Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 1

Capítulo 5: El Sr. Dragón Abre la Puerta de la Biblioteca

“Erm, bueno, mis libros de cómo cuidar niños dicen que tener a un niño ayudando en casa puede estimular su crecimiento, pero… incluso teniendo eso en cuenta, Olivia está trabajando con el corazón.”

Me sentí muy bien por dentro, viendo a Olivia trabajar tan incansablemente.

Es un tesoro.

Ella y yo nos afanamos en limpiar y lavar la ropa, todo para hacer de nuestra nueva casa un lugar cómodo para vivir.

Como no estaba acostumbrado a las tareas domésticas de los humanos, abrí un tomo de entre los que había comprado —Y Ahora es Perfecto: Un libro de Texto Sobre las Tareas Domésticas— y lo sostuve en una mano mientras limpiaba el castillo. El hecho de haber adoptado una forma humana no significaba que tuviera una gran destreza en las habilidades humanas, así que aprendí a limpiar imitando el contenido del libro.

Por otro lado, Olivia estaba haciendo una demostración fenomenal a pesar de su pequeña contextura. Manejaba con destreza varias herramientas, como la “escoba” y el “trapo” (entre otras), y se encargaba de fregar, quitar el polvo y barrer el castillo. Me quedé muy impresionado. ¡Mi hija es un millón de veces mejor limpiando que un dragón milenario! Y eso que sólo hace un puñado de años que nació. Espera, espera, no me digas… ¿Podría ser? ¿Mi Olivia es un prodigio?

“Papi está muy contento. Eres de gran ayuda, Olivia.” Haciendo una pausa, le sonreí.

Siempre me propongo decirle abiertamente cuando estoy feliz.

Me dedicó una sonrisa verdaderamente soleada. “¡Te jee! Limpiar contigo es muy divertido.”

Aunque su sonrisa me hizo derretirme de felicidad, sus siguientes palabras me golpearon como un rayo.

“Donde yo vivía, limpiaba todo el día sola, ¡usando sólo mis manos!” “¿Tus manos?”

“La escoba y el trapo, todos se rompieron. Y no pude conseguir que me compraran otros. Dijeron que se rompieron porque soy una ‘tonta’. Así que desde entonces limpié con las manos.”

“¡Oh…! ¡Oliviaaaaa!”

¡Cielos! La abracé con fuerza. Sólo de pensar en el calvario que había sufrido Olivia mientras vivía con ese hombre-humano me hacía llorar por ella. No te preocupes, Olivia. ¡Te haré feliz a cualquier precio!

Pasamos una larga semana limpiando el castillo. O mejor dicho, sólo la parte en la que vivíamos. Y tal como lo prometió, la Reina Oscura nunca salió de la Torre del Oeste.

Elegí habitaciones para mí y para Olivia de entre las que habíamos limpiado. La de Olivia era una habitación pequeña en la Torre Este. Bueno, digo pequeña, pero la habitación era más grande que el destartalado cuchitril de Pias que había habitado. La habitación de Olivia es la primera que recibe el sol de la mañana, y los refrescantes vientos que soplan alrededor de la montaña entran cada vez que ella abre la ventana. Pensé que sería la mejor habitación para una Olivia feliz y sana, y cuando se lo dije, pareció gustarle.

Una de las paredes de su habitación estaba ocupada por una gran estantería. Por el momento estaba vacía, pero pensábamos llenarla con grandes cantidades de los libros favoritos de Olivia. Al fin y al cabo, le encantan los libros.

Yo seguía leyéndole regularmente en voz alta, por lo que se volvía cada vez más inteligente ante mis ojos. Parece que es cierto que las voces dracónicas potencian el conocimiento, porque ella ya era capaz de leer y asimilar libros de alto nivel. Sin embargo, su interés por los libros ilustrados para niños tampoco había disminuido. El hecho de verla leer siempre me hacía sentir cálido

Espero que este lugar sea el tipo de refugio seguro al que pueda volver si alguna vez resulta herida o se ve en apuros, una vez que haya volado del nido del dragón y haya empezado a vivir la vida de un humano.

De verdad, espero que así sea.

***

Allí estábamos Olivia y yo, de pie en la base de la escalera de la Torre Oeste. Nuestra limpieza iba bien, y esta zona era lo único que nos quedaba por ordenar.

“Pero la Srta. Reina Oscura nos dijo que no nos acercáramos a su habitación en la Torre Oeste…” Lo medité un poco. Teníamos que respetar los deseos de la dueña del castillo. “Olivia, la Srta. Reina Oscura está usando la habitación de arriba, así que aléjate de ella.”

