Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 1

Capítulo 14: El Sr. Dragón Recibe Cartas

Había pasado una semana desde el primer día de colegio de Olivia. Un gran búho entregó un paquete de cartas en nuestra casa. Era un familiar, un animal que vive junto a los humanos.

“Gracias, Sr. Búho. Adiós.”

Agité la mano y el búho se inclinó cortésmente. Era muy inteligente. Y sus plumas eran tan brillantes. Alguien debía cuidarlo bien.

La entrega contenía comunicaciones periódicas de la escuela, así como… “¡Esta es de Olivia!”

La pulcra letra de Olivia adornaba el sobre. “Awww… Dice ‘A PADRE’!”

Podía sentir lo mucho que había madurado. Siempre me llamaba “papi”. Claro, era una carta, pero el hecho de que me llamara “padre” me resultaba un poco incómodo. “Tengo que decir, sin embargo, que es un buen montón de cartas. Veamos…”

Las desplegué y me tomé mi tiempo para leerlas.

***

Padre,

Espero que te vaya bien. Me va bien en la escuela. Ahora estoy en la clase de las estrellas. Me sorprendió porque sólo hay seis personas en ella. Pero ya he hecho algunos amigas. Daisy Palestria es mi mejor amiga de todas ellas. ¿Puedo llevarla a casa cuando estemos de vacaciones? La madre de Daisy da mucho miedo, así que Daisy dice que no quiere estar allí si no es necesario. Mis otras amigas de la clase siempre hablan de que sus padres o madres también dan miedo. Pero como son tan simpáticas, a mí no me hace ninguna gracia. Lo único que se me pasa por la cabeza es ‘¿eh?’. ¡Pero eso sólo significa que soy una chica muy afortunada! Así que permíteme que te dé las gracias de nuevo.

A mi queridísimo Papi,

Firmado, Olivia Eldraco.

***

Leo esto último unas cien veces. Sólo con llamarme su “queridísimo Papi”, una sonrisa aparece en mis labios. “Mi queridísimo Papi”… Olivia, cariño, para mi tú también eres queridísima.

“Veamos… Este es de la escuela, eh.” Alcancé el siguiente sobre. Estaba etiquetado como de la Secretaría de la Real Academia Femenina de Florence. La carta crujió cuando la desdoblé y le di un rápido vistazo.

***

Estimado Sr. Eldraco,

Muchas gracias por su continuo apoyo a los principios fundacionales y a los dictados de la Real Academia Femenina de Florence. Esta es una evaluación periódica del rendimiento escolar de su hija, Olivia Eldraco. Una de las características de la academia es la retroalimentación frecuente y detallada sobre el progreso de las alumnas como estudiantes.

EVALUACIÓN ESCOLAR INTERMEDIA TEORÍA MÁGICA: S+

CATEO DE HECHIZOS: S+ ESGRIMA BÁSICA: S+ EQUITACIÓN: S+

COMPRENSIÓN DE GRIMORIOS: S+ FUNDAMENTOS DE LA LINGÜÍSTICA ANTIGUA: S+ COMENTARIOS:

Está inscrita en la clase de las estrellas, la orgullosa cúspide de esta academia. La clase de las estrellas fue creada por Phyllis Florence, una de las seis sabias de Riaris y fundadora de la Real Academia Femenina de Florence, siguiendo el modelo de los seis sabios. Cada curso tiene una clase de estrellas compuesta por seis estudiantes, pero las notas de Olivia son extraordinarias incluso entre sus compañeras. Le sugerimos que considere la posibilidad de que Olivia salte de curso o incluso pase directamente a la enseñanza superior.

Le rogamos que dirija sus preguntas a la Secretaría de la Real Academia Femenina de Florence.

Firmado,

La Real Academia Femenina de Florence.

***

Me alegré mucho. “¡Wow, Olivia realmente está rompiendo récords!”

La Srta. Clowria me dijo que una “S” en un boletín de notas significaba una calificación realmente sobresaliente. Tantas notas buenas seguidas significaban que se esforzaba mucho en su trabajo escolar. Además, dijo que había hecho amigas. Las vacaciones de verano no podían llegar lo suficientemente pronto para mí.

