Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: El Detective Y El Caso De Asesinato

Parte 2

Pechka

Se había comprado una olla.

Las existencias de las tiendas variaban según la ciudad: la tienda del páramo tenía artículos de recuperación, mientras que la tienda de la montaña tenía enciclopedias. Cada tienda también proporcionaba armas y armaduras más potentes que las de la zona anterior. La tienda del páramo vendía equipo de armas y escudos sencillos, la tienda de la pradera tenía objetos “arma +1” y “escudo +1”, y en la tienda de la montaña había objetos +2. Después de adquirir una compra, podías invocarla, y cada mejora era más duradera y parecía más refinada que la anterior. Las armas también variaban en función de la chica mágica que las invocara, así que al poner una en el teléfono de Pechka se producía una espátula, pero Rionetta producía garras. El esquema de nomenclatura “arma +X” era soso, pero flexible.

Los únicos elementos que un grupo podía compartir eran los resultados aleatorios de R y los pases especiales. R había sido muy popular al principio del juego. El primer objeto que el grupo de Pechka había obtenido, el mapa, era tan útil que el precio de cien caramelos merecía la pena si todas las recompensas eran del mismo calibre, o eso creían. Pero la realidad nunca es tan amable, ni siquiera en un juego.

La segunda vez que compraron R, consiguieron otro mapa. La tercera vez, un mapa. La cuarta vez, un mapa. Se habían reído hasta la tercera. La cuarta hizo que sus sonrisas se desvanecieran. La quinta incitó la ira y la sospecha. ¿Qué demonios pasa con este objeto R?

¿Sólo daba mapas?

“R genera artículos de diferente rareza, y la probabilidad de recibir un artículo determinado varía, pon.” Al ser convocado a través del botón de AYUDA, Fal respondió de forma desapasionada e impávida a su avalancha de ira.

“Sin embargo, sólo hemos recibido mapas.” A Rionetta le temblaba la voz, y las comisuras de los labios estaban apretadas.

Pero Fal era el mismo de siempre. “El mapa es un objeto muy común, pon. Es normal que aparezca cuatro o incluso cinco veces seguidas. Pero, por favor, inténtalo una y otra vez para así conseguir un objeto súper raro, pon.”

Blandiendo el mapa con bella y experimentada forma, Rionetta lo arrojó contra la pared. Apareció un mensaje:

Este artículo se vende por 3 caramelos.

Después de eso, su jefe de grupo les prohibió comprar más R. Los goblins que poblaban la zona de la montaña soltaban muchos caramelos, y los artículos de la tienda eran generalmente baratos, así que sus existencias de caramelos crecieron y crecieron.

Pero Nonako Miyokata les daba la lata con “quiero comprar R, quiero comprar R” hasta que finalmente Clantail lo permitió. Las otras tres no querían ningún arma, así que Clantail había utilizado sus caramelos para comprar armamento para sí misma. Ahora blandía una larga lanza de asalto en su mano derecha y un gran escudo en la izquierda. Tal vez sentía que no debía ser tan tacaña ahora, y por eso no podía rechazar la petición de Nonako.

Rionetta seguía teniendo reservas, pero al final accedió, así que se gastaron mil caramelos en diez R y acabaron con ocho mapas, una pala y una olla. La pala era de lo más normal, de un metro de largo. La olla, también, era una olla normal. Ninguna de las dos tenía propiedades mágicas o efectos únicos.

En ese momento, Rionetta se puso furiosa. Se lamentó y llamó a Nonako idiota por gastar mil caramelos en chatarra. Nonako le replicó por el insulto. Esto se convirtió en una discusión, que Clantail intentó separar, pero ninguna de las dos la escuchó, y su improductiva disputa continuó hasta que los grupos de lucha y exploración se fueron cada uno por su lado.

