Youjo Senki (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: Restauración

Parte 2

24 DE ABRIL, 1927 DEL AÑO UNIFICADO, FRENTE ORIENTAL, PUESTO TEMPORAL DEL KAMPFGRUPPE

Ordenar a todo el mundo que se mantenga alerta, señalar los descuidos y tomar todas las precauciones posibles para mantener la seguridad de las operaciones. Es natural hacerlo como comandante, pero asegurarse de que se filtre a toda la organización es difícil.

La tarea más dura es el alivio que llega una vez que se asienta el polvo y se sirve la comida caliente. Este es el momento en que la tensión se escurre de los hombros de todos. Es difícil que los soldados no sientan que por fin han alcanzado la seguridad en la retaguardia.

No se puede exagerar que en estos momentos no quedaba ni una pizca de tensión en el campo de batalla en la mayoría de las unidades del Ejército Imperial.

Las tropas estaban convencidas de que habían tenido éxito en su retirada. Los errores que surgen de la verdad son los más insidiosos. Esta pequeña victoria relajó demasiado al Ejército Imperial.

La alarma que anuncia la aproximación de una gran fuerza de la Federación sólo empezó a sonar cuando los enemigos ya estaban bastante cerca. Aun así, si el enemigo se acerca, todo el mundo sabe ya qué hacer.

Las tropas que dormitan con sus mochilas como almohadas se despiertan de un manotazo y tardan un instante en saltar a sus puestos.

“¡Ataque del enemigo! ¡Ataque enemigo!” “¡Todas las unidades a sus puestos!”

El oficial de guardia corre de un lado a otro gritando, y las tropas cuyo ligero sueño se ha visto truncado maldicen sin freno mientras saltan a sus lugares en armonía preestablecida.

“¿Obstaculizando nuestro sueño? ¡Maldita sea! ¡Algún día los demandaré por ser una molestia pública!”

Tanya no es una excepción. Se dirige al cuartel general del Kampfgruppe, ladrando fuertes protestas durante todo el camino. En cuanto llega a su puesto de mando, sabe lo que tiene que hacer.

“¡Informe de situación!”

“Como mínimo es una división, señora. Ataque del enemigo.” “¡Mierda, ni siquiera hemos terminado de construir nuestra

posición! ¡¿La gente de la Federación no conoce la etiqueta para visitar a alguien?!”

Las fortificaciones imperiales aún están incompletas. Suena mejor si se dice que están haciendo todo lo posible para terminarlas, pero la verdad es que pueden o no haber logrado cavar algunos agujeros de araña; ese es el nivel de progreso del que estamos hablando.

Y eso no es todo porque cuando llueve, diluvia. Estamos sufriendo una escasez galopante de ametralladoras ligeras en el frente oriental. Ni el gélido invierno ni la fangosa primavera han sido benévolos con las ametralladoras ligeras de serie fabricadas para nosotros en el país de origen.

La densidad de fuego de las unidades de primera línea aquí es terriblemente baja en comparación con lo que las fuerzas imperiales estaban poniendo en las líneas occidentales.

Dadas las circunstancias, no podemos esperar que el punto fuerte inmovilice o detenga completamente al enemigo, aunque haya trincheras. Es natural que el comandante de la defensa quiera compensar la falta de potencia de fuego de la infantería haciendo trabajar más a las tropas acorazadas y a los magos aéreos.

“Coronel, es el puesto de mando.” “Pásamelos.”

La única gracia salvadora es que la cadena de mando sigue funcionando. Tanya puede ver claros beneficios del mando unificado a nivel de división como miembro de la organización.

“¿Ayudar a la defensa? Entendido. El Salamander Kampfgruppe quisiera dar apoyo con tropas blindadas y volar en misiones de ataque con magos aéreos. ¿Tenemos su aprobación?”

Esta es la fase de negociación de la sesión informativa que debe tener lugar antes de que todos puedan ponerse a trabajar.

“Aquí CP. El ala izquierda de la línea de defensa dos está en la condición más crítica. ¿Puedes apuntalarlos?”

“Podemos, pero significará que los magos aéreos se queden allí.”

“Me doy cuenta de que es mucho pedir, pero por favor, proporcionen todo el apoyo que puedan. También me gustaría pedirte que saques una compañía de magos aéreos para usarla como reserva una vez que la situación se estabilice.”

