Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 1

Capítulo 18: El Sr. Dragón Recibe una Citación

A partir del día siguiente, Olivia empezó a levantarse un poco más temprano. Había decidido cultivar las plantas del bosque que no figuraban en la guía de campo en una parcela de hierbas medicinales en un rincón del jardín. Además, había creado un campo de hierbas medicinales plantándolas cerca.

“Tee jee. Espero que crezcan bien.”

“Contigo al mando, estoy seguro de que lo harán bien.”

Olivia parecía realmente feliz, sonriendo mientras regaba las plantas cada día. Al parecer, presentaría su diario de observación de las plantas como “proyecto de investigación independiente”.

No sé, pensé. Esas plantas son tan ordinarias. Están por toda la montaña.

***

“¡Hasta luego, Papi!”

Habían pasado tres días desde que la despedí. Nuestras divertidas vacaciones de verano pasaron volando y Olivia volvió a la Academia de Florence. Como era de esperar, la Reina Oscura volvió a refugiarse en sus aposentos de la Torre Oeste, y como la Srta. Clowria le hacía compañía a su solitaria reina, tampoco la vi mucho.

Pero cuando pensaba que se acercaba otro tramo de días de tranquilidad ociosa, una mañana temprano llegó una carta.

“¿Eh? ¿Me quieren en la academia de inmediato?”

El búho con la banda plateada en la pata que lleva el escudo de la Academia de Florence trajo una carta que decía:

***

Estimado Sr. Eldraco,

Muchas gracias por su continuo apoyo a los principios fundacionales y a los dictados de la Real Academia Femenina de Florence.

Nos gustaría tener urgentemente una conversación con usted sobre el trabajo académico y la progresión escolar de su hija, Olivia Eldraco, actualmente en la clase de primer año. Por ello, le pedimos que venga a visitar nuestra academia lo antes posible. Aunque le pedimos disculpas por lo repentino de esta citación, le agradeceríamos que colaborara en beneficio del sano crecimiento de su hija.

Firmado,

La Secretaría de la Real Academia Femenina de Florencia,

Y la Oficina de Selección de Estudiantes con Becas Especiales.

***

Mis piernas se rindieron; estaba tan petrificado. ¡Una citación de la academia! Había oído hablar de ellas en mis libros de paternidad. Sólo podía significar una cosa… ¡Olivia estaba metida en algún tipo de problema!

“¡Oh, oh no! ¡Espérame, cariño!”

Salí corriendo y volví a mi forma de dragón, volando hacia el cielo.

¡Deprisa! ¡Deprisa!

Como no llevaba a Olivia a la espalda, podía volar a la máxima velocidad. Llegué a la academia justo antes del mediodía. Todavía con una prisa loca, volví a la forma humana y me apresuré a entrar en la secretaría.

“Um, discúlpeme. Soy el padre de Olivia Eldraco.”

Cuando la mujer de la oficina me vio, sus ojos se abrieron de par en par. Se quedó boquiabierta mirándome, y luego los papeles que tenía a mano. “¿Eh? Espere, ¿es usted realmente el Sr. Eldraco? Envié la carta ayer mismo. ¿Cómo es posible que llegue tan pronto?”

“Oh, eh, err, sólo estaba cerca.” “¿Eso… eso es cierto?”

“¡Sí, señora!” Qué estúpido soy. La academia está a más de medio día de nuestra casa por medio de un carruaje tirado por los caballos más rápidos. Y la lechuza tarda otro tanto en llegar. Así que cuando los humanos dicen que venga lo antes posible, siguen esperando que llegue al mediodía del día siguiente. Me he precipitado mucho.

“En cualquier caso, estoy agradecida. Este es un asunto que debemos discutir inmediatamente. Hablaré con la directora y con el director de inmediato, así que espere en la recepción.”

Me guio hasta allí, mientras murmuraba para sí misma. “Qué raro… Estoy segura de haber enviado la lechuza a su dirección…” Vine lo más rápido posible porque me lo dijeron; igualar el ritmo de los humanos puede ser realmente difícil.

“Aquí está la oficina de recepción, señor.” “Ah, gracias.”

La oficina de recepción tenía una gran ventana que daba al hermoso patio interior de la academia. El edificio de la escuela tenía tres pisos y estaba hecho de elegante madera. Contemplando el paisaje, me senté en el mullido sofá de la habitación y mi trasero se hundió en los cojines. Tomando el té frío con mucho hielo que me dio la mujer, miré por la ventana una vez más. “Esto es precioso.”

