Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: El Sr. Dragón Adquiere una Casa

“¡Papi! ¡El sol ha salido!”

La pequeña Olivia se levantó temprano. Normalmente se despertaba incluso antes que yo. Sus minúsculas manos me acariciaron la cara. “¡Despierta, Papi, despierta!” Repetía,

como una especie de canción.

Yo estaba siendo un poco dormilón, así que cuando comprobó que seguía cabeceando, tiró y tiró de mi espesa perilla y siguió cantando: “¡Despierta Papi!”

“Hrmmm… Buenos días, Olivia.” “¡Buenos días, Papi!” Ella sonrió.

Últimamente, su vocabulario había crecido mucho, incluso fuera del tiempo de lectura de libros. “¡Papi, hoy vamos a ver las flores!” Sus brazos se extendieron y sonrió tan brillantemente como el sol en el cielo.

“Suena bien. Vamos a verlas. Las flores rosas que le gustan a papá están en plena floración en este momento.” Me propuse mostrarle el paisaje que hasta ahora había disfrutado solo. Este era un deseo que me salía naturalmente. Olivia sería adulta algún día, pero mientras tanto, quería que experimentara todas las cosas maravillosas que yo conocía, además de las que no conocía. Seguramente, después de todo, le servirían de ventaja.

He vivido muchos milenios y, sin embargo, era la primera vez que me sentía así. Tenía muchas ganas de verla crecer y madurar. Pero, al mismo tiempo, tenía una nueva preocupación. Olivia es una niña humana, y dada su corta vida (comparada con la de un dragón como yo), su forma de vida también sería diferente. En consecuencia, sabía que había diferencias entre un entorno cómodo para un dragón y un entorno propicio para criar a Olivia, y necesitaba grabar ese hecho en mi mente.

Por ejemplo, nuestras necesidades dietéticas son diferentes. Aparte de los suaves helechos y las frutas y bayas maduras que disfruto en ocasiones, vivía mi vida alimentándome del maná del aire. Olivia, por su parte, sólo crecía disfrutando de la sopa de leche y de muchos otros alimentos. Además, puedo dormir el tiempo que quiera: días, años, siglos. Olivia se duerme una vez cada noche. Por último, puedo vivir sin dificultad cuando me dejan a mi aire. Olivia no puede vivir sin ayuda externa. Tampoco puede hacerlo ningún humano. Viven a través de la comprensión mutua y compartiendo con el otro. A veces se hacen amigos, y a veces se enzarzan en peleas y riñas. Consiguen aliados y parejas para aparearse. Así es como viven los humanos. Son individuos, pero también son un colectivo.

Lo aprendí a través de los libros que leí, y ver a Olivia me quitó cualquier duda que pudiera tener. Por ello, siempre que podía, me esforzaba por interactuar con Olivia en forma humana.

Olivia se refiere a mí como “papi” tanto si estoy en forma de dragón como de humano, pero, por supuesto, tenía curiosidad por mi aspecto. Mi cabello, la misma mezcla de plata y púrpura que mi melena, suele estar recogido en un moño. Y aunque mis ojos de maná siguen siendo de color rojo, tengo todo el aspecto de un “papi”… O al menos, eso creo.

Si por casualidad alguien dijera: “Esa chica fue criada por un dragón, ¡por eso es tan bárbara!” Creo que lloraría a mares. Mi diluvio de lágrimas podría crear un lago. Eso, o un océano. Me comprometí a darle a Olivia la vida que, como humana, necesita.

Y siendo así, seguir viviendo en ese santuario/gruta ya no serviría.

“¡Flores! ¡Flores!”

Estaba en forma humana, con su mano en la mía mientras caminábamos por la ladera de la montaña. Las flores estaban en todo su esplendor.

Olivia practicaba un peculiar método de caminar llamado “skipping”, y saltaba y brincaba a mi alrededor.

Tenía una maravillosa sugerencia para ella. “Hey, cariño.”

