Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 3

Capitulo 24: El Regreso De Los Nobles

Parte 2

Por lo general, las llamaba “pociones,” pero en realidad era el “poder de crear medicamentos” y no se limitaba a fluidos. Si contenía incluso un poco de agua o líquidos, podría clasificarse como una poción, pero no era un requisito previo. Podría crear sólidos sin ningún problema.

Pero Kaoru pensaba que eso no estaba del todo bien. No le importaba crear “medicinas que fueran como un ekiben” si tuviese hambre. Vendereso como medicina era una cosa,pero la idea de “crear medicina con sus poderes y venderla como comida” iba en contra de su política personal. Eso era algo que Kaoru simplemente no podía hacer, y no tenía intención de cambiar esto.

“… Bien.”

Aunque Emile pronto podría terminar en una situación peligrosa,

Belle agitó la mano sin mostrar una profunda emoción.

No es que a ella no le importara.Si este fuera otro caso,Belle habría

detenido a Emile o insistido en ir con él.

Pero esto estaba relacionado con la seguridad de Kaoru. No era una gran luchadora y, en el mejor de los casos, eliminaría a una o dos personas con su cuchillo oculto. O la tomarían como rehén y empeoraría la situación. En ese caso, era mejor para ella proteger el santuario de Kaoru. Si Emile caía, se vengaría tendiendo una emboscada a sus enemigos y se convertiría en el escudo de Kaoru en su lugar, y continuaría protegiéndola con la bendición de la Diosa Celestine hasta el día en que se volverían a encontrar.

Esta era la lealtad de Belle.

Además, no podía obstaculizar que Emile cumpliera con su deber y mostrara lealtad. Después de todo, habían sido salvados por la Diosa y le habían prometido su devoción como miembros de “Los Ojos de la Diosa.”

Completamente ajena a la fuerte determinación de Belle, Kaoru estaba atendiendo el “Atelier de Layette Mk-II,” con Layette sentada en su regazo.

***

Cling…

“¡Bienvenido!”

“¡Bineveniduuuu!”

Layette, creo eso casi se puede considerar artes escénicas

tradicionales.

“¿Emile? ¿Qué estás haciendo aquí…? Espera, ¿Conde Cómo se

llama?”

“¡Conde Oram! Chica, ¿por qué has hecho tal…?”

“Por supuesto que tomaría represalias si me impone condiciones irrazonables y me exige mi dinero, productos y secretos. No soy estúpida.”

“¿Q-Qué…?”

El conde tenía una expresión de sorpresa en su rostro, pero ¿era eso

realmente tan impactante?

“No he roto ninguna promesa y he hecho lo que estipula el contrato. Sólo necesito devolver la mitad de mis ganancias de las ventas de ekiben cada semana, ¿correcto?” Pregunté con indiferencia, y el rostro del conde se puso rojo brillante.

“¿Q-Qué tontería es esta? ¡¿Te das cuenta de lo que pasará si me

haces enojar manteniendo esta tontería?!”

“¿Nada, supongo?”

“¡¿Qué?!”

No, realmente no pensé que saldría nada de eso.

“Si intenta comprar este edificio de nuevo, me mudaré a otro lugar. Para mi próxima ubicación, podría solicitar usar las conexiones familiares del teniente coronel o, si es necesario, alquilar una habitación en una propiedad militar y usarla como economato.”

También tenía la opción de alquilar un puesto como tienda móvil, pero aún no había necesidad de revelar esa carta. El Conde Oram probablemente asumió que la transferencia de tiendas requeriría demasiado trabajo y tiempo para que valiera la pena. Pero viendo la facilidad con la que moví todo en una noche, debería haberse dado cuenta de que tenía una idea equivocada.

