Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 3

Capítulo 6: Negativo Y Positivo

Parte 2

Nokko

Salvo las chicas, que estaban especialmente orgullosas de su fuerza, nadie había objetado cuando Nokko dijo que quería cavar las tumbas ella misma. Parecían compadecerse de ella, como si fuera terriblemente trágica y lamentable. Clantail se acercó a ella en silencio, sacó su teléfono mágico, se volvió hacia Nokko e hizo algo con él. Se oyó un sonido electrónico. “Usa eso.”

Habló tan brevemente que era difícil de saber si en verdad lo había hecho, pero lo más probable es que Clantail le hubiera transferido un objeto por amabilidad. La palabra PALA aparecía en el teléfono mágico de Nokko.

Nokko utilizó la pala para empezar a cavar dos agujeros y apilar la tierra que cubriría sus cuerpos. Ahora que lo pensaba, había ayudado en los entierros varias veces desde la muerte de Daisy. Esta vez, ahora que tenían esta pala gracias a R, el gran trabajo de cavar tumbas para @Meow-Meow y las demás era mucho más fácil.

“Soy la más fuerte, así que yo cavaré los agujeros.” Le dijo Lazuline, quizá porque creía que Nokko estaba sufriendo. Tal vez intentaba ser considerada, ya que @Meow-Meow y Genopsyko, las dos aliadas de Nokko, se habían matado mutuamente, dejándola sola.

“No… lo haré yo.” Dijo Nokko.

“Deberías dejárnoslo a Lazuline y a mí.” Dijo Detec Bell.

Pero Nokko también negó con la cabeza. “Quiero hacerlo. Lo siento, pero ¿podría pedirte algunas piedras para dejarlas encima?” Clavó la pala en el suelo.

Si un humano intentara cavar un agujero lo suficientemente grande como para enterrar un cuerpo entero en este duro páramo, el trabajo podría llevarle medio día. Pero Nokko, aunque más pequeña que las demás, seguía teniendo la fuerza de una chica mágica. Rápida y eficazmente, no tuvo problemas para abrirse paso en el suelo y amontonar la tierra del agujero junto a ella.

Nokko observó la hoja de la pala. No había astillas, roturas ni abolladuras. Era robusta, y también resistía la fuerza de una chica mágica.

El cuerpo de @Meow-Meow estaba en un estado tan horrible que dolía mirarlo, mientras que el cadáver de Genopsyko era difícil incluso de reconocer como un cuerpo. Tal vez Lazuline había querido encargarse de cavar la tumba para evitar que Nokko viera esto.

Una vez que Nokko terminó de enterrar los cuerpos, volvió a compactar la tierra e hizo dos montículos de tierra. Encima de ellos, colocó las pequeñas piedras del tamaño de un puño que Detec Bell y Lazuline habían recogido para ella. Las utilizaría a modo de lápidas. Ahora había seis tumbas alineadas en las afueras de la ciudad de las tierras baldías. ¿Cuántas más habrá? Nokko no pudo evitar pensar con un escalofrío antes de borrar inmediatamente el pensamiento.

Nokko clavó su pala en el suelo, se limpió la frente con el dorso de la mano y miró al cielo. El resplandor del sol era agravante. Era abrasador y brillante, como todos los días.

Lazuline se puso en cuclillas ante las tumbas y juntó las manos. “Lo siento, sólo son tumbas improvisadas.”

Nokko también se puso en cuclillas, apretando las palmas de las manos y cerrando los ojos.

***

Shadow Gale

Desde la plataforma, podía contemplar toda la caverna.

Detec Bell había estado investigando la zona, pero ahora se había ido. Se había marchado para reunirse con las demás en la nueva zona. Explorarían y golpearían cosas en el siguiente nivel.

Sin todo el mundo, la caverna se sentía increíblemente sola. Hasta que llegaron todas las chicas mágicas, el Gran Dragón debió de estar contemplando esas vistas todo el tiempo, completamente solo. No era más que un monstruo en un juego, sólo un bulto de datos, y aunque Shadow Gale pensó que era estúpido sentir empatía por una cosa así, aun así, no hubiera querido tener que asumir ese papel.

“Te estás poniendo sentimental, ¿verdad?” Le susurró al oído, y los sentimientos de Shadow Gale se evaporaron. “Pero no estoy aquí para criticarte. Deja de pensar en nuestro amigo el Gran Dragón.” Dijo Pfle.

