Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 2

Capítulo 11: Y Etcétera

Parte 1

Shadow Gale

Shadow Gale y Pfle se habían trasladado a la tienda de la zona del castillo del Rey Malvado, y se mantenían firmes en su sitio. Shadow Gale estaba modificando una pistola aturdidora con su llave inglesa y sus tijeras, mientras Pfle observaba desde su alfombra.

Shadow Gale no creía que Pfle entendiera lo que se estaba haciendo. Los conocimientos y las habilidades no le ayudaban a comprender los principios de la modificación basada en la magia. Pfle tenía que estar fingiendo que miraba el trabajo de Shadow Gale mientras su mente estaba en realidad en otra cosa.

El mensaje de Pfle llegó inmediatamente después de que Shadow Gale descubriera a Nokko.

Reúnete conmigo en el castillo del Rey Malvado. Apúrate. Hasta que nos veamos, no es necesario ningún otro contacto.

El mensaje era breve. Cuando Pfle enviaba mensajes breves, significaba que tenían que darse prisa. Shadow Gale recuperó el teléfono mágico de Nokko, pero se vio obligada a dejar sus restos carbonizados en el lugar. Se limitó a apretar las manos antes de marcharse.

Nunca descubrió quién había matado a Nokko. Lo único que le quedó fue la sensación de no haberla protegido. Necesitó todas sus fuerzas para llevar sus pesadas piernas hasta el castillo del Rey Malvado, y al poco tiempo se le unió Pfle.

Shadow Gale informó de la muerte de Nokko con una voz apretada y tensa.

En su alfombra mágica, Pfle preguntó: “¿En serio?” A lo que Shadow Gale recalcó que no había que equivocarse. Pfle recibió eso con un “Oh” y no reveló sus pensamientos al respecto.

Una vez que llegaron a la terraza de la tienda en el castillo del Rey Malvado, Pfle finalmente comenzó a compartir lo que había presenciado.

Pfle había ido tras Clantail y las demás, siguiendo el rastro de una persecución y una pelea. Había pasado por los escombros de un edificio, un enorme cráter y luego un gran agujero en el suelo. Inmediatamente, Clantail había salido de él. Pfle se había escondido a la sombra de un rascacielos para observarla.

La parte inferior del cuerpo de Clantail se había transformado en una dracónida, la misma que durante el combate con el Gran Dragón, seguramente para poder salir del agujero. Pechka había estado bajo su brazo derecho, Lazuline en el izquierdo, y tenía una cabeza cortada atada a su cintura. Era un espectáculo extremadamente espantoso. Pfle dijo que Clantail había quedado completamente empapada, goteando agua en el suelo.

“Estaba lejos, pero ni Pechka ni Lazuline parecían estar vivas; ambas estaban heridas y no habían sido curadas. En cuanto a la cabeza cortada… no pude ver la cara desde mi posición, pero a juzgar por el color y el estilo del cabello, así como por las circunstancias generales, estoy casi segura de que era Melville.” En otras palabras, lo más probable es que Clantail, Lazuline y Pechka se hubieran enfrentado a Melville, y que sólo Clantail hubiera sobrevivido al final, concluyó Pfle.

Clantail había convertido entonces la parte inferior de su cuerpo en un caballo y había comenzado a caminar hacia la ciudad. Pfle había corrido hacia el castillo del Rey Malvado , dijo, cuidando de no llamar la atención de Clantail. “Creo que se dirigía al pueblo baldío para enterrar sus cuerpos. Ahora bien, lo siguiente.”

Una vez que terminó de compartir su información con Shadow Gale, Pfle sacó su teléfono mágico y pulsó el botón AYUDA. El viento que soplaba en la terraza le acariciaba el cabello y agitaba los bordes de su alfombra mágica. No había nada fuera de lo normal, y sin embargo, algo era extraño.

Un holograma en blanco y negro apareció sobre la pantalla. “¿Qué necesitas, pon?”

Pfle preguntó: “¿Puedo considerar que el objetivo de este juego ha sido reunir y castigar a las chicas mágicas que aprobaron los exámenes de Cranberry?”

La franqueza de su afirmación hizo que Fal se detuviera durante unos dos segundos. “No, pon.” Entonces. “Si el propósito de reunir a las chicas mágicas que aprobaron los exámenes de Cranberry era castigarlas, habría varias formas más fáciles de hacerlo, pon. El objetivo de este juego era reunirlas y probar si realmente eran dignas de continuar como chicas mágicas… o eso es lo que se suponía, pon.”

“Hmph. Ya veo. Entonces… ¿qué pasa con Lazuline? Incluso después de que todos nuestros recuerdos fueron restaurados, ella dijo que nunca había oído hablar de Músico del Bosque, Cranberry.”

“¿Eh? Espera. ¿Qué quieres decir, pon?” Fal no tenía expresiones faciales, y la dispersión de escamas era el único medio que tenía el holograma para transmitir sentimientos. Pero la voz de la mascota se había vuelto estridente. “¿Lazuline no conocía a Músico del Bosque, Cranberry, pon?”

“Escucha, Fal. Aunque estoy segura de que es poco probable, por si acaso, ¿podrías consultarlo con el amo por mí?” Pfle era la única allí que estaba en calma. Con una mano en el cabello, hizo girar las puntas alrededor de sus dedos, llevó los rizos frente a su parche en el ojo y los sostuvo a la luz del sol. ¿Podría ver lo que estaba haciendo? “No habrás traído a Lazuline porque hayas confundido a la actual con la antigua, ¿verdad?” Pfle volvió a separar los dedos para soltar el cabello, y su rizo volvió a caer. “Si alguien familiarizado con las caras de los participantes en cuestión hubiera hecho la selección, estoy segura de que no se habría cometido ningún error. Sin embargo, si una persona ajena al examen seleccionara a los participantes simplemente basándose en los documentos que había interceptado, estoy segura de que cometería errores de este tipo.”

Shadow Gale se sorprendió. ¿Lazuline no había tenido ninguna conexión con Cranberry? Era una información nueva. ¿Pfle lo había deducido basándose en el hecho de que Lazuline era la segunda chica mágica con ese nombre, y en el hecho de que no conocía a Cranberry?

