Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 3

Capitulo 24: El Regreso De Los Nobles

Parte 1

Finalmente, comenzaron a venderse otros productos además de la medicina para la enfermedad del soldado. ¿Pero el champú y los cosméticos? Nuh-uh.

… ¡¿Por qué?!

En cambio, había estado vendiendo artículos cuya calidad podía

evaluarse con sólo mirarlos: cristalería y cerámica.

Para la cristalería, había estado usando vidrio de cristal, que era claramente de mayor calidad que otros vidrios en este período de tiempo, a pesar de que la transparencia se reducía bastante. En cuanto a la cerámica, vendía artículos de imitación mayólica y Otani para vajilla, y artículos de imitación Imari y Kutani para porcelana.

De hecho, me gustaba la cerámica, así que sabía sobre arcillas, esmaltes y temperaturas de cocción para hacerlas. Había visto muchos de ellos en exposiciones y yo misma los había manejado en persona. Aunque no podría encenderlos yo misma, no tenía ningún problema en “encargarlos” a la fábrica de fabricación de la diosa.

Me sentía un poco culpable por robar diseños de piezas artísticas famosas, pero nadie podía culparme por rendir homenaje al género de “Cerámica X.” Aunque me aseguré de tener mucho cuidado de no ensuciar el nombre del trabajo original.

Una cosa que había estado en mi mente era que sospechaba que la

gente podría estar revendiendo mis productos.

Sí, lo sé. Comprar barato y vender caro era la base de los negocios. Los compradores podían averiguar sobre productos quede otra manera no podrían tener gracias al intermediario, y pagaban la tarifa que consideraban más razonable.

Creador, comprador, vendedor… Era una actividad económica

legítima que hacía felices a todos.

… ¡Al diablo con eso!

Despreciaba absolutamente a los revendedores. ¡Desde el día en que me retrasé un segundo en hacer clic en “comprar” para conseguir algunas entradas para el concierto y vi que la misma entrada se revendía en línea por cinco veces el precio!

Debe haber una forma de castigar a esos horribles revendedores…

Cling.

“Hmm, entonces este es el lugar…”

Estaba absorta en mis pensamientos cuando un grupo de aspecto superficial entró en la tienda. Un noble, una persona con aspecto de sirviente, tres guardias y el agente inmobiliario que me arrendó esta tienda.

Ahhh, huelo problemas de nuevo…

“¡Bienvenido!”

“¡Benvenidooo!”

Estaba el saludo súper tartamudo de Layette, un gag recurrente en la tienda. Debió haberse sentido obligada a hacerlo ahora o algo así… Puede que tenga éxito en la observación de neutrinos a este ritmo.

Pero una vez más, perdí la oportunidad de que Layette se escondiera arriba. Necesitaba pensar enun método mejorpara prevenir estas situaciones. Tal vez haría un asiento eyectable que podría dejarla escapar con sólo presionar un botón… En realidad, simplemente golpearía el techo y se rompería el cuello haciendo eso.

“No soy un cliente. Soy el dueño de esta tienda, el Conde Oram.”

“¿Eh?”

Le había alquilado la tienda a un agente inmobiliario y supe que solía ser una tienda de artículos generales propiedad de una pareja de ancianos. Pero también escuché que cerraron la tienda porque sus hijos no mantuvieron el negocio en marcha y lo alquilaron para usar esos ingresos para jubilarse. No debería haber pertenecido a ningún noble. No lo habría alquilado si tuviera conexión alguna con nobles en primer lugar.

Miré al agente inmobiliario, que parecía bastante arrepentido…

“No te preocupes, no planeo echarte ni nada por el estilo. Pero dado que el propietario ha cambiado, el contrato anterior ahora es nulo. Deberás firmarun nuevo contrato conmigo,así que me tomé mi tiempo para venir aquí en persona. Saca el contrato.”

“¡Sí, señor!” La persona con aspecto de sirviente que estaba a su lado sacó documentos de una bolsa de cuero y me los presentó. Los tomé y comencé a hojearlos…

En adelante, el arrendador se denominará “A” y el arrendatario

se denominará “B.”

B deberá realizar pagos a A por valor de la mitad de las ganancias

de esta tienda como parte de los gastos de alquiler.

B deberá obedecer las designaciones de A sobre el precio de los

productos vendidos en esta tienda.

B deberá obedecer las instrucciones de A con respecto a los

compradores a los que se venderán los productos de esta tienda.

B deberá divulgar toda la información relacionada con los proveedores y los métodos de fabricación de los productos vendidos en esta tienda.

B deberá…

Ja ja.

Jajajaja.

¡Jajajajaja!

… ¿Qué clase de broma de mal gusto es esta?

“Disculpe,pero el 60% se destina a la compra de materiales,el 20% a los gastos de procesamiento de los productos aquí y las ganancias son del 20%. Con estos términos, perderíamos más dinero cuanto más vendamos…”

“Entonces sólo necesitas subirtus precios.Simplemente duplica tus precios para mantener las mismas ganancias y triplícalos para aumentarlas aún más. ¡Usa tu cerebro!”