“Ugh, urrrgh…”

Los militares, la nobleza y los negocios estaban separados. Pero el padre del teniente coronel, un conde, probablemente necesitaría guardar las apariencias si algún otro noble le faltaba el respeto al interferir en la tienda con la que su hijo estaba haciendo negocios. Si se corriera la voz de esto, se haría evidente quién era el que actuaba inmoralmente aquí.

En el mundo de la nobleza, que ponía mucho énfasis en el honor y las apariencias, esto sería bastante inconveniente para el Conde Oram. Sin mencionar que sería completamente incapaz de hacer nada si trasladara mi tienda a territorio militar. Lo único que quedaría sería el increíble deshonor de intentar forzar un movimiento tan extravagante y ridículo, y luego ser fácilmente superado por una niña pequeña, y una plebeya por sobre todas las cosas.

“Si realmente tengo que hacerlo, simplemente cerraré la tienda y me mudaré a otro país. No es como si hubiera nacido aquí, así que no tengo que quedarme aquí de ninguna manera. Todo lo que tendría que hacer es reabrir mi tienda en otro lugar. Y antes de mudarme, me aseguraría de que la gente del pueblo, el teniente coronel Vonsas, el ejército real, el regimiento de guardias y los centinelas sepan que me estoy mudando porque no pude soportar las demandas irrazonables del conde Oram. Después de todo, sería de mala educación cerrar sin explicar mis razones.”

El conde se quedó en silencio, con el rostro completamente rojo. Si eso sucediera, se correría la voz por toda la capital real, y haría enemigos del ejército real, el regimiento de guardias y los centinelas.

Los militares tenían muchas conexiones, desde el jefe de familias nobles hasta sus hijos, y muchas, muchas más. Por supuesto, esto también incluiría a comerciantes conocidos. El Conde Oram había intentado tomar el control de la medicina de la enfermedad del soldado para hacer conexiones con estos comerciantes, pero este incidente los convertiría en enemigos. Esto sería un golpe fatal para un noble, no sólo para él, sino para su familia y toda su facción. De hecho, su facción probablemente cortaría los lazos con él de inmediato por temor a asociarse con todo el calvario.

¿Debería haber estado haciendo movimientos tan agresivos contra un noble? Bueno, este país era bastante apropiado, e incluso los nobles no podían hacerle daño a un plebeyo con el propósito de obtener ganancias monetarias. Si se aceptara tal práctica, sería imposible hacer negocios con los nobles, ya que todos los comerciantes ricos serían atacados por su riqueza. Esto arruinaría todo el ecosistema del reino.

Pero, ¿y si perdía los estribos por ser burlado por una niña y ordenaba a sus guardias que me asesinaran? Bueno,Francette y Roland vieron a Emile entrar con el noble y sus guardias, por lo que se habían posicionado para desenvainar sus espadas y atacar desde entonces. Actuaban como clientes normales, pero incluso una aficionada como yo podría decir que estaban concentrando todos sus sentidos para observar a los guardias por cualquier movimiento hostil.

Los guardaespaldas probablemente también lo sabían. Habían

estado sudando profusamente durante un tiempo.

Parecía que el Conde Oram no iba a hacer ningún movimiento estúpido y decidió rendirse. Los guardias parecieron bastante aliviados al saber que se retiraría en silencio. Supuse que las personas más allá de cierto nivel podrían darse cuenta por su aura o algo con lo que

algunas personas no deberían meterse.

“¡Maldita sea, me tomé a esa chica demasiado a la ligera! Supongo

que seguir adelante sólo empañaría mi reputación…”

El conde pareció entender cuándo era el momento de retirarse. Como ocurría con la mayoría de los asuntos, era mucho más importante y difícil saber cuándo retirarse y cuándo seguir adelante.

Muchos no podían soportar perder los fondos que ya habían invertido o esperar una oportunidad de una gran remontada, y sólo empeoraban sus pérdidas al no admitir su fracaso. Pero el conde al menos tenía ese sentido en él.