El mal humor de Nonako Miyokata no tardó en remitir. Mientras exploraban, ella acribillaba a todos los enemigos que se cruzaban, mientras Pechka huía, evitándolos. Nonako purificó un goblin y lo convirtió en su familiar, chillando por lo bonito que era. Incluso le ató un lazo al cuello. Cuando les había atacado, le había parecido tan espeluznante, pero ahora que estaba unido a Nonako… bueno, podía pasar por lindo, aunque se viera exactamente igual. Verlos juntos era algo reconfortante.

El estado de ánimo de Rionetta, en cambio, no hizo más que empeorar.

Por la noche, se reunieron de nuevo con el grupo de combate, pero ni Clantail ni Rionetta quisieron hablar. Estaban tan calladas que el sonido de los cascos de Clantail al pisar el suelo era ensordecedor en comparación. Cualquier contacto visual con ella provocaba un chillido de “¡¿Qué demonios ha sido eso?!” que dejaba claro su enfado. “¡¿Qué hace esa rata gigante bloqueando constantemente nuestro camino?!”

Esa “rata gigante” las había ahuyentado una vez con una advertencia de que se mantuvieran alejadas del terreno de caza de su grupo. Al parecer, lo había vuelto a hacer una vez que Clantail y Rionetta se habían trasladado a la zona de la montaña.

Rionetta estaba tan enfadada que arremetía contra todo lo que veía. Cuando vio al goblin domesticado de Nonako Miyokata, sus ojos se entrecerraron y gritó: “¡No te atrevas a dejar que esa cosa se acerque a mí! ¡No quiero que me manche con su sucio olor! Lo que desencadenó otra pelea a gritos hasta que Clantail intervino.

Entonces los ojos de Rionetta se posaron en Pechka. “¿Qué estás haciendo?” Preguntó.

“Um… la olla…”

“Ya estaba bastante enfadada por haber malgastado tanto caramelo en esa cosa. De verdad que prefiero que no me obligues a mirarla más. Sólo recordar cómo gastamos mil caramelos para conseguir eso y una pala me quitará el sueño.” El hambre era parte de la mecánica del juego, pero el sueño no. En otras palabras, sus quejas de insomnio eran una completa tontería.

“¿Por qué esa pose tan rara? ¿Y por qué metes las manos en la olla?” La nariz de Rionetta se movió. Olfateó y miró la olla.

Una sonrisa rígida se dibujó en el rostro de Pechka mientras tímidamente intentaba explicarse. “Mi magia, es… Como he explicado antes… puedo hacer buenas comidas. Así que, como ahora tenemos una olla… quizá no tengamos que depender de las raciones… Y no estoy usando mis dulces… Puedo hacer comida… sin ningún ingrediente… así que, bueno… creo… creo que debería saber… mejor que las raciones…”

“Bueno, ¿no tienes confianza en ti misma?” Dijo Rionetta.

“En realidad no… Um, no tenemos utensilios, así que… Lo siento, pero tendrás que conformarte con hojas…”

“¡Hojas! ¡Qué utensilio tan maravillosamente rústico!”

“Si vas a quejarte de ello, no tienes que comerlo, je crois.” Nonako Miyokata se echó a reír, y su goblin se rió y dio saltitos. Rionetta chasqueó la lengua, muy enfadada, y se dejó caer sobre una roca cercana, donde levantó tierra a propósito.

Si Pechka se lo propusiera, podría hacer el plato más elegante del mundo. Pero si sirviera un plato elegante al aire libre en hojas grandes, sólo estaría invitando a un montón de quejas. “¡Es demasiado difícil de servir! Es demasiado difícil de comer”, dirían. Así que, en lugar de eso, había ideado una comida sencilla y fácil de comer que hiciera hincapié en el buen sabor de los alimentos frescos.

“¿Bolas de arroz? ¿Después de tanto parloteo, nos das bolas de arroz?” Rionetta insultó la cocina de Pechka apenas verla. “¿Por qué debo comer esta comida campesina? Prefiero comer raciones.” Escupió. Luego dio un mordisco. Sus cejas se juntaron.

Clantail y Nonako la observaron con cierto recelo. Ignorando sus miradas, Rionetta dio un segundo bocado, y luego un tercero. Lo devoró todo. Luego tomó otra sin hacer comentarios y la devoró.