“Personalmente.” Continuó Pfle. “Me veo como una víctima, sin embargo. Si las familias de las chicas mágicas que murieron en mi examen vinieran y me dijeran: ¡Monstruo! No te hagas la víctima, entonces sería incapaz de refutarlos. Y puedo entender la preocupación por los que, como nosotros, pasaron los exámenes de Cranberry y se unieron a las filas. Como parte implicada, querría negar tales preocupaciones, pero objetivamente hablando, no podría discutir… Sin embargo. ¿Cómo puedes traer a una inocente chica mágica sin conexión alguna con esos exámenes asesinos? Si me dices que eso es aceptable, entonces cualquier justicia que este juego pretenda tener es falsa.” Con las palmas de las manos en alto, Pfle se enfrentó a Fal. “Esto es cruel, ¿no? ¿Qué hizo Lazuline? No había ninguna razón para obligarla a participar en este juego y, por supuesto, tampoco para que muriera.”

El volumen de las escamas que chispeaban en el cuerpo de Fal aumentó. El tono de Pfle era cada vez más intenso. “¿Tiene algún sentido este juego si carece de justicia? No, no lo tiene. Díselo al amo. Dile que pongan un rápido fin a esto y nos liberen.”

Fal se congeló. Las escamas dispersas se desvanecieron y desaparecieron. “Este es un aviso del amo, pon. Se ha reconocido que lo ocurrido con Lapis Lazuline fue un accidente, pon.”

“Qué maravilloso que sea tan gentil al respecto.”

“Pero dicho esto, ni siquiera el amo puede detener un juego en curso, pon. El programa no terminará a menos que cumplas con el requisito de finalización designado, pon.”

“Eso no es muy convincente.” Pfle estaba hablando, pero Shadow Gale ni siquiera intentaba seguir su significado. Se limitaba a observar.

“El fundamento de este juego ya se ha derrumbado. Que se detenga o no, no es algo que debas decidir.”

Fal no respondió y Pfle continuó.

“¿Arrastraron a Lazuline, una chica mágica totalmente inocente, pero ahora dicen que los procedimientos operativos estándar les impiden poner fin al juego? ¡Qué burocrático! Nos están obligando a participar en un juego que debería haber terminado hace tiempo.” La voz de Pfle resonó en el cráneo de Shadow Gale. Quería agarrarse la cabeza y desplomarse.

Pfle intentaba utilizar a Lazuline como moneda de cambio. Cuando Lazuline había dicho por primera vez que no conocía a Cranberry, Pfle debió darse cuenta de su posición en el juego. Si Pfle hubiera utilizado a Fal para contarle al amo lo que estaba explicando ahora, tal vez Lazuline no hubiera tenido que morir. Pero aun sabiendo lo que hacía, Pfle no había hecho nada.

Algo se arremolinaba dentro del pecho de Shadow Gale. Era negro, el color que resultaba de la mezcla de los otros. Estaba enturbiado. Incluso Shadow Gale no podía ver a través de él.

“Exijo…” Comenzó Pfle.

Shadow Gale miró la espalda de Pfle. Su larga cabellera ocultaba la mayor parte de ella. De vez en cuando, una ráfaga de viento agitaba sus rizos, permitiendo a Shadow Gale echar un vistazo. Su espalda no era muy grande, pero era muy equilibrada. Su espalda transmitía su convicción de que tenía razón.

“… ¡que pongas fin a este juego ahora mismo!”

“Eso ya no es una opción para el amo, pon. Si el Rey Malvado es eliminado, el juego terminará en ese instante, pon. Por favor, derrota al Rey Malvado rápidamente.”

Pfle apagó su teléfono y Fal desapareció. Aquel intercambio final había hecho que la cara de Shadow Gale se retorciera. Un comentario superficial le caló hondo con terrible violencia.

Si el Rey Malvado es eliminado, el juego terminará en ese instante.

“Espera, por favor.” Dijo Shadow Gale. “Eso no puede estar bien. Si el Rey Malvado se va, el juego termina inmediatamente. Y el Rey Malvado era una de las chicas mágicas de aquí, la que obstruía el juego. Estaba matando a mucha gente, ¿verdad? Y usted dijo que la cabeza de Melville fue cortada, ¿no es así, señorita? Entonces, ¿por qué no ha terminado el juego?” Shadow Gale sintió que, por primera vez en mucho tiempo, había sido capaz de replicar a Pfle. Puede que no fuera más que un suave mordisco de cachorro, pero probablemente era la primera vez que discutía con ella desde que habían recuperado la memoria. Incluso cuando Shadow Gale reconoció los indicios de malestar que acechaban en las palabras de Pfle, se alegró de haber podido discutir. “Melville lo hizo todo, ¿verdad? ¿Melville era el Rey Malvado?”

“Yo… pensaba que Melville era el Rey Malvado.” Respondió Pfle. “Quiero decir, lo era, ¿verdad? Tú lo dijiste, ¿no?”

“Creía que asesinar a los otros jugadores era algo que sólo haría el Rey Malvado.”

“Nadie más que el Rey Malvado habría hecho eso.” Dijo Shadow Gale.

“Esto significa que, aunque era la candidata más probable, no era, de hecho, el Rey Malvado. Si lo fuera, el juego ya habría terminado. Por lo tanto, no era el Rey Malvado, sino una jugadora que iba por ahí matando a los demás. Sólo puedo especular sobre sus motivos para tal violencia, pero a juzgar por su traje, puedo imaginarlo. Esencialmente, ella quería un juego lleno de matanza.”

“Imposible…”

“No descarto del todo la posibilidad de que Melville sea el Rey Malvado. Puede haber usado su magia para camuflarse y hacer creer a Clantail que le había cortado la cabeza… pero eso no explicaría por qué Nokko murió quemada.” Ella había abandonado sus filas sin decir una palabra, y luego alguien la había quemado hasta reducirla a cenizas. El arma asesina fue probablemente el lanzallamas que se vendía en el castillo del Rey Malvado. Ninguna otra arma podría matar a alguien así.

“Lo que tenemos que hacer.” Dijo Pfle. “Es prepararnos para que cualquiera sea el Rey Malvado.”