“Venderé tu tienda de vuelta. Es demasiado problemático mantener esa propiedad para las pequeñas ventas de las ekiben. Sólo me haría perder dinero más que ganar. Tampoco necesito rumores extraños sobre mí… Aunque no sé cuántas personas has contratado para llevar a cabo tal hazaña… No te molestaré más, así que regresa a tu ubicación original y, eh… debes asegurarte de que no se empiecen a difundir rumores falsos. Claro.”

Ah, entonces estaba levantando la bandera blanca y pidiendo

misericordia. Entonces supuse que cumpliría.

“Muy bien. Y no lo iría a vender por un precio más alto, ¿verdad? Sería una cortesía común ofrecer un precio muy bajo, considerando las molestias causadas a todos por sus acciones y demandas irrazonables.”

“Ugh… P-Por supuesto. Naturalmente, eso es evidente…”

Parecía bastante amargado, pero aceptó de mala gana. Dudaba que bajara demasiado el precio, pero quería dejar que la pareja de ancianos que estaba feliz de venderlo por un precio alto y el agente de bienes raíces que pasó por toda la culpa sacaran algo de todo esto.

El conde Oram se fue poco después. Hice que Emile volviera a la tienda principal de inmediato.Belle probablemente estaba preocupada, así que no quería dejarla preguntándose qué estaba pasando.

Luego le pedí al agente inmobiliario que pasara por la sucursal por la tarde. El conde había dicho que iría a ver al agente de bienes raíces directamente, así que quería preguntarle sobre los resultados. No podía empezar a moverme de nuevo sin confirmación y quería saber cómo había salido la conversación.

Era poco probable que intentara algo en este punto, pero existía la posibilidad de que el agente de bienes raíces intentara salir victorioso de todo esto. Fue víctima de todos los problemas por los que pasó esta vez, pero todo lo que hizo fue obedecer las órdenes del conde, por lo que la mayoría de las ganancias deberían ir a la pareja de ancianos dueños de la tienda principal y a mí.

Hablo en serio.

Y no debería tener que preocuparme por ir a verlo. Debería venir a verme.

“Pido disculpas por todos los inconvenientes…”

No era realmente culpa del agente de bienes raíces, y entendí que podría haber sido difícil rechazar un conde tratando de salirse con la suya. Y la oferta del conde no estaba mal de ninguna manera, por lo que el agente inmobiliario sólo estaba haciendo su trabajo como intermediario vendiéndola por un precio acordado.

Lo entendía.

Lo entendía, pero…

“Podrías haberme respaldado un poco…”

Sí, no podía evitar pensar eso. Probablemente no esperaba que aceptara esos términos, pero el conde seguramente tenía otra línea preparada y me habría presionado cada vez más. Era ese truco en el que ofrecía términos ridículos y luego engañaba al cliente para que pensara que le estaba dando un buen trato al comprometerse con términos un poco menos ridículos.

Como acepté fácilmente su oferta inicial que obviamente iba a ser rechazada,pudimos firmarun contrato endeble en el queera fácil hacer agujeros. Su versión final probablemente estaría mucho más pulida.

Pero la retrospectiva siempre fue 20/20. Hubiera sido una cosa si hubiera mostrado algún esfuerzo por proteger a su cliente, pero trajo al conde sin darme ningún tipo de advertencia para darme la oportunidad de pensar en un plan. Podría haberse ofrecido a traer al conde en una fecha posterioro enviara alguien para advertirme,o cualquiercantidad

de otras oportunidades.

Y entonces, le pregunté al encargado de la inmobiliaria que parecía

disculparse por el conde.

“¿Qué te dijo el Conde Oram?”

