Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

EL CIELO AÚN ESTABA GRIS cuando me desperté al día siguiente. Podíamos salir, pero tarde o temprano sabíamos que la lluvia comenzaría a caer sobre nosotras. Por el momento, cubriríamos todo el terreno que pudiéramos.

Aunque… el suelo estaba hecho un desastre después de la lluvia de ayer. Había charcos horribles, tan llenos que probablemente detendrían los carruajes en seco. No iban a detener a nuestros osos, pero sus patas se estaban ensuciando. Todo se estaba ensuciando, y el pelaje blanco de Kumakyu se veía particularmente terrible. Sabía que se limpiarían de inmediato si los volvía a llamar, pero todavía me sentía mal por ellos.

Salpicarían agua con barro si iban demasiado rápido, así que los mantuve en un sprint pausado.

“¡Ya la veo!”

Después de varios descansos y algunos avances más, divisamos la muralla que rodeaba el pueblo. Las nubes oscuras aún se cernían sobre nosotras amenazadoras… pero lo logramos antes de que pudieran cumplir con esa amenaza.

Entrar con mis osos habría causado una conmoción, así que le dije a Sanya que tenía que guardarlos. “Cierto. Si nos acercamos, alguien los verá y armará un escándalo por eso”. Nos bajamos de mis osos.

“Gracias por llevarnos hasta este punto”, dijo Luimin a mis osos. Sanya también les dio las gracias y les dio una palmadita.

También agradecí a mis osos y luego los guardé. “Bueno, pongámonos en marcha”.

Empezamos a caminar hacia Laluz. No estaba lejos ni nada, podíamos verlo, después de todo. Una vez que comenzamos a acercarnos, comenzamos a notar que los caballos salían del pueblo.

Según Sanya, la ciudad solía estar llena de gente que entraba y salía, pero había poco tráfico. Probablemente era culpa de la lluvia, supuse. Realmente no me importaba, ya que significaba que no tendríamos que esperar en la fila.

No vimos a nadie tratando de entrar cuando nos acercamos a la puerta, por lo que no tuvimos que esperar en primer lugar antes de entrar a la ciudad.

El guardia de la puerta se sorprendió cuando pasamos. “Señorita, ¿qué es ese atuendo que lleva puesto?”

“Estoy vestida como un oso. ¿Por qué lo preguntas?” Estaba acostumbrado a esto ¿Qué más podría decir?

“¿Viajaste hasta aquí en ese…?”

“¿Podemos seguir adelante, por favor?”

“Ya veo. Supongo que debes tener tus razones para vestirte así”.

El guardia de la puerta parecía haber llegado a alguna conclusión por su cuenta. No hizo más preguntas y sostuvo mi tarjeta del gremio en el panel de cristal. El panel nos dejó pasar, aunque no puedo imaginar por qué brillaría en rojo y nos dejaría fuera. No éramos delincuentes.

“Puedes entrar”, dijo el guardia.

Probablemente vio a mucha gente en su trabajo como guardia de una gran ciudad. Probablemente estaba acostumbrado a rodar con las cosas raras. Bien por mí. Eso significaba que podía llegar a la ciudad sin comentarios.

Pero en el momento en que entramos, las miradas se acumularon.

“Estamos siendo observadas, ¿no?”

“Lo estamos.”

Las hermanas tenían razón.

Cualquiera se quedaría mirando a una misteriosa chica forastera con el traje de un oso.

Sólo otro día para mí.

Después de eso, conseguimos una habitación en una posada y fuimos directamente al Gremio de Aventureros. Queríamos encontrar a las aventureras que habían “trabajado” con Luimin lo más rápido posible.

“¿Podrías esperar en la posada, Yuna?”

Traducción: “Es una vergüenza estar cerca de ti, así que ¿podrías esconderte en la posada?” (Eso es lo que supuse, al menos).

¡Pero yo también quería ver el gremio! Como exjugador, ¡no era como si pudiera simplemente sentarme en una posada después de viajar tan lejos! Además, quería saber quién en el gremio comenzaría a hablar con Luimin… y tenía el presentimiento de que se dirigirían al comerciante justo después.

