Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 1

Capítulo 19: El Sr. Dragón ve una Lección

Vaya, esto se ha convertido en un pequeño dolor de cabeza.

Me escabullí de la oficina de recepción después de la reunión. “¿Sabes qué? Tengo tiempo, así que me pregunto si puedo asomarme a una de las clases de Olivia.” La idea me produjo mariposas en el estómago. Quiero decir, ¿quién no querría ver a Olivia en clase, siendo lo inteligente que es? Pedí a la trabajadora de la secretaría de antes su amable ayuda, y juntos nos dirigimos a la llamada Zona de Entrenamiento de Hechizos, donde Olivia estaba actualmente en clase. La zona a la que me condujo era bastante amplia y sus vidrieras y candelabros brillaban. Evidentemente, aquí también se celebraban bailes.

“¿Practican hechizos aquí? ¿No es peligroso?”

“Está bien. ¡Las barreras protectoras de la Srta. Phyllis se han aplicado a todo el edificio de la Academia Florence!”

“Ya veo… ¡Ah, ahí está Olivia!”

Me alegró ver sus trenzas de color marrón claro. Me dijeron que estaba bien ver cómo se desarrollaba la lección desde la entrada, así que no dudé en asomarme al interior. Incluyendo a Olivia, había seis chicas de la misma altura. Parecía que la lección de hechicería ya estaba en marcha.

Olivia asentía con la cabeza y escuchaba con seriedad mientras el instructor hablaba.

¡Vaya, está participando en la lección con tanta diligencia! ¡Qué bonito!

“Esta es la clase de las estrellas… coloquialmente conocida como Clase Cero. Olivia es reconocida en toda la academia como particularmente sobresaliente.”

“¿Es así? Qué alegría oírlo.”

“Es muy franca y directa, tanto que yo también quiero que tenga éxito. Además, para ser una alumna de esta academia, no es nada engreída… Oh, perdón. Olvida lo que he dicho.” La secretaría dejó escapar un suspiro. No tenía ni idea, pero se notaba que la vida en la academia le estaba haciendo pasar un mal rato. “¿Ves el bordado de la bufanda de su uniforme?” Preguntó.

“¿Hm? Oh, mira eso. La bufanda roja de primer año tiene un bordado negro.”

El pañuelo que adornaba el cuello de su chaqueta era rojo y negro. No había visto ningún bordado en los estudiantes que había visto en el patio.

“El bordado negro es la prueba de estar en la Clase Cero. Es el objeto de la admiración de muchos estudiantes.”

“¿En serio?”

“Los estudiantes que lleven el bordado negro tienen acceso prioritario a la sala de lectura de la biblioteca y al comedor, entre otros lugares.”

“¿Así es como funciona aquí?”

“Algunas de las chicas de la Clase Cero dejan que el bordado negro se les suba a la cabeza y optan por no relacionarse con otros estudiantes… pero Olivia siempre está charlando con los estudiantes normales.”

“Ya veo… Así que Olivia ha hecho un montón de amigas.” Ese hecho me animó, y sonreí mientras observaba el área de entrenamiento de hechizos.

Las estudiantes se pusieron de pie.

“Ah, parece que está empezando.” Dijo.

“¡Dios mío, buena suerte Oliviaaa!” Me encontré gritando. Olivia se dio la vuelta. “¡Ah, Papi!” Ella saludó.

Es un encanto.

“Olivia Eldraco, estamos en mitad de la clase.” Reprendió la instructora.

Ups. Lo siento, Olivia.

La instructora vio mi expresión de ‘metí la pata’ y me llamó. “Señor, si quiere, ¿por qué no observa la lección desde aquí?” “¿Qué? ¿Puedo mirar?”

“Sí, puede hacerlo. Este será el primer ejercicio de lanzamiento de hechizos de la clase estrella de la academia.”

“¿La primera?”

Por lo que me dijo, durante el semestre de primavera los alumnos practicaron conjuros y dibujaron círculos mágicos en el aula, pero hoy era el primer día en que intentarían hacer hechizos de verdad.

Círculos mágicos, ¿eh? Si no recuerdo mal, permiten a los humanos para los que la magia no es su punto fuerte hacer una nota de la composición de la magia. Y estoy bastante seguro de que los conjuros son similares. Ambos son estilos de activación que están escritos en los grimorios de la Reina Oscura. Un encantamiento es lo que Olivia estaba recitando cuando accidentalmente invocó a esas arañas del Reino Oscuro.

“¡Por supuesto, sea testigo de los frutos de la educación de nuestra academia!” Dijo la instructora con confianza.