“¿Y si nos matan antes de estar preparadas?”

“Ya me he ocupado de eso.” Pfle encendió su teléfono mágico. “Esos restos de la muñeca y la chica que se parecía a Rionetta… lo más probable es que fuera el cuerpo real de Rionetta. ¿Recuerdas que había un teléfono mágico junto a ella donde cayó? Cuando lo revisé, encontré múltiples pases de viaje dentro. Si el dueño de ese teléfono era el que manejaba los objetos no combativos, podemos asumir que era de Pechka. Aunque si era de Rionetta, también estaría bien. Tomé los pases de viaje de ese teléfono, así como el número de pases de viaje en circulación desde que llegamos al castillo del Rey Malvado. Los únicos pases en circulación son los que tú y yo poseemos.”

“¿Y los de Clantail?”

“Los pases se comparten entre un grupo, ya que se usan en la unidad del grupo. Rionetta o Pechka deben de haberlos gestionado todos.”

“¿Y qué pasa con Nokko y Lazuline?” Preguntó Shadow Gale. “He estado gestionando los pases de nuestro grupo.”

“¿Y Melville?”

“A juzgar por el número de pases en circulación ahora mismo y el número de pases que tenemos, ella tiene cero. Dado que todo lo que queda de Melville es una cabeza cortada, su cuerpo debe haber sido horriblemente dañado en la batalla, y su teléfono mágico destruido junto con él.” Pfle sacó su lista de objetos y se la mostró a Shadow Gale. El número de pases de viaje aparecía en la pantalla: un increíble

10.000 (10.000). El número máximo para los pases de viaje era de diez mil, y el número de pases en circulación también era de diez mil, por lo que no se podían comprar más. Pfle sonrió con valentía. “Los he comprado todos. Los pases pierden efecto un día después de su uso, pero no se agotan si no se utilizan nunca. Ahora nadie más que nosotras puede viajar entre zonas.”

Habría necesitado una cantidad increíble de caramelos mágicos para poder acaparar los pases de viaje. No había forma de reunir esa cantidad cazando monstruos y terminando misiones con diligencia. Shadow Gale había sido la encargada de reunir esos caramelos. La cantidad utilizada para comprar todos esos pases era sólo una fracción de las ganancias de Shadow Gale. Ella había reunido esa cantidad de caramelos gracias a sus esfuerzos.

Cuando le robaron la Moneda Milagrosa a Masked Wonder, Fal les había dicho que si un objeto de evento sale de circulación, el evento se repetirá. Pfle se había centrado en esa regla. Al vender el Escudo del Dragón ganado al derrotar al Gran Dragón, habían revivido al dragón para derrotarlo de nuevo. Se podía ganar fácilmente una fortuna en caramelos mágicos repitiendo esto una y otra vez.

Luchando de forma normal, nunca habrían podido derrotar al Gran Dragón con sólo ellas dos, pero había una forma de evitarlo. Lo más probable es que Pfle se hubiera dado cuenta antes de que lucharan contra el dragón. Justo en medio de la pelea, Shadow Gale había mirado a Melville atacando al dragón desde fuera de la línea roja y se dio cuenta. Si atacaba desde fuera de la línea roja, podía derrotarlo con seguridad sin darle ninguna oportunidad.

Pero ni Pfle ni Shadow Gale tenían armas o habilidades que les permitieran atacar a distancia como las lanzas de Clantail, las jabalinas de Melville, el rayo de Daisy, el tajo de la chica samurái o el teletransporte de Lazuline. La silla de ruedas de alta potencia de Pfle con su láser asesino incorporado ya había sido destruida.

Pfle había ordenado a Shadow Gale que modificara el arco y la flecha de juguete que habían adquirido a través de R, y lo había convertido en un gran dispositivo de disparo de montaje. Su munición era la daga asesina de dragones. Siempre que diera en el blanco, podría matar a cualquier dragón de un solo golpe, sin importar lo enorme que fuera la bestia. Si fallaba, sólo tenía que devolver la daga asesina de dragones a su teléfono mágico cancelando la invocación del objeto.

Pfle había gastado parte de los caramelos mágicos que había almacenado mediante este método para comprar todos los R. Con R, cuanto más raro era el objeto, menor era la tasa de aparición, pero incluso el objeto más común, el mapa, tenía un límite de circulación. Una vez que el stock total de mapas llegaba al máximo, ya no se recibía un mapa. Por la fuerza de la riqueza, habían adquirido todos los objetos de R con su enorme abundancia de caramelos.

Los artículos adquiridos a través de R eran en su mayoría objetos mundanos y no del tipo que cumpliría con los estándares de Pfle, así que se concentró en otra cosa. Incluso los objetos mundanos podían convertirse en armas si Shadow Gale los modificaba, como el arco y la flecha de juguete que había transformado en el gran dispositivo de disparo.

Pfle lanzó una plétora de estos objetos mundanos desde su teléfono mágico, indicando a Shadow Gale que continuara y los modificara.

“Esto es demasiado.” Dijo Shadow Gale.

“Vamos a hacerlo de todos modos. No nos queda mucho tiempo.” “Tenemos tiempo, ¿no? Quiero decir, nadie puede viajar ahora,¿verdad?”

“Sólo durante los próximos dos días. Luego ocurrirá el evento del período previo al mantenimiento.”

Shadow Gale jadeó. Para el evento previo al mantenimiento, todas las chicas mágicas supervivientes serían convocadas a la fuerza en la plaza. Tanto si tenían pases de viaje como si no, se verían obligadas a enfrentarse cara a cara.

“Las dos somos chicas mágicas no combatientes. Si el Rey Malvado es una chica mágica combatiente, no podremos contraatacar y moriremos. Pero si podemos equiparnos ahora, tendremos una oportunidad de victoria. Con tus habilidades, debe funcionar de alguna manera. Primero, terminemos este trabajo.”

Durante los dos días siguientes, Shadow Gale dedicó todo su esfuerzo a crear armas. No lo llamaría “trabajar como una esclava” porque Pfle la ayudaba y seguía sus indicaciones. Consiguió crear varias armas, no porque hubiera conseguido un ayudante, sino porque se vio empujada por la necesidad y presionada por el tiempo. Consiguió esta hazaña a pesar de que su cliente la atormentaba con la irracional exigencia de que “debería ser más sencillo, en comparación con el tanque de diez patas”.