Me pregunto cómo es esta chica Daisy. Es una Palestria, eh… Supongo que eso la convierte en la hija de la mujer que se sentó a nuestro lado en la ceremonia de entrada. Ella tenía un aire prohibitivo a su alrededor.

“¡Pues bien, ventilare los grimorios mientras ella no está aquí!” Supuse que podría concentrarme en los grimorios que son demasiado peligrosos para que Olivia los maneje. Dependía de mí hacerlo, ya que la Reina Oscura estaba realmente decaída ahora que Olivia no estaba y apenas salía de la Torre Oeste.

A partir de entonces, la lechuza pasó por el castillo con regularidad. Un día, llegó con otra carta de Olivia y otro boletín de notas de sobresaliente.

“¡Ah!” Solté al leer la carta.

***

Padre,

¡Vuelvo a casa la semana que viene! A mi queridísimo Papi,

Firmado, Olivia Eldraco.

***

Eso era todo lo que había escrito. Su excitada caligrafía decía lo impaciente que estaba por volver a casa.

“¡Fantástico! ¡Olivia va a volver!” Di pequeños saltos de alegría. La Srta. Clowria me enseñó hace poco el divertido estilo de caminar llamado ‘skipping’ que hacen los humanos en ocasiones, y no pude evitarlo. “¡Srta. Reina Oscuraaaaaaaa! ¡Srta. Clowria! ¡¡¡Olivia va a volver a casa!!!”

Salí por las puertas del castillo, volví a la forma de dragón y emprendí el vuelo.

“¡Hughh, Dragón Anciano! ¡¡¡Esto es una invasión de la privacidad!!!” Gritó la Reina Oscura, todavía en pijama.

Pero en cuanto se enteró del inminente regreso de Olivia, gritó: “¡Clowriaaaa!”

¡Oh, qué ganas tenía de que llegara! Me preguntaba si nos contaría todo sobre la escuela.

Prepararía sus platos favoritos para la cena, eso era seguro.

El semestre de primavera pasó en dos sacudidas de cola de cordero.

***

Por fin llegó el día. Era la primera mañana de las vacaciones de verano de la Academia de Florence. Había sacado una silla frente a nuestra casa y me senté a esperar el regreso de Olivia. Al ser el Castillo de la Reina Oscura, nuestra casa es bastante espaciosa. Tan espaciosa, de hecho, que se tarda un rato en llegar a la entrada desde la cocina, donde paso la mayor parte del tiempo. Quería verla cuanto antes.

“¡Oye, Anciano Dragón! ¿Ya llegó Olivia?” “No, todavía no.”

La Reina Oscura bajó una y otra vez de la Torre Oeste sólo para preguntarme. Y pensar que había estado encerrada en la Torre Oeste con la Srta. Clowria todo este tiempo. Tenía hormigas en sus pantalones y algo más.

“Oh, me olvidé de decirle algo, Srta. Reina Oscura.” “¿Qué?”

“Parece que Olivia va a traer una amiga a casa. ¿Está bien?” “¡¿Haugh quéééééé?!” Se quedó helada.

Ya veo. No le gusta mucho la idea de conocer gente, eh… Supongo que tiene sentido. Hace mucho, mucho tiempo, los darkin vivían vidas de relativa paz, pero desde que los humanos se multiplicaron, las cosas han sido un poco duras para ellos. Los humanos estuvieron tras su cabeza durante mucho tiempo y el Héroe causó estragos en el castillo y en sus camaradas darkin. La población de darkin ha disminuido definitivamente.

“Pero… quiero ver a Olivia…” La Reina Oscura empezó a retorcerse y a juguetear con el dobladillo de su pijama. Podía imaginármela llamando a la Srta. Clowria, aferrándose a su alta figura y llorando a mares, como siempre.

“Todo estará bien. Olivia eligió a esta chica para ser su amiga. Es imposible que no sea una buena chica.”

“Haugh. E-Eso es cierto. Hrmm…” Parecía que a la Reina Oscura le parecía un argumento convincente.

Con eso, se volvió a esperar. Ella llegaría en cualquier momento.