“¿Qué pasa, Papi?” Respondió, con los ojos brillando por su absoluta confianza en mí.

Como su “papi”, quería darle una educación y una cultura humanas y, si era posible, la fuerza para dominar a los malos, así como bondad, honestidad y una vida maravillosa… Basta con decir que quería darle todo un mundo de esos regalos.

“¿Qué tal si vamos a buscar nuestro nuevo hogar?”

“¿Un nuevo hogar?”

Para ello, lo primero que había que hacer era encontrar una vivienda humana. Teníamos que conseguir una casa propia.

***

Olivia ladeó la cabeza extrañada por la palabra “hogar”.

Llevé a Olivia de la mano mientras caminábamos por los bosques del Pico Sagrado de Olimpia.

Evidentemente, cuando los humanos hacen pequeñas chozas o cabañas, utilizan madera, pues ella dijo: “Papi, ¿es éste nuestro hogar’?”

“N-No, Olivia, ¡¿qué estás diciendo?! ¡Eso es un árbol hueco, creo!”

Señalaba el hueco de un gran árbol tan maltrecho que grité de sorpresa. Recordé la destartalada cabaña de Pias y me dolió el corazón por ella. La imagen que Olivia tenía de un hogar era probablemente una casucha tosca y destartalada, no muy diferente de la cavidad de un árbol.

Habían pasado varios meses (medidos por el calendario humano) desde que ella y yo empezamos a vivir juntos, y ni una sola vez había llamado a esa miserable choza de Pias su “hogar”. Sinceramente, creo que eso es algo bueno. Esa guarida, llena de risas sórdidas y de olor a alcohol en mal estado, no era lugar para mi pequeña.

“Puedes tener un hogar más grande que ese.” Le informé.

Su cabeza se inclinó hacia un lado. “¿Un hogar más grande?”

“¡Sí! ¡Un hogar tan grande que no se romperá aunque me ponga en modo dragón sin querer! Como, no sé, esto.” Dije, cambiando al modo dragón para divertirla.

Aunque juré que nunca volvería a mi forma de dragón por descuido mientras criaba a Olivia hasta convertirla en una espléndida dama humana, hay veces que, en mi estado de medio sueño al despertar, acabo resbalando y asumiendo el modo dragón. Sería terrible que nuestra casa se rompiera, pensé. Después de todo, soy un dormilón.

“Un hogar más grande…”

Al oír esas palabras, los ojos de Olivia empezaron a brillar y su pequeña nariz se agitó.

Ahh, esa expresión significa que está feliz. Me había dado cuenta hace poco. “¡¿Quieres decir como un castillo?!”

“Un castillo, eh…”

En los libros de cuentos infantiles que le había comprado, había hermosas ilustraciones de grandes castillos, con vidrieras, candelabros y princesas en torres. Supongo que a Olivia le han gustado esas ilustraciones. Sinceramente, sí, un castillo es una muy buena idea. Con una casa tan grande, deberíamos estar bien, incluso si vuelvo a la forma de dragón.

“¿Quieres vivir en un castillo, Olivia?” “¡Sí, quiero!”

“Te entiendo. En ese caso, serás una princesa, ¿no?” “¡Sí! ¡Y serás un príncipe, Papi!”

Casi me atraganté. “¡Agh!”

“¿Papi?”

“Oh, no, no es nada, Olivia.”

Su papi, el príncipe. ¿Quién podría culparme por alegrarme de esas palabras? Por supuesto, como su padre, no sería un ‘príncipe’ como tal. Pero la confianza que demostró al llamarme así me dejó agradablemente avergonzado.

“Hrmm…” Lo medité. “Un castillo, eh…” Me vino a la mente uno, pero no estaba seguro de si podría tomar prestado el lugar o no. “Oye, Olivia. Como regalo especial por hoy, ¿te gustaría volar conmigo?”