No es que no vea lo que el CP está tratando de hacer, pero ningún comandante está encantado de recibir una propuesta como esa. Todos quieren tener reservas cerca.

“Salamander 01 a CP. Me parece bien ir allí como refuerzo, pero no está claro si tendremos las tropas extra, así que no puedo garantizarte ninguna reserva.”

“… Bueno, en ese caso sólo si puedes.” “No puedo ofrecerte algo de la nada.” “… Entendido.”

Por suerte, la otra parte cede y el asunto se resuelve limpiamente. Ni siquiera nos sobra mucho, así que agradezco poder conservar aunque sea un poco.

Es la misma razón por la que hay una gran diferencia entre llevar el sistema a sus límites y mantener una ligera redundancia para asegurar su salud general.

Ahora bien. Tanya cuelga el auricular y, al darse la vuelta, comienza a reunir las órdenes de salida.

Si hay alguna conversación más odiosa que la que acabo de tener, será la siguiente. Tanya desplaza su mirada hacia su encargado de los tanques.

“Es probable que sólo el 203º Batallón de Magos Aéreos intente atacar, así que, Capitán Ahrens, sus blindados apoyarán la defensa.”

“¡¿Coronel?! ¡También podemos ir allí!”

Es la respuesta que ella esperaba. Para ser justos, cualquiera que no tenga esa actitud probablemente no esté hecho para ser un oficial blindado.

“Necesito los tanques en la defensa.” “¡Pero, señora!”

“¡Denegado! ¡Disparen al enemigo y atráiganlo! ¡Si no dejamos una fuerza de ataque dentro del punto fuerte, no podremos mantenerlos a raya!”

Ahrens expone su argumento sólo para que Tanya lo rechace de plano. La asertividad de un subordinado no debe alabarse si no es en el momento adecuado.

Él aprendió a librar batallas de tanques en el frente oriental; ella necesita que lo entienda y acepte.

“… Sí, señora.”

“Bien.” Tanya asiente y luego vuelve la mirada hacia sus antiguas manos. Estos chicos pueden hacer cualquier misión. Son lo suficientemente confiables como para que ella pueda dejar este trabajo en sus manos.

Hora de la guerra—está a punto de sonreír cuando se da cuenta de que Ahrens parece querer mencionar algo. Bueno, el trabajo de un oficial superior es escuchar lo que sus subordinados tienen que decir.

“Capitán, si tiene algo, dígalo.”

“¿Planean hacer una salida con todos los efectivos desde el principio? Actualmente no tenemos una imagen completa de la fuerza del enemigo. Creo que la exploración debería ser prioritaria…”

“Sí, así es. El tamaño de la unidad enemiga no está claro, Capitán Ahrens.” Mientras se ajusta el sombrero en la cabeza con un boff, asiente con una sonrisa irónica. “Si no lo sabemos, tenemos que ir a averiguarlo.”

“¿Así que va a llevar a todo el batallón para el reconocimiento de la fuerza?”

“Es más bien una misión de búsqueda y destrucción, pero sí. Porque.” Continúa con amargura. “Esperamos como mínimo que haya una división de artillería.”

“¿Se refiere a la artillería de la división?”

La forma en que la cara de Ahrens se tuerce en una mirada de Tiene que estar bromeando mientras repite lo que ella dijo no es del todo

descabellada. La amenaza que supone una división de artillería está en otra dimensión comparada con la artillería de división.

“Por desgracia, no es un malentendido.” Tanya continúa: “Puedo ver que deseas haber escuchado mal, pero lo que enfrentamos no es comparable con la artillería de una división. Prepárate para el valor de toda una división.”

Boof—ella le da un puñetazo en el estómago.

Más tarde, Tanya recordará este momento con amargura y se alegrará de haber dicho que se preparara para lo peor.

Poco después de que la unidad de magos salga y comience su búsqueda, captan una gran cantidad de comunicaciones. Las señales deberían dar una fuerte indicación de dónde se encuentra la unidad de artillería enemiga, pero están codificadas. Aun así, las repeticiones puntuales son suficientes para obtener una confirmación indirecta.

Con un rápido “¡Vamos!” Tanya dirige a su batallón en línea recta hacia el lugar determinado… sólo para enfrentarse a la desafortunada realidad de que sus predicciones eran correctas.

