Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 1

Capítulo 22: El Sr. Dragón los Expulsa

Nuestra semana de descanso fue maravillosamente divertida.

Fui de compras con Olivia y compré una tonelada de frutos secos que luego utilizamos para hacer unas galletas crujientes que se deshacen en la boca con las dos damas. Disfrutamos juntos de esas galletas, plantamos algunas plantas en una maceta y paseamos por la montaña. Las hojas de los árboles que se mecían con los vientos otoñales eran de un rojo intenso. Olivia estaba embelesada con el impresionante paisaje. Ahora que era más grande, había más lugares a los que podíamos ir juntos, incluso sólo dentro de la montaña.

Esa semana llegó y se fue en un abrir y cerrar de ojos. Ella volvería a la escuela al día siguiente, y planeamos almorzar juntos antes de que yo tomara vuelo y nos llevara de vuelta a la academia. La planta-acea estaba brillante y parecía sana en su maceta, así que probablemente aguantaría durante el viaje.

La Reina Oscura disfrutó de un guiso de manzana y miel en el comedor, pero enarcó las cejas. “Augh… ¿Soy yo, o es un poco ruidoso?”

Mis oídos también captaron la conmoción del exterior. “No es sólo el viento… ¿o sí? ¿Son esos… pasos los que estoy oyendo?”

“¿Vamos a tener un invitado, Papi?”

“No. Estoy bastante seguro de que la única otra persona que conoce este castillo es Daisy.”

Qué extraño.

BOOM.

“¡Vaya!”

BOOM. BOOM. El castillo seguía traqueteando.

“Si no me equivoco.” Dijo la Srta. Clowria. “¡Las puertas del castillo deben estar siendo atacadas!”

“¡¿Qué?!” ¡Qué violencia! ¡¿Qué pasó con llamar a la puerta cuando se visita la casa de una persona?! “¡Olivia, cuídate y no te muevas de ahí!”

“¡De acuerdo!”

“Aughh, ¿qué hacemos?”

“Permíteme ir a inspeccionar la escena.” Dijo la Srta. Clowria. “Juré hace muchos siglos que protegería Su Oscuridad con mi vida.”

“De acuerdo. ¡Cuento contigo, Clowria!”

“Yo también iré.” Dije. “Srta. Reina Oscura, ¿le importaría quedarse con Olivia?” “¡¿Augh?! ¡Bueno, me quedaré con Olivia, ya que eso la tranquilizará! Oh, y también,

¡soy la poderosa Reina Oscura!”

“Lo dejaremos en sus manos, Mi Reina.”

La Srta. Clowria y yo nos saludamos con la cabeza y nos dirigimos a la entrada.

Creía que Olivia estaba a salvo en manos de la Reina Oscura. Pero si algo malo le sucediera… Sólo pensarlo me produce escalofríos.

Cuando la Srta. Clowria y yo salimos al exterior, nos encontramos con un espectáculo que apenas podíamos imaginar.

“¡Ka ja ja ja! ¡Finalmente arrastraste tu trasero hasta aquí!” “¡¿Quiénes son ustedes?!”

Allí estaba el padre de Olivia, ese hombre humano que abandonó a Olivia en la montaña cuando era un bebé y que se jactaba de ello ante sus amigos mientras bebía. Una máscara grande y tosca cubría la mitad inferior de su rostro, pero esa irritante risa identificaba al hombre sin lugar a dudas. Detrás de él se agolpaban otros hombres con máscaras, armados con espadas, lanzas y hondas, nada que fuera útil para la vida cotidiana de mi familia.

“Pero, ¿pero por qué?”

“¿Cómo que por qué? Lo he leído. En el periódico.” El hombre tiró el periódico, que cayó al suelo con un THUD. Había un artículo con un retrato fotográfico de Olivia. El titular, escrito de forma desordenada, decía: “¡Nombran a una nueva Alumna del Rey en la Real Academia Femenina de Florence!”

Si fuera yo, lo más probable es que colgara un artículo así en un bonito marco. De hecho, me encantaría enmarcarlo y ponerlo en mi habitación ahora mismo. Sin embargo, la foto de Olivia estaba quemada en puntos como si varias personas hubieran apagado sus cigarrillos sobre ella. ¿Cómo… cómo pudieron? ¿Cómo pudieron hacer algo tan vil?

