes también estaban casi listos, alineados frente a la puerta.

“¡Vaya, Dios mío! ¡Qué carruajes tan grandes! Y además, ¡hay tantos!”

“Qué suerte para nosotros, Sr. Dragón. Normalmente, a los guardianes no se les permitiría acompañarnos en un evento como este.”

“¡Srta. Clowria! Sí, me alegro de que nos hayamos convertido en la seguridad de la academia.”

“Yo también.”

Dicho esto, ¿por qué se tomaron la molestia de escribir “No se admiten padres/tutores” en el folleto de la excursión?

“Evidentemente, antes de la prohibición de que los padres y tutores acompañaran a las chicas, los nobles solían llevar grandes contingentes de sirvientes y abrumar los destinos del viaje…”

“¿En serio?”

“Es más, algunos incluso hacían que pasteleros de primera línea crearan las meriendas de las chicas allí mismo. Debió ser toda una batalla de egos.”

“Supongo que por eso también implementaron una limitación de equipaje…” De vez en cuando, los nobles humanos hacen cosas que ni siquiera imaginaba… Lo único que pude hacer fue reírme.

“Ah, mira. Nuestro carruaje parece ser aquel de allí.” Dijo la Srta. Clowria. “Vaya, parece un poco elegante, ¿no?”

“Err, verás.” Dijo Olivia. “La Srta. Phyllis puso una barrera. Así no nos atacará ningún bicho, ni siquiera con Luca a bordo.”

Aparentemente, todas esas decoraciones y adornos en el carruaje eran parte de la barrera de la Srta. Phyllis.

“¡Eh, eh!” La Srta. Phyllis había venido a despedirnos, y estaba hinchada de orgullo. “Me quedaré en la academia, así que no podré acompañarte, ¡pero me he asegurado la protección fuera de los muros, familia Eldraco!”

Muchas gracias, Srta. Phyllis. Esto es una gran ayuda.

Observé cómo los niñas subían a los carruajes una tras otra, y entonces oí un sonido de choque.

“¡Eek!” Gritó la Srta. Phyllis, saltando de sorpresa. “Dios mío, ¿qué está pasando?”

Una de las profesoras se apresuró a acercarse. “¡Srta. Phyllis! Me disculpo… ¡Una de las ruedas del carruaje se ha caído!”

“¡¿Qué has dicho?!”

Efectivamente, una rueda se había desprendido de uno de los grandes carruajes para diez personas. Afortunadamente, no parece que ninguna de los niñas se haya hecho daño. Me sentí mal por los caballos, que estaban claramente asustados por la forma en que relinchaban, pero también resultaron ilesos. ¡Qué alivio! Y sin embargo…

“¿Qué hacemos? A este paso, algunas de las estudiantes no podrán venir…” “¿No hay forma de ponerlas en otros carruajes?”

“Bueno, probablemente podríamos… pero creo que se quedarán bastante apretadas.”

“En ese caso, deberíamos hacer que lo reparen o que se consiga un carruaje de reemplazo de inmediato…”

“Si tenemos que esperar, podríamos acabar llegando al manantial de noche.” “¡¿Quieres decir esta noche?! Entonces la excursión se arruinará…”

Las alumnas se reunieron junto a la Srta. Phyllis, con caras graves mientras intercambiaban miradas de preocupación.

El único problema del carruaje parecía ser la rueda. El interior del carruaje parecía estar intacto.

“Papi…” Olivia me miró, inquieta.

“Hm… Me pregunto si hay algo que podamos hacer.”

Le faltaba una rueda, pero el carruaje en sí estaba bien. Las riendas de los caballos también estaban intactas. Recordé lo que la Reina Oscura me había dicho antes. “Haugh. Puedo ver por qué, dado que un dragón anciano como tú puede llegar más rápido volando.”

Ah, ya sé que hacer. Es una pena que tenga que volver a mi otra forma, pero bueno.

“Err…”

“Sí, Sr. Eldraco, ¿qué es?” “¿Debo llevarlas?”

“… ¿Eh?”

“¡Puedo volar hasta allí, con el carruaje en la boca!”