Al parecer, no hay expectativas más acertadas que las que uno desearía que fueran erróneas. Dejando de lado si es estadísticamente significativo, Tanya se ve obligada a ver que sus peores temores son bastante fiables.

“Caramba, estoy celosa. ¡Qué apoyo de artillería tan fuerte!”

Lo que mira a lo lejos mientras comenta en voz baja es la posición de la Federación, y qué posición de artillería tan magníficamente dispuesta. No puede evitar odiar que incluso la batería de artillería del cuerpo esté alineada de forma tan ordenada. Un bombardeo desde allí podría ser suficiente para aniquilar a nuestras fuerzas.

“Prepárense para el combate anti artillería. Ahora esto es oficialmente una misión de asalto.”

Una sola orden hace que aparezcan instantáneamente tres formaciones, listas para atacar. Su trayectoria de vuelo les permitirá alcanzar la posición del enemigo con un ataque aire-tierra. Una vez que estén en su sitio, sólo queda el fácil trabajo de clavar los proyectiles inflamables en el suelo con unas cuantas fórmulas de explosión.

Si no les golpeamos lo suficiente… Tanya se aventura a gritar en tono condescendiente. “¡Tropas, vamos a mostrarles el tipo de ataque aéreo del que son capaces los magos aéreos! Bien, ¡vamos!”

“03 a 01, ¡hay una unidad enemiga de magos!”

Tanya responde a la advertencia de su ayudante con una sonrisa, porque por supuesto que hay magos enemigos. Siempre ha sido natural que los magos aéreos proporcionen apoyo aéreo a la artillería. Siempre que se ve artillería, lo primero que se hace es ir a la caza de magos.

“¡Acérquense a ellos! ¡Destrúyanlos!”

“¡Detecto una compañía de tropas enemigas, y se dirige hacia aquí!”

“Ja, ¿eso es todo?”

Sucede que, mientras murmura que es un número pequeño para apoyar a una división de artillería, la batería lejana comienza a disparar de repente.

Este es el momento exacto en el que noto que la elevación de las armas es extrañamente alta…

“¡La artillería enemiga nos está apuntando!”

Al oír el grito de advertencia, Tanya mira instintivamente hacia la artillería y se da cuenta de que los cañones apuntan muy alto.

Vaya, ¡que lujo de mierda!

¡Tienen cañones antiaéreos mezclados en su posición de artillería!

“Dudo que…” nos golpeen. Está a punto de sonreír irónicamente cuando se da cuenta: Si nos enfrentamos al fuego de cortina de los cañones antiaéreos… ¡probablemente ya hayan terminado de disparar soluciones para este espacio aéreo!

“¡Rompan! ¡Aumenta la altitud!”

La razón por la que da el aviso repentino es que confía en su instinto. Siempre hay que prestar atención cuando se tiene un mal presentimiento sobre algo.

Inmediatamente después de hacer que la unidad se desvíe de su trayectoria de ataque, los proyectiles que estallan debajo esparcen inquietantemente la metralla donde los magos estaban hace unos momentos.

“¿Fusibles temporizados? Tsk, ciertamente están preparados.”

Y encima, en el momento en que rompemos nuestra formación para evadirnos, ¡la compañía de magos enemiga se abalanza sobre nosotros!

“¡Magos enemigos cargando!”

“¡Tres rondas de fórmulas explosivas! ¡Todas las compañías abran fuego!”

Aunque los superemos en número y seguramente no estemos en desventaja en términos de entrenamiento, no es bueno que nos hayan pillado fuera de balance. Y teniendo en cuenta lo bien que parecen cooperar las tropas enemigas, no puedo decir que me sienta bien con nuestra situación actual.

A Tanya, una buena persona, le cuesta entender por qué cuanto más malos son los chicos, más amigos tienen. El mal siempre viene en pandillas.

“¡CP a Salamander 01, es urgente!”

“Aquí Salamander 01—actualmente comprometida. ¡Mierda, estos tipos no paran!”

Lanza una fórmula explosiva sobre las cabezas de los magos enemigos que cargan y esquiva una fórmula óptica de francotirador.

“CP, ¿cuál es tu petición urgente?”

“¡Hemos detectado otra batería enemiga! ¡Es una unidad de lanzamiento de cohetes! ¡Se están instalando en la dirección opuesta a la actual, y si abren fuego, nuestra posición quedará completamente suprimida! ¡Elimínenla tan pronto como puedan!”

