Youjo Senki (NL)

Volumen 7: Lo Que Siembras Recogerás

Capítulo 1: Desorden

Parte 1

Barro, barro, barro.

Sobre el frente oriental.

20 DE ABRIL, 1927 DEL AÑO UNIFICADO, COORDENADAS INCIERTAS EN EL FRENTE ORIENTAL

Desde la perspectiva de alguien que mira el mundo de abajo —a vista de pájaro—, observar el paisaje desde una gran altura revela lo infinitamente monocromático que es. Y más geométrico que el mediocre arte de vanguardia.

Pero un simple vistazo a través de unos prismáticos deja claro que lo único que se encuentra sobre el terreno es un pantano caótico e intratable. Agujeros de proyectiles, barro, cadáveres de caballos de guerra derrumbados, barro, soldados heridos y barro hasta donde alcanza la vista.

Mirando desde el cielo, incluso los que no están dispuestos se ven obligados a aprender la amenaza que supone el barro.

Una lentitud todavía se apodera de la tierra y la llegada de la primavera está muy lejos. Al carecer de toda definición, la tierra realmente parece un espejismo. No hay ninguna señal evidente de la carretera que debería estar justo debajo, según el mapa. Nadie sería capaz de leer este lugar con precisión.

“Hmph.” Murmura la comandante Tanya, que sacude ligeramente la cabeza.

¿Qué pasó con la misión que se suponía que no era más que volar por la carretera?

“Es una simple orden de avanzar por la carretera principal.”

¡Dijeron! “Simplemente se sube a la línea más adelantada.” Dijeron.

Entonces, ¿por qué demonios estamos aquí adivinando nuestra ubicación utilizando la navegación celeste?

Tanya suspira. Su posición actual no puede aclararse más que “en algún lugar cerca de la línea del frente”.

Su grupo no está formado por ningún veterano que tenga habilidad para la búsqueda de caminos, ni incluye guías o tropas locales que puedan instruirlos.

Al mismo tiempo, son el incondicional del 203º Batallón de Magos Aéreos, que han llevado a cabo una búsqueda y destrucción con la flota aérea sobre el notoriamente tormentoso Mar del Norte. Puede confiar en que tienen una idea aproximada de su ubicación actual dondequiera que vayan. No hay razón para que tengan demasiados problemas para averiguar dónde están las cosas.

Sin embargo, Tanya está asombrada.

La posición amiga que debería estar cerca no se ve por ningún lado. La carretera que está claramente marcada en el mapa se ha hundido en el barro, ¡y los soldados enemigos se arremolinan donde no deben!

No en vano, estuvo a punto de aceptar la sugerencia anterior de su subordinado de dar la vuelta después de que encontraran los primeros enemigos en su camino.

Finalmente, tras recordar sus órdenes, rechazó la propuesta; según los informes del país de origen, sus compañeros seguían manteniendo la línea aquí.

¡Cuánto más fácil habría sido abandonarlos! Al final, descartó esa atractiva opción y su unidad siguió avanzando por sentido del deber.

Y esto es lo que obtenemos. Tanya no puede ocultar su decepción.

“¿Qué demonios está pasando aquí?” Mira a los soldados enemigos que infestan el suelo.

Esto no es ni siquiera cerca de lo que la información afirmó. ¡El área que estamos sobrevolando debería ser la ubicación del piquete amigo!

¡Y sin embargo! Un vistazo abajo revela una posición antiaérea enemiga repugnantemente densa.

No había ninguna mención a esto en lo que se suponía que era el último mapa disponible.

“Maldita sea. ¿Nuestras tropas son amateurs?” El contraste es exasperante.

“Los ingenieros de campo del enemigo parecen ser profesionales.

Han hecho un trabajo bueno y competente.”

“… Esto debe haber sido establecido después de que nuestra línea se desmoronó. El enemigo parece muy comprometido con su contraataque.”

“No se equivoca, Teniente Serebryakov.”

Lo único que podemos hacer en respuesta es tirar nuestro plan a la basura.

Me resisto a tomarme el tiempo de lamentarlo.

“… El Estado Mayor no debe haber previsto esto.” Añade Tanya con un chasquido de lengua en voz baja antes de suspirar.