Si Luimin fuera una completa extraña, tal vez no me hubiera importado, pero ya habíamos viajado mucho. Realmente nos habíamos conocido y quería acompañarlas… si me dejaban.

“Sanya, me gustaría ir contigo si no te causa problemas”, le dije, “pero me quedaré en la posada si eso es lo que realmente quieres”.

Sanya parecía un poco nerviosa, como si no esperara esa respuesta. “Yuna, lo siento mucho. Eso no es lo que quise decir. Todo el mundo te ha estado dando miradas tan extrañas, y supuse que te molestaba. Pensé que preferirías quedarte en la posada”.

Solo había tenido una idea equivocada. Ella solo había estado tratando de ser amable. “No, estoy acostumbrada a esto. Está todo bien. Si ustedes dos están de acuerdo con eso, realmente me gustaría acompañarlas”.

“¡Estaría bien con eso!” dijo Luimin.

“¿Lo dices en serio?”

“Creo que te sentirías sola en la posada. Entonces, ¡vamos juntas!”

Ella fue tan amable cuando lo dijo. Me hizo sentir un poco mareada.

“¡Está bien!” dije. “En ese caso, vayamos al gremio juntas, las tres”. Como fueron tan amables conmigo, las acepté.

Pero solo pasaron unos minutos antes de que nos encontráramos con un obstáculo…

“Estamos siendo observadas, ¿no?”

“Lo estamos.”

La gente no había dejado de mirarnos solo porque habíamos tenido una buena conversación. No, había gente pasando junto a nosotras y mirando. Algunos incluso se detuvieron en seco. Independientemente de lo que estuvieran haciendo, todos me miraban fijamente. Me puse la capucha de oso sobre la cara para que nadie pudiera verme.

“Vamos rápido”.

“Aja.”

Los dos comenzaron a caminar rápido para escapar de las miradas. ¿Supongo que sería mejor si mantuviera mi distancia de ellas dos? Retrocedí para darles algo de espacio.

“Yuna, ¿qué estás haciendo?” dijo Luimin. “Estamos en apuros.” Corrió hacia mí, agarró mi guante de oso y empezó a tirar de mí. Supongo que no les gustaba mi idea… pero estaba un poco feliz de que a Luimin no le importara que las tres camináramos juntas.

Tiró de mí hasta el gremio, un gran edificio que era casi tan grande como el de la capital.

“Saludaré al maestro del gremio”, dijo Sanya. “Luimin, busca a las aventureras, y Yuna, tú…” Sanya se quedó en silencio.

Oh. ¿Qué?

“Solo… no te metas en problemas, ¿quieres?”

Que buena orden. Ojalá pudiera seguirla, pero parecía que me surgían problemas, quisiera o no. O tal vez era mi equipo de oso lo que atraía los problemas.

De cualquier manera, prometí intentarlo lo mejor que pudiera.

Sanya se fue para encontrarse con el maestro del gremio, así que seguí a Luimin mientras trataba de encontrar a las aventureras. Si mostraran alguna señal de haber engañado a Luimin, les daría una compensación adecuada. Una vez que entré en el gremio, incluso más ojos estaban sobre mí que antes.

“¿Un oso?” “¿Qué pasa con ese traje?” “¿Eh? Eso es un oso, ¿verdad…? “¿Es una niña…?” “¿Qué está haciendo ella en el Gremio de Aventureros?” “¡Qué adorable! ~” “¿Luimin?” “Eso es un oso, ¿no?”

Una de esas palabras no era como la otra. Justo cuando nos preparábamos para buscar a su orador, se nos acercó en su lugar.

Luimin jadeó. “¿Miranda?”

“Sabía que eras tú, Luimin”, dijo la oradora, una aventurera de poco más de veinte años.

Dos mujeres aparecieron después de que Luimin llamara a Miranda.

“¿Luimin realmente está aquí?” preguntó una.