“¿Eh? ¿Puedes volar?”

“Seguro que sí.” Dije, sonriendo hacia ella. Poniéndola sobre mi suave melena, extendí mis alas de par en par. También podría intentar pedirlo.

***

“¡Wowwww! ¡Estamos muy arriba!”

“¡No debes soltar a papi pase lo que pase, Olivia!” “¡Está bien, Papi!”

Aunque la estaba haciendo gritar, no mostraba ningún signo de desobedecer esa orden. Qué alivio. Sólo pensar en lo que pasaría si se cayera de mi espalda en pleno vuelo me producía escalofríos. Naturalmente, tenía la intención de salvar a Olivia de cualquier daño, pero evitar el peligro siempre es lo mejor.

“¡Vaya, un castillo!”

Aterricé, habiendo llegado a nuestro destino.

“Uf… Por fin hemos llegado. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que volé. Estoy agotado.” Solté un suspiro… aunque aparentemente fue un suspiro demasiado grande. Se transformó en un aliento de dragón empapado de maná y golpeó las puertas del castillo, que se abrieron de golpe con un ¡BANG!

Uh-oh. Eso no es bueno. ¡Necesito ser más elegante al respecto!

“¡Ah, uh, ups! Eso fue grosero de mi parte.”

“¡Papi, eres increíble! Puedes abrir puertas sin usar las manos.” “Nunca hagas lo que acabo de hacer, Olivia.”

Mientras hablábamos, unas figuras aterrorizadas salieron corriendo del otro lado de las puertas.

“¿Qué fue ese golpe?”

Era una mujer con una armadura galante. Llevaba el cabello rosa bien recogido y una expresión rígida. En mi opinión, era muy atractiva para los estándares humanos.

No me imaginé que ese castillo siguiera en uso, pero salió tan rápido. Me pregunté si había estado protegiendo este lugar todo el tiempo. Ahora que lo pienso, me pareció una mujer muy recta cuando la conocí hace un tiempo, aunque no charlamos mucho.

“¿Q-Quién va? ¡Ahhh! ¡¿Un dragón?!”

“Buenas tardes, Srta. Clowria. Hace tiempo que no la veo.”

La atractiva dama caballero casi se sobresalta al verme. ¿Cuántos siglos habían pasado?

Sólo espero que se acuerde de mí…

“¿Eres… eres el Dragón Anciano de Olimpia? ¡Bribón! ¿Has venido aquí sabiendo que este es el castillo de Su Oscuridad, la Reina Maredia? Supongo que por fin te inclinas a ceder a nuestros… A ver, ¿qué es esa criatura en tu espalda?”

“¡Es mi hija! Me alegro de que se acuerde de mí.”

“¿Tu hija…? ¿Es… es humana?” Dijo mientras movía su espada de un lado a otro.

Claramente, estaba nerviosa.

No podía permitir que el más mínimo roce de la espada pudiera darle a Olivia. “Por favor, detente.” La sujeté con una garra.

“¡Ahhh! ¡Mi Hexblade!” Gritó, al ver su espada doblada.

“¡Oh no! Lo siento mucho. No tenía ni idea de que se doblara tan fácilmente…”

No había ofrecido ninguna resistencia real, y no creo que la Srta. Clowria tuviera ninguna intención de hacerlo, así que… sabía que había hecho un mal.

“Ugh… ¡Maldito seas, poderoso dragón!”

Así gritó la caballero darkin conocida como Srta. Clowria. Hace años, había venido junto a su jefa, la Reina Oscura, a verme tras la construcción del castillo. Me pareció una persona bastante cortés, pero no entendí muy bien la extraña frase que me lanzó (“ceda el paso a nuestra fortaleza”). Pensando en ello, ¿quizás me estaba pidiendo que fuéramos amigos?

Eso fue hace siglos, tal vez incluso milenios.