Aquella tarde, justo cuando el cielo cambiaba de color, llegó por fin Olivia. Las figuras de dos niñas pequeñas surgieron del borde de los densos bosques del Pico Sagrado de Olimpia. Una de ellas agitó sus pequeñas manos. “¡Papi, ya estoy en casa!”

“¡Bienvenida, Olivia!”

Me levanté como un cohete de la silla en la que había estado sentada desde la mañana. Olivia corrió hacia mí, todavía con la gran bolsa de viaje designada por la academia. Tiró la bolsa al suelo y me abrazó. “¡Papi!”

“Has crecido, Olivia.”

“¡Tee jee! ¿De verdad? Sólo han pasado tres meses.” “Sí, tres meses enteros.”

Olivia había crecido una talla más desde que nos separamos el día de la entrada al colegio. La túnica que antes le cubría los tobillos se le había acortado un poco. Su paso estaba ahora lleno de confianza. Parecía tan confiable.

Los niños humanos crecen tan rápido, pensé mientras la abrazaba.

Justo entonces, oí una voz tranquila y cortés. “Es un placer conocerlo.” Dijo la chica menuda con el cabello ondulado de color índigo que le llegaba a la cintura. Bajó la cabeza en una reverencia de buenos modales.

“Ah, bienvenida, bienvenida.”

“¡Ah, Papi! ¡Esta es mi amiga, Daisy!”

“Me llamo Daisy Palestria. Por favor, acepte mis disculpas por irrumpir durante su reunión padre-hija. Hace tiempo que esperaba pasar la noche aquí.”

“Oh, err, Daisy, no necesitas ser tan formal… Sólo, eh, relájate, ¿de acuerdo? Err…” Me sorprendió la formalidad de su saludo, pero aparte de eso, tenía algunas palabras preparadas para cuando nos encontráramos. Era un giro de la frase que recogí en un libro llamado: Socializar con los Amigos de tus Hijos. “¡Estoy encantado de que Olivia te tenga como su nueva amiga!”

Llevaba mucho tiempo esperando para cantar eso, desde que me enteré por Olivia de que iba a traer a una amiga a casa.

“¡Je, je!” Olivia soltó una risita tímida. Su costumbre de agarrar el dobladillo de mi ropa con fuerza no había cambiado desde que era pequeña. Cuando estaba en forma de dragón, tiraba con fuerza de mi melena.

“Oh no, el placer es todo mío, señor.”

“¡Entra, Daisy!” Olivia invitó a su amiga a entrar. “Muchas gracias.”

Aunque Daisy tenía la edad de Olivia, parecía notablemente madura y su postura era impecable. Olivia la llevó al interior de la mano.

“No sé… Está bien si se afloja un poco.” La expresión de Daisy era un poco rígida, lo que me tenía un poco preocupado. Recordé lo que Olivia había dicho en una de sus cartas.

La madre de Daisy da mucho miedo, así que Daisy dice que no quiere estar allí si no es necesario.

Esperaba que Daisy se relajara un poco. Pensé en cómo quería que se divirtiera aquí mientras seguía a las chicas.

“He horneado las galletas de nueces que tanto te gustan, Olivia, ¿por qué no tomamos un té?”

“¡Yaayy! Daisy, las galletas de Papi son súper buenas, ¡así que te espera un trato increíble!”

“Oh, Dios. ¿Tu padre cocina?”

“¡Sí! ¡Hizo un gran festín para mi cumpleaños, y su sopa de leche es la mejor de todo el mundo!”

“Ya… ya veo.”

Pillé a Daisy bajando un poco la mirada. Qué raro, pensé.

Cuando hay invitados, todo el mundo sabe que hay que sacar té negro. O al menos eso he leído.

Serví una taza para Olivia, otra para su amiga y luego una para mí. En cuanto a la Reina Oscura…

“Hauughh…”

Vi al gato negro observándonos desde detrás de la cobertura.

Supongo que no quiere té por ahora. Dicen que los gatos no son buenos con las cosas calientes.

Hizo un agradable sonido de chapoteo cuando lo vertí y el dulce aroma de las hojas de té comenzó a fluir suavemente por el comedor.