Cautelosamente, Nonako dio un mordisco a una bola de arroz. “Oh…” Expresó su sorpresa en voz baja, y luego comenzó a devorar la comida, al igual que Rionetta. El goblin, al ver a su ama tan emocionada, también engulló una. Clantail era la única que comía con un mínimo de aplomo, pero su cola se movía de lado a lado.

Por ahora, todas parecían estar disfrutando de la comida. Pechka respiró aliviada y comenzó a comer una bola de arroz.

Ella había hecho lo mismo una vez, hace mucho tiempo. No lo recordaba muy bien, pero estaba segura de que algo así había sucedido antes. Pechka había cocinado una comida con su magia en un intento de que un grupo de personas se llevara bien. Pero no pudo ser hace tanto tiempo. Había sucedido una vez que se convirtió en una chica mágica, así que no debería haber ninguna razón para que no lo recordara. ¿Por qué no podía recordarlo?

Rionetta, Nonako y Clantail estaban concentradas en rellenar sus mejillas con bolas de arroz. Hace sólo unos momentos, habían estado muy enfadadas por haber sido expulsadas de un coto de caza, pero ahora estaban totalmente concentradas en comer. Su magia, que Pechka sólo había considerado secundaria respecto a su aspecto, le había permitido acercarse a Ninomiya e incluso había animado a los miembros de su grupo. Tal vez la cocina sirva para algo, pensó.

***

Nokko

El cuarto año, la clase dos de la Escuela Primaria Manabegawa Nº 3 era una “buena clase”.

El día de los deportes y durante los festivales culturales, toda la clase trabajaba en grupo, pero cuando alguien metía la pata durante estos eventos, nunca se le despreciaba ni se le menospreciaba. Si lo hacían bien, toda la clase compartía la alegría, e incluso si no lo hacían, todos podían sonreír por ello.

La clase no tenía ninguno de los problemas sociales habituales, como los conflictos entre los chicos y las chicas, el acoso a los débiles o los rumores desagradables que circulaban por ahí.

Su profesor era el Sr. Noguchi, que había dado clases de sexto curso hasta el año anterior. Era famoso por su mal genio, por su facilidad para gritar a los alumnos y por el apodo de “la tetera cuadrada”, por la forma de su cara. Pero este Sr. Noguchi, desde que se trasladó a la clase 4-2, se había transformado en una persona totalmente diferente: el profesor más brillante y divertido. No había gritado a ningún niño en todo el año.

¿Por qué la clase 4-2 era un lugar tan agradable? Sólo Noriko Nonohara sabía la respuesta.

Si alguien estaba molesto, aumentaba su alegría. Si alguien estaba triste, bajaba su fragilidad emocional. La ira, los celos, la maldad… todo lo innecesario para una buena clase, lo suprimía, manipulando a los alumnos para crear una clase divertida y brillante. Utilizando su habilidad mágica para transmitir sus emociones a los que la rodeaban, la chica mágica Nokko podía unificar su clase desde las sombras.

Noriko Nonohara era una chica mágica muy dura. ¿Por qué? Porque desde su nacimiento hasta el día de hoy, el tiempo que había pasado como chica mágica superaba con creces el tiempo que había pasado como persona normal. Se había convertido en Nokko a los cuatro años y ahora tenía diez, así que llevaba seis años de experiencia como chica mágica. Era una veterana entre las veteranas.

La cuestión de cómo vivir como una chica mágica era una cuestión de filosofía, y Nokko conocía los atajos más fáciles. Aunque “los atajos más fáciles” no significaban simplemente saltarse la escuela o eludir responsabilidades. Ella conocía atajos que las chicas mágicas recién llegadas no podían conocer.

El Reino Mágico era incapaz de adaptarse. Era terco y testarudo, y nunca se echaba atrás en sus decisiones. Tal vez eso lo hacía bastante similar a los gobiernos humanos. Todo lo que Nokko había contado a Magical Daisy sobre cómo Noriko se había convertido en Nokko era cierto.

