Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 2

Capítulo 10: La Reina Tonta Rina Oscura va a la Escuela

“Sigilosa, sigilosa… Así es como estoy siendo…” Sigilosa.

La belleza de los cuernos de oveja que sobresalen de su cabello negro cruzó de puntillas los terrenos de la Real Academia Femenina de Florence. Ya no soportaba el “cuidar de la casa” y había utilizado la Puerta Demoníaca en el armario del comedor para infiltrarse en la escuela.

No llevaba su atuendo habitual, sino un uniforme escolar, aunque no uno idéntico al de la Academia Florence. Más bien era una versión modificada, por así decirlo, en la que abundaban los encajes con volantes y los emblemas bordados.

Incluso mientras atravesaba los terrenos, sonrió para sí misma al pensar que estaba dando un paseo por la academia en uniforme.

Sobre su hombro se posó un hermoso y seductoramente elegante halcón.

“Su Oscuridad, ¿no podría haber venido simplemente con Sir Dragón? Seguramente no era necesario que te colaras.”

“Haugh, ¿de qué estás hablando, Clowria? Piénsalo. Soy demasiado bonita, ¡así que las chicas acudirían a mí!”

“Ejem, es cierto… La visión de tu hermoso ser en uniforme es maravillosamente entrañable; eso es indiscutible.”

“¡Ves, tal cual! ¡Mua ja ja!” cacareó mientras presionaba hacia adelante. “Sabes que me gusta el género de la vida escolar.”

“Vaya que sí. Aunque nunca se te permitió una vida escolar propia, ocupada como estabas en conquistar las tierras de los humanos desde una tierna edad.”

“Haugh. No se pudo evitar.”

“… Y después, Su Oscuridad se refugió en el castillo, recuperando sus fuerzas y acumulando su ardor para una segunda invasión.”

“Incluso si hubiera dejado el castillo, hasta hace un siglo, la gente seguía operando bajo la desagradable y bruta visión del mundo de matar a los darkin al verlos.”

“Ciertamente, porque la sociedad humana es lenta para cambiar con los tiempos.” Clowria se acicaló las plumas.

“Tengo que decir que esperaba que hubiera más gente. No veo a ningún estudiante o profesor por ninguna parte.”

“Es cierto, Mi Reina. ¿Quizás estén disfrutando de algún tipo de evento o función en algún lugar?”

“¿En serio? Oh, bueno, me alegro de poder descansar con tranquilidad. ♪” “¡Sí, el lugar le sienta de maravilla, Reina Maredia!”

“Je, je, je, no me importaría tener más cumplidos, ¿sabes?”

“Desgraciadamente, debo expresar mi más profundo pesar… ¡pues debería haber ordenado la última Eselar-Camra para capturar su imagen!”

“¡Fua ja jaaa!” Los halagos de Clowria provocaron que Maredia estuviese muy alegre.

“… ¡Vaya, no serás, un intru-so!” “¡¿Ha, haughhh?!”

Y así se encontraron la shaman testaruda y la darkin tonta. Los dos se miraron sin palabras.

¿Quién es? Pensó Maredia. ¡Mis sensores me dicen que me espera una bronca de proporciones míticas! ¡Por lo tanto, el único camino hacia la victoria es correr! Pero, esta chica… ¿Está llorando…?

¿Quién o qué es esta persona…? Pensó Luca. Ese atuendo atípico, esos cuernos. ¿Podría ser? ¿Es una darkin? ¡No es momento de llorar!

Luca moqueó mientras se secaba con ambas manos las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Entonces levantó la vista… para descubrir que ya no estaba. “¿Eh? ¿Adónde se fue…?”

La enigmática chica que llevaba un uniforme que nunca había visto y con un halcón en el hombro había desaparecido sin dejar rastro.

***

“¡Hughh, Dragón Anciano!” “¡Srta. Reina Oscura!”

Había estado paseando por el jardín de la academia después de separarme de la Srta.

Esmeralda cuando oí una voz familiar.

“¡Olivia Eldraco! ¿Conoces a este individuo sospechoso?” “¡Luca!”

Luca venía hacia nosotros, con una mirada de rabia en su rostro. En su mano, un gato negro, la Reina Oscura. Un bonito halcón volaba a su alrededor. Al parecer, las dos damas darkin podían transformarse en animales, no sólo la Reina Oscura.

