Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

NUNCA DUERMO BIEN en un viaje, así que me aseguré de poner mi despertador Kumayuru/Kumakyu. Cuando llegó la mañana, me despertaron con sus patitas. Me dirigí abajo después de agradecerles.

“Buenos días, Yuna”.

“¡Buenos días, Yuna!” Dijo Luimin.

¿Sanya y Luimin ya estaban despiertas?

“Se levantaron temprano.”

“Luimin me despertó. ¡Vaya! Y no pudimos hacer un desayuno que pudiera compararse con el tuyo, pero preparamos algo. ¿Serías tan amable de probarlo?”.

Habían puesto en la mesa pan y bebidas para tres personas.

Sintiéndome agradecida, me senté a comer. “¿Tuviste una buena noche de descanso?”

“Sí. Sería difícil no hacerlo, con camas tan hermosas”.

“Sí, las camas eran muy blandas.”

“Menos mal que colgué las sábanas para que se sequen”. Mordisqueé el pan que Sanya había preparado.

Después de nuestras comidas, partimos hacia el pueblo de los elfos. Esta vez nos dirigíamos a Laluz, en la frontera. Ahí es donde Luimin había vendido su pulsera para pagarle a alguien después de romper la costosa pintura.

“Hmm… tal vez deberíamos hablar con los aventureros antes de ir al comerciante al que le vendiste tu brazalete”, dijo Sanya. “Si fueran los aventureros quienes te dieron el trabajo, probablemente sabrían más”.

“¿Tú crees?”

“Sí. Creo que eso hará que sea más fácil comunicarse con el comerciante”.

A partir de ahí, Sanya comenzó a interrogar a su hermana sobre los aventureros.

“Eran todas mujeres”, dijo Luimin, “y la líder se llamaba Miranda. Realmente me ayudaron cuando estaba en problemas en el Gremio de Aventureros. Me preguntaron si quería trabajar cuando se enteraron de que no tenía dinero. ¡Incluso me explicaron todo sobre el trabajo!” Luimin sonrió ante el recuerdo. “Pero luego me equivoqué y causé todo ese problema…”

“Dijiste que el trabajo era llevar algo de equipaje y guardarlo, ¿verdad?”

“Sí, eso era todo”.

Estaban guardando las cosas cuando Luimin rompió la pintura.

Sí… al escuchar su historia, se sintió como si el aventurero y el comerciante pudieran haber estado en un plan para engañarla. Parecía que los aventureros habían visto el brazalete de Luimin y la obligaron a destruir una pintura barata a propósito para que tuviera que devolverles el dinero; así es como sería en un cómic o una novela, al menos.

Aun así, no tenía pruebas suficientes y Luimin parecía confiar en estas aventureras. Pero ahí estaba yo, pensando inmediatamente en los tropos más dramáticos posibles. Sí…tal vez debería haberme relajado con todos los cómics, manga y juegos en ese entonces.

“¿Y qué hay del comerciante? ¿Crees que te devolverían el brazalete si pudieras pagarlo?”

“Creo que sí…” Entonces no había problema, ¿verdad? “Pero se supone que es valioso, así que había alguien que lo quería…”

Argh. Eso significaba que probablemente ya estaba vendido.

“Supongo que todo lo que podemos hacer es esperar que aún no se haya vendido”, dijo Sanya.

Sí, realmente parecía que todo lo que teníamos era esperanza… y también, una muy buena razón para poner nuestro trasero en marcha lo más rápido que pudiéramos.

En el peor de los casos: si el comerciante ya lo había vendido, podríamos volver a comprárselo a quien lo hubiera obtenido. Si no nos dejaban, tal vez el cuchillo de Ellelaura con el escudo de armas de la familia real sería útil. Podría presumir para insinuar que los Fochrosés se involucrarían si no lo devolvieran, tal vez. ¿O era eso un mal uso?

Sentí que usarlo me pondría en una especie de deuda invisible. Por ahora, lo consideraría como último recurso.

Insté a mis osos a correr más rápido.

“Son muy rápidos, ¿no?” dijo Luimin.

“Siiii”, dijo Sanya. “¡Su resistencia es increíble!”

“Sí, nunca hubiera imaginado que serían tan rápidos”.

Estábamos haciendo un buen progreso, pero las cosas parecían tormentosas por delante de nosotros… literalmente. Las nubes eran oscuras y pesadas por delante. No soy meteoróloga, pero incluso yo sabía que probablemente llovería un poco.

“Pensé que podríamos llegar hoy en Kumayuru y Kumakyu”, dijo Luimin.

Incluso yo no podía ganar contra el clima. Tampoco podría usar algún tipo de magia para cambiar el clima. Ser capaz de hacer eso prácticamente me convertiría en un dios. Mientras pensaba en eso, las gotas de lluvia comenzaron a caer. Cuando la lluvia caía sobre mi ropa de oso, se deslizaba en lugar de empaparse.

Volví a mirar al cielo. Era solo cuestión de tiempo hasta que lloviera a cántaros.

“Yuna, ¿estarías de acuerdo con sacar tu casa?” propuso Sanya. “Hasta que pase la lluvia, al menos”.

Yo estaba más que feliz de estar de acuerdo, por supuesto. Realmente no quería que mis osos corrieran bajo la lluvia, y personalmente tampoco quería correr bajo la lluvia.

Rápidamente busqué un lugar discreto para sacar la casa del oso antes de que la lluvia realmente comenzara a caer.

“Kumayuru, dirígete allí”. Usando mi guante de oso, señalé un pequeño matorral de árboles donde podría sacar la casa. Kumayuru canturreó y se dirigió rápidamente.

“Parece que lo logramos justo a tiempo”.