***

“¡Whoooa! ¡Guau, Papi! ¡Estamos tan arriba!”

“Ha pasado mucho tiempo, así que da un poco de miedo…” Dijo la Srta. Clowria, emanando energía nerviosa. “Supongo que se puede decir que las cosas son diferentes a cuando vuelo sola…”

“¿C-Clowria? ¿Estás bien, Clowria?”

“Esto es increíble… Nos estamos elevando a través de la estratos-fera!”

Las ruedas del carruaje que la Srta. Phyllis había hecho especialmente para nosotros habían sido fijadas al carruaje roto, y yo había subido al cielo sosteniendo el carruaje que albergaba a Olivia y los demás. El tamaño de mi cuerpo estaba, por supuesto, en el lado más grande al hacer esto. Me moví por el aire, igualando la velocidad de los carruajes que se desplazaban por el suelo, y todos nos dirigimos al lugar de nuestra excursión: el gran charco que cavé inadvertidamente mientras estaba medio dormido, la Sagrada Fuente Dracónica de Tritonis.

***

“¡Guau!” Dijo Olivia, con la emoción clara en su voz.

Ante nuestros ojos estaba el mar abierto. O mejor dicho, era un lago, supongo. Las brillantes aguas se extendían hasta donde alcanzaba la vista, y una espesa masa de árboles se alzaba a su alrededor.

Es tan apetitoso… quiero decir, ¡hermoso! ¡Tengo que decir que Tritonis es muy grande!

Lo que me atraía no era sólo la superficie brillante o la exuberante y tierna vegetación que crecía en la orilla del lago. Era el aroma del agua. Podía percibir el gran número de formas de vida que respiraban aquí.

“¡¿Se convirtió en un lago así de grande?!” El hoyo que había cavado sí que había crecido de forma bonita.

Giré en el aire, con el carruaje aún en la boca, y descendí en espiral hacia la orilla. Los carruajes que venían detrás de nosotros fueron llegando uno a uno, y los gritos y jadeos de las emocionadas colegialas de esos carruajes llenaron el aire.

“¡Whoaa!” Dijo Olivia. “¡Nunca he visto tanta agua en un solo lugar!” “¡Haaaaugh! Es… ¡Es tan brillante!”

“Su Oscuridad, he traído gafas de sol. ¿Deseas usarlas?”

“¡Bien! Eres la mejor, Clowria… Bueno, ¿qué te parece? ¿Me quedan bien?” “¡Oh sí, te quedan fenomenal! ♡”

“Muaa ja ja ja. ♡” La Reina Oscura parecía complacida, por decir lo menos.

Un vestido blanco, un sombrero de paja y gafas de sol. Me han dicho que es un conjunto clásico de vacaciones… Por cierto, llevaba un conjunto que la Srta. Clowria había preparado para mí, y supongo que es la razón por la que la gente no paraba de decirme “aloha”. ¿Es algún tipo de saludo? Es una palabra misteriosa con la que no estoy familiarizado. Me pregunto si es de una tierra oriental.

“¡Ah, ejem!” Luca se aclaró la garganta. “H-Hey, gente, ¿no estamos siendo demasiado frívolos? Nuestra misión es buscar las Reliquias… ¡No puedo perder el tiempo haciendo una excursión en el campo!”

“¡¿Hughh?! ¡Luca, deja de asomarte así por la ventana! ¡Especialmente después de decir una frase como esa!”

Todo el mundo charlaba y se reía.

“¡Tee jee!” Dijo Olivia. “¡Quiero ir a nadar en el agua!”

Me alegré por ella. Había estado esperando esto. Con el corazón animado por el sonido de la risa vivaz, agité mis grandes alas y terminé el descenso.

Aterrizaje completo.

“¡Estamos aquí!”

Respiré profundamente y miré al cielo. Había un agradable aroma a agua y vegetación, y el cielo estaba despejado. Un tiempo perfecto para una excursión.

***

“¡Estas galletas están muy buenas, Papi!”

“Realmente lo están. Y ni siquiera son súper frescas ya que las horneamos ayer… Son crujientes y se deshacen en la boca.”