Tomé asiento en un rincón de la zona. Las ‘lecciones’ mágicas… No me lo puedo imaginar. Hace algunos milenios, la gente usaba magia sin ningún problema. Además, como Olivia lleva practicando con la Reina Oscura desde pequeña, no me importa que la lección acabe siendo fácil para ella, aunque sea un poco.

“Ahora bien, comencemos en orden desde la estudiante con las notas más bajas en Teoría Mágica del semestre pasado… Dicho esto, todas más o menos obtuvieron una A o más.”

La estudiante que se levantó primero dio un paso adelante. Así que quien sea la siguiente tiene mejores notas que la chica anterior, ¿eh? Eso significa que todo el mundo sabrá cómo se apilan académicamente… Esto es un poco tenso.

La instructora debe haber captado lo que estaba pensando. “Al adoptar y aplicar un sistema de estricta meritocracia, la academia mitiga los riesgos que conlleva tener a las hijas de familias de alta estima en el mismo lugar… Algunas de las familias de las alumnas son políticamente opuestas, así que es mejor que la norma de calificación sea extremadamente simple y directa.”

“Ajá…”

Por lo que pude ver, las niñas estaban disfrutando de la escuela, pero los adultos parecían estar preocupados por todo tipo de cosas.

“¡Utilizaré un círculo mágico!” Dijo la estudiante.

“Muy bien. Tu tarea es activar el hechizo de fuego para principiantes, Incendio. Puedes empezar.”

La primera estudiante utilizó tiza para dibujar suavemente un círculo mágico en el suelo.

Luego golpeó el borde del círculo con un dedo y canalizó su maná… “¡Incendio!” Una pequeña llama brotó del círculo.

“Activación del hechizo confirmada. Muy bien.”

Las otras cinco estudiantes aplaudieron y yo también me encontré aplaudiendo. Ver a las niñas dar lo mejor de sí me hace querer animarlas. “Vaya. ¿Así es como los humanos usan la magia hoy en día?”

“¿Humanos? ¿Hoy en día?” “¡N-Nada!”

La instructora me lanzó una mirada sospechosa. Tengo que tener más cuidado.

“La siguiente, por favor, dé un paso adelante.”

“También usaré un círculo mágico… Voy a dibujar eso ahí, y eso aquí… ¡Y ya está hecho!”

“Activación del hechizo confirmada. También dibujaste el círculo bastante rápido.

Siguiente.”

“¡Utilizaré un encantamiento…! Ascuas Mágicas, Surjan.” “Excelente, activación del hechizo confirmada.”

Las estudiantes lanzaron el hechizo una tras otra. Estaba al borde de mi asiento, preguntándome cuándo llegaría el turno de Olivia, hasta que finalmente, sólo quedaron dos chicas.

“La siguiente es Daisy Palestria.” “¡Sí, señora!”

Ah, es Daisy. Le hice un pequeño gesto de ánimo. Ella me miró y me hizo un gesto con la cabeza.

“Srta. Palestria, usted obtuvo una S el semestre pasado… Tomen nota, niñas. Esta es la destreza en el lanzamiento de hechizos de un estudiante de Rango S.”

Las alumnas de rostro solemne se concentraron en los movimientos de Daisy. Olivia mantuvo la cabeza alta y la animó. “¡Puedes hacerlo, Daisy!”

Agarró firmemente sus manos y vio a Daisy salir a la proverbial arena. El cabello azul índigo de Daisy se agitó cuando dio un paso adelante.

“Usaré una combinación de sellos de mano y un encantamiento.”

“¡Oh, sellos de mano!” Murmuró la instructora, impresionada. “Esa sí que es una forma rara de hechicería. Imparte significado a los símbolos que uno hace con las manos.”

Mira cómo va Daisy. ¡Es una virtuosa!

“Aquí voy. Ascuas Mágicas.” Dibujó un símbolo con sus pequeñas manos, y una pequeña llama se encendió.

Los ojos de Olivia brillaban. “¡Bien!” Claramente, estaba contenta de que Daisy pudiera brillar.

La instructora puso una mano sobre el tablero que sostenía. Siguió con la mirada las cadenas de caracteres que flotaban sobre el tablero y luego asintió. “Ajá. Muy bien. He confirmado que has activado el hechizo, y el flujo de maná y la técnica también fueron impecables.”

“Disculpe, ¿qué es esa tabla?”

“Oh, ¿esto? Es una tableta. Me permite consolidar las evaluaciones de los estudiantes, y también puede verificar si la magia que usaron fue el hechizo correcto midiendo el flujo de maná en el aire.”

“Vaya. Suena conveniente.” Era una herramienta que nunca había visto antes. Había asumido que podían sentir el flujo de maná en el aire sin necesidad de tal dispositivo. Ser un humano suena muy duro.

“La última… Es la famosa chica genio, la Srta. Olivia Eldraco.”