La mayoría de estas armas se basaban en la pistola eléctrica.

Los dos minijefes enemigos del castillo del Rey Malvado, el caballero y el robot, habían llenado el final de la enciclopedia de monstruos. No había monstruos de tipo malvado por ninguna parte, pero por alguna razón, la tienda vendía una pistola aturdidora y un lanzallamas, que eran especialmente eficaces contra los monstruos de tipo malvado.

“Al final del juego, llegas a la tienda del castillo del Rey Malvado,

¿y se venden artículos de broma inútiles? Es difícil de creer. Pero si tomas estos artículos al pie de la letra, deberías considerar primero el tipo de enemigos contra los que se usaría un arma como la pistola aturdidora. Sí, es para usarla con humanos. Así que si la descripción dice que esta arma es especialmente efectiva contra enemigos de tipo malvado, eso debe significar que un enemigo de tipo malvado sólo podría ser una de nosotras, las chicas mágicas.” Pfle expuso sus pensamientos y propuso que Shadow Gale basara la mayoría de las armas en la pistola aturdidora y el lanzallamas. La pistola aturdidora era un arma de autodefensa que se utilizaba para incapacitar a los oponentes, mientras que el lanzallamas sólo podía utilizarse para matar. Si Shadow Gale tenía que elegir una, tenía menos reparos emocionales para usar la pistola aturdidora.

“Efectivamente, Mamori. Pero desde la última vez que confirmé el número en circulación, alguien más ya ha comprado otro lanzallamas. El enemigo no tiene por qué ser tan amable como tú, Mamori, así que tenlo en cuenta.”

Al final, Shadow Gale también utilizó un lanzallamas.

Mientras trabajaban en su proyecto, mientras Shadow Gale daba instrucciones a Pfle y escuchaba sus peticiones, ningún pensamiento desagradable flotaba en su mente, y era capaz de conversar con naturalidad con su compañera. Tal vez estaban tan inmersas en el trabajo que ella no tenía tiempo de preocuparse por nada más.

Era el tercer día desde su última entrada, el día del evento previo al mantenimiento. Tanto Shadow Gale como Pfle se encontraban en la terraza del castillo del Rey Malvado, esperando tranquilamente a que llegara el momento. Pfle estaba en su alfombra mágica, y Shadow Gale también. No sentada, sino arrodillada y lista para saltar e irse en cualquier momento. Pfle estaba sentada, como de costumbre.

Las dos se quedaron quietas y en silencio mientras pasaba el tiempo. Lo único que entraba en la tienda del castillo del Rey Malvado era la brisa ocasional que soplaba. Las tijeras y la llave inglesa que colgaban del cinturón de Shadow Gale traqueteaban y se balanceaban, creando los únicos sonidos. Lo único que cambiaba era su creciente ansiedad.

Sus teléfonos mágicos rompieron el silencio con el ruido de alerta de los mensajes. De repente, su entorno se oscureció.

Comienza un evento. Jugadoras, reúnanse en la plaza de la ciudad de los páramos.

Se trasladaron del castillo del Rey Malvado, con su austera blancura y su dulce aroma, a la plaza de la ciudad de los páramos, con su sencilla paleta de grises, ocres, marrones y caquis. El traslado fue repentino y casual; antes de que Shadow Gale se diera cuenta, estaba en otro lugar. No hubo náuseas ni traqueteo en su cerebro.

La plaza de la ciudad de los páramos era una plaza sólo de nombre.

Era silenciosa y desolada.

No, eso no es correcto, se corrigió mentalmente Shadow Gale. Durante el primer evento, todas las chicas mágicas reunidas le habrían parecido un espectáculo magnífico. Sería más exacto decir que el lugar parecía desolado durante los eventos ahora que su número había disminuido. Durante el primer evento, había habido quince personas, y ahora sólo había tres.

—Tres personas.

Pfle, Shadow Gale, y una más.

Shadow Gale miró a su alrededor. La plaza estaba rodeada de edificios. Con quince chicas aquí, se había sentido pequeña. Con tres, era enorme. No había ninguna cubierta. Sólo una fuente rota con una estatua de sirena que la decoraba. La fuente estaba seca, y en lugar de agua, había una fina capa de arena acumulada en su interior. Todo en este lugar era igual que la última vez. No importaba cuántas veces vinieran aquí, era lo mismo. Shadow Gale miró a su alrededor una vez más. No había rastro de nadie más que de ellas tres.

Miró el dispositivo localizador que tenía en la mano. Había convertido un termómetro que habían adquirido a través de R en un “supertermómetro” con la funcionalidad añadida de la aplicación de mapa que les indicaba la ubicación de los miembros de su grupo. Pfle se había burlado de ella por el nombre que le había puesto, calificándolo de insípido, pero su funcionalidad no era ninguna broma. Era un elemento fantástico que podía utilizarse para detectar la temperatura de la superficie de los objetos y mostrarla en la pantalla. Pfle la había obligado a construirlo a toda prisa, diciéndole que, en el peor de los casos, si Melville seguía viva, tendrían verdaderos problemas sin él.

Según el supertermómetro, sólo había tres chicas mágicas en la plaza.

“No hay nadie más.” Intentó decirlo en voz alta. Nadie respondió.

Pfle miró a su alrededor con cautela y activó su teléfono mágico. Se iluminó, brilló y apareció una imagen holográfica. “Ahora bien, sobre el evento de esta vez. El concurso de la Moneda Milagrosa se repetirá…”

“Espera.” Dijo Pfle a Fal. “¿Qué es, pon?”

“Ya he preguntado esto antes, pero quiero confirmarlo contigo una vez más. No hay forma de evitar el transporte forzoso al evento del periodo previo al mantenimiento, ¿correcto?”

“No, pon. Los jugadores son convocados a la fuerza para el evento del periodo previo al mantenimiento, y todas las chicas mágicas del juego, sin importar quiénes, serán reunidas en la plaza, pon. Si no llegan a tiempo, serán teletransportadas a la fuerza, pon.”