Su enfado aumenta rápidamente ante la inaceptable situación en la que se encuentran. Es natural que así sea cuando la mayor parte de la información proporcionada durante la sesión informativa previa a la misión resulta ser completamente inútil.

No tuvo ningún problema en ser trasladada bruscamente al frente oriental.

Eso es simplemente seguir órdenes.

Si el Estado Mayor dice: Salta, la única respuesta adecuada es: ¿A qué altura? Y que nos digan que lleguemos a esas coordenadas tampoco fue un problema. He aceptado que se supone que debemos servir como los ojos del Estado Mayor.

“… Lo sé. Sé todo eso.”

Pero las palabras que siguen son lamentaciones, quejas e incluso maldiciones.

“¿Qué está haciendo el Ejército del Este?”

Abstenerse de llamarles directamente idiotas ya es una prueba de autocontrol.

Como oficial mágico aéreo de primera línea que ha pasado por la formación de oficiales en la escuela de guerra, Tanya es consciente de lo que busca el Estado Mayor. Los generales, especialmente los de alto rango, quieren información. La educación de los comandantes de alto rango les infunde un miedo visceral a cometer el más mínimo error, por lo que buscan impulsivamente pepitas de información cada vez más frescas.

También es prudente que los comandantes de la retaguardia sientan curiosidad por la situación actual en el terreno. Interesarse por el frente y enviar equipos para realizar encuestas es un comportamiento ejemplar para los militares. La única queja que tengo es que, a pesar de todo, nuestros líderes no han conseguido ni siquiera un control básico de lo que está ocurriendo aquí.

Esto es lo que la mayoría de la gente llamaría un “error crítico”.

“Dadas las circunstancias, ni siquiera estoy segura de que podamos actuar con nuestra propia autoridad. ¿Cómo se supone que vamos a saber lo que el gobierno quiere conseguir aquí? Me parece un poco

injusto no tener ni siquiera una pista. Muy pronto, no podré hacer mucho más que reír.”

Incluso si el Grupo de Ejércitos del Este realmente se ha derrumbado, ¿qué ha pasado con la puesta en marcha del Plan B, que se suponía que iba a hacer frente a esa misma situación? Con sólo acercarse a las coordenadas designadas, el Salamander Kampfgruppe de élite ya se ha visto obligado a librar tres batallas de encuentro con unidades de magos aéreos enemigos.

Si las tropas amigas todavía están por aquí… incluso si dieron todo de sí para evitar que alguien sospechara que estaban haciendo una retirada no autorizada, está claro que no se consiguió mucho.

En ese momento, Tanya piensa en algo que hace que todo parezca aún más inútil. “Todo dolor, cero ganancias” tiene un efecto horrible en la salud mental de cualquiera que sea anticomunista.

“¿Qué voy a hacer ahora para cenar?” El fútil lamento salió en voz baja.

Puedes reabastecerte una vez que llegues al objetivo. Esa fue la orden feliz que recibimos. Al diablo con los despliegues de última hora. A menos que una unidad que tenga acceso a la línea de suministros del ejército nos reciba, no tendremos una comida caliente esta noche.

Como todo el mundo sabía que iba a ser una misión de larga distancia, las tropas probablemente metieron unas cuantas barritas de

chocolate en sus mochilas, pero hay un límite para el tiempo que nos durarán.

“El destino sí que es un cabrón desagradable. Qué maravilla. Esto es realmente impresionante. Quiero golpear al Estado Mayor con algunos proyectiles de tungsteno de calidad de 37 milímetros.”

Pero Tanya ni siquiera tiene tiempo de maldecir el cielo. Justo debajo hay un punto fuerte del enemigo. Solo alguien con ganas de morir puede permitirse el lujo de distraerse mientras habla mal de la gente en un lugar como este.

El tiempo nunca se distribuye uniformemente. Cuando estás aburrido, tienes más tiempo del que sabes qué hacer, pero en momentos como este, cada segundo es precioso.

Tanya chasquea la lengua ante otro error. Como la misión de combate real iba a tener lugar después de la llegada, toda la unidad lleva más equipo del habitual.

A pesar de mantener la carga al mínimo, un equipo completo sigue siendo una carga importante. Dado que sobrevolar el territorio enemigo era algo inesperado, es posible deshacerse de todo lo que no necesiten para el combate.