“¡Sí, señora!” Se levantó de un salto y saludó un poco en mi dirección. Su incapacidad para reprimir completamente su pequeña sonrisa era lo más bonito. Parece que tiene ganas de irse.

“Obtuviste una S+ el semestre pasado, algo que no se ve todos los días… Pero no bajes la guardia. Lanzar activamente el hechizo puede ser diferente en la práctica de lo que parece al estudiarlo en un aula. Todas, quiero que observen atentamente las habilidades de la Srta. Eldraco en la práctica y emulen lo que puedan.” La instructora miró a las otras cinco, que asintieron ligeramente.

“¡Mírame, Papi!”

“¡Estoy mirando, Olivia!”

Sus mejillas estaban rojas, estaba tan ansiosa. ¡Qué adorable! ¡Puedes hacerlo!

“Bien, puedes empezar.” “Sí, señora. ¡Hi-ya!”

“¿Hm? Tienes que invocar un encantamiento o hacer un círculo mágico… Espera, ¿eh?” Dijo la instructora.

¡Vaya, Olivia! ¡Eres estupenda! Tu llama es más grande que la de las demás, ¡y tan bonita! ¡Esa es mi Olivia para ti! Además, la llama tiene una bonita forma de orbe. ¡¿También tiene un toque de artista?!

Sus compañeras de clase se quedaron boquiabiertas. “¡Vaya, es muy grande!”

“¡Y tampoco usó un círculo o encantamiento!” “Así que lo lanzó sin palabras, ¿verdad?”

Sin embargo, todas las demás lanzaron llamas tan pequeñas… ¿Se estaban conteniendo?

La instructora, nerviosa, activó la tableta. “¡Eldraco! La tarea es el hechizo de fuego para principiantes, Incendio, ¡no el hechizo de nivel medio Incendara! No puedes usar hechizos de nivel medio o superior a tu antojo… Espera, ¿qué?” Dijo después de ver la información en la tableta. “Según estas lecturas… no es Incendara. En realidad es sólo Incendio.” Parecía atónita.

“¿Señora?” Preguntó Olivia. “¿Cuánto tiempo debo mantenerlo?” “¿Eh? ¡Oh, ya puede parar! Gracias, Srta. Eldraco.”

“Gracias, señora.”

Olivia disipó la bola de fuego, ante una entusiasta ronda de aplausos de sus compañeras. Todas se maravillaban en voz alta de lo increíble que es. Vaya, estoy emocionada por ella. Ah, espera, ¿podría ser que sólo lanzaran pequeñas llamas por consideración a Olivia porque estoy aquí para mirar?

“Tee jee, ¡es porque estás aquí que me he animado, Papi!” Dijo sonriendo, al unirse de nuevo con el resto. Me saludó un poco y yo le devolví el saludo.

Lo he visto, Olivia. ¡Estoy orgulloso de ti!

“Todas, ¿han visto la maravillosa forma de la Srta. Eldraco? Bueno, eh… asegúrense de imitarla lo más posible.”

“Pero señora… ¡no puedo imitar eso!” Murmuró alguien.

Justo en ese momento, el timbre volvió a sonar, y así terminó mi primera observación de la lección. La instructora parecía realmente agotada. Me pregunté si estaría bien. La secretaría se aseguró de informar a Olivia sobre la reunión de padres e hijos programada para esa noche. Estaba contento con lo que había visto: parecía que Olivia se lo estaba pasando bien y que nada obstaculizaba sus estudios. Olivia me saludó con entusiasmo mientras volvía al aula con sus amigas. “¡Hasta luego, Papi!”

“Sí, cariño. Hasta luego.”

Sentí una mezcla de felicidad y soledad al verla alejarse, sonriendo mientras charlaba con sus amigas. Al fin y al cabo, los niños crecen cada vez más. Así que sí… definitivamente quiero que pase tiempo con sus amigas actuales, concluí.

***

Esa noche, los cuatro nos reunimos en la oficina de recepción de la Real Academia Femenina de Florence. Olivia, la Srta. Courié, la directora, la directora-fundadora de la Academia de Florencia, la Srta. Phyllis, la elfa y yo. Las llamas de los faroles parpadeaban, proyectando sombras sobre los sofás donde estábamos sentados.

“… Olivia, ¿qué has cenado?” Pregunté suavemente. “¡Tee jee, era un filete de hamburguesa!”

“Vaya, parece que es un placer.”

“¡Lo fue totalmente! ¡Habría sido genial que tú también pudieras tomar un poco!”

“Me hubiera gustado un poco. Gracias, Olivia. ¿Supongo que la cena aquí es siempre sabrosa?”

La Srta. Courié se aclaró la garganta. “¡Ejem! Me gustaría empezar la discusión, si le parece bien.”

