Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: El Grupo se Desmorona

“¿Qué quieres decir con que Force se fue?”

Al principio, no podía entender lo que Erin estaba diciendo. Parecía que hacía años que no hablábamos… Ese fue el primer pensamiento caprichoso que pasó por mi mente cuando se acercó a mí.

“Exactamente lo que he dicho.” Respondió Erin secamente. “¿Dejó a los Arrivers? ¿O dejó Puriff?”

“Ambos.”

“¿Por qué? ¿A dónde iría?”

“Dijo que estaba harto de ser débil. Que iba a entrenarse de nuevo. Nadie le preguntó a dónde iba exactamente o cómo pensaba hacerlo.”

“Supongo que no volverá por un tiempo…”

“No sé.” Dijo Erin sacudiendo la cabeza. “No preguntamos cuándo iba a volver… o si lo haría.”

“¡¿Entonces qué va a pasar con los Arrivers?! ¡Jin se ha ido, y ahora también Force!”

“Tampoco sé la respuesta, aunque no creo que podamos seguir así. Imagino que nos disolveremos.”

¿Disolvernos…?

El frío eco de esa palabra me produjo un escalofrío. ¿Cómo pudo decir algo tan despiadado? Jin había trabajado mucho para este grupo. Era un monumento a su memoria. Tirarlo todo por la borda era impensable.

“¿Por qué no detuviste a la Force…?” Murmuré. Allí, Erin me agarró por el cuello y empezó a gritar.

“¡Lo intenté, Note! ¡Pero no hubo forma de detenerlo! Estamos hablando de Force. Una vez que se propone algo, no se le puede convencer de lo contrario. Además, si te importa tanto, deberías haberlo detenido tú mismo.”

“Pero yo no estaba en la…”

Me quedé paralizado a mitad de la frase cuando me invadió una calma glacial. Fui yo quien se negó a asistir a la reunión. No podía culpar a nadie más de lo que había pasado mientras yo no estaba allí. Eso me correspondía a mí.

Erin había tenido el valor de enfrentarse a Force, mientras que yo me escondía detrás de mi dolor como una excusa. Había tenido mi turno para detenerlo y lo había dejado pasar. Cuando Force había dicho que quería hablar de nuestro futuro, supuse que eso significaba que había superado la muerte de Jin, pero no era así. Force estaba tan dolido como yo. Estaba sufriendo a su manera. Yo estaba bien con las cosas como estaban, pero él no… Y por eso había decidido irse.

Eso fue culpa mía. Sólo había podido pensar en mí mismo y en mi dolor. No había pensado en los sentimientos de los demás. Había asumido egoístamente que yo era el único que seguía de luto. Que era el único que estaba pasando por esto.

Pero no estaba solo. Todos los demás también eran desgraciados. Todos estábamos heridos. Las siguientes palabras de Erin me lo dejaron dolorosamente claro…

“Lo he estado pensando y creo que también voy a dejar Puriff.” Me sorprendió. Nunca había imaginado que Erin también se iría.

“¿Por qué…?” Conseguí preguntar roncamente, levantando por fin la cabeza para mirarla a los ojos.

“Por la misma razón que Force. Después de escuchar lo que dijo, decidí volver a aprender magia desde cero.” Dijo. “Jin está muerto por mi culpa. No pude contener al jefe de forma adecuada, y Jin pagó por ello… ¡todo porque soy demasiado débil!”

“El jefe era así de fuerte, Erin. No fue tu culpa que…”

“Gracias, pero no necesito palabras vacías de consuelo.” Murmuró con frialdad. Entonces preguntó de repente: “¿Has oído hablar de la magia blanca?”

No estaba seguro de a dónde quería llegar, pero asentí y respondí con sinceridad.

“La versión para magos de la magia curativa, ¿verdad? He oído que es rara…” Dije, deteniéndome al darme cuenta. “No me digas…”

“No podíamos usar magia sagrada, pero la magia blanca podría haber funcionado. Si hubiera curado a Jin o a Force, las cosas podrían haber resultado diferentes.”

“En ese caso, ¿por qué no lo hiciste?”

“Porque no sé cómo.” Dijo con una sonrisa amarga. “¿Recuerdas que tengo la habilidad Aptitud Mágica Elemental Universal? Eso me permite usarla… Sólo que nunca me molesté en aprenderla.”

