Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 3

Capítulo 6: Negativo Y Positivo

Parte 4

Nokko

Al volver del juego a la vida real, Noriko retomó su rutina diaria. Aunque era el mismo lapso de tres días, no lo parecía en absoluto.

Noriko llegó a casa desde la escuela e inmediatamente dejó su mochila allí antes de ir directamente al hospital. Podría haber ido de la escuela al hospital, pero si seguía llevando la mochila, su madre parecería descontenta. Era más eficaz dejar la mochila en casa, recogerle a su madre una muda de ropa, algunos artículos básicos, dinero y otras necesidades, y llevárselos al hospital. De camino, si Noriko veía a gente triste en la calle o en el hospital, usaría su magia con ellos.

Fundamentalmente, para que una chica mágica pudiera utilizar su poder, tendría que transformarse. En otras palabras, no podía utilizar la magia como parte de su rutina diaria. Pero Noriko sabía cómo hacer un uso práctico de la magia en su vida diaria. Lo más probable es que este método sólo estuviera disponible para ella en este momento.

Nokko parecía tener unos diez años, y la edad real de Noriko también era de diez años. No sólo estaban cerca en edad, sino que Nokko también se parecía mucho a Noriko. Por supuesto, no eran exactamente iguales. Para que funcionara, obviamente tenía que llevar su ropa normal, cambiar su peinado, teñirlo de negro y utilizar pequeños trucos con los accesorios y sus expresiones faciales. Además, si creía fervientemente que era Nokko Nonohara, podía utilizar la magia de Nokko para transmitir esa creencia a todos los que la rodeaban. Todo esto le permitía ir por el día transformada en una chica mágica para poder utilizar sus poderes con facilidad, incluso en clase o mientras caminaba hacia su casa. Noriko seguía creciendo, así que no sabía cuánto tiempo podría seguir haciendo esto, pero aun así, lo usaría mientras fuera capaz.

Utilizar la magia a diario significaba que sus poderes se ejercitaban mucho más que la mayoría. Era básicamente como un entrenamiento. La esencia de los poderes de una chica mágica es la misma durante toda su vida, pero, en general, podía volverse más hábil con la práctica. Podía activar sus habilidades más rápidamente, y éstas se volvían más efectivas y tenían mayor alcance; el área de efecto se ampliaba, y se volvía capaz de hacer cosas que antes le resultaban imposibles.

No podías dormirte en los laureles después de convertirte en una chica mágica. Eso era sólo el principio. Nokko estaba agradecida a la chica mayor que se lo había dicho una vez, aunque hacía tiempo que se había unido a la lista de los muertos. Sus palabras vivían dentro de Nokko. Usar la magia repetidamente como parte de su vida diaria era parte de su entrenamiento.

Nokko había oído hablar de casos en los que la magia de una chica crecía repentinamente, estimulada por una poderosa emoción, pero aunque algunos anhelaran una vida como la de un manga shounen, estaba fuera de su alcance realizar eso. A Nokko le convenía más luchar por el crecimiento a través de un esfuerzo diario y diligente, poco a poco, como si se tratara de construir una pila de rocas.

Como cabía esperar de un centro médico que presumía de ser el mejor de la prefectura, este hospital era realmente grande. No sólo tenía puestos de comida en sus instalaciones, sino también tiendas de conveniencia. No sólo tenía cosas como peluquerías y restaurantes a gran escala, Noriko se había sorprendido al descubrir que incluso tenía una tienda de electrónica de consumo, una librería y una tienda de dulces al estilo occidental. Una vez había comido pastel con su madre en la terraza del hospital, un tipo con un nombre tan largo que no podía recordarlo. También estaba escrito en francés.

Saludó a los médicos, las enfermeras y los pacientes con sonrisas, utilizando de vez en cuando su magia, hasta que llamó a la puerta de la habitación de hospital de su madre . Cuando su madre respondió: “Pase.” Noriko abrió. El examen de su madre ya había terminado, y ella estaba de vuelta en su habitación, a unas quince páginas de terminar su libro de bolsillo.

Noriko le contó a su madre su día en la escuela, haciéndolo parecer lo más divertido posible, y sacó una manzana, pelándola rápidamente. Noriko se había hecho cargo de las tareas de la casa hacía dos años y medio, así que esta tarea era sencilla para ella.

“Escucha, Noriko.” Dijo su madre. “¿Qué?”

“Si alguna vez tienes algún problema, dímelo, ¿de acuerdo?”

La mano que sostenía el cuchillo se detuvo por reflejo. Noriko volvió a mirar a su madre. Se había recuperado bastante, en comparación con la época en que estuvo más enferma, y sus mejillas empezaban a llenarse de nuevo. Pero seguía estando peor que al principio de su enfermedad, y eso hacía que sus ojos parecieran especialmente grandes. Miraban intensamente a Noriko.

“Sí. Si pasara algo, te lo diría. Si hubiera algo.” Implícitamente, Noriko estaba diciendo: No pasa nada.

Su madre la miraba fijamente.

Noriko pensó en todo lo que había hecho desde que entró en la habitación. ¿Había sido diferente de lo habitual? ¿Había algo en ella que preocupara a su madre? Puede que estuviera actuando de forma demasiado burbujeante. Tal vez eso terminara siendo sospechoso.