Pero a pesar de toda la obstinación del Reino Mágico, era comparativamente poco estricto con la seguridad. La región de la que se encargaba Nokko se gestionaba a través de un sistema experimental por el que una chica mágica con aspecto de líder vigilaba a otras chicas mágicas, informando al Reino Mágico y actuando como intermediaria. El Reino Mágico no observaba ni dirigía directamente las actividades de las chicas mágicas, por lo que tenía que depender en gran medida de la discreción de la supervisora para hacer cumplir las normas. Si era perezosa, estúpida, revoltosa, egoísta, una anomalía o no se preocupaba por obedecer las reglas, entonces era poco probable que denunciara a otras por su falta de diligencia.

El líder del grupo de Nokko era de los que no los denunciaba hicieran lo que hicieran, así que Nokko nunca fue amonestada por utilizar sus habilidades para mejorar su propia vida en lugar de ayudar a los demás. Manteniendo un perfil bajo, utilizaba su magia para resolver problemas a escondidas. Después de la escuela, visitaba a su madre en el hospital y la ayudaba a aliviar su depresión. Luego volvía a casa y se dedicaba a las tareas domésticas.

La magia de Nokko no le permitía controlar las emociones de los demás a voluntad. Sólo podía transmitirles sus propias emociones. Si quería que alguien se emocionara, tenía que concentrarse mucho en algo que alguna vez le hubiera parecido emocionante y luego recordar, recordar, recordar, hasta que su magia finalmente funcionara.

Como resultado, se convirtió en una experta en engañarse a sí misma a la temprana edad de diez años. Como su madre estaba en el hospital, Noriko se encargaba de las tareas domésticas. Esto era agotador. No tenía tiempo para salir y usar su magia para hacer del mundo un lugar mejor. Ya tenía las manos ocupadas cuidando de sí misma. Pero aun así, se las había arreglado. Al menos, hasta ahora.

Seis meses antes, la superiora de Nokko, la chica mágica líder, había sido expulsada definitivamente. Algunos actos imperdonables que había cometido habían salido a la luz. El Reino Mágico había enviado inmediatamente una sustituta, sin querer creer que una chica mágica, símbolo de esperanzas y sueños, pudiera ser una manzana podrida. Después de eso, la nueva chica desempeñó su papel de líder con gran entusiasmo. Pero el hecho de que estuviera recogiendo el testigo de alguien que había sido despedido debido a un escándalo significaba que era demasiado seria e inflexible, como una manifestación del propio Reino Mágico.

Así que, además de todo lo demás, Noriko se vio obligada a cumplir con su deber de chica mágica de ayudar a los demás. Existía la posibilidad real de que esa líder tan pegajosa entregara un informe:

¡Sólo piensa en sí misma! ¡En realidad no está haciendo su trabajo! En el peor de los casos, podría incluso hacer que perdiera su condición de chica mágica.

Así que Noriko ahora tenía que pastorear su clase, ayudar a la gente del pueblo, hacer tareas y participar en el juego. No le interesaba el juego en sí y no tenía tiempo para ayudar a las futuras chicas mágicas, pero las recompensas por participar y completar el juego eran muy atractivas. Si podía conseguir diez millones de yenes, una suma que nunca había visto, se esforzaría por completar las tareas virtuales.

Noriko volvió a mirar su cuenta bancaria. Durante más de seis meses, no había visto ni un solo depósito. Ahora había cien mil yenes en ella. Y si podía abrir una nueva zona, eso suponía otro millón de yenes.

El casco de Genopsyko burbujeó hasta la superficie de la lava. Entonces aparecieron su visor, su cuello y sus manos, y una pequeña llave estaba en sus manos. @Meow-Meow, que había estado conteniendo la respiración junto a Nokko, dejó escapar un gran suspiro de alivio.

“¡La encontré!” Anunció Genopsyko. “¡Había algo como un altar en el fondo, tal y como describía el texto antiguo! ¡Estaba justo dentro de eso! En serio, he tenido que tantear para encontrar la cosa, y me ha costado un montón de tiempo.”

