Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 2

Capítulo 11: Y Etcétera

Parte 2

Nokko

En este juego, asumirás el papel del Rey Malvado.

Eso era lo que estaba escrito en el mensaje enviado al teléfono mágico de Nokko. Su condición de victoria era la muerte de todos los demás jugadores.

Si se observara toda la cadena de incidentes que Cranberry había provocado desde arriba, Nokko habría sido claramente clasificada como agresora, no como víctima. Una vez había sido miembro de un grupo de chicas mágicas cuyo líder había sido un simpatizante de Cranberry. Nokko había recibido muchas veces una compensación a cambio de cooperar con los exámenes. Su papel había sido inducir a la acción a las chicas mágicas más reticentes. Se acercaba a las participantes, fingiendo ser una persona normal, y les transmitía ira, odio y otros sentimientos para acelerar el examen.

No había estado en condiciones de saberlo todo sobre los exámenes. Pero aun así, había tenido una idea general de lo que estaba haciendo. Aunque sabía que no era algo bueno, siguió cooperando porque quería el dinero. Desde que el padre de Nokko había desaparecido, su familia necesitaba dinero. Normalmente, no se podía ganar dinero siendo una chica mágica. Así que no tuvo más remedio que ganarlo por medios anormales.

Cuando la líder del grupo de Nokko había sido expuesta como coconspiradora de Cranberry, había sido llevada ante la justicia, y Nokko había perdido su fuente de ingresos. Pero las autoridades del Reino Mágico no habían tocado a Nokko. Su líder podría haberla encubierto. Aunque se había sentido mal, se había sentido aliviada.

Pero el amo del Proyecto Crianza de Chicas Mágicas sabía lo que Nokko había hecho. El amo había acudido a ella, diciéndole que o bien lo exponían todo, o bien podía participar en este juego. Ella tenía que elegir entre esas opciones.

El antiguo líder de Nokko seguía desaparecido, y Nokko no podía irse y dejar a su madre. No tenía ninguna opción.

Pero cuando llegó el momento de empezar realmente el juego, Nokko se unió a las demás para jugarlo. Todas las demás se habían entusiasmado con la idea de que podían terminar el juego si simplemente derrotaban al Rey Malvado, pero a Nokko no se le había dado esa información. Su condición de victoria era diferente a la de todas las demás.

El juego avanzó y ella nunca le dijo a nadie quién era. Cuando descubrió que la muerte en el juego significaba la muerte en el mundo real, se sumió en una profunda desesperación. ¿No terminarían nunca estos juegos forzados de matar o morir?

Nokko pensó en confesar. Si sólo ella muriera, todas las demás se salvarían. Pero no podía hacerlo. La cara de su madre apareció en su mente. Y mientras ella estaba ocupada dudando, las otras chicas mágicas estaban muriendo. No en accidentes como Magical Daisy. Alguien las estaba matando.

Varias de las chicas mágicas que participaban en este juego eran las que Nokko había visto durante los exámenes de Cranberry. Nokko tenía más información que las demás, así que poco a poco fue comprendiendo lo que el amo intentaba hacer. Las que habían estado involucradas con Cranberry estaban siendo revisadas para ver si eran el material adecuado. A Nokko, que había formado parte de las tramas de Cranberry, se le estaba dando una última oportunidad.

No tuvo más remedio que aprovechar esa oportunidad y correr con ella.

Cada vez que tenía la oportunidad de encontrarse con otras chicas mágicas durante eventos y demás, Nokko esparcía la semilla de la discordia. Fomentó el conflicto entre Rionetta y Nonako. Instigó a Melville, hizo que Pechka tuviera más miedo y que Shadow Gale sospechara de Pfle. Pero se comportó con la máxima precaución para no convertirse en el blanco de su odio y su ira.

Incluso con sus recuerdos perdidos, las chicas mágicas que habían pasado por los exámenes todavía tenían oscuridad y heridas en sus corazones. La magia de Nokko funcionaba bien en personas así.

Cuando Nokko se enteró de que los crímenes de Melville habían salido a la luz, pensó que, como Rey Malvado, podría acabar con esto pronto sin hacer nada. Utilizando el cuerpo de @Meow-Meow y un lanzallamas, había fingido su propia muerte. Había quemado el cadáver mientras entonaba Lo siento, lo siento como un hechizo, y luego se cortó la mano, sollozando de dolor y conmoción, y también la incineró.

Después de eso, ella sólo había esperado hasta el evento del período de mantenimiento. Había utilizado la pala para hacer un espacio debajo de la fuente para esconderse y luego transmitió sentimientos a las chicas mágicas que se reunieron allí. Había desviado su atención para que no se dieran cuenta de su escondite mientras transmitía sentimientos negativos de sospecha, odio e ira. Las induciría a matarse unas a otras, y en la superviviente, induciría una profunda, profunda desesperación para que se suicidara.