“Oho, un marica y una tipa. Bueno, esta ‘Olivia’ es mi hija, ya ves.” Mostró una sonrisa enfermiza.

Mi corazón se aceleró. Se desbocó. Me duele. ¿Por qué apareciste aquí ante mis ojos?

Soy su papi. ¡Soy su Papi!

“¡Un día, un malvado dragón se la llevó! La pobrecita. Estaba llorando a mares, ¡estaba tan asustada!”

Mentiroso. Tú eres el que la abandonó. Ella puede haber estado asustada ese día, pero no por mí. Estaba asustada por ti. Sólo imaginar el infierno que le hiciste pasar antes de eso es suficiente para que las lágrimas fluyan con rabia. De vez en cuando aún sueño con el día en que me encontró.

“S-Sir Dragón Anciano… Ese bribón…”

“Es el padre de Olivia. No hay que confundirlo.” Me mordí el labio.

“… No sé por qué un marica como tú tiene a Olivia encerrada en un castillo como éste, pero la niña es mía. Así que entrégala, ¿por qué no lo haces?”

“¡¿Qué?!” Me quedé sin palabras, ¿y puedes culparme? Este hombre no se había acercado ni una sola vez a la montaña hasta este día. Claro, el maná que se arremolina alrededor de la montaña es demasiado denso para los humanos, pero eso no le impedía estar ante mí con una extraña máscara puesta en ese momento. Podría haber venido a buscar a Olivia cuando quisiera.

“¿Por qué ahora, después de todo este tiempo?” “¿Necesito una razón? ¡Soy su padre de sangre!” “… Tú…”

“Además, estás explotando a Olivia para tus propios fines, ¿no? ¡Lo he oído todo! Este trato de ‘Alumna del Rey’ o como sea que se llame. Parece que el reino le está pagando un salario.” Las comisuras de su boca se curvaron en una sonrisa retorcida.

Estaba a punto de responder que era él quien sólo quería utilizarla, cuando las palabras murieron en la punta de mi lengua. Era cierto que ese hombre era su padre de sangre. “¿Cómo encontraste este lugar?”

“Oh, lo he llevado al reino. Les dije que la chica del artículo fue secuestrada. Entonces me señalaron esta lugar, con mucha cortesía. Déjame advertirte, estos tipos son una banda de mercenarios de primera. Un movimiento en falso y golpearán a una mujer y a un marica como tú como si nada. La tipa es una dama de buen aspecto, así que no quiero convertirla en mercancía dañada.” Miró con descaro a la Srta. Clowria.

“Están muertos.”

“N-No, Srta. Clowria, no puede.”

“¡¿Sr. Dragón Anciano?! ¿Pero por qué? Está claro que lo único que quiere es la moneda concedida a Olivia.”

“Aun así… sigue siendo el padre de Olivia. No podemos hacerle daño…” Mi cabeza era un vertiginoso torbellino de ira y confusión. El bastardo no era consciente de que soy un dragón, ya que nunca me había encontrado con él mientras estaba en forma humana. Si asumía la forma de dragón, casi seguro que se iría. ¿Pero cómo serían las consecuencias? ¿Y si se extendiera el rumor de que el dragón de esta montaña secuestró a un niño humano? Tal vez llevaría a la formación de un escuadrón de supresión. Para ser sinceros, los pequeños, incluidos los humanos, pueden unirse para atacarme todo lo que quieran, y yo no recibiría ni un rasguño.

¿Pero qué pasaría si yo devolviera el golpe a ese escuadrón? Incluso más humanos podrían venir a atacarme después. Olivia podría dejar de ir a la escuela. Puede que ya no podamos vivir en el castillo.

Eso sería horrible. Quiero que Olivia tenga una infancia feliz y tranquila. Eso es todo lo que deseo. ¡Argh, estoy tan confundido!

“Lo siento, Srta. Clowria. Déjeme pensar un segundo.” “¡Pero Sr. Dragón!”

El hombre seguía sonriendo. ¿Qué hago?

“A juzgar por las apariencias.” Dijo la Srta. Clowria. “Todos son humanos comunes y corrientes. Puedo despachar a todos y cada uno de ellos para que esto termine aquí. Como Capitana de los Caballeros Darkin, he sido testigo de mi cuota de carnicería.”

