Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 1

Capítulo 15: El Sr. Dragón se Estrena Como su Papá

A la mañana siguiente corría una brisa muy agradable. Para desayunar, preparé unas tostadas de pan de nueces con mucha mantequilla y miel. Además, mezclé una ensalada de verduras silvestres con mucho aceite de nueces y espolvoreé un poco de sal por encima. También hice una sopa clara aparte, y las cebollas y el caldo de salchicha que utilicé les dieron su sabor a raudales.

“¡Te jee! Este es tu desayuno favorito, Papi.”

“Tienes razón, cariño; es más o menos nuestra norma.”

Pan de nueces, ensalada de verduras silvestres y sopa. Nuestro desayuno prototípico. Básicamente, todos los libros de paternidad instan a sus lectores a no saltarse el desayuno, así que lo puse en práctica rápidamente cuando empezamos a vivir juntos. Como es una cosa de todas las mañanas, pensé que lo más sencillo era lo mejor, así que ideé este menú. Además, me gustan las verduras silvestres.

“¿Tienes esto todos los días?”

“¿Tienes una comida habitual en tu casa, Daisy?”

“Bueno, en mi casa, el resultado de la comida varia cuando lo hace el jefe de cocina. La mayoría de las veces, sólo puedo comer con mi padre o mi madre en banquetes o funciones sociales. Desayunar así con la familia nunca se me ha pasado por la cabeza.”

“Ya veo.”

Poco a poco, Daisy fue compartiendo sus pensamientos con nosotros. La mayoría de los estudiantes de la academia eran hijos de magos venerables o de la nobleza o similares, y la gran mayoría de ellos no tenía la costumbre de reunirse en gran número alrededor de una misma mesa. Contó lo desconcertada que se quedó cuando comió con otros por primera vez al entrar en los dormitorios, lo sorprendida que se quedó cuando Olivia habló alegremente de las comidas que le preparaba su padre y la envidia que le produjo.

“He pedido un gran favor, venir a dormir aquí. Nunca me he quedado a dormir en casa de un amigo… Así que, por eso…”

“¡Je jee! Daisy, ¡también es la primera vez que un amigo viene a mi casa! Así que estamos iguales…”

Olivia y Daisy intercambiaron miradas. Luego, sus sonrisas coincidentes fueron tan deslumbrantes como el sol de la mañana.

“¡Esto fue muy divertido!”

“¡Me lo he pasado realmente bien!”

“¿Es así? Bueno, este viejo también se lo pasó muy bien.” Me sentí tan cálido y confuso por dentro.

Más tarde, la Srta. Clowria sacó a la Reina Oscura… o mejor dicho, a la “casera” de nuestra casa. Se disculpó por el incidente en la biblioteca. Se veía tan abatida. Tal vez le haga un té súper dulce más tarde. Pero despedir a Daisy es lo primero.

***

Decidimos que Olivia la acompañaría al otro lado del bosque. Los bosques del Pico Sagrado son espesos, pero Olivia estaba acostumbrada a caminar por ellos, así que las dos chicas estarían a salvo. Ni una sola vez se perdió Olivia entre los árboles.

“Puedes quedarte más días.” Le dije a Daisy, que sostenía su bolsa de viaje con ambas manos.

Sacudió la cabeza. “Gracias, pero sólo he podido retrasar mi regreso a casa diciendo a los de casa que deseaba ver unos libros en una sala de estudio de la academia… A decir verdad, mis padres no saben que me quedé a dormir en casa de Olivia.”

“¿De verdad?”

“Si ese es el caso, bueno…”

“Está bien; no lo diremos. ¿Verdad, Olivia?” “Ajá. ¡Claro que no, Daisy!”

“Muchas gracias.” Dijo ella, lanzando un suspiro de alivio.

Su madre debe ser realmente aterradora. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, nos encantaría que viniera cuando quisiera, siempre y cuando estuviera bien en nuestra humilde morada.

“Daisy.” Dije. “Pásate por nuestra casa cuando quieras. Te prometo que siempre serás bienvenida aquí.”

“¡Ah, gracias, señor!”

“¡No es justo, Papi! Daisy, yo también te espero, ¿vale?” “Je, je, pero Olivia, ¡puedo salir contigo en la escuela!” “¡Oh, claro! ¡Jee jee!”

Antes de marcharse, Daisy volvió a hacer una profunda reverencia. Realmente es una niña muy cortés.

“Nos vemos, Daisy.” Dije con una sonrisa.

“Uh, lo siento, antes de irme, me gustaría preguntarte algo.” “Claro, dime.”

Me miró fijamente y, sin pausa, dijo: “Bueno, cuando me enteré de que vives en el Pico Sagrado, pensé que no, que no podía ser… pero realmente vives en una finca tan ilustre, y tienes una biblioteca con tantos grimorios. Así que… ¿Eres, en realidad, un mago súper distinguido que vive recluido del mundo?”