“¡Está bien, Papi!”

Eso es, Olivia. Excelente respuesta. Decidí no limpiar la Torre Oeste por el momento. Y así, sin más, habíamos terminado… o eso creía, hasta que algo me llamó la atención: “¿A dónde lleva esta puerta?”

Era una pequeña puerta que estaba frente a la escalera. Si me encorvaba un poco, podría entrar. La puerta parecía de tamaño insuficiente porque ese tipo de ornamentación fastuosa que la cubría solía estar en puertas más grandes. Las gemas y joyas que la decoraban eran tan grandes que hacían que la puerta pareciera más pequeña en comparación. Un gran número de joyas con un tono verde especialmente bonito adornaban la puerta. También tenía algunas de ellas entre las gemas de colores del suelo de mi santuario. Creo que los humanos las llaman “esmeraldas”.

“Sin embargo, está bien cerrada.”

Bueno, eso es un poco extraño.

Antes de encerrarse en sus aposentos, la Reina Oscura había dicho: “Dejaré todas las puertas del castillo abiertas para ti. Puedes usar cualquier habitación que quieras, excepto la mía, que es mi cómoda morada. SNAP, ¡está hecho!”

Ella había chasqueado los dedos, y con eso, todas las puertas deberían haberse abierto para nosotros. Que esta puerta esté cerrada significa que la Reina Oscura no la abrió activamente.

“¿Tal vez no pudo abrirla?” Supuse que también podía ser el caso de que no debíamos abrir la puerta.

Olivia tiró ligeramente de mi ropa. “¡Qué puerta tan bonita!” “Es bonita, Olivia. Es extremadamente bonita.”

“Esas son esmeraldas, ¿verdad?”

“Ah, ¿te refieres a estas? Buen ojo, Olivia. ¿Quieres verlas de cerca? ¿Quieres que te levante?”

“¡Levántame, Papi!”

Levantó los brazos con pura alegría, como hacía siempre que quería que la llevara en brazos. La levanté y era tan ligera como una pluma. Era tan pequeña que cabía perfectamente en los brazos de mi forma humana.

“Vaya…”

Olivia miró las brillantes esmeraldas de cerca. A juzgar por su expresión, estaba embelesada. “Papi, ¿esta puerta se abre?”

“¿Hmm? No estoy seguro… Me pregunto si está bien intentarlo.”

Los ojos de Olivia brillaban de expectación. Nervioso, extendí una mano hacia la puerta que, por alguna razón, difería de las demás del castillo.

“Hrm, es bastante pesada.”

Puede que estuviera en forma humana, pero aun así, tenía casi la misma fuerza que en mi forma de dragón. Y sin embargo, la puerta seguía siendo muy pesada. Era una sensación extraña.

“Hm… Siento que hay un extraño tipo de maná en juego. Tal vez por eso no se abre…

¡Hrah!”

Empujé la puerta con un poco de fuerza para tratar de eliminar el maná enredado en ella.

Con un breve crick, la puerta se abrió. “¡Vaya, Papi! ¡Se abrió!”

En ese momento pude comprobar que había tenido razón: en efecto, el maná había bloqueado mi intento anterior. Ahora que lo había volado, ya no era diferente de una puerta normal. Ya había visto este método de encadenamiento de maná en alguna parte.

“Ah, creo que ahora lo recuerdo. Si la memoria no me falla creo que se llama ‘sello’.”

De hecho, no hace mucho tiempo. Le hice un favor a un humano que vino a mi casa con una espada que había sido “sellada” o lo que sea. Un pequeño soplo mío y el maná que enredaba la espada voló de inmediato. Si no recuerdo mal, el humano dijo algo así como: “¡Yo, yo lo hice! El sello de Blestbrand ha desaparecido”.

Me pregunto qué es un “Blestbrand”.

“¿No vas a entrar, Papi? ¿Qué es esta habitación?”

“Bueno, cariño, no estoy seguro de que se nos permita entrar…” Tras un momento de duda:

“¡¿Haugh?! E-Espera, ¡¿Qué es lo que pasaaaaaa?!”

Oímos el repiqueteo de unos pasos cuando una figura salió de la escalera de la Torre Oeste.

“Ah, hola, Srta. Reina Oscura.”

Era la Reina Oscura Maredia, dueña de este castillo… pero llevaba una ropa terriblemente informal: pantalones cortos, una camisa de cuello redondo y algo parecido a una oveja y mullido por encima. Su pijama parecía muy cómodo. Si no fuera por su larga melena negra que llegaba hasta el suelo y los grandes cuernos rizados que sobresalían de dicho cabello, uno podría confundirla con una chica humana menuda. Olivia podría llegar a ser más alta que ella en sólo un puñado de años.