“Yumenoshima, pensé que te derretías.” Dijo @Meow-Meow.

“No, no me voy a derretir. Te lo dije, ¡este traje puede soportar hasta el Big Bang!” Genopsyko se agarró al acantilado y se arrastró a tierra firme. Tal y como había dicho, su traje no se había derretido ni quemado en absoluto. La propia Genopsyko tampoco parecía estar herida. Se quitó la lava que tenía pegada, se levantó el visor y mostró una sonrisa. “¡La llave de la puerta y un millón de yenes, en la bolsa! Ahora podemos dirigirnos a la siguiente zona.” La zona que seguía a las praderas, la zona de la montaña, ya estaba desbloqueada cuando volvieron a conectarse. Al parecer, algún grupo lo había hecho justo antes de cerrar la sesión la última vez.

Las hordas de goblins, equipados con lanzas cortas, dagas, arcos cortos, jabalinas, pequeños escudos y armaduras de cuero, tenían algo más de fuerza bruta y organización táctica que los esqueletos. Algunos de los goblins llevaban túnicas sucias y blandían bastones torcidos, y murmuraban misteriosos cánticos para invocar y lanzar bolas de fuego del tamaño de cabezas humanas. También acompañaban a estas hordas unos goblins del doble de tamaño que los normales, que blandían garrotes con toda su fuerza, una fuerza que rivalizaba incluso con la de una chica mágica.

Aun así, estos goblins no eran rivales para ellas, sobre todo en lo que respecta a la velocidad y la capacidad de recibir golpes. Por cada movimiento que hacía un goblin, una chica mágica podía hacer diez. Los ataques de los monstruos dolían, pero eso era todo. Los ataques similares de las chicas dejaban a sus enemigos con heridas mortales. Sin embargo, a diferencia de los esqueletos, los goblins sangraban, y este encuentro con su biología era repugnante. Ver sus mandíbulas llenas de dientes torcidos siendo aplastados, el esmalte blanco y la sangre volando por el aire, hizo que Nokko se sintiera mal. Aplastar el cráneo de un esqueleto no era ni de lejos tan visceral como aplastar el cráneo de un goblin con su fregona. Realmente se sentía como si estuviera quitando una vida. Los cadáveres desaparecían al cabo de dos horas, pero la sensación permanecía. Había una cosa que era demasiado real.

Además de todo esto, Nokko todavía no había superado el shock de la muerte de Magical Daisy. Pero no podía jugar a este juego si iba a sentir tanto asco por haber matado a todos los monstruos. Así que Nokko se centró por completo en distraerse, llenando su mente de pensamientos felices y divertidos para apoyar a Genopsyko y a @Meow-Meow.

La muerte de Magical Daisy había sido un accidente. Nadie era responsable. Nokko sabía que si se ponía a pensar en los “y si…”, como si Daisy hubiera tenido más cuidado al enfrentarse a un enemigo desconocido, o si hubieran comprado una enciclopedia de monstruos antes de salir a luchar, nunca dejaría de hacerlo. Sin embargo, no podía olvidar la brutal imagen de Daisy desangrándose por el enorme agujero de su cuerpo. Lo más probable es que nunca abandonara su memoria. Tampoco olvidaría haber cavado un hoyo y enterrado el cuerpo de Daisy en él, para luego colocar una piedra en lugar de una lápida mientras las tres lloraban y se abrazaban.

Pero eso fue un accidente. A Genopsyko le gustaba mencionar que Daisy no estaba muerta en el mundo real ni nada por el estilo, como si tratara de convencerse de que eso era cierto. Y Nokko quería que ella pensara así. Así era como ella debía pensar. Y Nokko podía ayudarla a festejar con eso.

No podían permanecer tristes para siempre. Aunque el juego no fuera real, los jugadores debían olvidar su tristeza y concentrarse en completarlo. Nokko también se volcó de lleno en la tarea.