Pfle giró la cabeza noventa grados hacia un lado y luego volvió a mirar hacia delante. Parecía que estaba escudriñando la zona.

“Por cierto, ¿qué haces, pon?” Preguntó Fal.

Shadow Gale también estaba en la alfombra mágica de Pfle, por si acaso el Rey Malvado, que había quedado atrapado en la zona del páramo, había colocado trampas en la plaza para preparar el evento previo al período de mantenimiento mientras Pfle y Shadow Gale se habían armado. Probablemente, Shadow Gale era la única de todas las chicas que habría sido capaz de hacer trampas mecánicas explosivas o eléctricas, pero cualquiera podía cavar una fosa.

Pero parecía que la pregunta de Fal no se refería sólo a eso, sino también a sus armas. Las estaba juzgando por el arsenal que Shadow Gale había conseguido. “Oye, espera… ¿Por qué hemos llegado a esto, pon? Obviamente, el arma de aturdimiento se vendía en el castillo del Rey Malvado con la intención de hacer que las chicas mágicas lucharan entre sí en las etapas finales, pon. Y al amo también se le ocurrió la desagradable idea de incluir un lanzallamas para que todas ustedes no se opusieran a usar la pistola aturdidora en su lugar, pon. ¿Por qué usarías algo así? Es justo lo que el amo quiere, pon.”

“No es asunto tuyo. Cierra la boca.” Shadow Gale dejó caer su teléfono mágico al suelo y lo pisó con el dedo del pie para apagarlo.

Las palabras de Fal retumbaban como un terremoto en su pecho, y sentía que el dolor la iba a destrozar. No quería escuchar esto.

“Me gustaría preguntar una cosa.” Dijo Pfle.

Sí. Lo que Shadow Gale quería saber era otra cosa.

“¿Eres el Rey Malvado?” Le preguntó a la chica mágica que estaba de pie en el lado opuesto de la fuente.

Hoy era un caballo. Bajo los rayos del sol que entraban en la plaza, Shadow Gale podía ver su robusta musculatura y su hermoso pelaje, incluso a esta distancia. La parte superior de su cuerpo humano sostenía una lanza en su mano derecha, mientras que en la izquierda tenía un escudo preparado. Su cola de caballo se levantó para golpear su trasero.

“No.” La respuesta de Clantail fue corta y breve. Ella respondió con una pregunta igualmente corta y breve. “¿Qué pasó con Nokko?”

“La mataron.” Dijo Pfle. “¿Qué pasó con Pechka, Lazuline y Melville?”

“Melville mató a Pechka y a Lazuline…” Clantail bajó la mirada como si le doliera. “… Y yo maté a Melville.” Levantó la cabeza bruscamente y miró a Pfle.

Pfle estaba tranquila. “¿Mataste a Melville? Eso es impresionante.” Clantail no respondió. Pfle continuó, con un tono casual. “Fal me dijo que si el Rey Malvado muere, el juego terminará inmediatamente.”

“… He escuchado lo mismo.”

Shadow Gale recordó cómo Pfle había tratado de utilizar a Lazuline como moneda de cambio, y el dolor se clavó en lo más profundo de su corazón. Todo lo que había olvidado durante los dos días que había estado trabajando en esas armas en el castillo del Rey Malvado volvió a ella.

“¡Maté a Melville, así que por qué no se ha acabado el juego!” Clantail gritó con frustración.

Con voz calmada pero resonante, Pfle respondió: “Debe ser que Melville no era el Rey Malvado.”

“Entonces es una de ustedes dos.”

“Ninguna de nosotros es el Rey Malvado. En otras palabras, Clantail, tienes que ser el Rey Malvado.”

La discusión a través de la fuente y la brecha de quince metros que las separaba se detuvo por un momento. Clantail levantó una pata y golpeó el suelo con una pezuña. La patada fue lo suficientemente fuerte como para sacudir toda la plaza y dejar una profunda huella en el suelo. “No soy el Rey Malvado.”

“Eso es justo lo que diría el Rey Malvado.” Replicó Pfle.

“¿Por qué se agotaron todos los pases de viaje? No pude comprar ninguno.”

“Porque los compré todos. No podíamos permitir que el Rey Malvado viniera a nuestra zona.”

“¿Cómo has conseguido tantos caramelos? Necesitarías cincuenta mil para comprar todos los pases de viaje.”

“Nuestros abundantes almacenes de caramelos son el resultado de esfuerzos legítimos dentro del juego.”

“¿Porque eres el Rey Malvado?” “Eso no justifica una acusación.”

Clantail saltó. Sus patas de caballo se doblaron para tomar fuerza y luego saltó. Con una patada de uno de sus cascos la cabeza de la estatua de la sirena que adornaba la fuente salió disparada hacia ellas. Shadow Gale bloqueó la cabeza con el Escudo del Dragón, pero Clantail ya se cernía frente a ellas.

Shadow Gale y Pfle se separaron hacia la izquierda y la derecha. Al saltar a un lado, Shadow Gale se abalanzó sobre Clantail con su llave inglesa en un intento de retenerla, pero Clantail golpeó hacia arriba con su escudo y lo apartó detrás de Shadow Gale. La mano de Shadow Gale sintió un cosquilleo. Cuando Clantail siguió el golpe de su escudo con una pezuña, Shadow Gale se las arregló para bloquearlo con su propio Escudo Dragón. Aunque su equipamiento era +12, el impacto la levantó del suelo. Afortunadamente, la mano del escudo no estaba entumecida.

Desde detrás de Clantail, Pfle sacó un arma aturdidora. Ésta había sido modificada con una vara de bambú. Tenía un alcance mucho mayor que la pistola aturdidora original, y además era flexible. Clantail esquivó el ataque, difícil de evitar, transformando la parte inferior de su cuerpo en una serpiente y azotando su cola para golpear a Pfle detrás de ella. Pfle bloqueó el golpe de cola con su escudo, pero no pudo absorber todo el impacto. Cayó de su alfombra y rodó por el suelo.

La diferencia de habilidades entre las chicas mágicas combatientes y no combatientes, como había dicho Pfle, era evidente para ellas. Incluso en una pelea de dos contra uno, Clantail era increíblemente fuerte.