“… Saben bastante bien.”

“Je, je, ¡¿verdad?! A mí también me encantan las galletas de nueces de Papi.”

“… En verdad saben bastante bien.” Daisy mordisqueó las galletas a su ritmo, tranquila y bien educada, pero con gran entusiasmo. Parecía que realmente le gustaban. Olivia movió las piernas alegremente mientras observaba a Daisy hacer de las suyas.

Les entregué a las dos su té recién servido. Tenía tazas usadas que guardaba para ocasiones especiales. “Su té está servido.”

“¡Yaayy!” “Muchas gracias.”

“Estoy feliz de que estés disfrutando de la comida.” “Ah, mis disculpas. ¿He hecho una exhibición vulgar?” “¡No, no, por supuesto que no!”

Daisy agachó la cabeza avergonzada, así que la miré a los ojos y sonreí lo que esperaba que fuera una sonrisa tranquilizadora. Estaba un poco nervioso, ya que era la primera vez que interactuaba con una niña que no fuera Olivia. “Siéntete como en casa. Olivia lleva tanto tiempo aquí sola que me preocupaba que tuviera problemas para hacer amigos. Por eso estoy encantado de que Olivia haya traído una amiga a casa para pasar el rato tan pronto. Así que déjame agradecerte una vez más, Daisy.”

“De nada.”

“Tienes algo de tiempo hasta la cena, así que ¿por qué no haces que Olivia te muestre el lugar? Ah, pero no subas la escalera de la Torre Oeste. La Reina—err, uhh, es decir, la dueña de este castillo… ¡vive allí!”

“¿Así que estás alquilando el lugar?” Daisy se rió, temblando de risa.

La Reina Oscura nos miraba fijamente, acurrucada en un rincón del comedor mientras movía la cola. Así es, nuestro hogar es el castillo de la Reina Oscura.

Olivia sonrió a Daisy. “Mi Papi es tan bueno, ¡¿no?!”

“Realmente lo es… Mi padre sirviendo té o cocinando comida es impensable en mi casa… No ha ocurrido ni una sola vez. Además, err, tu padre, es…”

“¿Ah, sí?”

“Parece tan joven y elegante.”

Terminé escuchando lo que Daisy le susurró a Olivia. ¡Joven y elegante! Me sorprendió. Pensar que se hablaría de esta forma humana en tales términos. Así que así es como me veía Daisy. ¡Huh!

“Je je, totalmente. Estoy orgulloso de llamarlo mi Papá.”

¡Awww! Las palabras de Olivia me pusieron un resorte en el paso. Me apetecía poner un cincuenta por ciento más de néctar en el té, y así lo hice.

Olivia y Daisy se llevaban muy bien. Corrían por el castillo disfrutando de la vista de los bosques de Olimpia desde lo alto de la Torre Este y se reían mientras disfrutaban de la luz del sol coloreada por los rosetones del vestíbulo. Al escuchar sus alegres voces, reflexioné sobre nuestra buena suerte mientras preparaba la cena. La niña que antes era tan pequeña y flácida y se aferraba a mí como una manta de seguridad, ahora se divertía con una amiga que había hecho sola. Puede que me sintiera un poco solo, pero eso quedó ahogado por una oleada de alegría.

“Ja, ja, y dijo que está orgullosa de llamarme su papi… ¡Jee jee!” Me encontré sonriendo al pensar en ello. Estoy tan feliz de que esté orgullosa de mí. Quiero decir, yo estoy muy orgulloso de ella, así que por supuesto quiero que ella también esté orgullosa de mí. “Me pregunto si saldrán pronto de su baño…”

Olivia había insistido en bañarse con Daisy. La bañera era lo suficientemente grande como para que cupieran decenas de personas cómodamente, así que dos no eran un problema. Tomo unas flores de buen olor del jardín y dijo que las haría flotar en el agua de la bañera. Debía de estar esperando la fiesta de pijamas de hoy con gran expectación.