¡Uf! ¡No podía creer que alguien como él me acabara de decir que

usara mi cerebro!

… Bien. ¿Usar mi cerebro, dices? Que así sea.

“Muy bien. Entonces, firmemos el contrato. Debe haber dos copias,

¿correcto?”

“S-Sí, por supuesto…”

El Conde Oram pareció un poco desconcertado porque acepté el contrato tan rápido. El agente inmobiliario tenía una expresión similar en su rostro. Quiero decir, normalmente nadie estaría de acuerdo con un contrato tan ridículo. Tal vez pensó que una niña no podría oponerse a un noble, por lo que miró hacia abajo con una mirada de lástima y apatía.

Después de un tiempo, se firmaron los contratos y repasamos los distintos términos. El conde se fue con mirada satisfecha. Supuse que no sólo buscaba la mitad de las ganancias, sino que quería controlar las ventas de medicinas para la enfermedad de los soldados, cristalería y cerámica que habían ido ganando popularidad, y la influencia política

que las acompañaba.

Como un Conde, tenía aproximadamente la misma posición social que la familia del teniente coronel, que era sólo el tercer hijo con pocas posibilidades de heredar el título. Por otro lado, el conde mismo era la cabeza de familia. La diferencia entre el que portaba el título y un tercer hijo era obvia y, como no estaba afiliado al ejército, no tenía motivos para escuchar las órdenes del teniente coronel. De hecho, habría un gran problema si un militar intentara dar órdenes a un noble.

Los miembros del personal militar eran nobles en sí mismos, pero no podía dar órdenes a alguien con una posición superior. Debe haber oído hablar de nuestra tienda y aprovechó la oportunidad de obtener más privilegios.

Un noble que no era un militar probablemente haría que un sirviente les lavara y aplicara aceites perfumados en sus pies, por lo que probablemente él mismo no tenía la enfermedad del soldado.

En cualquier caso, lo había hecho ahora. Sí, era bastaaante dura con

aquellos que me antagonizaban con tanta malicia.

“Por favor, explíquese.” Le dije al agente inmobiliario después de

que el conde y su equipo se fueran.

“Pido disculpas… Aunque, para ser justos, no hemos cometido

ningún error por nuestra parte, así que espero que lo entienda.”

Con ese preámbulo, el agente explicó la situación. Un mensajero del conde había aparecido ayer en la casa de la inmobiliaria, afirmando que había comprado esta tienda. Solicitó que el corredor de bienes raíces organizara una reunión con el nuevo arrendatario para firmar un nuevo contrato. Tomado por sorpresa, el agente de bienes raíces rápidamente consultó con la pareja de ancianos dueños de la tienda, quienes le explicaron que se les pidió vender la propiedad por una oferta superior al precio de mercado. No querían ponerse del lado malo de ningún noble y los términos no eran malos de ninguna manera, por lo que acordaron venderlo.

Tales eran las circunstancias. El propietario había cambiado, así que no tenía más remedio que aceptar los términos de arrendamiento propuestos por ellos.

“Por lo tanto, tuvimos pocas opciones en el asunto… Lamento mucho que los términos hayan cambiado con respecto al contrato anterior, pero si no está de acuerdo, tendrá que rescindirlo. De hecho, eso es lo que pensé que haría…”

Sí, debe haber estado bastante confundido cuando acepté esos

términos.

Quiero decir, si tuviera que encontrar otra tienda en alquiler, modificar el interior y mover todo, tomaría mucho tiempo y dinero, y tendría que detener el negocio por un tiempo.

… Normalmente, por supuesto. Por lo general, uno preferiría eso a

aceptar términos tan ridículos.

… Sí, por lo general.

Pero tan pronto como reabriera mi negocio, ese noble podía aparecer nuevamente, diciendo que él era también el nuevo dueño de esa tienda. Entonces, le planteé una idea al agente de bienes raíces que parecía disculparse.

“Um, tengo una especie de solicitud…”

Las mujeres y los comerciantes no podían dejar que la gente los

pisoteara.

¡Contemplad la ira del clan Nagase!

***

“Hmm, supongo que es hora de ir a buscar los productos de esa

tienda…”

A primera hora de la mañana, el Conde Oram decidió visitar la tienda de medicinas que básicamente había adquirido entera. Dudó un poco en hacer algo inmediatamente después de hacer el acuerdo, por lo que se fue después de firmar el contrato ayer, pero no tenía la intención de dejarlo solo por mucho tiempo.

Primero, tomaría cualquier producto que le pareciera útil. Le indicaría a la chica que no se los vendiera a nadie más, sino que lo fijara a un precio bajo. Los precios de todo lo demás subirían, entonces él obtendría la mitad de las ventas.