“Me pidió que comprara de nuevo esta propiedad.” Comenzó a responder a mi pregunta sin parecer particularmente molesto por ello. “Al principio, pidió el mismo precio que pagó anteriormente y ofreció una tarifa porinconvenientes para los propietarios originales y para mí, pero no pude decirles a los anteriores dueños que lo volvieran a comprar cuando ya habían comenzado los preparativos para mudarse a la ciudad donde vive la familia de su hijo. Lo compró por un buen precio… Por lo tanto, lo hable con el conde y quedamos en que le compraríamos la propiedad. En otras palabras, en lugar de actuar como intermediarios de esta propiedad, ahora somos los propietarios.” Eh, parecía tremendamente feliz por eso…

“Entonces, ¿qué tanto lo bajo?”

“¿Eh…?” El agente inmobiliario pareció sorprendido.

¡No te hagas el tonto!

Ese conde fue después de que los productos se vendieran en el Atelier de Layette y no estaba tratando de ganar dinero rápido. Claro, había algunos condes pobres, pero este parecía rico e incluso tenía algunos guardias con él. Él también sabía cuándo echarse atrás, por lo que probablemente no estaba desesperado por dinero. Sobre todo, parecía preocupado por dañar su reputación por los rumores sobre este incidente.

…Entonces,no fuetacaño alahoradepagarmucho dinero.Supuse que la única razón por la que el agente de bienes raíces parecía estar de tan buen humor era porque se había beneficiado de todo esto.

“… Mi alquiler será menor, ¿cierto?”

“¿Qué?”

“Mi renta. ¡¿Será menor, cierto?!”

“¿Eh? Bueno, eh…”

“¡Mi! ¡Renta! ¡Será! ¡Menor! ¡¿Cierto?!”

“… S-Sí.”

¡Muy bien, victoria!

Y así, confirmé que la propiedad de la tienda principal había sido transferida a la inmobiliaria. Acordamos que el contrato de la sucursal se rescindiría hoy y que yo no pagaría alquiler por ella. Quiero decir, ya habíamos acordado que el alquiler fuera gratuito la primera semana.

Después de que el agente de bienes raíces se fue y llegó la hora de cerrar, cerré las puertas y las cortinas. Luego coloqué todo el estante de productos en mi caja de artículos. Las sillas, los escritorios y todo encajó allí. En primer lugar, tenía la intención de que fuera una sucursal temporal, así que no había traído demasiadas cosas. Aun así, anticipé que tomaría de tres a cuatro días, o posiblemente incluso más, pero terminó más rápido de lo que había imaginado.

Finalmente, puse un aviso en la puerta:

“La segunda sucursal ha sido cerrada. Volveremos a vender

medicamentos en la tienda principal.”

Había sido sólo por un día, pero algunos clientes fueron a la tienda principal y vinieron aquí después de escuchar que nos habíamos mudado. Les dijimos que esto era sólo temporal y que regresaríamos, pero pensé que aún sería necesario un aviso.

Regresé a la tienda principal con las manos vacías, escoltada por Emile, Francette y Roland. Probablemente nunca volvería a esta sucursal, no, a la antigua sucursal. A menos que algún noble extraño volviera a aparecer o algo así.

“¡Volví!”

Había pasado la hora de cierre de la sucursal, lo que obviamente significaba que la tienda principal también estaba cerrada. La puerta y las ventanas estaban cerradas, pero dejadas sin llave. No había forma de que Belle cerrara la puerta antes de que yo regresara. Dentro, Belle estaba esperando mi regreso en la caja registradora…

O no.

¿Eh?

“¡Ah, Lad— quiero decir, Kaoru! ¡Llegas tarde! ¡Por favor, ven a

ayudar!”

Belle salió de la parte de atrás después de escuchar mi voz. Llevaba un delantal por alguna razón. Debía estar bastante nerviosa, porque casi me llamó Lady Kaoru en lugar de sólo Kaoru, como había comenzado a llamarme últimamente.

“¿Eh? ¿Qué? ¿Por qué tienes tanta prisa?”

Me quedé allí, confundida, y Belle gritó: “¡Las comidas! ¡Necesitamos comenzar los preparativos para los Ekiben de mañana! ¡No los tendremos listos a tiempo si empezamos por la mañana!”