“Muy bien, es hora de picar los ingredientes…” Estaba preparando la querida sopa de leche de Olivia y algo de pan. Usé mucha mantequilla en la masa del pan para que fuera grande y esponjosa. Últimamente, la Reina Oscura había estado ordenando una variedad de cosas desde su habitación, así que seguía recibiendo comida sabrosa. “¡Puedo comprar cosas con sólo pulsar un botón! ¡Mua ja ja!” Pensaba preguntarle cómo hacer eso un día de estos.

Justo entonces…

“Perdona que te moleste, pero ¿hay alguna manera de que pueda ayudar?” “Ah, Srta. Clowria.”

Estaba de pie en la entrada de la cocina y acunaba una bola de pelusa negra en el pecho. La bola de pelusa tenía unos pequeños cuernos de oveja junto a las orejas: era la Reina Oscura.

“Y si no es la Srta. Reina Oscura. ¿Todavía en su forma de gato?” “Haughh. ¡Hay un extraño está en mi castillo! Es natural.”

“Perdónenos.” Dijo la Srta. Clowria. “La Reina Maredia ha estado de mal humor.”

“V-Vamos, ¡¿no tienen consideración conmigo?! ¡Yo también quiero jugar con Olivia!” “Vamos, por favor, no te agites así.”

“¡Haugh, eres tan mala, Clowria! ¡Sabes las ganas que tenía de que volviera Olivia! Y le prometí que la llevaría a la biblioteca para enseñarle los fundamentos de la magia secreta transmitida a los darkin.”

“Su amiguita se irá a casa mañana. Seguramente podrás soportarlo por un día.” “Hauughh…”

Sus orejas se inclinaron hacia abajo. Mientras tanto, yo estaba contento de que ella y Olivia se llevaran tan bien. Hablando de la biblioteca…

“Ahora que lo pienso, las dos parecían entusiasmadas por pasarse por la Biblioteca de Grimorios una vez que terminaron su baño.”

“¡¿Quieres decir que fue con esa otra?!” “Sí, Daisy también parecía entusiasmada.”

“Haughh… Mi afamada biblioteca… Espera, espera un segundo, ¿dónde he oído el nombre de Daisy?” La Reina Oscura ladeó la cabeza en señal de contemplación. Por cierto, es increíblemente lindo cuando un gato inclina la cabeza de esa manera.

“¿Recuerdas a la mujer que se sentó a nuestro lado en la ceremonia de entrada?”

“La mujer que se sentó a nuestro lado… ¡Ah, así que es una descendiente de esa Casa de Palestria!”

“Sí, claro. La Sra. Palestria.”

Me sorprendió que se acordara, considerando el poco interés que tenía por los humanos. Puede que el Palestria que era el ancestro de Daisy haya dado media vuelta y haya huido, pero seguía siendo un miembro del Grupo del Héroe, así que debe haber causado un gran impacto en la Reina Oscura.

“Haugh…”

“¿Qué pasa, Mi Señora?”

“Oh, siento que estoy olvidando algo…” La Reina Oscura ladeó la cabeza mientras se devanaba los sesos.

La Srta. Clowria también inclinó la cabeza. “¿Se te olvida algo?”

“Uh-huh. Es algo que tiene que ver con el Grupo del Héroe… Hmm… Siento que algo está royendo en el fondo de mi mente… ¿Qué podría ser…? Ah.”

“¿Ah?”

“… ¡Haugghhh!”

“¿Qué es, Mi Reina? ¿Qué te preocupa?”

“¡Oh, no! ¡Lo había olvidado por completo! ¡Puse trampas para hacer picadillo al próximo descendiente que se atreviera a entrar en mi biblioteca!”

“¡¿Eh?! No, e-espere, ¿Mi Señora? ¡Es la primera vez que oigo esto!”

“¡N-Nunca se lo dije a nadie! Pensé en darles un susto… Y hasta llegué a tenderle una trampa a esa Palestria, la maga que huyó ante la entrada del castillo, por si acaso…”

“¡¿Qué?!”

¡Esto es malo! ¡Tenemos que detenerlas antes de que se dirijan a la biblioteca!

“¡O-Olivia!”

Salí corriendo con el gato negro que maullaba en mis brazos.