Pero Tanya se rinde y se resigna a aceptar el peso muerto. Solo un aficionado se plantearía tirar su equipo aunque fuera un segundo.

El frente oriental es la posición más débil del Imperio. La logística está en mal estado, y los suministros pueden cortarse en cualquier

momento, por lo que las líneas son tan confusas: estamos a un resbalón de un verdadero desprendimiento de mierda.

Si nos deshacemos de nuestras mochilas ahora, no se sabe cuándo nos reabastecerán. Esto no es nada parecido a dejar tus cosas en un campo de ejercicios en casa para moverte más fácilmente en el combate cuerpo a cuerpo.

“Comandante de batallón a todas las unidades. No creo que ninguno de ustedes sea un tirador rápido, pero sólo para asegurar, no hay ningún idiota que haya dejado caer sus mochilas, ¿verdad?”

Ja, ja, ja. Las risas que llenan el canal de radio son una buena señal. Es la prueba de que las tropas están preparadas para responder a lo que venga. Un lugar de trabajo rebosante de risas alegres tiene una tasa de accidentes muy baja.

“¡Magos enemigos ascendiendo!”

Para cuando mi ayudante da el aviso, el batallón ya se ha desplegado y está listo para el combate. Es la respuesta rápida que se espera de un equipo de veteranos. El orgullo invade a Tanya cuando ve que nadie ha necesitado órdenes para tomar sus posiciones. Dicho esto, cualquiera que ponga todas sus esperanzas en la moral del lugar de trabajo es un fracaso como gestor.

Si entramos en combate fatigados debido a nuestro largo avance, hay que tener en cuenta la probabilidad de que se produzca un

accidente. Trabajar para anticiparse a los errores y prevenirlos es parte de lo que le pagan a Tanya.

“… Estamos en inferioridad numérica, ¿eh?” Murmura e inmediatamente reevalúa la disparidad de poder. La capacidad del 203° de aportar potencia de fuego al interceptar es claramente inferior.

La desventaja numérica es evidente. Incluso una estimación rápida muestra que nos enfrentamos a más de tres veces nuestro número.

No me gusta. Esto me recuerda demasiado a la vez que tuvimos grandes pérdidas sobre el Mar del Norte.

Cuando sopeso mi amor por la racionalidad y la libertad frente a la necesidad de una evacuación de emergencia, gana mi sed de seguridad.

“Supongo que no tenemos opción… Qué espectáculo de mierda.” “¿Coronel?”

“01 a todas las unidades. Voy a golpearlos con algo grande. Cuidado.” Tanya advierte a sus tropas, se abstiene de chasquear la lengua y se prepara.

Lo que justifica todo es la verdad inalterable de lo que exige la realidad.

Hay que hacerlo, digo para mis adentros mientras sujeto el orbe que rara vez uso, el Elinium Tipo 95.

Un instante después, Tanya se siente asquerosamente renovada. Es como si la niebla de su cerebro se hubiera disipado; una sensación de claridad y omnipotencia llena cada fibra de su ser.

“Oh Señor, declara el equilibrio y el orden bueno. Que la paz y el reino prometido te esperen.”

“Haaah…” Incluso su suspiro parece rebosar de energía, y su miedo es insoportablemente horrible y estimulante al mismo tiempo.

“¡Reaccionarios obstinados! ¡Os barreré de los cielos!”

Los gritos llegan a través de la red inalámbrica; en realidad, tal vez sólo sean los gritos agitados de los enemigos que se han puesto al alcance del oído. Es aterrador cómo mi conciencia no es del todo estable.

“¡Gritad para mí, comunistas!” Tanya levanta la voz, tratando de mantener el sentido de sí misma con un grito. “¡Vosotros, escoria comunista, vais contra las leyes de la naturaleza! ¡Os voy a dar una lección! ¡Tenéis que entender que la realidad no se deforma por la ideología!”

“¡Contesten todo lo que quieran! ¡Nadie va a escuchar al enemigo de nuestra patria y del partido! ¡Prepárate para probar el martillo de hierro del pueblo, bruja!”

Parece que los comentarios de Tanya fueron bastante provocadores. Varios de los que parecen ser oficiales enemigos son lo suficientemente educados como para gritarle en el idioma del Imperio.