“¡Perseguí a esta sospechosa estudiante impostora, y tomó la forma de un gato! ¡Algo dudoso está en marcha!”

Luca sujetaba a la Reina Oscura por la nuca y las extremidades de la gata se extendían bajo ella. ¡Los gatos pueden llegar a ser tan largos! La Reina Oscura se agitaba y tenía una ofuda clavada en la frente.

“¿Estudiante impostor…?”

“¡Llevaba un extraño uniforme y se paseaba sin pudor por los pasillos!” “¡No era ‘extraño’! ¡Haughhh!”

“Oh, vaya…”

“¡Cambiar de forma para intentar huir es demasiado sospechoso! ¡Y pensar que se transformó en un gatito tan lindo!”

Ah, así que la pequeña Luca pensó que era linda. Ella hizo gatos para sus gólems rellenos durante el duelo. ¿Tal vez es una amante de los gatos?

Como guardia de seguridad, me vi más o menos obligado a echar a las dos damas del recinto escolar. No importaba cómo lo viera, estaban invadiendo el terreno. Pero yo sabía que no eran malas personas.

La Srta. Clowria susurró al oído de la Reina Oscura. “Mi Reina, ¿acaso una muchacha humana de su calibre no es fácil de convencer ante su poderío?”

“Haugh… Eso es, bueno… ¿Supongo que voy a la ruta pacifista?” La Reina Oscura suspiró. Ya no se resistía.

“¿No deberías ponerte a trabajar, guardia de seguridad?” “Err, bueno…”

Hice contacto visual con la Reina Oscura. Llevábamos años viviendo en el mismo castillo.

Sabía lo que pasaba. Ella tenía ‘está bien, haz… haz lo que quieras’ escrito en su cara.

Los engranajes de mi cabeza giraban mientras pensaba. Si quería gestionar correctamente esta situación, tenía que conseguir que Luca se pusiera de acuerdo.

“Err, verás, esta persona es la Reina Oscura.”

“Eh, ¿perdón? ¿De qué estás hablando? ¿La Reina Oscura?” “Es muy, muy fuerte, así que…”

“Entonces…”

“¡Me… me gustaría que le dieras asistencia al guardia de seguridad!”

Le conté a la Srta. Phyllis lo que había sucedido y se quedó sin palabras, perdida en sus pensamientos durante unos cinco minutos. Finalmente, suspiró. “¿Otro guardia de seguridad?”

“¡Sí, tal cual! Seguiré dándolo todo como guardia de seguridad de la academia, pero Luca es un objetivo frecuente de los monstruos, ¿no?”

“Sí, así es…”

“Siendo así, estaba pensando que nos daría algo de tranquilidad que una compañera se quedara al lado de Luca como guardia de seguridad. Ya sabes, en caso de alguna emergencia imprevista.”

“Bueno… tienes un punto sólido.”

No son sólo los monstruos que atacan en grandes manadas los que pueden llegar a ella, como esos faux-nixs. Parece que también hay bichos y demás criaturas que se mueven en la noche. Como fantasmas que pueden poseer a la gente.

“¡No soy tan débil como para necesitar la protección de un individuo tan extraño!”

“Le prometí a Esmeralda que te mantendría a ti y a las demás estudiantes a salvo, pase lo que pase.”

“… Una promesa a Milady Esmeralda.” La Srta. Phyllis asintió.

“… Mientras no se interponga en mi camino, entonces… no es una idea tan horrorosa…” “¡Haughh!”

“¡Miau!” En algún momento de nuestra discusión, los gólems felinos que Luca había creado antes habían empezado a aferrarse juguetonamente a la Reina Oscura.

Y así, continué mi trabajo como guardia de seguridad de la academia mientras la Srta.

Maredia y la Srta. Clowria se convertían en guardaespaldas personales de Luca.

Tengo la corazonada de que Luca y la Reina Oscura pueden llevarse bien. ¡Llámalo intuición de dragón! La Srta. Esmeralda había dicho que quería que nos hiciéramos amigos de Luca. Espero que esto sea un comienzo.

“Haugh, ahora que lo pienso…” “¿Qué es, Srta. Reina Oscura?”

Incluso cuando la Reina con forma de gato estaba siendo asaltada por los gatos gólem, refunfuñó: “… ¿No coincide el tipo de carácter de esa chica con el mío?”