“Deja de leerme la mente.” Replicó Shadow Gale.

“Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Puedo leer tu mente tanto como quiera. Por ejemplo… crees que actúo como un anciano.”

“Es decir, lo haces.”

“Oh, ¿pero preocuparse por la comodidad de tu silla de escritorio y ahorrar toda tu paga para buscar una en los sitios de compras es normal para una juventud ágil? Eso es más propio de la tercera edad.”

“Eso no es asunto tuyo.”

“Si vas a simpatizar con la situación de nuestro querido Gran Dragón, entonces parece que no podrás llevar a cabo la misión que he planeado para ti.” Su voz bajó. Con Pfle a la espalda de Shadow Gale, ésta no podía ver su rostro, pero parecía estar hablando con bastante seriedad.

“¿Qué es lo que planeas que haga?” Preguntó Shadow Gale.

“No es un gran trabajo, y tampoco es peligroso. Sólo requerirá un poco de esfuerzo. Para el primer paso de tu tarea, sube por esa escalera de cuerda, si quieres.”

Siguiendo las instrucciones de Pfle, Shadow Gale subió la escalera. Llevaba a la puerta de la siguiente zona. Subir y bajar la escalera con la carga añadida de una segunda persona era una tarea difícil. Había que ser bastante fuerte, o lo más probable es que se le cayera el pasajero o se cayera. Sólo hoy, Shadow Gale había tenido que hacerlo varias veces. Menos mal que soy una chica mágica, pensó, y entonces se dio cuenta de que, precisamente porque soy una chica mágica, me hacen trabajar como un perro.

Después de subir la escalera de cuerda y salir a gatas del agujero, a su alrededor había una gran masa de agua, sin que se viera una sola ondulación en su superficie. A su derecha había un saliente, y a la izquierda, una pared de roca. Ambos parecían naturales, aparentemente intactos. Dentro de este espacio se encontraba el enorme lago subterráneo de unos 800 metros de diámetro, y el agujero conducía a su orilla. Había más de diez metros de altura hasta el techo, que estaba erizado de estalactitas. Aparte de la anchura de la caverna, no era tan alta como la de abajo. Toda la zona era verde, y el lago era de un azul tenue. Estaba más frío que abajo y lleno de aire claro y refrescante. Estas eran las vistas destinadas a palabras poderosas como sublime o místico.

El detalle de este espacio era bastante excesivo y elaborado para ser sólo un camino que conectaba las dos zonas. Shadow Gale estaba ligeramente impresionada, pero no podía soportar más quejas sobre su sentimentalismo, así que no dejó que se le notara en la cara mientras caminaba. Afortunadamente, no apareció ningún monstruo. ¿Era porque la puerta que separaba las zonas estaba cerca?

Las rocas de este lugar estaban llenas de musgo, quizá por la humedad del lago, así que tuvo que prestar atención al caminar, o habría corrido aún más riesgo de resbalar que en aquellas cuevas de la zona subterránea.

A Shadow Gale le pareció que el agua del lago era algo más clara, pero seguía sin poder saber qué había en sus profundidades. Dio el mayor rodeo posible alrededor del lago, manteniendo una mano en la pared. Una vez que dio media vuelta al lago, llegó a un lugar en el lado izquierdo donde la pared de roca estaba ahuecada. Era el único punto de este suelo que parecía tener un toque humano. Había unas escaleras talladas aquí, que conducían hacia arriba. Shadow Gale se vio obligada a subir todo el tramo. Ascendió más de cien metros hasta llegar a una gruesa puerta de madera y, al abrirla, llegaron por fin a la siguiente zona.

Esta zona era una biblioteca: Las interminables filas de estanterías repletas de libros continuaban hacia el horizonte. Lo mismo ocurría en la otra dirección. Un páramo, praderas, montañas, una ciudad, una zona subterránea y ahora, por alguna razón, una biblioteca.

