Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

LA CASA SALBARD había sido arruinada por una sola chica que parecía un oso, y Lord Gajurdo había sido arrestado después de años de terribles hechos, que iban desde intimidación hasta tratos clandestinos, sobornos… y cosas peores. Lo que finalmente derribó a los Salbard fue el hijo de Gajurdo, Lord Randle, por cometer el error de secuestrar a la noble Lady Misana.

Estaba ordenando la casa de los Salbard cuando se oyó un terrible estruendo en la entrada principal. Corrí y encontré a una chica que parecía un oso junto con osos reales, uno negro y otro blanco.

La niña oso parecía furiosa. Miró a Lord Gajurdo y Lord Randle con una furia que difícilmente podía pensar que alguien tan adorable pudiera siquiera contener.

Por lo que pude deducir de su conversación, parecía que Lord Gajurdo y Lord Randle habían secuestrado a Lady Misana de la familia Fahrengram. Lady Gajurdo negó la acusación, pero la chica parecía segura de que Misana estaba aquí.

Randle le ordenó a su guardaespaldas, Brad, que acabara con la niña. Sabía que el hombre era terriblemente fuerte. Aunque hablaba bien, el hombre era un amante de la violencia. No es el tipo de hombre con el que te gustaría cruzarte.

Brad y la niña oso comenzaron a pelear. ¿Cómo jugaría con ella? Podía correr, debería correr, y sin embargo, la linda osa luchaba en igualdad de condiciones. Con su magia, derrotó a Brad al final con un puño bien colocado. Apenas podía creer la escena frente a mí. Los otros sirvientes parecían igual de sorprendidos. Simplemente nos quedamos mirando a la furiosa niña oso y al bruto que rápidamente había dejado inmóvil.

Cuando me recuperé y miré a mi alrededor, me di cuenta de que Lord Randle había huido en algún momento.

Solo quedaba Lord Gajurdo.

La niña oso comenzó a interrogar a Lord Gajurdo… y finalmente, Randle regresó con Lady Misana como rehén. Pero antes de que Lord Randle pudiera pronunciar una palabra, la niña oso lo envió volando y salvó a la niña.

Lady Misana estaba sollozando, pero la niña oso la abrazó suavemente. Supuse que esa expresión tierna en su rostro era la verdadera y más natural expresión de la chica.

Lord Gajurdo comenzó a gritar, y la chica lo noqueó de un solo golpe. Poco después, la noble dama Ellelaura entró en la refriega. Ella sabía que los niños comerciantes habían sido secuestrados, por lo que Lord Gajurdo fue puesto bajo su custodia.

En ese breve lapso, la familia Salbard ya no existía. Finalmente fui liberada de Lord Gajurdo. Se sabría que lo había ayudado, sí, pero eso significaba poco en el gran esquema de las cosas.

Me ofrecí a cooperar con Lady Ellelaura. No era como si eso perdonara lo que había hecho con Lord Gajurdo, pero quería arrepentirme. Guie a Lady Ellelaura a donde estaban los niños secuestrados bajo tierra.

Los niños estaban felices cuando supieron que estaban siendo rescatados. Cuando salimos del subsuelo, le pedí a Lady Ellelaura que revisara las otras habitaciones.

Esas eran salas de tortura donde se llevaba a las personas que se oponían al Señor Gajurdo. A menudo había escuchado gritos resonando desde esas habitaciones. Pero mucho peor que los gritos era cuando, a veces de repente, los gritos se detenían por completo. Entonces nunca había entrado, pero me tomó un poco de imaginación entender el lugar.

Después de que enviaron a los niños a casa, Lady Ellelaura y yo recuperamos las llaves de la habitación de Lord Gajurdo y regresamos a la mazmorra con dos guardias.

“¿Qué hay en estas habitaciones?”

Usé la llave de la habitación de Lord Gajurdo y abrí la puerta.

Salió olor pútrido. “¿Qué es esto?”

El interior de la habitación apestaba a sangre. Cuando Lady Ellelaura vio la habitación, no hubo necesidad de que yo le diera una explicación de lo que había ocurrido allí. Lady Ellelaura y los guardias comenzaron a investigar.

Abrí un cajón en un escritorio. Dentro había varias tarjetas de ciudadanos y gremios. Lentamente revisé las cartas una por una. Allí estaba; una tarjeta del gremio… y en esa tarjeta del gremio, estaba escrito el nombre de mi padre.

Mi padre no se había escapado. Él no me había abandonado.

Empecé a llorar.

“¿Lufa…?” Ellelaura gritó detrás de mí, pero no pude responder.

Intenté superar los sollozos. Luego me sequé las lágrimas y volví a mirar a Ellelaura. “Creo que estas son las tarjetas de ciudadano y gremio de las personas que fueron asesinadas en esta sala. Por favor echa un vistazo.”

“¿Está allí también la tarjeta de tu padre?” preguntó Lady Ellelaura.

“Sí, lo está.”

“¿Es cierto? Yo… no sé qué decir”.