Últimamente, no había oído hablar mucho del Castillo de la Reina Oscura… o más bien, había oído decir que la Srta. Maredia había perdido una disputa con “el Héroe”, y que el castillo no estaba siendo muy utilizado. Era cierto que parecía terriblemente tranquilo para un castillo. Los castillos de los libros ilustrados de Olivia siempre tenían mucha gente viviendo en ellos.

“Disculpe, Srta. Clowria, pero ¿me permite hablar un poco con la Reina Oscura?” Pregunté tan educadamente como supe hacerlo.

“¿Qué…? ¿Desea hablar con ella…?”

“Sí. Tengo que pedir un favor.” “¿Qué favor? Dilo.”

“No es nada, sólo me gustaría preguntar si puedo tener este castillo, es todo.”

“… ¿Disculpa?”

“Te pregunto si puedo quitarte este castillo.” “¡¿Perdón?!”

En días pasados, muchos darkin frecuentaban el castillo, pero parecía que últimamente sólo la Srta. Maredia y la Srta. Clowria seguían viviendo allí. Y si ese era el caso, bueno, el lugar era claramente demasiado grande para ellas. De ahí mi petición.

“¿Podríamos vivir aquí hasta que mi hija crezca? Además, la calidad del aire por aquí es mala, así que me gustaría llevarlo a mi montaña.”

“¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉ?!” Gritó la Srta. Clowria. Y yo que creía que era fría como una lechuga.

“¡Vaya, Papi! ¡Así que vamos a vivir en este castillo!” Chilló una Olivia de mejillas sonrosadas, que estaba a mi espalda, como siempre.

La cara de la Srta. Clowria, por su parte, había palidecido en poco tiempo. Oh, recuerdo haber leído acerca de esa cara en “Todo lo Mejor: Sobre el Cuidado de los Niños”. Creo que esa es la cara de fuera de serie. Supongo que incluso una darkin como la Srta. Clowria puede ponerse nerviosa, eh…

Mientras reflexionaba, la señorita Clowria se desmayó.

“Cielos, ¿Srta. Clowria? ¡Necesita ayuda! ¡Reina Oscura! ¡Srta. Reina Oscuraaaaaa!”

Estaba a punto de intentar ayudarla mientras seguía en mi forma de dragón, pero me acordé de asumir la forma humana. Sólo pensar en lo que podría pasarle si se me escapaba una garra me daba escalofríos. Recordé lo que había ocurrido con la pared de la sucia choza en la que vivía Olivia. Incluso lo que yo registraría como un juguetón golpe en la frente probablemente… eesh.

“¿Estás bien? No te preocupes, te llevaré al castillo ahora.” La tome en mis brazos humanos. Lo primero es lo primero, tenía que trasladarla al interior. “¡Olivia, sigue a papi adentro!” Corrí tan rápido como pude mientras comprobaba constantemente si Olivia aún me seguía.

“¡Ah! ¡Espera, Papi!” Incluso en un momento así, se apresuró con una sonrisa en la cara. Era tan adorable. Debía de estar encantada con el castillo de verdad, porque, como una princesa, corría con paso ligero mientras se levantaba la falda deshilachada.

Oh, cariño. ¡Realmente pareces una princesa! Espera… ¡no es el momento para eso!

¡Necesito que la Srta. Clowria reciba atención médica!

En el interior del castillo aguardaba una sala triste y vacía. Estoy seguro de que en tiempos pasados, la sala estaba viva con el clamor de grandes multitudes de darkins.

Grité tan fuerte como pude: “¡Perdón! ¿Hay alguien ahí? La Srta. Clowria se ha desmayado.”

Fue entonces cuando me di cuenta de que no puedo gritar muy fuerte cuando estoy en forma humana. En forma de dragón, sólo con rugir un poco las rocas y cantos rodados que bloquean mi camino se rompen en pedazos. Qué inconveniente es ser humano.

“¿Hay alguien ahí?”

“¿Hay alguien ahí?” Repitió Olivia alegremente desde atrás.