La parte inferior del cuerpo de Clantail se transformó en una criatura de color marrón amarillento con un dibujo leonado y largas patas, tan largas que tapaban el sol. Una jirafa. Levantó su lanza. Shadow Gale estaba a punto de usar su escudo para bloquear, pero entonces un escalofrío de miedo le recorrió la columna vertebral. La punta de la lanza de Clantail se alzó, centelleante, reflejando la luz del sol desde lo alto de los cielos. Shadow Gale levantó la vista, se deshizo de su escudo con la corazonada de que esto no iba a funcionar, y saltó a un lado.

La lanza de Clantail se balanceó hacia abajo y, al hacerlo, se transformó de jirafa en tigre para aumentar la velocidad y la potencia de su golpe. Su lanza se clavó profundamente en la tierra, haciendo temblar el suelo. Aunque debía ser sólo un arma +7, con Clantail blandiéndola, ni siquiera el Escudo +12 de Shadow Gale pudo bloquearla por completo. El muro que marcaba la diferencia entre sus capacidades de combate se cernía sombríamente sobre Shadow Gale.

Clantail giró entonces para arrojar su lanza horizontalmente contra Pfle, que se había subido de nuevo a su alfombra mágica y presionaba a Clantail por detrás. Pfle bajó la altura de su alfombra y se aplanó para esquivar el golpe. Le cortó parte del cabello, y sus rizos dorados flotaron y se dispersaron.

Por primera vez, Clantail estaba de espaldas a Shadow Gale. La espalda de Clantail era amplia y respetable. Parecía fiable de alguna manera, de forma diferente a la de Pfle. Al ver su espalda, algo dentro del corazón de Shadow Gale susurró. ¿Podía ser tan digna una espalda que había cargado con el papel solapado del Rey Malvado? ¿En verdad Clantail era el Rey Malvado?

Shadow Gale se sacudió los susurros y lanzó la red. Se trataba de una malla electromagnética que podía cubrir una amplia zona. La había hecho combinando una cuerda de R con una pistola aturdidora. Si lanzaba esto a Clantail por detrás, incluso ella tendría dificultades para evitarlo.

Atrapó a su objetivo en la red, y antes de que Clantail tuviera siquiera un momento para luchar, fue electrocutada. La pistola aturdidora podía noquear a una chica mágica de un solo golpe. Las rodillas de Clantail cayeron al suelo y su cabeza se desplomó. Shadow Gale estaba bajando la guardia, pensando que el combate había terminado, cuando la culata de la lanza de Clantail se dirigió hacia ella.

Clantail retrocedía sin mirar atrás, y el mango de su lanza rozó el brazo de Shadow Gale. No fue un golpe directo, pero abrió la carne de su brazo derecho en un chorro de sangre. Un sonido espantoso salió de su hueso. Shadow Gale gritó y se agarró el brazo herido. Clantail se dio la vuelta.

Los ojos de Clantail ardían de ira. En su pecho, brillaba un collar. Era un amuleto que se vendía en una de las tiendas… el amuleto de tierra. Confiere resistencia a los ataques tipo rayo.

Shadow Gale comprendió por qué la red eléctrica no había funcionado. A Clantail le habría bastado con echar un vistazo a la enciclopedia de objetos para saber que alguien había comprado un gran número de pistolas aturdidoras. Así que lo único que tenía que hacer era equiparse con el accesorio que le daría resistencia a la electricidad. Ese era el amuleto de tierra que llevaba Clantail.

Más rápido de lo que Clantail pudo blandir su lanza, Pfle atacó a Clantail por detrás, y Clantail se giró para bloquear con su escudo. Ambas entraron a golpear a la otra y esquivaron sus respectivos golpes.

El corazón de Shadow Gale seguía susurrando. ¿Viste los ojos de Clantail hace un momento? No era sólo ira. Allí también había tristeza. Esa no era la mirada de alguien que lucha sabiendo que es el Rey Malvado.

Shadow Gale contrarrestó la voz de su interior. Sólo quedaban tres personas: Pfle, Clantail y ella. El Rey Malvado tenía que ser Clantail.

Incluso mientras discutía consigo misma, en su corazón ardía. Era la sospecha. No podía librarse de sus recelos y no podía dejar de pensar en el examen de Cranberry. Sería bastante fácil para Pfle engañarla. Atraería a Shadow Gale y las dos derrotarían juntas a Clantail. Una vez hecho esto, Pfle acabaría con Shadow Gale, ahora que su trabajo había terminado, y Pfle sería la última chica en pie.

“¡Mamoriii!” El grito de Pfle la devolvió a la realidad. Clantail estaba empujando a Pfle hacia atrás. Pfle había sacado el lanzallamas y estaba lanzando llamas, pero Clantail las bloqueó con su escudo y las apartó con su lanza, evitando hábilmente cualquier golpe directo. Shadow Gale sujetó su llave inglesa y se acercó a Clantail, pero Clantail no lo permitió y se transformó en caimán para azotar con su cola a Shadow Gale y mantenerla a raya.

Pero ahora la parte superior de su cuerpo estaba colocada más abajo en el suelo. Pfle bajó despreocupadamente de su alfombra. Por un momento, Clantail se congeló. Pfle no se había puesto de pie ni una sola vez, hasta ese momento. O bien había estado montada en su silla de ruedas o en la alfombra mágica, o bien Shadow Gale la había llevado en brazos. Shadow Gale sabía que Pfle podía caminar normalmente. Pero evitaba revelarlo a los demás en la medida de lo posible. Y entonces, en momentos como éste, podía pillar a la gente desprevenida poniéndose de pie de repente.

Ahora que Clantail le había dado una oportunidad, Pfle la aprovechó al máximo. Saliendo disparada del suelo, agarró la mano del escudo de Clantail. Clantail sacudió su escudo de un lado a otro para despistar a Pfle y la lanzó lejos junto con el escudo. Pfle giró en el aire y aterrizó suavemente a cuatro patas.