Se examinó a sí misma y recordó con celo las cosas agradables, transmitiendo esos sentimientos a su madre en un intento de disipar sus preocupaciones. Mientras tuviera cosas divertidas, mientras tuviera cosas felices, estaría bien. No quería que su madre se preocupara por ella.

Se despidió alegremente de su madre y luego caminó por el pasillo, escuchando los golpes de sus pies en el linóleo mientras pensaba. Estaba claro que ahora mismo se encontraba en una situación peligrosa. Pero no podía contarle nada a su madre. No la haría preocuparse más.

Noriko tuvo la sensación de entender la razón por la que el amo había añadido este periodo de mantenimiento: tres días seguidos en los que volverían a la realidad. Al obligarles a alternar entre sus vidas normales y el juego, el amo estaba intentando que se apegaran más a la vida. No podían olvidarse de su vida normal mientras pasaban los días en el juego y luego ir a sacrificarse heroicamente o algo así. No podían dejar de recordar cómo valoraban sus vidas y a las personas cercanas a ellas.

Pero aun así, Genopsyko había muerto y se había llevado a @Meow-Meow con ella. Noriko no podía entender lo que había intentado hacer. Y teniendo en cuenta lo que había visto por primera vez del carácter y la disposición de Genopsyko, no le parecía correcto.

¿Habría elegido morir así?

La magia de Nokko actuaba en el corazón de las personas. Siempre había trabajado con los núcleos emocionales de las personas, prestando mucha atención a lo que las hacía únicas, siempre observando y analizando a todos los que la rodeaban. Incluso en el juego, había seguido haciéndolo.

La personalidad superficial que Genopsyko les había mostrado había sido la del tipo nerd alegre y divertido. Por lo que Noriko pudo ver, había mantenido oculta una semilla de arrogancia; era relajada, posiblemente hasta el punto de ser irresponsable, y descuidada. Al estar absolutamente segura dentro de su traje, había dicho cosas que a Nokko le parecían algo egoístas. Estaba a salvo, así que no se preocupaba tanto por la crisis, y eso había sido lo que la había llevado a lesionarse.

Este no era el retrato de una persona que empujaría hacia arriba su visera y saltaría directamente hacia una muerte segura. La personalidad de Genopsyko se definía por su seguridad. Su idiosincrasia se basaba en el hecho de que era absolutamente intocable.

¿Su personalidad había cambiado cuando la chica samurái la cortó, a pesar de tener el visor bajado, y destruyó esa seguridad? Noriko reflexionó sobre sus propias circunstancias.

Una vez formó parte de una familia de tres. Creía que, pasara lo que pasara, estarían todos juntos en la vida. Pero entonces su madre enfermó y su padre huyó. Pensando en la persona que había sido antes de que su padre se fuera, sintió que había cambiado mucho. Tal vez el choque de esa batalla había cambiado la personalidad de Genopsyko, haciéndola pasar de ser una chica mágica relajada a una histérica que estaría dispuesta a morir y llevarse a alguien con ella.

Noriko no podía decir que @Meow-Meow no había sospechado en absoluto. Había actuado como si supiera algo. Tal vez eso fuera parte de la razón del ataque suicida de Genopsyko. Sin embargo, ahora que ambas estaban muertas, nadie lo sabría.

Todos los miembros del grupo de Nokko desde el principio del juego se habían perdido, y ella había acabado sola, pero afortunadamente, Detec Bell y Lapis Lazuline la habían acogido en su grupo. Debido a su naturaleza y a su posición como heroínas, las chicas mágicas siempre tendían una mano amiga a los necesitados, incluso cuando ellas mismas estaban en problemas. A Nokko se le daba bien parecer necesitada, y en realidad, esa imagen no había sido inexacta desde que había empezado este grupo.

Lo más probable es que Detec Bell y Lapis Lazuline la hayan invitado a su grupo por pura bondad de corazón. Pero Nokko haría bien en ser cauta con Pfle. Ella les había dicho la frase cliché que todo el mundo dice cuando se separa de alguien después de una pelea — Shadow Gale y yo tuvimos una diferencia de opinión, así que nos separamos—, pero no parecía que lo dijera en serio. Cuando @Meow- Meow había muerto, y cuando Cherna Mouse había muerto, y cuando esa chica mágica samurái también había muerto, Pfle había tomado el control del grupo y asumido una posición de liderazgo. Nokko no podía bajar la guardia con Pfle.

Incluso saliendo del mundo del juego y volviendo a ser Nokko y Noriko Nonohara, seguía estando necesitada. Tenía problemas, problemas financieros. Cuando volvió a casa y comprobó su cuenta bancaria, encontró un nuevo depósito de cien mil yenes. La recompensa por derrotar al dragón en la búsqueda de desbloqueo de la zona, dividida a partes iguales entre las diez, ascendía a esa cantidad. Al parecer, @Meow-Meow no había sido contabilizada, ya que había muerto antes de que comenzara su estrategia.

Los cien mil la alegraron. Bastante. Era alentador, pero no era suficiente. Necesitaba más dinero.