Ahora estaba en mi forma humana para nuestra merienda familiar. Colocamos una sábana y abrimos la cesta llena de galletas y magdalenas que habíamos preparado juntos. Estaban tan buenas y eran tan amplias que no se diría que el presupuesto había sido limitado.

“¿Qué te parece? Es mi receta para el público.”

Kate, que nos había dado la receta, observó nuestras reacciones con alegría. “Son deliciosas, especialmente estas.”

“¡Eh, eh! Tiene un buen ojo, Sr. Eldraco. ¡Esa es la masa de galletas crujientes que desarrolló mi padre! Su más reciente invento.”

“¡Ya veo!”

“¡Sí! Mi padre es un famoso pâtissier… de hecho, ¡es su fuerte!”

¡Por eso están tan buenas! Me pregunto si puedo reproducir la receta. Recuerdo la receta en su mayor parte… He hecho todo lo posible para hacer comida y dulces para Olivia, así que tal vez al menos podré hacer una imitación decente. Si le pido las proporciones de los ingredientes, podré hacerla cuando quiera.

“¿Luego podrías decirme la receta de estas galletas?”

“¡Claro que sí!” Dijo Kate.

“¡Dios mío, Papi! ¿Las vas a hacer en casa?” “Sí, cariño. Por supuesto.”

“¡Yayyy! Ah, pero Papi, ¡también me encantan tus galletas de jengibre y de nueces!” “Jee jee, gracias, cariño.”

Me serví otro bocado de galletas. Estaban realmente deliciosas. “¡Sí, esto va a entrar en nuestra rotación habitual!”

“¡Je, je, me alegra escuchar eso, Sr. Eldraco! Quiero decir, ¡usted es un Dragón Anciano!”

No creo que mi condición de dragón anciano tenga nada que ver con ello, pero de todos modos es gratificante oírlo.

“¡Todavía es antes del mediodía! Vamos a comer un montón de galletas.”

Después, teníamos previsto ir a nadar. La agenda de hoy consistía principalmente en clases de natación y paseos por la orilla del lago. En la tarde, subiríamos de nuevo a los carruajes y volveríamos a la academia en la oscuridad de la noche. La cena de esta noche sería ligera, ya que sería más tarde de lo habitual. Luego, nos iríamos a dormir. Ese era el plan. Un descanso de la rutina diaria… ¡era un poco emocionante!

“En serio, esto se siente bien.” Hacía tiempo que no caminaba por un lugar tan amplio y abierto, y nunca me había aventurado tan lejos con Olivia.

“Haugh, ¿quedan magdalenas? ¡¿Dónde están las magdalenas?!” “Mi Reina, ya has participado de tu porción, ¿no es así?” “¡Todavía tengo hambre! Me he levantado temprano esta mañana.” “Tee hee, ¡yo también tengo hambre!” Dijo Olivia.

“… ¡Ejem!”

“¿Luca?”

“… Si no te importa comer algunas que he hecho, puedes tenerlas.” Luca sacó las magdalenas con los nombres de todos escritos en chocolate.

“¡Haugh! ¡Me olvidé por completo de esas!”

“B-Bueno… comparado con las galletas del Chef de la Corte Real, quizás no sean nada especial, pero…”

“¡Mmm, están tan buenas!” Dije. “¡¿En serio?!”

“¡De verdad, Luca!”

Estaban húmedas y no eran demasiado dulces. Olivia estuvo de acuerdo y asintió mientras mordisqueaba la suya.

“Oye Luca, ¿quieres otra taza de té?” “S-Sí, muchas gracias.”

“¡Ah, yo también quiero una!” Dijo Olivia. “¡Yo también!” Dijo la Reina Oscura.

“Señor.” Dijo Daisy. “¿Le gustaría probar las hojas de té que hemos traído?” “Es una gran idea. Gracias, Daisy.”

Antes de darme cuenta, un buen número de estudiantes se había reunido a nuestro alrededor. Olivia estaba en el centro del ring con Luca y la Reina Oscura a su lado. Era dichoso ver una escena así.

Con cada crujido y cada bocado, transcurría el tiempo de nuestra divertida merienda.