Olivia dio un respingo y le hizo un gesto con las manos. “¡Ah, usted es la señora de las ovejas!”

“¿Ovejas? Haugh, ¡soy la Reina Oscura Maredia!” “¿Qué pasa, Srta. Reina Oscura?”

“¡Haugh, Dragón Anciano! ¡¿Q-Qué quieres decir, qué pasa?! ¡Sentí que la puerta se abría!”

“Ah, lo siento. Supongo que no debería haberla abierto sin preguntar.”

“N-No, ¡esa no es la cuestión! ¿Cómo diablos lo has hecho? Me sorprendió tanto que salí corriendo de mi cómoda morada.” Sus grandes ojos dorados estaban llorosos, y miraba a la puerta abierta y a mí a su vez. Debía de tener prisa, sus gafas redondas estaban ligeramente torcidas. “¡Ah, la Biblioteca de Grimorios… mi tesoro! Fue sellada por ese odioso grupo de Héroes… Oh, Dragón Anciano, ¿cómo diablos rompiste el sello?”

Todavía llevaba a Olivia cuando la Reina Oscura me agarró la ropa y tiró con fuerza de ella. Supongo que no debería haberla abierto… He hecho un alboroto.

“Bueno, verás, vi que había algo de maná bloqueándola, así que le di un pequeño empujón a la puerta.”

“¿Un pequeño empujón?” “Un pequeño empujón.”

“¡¿Simplemente la empujaste?!”

“Sólo… sólo la empujé, sí.” Dije. Y esa era la verdad honesta.

La Reina Oscura se desplomó cabizbaja en el suelo. “Ja, ja… Yo… me esforcé tanto durante tanto tiempo para romper ese sello…” Murmuró. “Un siglo, no, ¿tal vez un milenio? En cualquier caso, fue una eternidad… Y, sin embargo, ¿lo rompiste tan fácilmente? ¿Es éste el verdadero poder de un Dragón Anciano?”

Ah, así que ella quería que se rompiera el sello. ¡Uf!

“¡Ha, hauugh! ¡¡¡C-Clowriaaaa!!! ¡¡¡La Biblioteca!!!” Subió corriendo la escalera de la Torre Oeste, gritando el nombre de la Srta. Clowria.

Esas dos son realmente amigas íntimas. Espero que Olivia haga amigos tan cercanos a ella algún día. Aliviado, volví a dejar a Olivia en el suelo. Había estado pateando; claramente, quería cruzar el umbral en ese instante.

“¡Oye, Papi! ¡La Srta. Maredia dijo que es una biblioteca!” “Eso dijo, ¿verdad?”

“Y una biblioteca es un lugar con muchos libros, ¿no? Siempre he querido visitar una.” Y con eso, se fue corriendo, y yo la seguí.

La biblioteca tenía un techo alto con una lámpara de araña que colgaba de él. Además, el espacio a lo largo de las paredes estaba completamente abarrotado de libros, libros y más libros. ¡Un arco iris de libros! La vista dejó a Olivia sin aliento y me miró con una sonrisa de oreja a oreja.

“¡Esto es increíble, Papi! ¡Increíble! ¡Hay tantos, tantos libros!”

“Vaya… esto es realmente impresionante.” Incluso me dejó sin aliento. La gruta del santuario que había convertido en mi guarida tenía un buen número de piezas de oro y plata y joyas, pero esta habitación era igual de grande y estaba repleta de libros. Era la primera vez que veía tantos a la vez. Era como una mina de oro de conocimientos.

“¡Papi!” Olivia me sonrió y me tendió una mano. “¡Papi, léeme también esta noche!” Apreté la mano de mi hija de mejillas sonrosadas en la mía. “Me encantaría.”

Con esta cantidad de libros, no importaba cuántos le leyera, nunca nos quedaríamos sin opciones. Estaba seguro de que encontraríamos un montón de libros a los que Olivia se aficionaría.

El Castillo de la Reina Oscura es increíble. Y pensar que aquí hay una biblioteca tan grande.

“Vamos a leer muchos, muchos más libros de aquí en adelante, cariño.”

“¡Sí!” Ella asintió con la cabeza. La expresión de su cara gritaba, no puedo esperar a esta noche.

Estaba muy contento.

Leeré hasta que te quedes profundamente dormida, ¡sea el tiempo que sea!