Las ventas de una pequeña tienda como ésta apenas eran significativas para alguien de su título. Sin embargo, la razón por la que adquirió esa tienda no fue por ganancias tan insignificantes. El objetivo era obtener la tienda y todos los productos que se vendían allí.

Todo.

La ruta de suministro de los materiales, los métodos de fabricación, los métodos de obtención de la cristalería y la cerámica, todo. Y tampoco era reacio a la idea de cuidar a ese comerciante. Ella era bastante joven, pero eso no se oponía a sus gustos.

Deberíamos llegar en cualquier momento…

“Hemos llegado, señor.”

Con la llamada del sirviente, los guardias que lo habían estado acompañando bajaron primero y revisaron sus alrededores en busca de peligro. Luego, el conde bajó los escalones que le habían preparado y se bajó lentamente del carruaje. Cuando abrió la puerta de la tienda de medicinas…

“¡Bienvenido!”

Lo saludaron dos voces bien habladas y sincronizadas.

“¿Eh…?” Los ojos del conde se agrandaron.

… Se habían ido. Los estantes de productos que recubrían las paredes, los botes de medicinas, cristalería, cerámica e indescriptibles artículos diversos, todos ellos. La tienda vacía sólo tenía una mesa, con lo que parecían ser almuerzos en caja sobre la mesa. En la caja registradora había un jovenque parecía tener unos dieciséis o diecisiete años, y una niña que parecía tener unos once o doce. La tendera y su hermana menor no estaban a la vista.

“¿Qu…?”

El Conde Oram se quedó estupefacto. Estuvo congelado durante

diez segundos completos y luego comenzó a gritarle al joven.

“¡¿C-C-Cuál es el significado de esto?! ¿Dónde está la medicina y

la cerámica? ¡¿Dónde están esas condenadas hermanas?!”

Corrió hacia el mostrador y se inclinó, escupiendo y gritando.

Emile se apartó de él y comenzó a explicar.

“¿Oh, nuestra gerente? Ella está en la tienda.”

“¡¿Dónde?! ¡No la veo por ningún lado!” Exclamó el conde.

Emile pareció darse cuenta del problema y luego comenzó a explicar en detalle: “No, ella está en la sucursal. Como sólo está perdiendo dinero aquí y tiene que cumplir su promesa con sus proveedores sobre sus detalles, dijo que sólo venderemos artículos aquí que no le importa revelar cómo se hacen. Así que ahora estamos vendiendo estas comidas. Hacemos ekiben por la mañana para venderlos a cazadores y artesanos. Después de un tiempo, cerramos la tienda y nos ponemos a trabajar. Vendemos treinta comidas por tres monedas de plata pequeñas cada una, lo que equivale a noventa monedas de plata pequeñas. Hacemos esto veinte días al mes, por un total de dieciocho pequeñas monedas de oro. La mitad se destina al alquiler, por lo que son unas nueve monedas pequeñas al mes, lo que parece suficiente. Aunque eso es si se agotan todos los días… Entonces, a partir de hoy, esta tienda será una tienda de ekiben, y la tienda de medicinas se moverá a la sucursal.”

“¡¿Qu-Qu-Quéééééé?!”

De hecho,Kaoru fue firme con el agente de bienes raíces y le exigió que encontrara una tienda abierta que pudiera alquilarse de inmediato. El agente de bienes raíces había intentado afirmar que él no era responsable, pero ella no iba a aceptaresa excusa como respuesta. Sacó el contrato original de la Caja de Artículos y leyó repetidamente los términos, le contó lo que sucedía con las empresas que perdían la confianza de sus clientes y logró al menos que él le buscara una tienda temporal.

Todo el mismo día.

Por supuesto, no tenía la intención de hacer negocios allí de forma permanente, por lo que no fue tan exigente como lo era con la elección de la sucursal principal. Sólo necesitaba un lugar que pudiera usarse de inmediato. Lo había alquilado por los términos irregulares de no necesitar depósito y pagar alquiler durante la primera semana, por lo que se creó el “Atelier de Layette Mk-II.”

Se llamaba “sucursal” o “segunda tienda” externamente, pero en su opinión era “Mk-II.” Le costó bastante decidir entre nombrarlo con “G” o “Mk-II.”

El conde Oram hizo una escena exigiendo que lo llevaran a la sucursal, por lo que Emile le mostró el camino. Incluso si lo hubieran ignorado, eventualmente lo buscaría y lo encontraría con bastante facilidad. En ese caso, era mejor llevarlo allí mientras Emile estuviera cerca. Ese fue el proceso de pensamiento para la decisión de Emile.

“Vigila la tienda, Belle. Kaoru lloraría si dejamos demasiadas

comidas sin vender el primer día.”

De hecho, estas comidas fueron hechas por Kaoru y Belle a mano, en lugar de ser creadas como pociones. Por supuesto, era posible que Kaoru usara su habilidad para “crear cualquier medicina con el efecto que yo quería que tuviera” para que aparecieran en un instante.