Para ser la última, Nokko no tenía otra opción. Pero ahora había fallado, y había arruinado su última oportunidad. Las tres chicas mágicas fuera del agujero miraban a Nokko.

Las tres chicas mágicas estaban de pie con el sol a sus espaldas. Nokko no pudo detectar en sus expresiones ningún sentimiento de superioridad como vencedoras o de alegría por haber terminado el juego. Mientras miraban a Nokko, Shadow Gale, Clantail e incluso Pfle parecían algo tristes.

No. Todavía no. Todavía había una cosa más que podía hacer. Le quedaba una oportunidad.

Con las manos temblorosas, Nokko sacó un teléfono mágico y lo tiró. Había abandonado su propio teléfono mágico, así que el que estaba usando era el de @Meow-Meow. Lo había adquirido al desenterrar su tumba.

Tomó la pala con la mano izquierda. La punta afilada de la pala le había ayudado a cavar muchos agujeros, y también a abrir el fondo de la fuente. Esta pala, la que le había dado Clantail, no se había astillado ni una sola vez, hasta el final.

Nokko sonrió al trío. No podía evitar temblar, no importaba qué, pero aun así, trató de darles una sonrisa valiente. “No voy a resistirme. Pero… ¿harían un trato conmigo?”

***

LADO DEL AMO #11

 Una sección del cubo cambió de color. El juego había terminado.

Como si hubiera estado esperando eso, Show White abrió la boca. “Dime una cosa.” Era la primera vez que hablaba desde que entró en la habitación.

Aquella propuesta definitivamente conmovió su corazón. La chica se rió.

“He oído que había una chica mágica que no tenía relación con nada de esto.”

“Oh, eso. Lazuline o algo así, ¿no? ¿La única que no tenía que ver con esto? Supoooongo que se podría decir que ella no estaba involucrada. Y bueno, no voy a negar que fue mi error lo que llevó inadvertidamente a su participación. Pero aun así recibió entrenamiento de uno de los niños, ¿sabes? Supongo que podríamos catalogarla como semi-involucrada, ¿eh? Bueno, tuvo algunas peleas bastante locas a mitad del juego antes de morir, así que yo diría que no hay problema en eso. Ja, ja.” Se rió.

Snow White entrecerró los ojos en silencio.

“Así que de todos modos. ¿A quién le importan esas cosas? Únete a mí, Snow White. Muchos de los niños de Cranberry todavía están por ahí. Vamos a examinarlos, las dos juntas. Tú y yo seguro que haremos un buen trabajo. Crearemos un mundo en el que sólo haya chicas mágicas justas.” La chica se inclinó hacia adelante en el escritorio y tomó la mano de Snow White. Snow White asintió en silencio y la chica le devolvió el gesto con una enorme sonrisa.

“Tengo entendido que los niños de Cranberry son peligrosos.” Dijo Snow White.

“¡Sí! ¿No es cierto? Pensé que lo entenderías.”

“Las chicas mágicas elegidas por los exámenes de matanza son egoístas y ególatras. Cuando las cosas no salen como ellas quieren, intentan resolverlas con violencia. Y para promulgar lo que creen que es correcto, incluso se oponen a las órdenes del Reino Mágico… y yo también soy así.”

“¡No puede ser!” La chica apretó más fuerte la mano de Snow White. “¡Eres diferente, Snow White! No has matado a nadie, ¡y detuviste a Cranberry! ¡Sin ti, ella podría seguir sosteniendo su realeza de batalla!”

“Yo no derroté a Cranberry.”

“Pero ocurrió porque tú estabas allí.” La chica seguía agarrando la mano de Snow White y la agitaba de arriba abajo. Las manos de ambas golpearon el escritorio, haciendo sonar los platillos y las tazas.

Los ojos de Snow White se levantaron para examinar a la chica. “Pero aparte de Cranberry…”

“¿Hmm?”

“Había otros examinadores además de Cranberry realizando exámenes de matanza. ¿Qué pasa con esos niños?”

“¡Por supuesto, reciben el mismo trato que los niños de Cranberry! La clase correcta de chica mágica será perdonada. Nunca permitiré que el tipo incorrecto de chica mágica exista.”

“¿Y si esos niños tienen más batallas reales?”

“Definitivamente, nunca dejaría pasar eso. No dejaré que ninguna de esas personas se llame a sí misma chica mágica. Me desharé de ellas. Ni siquiera necesitaré un examen para hacerlo.”

Snow White trató de apartar su mano del agarre de la chica. Pero la chica no hizo ningún movimiento para soltarla, así que Snow White la apartó. “Mi magia… ha cambiado bastante desde que la adquirí.”