“¡Pero si te has esforzado mucho en el estudio de la magia!” “Sólo desde que volvimos del piso 20, ¿recuerdas?”

“Aun así.”

“¡Si hubiera estudiado más en el pasado, Jin no habría tenido que morir! Si no hubiera dejado la escuela, si no hubiera dejado de aprender magia después de unirme a los Arrivers, si no hubiera ignorado mis defectos durante tanto tiempo, si no hubiera sacado de quicio a Cathy… ¡Jin aún estaría vivo!”

En algún momento, en medio de los gritos, empezó a llorar. Estaba temblando. Ahora podía ver que la muerte de Jin la había roto, igual que a mí.

“Erin…” Dije en voz baja.

Verla sollozar así me dio ganas de abrazarla. Abrí mis brazos y fui a rodear sus hombros, pero…

“Lo siento. Ahora mismo no puedo aceptar tu amabilidad.” Levantó las manos y suavemente—muy suavemente—me apartó. “Soy débil, Note. Acabaré dependiendo de ti si estás cerca. Así que he decidido trabajar duro por mi cuenta. Me voy a ir. Volveré a aprender magia. Ya no voy a depender de nadie. Necesito volver a casa y olvidarme completamente de la magia por un tiempo.”

“¿Qué… estás diciendo…?”

¿Qué se supone que debo hacer?

Había perdido al hombre que más admiraba en el mundo. Mi salvador. Mi mentor. Mi modelo a seguir, a pesar de su oscuro pasado.

Y ahora estaba a punto de perder a la chica con la que quería estar… la persona a la que quería proteger más que a nadie. ¿De quién iba a depender?

Mis brazos, todavía extendidos para abrazar a Erin, colgaban en el aire. ¿Debería alcanzarla de nuevo? ¿O desistir? Me quedé helado por la duda.

“Así que, Note, esto es un adiós por un tiempo. Te echaré de menos, pero voy a trabajar duro. No te olvides de mí.”

“¡Espera! ¡No vayas a decidir eso tú misma! ¡¿Cuánto tiempo es ‘un tiempo’?! ¡¿Cuánto tiempo debo esperar?!”

“No lo sé. Hasta que esté lista, supongo.”

“¡No quiero eso! ¡Necesito estar contigo! ¡Por favor, no me dejes!”

Sabía que estaba siendo egoísta. Después de todo el tiempo que había pasado alejándola a ella y a los demás, aquí estaba tratando de evitar que se fueran. Simplemente… no quería perder a nadie más valioso para mí.

Erin sonrió entre lágrimas y dijo: “No te pongas necesitado ahora. No sabré qué hacer.

Aun así, estoy algo feliz…”

“¿Por qué sonríes? Estoy hablando en serio.”

“No esperaba que te importara tanto como para intentar detenerme. Sinceramente, no tenía ni idea de que significara tanto para ti. Realmente te guardas tus sentimientos para ti, ¿no?”

Yo tampoco sabía que Erin sentía eso por mí. Si lo hubiera sabido, habría sido más honesto.

“Así que… gracias, Note. Por intentar detenerme. Por preocuparte tanto. Por decírmelo.”

“Siento no haberlo dicho antes. Seré bueno contigo a partir de ahora. Seré honesto contigo.

Así que, por favor, no bromees con irte.”

“No estoy bromeando. Ya he tomado una decisión. No puedo volver atrás, independientemente de lo que digas. Lo siento mucho.” Dijo ella, dando un paso atrás y dándose la vuelta. “Pero realmente vas a hacer tambalear mi decisión de esta manera, así que vamos a separarnos aquí. ¿Hay algo más que quieras decir?”

Sí, por supuesto. ¡Muchas cosas! Hay tanto que no he dicho, así que por favor no te vayas ahora…

“¡No tienes que estudiar magia, Erin! ¡El grupo ya está hecho! Ya no vamos a explorar mazmorras, ¡así que no tienes que ir!” Mis sentimientos salieron a borbotones. “¡Eso es! ¿No dijiste antes que debíamos dejar de explorar mazmorras? ¡Podemos tener citas y vivir nuestras vidas sin mirar atrás! ¡Podemos casarnos y encontrar la felicidad como la gente normal! ¡Como tú querías! ¡¿No suena genial?! ¡Vamos a intentarlo, Erin!”