La puerta de la Biblioteca de Grimorios estaba entreabierta. Normalmente, se mantenía cerrada.

“Cielos, ¿es demasiado tarde?”

Era posible que se dirigieran a la biblioteca después del baño. Al fin y al cabo, les hacía mucha ilusión. Me apresuré a entrar en la biblioteca, presa del pánico. En caso de necesidad, estaba dispuesto a adoptar la forma de dragón para protegerlas, igual que había protegido a Olivia aquella vez. Significaría revelar mi verdadero yo a Daisy, pero no había sustituto para la vida de las chicas. Además, Daisy podría entender nuestra situación si lo hablábamos.

“¡¡¡OLIVIA!!!”

Las dos estaban inmóviles en la sala de lectura, vestidas con camisones a juego.

Daisy estaba muerta de miedo, aferrándose a Olivia mientras una gran manada de monstruos y fantasmas las tenía rodeadas. Nunca había visto esas criaturas en el castillo, así que tenían que ser una trampa de la Reina Oscura.

¡T-Tengo que salvarlas!

“¡Ambas, no se muevan!”

Pero en el instante en que dije eso, Olivia levantó suavemente su brazo derecho. “¿Olivia?”

“¡Hi-ya!”

¡Bam! Un abrasador haz de luz blanca salió de delante de ella. Quedé momentáneamente deslumbrado.

“¿Eh?” Abrí los ojos y descubrí que la plétora de fantasmas se había desvanecido, dejando sólo a los monstruos a su paso.

“¡Una vez más! ¡Hi-ya!”

Una lluvia de lanzas de hielo se lanzó desde la dirección de Olivia, atravesando las pieles de los monstruos y enviándolos de vuelta al Reino Oscuro.

Por un segundo, me quedé allí, con la boca abierta. Finalmente, recobré el sentido y me precipité hacia ellas, y acabé lanzando a la Reina Oscura en el proceso. Como era una gata en ese momento, pudo caer de pie, así que no me preocupé demasiado.

“¡Olivia!”

“¡Papi!”

Olivia sonrió inocentemente como si aquel percance no acabara de ocurrir. No estaba sin aliento ni nada, y no parecía sorprendida ni asustada.

“¡Eh, eh! ¿Qué tal? Fui bastante increíble, ¿no?”

“¡Fue más que increíble, Olivia! Nunca hubiera pensado que pudieras derrotar a tantos monstruos y fantasmas de una sola vez de esa manera…”

“¡Ja, ja! Son hechizos que aprendí de la Srta. Maredia y en la escuela. Ah, pero me contuve, ¡como tú lo hiciste aquel día!”

“¡¿Te contuviste?!”

“Me sentí mal por los monstruos, así que…”

“Ya veo. Realmente te has hecho fuerte. Eres tan fuerte que tu papi está francamente asombrado. Pero vaya, mi corazón casi se detuvo…”

“¡Oh, no, eso no es bueno!” Dijo Olivia, con los ojos muy abiertos. Luego expresó su preocupación por Daisy, que seguía temblando mientras se aferraba al brazo de Olivia. “¿Estás bien, Daisy?”

“Y-Y-Yo estoy bien… creo.”

Los ojos de Daisy estaban más que empañados y se veía pálida, pero ¿quién podría culparla, con el problema que acababa de tener?

Me dirigí a ella lo más suavemente posible para no asustarla: “Ehm… ¿Qué te parece si vamos al comedor? Hay una sopa caliente esperándote.”

Daisy aún parecía asustada, pero asintió profundamente. Me puse en posición de protección. Al salir de la biblioteca…

“Lo siento de verdad.” “¡Srta. Clowria!” Dijo Olivia.

Estaba esperando junto a la entrada de la biblioteca y haciendo una profunda reverencia.

La Reina Oscura se agitó en sus manos.

“Represento a la dueña de este lugar.” Continuó, con la cabeza todavía baja. “Permítame disculparme por exponerla a tal peligro. Deberíamos haber sido más rápidos en ver que ese peligro se acercaba.”

Me sorprendió verla así. “Eh, tú no… Por favor, levanta la cabeza.”