Es la más bonita. Una sonrisa curvó mis labios a pesar de mí mismo.

Justo en ese momento, el espacio en el centro de la sala se deformó y se contorsionó.

Ah, un poco de magia, pensé. Era magia de las tinieblas, el punto fuerte de los darkin. Una sustancia negra como el carbón que parecía una mezcla de sombra y lodo fluyó desde el espacio distorsionado, tras lo cual empezó a adoptar una forma humanoide.

“¿Quién se atreve a convocarme?” Habló la sólida silueta negra. “Tonto que quiere perturbar mi sueño, sepa que no escapará de este castillo con su vida.”

La voz retumbante de la sombra rebosaba de realismo… es lo que normalmente diría, pero esto parecía más bien un puchero por haberse despertado.

La sustancia parecida lodo sombrío completó su coalescencia. “Soy la Reina Oscura Maredia. Ustedes tontos deben…”

Era una hembra de tamaño pequeño. O mejor dicho, era una “chica”. Al menos, eso fue lo que pensé hasta que la miré más de cerca. Su cuerpo estaba envuelto en un poderoso maná, y asomando entre los mechones de su cabello negro hasta el suelo había…

“¡Ah, mira, Papi! ¡Es una oveja!”

Era tal y como decía Olivia. Tenía dos cuernos no muy diferentes a los de una gran oveja. Era una darkin. Grandes gemas adornaban sus cuernos curvos y rizados en algunas partes, aunque había algo raro en ellos. Tenía la sensación de que se los habían colocado a toda prisa. Estaban un poco desalineados.

“Espera, ¿podrías ser…?”

Recordé aquellos ojos dorados. Brillaban como lunas gemelas detrás de sus cabellos negros. Ella fue la que vino junto a la Srta. Clowria a recibirme cuando se construyó el castillo.

“¡Señorita Reina Oscura! ¡Estoy tan feliz de verte!”

Entrecerró sus ojos dorados y me miró largamente, mientras yo mantenía a la Srta.

Clowria inmóvil en mis brazos. Luego de una breve pausa.

“¡EEEEK!” Gritó, con una voz de repente mucho más histérica.

“¡Y-Y-Y-Y-Yo creí percibir un maná poderoso! ¡Y luego está esa voz extrañamente suave pero sexy! ¡Eres el Dragón Anciano de Olimpia! Pero entonces, ¿cómo estás en forma humana…?”

“Sí, ese soy yo. Soy el dragón que vive en el Monte Olimpia.”

Uf. La Reina Oscura también se acordó de mí. Agité una mano en su dirección, que es un saludo humano.

“¿Cuál es la gran idea? Y-Yo estoy bien y cómoda viviendo mi vida encerrada en este castillo, así que ¿por qué, de todas las cosas, la raza antigua más fuerte está aquí para molestarme…?”

¿Qué es un “encerrado”?

Mientras reflexionaba sobre esta nueva palabra, Olivia se agarró al dobladillo de mi túnica y se presentó. “Me llamo Olivia. Encantada de conocerte.”

Incluso lo remató con una inclinación de cabeza. Apenas podía soportar lo cortés y educada que estaba resultando. Practicamos los saludos (mientras leíamos los libros ilustrados) para cuando conociera a otro humano, así que supongo que eso ha dado sus frutos. Su reverencia fue perfecta.

“¡Oh! Soy la Reina Oscura Maredia.” Ella también procedió a inclinar rápidamente la cabeza. Qué dama tan honrada.

“… Espera, ¡¿CLOWRIAAAA?!” En cuanto reconoció que era la Srta. Clowria la que estaba en mis brazos, se apresuró a acercarse asustada. “¡¿Por qué llevas a Clowria como una princesa?! D-Dragón Anciano, no me digas que has derribado a mi querida amiga—¡quiero decir servidora! ¡Serpiente! Sin Clowria, ¡¡no puedo ni bañarme!!”