Probablemente debería haber dicho algo más genial para despedirme, pero no pude evitar la lamentable súplica que salió de mis labios. Erin, sin embargo, negó con la cabeza mientras sus coletas plateadas se balanceaban detrás de ella.

“Seguro que no esperaba una propuesta. Estoy feliz. Realmente lo estoy, pero no puedo aceptar ahora mismo… Así que lo siento, pero retiro lo que dije en el piso 20.”

“Qué…”

“Es cierto que ya no hay ninguna razón apremiante para que estudie magia. Puede que no vuelva a pisar la mazmorra. Pero no quiero volver a sentirme tan impotente. Así que, de una vez por todas, voy a enfrentarme a mis propios demonios.”

¿Por qué…? ¿Por qué Erin también me abandona?

No tuve palabras para responder a su rechazo. Simplemente me quedé en silencio. “Si eso es todo.” Dijo finalmente. “Tengo una última cosa que decirte.”

Allí, se volvió hacia mí, y…

“Te amo, Note. Volvamos a vernos.”

Con esas palabras de despedida, volvió a su dormitorio y recogió rápidamente sus pertenencias. A continuación, abandonó rápidamente el cuartel general. Y así, sin decir adiós, se fue.

No pude detenerla. Lo único que podía hacer era sentarme en la cama y colgar la cabeza entre las manos.

***

Force no era el único egoísta. Erin también lo era. Ambos habían tomado sus decisiones por sí mismos y desaparecieron por su propia voluntad. ¿Y qué pasa con los que quedamos atrás? ¿Qué debía hacer ahora?

Me pasé el día sentado en un banco del parque preguntándome eso. No quería que Erin se fuera. Quería que se quedara conmigo. No quería estar solo. No era tan fuerte como ella creía. No podía vivir solo.

Me había encerrado en mi caparazón tras la muerte de Jin porque tenía un hogar. Un lugar al que volver. Una familia. Y había dado todo eso por sentado. Pensé que seguirían estando ahí para mí, sin importar lo terrible que fuera para ellos. Pero, oh, qué equivocado estaba.

Force y Erin ya no estaban. Ambos lamentaban su impotencia y estaban decididos a entrenarse para salir de ella. No había nada malo en esa decisión. Entendía por qué lo habían hecho.

Pero, ¿debía hacer lo mismo? Esa era la parte de la que no estaba seguro.

Los Arrivers se habían derrumbado funcionalmente. Eso era un hecho innegable. La mitad del grupo había desaparecido. No teníamos suficientes miembros para seguir adelante aunque hubiéramos querido.

Además, se planteaba la cuestión de si incluso nos podíamos considerar un grupo después de la muerte de Jin. Los Arrivers sólo eran lo que eran gracias a Jin, así que ¿podríamos seguir adelante sin él? ¿Los Arrivers seguían siendo los Arrivers sin Jin?

A mis ojos, el grupo estaba dañado más allá del punto de reparación. Por eso las acciones de Erin y Force me parecían más motivadas por su propia voluntad que por otra cosa. No importaba cuánto se fortalecieran ahora, Jin no iba a volver. Los Arrivers estaban acabados. Tendrían que encontrar otra cosa en la que apoyarse con su nueva fuerza.

Sin embargo, en comparación con los días que desperdiciaba actuando por pura inercia, el hecho de que hicieran algo era digno de elogio. Por lo menos, sabía que me había equivocado al seguir así. Entonces, ¿también debería empezar a entrenar de nuevo desde cero? Tal vez si lo hacía, no tendría que volver a perder a nadie…

Yo era parte de la razón por la que Jin estaba muerto. Si hubiera sido un poco más fuerte, podría haberme dejado la retaguardia. Y si lo hubiera hecho, seguramente aún estaría aquí con nosotros. Yo era el que necesitaba hacerse más fuerte, no Erin o Force.

Parecía, entonces, que era el momento de retomar mi entrenamiento. No tenía nada más que hacer. Sin duda sería una forma más significativa de pasar mi tiempo que estar sentado.