Cargar contra una división de artillería ya es malo, ¿pero ahora hay otra? Incluso si su filosofía es que más es mejor, la idea de “más” de la Federación es sorprendente.

“¡No seas ridículo! ¡Ahora mismo estamos en medio de la eliminación de una posición!”

“Si estamos bajo un manto de fuego de cohetes, las unidades blindadas no podrán hacer nada. Coronel, por favor.”

“CP, aquí Salamander 01… envíe los detalles.”

Tragarse los improperios es un reto. Pero Tanya pide los detalles por su sentido del deber. Tiene que hacerse…

“¡Mayor Weiss! ¡Ya los ha oído! Vamos a dividir la unidad en dos.”

“Están pidiendo mucho, ¿eh? Haremos todo lo que podamos.” “¡Dejaré una compañía contigo! ¡Quédate aquí y sigue acosando a estos tipos! ¡No espero nada más que el acoso! ¡Siéntanse libres de volverse locos, pero no se excedan!”

“¡Entendido!”

“El resto de ustedes, síganme. Vamos a buscar lanzacohetes autopropulsados. Prepárense para una misión de búsqueda y destrucción. Es un día muy ocupado, ¡pero asegúrense de hacer su trabajo!”

***

26 DE ABRIL, 1927 DEL AÑO UNIFICADO, FRENTE ORIENTAL, TRAS EL INICIO DE LA SEGUNDA OFENSIVA DE LA FEDERACIÓN

Enemigos, enemigos, enemigos. Ola tras ola de ellos hasta donde alcanza la vista. Es una oleada de presión no menos terrible que cualquier cosa vista en el frente del Rhine.

Un enorme desperdicio de material.

La empresa sin ánimo de lucro de la guerra.

Una batalla idiota de desgaste de capital humano.

Cuando luchas con tanto ahínco para repelerlos, negándote a que te aplasten, sólo para que su energía no decaiga ni flaquee, hasta el soldado más duro no tiene más remedio que retroceder ante sus feroces ataques.

Y si consigues repelerlos, la sensación que queda no es ni mucho menos alegre. Apenas se siente como una victoria; sólo se tiene la tenue sensación de que se ha podido defender.

Más tarde, mientras se recorre el campo de batalla recogiendo el equipo que el enemigo dejó atrás o limpiando y trabajando en la reconstrucción de la línea, es muy notorio, aunque desearías que no lo fuera… cómo todo tipo de equipo del enemigo tiene que ser considerado de “origen desconocido”.

“Esto es extraño. No puede ser que…” Refunfuña Tanya mientras observa los tanques abandonados del Ejército de la Federación que salpican el paisaje tal y como describía el informe de las tropas defensoras.

La presencia de tanques de la Mancomunidad no le molesta tanto. Como país hostil, no es tan extraño que su equipo esté en el frente oriental. Pero, ¿qué pasa con los tanques de los catálogos de los “países neutrales” que están ahí fuera?

“¿Eh? ¡Quién sabe de dónde son estos tanques!”

La ominosa palabra lend-lease cruza por mi mente.

Lo sabía. Lo había previsto. Pero el shock de verlo realmente es imposible de describir.

No es justo, quiero decir.

Espero que te pudras, quiero maldecir.

No, espera. Tanya nota una extraña sensación mezclada con su angustia. ¿Maldición? ¿Quieres decir que una persona libertaria como yo pensó en confiar en un poder sobrenatural?

¡De todos los…! No puede evitar estremecerse.

¿Están mis pensamientos contaminados por Dios, el diablo o alguna noción similar?

Eso es borrarme como individuo moderno.

Cuando pienso en cómo podría haber dado un paso más hacia la negación de mi dignidad, mi libre albedrío y mi determinación —una negación de todo lo que me importa— todo lo que siento es miedo.

Es tan horrible que simplemente reprimir las ganas de vomitar es una lucha.

Desear es demasiado supersticioso. Si voy a acabar en el bando del cacareado Ser X, será mejor que me vuele los sesos.

Sin embargo, aunque Tanya traza una clara línea entre rezar y desear, no puede evitar la esperanza.

Será mejor que nuestros refuerzos lleguen mañana, como está previsto.