Otra dijo: “¡Lo está!”

“Ha pasado tanto tiempo, Miranda”, dijo Luimin.

“¡No ha pasado tanto tiempo!” Miranda le dio a Luimin un fuerte abrazo. “Estábamos preocupadas después de que desapareciste ”

“¡N-no puedo respirar…!” Luimin se veía bastante incómoda siendo apretada así. Sin embargo, Miranda la dejó ir lo suficientemente rápido.

“Realmente nos preocupaste”.

“Lo siento”, se disculpó Luimin.

Otra mujer entró en la conversación. “De verdad. ¡No puedo creer que le hubieses entregado tu precioso brazalete a Doglud!” La mujer pellizcó las lindas mejillas de Luimin.

“L-Lo siento… No quería causarles problemas a todas ustedes”.

“Esa no es razón para no hablar con nosotras y desaparecer”.

“¡Lo siento…!” Luimin fue liberada del pellizco en la mejilla.

“Aun así, me alegro de que estés bien”. Luimin recibió un abrazo más suave ahora.

“¿Llegaste a la capital a salvo?” una mujer interrumpió, parecía un mago.

“Sí, de alguna manera”, dijo Luimin.

“Sabes, Eriel estaba diciendo que iba a correr detrás de ti”.

“¡Sí! Todas estábamos preocupadas”.

“Obviamente.”

Entonces, estas eran las aventureras que habían ayudado a Luimin.

Por su conversación, no parecían del tipo que la engañarían para quitarle el brazalete. Parecían haber estado bastante preocupadas por Luimin. Tal vez había sido demasiada paranoica…

“Entonces, Luimin, ¿esa linda chica vestida de oso es amiga tuya?”

Todos me miraron mientras yo estaba de pie junto a Luimin.

“Sí, vino conmigo desde la capital”, dijo Luimin, sin responder del todo a la pregunta. Ella solo sonrió misteriosamente.

“¡Ese es un atuendo bastante lindo que tienes allí!” Miranda me estaba mirando ahora, así que pensé que era hora de que hablara.

“Soy Yuna. Vine aquí con Luimin y su hermana”.

“Encantada de conocerte. soy Miranda Trabajé con Luimin por un corto tiempo”.

“Y yo soy Eriel. ¡Tienes un lindo atuendo allí!” Eriel se acercó sigilosamente a mí. Di un paso atrás.

“No asustes a la niña, Eriel”, dijo la niña maga, apartando a Eriel antes de que pudiera ir a abrazarla. “Retrocede, ¿de acuerdo? Soy Sharla, por cierto. Encantada de conocerte.”

“¡Pero ese atuendo es tan lindo!” Eriel gimió. “¿Cómo no voy a abrazarla?”

“¡No seas tan insistente!” dijo Sharla, dándole a Eriel un rápido golpe en la cabeza. “Lo lamento. Eriel simplemente ama a las chicas lindas”.

¿Qué? Di otro paso atrás.

“No te hagas una idea equivocada. ¡Soy completamente normal!”

¿Y tal vez otro paso atrás, por si acaso?

“¡Ahhh, no te alejes de mí! Solo un pequeño abrazo. ¡Solo uno! ¡Te ves tan suave, tengo que sentir eso!”

Todas se echaron a reír.

“Escuché la conmoción”. Sanya había regresado. “Por supuesto que fue obra tuya, Yuna”. ¿Realmente tenía que decir eso? ¡Realmente no fui yo esta vez!

“¿Terminaste, Sanya?” pregunté.

“Sí, hemos terminado de hablar. No son las aventureras que cuidaron de Luimin, ¿verdad? Miró a las aventureras con nosotras.

“Sí, lo son”, dijo Luimin. “Este es el grupo de Miranda”. Ella las presentó, una por una.

“Gracias por cuidar de mi hermanita”, dijo Sanya.

“No es necesario. Solo lamento que Luimin soltara su brazalete”.

Y así, Sanya y Miranda, de quien medio esperaba que se pelearan, intercambiaron cumplidos.