Tal vez si me pusiera en marcha, se me ocurriría algo mejor. Tal vez podría poner en marcha mi cerebro junto con mi cuerpo y escapar de este callejón sin salida en el que estaba atrapado.

Bueno, no hay tiempo como el presente… Debería moverme antes de que cambie de opinión.

Me levanté del banco oxidado y me dirigí hacia la salida del parque. El parque en sí estaba situado en medio del distrito residencial. La base de Valkiria estaba prácticamente al otro lado de la ciudad, pero se podía ir andando. Supuse que llegaría antes de la puesta de sol.

Dada la hora, sería poco práctico empezar a entrenar hoy. Pero al menos podríamos hacer arreglos para hacerlo más tarde. De esa manera, incluso si perdiera mi determinación… todavía me sentiría obligado a mantener nuestra promesa de reunirnos. Iba a crear una situación en la que tuviera que entrenar.

Y con ese pensamiento, fui a ver a Riece.

“Llegaste en un gran momento, Girl Snatcher. Hace tiempo que no te veo.” Cuando toqué el timbre de la base de Valkiria, Riece apareció sin demora.

Me preocupaba que hoy estuviera en la mazmorra o algo así, así que había tenido suerte en ese sentido. Tenía razón: había llegado en un buen momento. Aunque, a decir verdad, no estaba seguro de por qué había dicho eso.

“Ha pasado un tiempo, profesora.” Respondí con un pequeño saludo. “Me gustaría hablar con usted de algo. ¿Estás libre?”

“Lo estoy. Y también me gustaría hablar contigo de algo. Gracias por venir.”

Ladeé un poco la cabeza, curioso por saber de qué quería hablarme. La observé mientras se ponía los zapatos como si se estuviera preparando para salir.

“Es un poco difícil decirlo aquí con los miembros de mi grupo alrededor, así que ¿qué tal un cambio de escenario?” Sugirió.

“Claro.”

“Entonces vamos a la cafetería del barrio.”

Asentí con la cabeza y salimos a la calle. La cafetería estaba a unos cinco minutos a pie. Riece iba en cabeza y me fijé en su ropa mientras la seguía. Llevaba un cárdigan verde guisante claro y una falda larga de color granate.

Eso es inusual…

Nunca la había visto vestida así, y menos con falda. Siempre iba vestida de manera informal con unos robustos pantalones cortos y una camiseta, pero hoy parecía más una chica normal que una aventurera. Era como ver una nueva faceta de ella.

En poco tiempo, llegamos a nuestro destino. Riece abrió la puerta del café y yo entré. Nos sentamos frente a frente en una mesa para cuatro.

De momento, ambos pedimos un café. El camarero que tomó nuestros pedidos desapareció rápidamente detrás del mostrador. Riece y yo nos sentamos en silencio durante algún tiempo.

“Me pregunto cuánto tiempo ha pasado desde que te vi por última vez…” Murmuró finalmente.

“Probablemente desde el funeral de Jin.” Respondí en voz baja.

“Así es.” Dijo ella, cruzando los brazos detrás de la cabeza y mirando por la ventana. “En realidad no pudimos hablar entonces, así que parece que ha pasado más que eso.”

“Sí, ha pasado demasiado tiempo, profesora.”

No recordaba la última conversación tranquila y sensata que había tenido con alguien. Había estado evitando a los otros Arrivers, y nuestras interacciones eran siempre tensas. Como la última vez que hablé con Force, o cuando Erin se despidió.

Así que charlar con Riece fue un buen cambio de ritmo. Un alivio. ¿Fue sólo porque ella era una tercera persona? Me arrepiento de no haber llegado a ella antes. Las cosas podrían haber sido diferentes si lo hubiera hecho.

“¿Así que tenías algo de lo que querías hablar, Note? Por eso has venido a verme, ¿no?” “Sí. Pero dijiste que también tenías algo que hablar, ¿no?”

“Sí, así es.”

“Puedes hablar tu primero si quieres.”

“En ese caso te tomaré la palabra.” Dijo, apartándose del paisaje exterior. “Voy a dejar de aventurarme.”

¿Eh?

Me quedé sin palabras. ¿Qué estaba diciendo? “Jin murió, ¿sí?” Continuó.

“… Sí.” Admití, mordiéndome el labio mientras asentía.