“S-Sí, por favor, hazlo.” Dijo Daisy. “Estoy bien… Sólo me dio un poco de miedo, eso es todo. Ah, y fue sobre todo la magia de Olivia la que me despistó… Como puedes ver, salí ilesa.”

Ante estas palabras, la Srta. Clowria levantó por fin la cabeza. “Volveré con la casera para que ella también se disculpe.”

“¡¿Haugh?!” Pero el grito estridente de la Reina Oscura sonaba muy parecido a como lloraría un gato.

Uf, eso me hizo saltar. Accidentes como ese son malos para mi corazón. Fue entonces cuando me di cuenta de que, para mí, algo que le sucediera a Olivia era cientos de veces más aterrador que algo que me sucediera a mí. Dicho esto, la magia de Olivia me dejó boquiabierto. Se había convertido en una pequeña potencia antes de que nos diéramos cuenta. Esos hechizos eran los de nivel de principiante que Olivia practicaba un poco conmigo cuando era pequeña,

¿no? Vaya, qué tiempos aquellos.

Todavía estaba pensando en lo fuerte que se había puesto Olivia cuando volví a la cocina para calentar la sopa de leche. Las abundantes cantidades de pollo y champiñones blandos le daban un sabor suave que Olivia adoraba. Esperaba que a Daisy también le gustara. Y esperaba que disfrutaran lo suficiente como para olvidar lo que acababa de ocurrir.

La cena fue muy amistosa. Daisy no paraba de decir que todo estaba delicioso y Olivia se divertía mucho comiendo con ella. Ver a Olivia sonreír tanto también lo hizo divertido para mí.

Supongo que los nervios de Daisy se disiparon a medida que avanzaba la comida y empezó a mencionar cosas del colegio.

“Olivia siempre está hablando de ti, ya sabe.” “¿Qué? ¿En serio?”

“Sí. Y me ha hablado muy bien de la sopa de leche en particular.” “¡Oh, vamos, no he hablado tanto de ello!”

“¡Uh, sí lo hiciste!”

La forma en que las dos se reían era absolutamente adorable. Se notaba totalmente lo buenas amigas que eran.

“¿En qué situaciones la mencionaba?”

“Cada vez que se siente sola en la residencia, se le antoja su sopa de leche.” “¡Vaya! Aunque la sopa es muy sencilla.”

“Es un sabor que le trae recuerdos, probablemente.”

Pensé en los días en que acababa de conocer a Olivia. Todavía no habíamos formado nuestro hogar aquí y vivíamos en mi santuario. Si no recuerdo mal, tomábamos siempre sopa de leche cuando era la única receta que había sacado de mis libros de crianza.

“Ya veo. Te trae recuerdos, ¿eh?”

“También deben ser recuerdos cálidos. Tengo esa impresión cada vez que habla de ello.” “¡Daaiisyy! ¡Me estás avergonzando! ¡Je je!” Incluso las orejas de Olivia estaban rojas.

Casi se me saltan las lágrimas. Supongo que tiene sentido. Comíamos sopa de leche todos los días en el santuario, así que para ella es el centro de la nostalgia. Me alivia que recuerde esos días con cariño.

Después de la cena, disfrutamos de una agradable charla en el comedor. Sus párpados se volvieron progresivamente más pesados, así que les di a beber un poco de leche caliente y dulce.

El bostezo de Olivia hizo que Daisy también bostezara. Era la hora de acostarse para las niñas.

“Buenas noches, Papi.” “Buenas noches, señor.”

“Sí, buenas noches, chicas. Dulces sueños, a pesar de ese desafortunado incidente.”

Los acompañé hasta el final de la escalera de la Torre del Este. Había una habitación de invitados, pero los dos dormían en la habitación de Olivia. Cogidas de la mano y vestidas con camisones de la escuela, subieron las escaleras mientras yo las observaba, antes de soltar un gran bostezo.

Ahh, hacía tiempo que no cocinaba bien. Mientras Olivia estaba fuera, me quedé dormido sin rumbo en forma de dragón y dando paseos. Me metí en mi propia cama y rápidamente caí en un profundo sueño.