Shadow Gale bajó a Pfle a una silla de la mesa y se sentó frente a ella. Por fin se sintió cómoda y miró a su alrededor. Este lugar tenía tres cosas en común con el área subterránea: Olía a moho, era lúgubre y no había luz solar. Las sillas hacían que le doliera el trasero si se sentaba en ellas durante mucho tiempo, las largas mesas parecían que iban a romperse si recibían un golpe, y las tablas del suelo probablemente se desprenderían si se corría sobre ellas. Crujían cada vez que caminaban sobre ellas. Al mirar al techo, vio que había paneles clavados en diagonal, probablemente un intento de simular reparaciones de mala calidad. Esos mismos lugares de reparación estaban perfectamente alineados a intervalos regulares, muy parecidos a las texturas de un videojuego. Esta sería la segunda vez que venían a la zona de la biblioteca, pero no importaba cuántas veces lo hicieran, el polvo era sofocante.

Cuando llegaron aquí por primera vez, Pfle había gritado “¡Increíble!” y había recogido un libro. Pero luego había descubierto que los libros no eran más que tapas, en su interior sólo había papel en blanco. Se había asegurado de que sólo se trataba de papel blanco y genuino, incluso cuando se empapaba en agua, se mojaba con productos químicos, se sostenía sobre una vela o se olía, y desde entonces Pfle no había vuelto a tocar los volúmenes.

“Entonces vamos a comprobar algunas cosas.” Dijo Pfle. “Revisa la Enciclopedia de Artículos. Es conveniente que registre los objetos que compran los otros grupos. Comprueba qué objetos se pueden comprar en la tienda de esta zona.”

Una alfombra mágica. Volaría, tal y como se había prometido. Podía llevar como máximo el peso de un hombre adulto, y lo más rápido que podía ir era la velocidad de carrera de un hombre adulto. Este juego era grande, aunque cada zona tenía un tamaño diferente. El mayor de los niveles, el páramo, debía tener casi trescientos kilómetros de punta a punta. Al fin y al cabo, las chicas mágicas solían desplazarse corriendo, por lo que un vehículo que sólo podía ir tan rápido como un hombre corriendo era innecesario. Aparte de Pfle, que había perdido su silla de ruedas, ninguna de las otras chicas mágicas lo necesitaría.

Los amuletos sagrados. Eran de la misma categoría que los amuletos que se vendían en la zona subterránea. Dotan a quien lo equipa de una defensa elemental sagrada, que disminuye el daño causado por los monstruos demoníacos y, del mismo modo, también aumenta el poder de ataque de las chicas mágicas contra ellos. Según el bestiario, en la zona de la biblioteca aparecían monstruos como los demonios y los espectros, por lo que estos objetos serían importantes.

Arma +7. Por supuesto, era la evolución del arma +5. Eran más fáciles de usar, más resistentes y más poderosas que las armas +5. Pero eran increíblemente caras, tanto que había que vencer a cien dragones normales para comprar una. Muchas de las jugadoras habían gastado casi todos los caramelos mágicos que poseían para hacerse con una de ellas.

Escudo +7. Algunas de las chicas dieron prioridad a la compra de éste por encima del arma. Aparte de las chicas mágicas que tenían una aptitud para los escudos —en realidad, la única era Clantail—, ninguna de ellas los había equipado como una cuestión de rutina. ¿Por qué? Porque no eran bonitos. Los escudos grandes y toscos no encajaban con el encanto kitsch y adorable de las chicas mágicas. Parte de ser una chica mágica a veces consistía en ser ineficiente, incluso en llevar cosas que estorbaban y dificultaban el movimiento, pero siempre siendo linda a pesar de todo.

Pero ahora todas sabían que no podían seguir aferrándose a esa doctrina. Si querían bloquear los ataques de sus enemigos, los escudos funcionaban, y ayudarían a las chicas a sobrevivir.

Pfle se desplazó por la Enciclopedia de Objetos. “Eso es todo para los artículos comprados en la tienda. A continuación, para los artículos adquiridos a través de R.”

R te daba un objeto al azar y costaba cien caramelos cada vez. Por ese precio, el objeto adquirido era casi siempre un mapa que se vendía por tres caramelos, y nunca parecían conseguirse otros objetos.

Cada vez que Pfle y Shadow Gale habían ganado recompensas por terminar misiones y cosas, habían comprado unos cuantos R y adquirido una serie de objetos que no eran mapas.

Un juego de cepillos de dientes. Un vaso y un cepillo de dientes muy normales, incluía pasta de dientes.

Un arco de goma y una flecha. Era sólo un juguete. Se pegaba a cualquier cosa que golpeara con un thunk.

Cuerda para escalar montañas. Tenía 30 metros de largo.