“Eso es lo que me hizo darme cuenta de que explorar mazmorras es imposible para mí.” Dijo en tono autodespectivo. “El asesino más fuerte de todos cayó en la mazmorra. Jin, el hombre que yo admiraba… Si él no pudo hacerlo, es imposible que yo pueda.”

Riece apretó los puños con fuerza, arrugando la tela de su falda a la altura de las rodillas.

Así es…

Al igual que yo, se había tomado muy mal la muerte de Jin. Después de todo, estaba enamorada de él, algo que había olvidado por completo hasta ahora.

“Soy un adulto, ¿sabes? Tengo que afrontar la realidad pronto.” Continuó. “¿Afrontar la realidad…?”

“Sí. La realidad de la exploración de mazmorras. Ser un aventurero no es una ocupación decente, ¿sabes? Te pagan por arriesgarlo todo y luchar contra monstruos. Es como si estuvieras vendiendo tu vida pieza por pieza. No creo que pueda seguir haciendo eso para siempre…”

La profesión de aventurero en sí era para los soñadores. Era perfecta para los que no querían trabajar de forma constante y seria. Perfecta para los que querían vivir libremente, como quisieran. Riece tenía razón; todos estábamos apartando los ojos de la realidad.

“Quiero encontrar un trabajo estable y sin riesgos y volver a ser una persona normal. He llegado a la edad en la que también empiezo a pensar en casarme. ¿Qué hay de malo en llevar una vida normal? Tiene que ser mejor que esta vida en la que no puedes aferrarte a nada que ames…”

Ella tenía razón. Tenía razón y yo lo sabía, pero no quería reconocerlo. No podía ceder a su razonamiento.

“El explorar mazmorras fue divertido. Pero la prisa, la excitación, la emoción… Tienes que dejarlas ir a cierta edad. Tienes que aceptar la realidad. El compromiso es la forma inteligente de vivir. Eso es lo que significa ser un adulto.”

¿Estaba diciendo que Jin era un estúpido por morir en la mazmorra? ¿Que no era un adulto de verdad? Quise discutir, pero cuando vi la mirada de Riece iluminada… supe que era inútil. Ella ya había tomado una decisión. Estaba decidida a dejar las aventuras. Esto era lo que la muerte de Jin le había hecho.

No me estaba pidiendo consejo. Sólo me decía lo que había decidido. Probablemente fui un niño por ser incapaz de aceptarlo por adelantado. No quería que Riece se fuera, por mis propias razones egoístas.

“¿Ya se lo has dicho a las otras Valkirias?” Pregunté tan suavemente como pude, esperando que ella vacilara.

No había forma de que mis inmaduras súplicas hicieran temblar a la decidida Riece. No tuve más remedio que intentar un método indirecto, pero ni siquiera eso pudo detenerla…

“Lo he hecho, y lo aprueban. Pronto dejaré Puriff.” Dijo. “Ya veo…”

“Iba a verte antes de irme, así que me alegro de que hayas venido a verme primero, Girl Snatcher.”

Por fin entendí por qué había dicho que llegaba en buen momento cuando abrió la puerta. Su atuendo de hoy era como una manifestación de su determinación. Ahora que me fijé bien, pude ver que tampoco llevaba sus armas ni su equipo. En lugar de la funda de su cuchillo, una larga falda colgaba de sus caderas.

Parece difícil moverse con ella. Supongo que realmente lo está dejando…

“Entonces, ¿qué querías decirme, Note? ¿Era algo parecido, quizás?”

Me tocaba a mí estar en la cuerda floja. No podía pedirle que entrenara conmigo después de lo que acababa de decirme, así que se me ocurrió una mentira en el acto…

“Sí. Yo también estaba pensando en dejar las aventuras.”

***

Eran las primeras horas de la mañana, justo antes del amanecer. Estaba en mi habitación con las luces encendidas, contemplando cosas.

“Sí. Yo también estaba pensando en dejar las aventuras.”