“¿Señorita Reina Oscura?”

“Uhh… ¡Ejem! ¡NO HAS OÍDO ESO!”

En una fracción de segundo, pasó de tener lágrimas en los ojos a lanzarme una mirada asesina. “Haber derribado a mi mano derecha, la orgullosa caballero de los darkin… No me importa si eres el famoso Dragón Anciano, ¡pagarás por esto! Ahora prueba mi terrible y espantosa ira.” Todo esto lo dijo intentando un tono de voz imponente, pero estaba masticando sus palabras.

Estaba desconcertado. Parecía más tímida y nerviosa que la última vez que la vi. Su complexión también había sufrido un golpe desde entonces, así como la confianza en sí misma que antes le había caracterizado. Ahora estaba un poco encorvada, y su cabello era tupido como mi melena cuando me descuidé de acicalarla durante un buen rato. La Srta. Clowria, por su parte, no había cambiado de aspecto… Pensar que las dos pequeñas darkin vivían solas en un castillo tan grande. Me imaginé que podría estar dándoles un montón de preocupaciones, y que tal vez, realmente debería quitárselo de encima.

Entonces, algo me llamó la atención. Entorné los ojos hacia la Reina Oscura y descubrí dos finos cristales redondos que colgaban de su cara… Ah, espera, ¿podrían ser “gafas”? He leído sobre ellas en “Mantener los ojos de los niños sanos y agudos”. Son una herramienta utilizada por los humanos con mala vista. ¿También tenía problemas para ver?

Fue entonces cuando la Srta. Clowria abrió los ojos y gimió. “¿Dónde…? Esto es…”

Apenas un segundo después, la Reina Oscura corrió hacia mí y me la arrebató de los brazos en un santiamén. Puede que fuera pequeña, pero fue toda una demostración de fuerza.

“¡Clowria! ¿Estás, estás ilesa? ¿Estás bien?” Lágrimas. Evidentemente, estaba preocupada desde el fondo de su corazón. Debe amar de verdad a la Srta. Clowria.

“Su Oscuridad… lo siento mucho… ¡He sido derrotada! La vergüenza de ello…”

“¡Si estás bien, es todo lo que necesito!” Dijo la Reina Oscura mientras la abrazaba. “No sé qué haría si también te perdiera a ti…”

“Erm, discúlpeme, Srta. Reina Oscura. Odio interrumpirla, pero he venido a preguntar si podemos vivir en este castillo.”

“¿Perdón?”

“El castillo, por favor.” “¡¿Quééééééééé?!”

“Ya saqué el tema antes, y fue cuando la Srta. Clowria se derrumbó.”

“Ha, haugh…” Dijo. Era su tic verbal. “Por supuesto que eso es lo que pasaría… ¿C-C- Cuán desconsiderado puedes ser…? E-Este es nuestro Castillo de la Reina Oscura… Y para ponerlo en términos más crudos, ¿nos lo robarías?”

“No, no, no lo estoy robando. Sólo me gustaría tomarlo prestado. Necesito mucho una casa para que viva un humano, ya ves.”

“¿Hrm?” La Reina Oscura parecía perpleja. “¿Una morada humana? ¿Pero por qué diantres…?”

“Papi…” Dijo Olivia, tirando nerviosamente del dobladillo de mi bata. “¿Están bien esas dos señoras?”

Aww, está preocupada por ellas, como lo haría cualquier chica bondadosa. Qué alma más tierna.

“Uhh… me olvidé de preguntar, pero… esa chica es humana, ¿correcto?” “Sí. Es humana.” Asentí con la cabeza. “En realidad es mi hija.”

“Haugh, ¿quéééé?”

La Reina Oscura nos miró a mí y a Olivia a su vez con cara de asombro.

Ahora que lo pienso, es la primera vez que presento a Olivia a alguien como mi hija. Me sentí un poco avergonzado, y mi pecho se arrugó un poco de felicidad y vergüenza.