“¡No, Srta.!” Espere, Srta. Clowria. Si les ponemos una mano aquí, entonces… “Si acabamos con esta gente, estoy seguro de que me arrepentiré.”

“¿Te vas a… arrepentir?”

“Sí. Después de todo… si yo fuera a… eh, herir a estas personas… ¿podría entonces abrazar a Olivia con fuerza con esas mismas manos? ¿Sería capaz de acariciar su cabeza? No, eso no es posible para mí. No importa la razón… me niego a herir a un humano. Soy un dragón, pero también soy el padre de una pequeña humana amable y gentil.”

“… Sr. Dragón…”

“Por el amor de Dios, ¿de qué están hablando? ¡Cálense ya! ¡Sólo trae a la mocoso, y hazlo rápido!”

“¡Gah!”

La botella que me lanzó (¡al parecer llevaba una en la mano!) me golpeó en la cabeza. Si fuera un humano normal, probablemente habría caído al suelo sangrando.

“¡¿Dónde está ella?! ¡Ella me pertenece! ¡Sólo tráela! O si no, ¡te llevas esto!” “¡Sir Dragón!”

“¡Srta. Clowria, corre! ¡Corre con Olivia y la Srta. Reina Oscura!”

A la señal del hombre, la banda de mercenarios me lanzó cuerdas al unísono. Aparté a la Srta. Clowria para que no la golpearan. Las cuerdas se apoderaron de mis extremidades, pero no me preocupé. Este era mi problema. No iba a dejar que la Srta. Clowria se viera involucrada en esto.

“¡Ja, ja, ja! Hemos traído cuerdas especiales por si el maldito dragón estaba aquí, ¡pero parece que no hay ningún dragón! Ahora eres nuestro, mariquita.”

Estas cuerdas son totalmente irrelevantes para mí. Puedo arrancarlas en un segundo.

“Sr. Dragón… ¿Por qué?”

“Olivia todavía está dentro. ¡Odiaría que Olivia me viera hacer algo terrible!” Además, este delincuente con una sonrisa repugnante es el padre de sangre de Olivia. Hay una posibilidad, aunque sea escasa, de que ella quiera estar con su familia de sangre. Si, por alguna posibilidad entre un millón o un billón, lo elige a él en vez de a mí, no quiero arruinarle ese futuro potencial. La única que debe decidir el futuro de Olivia es la propia Olivia.

“¡Fuera de aquí! ¡¿Dónde está esa mocosa?!” “¡Guh!”

Tal vez el verme inmovilizado por los lazos lo puso de buen humor, porque me pateó. Pero no le devolví el ataque. No voy a atacar. Soy su papi. Un papi del que puede estar orgullosa.

En ese momento, su voz sonó detrás de mí. “¡Papi!”

Su voz siempre fue como el sol para mí, pero sonaba tensa. “Olivia… ¡Atrás!” ¡No debes acercarte a este hombre, Olivia!

“… ¿Tú? ¡¿T-Tú eres Olivia?! No te había reconocido, ¡te has arreglado muy bien!” Se acercó a ella, hablándole en ese tono de amigo.

Noté que los hombres de la banda de mercenarios volvían a empuñar sus armas. Estaban en guardia por si yo les devolvía el ataque.

Olivia no le dio importancia mientras corría en mi dirección. El hombre caminaba a paso ligero, con los brazos extendidos. ¿Intenta agarrarla? ¡No te atrevas a poner esas asquerosas manos sobre ella! Por favor, te lo ruego, Olivia. ¡No tomes la mano de ese hombre!

“¡Papi!”

“… Olivia…”

Se deslizó entre el hombre y me abrazó. “¡Papi! Papi, ¿estás bien? ¿Estás herido?” “No te preocupes por mí, cariño. Sólo corre…”

“¡No puedo hacer eso! ¡No quiero huir de la gente que te trata tan mal!” “… Olivia…”

Me miraba fijamente con esos ojos claros y despejados. En ellos pude ver su fe, su afecto, su bondad… todo lo que mi pequeña tiene dentro.

“Oye, nena, ¿qué estás diciendo? Soy tu papá, ¿no?”