El patio estaba lleno de flores y además estaba decorado con una fuente y esculturas. Era realmente bonito. Había puertas que daban al patio desde el edificio de la escuela que lo rodeaba. Deben ser las aulas. “¿En qué aula está Olivia?”

Me puse en pie, abrí la ventana y me incliné hacia delante. Aunque no era comparable con el paraíso de la cima de Olimpia, la belleza del patio no era nada despreciable. Las flores de la temporada estaban floreciendo y su aroma se dejaba sentir en el viento. Pensé en lo contenta que estaba de que Olivia pasara su tiempo aquí. Naturalmente, quería que mi preciosa niña estuviera rodeada de bellas vistas.

Algún tiempo después, escuché un tañido. “Debe ser la campana.”

Una chica se paseaba de un lado a otro haciendo sonar la campana grande que llevaba en la mano. Llevaba el mismo uniforme que Olivia, así que supuse que se trataba de una alumna de un curso superior a la que se le había encomendado la tarea de tocar la campana. En cuanto el timbre resonó en toda la academia, los alumnos empezaron a salir corriendo por las puertas. Las chicas llevaban chaquetas con cintas de diferentes colores según su curso. Sabía que el grado de Olivia llevaba lazos rojos. “Vaya, hay tantas… Me pregunto dónde está Olivia.”

Apoyado en la ventana, observé a las estudiantes mientras seguían su camino. De repente, me di cuenta de que algunas miraban en mi dirección.

“Echa un vistazo a la oficina de recepción… Oh, ese caballero es bastante atractivo.” “¡Estoy de acuerdo! Qué tipo más guapo. Me pregunto si es un actor de teatro.”

“Me lo creería; hay más que unas cuantas hijas de actores famosos que asisten a la academia.”

Eso es lo que susurraban entre ellas. Eran más grandes que Olivia, así que supuse que debían ser sus compañeros de clase superior. Estaban al otro lado del patio, pero los oídos de los dragones son muy agudos.

“Pero no soy un actor…” Pensé en intentar saludarles.

Las chicas gritaron y se cubrieron la cara. Huh. Supongo que Daisy me lo dijo cuando llegó a casa durante las vacaciones de verano, pero… ¿es mi forma humana realmente tan bonita?

“No es buena idea destacar tanto, así que la próxima vez, me pondré esas… ¿Cómo se llaman? Ah, claro, gafas. Esas cosas que se pone la Reina Oscura cuando se levanta.”

Las chicas seguían murmurando claramente sobre mí cuando oí cierta voz adorable que me llamaba por mi nombre. “¡¿Ah, Papi?!”

Una linda chica se inclinó sobre la barandilla del segundo piso que daba al patio interior y me saludó. Era Olivia.

“¡Heyyyy! ¡Olivia!” Le devolví el saludo alegremente.

Un momento después, las estudiantes que habían estado discutiendo de mi a escondidas casi gritaron de sorpresa.

“¿Qué? ‘Olivia’… ¿Podría ser Olivia Eldraco, la chica genio?” “¿Eso significa que ese caballero es el padre de Olivia?”

“He oído que ha escrito un trabajo de herbología durante el descanso.”

“Caramba… ¡Que sea ella misma tan sobresaliente y que tenga un padre tan guapo al mismo tiempo!”

“¡Estoy tan celosa!”

Escuché a cada una de las alumnas de los cursos superiores hacer comentarios similares entre ellas en voz alta y clara. Vaya, ¡todas hablan muy bien de ella! Aún más contento, saludé con más fuerza a Olivia. Creía que se había metido en algún lío, pero parece que está perfectamente bien y feliz. Mi corazón se aceleró. ¡Qué alivio!

“¿Qué te trae por aquí, Papi? Oh, espera, ¡lo siento! ¡Me acabo de dar cuenta de que tengo que ir a Hechicería! Hasta luego.”

“Claro que sí, cariño. Hazlo lo mejor que puedas.”

Me saludó mientras saltaba en su sitio antes de marcharse de forma bulliciosa. Estaba rodeada de amigas y tenía una gran sonrisa en la cara.

Ahh, Olivia, realmente estás disfrutando de la escuela… Me lo había contado todo durante las vacaciones de verano, pero verlo con mis propios ojos me puso en las nubes.