“¿Eh?” Estaba en un pequeño aprieto. No podía decir exactamente algo como que soy un dragón que ha estado viviendo aquí desde tiempos antiguos. “Bueno, por ahora, ese será mi pequeño secreto.”

Muy bien, ¡mira cómo voy! ¡Ahora puedo dar una respuesta evasiva adecuada como un humano! Me dieron ganas de presumir de mi nueva habilidad.

Por alguna razón, Daisy me miró con estrellas en los ojos. “¡¡¡Así que es tal y como sospechaba!!!”

Uh-oh. Supongo que le di una idea equivocada. ¿Estará bien así, o…?

“¡Adiós, señor!”

“¡Hasta luego, Papi!”

Y así, las dos amigas íntimas desaparecieron por el bosque, sin tomar nota de mi malestar. En cualquier caso, supongo que puedo considerar la primera fiesta de pijamas de Olivia como un éxito.

No hay nada de qué preocuparse… ¿verdad?

“¡Recuerda cuidarte! Adiós.” Dije mientras se alejaban de la mano, saludando a sus espaldas.

“¡Su secreto está a salvo conmigo, señor!” Dijo Daisy.

Definitivamente está malinterpretando algo…

***

Unos días después del regreso de Olivia, murmuraba en sueños.

Nuestros días juntos fueron divertidos y tranquilos, como antes. Y allí estaba yo, dormitando cómodamente en la cama de mis aposentos, el antiguo campo de entrenamiento del ejército darkin.

Mis ojos se abrieron un poco. La luz que entraba por las ventanas era más intensa que de costumbre. Tan brillante…

“Guhh… Espera, ¿no me digas que ya es mediodía?”

El sol estaba alto en el cielo. Aunque aún no era más allá del mediodía, igual era bastante tarde. Qué raro.

Normalmente, Olivia me despertaba gritando: “¡Papi! Tengo hambre.”

Entonces, oí un alegre clamor a lo lejos: tintineo, golpeteo, golpes. Y, al poco tiempo, un aroma realmente agradable se abrió paso hasta mí…

“¡¿Eeyaaaah?!” Se escuchó un grito.

Me desperté de golpe. ¿Era Olivia? “¡¿E-E-Estás bien, Oliviaaaa?!” Salté de la cama y corrí hacia la fuente de la conmoción, corriendo a la cocina para encontrar a Olivia allí.

“¡P-Papi!”

“Olivia, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado?”

“Err, bueno… Es que pensé en hacerte una sopa de leche…” “¿Eh?”

Llevaba un delantal y sostenía un cazo. En la olla quedaba una pequeña cantidad de sopa de leche, pero algo de leche se había derramado en el suelo.

“Estabas durmiendo tan profundamente que se me ocurrió preparar el desayuno por mi cuenta. Leí la receta y aprendí a hacer sopa en la escuela… pero cuando lo intenté, ¡la leche se derramó!” Dijo pensativa, con los hombros caídos.

“… ¡Olivia!” La abracé con fuerza. “¡Papi, me estás aplastando!”

Me apresuré a relajar mi agarre, pero ¿quién puede culparme? Olivia era tan amable. Y pensar que había intentado prepararle el desayuno a su padre.

“¿Así que intentaste hacerle a papi una sopa de leche? ¡Gracias, Olivia!” “¡Pero mira, ahora es un desastre!”

“No pasa nada. El suelo sólo necesita un poco de fregado y estará como nuevo.” “¡Ah, te ayudaré, Papi!”

Trabajando juntos, la limpieza no llevó nada de tiempo. Guardé la fregona, tras lo cual llegó por fin el momento que estaba esperando. Calenté lo poco que quedaba de la sopa que había hecho y la puse en un cuenco.

“No te importa que me coma esto, ¿verdad?” “Espera, ¿te lo vas a comer, Papi?”

“Por supuesto. La mayor parte puede haber acabado en el suelo, pero aún queda algo.

Muy bien, es hora de comer.” “Pero Papi…”

“Vaya, esto tiene buena pinta.”

Le dirigí una sonrisa y, aunque parecía perpleja, me di cuenta de que también estaba un poco aliviada.

Está bien, Olivia. Ninguna sopa que me prepares puede ser menos que deliciosa.

Puse nuestros dos platos de sopa en la mesa. Era muy poco para dos personas, así que saboreé mi ración poco a poco. “¡Mmm… qué bueno está!”

“¿De verdad?”

“De verdad. Gracias, Olivia. Es la sopa más sabrosa de todo el mundo.” Ante eso, Olivia esbozó una sonrisa de margarita.