Miré a la Reina Oscura, que miraba hacia nosotros con expresión desconcertada, y a la Srta. Clowria, que tenía su espada ahora doblada y preparada. Ahh, cierto. Me había olvidado de explicar por qué necesitábamos una casa. Podría haberme dado una patada. Cuando se le pide algo a alguien, lo correcto es explicar por qué es una petición razonable. Y como su padre, tengo que mostrarle a Olivia cómo debe comportarse un adulto.

“Vi a una niña pequeña cuando me desperté un día en mi santuario; era Olivia. Ella es de un pueblo llamado Pias…”

Así que decidí contarles a las dos cómo acabé siendo el “Papi” de Olivia.

***

“¡Ha, haugghh!” Se lamentaba una. “¡Waaaah!”

“Hic.” Sollozó la otra. “¿C-Cómo pudo ocurrir algo así…?”

Así lloraban la diminuta Reina Oscura y la alta y esbelta Srta. Clowria, con las manos unidas mientras lloraban. Me pregunté si había hecho algo malo.

“¿Qué pasa?” Preguntó Olivia, claramente preocupada. “¿Por qué lloran?” Los dos lloraron aún más fuerte.

“¡Haugh! ¡Es una chica tan buena!” Gritó la Reina Oscura.

“Ella realmente lo es, Su Oscuridad… Olivia, has tenido una educación tan dura… ¡¿Qué tan honesta y pura puede ser una chica?!”

La Reina Oscura sollozó. “Hic, oh Dragón Anciano. Que tu corazón sea tan puro como para resolver ser su padre… ¡¡¡Nosotras, no teníamos ni idea!!!”

Vaya, sus lágrimas sí que son grandes. Me alegré de que el cuento de Olivia las conmoviera, pero… No puedo arruinar el ambiente exigiendo que me presten el castillo en este instante…

Tan pronto como ese pensamiento pasó por mi mente… “¡Clowria!”

“¡Sí, Su Oscuridad! ¡Tú palabra es mi orden!”

“He tomado una decisión. Prestaremos el castillo al Dragón Anciano.”

“¿En serio?” Solté. “¿Está segura, Srta. Reina Oscura?” Parecía que se apiadaba tanto de Olivia como para prestarnos el castillo.

Si su expresión y su voz temblorosa eran una indicación, Clowria estaba igual de sorprendida. “¡Vaya! ¿Está segura, Su Oscuridad? Has estado encerrada dentro de la Torre Oeste durante tantos años desde que empezaste a quedarte atrás respecto a ese Héroe… ¿No te has estado quedando dentro del castillo para recargar tu energía y así poder vengarte del grupo del Héroe…?”

“¡Bueno, si esto ayuda a que esta niña crezca sana y fuerte, entonces es un pequeño precio a pagar! Y además, mientras tenga mis cómodos aposentos en lo alto de la Torre Oeste, ¡me importa un bledo el resto del castillo! Así que, ¿por qué no le muestro a la chica y al bondadoso Dragón Anciano mi pura misericordia y compasión? ¿Me equivoco, oh mano derecha mía?”

“¡Es tal como dice Su Oscuridad, mi hermosa Reina Maredia!”

“Además.” Murmuró la Reina Oscura con una sonrisa diabólica. “Si el tipo cuyas alabanzas fueron una vez cantadas en la poesía épica como el ‘temible dragón anciano’ comienza a vivir aquí, entonces… eso hará que haya un servicio de seguridad súper hiper competente… Ja, ja… casi da miedo lo ilimitado de mi genio…”

¿Un “servicio de seguridad”? ¿Qué es eso?

Dejando eso de lado, parecía que de alguna manera habíamos llegado a un lugar para vivir. Puse una mano en la cabeza de Olivia.

“Olivia.”

“¿Qué pasa, Papi?”