Habíamos huido a la casa de los osos antes de que la lluvia realmente comenzara a caer, aunque las dos hermanas elfas se habían mojado un poco mientras corrían hacia ella. Gracias a mi equipo de oso, estaba seca. Mis ositos tampoco estaban mojados.

“Esta casa, seguro es útil”, dijo Luimin.

“Definitivamente”, dijo Sanya. “Habríamos terminado empapadas”.

“No es como si estuviéramos completamente protegidas, incluso si corriéramos debajo de los árboles. Y si el viento se levanta, no tendríamos suerte”.

“¿Crees que la lluvia pasará pronto?”

Afuera, la lluvia caía a cántaros. Si hubiéramos sido un poco más lentas, estaríamos completamente empapadas.

“Esas nubes eran bastante oscuras, así que realmente lo dudo”. Saqué un poco de té caliente para las dos mientras hablaban. Cuando miré las nubes, realmente parecía que estaríamos encerradas aquí todo el día. Realmente esperaba que la lluvia pasara a la mañana siguiente.

Sanya nos dijo que no teníamos que apresurarnos para llegar más rápido, así que nos conformamos con tener un día lento.

Las dos iniciaron una conversación. Como no se habían visto en mucho tiempo, tenían mucho con lo que ponerse al día. Aparentemente, no habían tenido mucho tiempo en la capital para hablar debido al trabajo de Sanya. Aun así, lástima que no pudiéramos ir a ninguna parte debido a la lluvia.

Decidí dejarlas a las dos solas. Les hice saber que iba a pasar un tiempo en mi habitación y luego me fui con mis osos.

Me dirigí a mi escritorio cuando llegué allí, saqué un poco de papel de mi almacenamiento de osos y comencé a trabajar en ese juego de cartas que había comenzado hace un tiempo. Había convertido las suites en símbolos de fuego, agua, viento y tierra, que eran familiares para la gente de este mundo.

Ahora el problema era a quién dibujaría como jotas, reinas y reyes. Usar el rey o Cliff sería aburrido, e incluso podría causar problemas, así que descarté esa idea. Pero lo único que se me ocurrió fue usar diseños de osos.

No hay problema. Probablemente jugaría con los huérfanos y con Fina, después de todo, les gustarían más los osos que el rey o Cliff. Era un poco tarde para no seguir usando cosas de osos, así que decidí convertir a los reyes, reinas y jotas en osos en cubos.

Mientras el resto del mundo estaba atrapado bajo la lluvia, yo estaba atrapada en mi habitación, dibujando.

El oso rey llevaba una corona, la osa reina vestía un vestido de aspecto real y la sota de osos sostenía una espada. Por supuesto, también tuve que convertir a los comodines en osos.

El otro lado seguía siendo papel blanco normal, pero quería imprimir un patrón de oso si podía. Dibujé un patrón en la parte de atrás solo como muestra. Mientras me concentraba en mis dibujos, algo de repente se zambulló en mi espalda.

Me giré para encontrar a Kumayuru allí.

“¿Qué pasa?”

¡Toc Toc! Hubo un sonido en la puerta antes de que Kumayuru pudiera responderme.

“Yuna, ¿estás dentro? No estás durmiendo, ¿verdad? ¡Estoy entrando!”

La puerta se abrió y entró Luimin.

“¿Qué pasa, Luimin?” pregunté.

“Entonces, ¿estás despierta, entonces?”

“Sí. Lo siento, estaba atrapado en un proyecto”.

Recogí las tarjetas esparcidas sobre mi escritorio y las guardé en mi almacenamiento de osos.

“¿Entonces que hay de nuevo?” pregunté de nuevo.

“¿Qué deberíamos hacer para la cena?”

“¿Ya es tan tarde?” Miré afuera. Estaba completamente oscuro, pero eso podría haber sido solo las nubes de lluvia. La lluvia seguía cayendo. Probablemente seguiría hasta mañana.

Luimin y yo bajamos las escaleras para preparar la cena, mis osos me seguían.

En el comedor, nos pusimos manos a la obra de inmediato… o nos pusimos al trabajo que había. Estaba sacando la mayoría de las cosas de mi almacenamiento de osos, así que realmente no había mucho que hacer. Hombre, ¿qué haría sin mi práctico almacenamiento de osos?

Terminé de comer, y mientras holgazaneaba, Sanya volvió de revisar la lluvia afuera. “Incluso si llegamos a Laluz mañana”, dijo, “creo que esta lluvia nos impedirá movernos por un tiempo”.

“¿En realidad?”

“Supongo que no te lo hemos dicho”, dijo Sanya. “Hay un gran río en Laluz, por lo que necesitamos usar un bote para llegar al reino vecino. Incluso cuando la lluvia disminuya, será imposible cruzar en bote por un tiempo”.

Nadie me había dicho eso.

Un río, sin embargo…

Sabía que una fuerte lluvia podría crear condiciones peligrosas, ya que el río fluiría rápidamente. Incluso había visto informes de noticias de personas que eran arrastradas por ríos en mi mundo original.

Sanya tomó un sorbo de té y me contó más sobre Laluz. Según ella, el gran río actuaba como frontera entre los dos países: el país al otro lado del río se llamaba Solzonark. Ese era nuestro destino ahora.

Había otro pueblo grande al otro lado, y las dos ciudades tenían una conexión muy arraigada. Era un poco divertido solo escucharlo… y parecía que habría un montón de cosas geniales para comprar en ambos países.

Parecía el punto medio perfecto para instalar una puerta de osos. Supongo que tendría que averiguarlo después de que llegáramos allí.

“¿También viajaste en barco, Luimin?” pregunté.

“Sí, lo hice. Era muy grande. ¡También podía transportar muchos carruajes!”

Carruajes, ¿eh? Parecía que era un bote grande y completo y no solo un pequeño ferry.