Al cabo de un rato, el timbre volvió a sonar y las alumnas se apresuraron a volver a sus aulas. Los profesores entraron en las aulas un poco más tarde. La clase había comenzado y el silencio que reinaba en el patio hacía que el estruendo de las voces de hace un momento pareciese no haber existido. Mientras miraba el patio, la puerta de la oficina de recepción se abrió detrás de mí y entraron dos mujeres. Una de ellas era delgada y tenía una expresión severa, y estaba impresionantemente erguida para ser una mujer mayor.

“Sr. Eldraco…” Entonó la anciana. “Bienvenido, y gracias por venir.” “Oh, no, gracias. Soy el padre de Olivia.”

“Es la primera vez que nos encontramos desde la ceremonia de entrada. Soy Courié, la directora.” Hizo una profunda reverencia.

“Y yo.” Dijo la otra mujer. “Soy la directora de esta academia… y su fundadora.”

¿Su fundadora? Pero espera, ¿creía que la historia de esta academia era una que abarcaba casi trescientos años?

Con su larga melena rubia recogida, la mujer en cuestión se presentó. “Me llamo Phyllis Florence.”

Oh, sus orejas son puntiagudas. Ahora lo entiendo, es una… ¿qué era? Una elfa. Si no recuerdo mal, viven mucho más tiempo que otros pequeños, como los darkin.

La Srta. Courié y la Srta. Phyllis tomaron asiento en el sofá frente a mí.

“En circunstancias normales, la Srta. Phyllis de los Seis Sabios de Riaris no se reuniría con los padres o tutores, pero… está haciendo una excepción en este caso.” La Srta. Courié frunció el ceño.

Me he enderezado en mi asiento.

“Ahora bien, Sr. Eldraco. ¿Qué razón puede haber para que le hayamos llamado aquí hoy, aparte de su hija?”

“¡Si, por supuesto, señora! ¿Ha habido algún tipo de problema…?”

“Ni mucho menos.” Respondió ella. “Nos gustaría su consentimiento para declarar a Olivia Eldraco un genio oficialmente reconocido por el reino: la Alumna del Rey.”

“¿Alumna del Rey?” ¿Qué es eso?

La Srta. Phyllis estaba sentada escuchando mientras la Srta. Courié me lo explicaba en un tono pausado pero solemne. “La alumna becada especial de la Real Academia Femenina de Florence puede recibir de Su Majestad el estatus especial de Alumna del Rey. Además de renunciar a todos los gastos de matrícula, Olivia podrá participar en los asuntos oficiales especificados por, por ejemplo, la Real Orden de Caballeros o la Real Sociedad de Hechicería, y se le pagará por sus servicios en forma de salario. Es más, Olivia podrá complementar su educación en la academia… ¡mediante instrucción especializada con la propia Phyllis Florence!”

“Ahh.”

“Esto le daría la oportunidad de recibir mi sabiduría directamente…” Añadió la Srta.

Phyllis. “Ese es el resultado.”

Realmente no lo entiendo, pero parece que algo increíble está sucediendo aquí. Olivia es increíble. ¡La llaman especial!

“Acceder a la beca especial durante el primer año es un logro extraordinario.” Dijo la Srta.Courié.

Para resumir lo que me dijeron las dos mujeres de aspecto grave:

“Olivia Eldraco posee un talento suficiente para hacer temblar al mundo. Esto se lo declaro a usted como directora de la Academia Florence. Nos gustaría que nos permitiera apoyarla económicamente como estudiante becada especial e implementar la instrucción extracurricular bajo Phyllis Florence, una de los Seis Sabios de Riaris, fundadora de esta academia, y sabia gran elfa.”

“Erm…” Estaba contento de que Olivia fuera alabada hasta el cielo, pero… “No lo sé, Srta. ¿Podría dejarme pensarlo?”

“¡¿Qué?!” Gritó la Srta. Courié.

“¡Whoa, Srta. Directora, eso me ha dado un susto!”

“¡Es natural que grite! ¡Escucha, estamos hablando del alumno becado especial de la prestigiosa Academia de Florence! ¡El Alumno del Rey! Normalmente, sería un ‘sí’ sin reservas…”

“Bueno, ¿le has preguntado a Olivia?” “… ¿Perdón?”

“¿Le has preguntado a Olivia si quiere ser Alumna del Rey?” “No. Primero preguntamos a los padres o tutores.”