“¡A partir de hoy, este castillo es nuestra casa!”

“¡¿De verdad?!” Olivia saltó de alegría. “¡Sí! ¡Lo hemos conseguido! ¡Esto es increíble!

¡Ahora soy como una princesa! Viviendo en un castillo, tú y yo… Entonces, ¿las dos damas son las reinas? ¿O también son princesas?”

“¿Quién, yo?” Preguntó la Srta. Clowria. “No puedo hablar por Su Oscuridad, pero definitivamente no soy del tipo princesa… Es cierto que una vez me apodaron la ‘Princesa Caballero de la Reina Oscura’, ¡pero eso fue hace mil años!”

“¿Y-Yo, una princesa? Oh no, m-me estoy sonrojando…”

Las dos se retorcieron de vergüenza ante la increíblemente bonita pregunta de Olivia, y yo también me puse tímido.

Olivia, eres demasiado adorable al escoger palabras.

Y así fue como llegamos a hacer del castillo nuestro hogar. Ahora podría darle a Olivia una vida más ideal para un humano. Estaba muy animado.

***

Según la Reina Oscura, mientras ella y la Srta. Clowria pudieran utilizar la Torre Oeste, nosotros éramos libres de usar el resto del castillo a nuestro antojo. De hecho, parecía que la Reina Oscura no tenía intención de salir de su habitación.

¿Está siendo considerada? Ella era la que había comandado a un número darkin. Tal vez era buena para ser considerada y cuidadosa. Si era posible, también quería que se hiciera amiga de Olivia. A fin de cuentas los darkin son más cercanos a los humanos que los dragones.

Ahora bien, era el momento de la mudanza.

¡Papi va a darlo todo! 

También recorrimos los cielos de camino a casa, y el ambiente era bastante festivo. “¡Eres increíble, Papi!” Dijo su voz cadenciosa a horcajadas sobre mí. “¡Estás volando

mientras sostienes un castillo!”

Sujeté con la boca un extremo de las cuerdas que sostenían el castillo. Las cuerdas estaban hechas con las raíces del Árbol del Mundo, que crece en la montaña desde que tengo uso de razón. Cada vez que me acerco a él, la energía y la vitalidad afloran en mi interior. Por ello, sabía que las cuerdas me darían suficiente fuerza para llegar a la montaña sin detenerme, a pesar de lo pesado que era el castillo. Como era de esperar, era la primera vez que volaba con un castillo colgando de mis fauces, pero al final todo salió bien, sorprendentemente.

“¡Hauugh! ¿Qué demonios es esto?”

“Su castillo, Reina Maredia… Está v-volando…”

“¡C-Clowriaaa! ¡Despierta! ¡No te desmayes sobre mí!”

Sus voces llegaban desde la Torre Oeste, que estaba justo debajo de mi barbilla. Me encantó que las dos estuvieran tan emocionadas.

***

“¡Mira, Papi! Allí.”

“¡Vaya, Olivia, esa sí que es una escalera grande!” Le contesté.

A partir de ese día, ella y yo nos dedicamos a limpiar nuestro nuevo hogar. Habíamos trasplantado el castillo justo a la base de la montaña donde vivíamos: el Pico Sagrado de Olimpia. Volar con el castillo en la boca fue un poco agotador, pero salió bien. Por cierto, las dos personas que se trasladaron aquí junto al castillo —la Reina Oscura Maredia y la Caballero Darkin, la Srta. Clowria— estaban refugiadas en la Torre Oeste y aún no habían salido.

“¡Haugh! Me quedo dentro.” Me había dicho la Reina Oscura. “No abras esta habitación bajo ninguna circunstancia, ¿me oyes?”

Fue entonces cuando tuve la certeza de que se trataba de la Reina Oscura siendo considerada con Olivia y conmigo. ¡Supongo que esa es la Reina Oscura para ti! La que dirigía a un gran número de darkins sólo podía ser una persona amable.