Quiero decir, habíamos hecho un trabajo de preparación como remojar los ingredientes anoche para las comidas que habíamos hecho hoy, pero…

“Oh, toda esa situación con el conde ya está resuelta. Devolví la sucursal y volveremos a trabajar como de costumbre aquí a partir de mañana, por lo que ya no necesitamos hacer eso.” Pensé que Belle se sentiría aliviada, pero negó con la cabeza.

“No, eso no es aceptable. Algunos de nuestros clientes que vinieron hoy regresaron por la noche. Ya hicieron pedidos para las comidas de mañana… Sus colegas que vinieron con ellos también hicieron pedidos. ¡Los pedidos suman más de cincuenta comidas! No podemos simplemente hacer esos pedidos, por lo que necesitaremos al menos ochenta…”

“¡¿Qué?!”

Habíamos preparado treinta comidas para vender sólo por hoy. Eso ya había sido lo suficientemente difícil con el trabajo de preparación de la noche anterior y el despertar temprano para prepararlas. ¿Y ahora necesitábamos hacer ochenta?

“¿C-Cuántas vendimos hoy…?”

“Estamos agotados, por supuesto. Fue un poco lento comenzar sin publicidad, pero desaparecieron poco después tan pronto como se corrió la voz sobre nuestros Ekiben. A este ritmo, podemos vendernos incluso si hacemos cien…”

“¡¿Qu-Qu-Qu?!”

El servicio de comida era un trabajo duro. Compras, trabajo de preparación, cocina, servicio al cliente… Las horas de trabajo por sí solas eran simplemente demasiado largas, con poco tiempo de inactividad y un montón de trabajo de cocina. Si calculas mal las ventas estimadas, terminarías con una gran cantidad de alimentos desechados. Aunque en mi caso, no había muchas pérdidas gracias a la caja de artículos.

En cualquier caso, ¡no tenía ninguna intención de permanecer en la

industria del servicio de alimentos por mucho tiempo!

“Entonces, ¿por qué abriste una tienda de Ekiben?” Roland

preguntó después de escucharme murmurar para mí misma.

“Quería vender algo más que medicinas y cerámica o cualquier cosa que pareciera obviamente rentable o deseable para los nobles. Pero también quería vender algo que hiciera felices a los clientes. Lo único en lo que confiaba y podía preparar normalmente era comida… Pensé que sólo sería por unos días, y treinta al día no sería un gran problema… Entonces, ¡¿por qué tuviste que aceptar pedidos para mañana?!”

Belle hizo una mueca de disculpa, pero estaba siendo injusta. Esta mañana, no teníamos idea de que todo esto se resolvería en un día y, por supuesto, Belle aceptaría pedidos con mucho gusto si eso hacía felices a los clientes. Ella lo hizo por mí.

Es cierto que preferiría vender todo que tener sobras. No por las ganancias, sino porque el arduo trabajo que realizamos para preparar esas comidas llevaría a hacer felices a los clientes. Belle debía haberse sentido de la misma manera, ya que habíamos preparado las comidas

juntas.

“… Lo siento.” Me disculpé sinceramente.

“Entonces, qué debemos hacer…”

Agarré a Francette por el hombro mientras intentaba escabullirse

de allí.

“No vas a ninguna parte.” Cuanta más gente, mejor.

¿Los chicos? Nah, dudaba que mucha gente quisiera que las comidas fueran hechas por ellos. De todos modos, dudaba que Emile y Roland fueran de alguna utilidad aquí.

“¡Está bien, hagamos esto!”

Con eso, arrastré a Francette detrás de mí mientras me dirigía a la

cocina en la parte trasera de la tienda.

Oh, pero primero, debería sacar los estantes de medicinas de la

Caja de Artículos… Haré que los chicos arreglen los estantes.