***

27 DE ABRIL, 1927 DEL AÑO UNIFICADO, EN UN PUEBLO CERCANO AL FRENTE DEL ESTE

Un visitante poco común. Esa es la primera impresión de Tanya sobre el Coronel que lleva la brillante insignia del Estado Mayor.

Dicho esto, se alegra de verlo.

El Coronel von Lergen ha llegado al atolladero del frente oriental trayendo granos de café y refuerzos. Sólo alguien fuera de sí, que odia el café y quiere monopolizar la guerra, no sería bienvenido.

En otras palabras, alguien exactamente opuesto a la extremadamente sensata Tanya. Ella no se imagina que podría entenderlos.

Así que Tanya recibe a las tropas que llegan con una enorme sonrisa. Naturalmente, no se olvida de devolver —con un estilo de libro— el saludo de los oficiales que encabezan la columna.

“Siento que han pasado años, Capitán Meybert, Teniente Tospan, Teniente Wüstemann.” Tanya sonríe como si dijera: Buen trabajo regresando, y luego extiende sus respetos al Coronel. “Le debo las gracias por guiarlos.”

“¿Qué? No, está bien. De todos modos, tengo negocios aquí.” “¿En la línea más avanzada del frente oriental?”

“Así es.”

No es raro que un miembro del Estado Mayor venga a observar las cosas sobre el terreno, pero Tanya se pone rígida —espera un momento— y Lergen baja la voz.

“Necesito hablar contigo. ¿Hay algún lugar donde no nos molesten?”

“Claro, un momento.”

Ni siquiera tiene que preguntarse qué pasa. Debe ser importante. Parece que las operaciones de anti espionaje también son de alta prioridad. Aunque quería informar a las tropas ella misma, puede dejar eso a sus subordinados.

Con eso resuelto, Tanya levanta la voz. “¡Oficiales, reúnanse!

¡Mayor Weiss, Capitán Ahrens, informen a los que regresan sobre la situación en el frente! Teniente Grantz, ¡usted está de guardia mientras ellos lo hacen!”

“““¡Entendido!”””

La respuesta rápida y disciplinada es alentadora. “Teniente Serebryakov, sígame.”

“¡Sí, señora!”

He participado en ejercicios en los que hemos practicado operaciones tácticas sin tropas sobre mapas militares mientras el Estado Mayor nos supervisaba, pero ahora que lo pienso, es la primera

vez que recibo una conferencia de un oficial de Estado Mayor de tan alto rango como el Coronel von Lergen.

Tengo que estar atenta, piensa Tanya mientras se tensa de nuevo.

“Muy bien, vamos a dar un paseo. Por aquí, Coronel. Permítame mostrarle la línea del frente.”

Con su ayudante custodiando la retaguardia, Tanya lidera el camino, dirigiéndose a las secuelas del campo de batalla que apenas se había calmado tras la reciente y feroz batalla.

Confía en que puede proteger a un coronel, pero… sigue temiendo que pueda haber francotiradores o restos de las tropas derrotadas al acecho… eso es malo para el corazón de Tanya.

Dicho esto, ya han hecho una limpieza. Dado que un cierto grado de seguridad está garantizado, ella le da una explicación aproximada, describiendo la disposición del terreno mientras comienza a explicar cómo se están preparando para la próxima batalla defensiva.

Este tipo de informe es bastante normal, pero como están en la línea más avanzada, hay restos de armas destruidas y demás por todas partes.

Perfecto. Señala a uno de sus enemigos más desafiantes. “… Este es un tanque de batalla principal de la Federación derrotado.”

“¿Hrm?” Los ojos de Lergen se abren. Debe ser bastante perspicaz.

Feliz por la oportunidad, se acerca, sacudiendo la cabeza mientras examina la propia armadura. “… Lo he visto antes en el papel, pero en la vida real, la armadura es sorprendentemente gruesa.”

“Puede derrotar la mayoría de los ataques. Según mi oficial de blindaje, incluso nuestros cañones de tanque no pueden penetrar a menos que sea a muy corta distancia.”

“Tiene sentido.” Lergen asiente sombríamente. “A este ritmo, la mayoría de los carros de combate principales activos tendrán que ser degradados a reservas. La presión para actualizar es cada vez mayor.”

Tanya y Visha mantienen un respetuoso silencio mientras Lergen lanza un suspiro.