“¡Ja, ja, ja! Todos son artículos normales!” Había dicho Pfle, y tenía razón. Todo lo que conseguían eran objetos que parecían no poder ayudarles a terminar el juego. El número máximo de todos estos objetos era bajo: todo lo que conseguían era un montón de 1 (1). Estos artículos eran raros, pero todos se calificaban como objetos cotidianos. Entre los objetos que otros grupos habían ganado había una olla, utensilios y una pala, y por lo que podían deducir de las descripciones, todos eran realmente bienes mundanos. En la lista de objetos R todavía había varios espacios en blanco, pero probablemente eran igual de ordinarios.

“Pero este parece interesante.” Dijo Pfle. El Dispositivo de Cambio de Ubicación Inicial. Era una de las aplicaciones. Se podía elegir una zona de entre todas las disponibles para que las jugadoras aparecieran cuando se conectaran al juego. En otras palabras, se podía elegir desde qué zona del juego se iba a empezar. Como mínimo valía la pena el tiempo que se ahorraba en dar vueltas. Al igual que los pases de viaje y el mapa, se compartía entre un grupo.

“Supongo que sí.” Dijo Shadow Gale. El Dispositivo de Cambio de Ubicación Inicial parecía poco espectacular, aunque útil por sí mismo. Pero no, realmente no era glamuroso. Podía ahorrarles tiempo, pero sólo una vez cada tres días.

Pfle se desplazó por la lista de objetos hasta el final, donde aparecía su recompensa por completar la misión de desbloqueo.

El Escudo del Dragón. El objeto botín del Gran Dragón. Equivale a un Escudo +12.

Shadow Gale recordó cómo, inmediatamente antes de desafiar al Gran Dragón, Pfle había tenido una extraña fijación con la recompensa. Había exigido quedarse con todos los caramelos y el dinero real para ella, pero no había conseguido que las demás estuvieran de acuerdo con eso, y al final había acabado quedándose sólo con el objeto recompensa, mientras que ellas se habían repartido los caramelos y el dinero en efectivo a partes iguales. Shadow Gale conocía a Pfle—Kanoe Hitokouji. Desde su punto de vista, eso era increíblemente sospechoso. Kanoe no estaría tan apegada a los caramelos, y tampoco se habría preocupado tanto por un simple millón de yenes.

Lo más probable es que haya codiciado de verdad ese objeto recompensa y haya planeado todo para quedárselo como si ello fuese natural. Kanoe era muy buena haciendo pequeños trucos como ese.

“Este punto será clave.” Dijo Pfle.

“Estoy segura.” Tenía cinco modificaciones más que los escudos que se podían comprar tirando todos los caramelos de la cartera. Teniendo en cuenta lo poderoso que había sido el Gran Dragón, a Shadow Gale no le sorprendería escuchar que este era el escudo más fuerte del juego.

“Ahora bien, en cuanto a nuestra estrategia para avanzar…”

“Primero, ¿puedo hacer una pregunta?” Intervino Shadow Gale.

El modus operandi de Pfle era limitarse a hacer lo que quería y explicarlo todo después, en parte para presumir. Si Shadow Gale quería preguntar algo, tenía que hacerlo ahora, o se vería obligada a escuchar toda la historia una vez terminada, aderezada con una dosis de jactancia.

Pfle levantó la ceja derecha a medias y ofreció su mano derecha, con la palma hacia arriba, para decir: Adelante.

“Tal vez, después de todo, @Meow-Meow era la traidora… o al menos, Genopsyko debe haber pensado eso.”

“Si eso fuera cierto, Genopsyko no habría tenido que morir.” “¿Piensa de otra manera, señorita?”

“Independientemente de las intenciones de Genopsyko…” Pfle colocó su teléfono mágico sobre el escritorio y sacó la Enciclopedia de Objetos. Después de unos pocos golpes, mostró la descripción del artículo Moneda Milagrosa. El número de este artículo en circulación era de 1 (1). “No fue @Meow-Meow quien robó la Moneda Milagrosa. Sus talismanes se han quemado, y su teléfono mágico es ahora inutilizable. Si ella hubiera robado la moneda, el número en circulación habría vuelto a cero.” En otras palabras, eso significaba que quien había matado a Masked Wonder seguía participando descaradamente en el juego.

“¿Puedo preguntar una cosa más?” Preguntó Shadow Gale. “¿Qué es?”