Un sudor grasiento brotaba en la frente de Clantail. Su mano izquierda, la que sostenía el escudo, temblaba ahora. Sus dedos meñique y anular estaban rotos, apuntando en direcciones equivocadas. Pfle también había luchado de la misma manera. Fingía que no podía caminar para engañar a los débiles y, llegado el momento, se levantaba y atacaba. Sus oponentes quedaban aturdidos y Pfle los hería, como había hecho con Clantail.

Sí, el examen de Cranberry. Era igual que entonces. Algo negro se arremolinaba dentro de Shadow Gale. Era caliente, fangoso y aumentaba lentamente de volumen.

¿De verdad el Rey Malvado era Clantail?

¿No era Pfle el Rey Malvado?

Ahora mismo, Pfle había juzgado, basándose en el proceso de eliminación, que como ni Shadow Gale ni Pfle eran el Rey Malvado, entonces tenía que ser Clantail. ¿Pero cómo podía Pfle asegurar que Shadow Gale no era el Rey Malvado? Tal vez ella había resbalado y revelado su posición como el Rey Malvado. Si la propia Pfle fuera el Rey Malvado, sabría que Shadow Gale no lo era; eso se explicaba por sí mismo.

Pfle lanzó más llamas y Clantail se transformó en leopardo para esquivarlas con agilidad. Su esquiva la llevó hasta el lugar donde estaba el Escudo del Dragón, donde Shadow Gale lo había dejado caer. Clantail lo recogió rápidamente y lo sujetó con sus dedos índice y medio y el pulgar intactos.

Esto también formaba parte de su estrategia. Antes de que comenzara la batalla, Shadow Gale había tirado deliberadamente su teléfono mágico. Esto significaba que Shadow Gale ya no podía desinvocar objetos y devolverlos a su teléfono mágico, creando una situación en la que era posible que le robaran sus objetos. Y el Escudo del Dragón, con su modificación de +12, era un objeto digno de ser robado.

Pfle sacó un mando a distancia de su manga y lo pulsó. Del interior del Escudo del Dragón salieron llamas. Clantail gritó sin voz, tirando el escudo y retorciéndose de dolor. La parte inferior de su cuerpo se transformó en una enorme medusa translúcida, que envolvió la parte superior de su cuerpo en llamas. Shadow Gale había oído antes que el cuerpo de una medusa estaba formado principalmente por agua. Clantail chisporroteaba y el vapor salía de su cuerpo mientras apagaba las llamas, pero seguía estando horriblemente quemada. Se acurrucó, gimiendo.

Shadow Gale había visto esto mismo muchas veces antes durante el examen de Cranberry. Los complots, las trampas y las artimañas de Pfle habían acabado con innumerables chicas mágicas, dejando sus cuerpos desparramados por el suelo.

Y en este juego, había sido igual. Pfle había anunciado el asesinato de Masked Wonder en la plaza y había dispuesto que todas las chicas se enfrentaran al Gran Dragón a la vez sólo para ver sus reacciones, y en ambos casos, eso había provocado un estallido de caos. Pero incluso cuando la gente moría, Pfle no se arrepentía.

Sólo Pfle había sabido cuando Nokko huyó. Era extraño, y Shadow Gale ni siquiera sabía realmente por qué había muerto. ¿Podría Pfle haber sido capaz de matar a Nokko? La mayoría de la gente no sería capaz. Pero Pfle…

Shadow Gale sujetó su llave inglesa con la mano izquierda y se lanzó hacia delante. La corriente negra y fangosa de su corazón estaba en ebullición, girando en círculos. Tenía que hacerlo. Era su única oportunidad. Cuanto más se precipitaba la corriente, más rápida se volvía, más caliente, más grande, más fangosa y más negra. Shadow Gale cargó hacia Pfle y le lanzó la llave inglesa a la cara.

Pfle había estado concentrada en el retorcimiento de Clantail, y nunca habría soñado que la atacarían por el costado. No esquivó ni bloqueó el golpe, y Shadow Gale propinó un golpe sólido. Sintió que conectaba. El sonido, la sensación de romper los huesos, todo ello le decía dentro de su corazón que lo había hecho bien. Pfle salió disparada y aterrizó de espaldas en el camino que salía de la plaza, rodando y deslizándose por el suelo hasta que finalmente se detuvo.

Shadow Gale estaba observando a Pfle. La había estado observando constantemente, hasta el momento en que le había lanzado la llave inglesa a la cara. Si Pfle era el Rey Malvado, entonces tendría que reaccionar de alguna manera. Podía estar enfadada o molesta, o podía estar tratando de engañar a Shadow Gale. Shadow Gale tenía que llegar al fondo de esto. Vamos, ¿cómo vas a reaccionar? No me engañarás más.

Pfle estaba tumbada boca arriba en el suelo. Sus dedos se movieron dos veces y luego se detuvieron. En el corazón de Shadow Gale, el torrente negro se transformó en un remolino de exultación.

Shadow Gale no podía creer que Clantail fuera el Rey Malvado. Y no entendía cómo Pfle podía confiar tan ciegamente en Shadow Gale. Todo lo que había hecho había sido sospechoso. Su afirmación de que haría juicios basados en el carácter sólo había sido una excusa para ignorar a Melville, ¿no es así? Después de todo, el Rey Malvado estaría encantado de tener a un individuo tan capaz yendo por ahí matando a los demás por su cuenta.

Shadow Gale miró su mano izquierda. Agarrando la llave inglesa, estaba temblando.

Miró a Pfle. Ahora ni siquiera se movía. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Shadow Gale. No podía ser. ¿Con un solo golpe?

¿Qué estoy haciendo?

¿He matado a Pfle? ¿Matarla? ¿Por qué? ¿Por qué iba a hacerlo?

Recordó a sus padres diciendo que la habían llamado Mamori para que protegiera a su joven ama. Sus rodillas se debilitaron. No podía mantenerse en pie. Había matado a Kanoe. Había matado a Kanoe. Pero… no había terminado. El juego aún no había terminado.

Sin fuerzas en las piernas, Shadow Gale se dirigía al suelo cuando algo llegó por detrás para sostenerla. Era una mano que la agarraba por el cuello para levantarla.

“Tú eres… el Rey Malvado, ¿eh?” Era Clantail. Todavía tenía algunas quemaduras, pero la mayoría de ellas se habían curado. Su mano izquierda, la que sostenía a Shadow Gale, tampoco parecía estar herida. Claramente había usado una medicina de recuperación.