“Pueden ser nuestros enemigos, pero… los envidio. ¿Todavía tienen tanta energía de sobra? Pensar que pueden desarrollar y comprometer nuevos tanques así…”

Clong-clong—Lergen golpea la armadura con un nudillo. Sus comentarios revelan su perspectiva de la situación como alguien que viene de la retaguardia. Dicho esto, es probablemente el punto de vista de cualquier oficial de estado mayor que se enfrenta a la necesidad de actualizar el equipo primario de ejércitos enteros.

“¿Has luchado personalmente contra una de estas cosas?”

“He luchado varias veces contra tanques similares.” Responde Tanya, invitando a Lergen a seguir.

“Entonces, ¿cuál es tu evaluación honesta de ellos, habiéndolos enfrentado antes? Tu opinión personal está bien.”

“Los hábiles miembros del 203º Batallón de Magos Aéreos apenas pueden atravesar el blindaje superior. La doctrina antitanque actual ya no sirve. Debemos asumir que la capacidad de una unidad de magos aéreos normal para combatir los tanques ha sido severamente limitada.”

“No hay duda de eso. ¿Así que incluso pueden repeler proyectiles de 57 mm?” Hace una mueca, mencionando de pasada que leyó ese dato en un informe. Lergen es un observador íntegro. No le falta imaginación y es capaz de revisar ideas preconcebidas erróneas. Es un verdadero modelo de oficial de Estado Mayor.

Por eso Tanya se siente segura de ofrecer un poco de su opinión personal. “Ni siquiera estoy segura de que los proyectiles de 88 mm puedan hacerlo. Es una evolución de los dinosaurios, pero todo en el frente oriental cambia anormalmente rápido.”

“Así que no basta con leer los informes. No puedes hacerte una idea de las cosas a menos que salgas y las veas por ti mismo. Dicen que el diablo está en los detalles, pero el campo tiene una calidad propia.”

“Lo que el Estado Mayor necesita es experiencia en el frente. Con el debido respeto, se trata de una trampa en la que son especialmente propensos a caer los de calibre superior. La gente inteligente tiende a entender las cosas intelectualmente en primer lugar.”

“Un argumento y hecho sensato.” Lergen asiente. “Tienes toda la razón. Asumir que se entiende sin pruebas es terrible. Saber y experimentar son dos cosas muy diferentes. Bien dicho, Coronel.”

“Es un honor que lo diga, señor.”

“Y es exactamente por eso que tengo que pedirte un favor.”

Cuando él dirige sus ojos hacia su ayudante, Tanya sabe qué hacer.

Tras despedir a su ayudante con un “Déjenos, por favor”, echa un vistazo cauteloso a su alrededor, pero no hay nada fuera de lo normal.

Y como están hablando en voz baja detrás de los restos de un tanque, las escuchas probablemente no sean un problema.

“¿Puedo preguntar cuál es el secreto?”

“Siéntase libre de considerar esto como una petición personal. Pero no se lo digas a nadie.”

“Sí, señor.”

Tanya se endereza y Lergen, abiertamente indeciso, aborda el asunto.

“Me gustaría pedirle que cuide a un invitado, Coronel.” “¿Un invitado?”

“Sí, eso es… Un observador militar.”

¿Hrm? Tanya ladea la cabeza. ¿Debería una unidad provisional como el Kampfgruppe llevar observadores?

Pero esa pregunta se desvanece en el momento en que escucha lo que dice Lergen a continuación.

“Es un coronel de Ildoa.”

“¿Un observador militar? ¡¿Un coronel?!”

¡Pero, pero!

A diferencia del Coronel von Lergen, la Teniente Coronel Tanya von Degurechaff es una oficial de campo, por lo que dice lo que tiene que decir sin reservas.

“Coronel von Lergen, somos un Kampfgruppe.” “Lo sé, por supuesto. ¿Y?”

“No lo entiendes. Para ser franca, le pido que considere el Cuartel General del Ejército del Este o al menos el Cuartel General de la División en su lugar.”

“¿Es demasiado difícil?”

En respuesta, Tanya asiente profundamente y espeta: “Con todo respeto, ¿quieres decir que es fácil?”

El Kampfgruppe, por su naturaleza, es una unidad temporal. No tiene un cuartel general permanente, y nunca debió tenerlo. El aspecto positivo es que el núcleo de la unidad, el 203º Batallón de Magos Aéreos, tiene tantos oficiales que puede utilizarlos como personal.