Vamos, que si son magos y además hablan el idioma, deberían desertar de la Federación de una vez.

En general, no me gustan los comunistas. Y los nacionalistas también suelen tener algunos valores que me cuesta entender.

Tener apego a tu casa está bien, pero ¿por qué valorar la entidad imaginaria de la patria por encima de tu propia vida?

Tanya se detiene ahí.

Objetivamente hablando, estos nacionalistas comunistas —el Ejército de la Federación— son el diablo, y aunque pueden ser una especie de culto, mientras sean el diablo, son el enemigo de los dioses o seres similares.

Los dioses no existen realmente, pero la postura de no aceptar ese tipo de ser es importante.

No es justo ignorar los puntos en los que podemos llegar a un entendimiento mutuo sólo porque tenemos ciertas cuestiones en las que nunca estaremos de acuerdo.

Me enseñaron a buscar siempre lo bueno en los demás. Eso es lo que intento hacer. Por eso los reconozco.

Incluso los comunistas pueden ser alabados cuando se trata de intimidación y ateísmo. Si no evalúo eso con justicia, mi perspectiva será innegablemente parcial. Por decirlo en términos extremos, estaría faltando extraordinariamente a la integridad intelectual moderna.

Cualquiera que desee ser imparcial debe observar la honestidad intelectual.

Con su mente repleta de ideales tan enfermizamente puros y brillantes, Tanya se ríe de la chispa de ironía que ha descubierto. Tal vez habría que decir que se dio cuenta gracias a su compromiso obediente con el intelectualismo que practica todos los días. Al descubrir esta oportunidad de superar la brecha entre ella y los demás en medio de la batalla, Tanya incluso siente que su corazón se calienta.

“¡Sí! ¡Bien! ¡Muy bien! ¡Esto merece una ronda de aplausos!” Es difícil llamarlo agradable, pero es estimulante.

Por eso, con gran reverencia y mientras tolero la contaminación psicológica del corruptor Tipo 95, me resulta profundamente gratificante cumplir con mi deber con la mayor eficacia posible.

Ejecutar numerosas fórmulas de explosión superpuestas para lograr la supresión del área.

En teoría, es la solución óptima.

Incluso para los magos aéreos, es casi imposible esquivar cuando toda la zona que les rodea salta por los aires. Nunca hay que subestimar a los enemigos con talento. Especialmente cuando son ateos que merecen algunos elogios. Hay que tener buenos modales y asegurarse de matarlos con cuidado.

“¡Atención! ¡Les voy a disparar con fuego explosivo de saturación!

¡Batallón, salgan de este espacio aéreo de inmediato!”

Mientras vuelve a advertir a sus tropas, establece el área de manifestación de su hechizo.

Al terminar de apuntar, se asegura de tener en cuenta la trayectoria de vuelo de los magos enemigos que siguen subiendo para interceptarlos. Es por respeto a sus oponentes que está preparando un conjunto tan denso de fórmulas.

Losenemigoscapacessonlospeoresenemigos.EsteeselmomentoenelqueTanyadebeacabar contodoslosquepueda.

Sí, es el momento de usar el Elinium Tipo 95 o cualquier otro objeto maldito de poder que la situación requiera. Un trabajo es un trabajo. A veces el deber exige una matanza al por mayor. Algo triste, sin duda, pero esto es la guerra.

“Oh, tú que nos guías. Oh, tú que conoces la serenidad.”

Esta violación de mi conciencia, mi propia dignidad como persona, invadida por algo que no debería existir…

Es una atrocidad que plantea las preguntas: ¿Qué es la moral?

¿Qué es la justicia? Tanya no tiene más remedio que experimentar el horror de que su boca se mueva por sí sola a medida que pasan los segundos.

Qué humillante es que las palabras que salen de tu boca traicionen tu mente. Sin embargo, es un sacrificio que se ofrece voluntariamente a cambio de la victoria.

“Y así nos armamos de valor, y aunque el camino sea espinoso, venceremos.”

El hechizo consiste en cuatro capas de fórmulas de explosión lanzadas en paralelo. Eso significa que el maná necesario y la velocidad a la que se manifiestan los efectos son cuatro veces mayores de lo habitual. Con un solo lanzamiento, Tanya tiene la capacidad de hacer un fuego de supresión igual al de una compañía aumentada.