“Entonces, ¿cómo puedes saber que estaría dispuesta?” Acababa de verla encantada de estar aquí. Estaba sonriendo, rodeada de sus amigas. Por supuesto, Olivia también parecía feliz cuando estaba conmigo, pero la sonrisa que llevaba aquí era diferente. Por lo tanto, era ella la que tenía que tomar la decisión que podría cambiar su vida cotidiana, no yo. “Si Olivia se convierte en Alumna del Rey, ¿no disminuirá el tiempo que pasa en la academia?”

“Podrá tomar las clases que son importantes. También debemos, por supuesto, considerar la posibilidad de saltarse grados…”

“Saltarse los grados significa que Olivia se mueva a una clase superior antes de tiempo, ¿correcto? ¿No sería eso romper con las amigas que tiene ahora?”

“Sí, naturalmente.”

“Además, la instrucción a cargo de la Srta. Phyllis dejaría a Olivia sola sin compañeros de clase, ¿no?”

“Sobre eso: se mudaría de los dormitorios a la residencia de la Srta. Phyllis para recibir su entrenamiento.”

“Así que tampoco podría ver a sus amigas del dormitorio.” “¡Pero dado el talento de Olivia, esto es más importante!” “Deja que eso lo decida Olivia.”

“¡Seguro que bromea!” La Srta. Courié se quedó sin palabras. A juzgar por su expresión, apenas podía creer que yo no me emocionara al escuchar tan fantástica noticia.

Pero no iba a ceder. Como su padre, quiero que Olivia elija una vida plena para sí misma. Recordé la sonrisa de Olivia durante las vacaciones de verano mientras contaba historias de su vida escolar, y los ojos brillantes de Olivia cuando pasaba el día con Daisy. Nunca podría cambiar su vida escolar por voluntad propia. ¿Qué tan loco sería si yo decidiera las cosas que conciernen a la vida de Olivia sin su opinión? Cuando decidí que se inscribiera en esta escuela, fue porque ella me dijo, al llegar al examen: “¡Vaya, Papi! Qué escuela tan increíble.”

“… ¡Ja, ja, ja, ja!” Ya no estaba en silencio, la Srta. Phyllis estaba temblando de risa. “¿Srta. Phyllis?”

“Sr. Eldraco, ¿no? ¡Eres bueno! Eres muy bueno!” “¿Eh?”

“A decir verdad, me he estado retorciendo las manos por lo mucho que ha cambiado mi academia. Todos los padres de los estudiantes inscriben a sus hijos aquí por el prestigio y el estatus y cosas por el estilo… Empezaba a darme cuenta de lo mucho que nos hemos alejado de nuestra antigua ambición de proporcionar una educación destinada a permitir que las chicas con un futuro brillante obtengan la felicidad… Jejeje… Quién hubiera imaginado que todavía había guardianes como usted en mi academia.”

“¡Pero Srta. Phyllis!”

“Courié. ¿Seguro que lo entiendes? Es tal y como dijo el Sr. Eldraco. Es Olivia, la estudiante en cuestión, quien debe elegir qué tipo de educación recibirá.”

“Puede ser, pero…” El ceño de la directora se frunció aún más, pero la Srta. Phyllis continuó impertérrita.

“Vamos a llevar a cabo una reunión de padres e hijos una vez que las clases del día hayan terminado. Olivia decidirá si se convierte o no en alumna becada especial en ese momento… De hecho, si lo prefieres, puedo incluso realizar la prueba final allí mismo. Comprobaré el talento de Olivia con mis propios ojos.” Y con eso, la señorita Phyllis se despidió.

La directora inclinó cortésmente la cabeza. “Entendido, Sra.” “Y ahí va.”

La directora suspiró. “Si la Srta. Phyllis insiste, entonces no hay nada que hacer. Sr. Eldraco, le prepararé una habitación para invitados, así que por favor quédese esta noche. Discutiremos el asunto aquí, en la oficina de recepción, después de que los alumnos hayan cenado. Informaré a Olivia a través de su profesor de aula.”

“Bien, sí, gracias.”

“Además, hay algo que me gustaría preguntarle más tarde en relación con el trabajo herbológico que presentó Olivia…”

“Ah, el proyecto de investigación independiente. Ella estaba cultivando una planta que es común cerca de donde vivimos. Ella dijo que es porque no aparece en la guía de campo…”

“¡¿Qué?! ¡Esto es un gran descubrimiento! ¡Es muy probable que esa sea la hierba panacea que se creía perdida en el tiempo!”

“¿Lo es?”

Después de una pausa.

“Bueno, lo discutiremos más tarde.” Y con eso, la directora también se fue.