Al entrar en la zona montañosa, se encontraron con una choza en mal estado. En su interior, descubrieron un libro etiquetado como TEXTO ANTIGUO. El título no era una mentira. Desde las anotaciones hasta la posdata, todo estaba escrito en una lengua misteriosa.

Así que compraron la aplicación Compañero Traductor en la tienda de la montaña y descifraron el documento. Tenían que obtener el bastón de los montañeses y utilizarlo para realizar el ritual de su comunidad en su templo, concediéndoles la marca de los montañeses. Con ella, se dirigirían al lago de lava y realizarían su danza folclórica, haciendo aparecer el altar. En él se encontraba la llave de los montañeses, que les permitiría acceder a la siguiente zona. Además, como añadido: aprenderían la danza colocando el narguile de los montañeses sobre la balanza del pueblo, lo que les permitiría desbloquear las instrucciones en sus teléfonos. El propio narguile se ensamblaría a partir de tres piezas, cada una de las cuales sólo podría encontrarse descubriendo las pistas correspondientes a su ubicación.

Una vez que terminaron de leer ese largo y tedioso proceso, el brazo derecho de Genopsyko salió disparado al aire. “¡Si es sólo lava, es fácil!” Anunció, y dejando caer el visor de su casco y apartando las manos nerviosas de Nokko y @Meow-Meow, se lanzó al lago de lava. Se tomó su tiempo para llegar al fondo y agarrar la llave.

“¡Vaya, Genopsyko, prácticamente estás haciendo trampa!” Genopsyko se elogió a sí misma. “Habilidades a nivel de Dios, en serio a nivel de Dios. ¡Un millón de yenes! ¡Estoy muy emocionada! ¿Por qué no nos reunimos fuera de línea después y gastamos algo de esto en una fiesta?”

“Oh, una fiesta suena bien.”

“Sí, ¿cuántas veces puedes beber un millón de yenes gratis?” “¡Whoa, whoa, whoa! @Meow-Meow, ¿vas a gastar todo en

alcohol? ¡Al menos ahorra un poco! ¡El dinero es precioso!”

De repente, el hedor sulfúrico y el calor abrasador de un lago fundido del que preferirían haber escapado lo antes posible pasó a ser el lugar de un recuerdo maravilloso. Charlando y abrazándose, las tres rieron por primera vez desde el fallecimiento de Magical Daisy. Nokko transmitió a las demás la alegría que sentía.

“Ahora podemos pasar a la siguiente área. Desbloquear el área significa una recompensa en caramelos.”

“¡Oh, tienes razón! ¡¡Acabamos de conseguir quinientos caramelos más!! ¡Woohoo!” Animó Genopsyko.

“Entonces, primero. Dijo Nokko. “Deberíamos volver a la ciudad de la montaña…”

Entonces, todos sus teléfonos emitieron el sonido de alerta de texto. Cuando lo comprobaron, vieron que los botones de AYUDA de sus teléfonos parpadeaban.

“Esta es una convocatoria de emergencia, pon. Todo el mundo, por favor, reúnanse en la plaza de la ciudad baldía, pon.”

Genopsyko se golpeó el casco con la punta de un dedo y luego se lo quitó a toda prisa. Nokko supuso que había intentado rascarse la cabeza, pero el casco se interpuso. “Pero nos has pillado justo cuando nos lo estábamos pasando bien.” Dijo Genopsyko.

“Esto es muy urgente, pon. Todas serán teletransportadas al lugar en cuestión en un minuto, pon. Gracias, y hasta pronto, pon.” La esfera blanca y negra, tras entregar su mensaje, desapareció. Sin nadie contra quien protestar, las chicas no tuvieron más remedio que obedecer.

“Bueno, parece que ha pasado algo.” Dijo Nokko. “Vamos a ver.” “Esa criatura aparece en los peores momentos.” Gimió Genopsyko. “Espero que no sea nada malo.”

@Meow-Meow parecía preocupada, y Genopsyko estaba claramente irritada. La única opción de Nokko era tener pensamientos divertidos y felices.