A esto debe referirse la gente cuando dice que su cerebro está frito por el sobreesfuerzo.

“Ahí están los laureles prometidos—casa de la gloria, un mundo pacífico y puro.”

A pesar de que parece que su conciencia está a un paso de perderse… el ataque de Tanya consigue engullir a los magos enemigos ascendentes en una bola de fuego y derribar al instante a varios de ellos.

Más que suficiente para una salva inicial.

Incluso el Ejército de la Federación, famoso por su desprecio por las bajas, no es más que un conjunto de seres humanos. Se acobardan cuando les disparan, y cuando sus compañeros son asados medianamente bien delante de ellos, están obligados a encogerse, aunque no se den cuenta.

“¡Sigan al comandante del batallón!”

Justo cuando el enemigo está desperdiciando su precioso impulso al dudar, el Mayor Weiss hace su movimiento.

“¿Permiso para que mi unidad se acerque al enemigo?”

“¡Que el Señor te proteja…! ¡Hazlo!”

Tan pronto como Tanya asiente en respuesta a su sucinta sugerencia, sus soldados se ponen en marcha. La compañía responde con gran rapidez, asumiendo la formación de ataque. Sus impresionantes maniobras se llevan a cabo con la facilidad de los profesionales, y su técnica es digna de publicarse en los libros de texto.

La unidad de Tanya está repleta de magos nombrados, veteranos del frente oriental. ¿O quizás deberían llamarse simplemente “belicistas”? Estos soldados tienen suficiente experiencia de combate para arrebatar fácilmente la iniciativa al enemigo, burlándose de sus oponentes por vacilar en el campo de batalla.

La única compañía de Weiss, dispersando los señuelos ópticos a su paso, se lanza con gran ferocidad hacia lo que debe ser cerca de un regimiento de magos aéreos enemigos.

A primera vista, parece que están desperdiciando su ventaja en altitud. Sin embargo, en realidad, simplemente están optando por la mejor opción disponible. La probabilidad de dar un golpe mortal a un mago que se mueve a gran velocidad es minúscula. Sin mencionar que los humanos se paralizan cuando se enfrentan a lo inesperado. Es muy

sencillo atrapar a los magos de la Federación que pensaron que venían a perseguirnos mientras huíamos.

Cuando los objetivos son patos sentados que han dejado de moverse, el éxito es casi seguro. Son momentos como éste los que ejemplifican cómo los perros de guerra son excelentes sabuesos de caza. Pueden olfatear la debilidad del enemigo y morder con fuerza.

La moral de una unidad es una cosa delicada. Terminar repentinamente en el extremo receptor cuando se supone que estás atacando es especialmente malo para ella.

Cualquier flaqueza puede hacer que incluso el ejército más poderoso sea frágil.

Pero, de nuevo, en una organización tan desequilibrada como el Ejército de la Federación, quizá el número de veteranos sea bajo.

“Esa gentuza sin Dios… Ah, mierda, ¿vuelve a estar la región lingüística de mi cerebro contaminada?” Tanya se lamenta en silencio del fallo. El campo de batalla no tiene intención de permitirle ni siquiera ese modesto lujo.

“¡Weißsilber!” “¡Mierda! ¡Mierda!”

“¡Hoy mueres! ¡Sin importar lo que pase, te voy a derribar!”

Me apuntan con múltiples miras. Incluso hay algunas miras ópticas mezcladas con las miras de puntería. Esto demuestra lo ansiosos que están los magos de la Federación por matar a un enemigo notorio.

Su decisión de eliminar primero al comandante es acertada. Corta la cabeza y el cuerpo morirá. Sólo un tonto ignorante con un extraño sentido del romanticismo los maldeciría por cobardes.

Después de tomarse un momento para considerar las fuerzas opuestas, Tanya no puede evitar soltar una risa seca. El Ejército de la Federación realmente ha perfeccionado sus habilidades.

“En serio, estos tipos son toda una molestia. Deberían ser triturados en el lageri por otros comunistas en vez de molestarnos.”

Al cambiar al Tipo 95 a menudo es difícil evitar la sobrecarga del procesador. Sin otra opción, aprovecho al máximo los cuatro núcleos del dispositivo y abro fuego rápidamente.