“¿Era necesario reunir a tanta gente para derrotar al Gran Dragón?” Shadow Gale colocó las manos en su regazo, inclinándose un poco hacia delante mientras miraba a Pfle.

Pfle apoyó el codo derecho en la mesa y apoyó la mejilla en la mano mientras miraba a Shadow Gale. Así era Pfle: tranquila, serena y rebosante de confianza. Incluso después de haber sobrevivido a una muerte casi segura, estaba perfectamente tranquila. “¿Has olvidado lo terrible que fue esa lucha? Sólo reuniendo todas nuestras fuerzas pudimos finalmente derrotarlo.”

Shadow Gale no negaría que había sido una lucha desesperada. No le habría sorprendido que hubieran muerto más personas aparte de @Meow-Meow y Genopsyko. Pero aun así, se preguntaba si ese número había sido necesario. Shadow Gale había pensado en una forma de completar la misión con menos gente, y de forma más segura, aunque había sido después de haber vencido al Gran Dragón. A Pfle probablemente se le habría ocurrido la misma idea.

Además, la actitud de Pfle era extraña.

En la escuela primaria, Pfle había recibido un golpe en la cara con una pelota de balón prisionero y le había hecho sangrar la nariz. Incluso entonces, había mantenido una expresión tranquila y dijo: “Las reglas son que los golpes en la cara no cuentan, ¿verdad?”

Y el otro día, aunque Pfle había hecho todos los preparativos para desafiar a Cherna Mouse, había perdido el duelo, y además su silla de ruedas mágica. Aun así, se mostró lo suficientemente tranquila como para elogiar a su oponente (“Esa magia es increíble”) mientras Shadow Gale la llevaba a cuestas. Incluso cuando Pfle —Kanoe— fracasaba, nunca se revolvía para salvar la cara. Actuaba como si no hubiera sido un fracaso, y todo el mundo se engañaba pensando que nunca había metido la pata.

Esa batalla contra el Gran Dragón había sido casi un fracaso. Habían logrado su objetivo y derrotado al dragón, pero habían dejado que se produjera el ataque suicida de Genopsyko, y @Meow-Meow había muerto finalmente por nada. Pfle no sacó el tema, pero Shadow Gale sintió que esta reacción era diferente a su habitual muestra de coraje, pretensión y orgullo obstinado. Shadow Gale no podía expresar sus sentimientos con palabras. Pero algo le parecía mal. Era inquietante.

Shadow Gale pensó que Pfle había estado esperando algo, ¿no es así? Incluso si lo que les había ocurrido a @Meow-Meow y a Genopsyko no era el resultado de las acciones de Pfle, ella había reunido a todas las chicas mágicas, anticipando que alguien entraría en acción, y había creado una situación ideal para que eso sucediera.

Pfle había dicho que, para encontrar al culpable, examinaría el carácter de todas. Si una de ellas provocaba un incidente, sería una información importante para ella. Pfle había atraído a esa persona a la acción —diciéndole que lo intentara— en busca de esa importante pieza de inteligencia.

Ya había hecho exactamente lo mismo una vez, cuando reveló delante de toda la multitud que Masked Wonder había sido asesinada. No era un anuncio que debiera hacerse justo en medio de tal caos,

¿verdad? ¿No habría sido mejor esperar a que todas se calmaran? Había escogido ese momento para soltar la bomba, sabiendo que las iba a alterar, o mejor dicho, para poder ver sus reacciones cuando estuvieran alteradas.

Si Shadow Gale tenía razón, entonces Pfle era parte de la razón por la que @Meow-Meow había muerto.

Sólo a un villano se le ocurriría provocar un alboroto para ver las reacciones de todos. O incluso si lo pensara, no iría a llevarlo a cabo. Pero Pfle era una villana. Shadow Gale la creía capaz de hacerlo.

Una vez más, Shadow Gale escrutó a Pfle. Era la misma de siempre, y Shadow Gale no podía leer su rostro.

Aparentemente indiferente a los pensamientos internos de Shadow Gale, Pfle abrió de repente la boca. “Se me ha ocurrido una idea.”

“¿Qué es?”

“Vamos a disolver nuestro grupo.”

Las manos de Shadow Gale estuvieron a punto de resbalar de su regazo. Las tensó y miró a Pfle. Pfle apoyaba la mejilla en su mano, sonriendo con placer.