“Ah, mis disculpas. Me perdí en la conversación.” “Se llevan bastante bien, ¿verdad?”

“¡Sí, señora!” Respondió Olivia al instante.

Gracias, cariño. Permanezcamos unidos para siempre.

“Ahora, para el tema que nos ocupa.”

“La beca especial, ¿no?” Respondí. “¿Se lo explico, señora?”

“No. Esta es una decisión inmensamente importante para la academia, así que como directora, la escuchará de mi parte. Srta. Olivia Eldraco, decidirá una distinción de alto honor, ya que hemos elegido referirnos a usted como la estudiante con beca especial, la Alumna del Rey.”

La desapasionada explicación de la Srta. Courié continuó largamente. Le contó a Olivia que el puesto de Alumna del Rey era de gran prestigio, que ganaría un sueldo incluso siendo estudiante, que sólo asistiría a las clases importantes, ya que la tratarían como si se hubiera saltado algún curso. También le explicó que recibiría instrucción especial bajo la dirección de la Srta. Phyllis y que se mudaría de los dormitorios a la residencia de la Srta. Phyllis. Olivia escuchaba todo esto con las manos en el regazo, asintiendo y murmurando en señal de reconocimiento. Yo la miraba fijamente y, aunque al principio sus ojos brillaban, pude ver que su expresión empezaba a nublarse un poco cuando se enteró de que tendría que dejar los dormitorios y saltarse los cursos. Sabía que no querría dejar atrás a sus amigas.

“Estoy segura de que entiendes, Olivia Eldraco, que esto es un tremendo honor… No puedo entender cómo podrías rechazarlo…”

“¿Entonces no puedo declinar, señora?”

“… ¿Perdón?” La Srta. Courié se puso rígida, con los ojos muy abiertos. La Srta. Phyllis, sentada a su lado, se reía.

“¿Qué significa esto, Srta. Eldraco?”

“Eh… bueno, estoy muy contenta de que me haya elegido. Muchas gracias, directora, señora.” Olivia inclinó la cabeza. “Es que… estoy muy contenta de tener a mis amigas en la academia. Cuando volví a casa y hablé del tiempo que pasé con mis amigas… Papi parecía el más feliz de todos los tiempos.”

Olivia elegía sus palabras, haciendo todo lo posible por expresar sus pensamientos y sentimientos sinceros. Me conmovió profundamente. Cuando nos conocimos, apenas podía hablar. Ha crecido mucho.

“Así que, aunque me encantaría convertirme en la Alumna del Rey… odiaría estar separada de mis amigas.”

“¡¿Qué?!”

“… Y así es como se siente Olivia. ¿Cuál es su opinión, Srta. Courié?”

“¡Y-Yo no puedo creerlo! De tal palo, tal astilla… ¡El puro descaro necesario para rechazar la beca especial de la Academia de Florencia!”

“Pero mis amigas son más importantes para mí.” Declaró Olivia con rotundidad.

En ese momento, la Srta. Phyllis se puso lentamente en pie y rompió su silencio. “Jejeje, muy bien. Olivia Eldraco, te he tomado cariño.”

“¿Eh?”

“Sus sentimientos de amistad superan cualquier consideración de prestigio o conveniencia… Hace tiempo que había olvidado que una persona así puede existir. Eres joven y pura… Ahora, procederás al examen final. Si eres capaz de pasar mi prueba con éxito, te permitiré ser la estudiante becada especial, la Alumna del Rey, concediéndote todas las condiciones que puedas tener.”

“¿Te refieres a quedarte en los dormitorios y asistir a las clases con normalidad?”

“Así es. Sin embargo, recibirás mi instrucción especial después de la escuela, durante los fines de semana y por la mañana… y eventualmente, podría hacer que me ayudes con mi trabajo.”

“Srta. Phyllis, no puede…”

“Está bien, Courié. Después de todo, no es como si tuviéramos que elegir un Alumno del Rey a toda costa.”

La Srta. Phyllis salió de la oficina de recepción con la Srta. Courié apresurándose tras ella. Pero justo antes de salir de la sala, nos señaló y dijo apresuradamente: “¡Srta. Eldraco, vaya al área de entrenamiento de hechizos de inmediato! El examen tendrá lugar allí.”

“¡Sí, señora!” Olivia se puso en pie de un salto.

El área de entrenamiento de hechizos. Así que la sala de antes, ¿eh? Era una zona espaciosa y bonita en la que, al parecer, también se celebraban bailes. Ah, ¿pero cómo llegamos allí desde aquí? Este lugar es tan grande que es difícil de recordar.

“Vamos, Papi.” Olivia me tiró de la mano.

Claro, por supuesto. ¡Olivia estaría mucho más familiarizada con la academia que yo!