“Estás bien. Pensé que había una posibilidad de que lo hubieran matado, pero al ver la tarjeta del gremio yo misma… no pude evitar llorar”.

“Oh, por supuesto que llorarías. Él era tu propia carne y sangre, Lufa”.

Me sequé las lágrimas, pero simplemente no paraban. Ay, padre…

“Lady Ellelaura, tengo algo que pedirle”.

“¿De qué se trata?”

“¿Sería posible averiguar dónde puso Gajurdo los, ah… restos de las víctimas?” Quería saber dónde estaba mi padre.

“Por supuesto. Deberías poder colocar flores en su lugar de descanso.”

“Muchísimas gracias.”

Después de eso registramos las habitaciones, pero terminé sintiéndome enferma.

“Está bien tomar un descanso fuera de la habitación”, dijo Ellelaura.

“No. No, necesito ayudar”.

“Te lo agradecemos”, dijo, “pero ¿estás realmente bien?”.

“Sí, debería estar bien”.

“Eres muy fuerte”, dijo Lady Ellelaura.

Pero no lo era.

Siempre estaba pensando en cómo quería huir. Pero como era débil, no había podido escapar, no era nada fuerte…

Después de eso revisamos las otras habitaciones, fuimos a la habitación de Lord Gajurdo. Ahí es donde comenzó la verdadera investigación.

“Parece que estos son los contratos de los comerciantes”, dije. Encontramos una gran cantidad de contratos en un cajón. “Obligó a la gente a firmarlos con sus amenazas. Espero que puedas revisarlos”.

“Hay bastantes aquí”, dijo Lady Ellelaura. “Este es un trabajo para Gran. Aun así, por la cantidad de ellos, tendré que pedir ayuda a la capital”.

Revisé el siguiente cajón.

“Esto es…”

“¿Hay algo allí?”

“Es mi tarjeta”.

Se lo tendí a Lady Ellelaura. Yo también era una criminal, después de todo. Los otros sirvientes habían entregado sus tarjetas de ciudadano, así que pensé que sería apropiado darle la mía a Lady Ellelaura. Parecía que había entendido lo que pretendía.

Lady Ellelaura tomó la tarjeta, una de las muchas tarjetas de sirvientes que aparecieron en la investigación.

“Confiscar tarjetas de ciudadano seguro que es cruel”, dijo Lady Ellelaura.

“Supongo que todos no tuvimos elección en el asunto debido a nuestras deudas”.

“Pareces bastante poco afectada por esto, ¿no?”

“Tengo que estarlo. Si pienso demasiado, no sé si podría soportarlo…”

Cuando vi la tarjeta del gremio de mi padre, no pude contener mis emociones. En algún lugar en el fondo, todavía creía que mi padre podría estar vivo. Todo este tiempo, me había mantenido en marcha.

“Lo siento”, dijo Lady Ellelaura, pero no tenía nada por lo que disculparse.

Lord Gran vino después de eso, luciendo bastante agotado. Lady Ellelaura lo puso al corriente.

“Estamos investigando todo”, dijo con un suspiro, “pero está tomando algo de tiempo”.

“Sí, supongo que sí”. Lord Gran parecía aún más exhausto, ahora que sabía lo que había hecho Lord Gajurdo. “Nunca imaginé que su crueldad fuera tan profunda”.

Los sirvientes que habían trabajado en la finca de Lord Gajurdo habían sido detenidos, yo no fui la excepción. Había trabajado en estrecha colaboración con Lord Gajurdo, por lo que sabía bastante sobre sus operaciones. Como tal, me colocaron en una sala de espera privada, lejos de los demás.

Las personas que habían sido detenidas fueron entrevistadas, una por una. Los que no tenían una conexión directa con Lord Gajurdo fueron liberados y devueltos a sus familias. Pero yo me quedé.

Sabía muy bien que no me liberarían después de todo lo que había hecho. No podía escapar de ninguna manera: no tenía familia en la ciudad y no podía irme porque no tenía una tarjeta de ciudadano. Incluso si saliera de la ciudad, ¿adónde iría?

De vez en cuando, Lady Ellelaura y Lord Gran venían a hablar e interrogarme. A veces, me llevaban a la finca de Lord Gajurdo y les explicaba cosas.

Pasaron varios días desde que Lord Gajurdo había sido arrestado. Lord Gran y Lady Ellelaura debían dirigirse a la capital con Lord Gajurdo.

Pero antes de irse, Lady Ellelaura y Lord Gran se detuvieron.

“¿Estás seguro de que no te gustaría que yo fuera también?” pregunté.

“Eso no será necesario”, respondió Lady Ellelaura.

“Todo lo que nos ha dicho ha sido correcto”, dijo Lord Gran. “No hay razón para llevarte a la capital”.

“Ya veo.” Pensé que me llevarían con ellos, pero me iban a dejar atrás…

“Una vez que se decida el castigo de Gajurdo, el tuyo también será dictado”, dijo Lord Gran. “Mis disculpas. ¿Podrías aguantar un poco?”

“Sí” dije.

No tenía futuro por delante.

Todo lo que podía hacer era esperar.