Decir eso en voz alta se había sentido sorprendentemente bien. Había una sensación de alivio, como si estuviera dando voz a algo que llevaba mucho tiempo asentado en mi corazón. Debía de haber llegado a esa conclusión poco después de la muerte de Jin, pero no era consciente de ello. Al igual que Riece, no podía seguir aventurándome ahora que él se había ido. Incluso le había dicho algo parecido a Erin…

“¡Deberíamos dejar de explorar mazmorras! ¡Podemos tener citas y vivir nuestra vida sin mirar atrás! ¡Podemos casarnos y encontrar la felicidad como la gente normal! ¡Justo como tú querías! ¡¿No suena genial?! ¡Intentémoslo!”

Tal vez era eso lo que realmente anhelaba, no explorar mazmorras.

Seguramente podría estar satisfecho con la felicidad ordinaria de una vida común. Si alguien me pidiera lo contrario, no tendría la confianza de negarlo.

Debía haber algo mal en mí cuando rechacé a Erin en el piso 20. Quise decir que sí. Que quería dejar la mazmorra en cuanto saliéramos vivos y no mirar atrás… Me equivoqué y dije que no por error. Tenía que ser eso.

Sólo había intentado convertirme en aventurero porque era el sueño de mi amiga de la infancia. Me había metido tanto en él que, en algún momento, caí en la ilusión de que era mi propio sueño. Seguí haciéndolo después de que ella se fuera por puro arrepentimiento. Nunca quise ser un aventurero… pero en ese momento, era lo único que conocía. Seguir con ello era más fácil. Una manera de mantener mi cabeza abajo. Evitar enfrentarme a la realidad.

Pero entonces conocí a Jin y a los Arrivers, y empecé a soñar aún más grande. Soñaba con convertirme en un aventurero de alto nivel y completar la mazmorra. Pero eso también era un sueño prestado. Estaba soñando a través de todos los demás. Simplemente vivía sus sueños. No tenía ninguna inversión personal en la mazmorra. No tenía ninguna razón real para querer conquistarla. Así que no había nada malo en que me alejara de ella, ¿verdad?

Había pasado varios meses ilusionados intentando triunfar como aventurero a lo grande. Pero ahora era el momento de despertar y afrontar los hechos. Debería haber renunciado a esto hace mucho tiempo. Debí haberlo abandonado en el momento en que obtuve la habilidad basura Mapeado. Convertirme en aventurero era un sueño que estaba más allá de mis posibilidades.

Puedo vivir tranquilamente a partir de ahora… Una vida normal en la que no tenga que perder nunca más a nadie importante para mí…

Una vez que llegué a esa conclusión, las cosas avanzaron rápidamente a partir de ahí.

Dividí las pertenencias de mi habitación en cosas que necesitaría a partir de ahora y cosas que no. Todo lo que estaba en la pila de lo “necesario” se empacó.

¿Qué debo hacer con el resto? Sería un desperdicio tirarlo todo. Supongo que lo dejaré aquí.

A continuación, bajé a recoger lo que me pertenecía del salón y lo ordené de la misma manera. Todo el proceso me llevó menos de una hora. Cuando terminé, los rayos de sol entraban por las ventanas.

¿Ya es tan tarde? Todavía debería poder tomar el primer carruaje para salir de la ciudad si me voy ahora.

Salí de mi habitación y volví a bajar a la sala de estar. La primera vez que puse un pie aquí, me sorprendió la energía del lugar… pero ahora estaba extrañamente tranquilo. Con la mitad del grupo fuera, supongo que era natural.

Era el momento de despedirme del cuartel general. Esa misma idea me provocó algo en el pecho. Había hecho tantos, tantos recuerdos aquí… y cada uno de ellos era irremplazable. Eran tesoros preciosos, que no se podían conseguir en ningún otro lugar del mundo.

“Adiós a todos…” Murmuré para mis adentros mientras apagaba las luces del salón.

Entonces me dirigí al pasillo en la oscuridad. Tras varios pasos… una sombra apareció en mi camino.

“¿A dónde crees que vas, Note?”

Era Roslia. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? Hacía días que no usaba Búsqueda de Enemigos, así que no tenía ni idea de que estaba cerca.

“¿Me has oído hace un momento?” Le pregunté a la oscuridad.

“Sí, lo hice. Pero incluso antes de eso, vi que estabas recogiendo tus pertenencias en la sala de estar. Te vas de los Arrivers, ¿no?”

“Sí…”

La aparté e intenté pasar de largo, pero me agarró del brazo.