“Huh. En otras palabras, eso significa que has crecido, ¿eh?”

“Antes podía escuchar los pensamientos de la gente en problemas. La naturaleza fundamental de mi magia aún no ha cambiado, pero ahora puedo oír la psicología profunda, el pensamiento reflexivo e incluso cosas que una persona no es consciente de que está pensando.”

“Oh, sí. Vi tu pelea con Flamey, y me di cuenta.” Nadie ataca pensando conscientemente, estoy a punto de barrerle las piernas, así que espero que no esquive. Snow White había atacado y defendido como si pudiera leer incluso las acciones reflexivas de Flamey.

“Pero no puedo leer los recuerdos borrados.” Dijo Snow White. “Por eso he tenido que investigarlo por mi cuenta. ¿Recuerdas el nombre de tu profesora?”

“¡Claro que me acuerdo! Mi profesora era una chica mágica realmente increíble.” La chica levantó el dedo índice y abrió la boca hasta la mitad, como si estuviera a punto de decir algo, y luego se quedó mirando al espacio vacío. El polvo bailó en el aire. Mantuvo esa misma postura durante treinta segundos. “… ¿Eh?”

Su profesora había sido una chica mágica sobresaliente y justa. Genial, guapa y elocuente, le había enseñado lo que significaba ser una heroína. Su profesora arriesgaba su propia vida por la justicia y derramaba lágrimas por desconocidos. La chica la admiraba, e incluso ahora, aspiraba a ser como ella. Pero a pesar de eso, no pudo dar con el nombre de su profesora.

Y no sólo su nombre. Su rostro también era vago en su mente. Ella había admirado tanto a su profesora, por lo que era extraño que no hubieran continuado juntas. ¿No sería la opción natural para ella intentar aliarse con su profesora, en lugar de con Snow White? ¿Por qué nunca se le había ocurrido unirse a su propia profesora?

La chica se devanaba los sesos, pero las respuestas no llegaban. No podía pensar en el nombre de su profesora.

Snow White metió la mano en la bolsa de tela que colgaba de su cinturón y sacó un montón de papeles. Eran unas doscientas hojas en total en papel de tamaño A4, sujetas con un clip tipo bulldog. Parecía una especie de documento.

“Tu profesora era Pythie. Estaba influenciada por Cranberry, y hacía que los examinados bajo su tutela se mataran entre sí. Ella fue la primera chica mágica que atrapé. Estos documentos… estos documentos que acabo de recoger son un registro de todas las cosas que ella hizo.”

“… ¿Eh?” Pythie. Pythie. Le sonaba familiar. La chica se llevó las manos a las sienes y se sujetó la cabeza. Le dolía. Echó la cabeza hacia atrás, la silla se volcó y se golpeó contra el suelo de espaldas. Se le cayeron las gafas. El estruendo de la silla al inclinarse y golpear un monitor reverberó en el vacío.

“Puedes hacer cualquier cosa aquí, como un dios, ¿verdad? Deberías intentar desenterrar tus recuerdos. Podrás hacerlo si lees estos documentos… creo.”

Le dolía la cabeza. Le dolía la cabeza. Como si la estuvieran apretando en una prensa. El ruido se arrastraba por las paredes de la habitación, los muebles y el aire.

“Las chicas mágicas elegidas por los exámenes de matanza son egoístas y ególatras. Cuando las cosas no salen como ellas quieren, intentan resolverlas con violencia. Y para promulgar lo que creen que es correcto, incluso se oponen a las órdenes del Reino Mágico…”

No. No. Imposible. Ella sólo tenía que mirar los documentos. Sólo tenía que usar sus poderes omnipotentes para investigar y ver si había algún error en su memoria, alguna falsificación. Le dolía la cabeza. Le dolía la cabeza. Faltaba un píxel en el techo. Y otro en el suelo. Los píxeles que faltaban se extendían. No podía mantener la forma de este mundo.

Snow White se levantó, tomó el teléfono mágico que estaba en el suelo y lo encendió. “Pues bien, te preguntaré sobre la situación.”

“Te diré todo lo que sé, pon. Pero ¿puedo hacer una petición, pon?” “¿Qué?”

“Me gustaría mucho que cambiaras la configuración de mis finales de frase, pon.”

“Podemos hablarlo.”

El sonido de los pasos de Snow White resonó en el suelo dentro del cuerpo de la chica. Oyó que las puertas automáticas se abrían y luego se cerraban. Tuvo que llamar a Snow White, pero no pudo emitir ningún sonido. Empezaban a aparecer huecos en cada parte de este reino de retazos. El alma de la chica gritó. El mundo se estaba derrumbando. El suelo a sus pies se desmoronó y ella cayó al abismo. Nunca llegaría al fondo.