“¡En tus sueños! Sólo tengo un Papi en el mundo… ¡y no eres tú!”

El hombre hizo una mueca y la miró como si estuviera por debajo de él. Seguro que para él, cualquier humano que no sirva a sus propósitos es basura desechable. Al igual que la desechó como si fuera basura en la montaña que se decía habitada por un temible dragón.

“Yo…” Lo siento, Olivia. Me equivoqué. Dejé que mi juicio se nublara por un asunto tan insignificante como tu conexión de sangre con este hombre. Dudé de ti, aunque sólo fuera por un momento. Y el hecho de que hayas corrido hacia mí tan rápido como tus piernas podían llevarte elimina toda duda en mi mente de que estaba equivocado.

“… Mis disculpas, Sr. Dragón. Olivia no me escuchó. Dijo que iría a salvarte y no aceptó un no por respuesta.”

Miré y la Srta. Clowria estaba de pie en la entrada de nuestra casa. Casi había olvidado que había corrido al comedor para evacuar a Olivia.

La Reina Oscura estaba de pie junto a la Srta. Clowria y me miraba fijamente. “… Dime, Dragón Anciano.” Gruñó en voz baja. “No sé qué te tiene tan inseguro ahora, pero ¿vas a seguir soltando ‘si’ y ‘pero’ en un momento como éste?”

“No, no lo haré. Ahora lo entiendo.”

“Bien… En ese caso, ¿no has tenido suficiente? Deberías ser capaz de hacerlo. Como cuando salvaste mi preciosa biblioteca.” Sonrió y señaló al hombre. “Deberíamos castigar a los humanos que se atrevieron a acercarse a mi castillo, al menos un poco.”

“Papi, sé que eres súper gentil y amable, pero también sé que eres tan locamente fuerte como amable.”

La voz de Olivia era todo lo que necesitaba para consolidar mi decisión. Así es. Me juré a mí mismo que protegería a Olivia contra viento y marea.

“¡Tsk! ¿De qué hablas? Vamos, Olivia. Muévete.” Tiró del brazo de Olivia, sólo para caer hacia adelante. “¡¿Qué?!”

“… No tire de mí, señor.”

Olivia no se movió ni un centímetro.

“Hmm.” Dijo la Reina Oscura. “Como los niveles de maná de Olivia son tan extraordinarios, ningún humano normal puede causarle el más mínimo daño si tan solo desea lo contrario.”

“Y Olivia ya posee un dominio completo de las artes marciales de los darkin.” Dijo la Srta. Clowria.

“¡Mocosa tonta! ¡Vamos!” Le levantó la mano. Ya no podía soportarlo.

“…No te atrevas…” “¿Qué?”

“¡NO TE ATREVAS A TOCARLA!”

Al instante volví a mi forma de dragón, con mis piernas robustas, mis alas grandes y mis colmillos afilados.

El hombre cayó de espaldas, impotente. “¿Qué…? ¿Eh? ¿No eres un marica?”

Las cuerdas se rompieron como si nada. Y no fueron lo único que se rompió.

“¡Deja este lugar! ¡El Pico Sagrado es donde habito! Y Olivia es mi preciada hija… ¡mi hija, lo más preciado para mí en el mundo!”

¡VWOOSH! Escupí una fuerte ráfaga de fuego. “¡Yeaaarrrghh!”

Encogiéndose en el suelo, soltó el brazo de Olivia y corrió sin mirarla por segunda vez.

Los mercenarios soltaron sus armas y huyeron a toda velocidad.

“¡Si esa cosa quema nuestras máscaras, el maná de alta densidad acabará con nosotros!” “¡Realmente hay un dragón salvaje aquí! ¡No puedo creerlo!”

Soplé fuego sobre los hombres, pero me aseguré de que no se transfiriera a las plantas, los árboles, las flores o cualquier otra cosa. Los hombres pudieron sentir un poco de calor, pero lo mantuve bajo control de manera que salieran con ligeras quemaduras. Soy un dragón que ha vivido desde tiempos inmemoriales, y yo decido lo que mi fuego quema y lo que no.

“¡Papi!”

Sentí un cálido abrazo en una de mis patas. Olivia se aferraba a mí, con los ojos llenos de lágrimas.