“Erin y Force se fueron, ¿y ahora tú también te vas? ¿Por qué no me dijiste algo?” “Eso…”

No tenía nada que decir en mi favor. Por lo que a mí respecta, los Arrivers ya se habían disuelto… así que no había pensado en decirle a nadie que me iba.

“Tienes suerte de que me haya dado cuenta. ¿Qué habrías hecho si no lo hubiera hecho?” “Lo siento…” Me disculpé seriamente.

Tenía todo el derecho a estar enfadada, así que me preparé para las represalias.

Sin embargo, se limitó a sonreír y a decir con una voz inesperadamente ligera dada la oscura situación: “Está bien. He conseguido prepararme a tiempo. ¿Nos ponemos en marcha?”

Allí me di cuenta de que llevaba un baúl en las manos, de los grandes que se usan en los viajes largos. Probablemente estaba cargado con su ropa y otras necesidades.

“No sé a dónde vas.” Continuó. “Pero yo también voy. No te dejaré como los demás.

Incluso si no quieres que lo haga, definitivamente voy a ir.” “Roslia…”

Seguía sonriendo, pero su mirada decía que estaba muy seria. Sus temblorosos iris rojos se clavaron en los míos.

No sabía cómo responder. ¿Debería llevarme a Roslia conmigo?

Todavía no había pensado en nada más allá de dejar Puriff. Quería alejarme de la mazmorra, de las aventuras. No había decidido a dónde iría ni qué haría una vez hecho eso. Sólo quería alejarme lo más posible de este lugar y de esta vida. A algún lugar completamente ajeno a los Arrivers.

Eso significaba intrínsecamente dejar atrás a Roslia junto con el cuartel general… pero verla así me hizo dudar.

Dónde estábamos parados. La forma en que nos enfrentábamos. De qué hablábamos… Todo me recordaba a mi despedida con Erin; nuestras posiciones estaban simplemente invertidas. En lugar de ser el que se quedaba atrás, ahora era yo el que se despedía.

Así que comprendí con demasiado dolor lo que estaba pasando en ese momento. Acababa de pasar por ello, y la agonía se revivió de repente. Se me revolvió el estómago. Mis puños se cerraron. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

Decir adiós era perder algo. Y perder a alguien valioso era peor que perder un miembro… Ya no me importaba. No. Ya había perdido tanto que estaba insensible.

Pero no había necesidad de herir también a la chica que tenía delante. Roslia también estaba lidiando con la muerte de Jin, con las salidas de Force y Erin. Aunque fuera el miembro más nuevo, seguía siendo parte de loa Arrivers. Era imposible que no estuviera afectada por todo lo que había pasado.

“No tengo nada planeado, Roslia, pero si todavía quieres venir…” Antes de darme cuenta, estaba murmurando en voz alta. “No he decidido a dónde voy a ir una vez que deje Puriff. No sé qué haré ahora que he dejado de ser un aventurero. No sé de qué voy a vivir ni cómo. ¿Estás segura de que quieres acompañarme en una huida tan azarosa?”

Miré fijamente a los ojos de Roslia. Estaba preparado para que se echara atrás. Después de todo, tenía más posibilidades de encontrar la felicidad por su cuenta. Sólo tenía que sacudir la cabeza.

Pero para mi sorpresa, sonrió y asintió, declarando enfáticamente: “¡Sí!”

Me di cuenta de que sonreía amargamente a pesar de mí mismo ante su entusiasta respuesta. ¿Era porque me atraía su sonrisa o porque estaba harto de sus tonterías? Tal vez un poco de ambas cosas.

“¿Eres realmente estúpida o algo así, Roslia?” “¿Qué? ¡Hay que ver las maldades que dices!” “Tendrías que serlo para venir conmigo…”

Roslia fue realmente una tonta al seguir a un hombre tonto como yo. Realmente no tenía gusto por los hombres.

“Bueno, pongámonos en marcha.” Insté.

“Sí, vamos. Pero, ¿no hay algo que tenemos que hacer primero?” Preguntó, deteniéndome. “¿Qué?”

“Tenemos que despedirnos de Neme.” “… Ahora que lo mencionas, sí.”

No hace falta decir que se me había olvidado por completo.