“¿El Rey Malvado…?” Shadow Gale quería negarlo, pero las palabras no le salían. No era que tuviera miedo de Clantail. Estaba aterrada de sí misma por haberse dejado llevar tanto por sus sospechas que había golpeado a Pfle. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos como si hubieran reventado un dique.

La mano derecha de Clantail ajustó su agarre en su lanza. “Lazuline y Pechka me salvaron… no puedo morir.” Eso significaba, no puedo morir; lo siento, pero voy a matarte. Clantail estaba anunciando que acabaría con la vida de Shadow Gale. Pfle estaba muerta, y sólo quedaban Clantail y Shadow Gale, así que ahora el Rey Malvado tenía que ser Clantail.

La llave inglesa resbaló de la mano de Shadow Gale. Su mano se sentía débil. El arma le parecía repugnante. Todavía podía sentir la sensación del cráneo de Pfle rompiéndose.

Todo se desvaneció rápidamente en su interior. Ya no le importaba lo que ocurriera.

“¡Lo tengo!” Una voz muy familiar gritó, y Shadow Gale hizo una mueca de asombro. Clantail también estaba aturdida. Ambas miraron hacia el lugar donde Pfle había aterrizado para ver a la dueña de la voz empujando la parte superior de su cuerpo del suelo. “Ya lo tengo. Me he dado cuenta. Qué magia más espantosa.”

Pfle se incorporó por completo, observando a Shadow Gale y a Clantail. La nariz de Pfle había sido gravemente aplastada y su cara estaba empapada de sangre. Su rostro —que era especialmente bello, incluso para una chica mágica— estaba completamente arruinado. Pero aún había luz en sus ojos. Tal vez la fuerza en ellos abrumó a Clantail, que retrocedió medio paso.

“Cuando consideré quién podría ser el Rey Malvado.” Dijo Pfle. “Excluí la posibilidad de que fueras tú, Mamori. Estaba segura de ese juicio, pero no del todo. Pensé que no me importaría mucho que fueras el Rey Malvado. Incluso si eras tú, las cosas se resolverían siempre que me comportara de tal manera que te pusiera en ventaja. No me importaba si eras el Rey Malvado o un jugador. Mientras sobrevivieras, eso era suficiente para mí. Si fueras el Rey Malvado, habría cooperado contigo para matar a los otros jugadores.”

Clantail soltó a Shadow Gale, que cayó al suelo sobre su trasero y gimió de dolor.

Sin aparente preocupación, Pfle continuó. “Pero… entonces ocurrió algo extraño. En algún momento, llegué a pensar que quizá no debería confiar en ti, Mamori. Antes de eso, estaba dispuesta a aceptar cualquier cosa con tal de que estuvieras conmigo. Entonces, ¿qué tipo de situación me haría sentir que ya no podía confiar en ti? Aunque me pareció desconcertante, seguí desconfiando de ti… hasta ahora, cuando me has derribado. Me golpeaste, salí volando hacia atrás, rodé por el suelo, y entonces todas las dudas que se acumulaban en mi corazón se desvanecieron.”

Shadow Gale apoyó las manos en el suelo y retrocedió un poco más. No entendía lo que decía Pfle. No podía entenderlo. Pero no podía dejar de llorar, a pesar de todo.

Lentamente, Pfle se puso en pie. “Es extraño, ¿verdad? Para empezar, desconfiaba de ti, y luego me golpeaste lo suficientemente fuerte como para dejarme fuera de combate. Era de esperar que eso me convenciera de que eras el enemigo, pero ese golpe disipó mis recelos. Claramente, había algo mal en mi cabeza. ¿Qué había provocado esto? Mientras miraba al cielo, pensé en ello. Ahora que la extraña sospecha había desaparecido, podía volver a pensar. Sí. Fue la plaza. Mis sospechas desaparecieron porque estaba fuera de la plaza.”

Pfle salió del camino hacia la plaza. “Es tal y como pensaba. Cuando entro en esta zona, mi corazón se nubla. Me siento desconfiada y mi mente se embota. Algo me impide cuestionar la situación. Me hace apartar la vista de cosas que normalmente habría considerado. Y estos efectos no se limitan a mí. Está afectando a todas en este lugar. Mamori, confía en Clantail. Ella no es el Rey Malvado.”

Una vez más, Shadow Gale escuchó susurros en su corazón. No escuches lo que dice. Es una maestra del engaño. Si la escuchas, perderás.

“¡Mamori! ¡No te distraigas!” La sangre manaba y brotaba de la nariz aplastada de Pfle como una cascada. Pero su voz seguía llevándose desde el camino hasta la plaza, golpeando también el pecho de Shadow Gale. Los susurros se dispersaron y se dispersaron, y el torrente negro se evaporó al instante.

“¡Ambas, vengan aquí! Y bajo ninguna condición bajen la guardia.” Pfle se puso delante de la fuente. Ella y Clantail se miraron y luego asintieron juntas. Shadow Gale levantó el Escudo del Dragón y una pistola aturdidora mientras Clantail transformaba la parte inferior de su cuerpo en un tigre. Ambas se dirigieron hacia ambos lados de la fuente.

“Hay arena amontonada aquí.” Dijo Pfle. “Vamos a quitarla toda. Esten preparadas, podemos ser atacadas en cualquier momento.” Le obedecieron. Las tres sacaron la arena de la fuente hasta dejarla vacía.

“Aquí, miren. ¿Ven algo raro aquí?” Preguntó Pfle. Habían dejado al descubierto el fondo de la fuente. Y efectivamente, allí había una grieta antinatural, una fisura circular de un metro de diámetro. “¡Rómpanla!”

Clantail levantó sus patas delanteras y las balanceó hacia abajo. Como el centro ya estaba agrietado, el fondo de la fuente se partió fácilmente y cayeron fragmentos de piedra. Había un espacio debajo.

Shadow Gale se inclinó lentamente, observando el espacio. Debajo de la fuente había un agujero de unos dos metros cuadrados, y en su interior había una chica vestida de criada que se sujetaba la muñeca derecha, temblando.