“Olivia… Siento haberte asustado. ¿Estás bien?” “¡Estoy bien! Me has protegido.”

“Papi lo hizo… pero todavía tengo que disculparme. Esa gente les dirá a todos sobre nosotros. Podríamos vernos obligados a abandonar esta montaña.”

“Papi, ¿significa que si esa gente no se lo cuenta a nadie, podemos quedarnos en la montaña?”

“Ah, ahora que lo mencionas… quizás podamos hacer algo al respecto.”

“En ese caso, Papi, llévame y persigámoslos desde arriba. ¡Tengo una idea! Porque yo también quiero ver los colores del otoño junto a ti y a las dos damas el año que viene.”

Después de escuchar a su linda hija decir algo así, no hay un papi vivo que sea capaz de decir que no.

Olivia y la Reina Oscura se subieron a mi espalda y emprendí el vuelo. La Srta. Clowria se quedó patrullando los alrededores del castillo. Volando a gran altura, di vueltas alrededor y en poco tiempo vi a los humanos huyendo como conejos. “Olivia, por allí.”

“¡Los veo! ¡Haré lo que pueda!”

“¡Aughh, como tu mentora en magia, te vigilaré! Vas a usar ese hechizo, ¿verdad, Olivia?

¿El que viste en un grimorio mientras ventilabas los libros el otro día?”

“… ¡Uh-huh! Aquí voy… ¡Recuerdos, desvanézcanse más allá del umbral del olvido!” “Dragón Anciano, ¡cierra los ojos! Me voy a poner unas gafas de sol.”

“¿Eh? Oh, vale.”

“¡Destello Olvídate de Mí!”

Podía notar la dureza de la luz que Olivia emitía incluso a través de mis párpados. ¿Qué es esto?

“Aughh, es magia de borrado de memoria. Los elfos la utilizan cuando un visitante no deseado se topa con sus moradas en el bosque. Pero si Olivia la está lanzando, probablemente funcione, ¡a pesar de lo ultra difícil que es para cualquiera que no sea un elfo!”

“¿Borrado de memoria?” No podía creer que Olivia también pudiera usar tal magia. Ella había crecido tanto sin que yo lo supiera.

“… Ya está bien, Papi, Srta. Maredia.” Nos llamó Olivia tímidamente.

Abrí los ojos con cautela. Los humanos que se habían retirado apresuradamente por el bosque estaban ahora sentados con miradas vacías y distraídas.

“Hay que darles un poco de tiempo, y creo que se olvidarán de todo y dejarán este lugar atrás. Se olvidarán de ti, del castillo y de mí… Hice el hechizo para que olviden todo lo de hoy.”

“¡Es increíble, Olivia! Gracias… ¡Nos has salvado!”

Se rió por lo bajo. “¡Je jee!” Su expresión rígida había desaparecido. Volvía a ser la misma Olivia linda que yo conocía.

“Augh… La chica lo hizo. Ella realmente lo hizo.”

“¡Sólo porque usted me enseñó a hacerlo, Srta. Maredia! ¡Jee jee!”

“Yo no soy capaz de usar ese hechizo. Es magia de luz. Aparte de eso, ese bastardo me dejó un mal sabor de boca… Me encontré pensando que la humanidad necesita ser destruida de nuevo por primera vez en un milenio.”

“Sólo espero que el efecto extra que he aplicado haya servido de algo…”

“¿Efecto extra?”

Olivia asintió. “Hice ese hechizo para que los demás se olvidaran del día de hoy… Pero para él… lo hice para que se olvide de mí, de cómo abandonó a su propia hija, de todo. Para que se olvide no sólo de lo que ha pasado hoy, sino de todo lo relacionado conmigo.”

“¡Whoa! Olivia…” Así que sí recuerda lo que ese hombre le hizo pasar. Quiero tomarla en mis brazos ahora mismo. Cuando lleguemos a casa, quiero volver a la forma humana y abrazarla fuerte en la primera oportunidad que tenga.

“¿Estás segura de que estás bien con eso, Olivia?”

“Ajá. ¡Mi único Papi es el más bueno del mundo! ¡Mi súper fuerte y dragón Papi!” Los vientos otoñales pasaban por aquí.

Puede que… No, estoy seguro de que de aquí en adelante también estaremos bien.